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CUANDO LA LUZ SE CONVIERTE EN OSCURIDAD por LORD GRIM

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Notas del capitulo:

Hola a todos, aqui les traigo un nuevo cpitulo de esta historia que esta proxima a finalizar. 

Como nota independiente les comuncio que mi otra Fic titulado Infidelidad Inducida aun no tiene continuación ya que el capitulo se encuentra en proceso, motivo por el que sera publicado mas adelante. 

Sin mas que decir espero que disfruten esta historia. 

 


El cantante se encontraba más adelante del lago practicando sus golpes ante la mirada atónita de su antigua pareja, que para su desgracia se mantenía a su lado atendiendo las órdenes de Warner.


 


-Si acabas con todos los arboles de la propiedad, serás tú quien plante nuevos – el Duque había llegado acercándose a su primogénito quien les dio una mirada a los sirvientes para que los dejasen solos ambos hicieron una reverencia para después retirarse. – No actúes como un humano Edward es bastante vulgar y denigrante.


 


-Te sentirías de la misma manera en mi caso – explico el menor que dejaba su arma a un lado para recargarse en un árbol cercano no deseaba hablar con el mayor no después de semejante afrenta.


 


-Considéralo un castigo por tomar venganza cuando te advertí para no hacerlo; soy alguien muy benevolente hijo pero no tanto – a pesar de sus palabras el menor no se tranquilizó por lo que continuo – Dale un poco de crédito ha renunciado, su vida, su familia, su trabajo todo con tal de estar a tu lado.


 


-Ahora eres defensor de los humanos padre – era la primera vez que el menor le hablaba con tal falta de respeto al mayor una que a completo alejándose de inmediato siendo detenido por la mano del vampiro mayor.


 


-No me des la espalda jovencito – bramo pero tuvo que retirar se mano al sentir la peligrosa energía que emanaba de su primogénito una que estaba deseoso de devorarlo si tuviese la oportunidad.


 


-No padre… tu no me des la espalda- fue todo lo que dijo para salir de aquel lugar estaba tan molesto que prefería alejarse de todo no deseaba hacerle daño a nadie, se dirigido a la puerta de la mansión pero antes de abrirla se topó con quien menos deseaba


 


-Joven Edward- el escritor abrió la puerta para dejarlo pasar haciendo a un lado inclinándose por lo visto aprendía rápido.


 


-Eiri hablemos en la biblioteca – menciono encaminándose hasta el lugar nombrado una vez ahí el más joven se recargo en la chimenea mirando fijamente a quien había sido su mayor amor. –Bien… Eiri dime ¿Qué gran nombre te ha dado mi padre? Porque evidentemente esto es obra suya… tu no serias capaz ni de considerar humillarte de esta manera.


 


-El Perro Guardián de la Rosa – dijo apenas en susurro recibiendo como respuesta una enorme carcajada por parte del cantante quien se doblaba ante lo que acababa de escuchar –


 


-Debo darle crédito a mi padre es tan bueno poniendo apodos como la Reina – continuo riendo hasta que se casó para después mirar a su nuevo mayordomo – Muy bien ya que estas dispuesta a participar en este enfermizo juego maquinado por mi padre en el cual yo también me he visto envuelto, necesito saber algunas cosas importantes.


 


Hubo un silencio incomodo entre ambos hombres quienes se miraban fijamente el azabache con los brazos cruzados en una pose altiva mientras que el rubio parado firmemente a espera de cualquier orden.


 


-¿Qué sucederá con tu trabajo?; ¿Tu familia?; ¿Toda tu perfecta vida que llevabas en Tokio?; En verdad dime ¿Quieres abandonar todo eso para quedarte a mi lado? – pregunto recibiendo un respuesta rápida.


 


-Si. Ya he enviado una carta de renuncia a mi editorial, le explique a Mika que me quedare aquí a tu lado además de que le pediré al resto que guarden mi secreto – bajo la mirada con mucha serenidad – No me importa lo que tenga que hacer quiero estar a tu lado.


 


-Entiendo… mi padre tiene razón debo darte algo de mérito por tu valor- le miro con tranquilidad parecía que ya no existía ninguna sentimiento negativo hacia su persona eso era algo bueno. – No te confundas por favor, se reconocer lo logros de las personas solo eso – menciono para después acercarse a la ventana la nieve estaba cayendo lentamente. – Bien… pon atención porque te hare saber cómo me deseo que desempeñes como mi mayordomo.


