"El Inicio Del Coma"
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Minato comenzó a buscar a Naruto, como si fuera un loco. Reviso todo el lugar, pero no encontró nada ni a nadie, cosa que solo hacía que se angustiara aún más y temiera por la seguridad e integridad de su pequeño hijo doncel.
Mientras que Itachi y Deidara, fueron donde Minato y comenzaron a ayudarlo, pero por más que buscaron no encontraron al pequeño, ni siquiera algún rastro de violencia, lo cual era muy extraño intrigante, ya que allí estaba la ropa y las cosas del blondo.
— ¿Dónde estás Naruto? —preguntó muy desesperado Minato.
—Papá, trata de calmarte un poco. Con estar alterado, no lograras nada —pidió Deidara en tono suave para tratar de calmar a su padre.
— ¡Es que no puedo calmarme Deidara! —habló en voz alta y evidentemente fuera de sí—. Tú hermano menor, un niño doncel de doce años, está desaparecido y tú me pides que me calme, pero eso no lo pudo hacer, es algo sumamente imposible —le recalco el mayor muy alterado.
— ¡Yo también estoy muy preocupado, pero no por eso voy a perder la cordura! —exclamó en voz alta el doncel.
—Dei creo que debemos de calmarnos todos —sugirió en tono serio el azabache, llamando la atención del varón rubio.
—Yo no tengo porque obedecer órdenes ni sugerencia tuyas —espetó Minato muy molesto.
—Namkaze-san, si quiere saber lo que le sucedió a su hijo, tendrá que calmarse y escuchar lo que le digo —dijo seriamente el azabache.
—Minato trato de calmarse mientras respiraba profundamente—. Le escucho Itachi-kun —habló ya más calmado mientras veía seriamente al azabache.
—Bien, antes que nada le digo que hablar a la policía no sirve de nada, al menos no si su hijo desapareció en esta juguetería —comenzó a hablar Itachi, tratando de no preocupar más a Minato, cosa que no funciono.
— ¿Qué quieres decir? —preguntó un muy angustiado Minato.
—Que en realidad en esta juguetería ya había pasado una terrible tragedia —murmuró Itachi con una expresión de dolor en rostro.
— ¿Qué clase de tragedia? —preguntó Minato muy intrigado.
—Itachi, ¿estás seguro de querer contar ese incidente? —preguntó el doncel muy preocupado, mientras veía a su novio.
—Itachi sonrió levemente de manera tranquilizadora—. Tranquilo Dei-chan, yo estoy completamente seguro y más si con esto encontramos a tu hermanito y resolvemos el misterio que oculta este lugar —dijo el azabache con decisión.
— ¿Qué fue lo que ocurrió? —preguntó Minato en tono serio.
—Lo que ocurrió fue que mi hermano menor y el encargado de esta juguetería quedaron en coma el mismo día que este lugar cerró, eso paso hace cuatro años y desde entonces ninguno de los dos ha despertado —explicó el azabache con una mirada llena de tristeza e impotencia al recordar aquel día.
—Minato se sorprendió y hasta pudo sentir el dolor que sentía Itachi—. Pero, ¿qué tiene que ver mi hijo con todo este asunto? —preguntó el rubio mayor con duda.
—Vera, después de la muerte de mi abuelo, Uchiha Madara, mi hermanito y yo nos enteramos de que nos había dejado de herencia sus pertenencias junto con esta juguetería, así que venimos, pero algo paso.
---FLASHBACK, 4 AÑOS ANTES---
Era una hermosa tarde en la ciudad de Konoha y dos hermanos azabaches, uno de al menos unos 18 años y el otro de unos 10 años, estaban entrando a una vieja y deteriorada juguetería, la cual les habían dejado de herencia por su abuelo, pero las intenciones del hermano mayor era venderla porque no tenía tiempo para atenderla, debido a que era el encargado de atender las empresas de su familia y hacer su papel de hermano mayor, pero no le era fácil porque el encargado del lugar no quería que hagan tal cosa y por ello el mayor de los azabaches y el encargado se estaban peleando.
—Kabuto-san ya le dije que este lugar será vendido, así que es inútil que siga insistiendo —sentenció Itachi ya harto de tanta pelea.
