PDV HAKUBA
Mi historia con Cavendish es un poco más compleja de lo que piensa la gente, más confusa y profunda, una historia que probablemente pocos me crean ya que seguramente nadie creería que alguna vez tuve una conciencia o un corazón, o por lo menos que alguna vez tuve compasión por un ser humano.
Esta es la historia de mi vida con Cavendish y de cómo termine en su cuerpo ahora que yo me enamoré…
CAVENDISH 5 AÑOS
Ese niño de cabellos rubios, piel de porcelana, mirada penetrante… ese niño.
Ese niño de bonita sonrisa, de juegos infantiles, de abrazos pegajosos, ese niño…
Ese niño en aquel tiempo era mi vecino…
Y cómo explicar la situación… Vivíamos en un pequeño edificio de apartamentos viejo y barato de una sola habitación, aún si teníamos gas era mucho. La madre del menor era una drogadicta a la cual habían abandonado con Cavendish, la mujer era hermosa pero se desorbitó al entrar en las drogas y el padre de Cavendish era también apuesto per los abandonó solo dándole una pequeña pensión para su hijo que apenas les alcanzaba para alimentarse. Aún no podía creer que un niño tan hermoso y brillante creciera en un lugar tan repugnante como aquel.
Yo por mi parte ganaba dinero cometiendo crímenes por recompensas, asesinando gente rica injusta para los pobres, no me consideraba una mala persona aunque las recompensas eran una miseria proviniendo de gente humilde, de vez en cuando conseguía trabajos asesinando piratas con recompensas así vivía mi vida a mis escasos 19 años
Era de tez blanca y cabello azabache delgado y alto, supongo que el hecho de ser delgado y ojeroso se debía al estrés que sentía a la matar gente y a lo poco que comía, aunque poco a poco ya no sentía remordimiento alguno al hacerlo.
La primera vez que cruce miradas con Cavendish fue bastante simple, solo salí al tiempo que el salió a la escuela y cruzamos miradas a lo que él me sonrió. Era un niño bastante bueno, tenía mucha ética aun estando en un barrio como aquel en donde yo mismo me encargaba de que ninguno le pusiera las manos encima mientras podía.
CAVENDISH 13 AÑOS
Cumplí mis 24 años. Ahora me dedicaba a matar cualquier tipo de persona mientras mejoraba mi técnica con la espada, muchas cosas habían cambiado para mí, pero afuera todo seguía siendo lo mismo, claro que… siempre estuve protegiendo al pequeño Cavendish de todos los depravados que admiraban su belleza y aunque era infinita… yo nunca llegue a sentir más que un sentimiento de protección hacia el menor tomando en cuenta el ambiente y la vida que le había tocado sin embargo el había cambiado… mucho pero inexplicablemente yo lo entendía.
Era narcisista, orgulloso, presumido, egoísta. Y un sinfín de cosas pero… yo lo entendía.
Como mi mecanismo para sobrevivir aquí era mantener un perfil bajo el suyo era aquel y ¿cómo se explicaba aquello?... Cavendish creaba una especie de burbuja recubriéndole tratando de escapar de su verdadera vida de una madre que ahora era prostituta un padre que lo abandono, miles de críticas y burlas a su persona y miles de morbos por donde sea que pasaba.
De esa manera él se protegía y aunque primero era su mecanismo de defensa se convirtió en su personalidad, sin embargo nunca abandono su ética, valores y moral cosa que me agrado bastante.
CAVENDISH 16 AÑOS
A mis 27 años fue uno de los días que más me lamente, a esa edad empecé a desarrollar cierto agrado a matar personas y mis técnicas eran lo suficientemente poderosas al igual que mi fuerza. Matar se estaba volviendo una necesidad y mi dinero aumentaba; El día mi cumpleaños 27 fue el único cumpleaños que decidí celebrar luego de tanto tiempo y como me gustaba fui a un bar nocturno con putas y cerveza, no me gustaba nada de drogas, así que eso fue suficiente para mí.