 


Aquello no sorprendió al rubio pues el antiguo mayordomo del Duque le hizo énfasis en que tenía que acatarse a todos los deseos del primogénito de la casa, sin importar cuales fueran y considerando el enojo que su antigua pareja le tenía sabía de antemano que nada bueno le esperaba, pero aun así estaba dispuesto a todo con tal de lograr su perdón.


 


-Perfecto ya que no tienes ninguna queja… quiero quepongas atención si hay algo que odio es repetir las cosas – el frío rostro del vampiro se dejó ver por lo visto disfrutaría atormentar a aquel rubio – Sin importar lo que en un pasado existió entre nosotros, nuestra relación será únicamente la de un sirviente con su patrón, si haces bien tu trabajo no me veré en la penosa necesidad de botarte solo para devolverle el favor a mi padre.


 


-Sí, Shuichi – menciono el rubio recibiendo un regaño por parte del menor


 


-Por lo visto aun no comprendes que mi nombre es Edward pero está bien- toco un momento sus mejillas también le había costado aceptar que ya no era la misma persona que fue durante 20 años pero aquello era historia pasada – Para evitar problemas futuros si no te consideras capaz de llamarme por aquel nombre simplemente contestaras “Si señor” comprendiste.


 


-Si señor – dijo el rubio realizando una reverencia tal y como le había mostrado minutos antes.


 


-Bien por favor retírate, hoy tengo que asistir a una aburrido evento The Maskarade Dance ve por mi traje, llévalo a mi habitación en una hora me lo probaré además, aprovecha para aprender todo lo que puedas de Warner si te requiero te llamare– después de eso con la mano le dio la señal de que se retirara el rubio únicamente realizo una reverencia para después salir de la biblioteca.


 


El tiempo paso velozmente el grupo de japoneses no podían creer lo que el escritor había hecho por lo que finalmente aceptaron que estaba arrepentido pero más que nada que amaba profundamente al vampiro menor pues que alguien como Eiri Yuki mandara al demonio todo su orgullo y vanidad por una persona era digno de admirar.


 


- ¿Quién es?- pregunto el cantante que se encontraba en su habitación a la espera de medirse su traje para de ser necesario se modificara cuanto antes.


 


-Eiri- contesto el rubio al otro lado de la puerta entrando de inmediato ante la orden del menor que se encontraba contemplando la nieve desde el balcón de su habitación mirando la nieve aun no comprendía su fascinación ante algo así.


 


Pero lo más interesante no era aquello sino la habitación de su pareja era muy amplia incluso más que las destinadas a los huéspedes que no eran nada pequeñas pero esta perecia tener dos alas en la primera tenía una pequeña sala muy elegante en tonos carmín estilo vitoriano; ahí se encontraba aquel balcón desde el cual dirigía su mirada su dueño.


 


-No te quedes ahí parado debes ayudarme a vestirme – menciono el más joven ingresando para encaminarse a una enorme puerta aclarando su garganta le indico al rubio que debía abrirla lo cual fue hecho le sorprendió lo que vio había una cama enorme con postes en cada esquina en tonos negro. – Eiri- llamo el menor


 


Rápidamente ayudo al más joven a quitarse sus ropas dejándolo solo una camisa y su ropa interior en todo el tiempo los deseos de saltarle encima a su amado lo invadieron pues no era nada fácil ignorar aquel cuerpo tan magnifico que poseía lo cual le genero algunos regaños por parte del vampiro pues sus pensamientos al ser  tan fuertes llegaban rápidamente hasta él.


 


-Me disculpo – rogo el mayor pues era el cuarto regaño en menos de 10 minutos pero en verdad le era imposible no hacerlo lo deseaba tanto.


 


-Eiri, te daré un consejo hay una diferencia abismal entre desear a una persona y amarla – la mirada fría del menor cayó sobre aquellas orbes doradas – lo tuyo es simple deseo carnal lo que cualquier animal común desearía aun te hace falta conocer lo que es el verdadero amor. – mientras comento aquello sujeto a su antigua pareja del mentón para soltarla suavemente.