—Y yo ya le dije que este lugar no puede ser vendido y no permitiré que lo venda —dijo el peli plata de nombre Kabuto de manera molesta.
—Mire Kabuto-san, la decisión ya está tomada y no hay nada que discuti… —pero no pudo terminar de hablar porque el insistente sonido de su teléfono no se lo permitió—. Con permiso —susurró para después salir a contestar la llamada.
Después de terminar de hablar por teléfono, Itachi regreso a la juguetería, pero cuando entro encontró a su hermano y a Kabuto inertes en el suelo.
---FIN DEL FLASHBACK---
—Después de ese día, Sasuke y Kabuto-san están en coma y esa es la razón por la que no vendo este lugar, porque creo que este lugar tiene que ver con el estado de mi hermano y también con la reciente desaparición de su hijo —explicó el azabache en tono serio.
—Pero, ¿cómo puede tener en común todo esto con mi hijo? —preguntó Minato muy intrigado y lleno de dudas.
—Vera, antes de lo que sucedió con mi hermano, ya habían pasado otros incidentes, descubrí que algunos de los que trabajaban aquí también quedaron en coma, también investigue que todo esto estaba relacionado con Kabuto y que también encontró la manera de mantenerlo todo en secreto —explicó seriamente el azabache.
— ¿Y cómo planeas encontrar las respuestas para solucionar este problema? —preguntó el varón rubio con mucha intriga.
—Necesito que me ayude a investigar cosas sobre mi abuelo y esta juguetería y también cosas sobre Kabuto…creo que si nos dividimos el trabajo lograremos encontrar la solución de nuestros problemas —sugirió Itachi con decisión.
—Si con hacer todo esto encontramos a mi hijo, hare todo lo que me pidas —le dijo Minato con una leve sonrisa.
—Entonces será mejor salir y comenzar la investigación —sugirió Dei mientras agarraba todas las pertenencias de Naruto.
—Sí, será lo mejor —respondió Itachi con una leve sonrisa.
Los tres salieron del lugar e Itachi cerró la juguetería para después irse hacia la mansión Uchiha para comenzar con la investigación.
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Dentro de la juguetería, en el lado más iluminado que era cubierto por una muy colorida mini lona en la cual habían muchas casas de muñecas, camioncitos, trenecitos, carros, y otros juguetes, pero para ser más exactos en una curiosa casona de juguete se encontraba el samurái de juguete llamado Sasuke, el cual veía con preocupación al pequeño blondo, ya que llevaba rato inconsciente y con fiebre, pero se alivió un poco al ver que el doncel abría sus hermosos ojos azules.
—Al fin despiertas Dobe —dijo el juguete con superioridad.
—Naruto fijo su vista en el samurái y al ver que se veía casi de su tamaño se dio cuenta de que el mismo se había encogido, quiso levantarse, pero no lo logro —. ¿Qué me paso? —preguntó el blondo completamente agitado y débil.
—No sé lo que te hizo Kabuto, pero desde que su mascota te mordió te encogiste y has tenido fiebre así que no te muevas y trata de descansar —explicó el azabache en tono suave y tranquilizador.
—Está Bien —susurró el menor con mucho trabajo para después quedarse dormido.
—“Tranquilo Dobe, yo voy a protegerte” —pensó el samurái muy preocupado por el pequeño doncel.
Sasuke como pudo le bajo la fiebre a Naruto, lo cual era difícil ya que no sentía ni el calor ni el frio desde hacía cuatro años, pero cuando amaneció se alivió al ver que el menor ya respiraba con normalidad y también por ver que había despertado por lo que le dio la única ropa que logro encontrar, un kimono negro con el estampado de rosas blancas y obi de color rojo.
—Ponte esto, no puedes andar desnudo por allí —dijo el azabache mientras desviaba la mirada con pena.
—Naruto se sonrojo completamente—. Sí —susurró muy nervioso mientras agarraba el kimono y se lo ponía rápidamente—. Listo —susurró con pena.
—Cuando Sasuke vio a Naruto, trago duro, ya que a pesar de que el doncel aún era un niño sí que tenía curvas que llamaban mucho la atención y de alguna manera sabía que si no fuera un juguete lo más seguro es que hubiera sufrido un derrame nasal y se maldijo internamente porque de alguna manera las hormonas de la adolescencia hacían muy bien su trabajo—. Bien creo que ya estas mejor —dijo lo más serio que pudo mientras salía del lugar.