 


-No es verdad – dijo el escritor quien apretaba los puños pues no le gusto que hicieran esa comparación tan errónea – Yo no solo siento deseo por ti – le miro con ojos suplicantes esperando que sus palabras llegaran a su amado – Yo de verdad…


 


Sin saber cómo se sintió volar en el aire en apenas un parpadeo cuando salió de aquel trance se encontraba sobre algo muy suave que desprendía terriblemente el aroma de su pequeño, movió la cabeza dándose cuenta de que se encontraba en la cama de aquella habitación pero lo más extraño era que el cantante estaba sentado a horcadas sobre el con ambas manos al lado de si cabeza aquella situación hizo que las mejillas del rubio se encendieran al igual que su miembro que empezó a ponerse duro con la simple cercanía.


 


- Lo ves es solo deseo lo que sientes aun en una situación así sigues pensando en sexo – respondió al oído del mayor al mismo que lo mordía suavemente generando una oleada de placer a ambos iba a retirarse pero unas manos lo frenaron.


 


-No… no es deseo yo en verdad… - el rubio apenas era capaz de hablar pues su cuerpo lo estaba traicionando si bien tener así a su amado lo calentaba, no deseaba que se alejara quería estar a su lado como fue en un principio. – Por favor… - rogo por aquello que tanto anhelaba un poco de amor por parte del cantante.


 


-¿Por qué te haces esto Eiri?; solamente te lastimas a ti mismo – pregunto el menor colocando sus frías manos sobre aquellas tan cálidas quemaban en serio que lo hacían pero no sabía encontrar el motivo.


 


- Porque yo… yo…. – en verdad le costaba decir esas palabras pues no deseaba solo sacarlas quería que en esas dos simples palabras lograse transmitirle a su amado todo lo que representaba en su vida – Shuichi yo te… yo te…


 


-Dilo – hablo con firmeza el vampiro que sentía sus emociones desbordarse todas sus defensas estaban cayendo como cristal roto ni siquiera le importo que el rubio le llamase con su antiguo nombre solamente deseaba oír esas palabras – Dilo- exigió


 


-TE AMO – finalmente salieron aquella palabras haciendo que los ojos del vampiro perdieran brillo ante la sorpresa-  TE AMO Shuichi… como nunca llegue a imaginar hacerlo – ahora el escritor lloraba con fuerza sus lágrimas para desgracia del azabache eran genuinas no existía mentira, engaño o falsedad. – No sabes cuánto… sé que te fallé vilmente pero… tenía miedo, miedo de que no merecerte pues llegaste a mi vida para salvarme de la desesperación en que me sumergí por tantos años – se incorporó quedando sentado con el cantante aun sobre el por lo que aprovecho para abrazarlo - cómo desearía borrar el pasado pero no puedo hacerlo pero… si puedo cambiar el futuro y quiero que estés en él


 


El menor no podía moverse todo su cuerpo estaba perdido al igual que sus pensamientos aquella confesión fue demasiado sus ojos carmín tomaron nuevamente aquel tono violeta tan propio del cantante al igual que su cabello regreso a un tono rosado pero mantenía su largo.


 


-Shuichi… - le llamo el rubio quien lo miraba feliz al darse cuenta de que otra vez tenía a su amado frente a él – Por favor… regresa conmigo no me importa si para recuperarte debo humillarme como un perro si con eso te quedas a mi lado lo hare… Por favor TE AMO… TE AMO… TE AMO… TE AMO…


 


Fue cuando un suave beso llego finalmente ambos en verdad lo deseaban pues correspondieron al momento aquel contacto se hizo más demandante al punto que sus lenguas comenzaron a jugar pero…


 


-Yuki, por favor esto tiene que acabar de una vez. - Dijo el menor intentando alegarse pero extrañamente su fuerza había mermado lo que fue aprovechado por el rubio para iniciar nuevamente un dulce beso el cual no pudo resistir término correspondiendo a aquel contacto dejándose llevar


 


Ahora ambos estaban en la habitación del lugar sobre la cama completamente desnudos mientras el mayor estimulaba el miembro del menor con su boca con mucho cariño extrañamente el cantante sentía que su cuerpo el cual normalmente estaba frio quemaba más fuerte que el mismo fuego se aferraba con fuerza de las sabanas pues hacía más de 6 meses que no tenía nada de acción.


 


-Para Eiri- rogo pero le era imposible el placer era demasiado – No… Ahhhhhh Eiri – suspiraba el nombre del rubio – Eiri… ahhhhh – sin más una oleada de placer lo ataco sintio una descarga atacar todo su cuerpo y  termino corriéndose en la boca del escritor quien se bebió toda la semilla de su amado para después besarlo en la boca.


 


-Te amo Shuichi Shindou o Edward Grand Chester sin importar quien seas Te amo- lentamente soltó el cabello del más joven que seguía atado en una cola de caballo dejando que la cascada rosada tiñera las sabanas bajo ellos. – Te amo por quien eres en el interior y siempre lo hare seas humano o vampiro.


 


Sin lo giro dejándolo boca abajo levantando su trasero para ponerse a su altura y empezar a estimular su entrada la cual lamia con descaro al mismo que introducía uno de sus dedos tratando de dilatarlo.


 


-Eiri… - Grito el menor se sentía desfallecer sentía que en cualquier momento se desmayaría su padre le había advertido que esas emociones eran más fuertes para ellos por lo que debía ser cuidadoso pero había caído directo en aquella trampa mortal seguramente maquinada por su progenitor pero ahora no me importaba pues en verdad era maravilloso estar enamorado, porque era verdad aun amaba al rubio aunque lo negase. – EIRI… Ahhhhhhh


 


El rubio continuaba lamiendo su entrada pero ahora usando dos dedos los cuales movía con descaro pero a la vez era muy cuidadoso de no lastimarlo lágrimas de placer caían por los ojos del peli rosa el cual estaba más que feliz por estar con la persona que amaba una vez más.


 


Pronto el rubio saco sus dedos para posicionarse mejor en la entrada de su pequeño su miembro ya le dolía había esperado esto por meses estar con la persona que había llegado a su mundo para cambiarlo no le importaba si era un vampiro lo amaba con toda sus fuerzas sin más se hundió de una solo estocada en su interior haciendo que un gemido por parte de los dos se escuchara,


 


-Shu, estas muy estrecho – susurro el escritor mientras trataba de contenerse el haber entrado lo había estimulado tanto que creyó que se correría de inmediato afortunadamente se contuvo y empezó a embestirlo suavemente pero su deseo creció aumentando el ritmo ahora era muy salvaje ambos gritaban de placer estaban tocando el cielo.


 


-Shu, Te amo, te amo – gritaba el rubio totalmente sonrojando y empapado en sudor aquello era la gloria el menor estaba en las mismas aun cuando las puertas del cielo se cerraron para él sentía que era capaz de estar en él al lado de la persona que amaba.


 


Sin previo aviso el mayor salió de si interior para voltearlo quedando frente a frente para besarlo al mismo que lo penetraba una vez más sacando más gemidos de ambos sus ojos chocaron y por un momento el escritor juro que quien estaba bajo a él era nuevamente Shuichi pues sus ojos volvían a ser amatistas en lugar de rojo fuego.


 


-Yuki- dijo suavemente el más joven mientras sentía arder su miembro el cual era tomado por la mano experta de su amante para estimularlo nuevamente los gemidos eran salvajes sentían que pronto terminarían.


 


-Yuki, más por favor dame más… ahhhh – rogaba como en antaño siendo su suplica concedida pues el ritmo aumento volviéndose brutal y salvaje pero así le gustaba al igual que al rubio quien sonría al saber que su amado pedía sus atenciones.


 


-Shuichi estoy a punto de correrme – declaro


 


-Yo también – contesto emitiendo más gemidos


 


-Vamos a corrernos juntos – propuso recibiendo como afirmativa un beso en poco tiempo ambos llegaron al clímax, el menor se corrió en los abdómenes de ambos mientras que el rubio al sentir como su miembro era apretado por las paredes del interior de su niño se corrió dentro dejando fluir su semilla.


 


Ambos terminaron muy cansados pero en especial el rubio quien descansaba plácidamente en la cama siendo observado desde un sillón de la habitación por el vampiro, quien había recuperado su apariencia de inmortal llevaba una bata blanca, no es que no estuviera cansado pero los vampiros no dormían al menos no como los humanos.


 


-Yuki… yo… - Pero no puedo continuar porque como si de un golpe se tratase lo invadieron una serie de visiones lo cual lo altero de inmediato, miro a la persona sobre la cama, con enorme enojo para después acercarse a su teléfono móvil llamando a alguien.


 


-Undertaker… necesito un favor y tienes que ser rápido – miro a su amante aun dormido en aquel lecho para que después sus ojos tomaran el tono carmín característico de su casta inmortal – No me importa el costo… o lo que tengamos que hacer quiero a estas personas fuera de Londres cuanto antes.


 

Notas finales:

Bueno eso es todo por ahora espero que les haya gustado, ojala y pueden regalarme algunos comentarios. 

Nos leemos en la proxima. 


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