— ¡Espera! —gritó el blondo mientras seguía a Sasuke—. ¿Qué es lo que está pasando?, ¿por qué todos los juguetes cobraron vida?, ¿por qué el juguete terrorífico me encogió?, ¿ y por qué… —pero no pudo terminar de hablar porque el juguete le tapó la boca.
—Si haces muchas preguntas a la vez no podré responder ninguna Dobe —dijo el azabache con fastidio.
— ¿Eh?, no soy un Dobe, estúpido Teme —espetó el blondo mientras hacia un adorable mohín—. Y sobre las preguntas, ¿podrías responderlas por favor? —preguntó muy intrigado.
—Pues, los juguetes cobran vida debido a una maldición y ese juguete terrorífico como tú le dices era el encargado de este lugar y se llama Kabuto y la razón por la que te encogió me es por completa desconocida —respondió el azabache seriamente.
—Pero, ¿cómo es que la juguetería tiente una maldición? —preguntó con duda.
—Por lo que tengo entendido esto inicio hace cinco años, cuando mi abuelo murió, todos los empleados más cercanos a él perdieron su alma y quedaron atrapados en diferentes juguetes, mientras que su verdadero cuerpo quedo en estado de coma y al igual que ellos, yo tengo el mismo problema.
---FLASHBACK, 4 AÑOS ANTES---
Cuando Itachi salió a atender la llamada, Sasuke se quedó solo con Kabuto, quien estaba sonriendo de una manera que incomodaba al pequeño azabache.
—Si tú y tu hermano creen que permitiré que vendan este lugar están muy equivocados —dijo el peli plata con odio en su voz.
—Sasuke frunció el ceño—. Pues tú no tienes nada que ver en todo esto, ya que mi hermano y yo somos los dueños de este lugar —respondió el menor mientras sonreía de lado.
—Pues tú hermano no hará nada y tú no estarás en condiciones de interferir, así tenga que sacrificarme —dijo Kabuto mientras sacaba una serpiente morada y hacia que muerda el cuello del menor y luego el de él mismo—. No permitiré que se venda este lugar, no importa si me sacrifico —susurró Kabuto para después caer al suelo.
Sasuke cayó al suelo o al menos su cuerpo, ya que su alma quedo atrapada en un juguete con la forma de un samurái.
Desde ese entonces Sasuke y los trabajadores que estaban atrapados peleaban contra Kabuto y a los que tenía bajo su control.
---FIN DEL FLASHBACK---
—Eso fue lo que paso, pero no se la razón por la que Kabuto no quería que vendan este lugar —relató el azabache con rencor.
— ¿Entonces tú y algunos de los que trabajaban en este lugar están atrapados en el cuerpo de un juguete? —preguntó el blondo muy sorprendido—. Eso es terrible —susurró con tristeza.
—Sí lo es, pero por más que deseemos cambiar las cosas eso no pasara y lo único que podemos hacer es aceptarlo que tenemos —dijo el azabache con resignación.
— ¿Y cuál es tu verdadero nombre? —preguntó el blondo para cambiar el tema.
—Uchiha Sasuke —respondió el juguete.
—Mucho gusto Sasuke, mi nombre es Namikaze Naruto —se presentó el menor con una sonrisa.
—Mucho gusto, Naruto —susurró el azabache de manera tonta y apenada.
Después de esas revelaciones y presentaciones, Sasuke y los demás se prepararon para la lucha diaria, claro que el samurái llevo antes al doncel a un lugar seguro.
—Escucha bien Dobe, por nada del mundo salgas de este lugar —ordenó seriamente—. No sé qué es lo que quiere Kabuto de ti, pero mi meta es no dejar que el obtenga lo que quiere y eso te incluye a ti, así que quédate aquí y no hagas ruido —dijo el azabache para después irse.
—Naruto se quedó donde el azabache lo dejo y viro a ver hacia arriba—. Quiero regresar a casa. Mamá —susurró mientras muchas lágrimas resbalaban por sus mejillas.
Continuará