Se hizo de madrugada, estaba caminando con una resaca ya cerca del asqueroso edificio cuando en el depósito de basura vi algo moviéndose, pensé que sería algún animal pero de pronto vi una mano moverse con un hilo de sangre, pero no cualquier mano, sino una blanca de porcelana que reconocía perfectamente.
Corrí y efectivamente me encontré con el cuerpo de Cavendish sin ropa detrás de algunas bolsas de basura. Estaba totalmente desnudo, lleno de cortaduras leves por su piel y lo peor de todo, caía líquido seminal de su maltratada entrada mezclado con sangre. Lo tomé en mis brazos a lo que él empezó a moverse.
-¿Estas bien?- Pregunté quitándome el saco de cuero para taparlo y tratar de caminar con el encima, lo único que recibí de respuesta fue su tos seguido de un vómito cubriéndome el pecho pero no cualquier vómito.
-Seme- suspiré pensando todo lo que le debieron haberle hecho al pobre chico, no me molesté, simplemente me quite la camisa y pude sentir sus cabellos rubios junto a él sujetándome ya entrando en conciencia.
Lo lleve a mi apartamento donde primero lo metí en la bañera y le prepare un agua para que vomitara todo o terminaría haciéndole daño.
El no dijo una sola palabra, pero un con su orgullo por los suelos acepto todo mi tratamiento al final… solo lo metí en la cama con una de mis camisas blancas que le quedaban grandes este descanso.
Me sentí culpable, todo este tiempo lo había estado cuidando de manera que ninguno se acercara a él, debí suponer que si dejaba de vigilar a todos los lobos de por aquí hacer ocurriría algo como esto.
El despertó.
-¿Y tu mamá?- pregunte instantáneamente mientras bostezaba.
-Murió hace 3 días- dijo como si nada y la verdad yo también me lo imaginaba así, a decir verdad mi madre era parecida a la suya y cuando murió siendo violada no sentí ningún remordimiento.
-ya veo…
-por esa razón tuve que salir a comprar algo
-me preguntaba porque no lo habían echo antes- bueno al parecer él no era muy inconsciente de su posición como la oveja entre un corral de lobos pero no quise revelarle nada.
-te enseñare a pelear si lo hago ya podrás defenderte- el chico por primera vez alzo la cabeza, aunque sus rojos labios estaban rotos su cara se veía tan limpia y virgen como siempre.
-¿Y tú sabes pelear?- le señalé el cartel de ‘‘Se busca’’ donde había una borrosa y oscura foto con el apodo de ‘‘Hakuba’’ al parecer no habían podido tomar una buena foto gracias a mi rapidez pero todos en la ciudad sabían quien era.
-Así que tu…- hablo Cavendish impresionado a lo que yo asentí.
CAVENDISH 17 AÑOS
Ya no necesitaba de mí aunque seguíamos entrenando, aunque sus rasgos ahora era tan solo un poco más masculinos gracias al entrenamiento, seguía siendo realmente hermoso. Era capaz de pelar realmente bien, yo tarde muchos años perfeccionando mi lucha con espada y a él solo le basto un año con una que otra técnica, a decir verdad no tenía intensión de enseñarle mis técnicas, y después todo no las iba a necesitar.
Ese día Cavendish recibió una carta del padre que supuestamente apenas se enteraba que su madre había muerto, ofreciéndole una vida en un internado, terminando sus estudios en aquel lugar, y aunque Cavendish no quería yo me encargue de convencerlo ya que no quería que terminara como yo, una vida estúpida matando gente por dinero y diversión.
Una persona sin vida y sin sentimientos algunos…
Cavendish aceptó y yo volví a mi vieja vida, luchando haciéndome más fuerte formulando nuevas técnicas y perfeccionando las viejas para satisfacer una sed que crecía sin darme cuenta dentro de mí… Una sed de matar personas.
Sin embargo una noche antes de que Cavendish se fuera…
RECUERDO
-Hakuba… ¿Cuál es tu nombre?- Cavendish estaba bañándose mientras yo solo estaba sentado en la mesa, apenas había vuelto de trabajo así que hace un momento estaba bañado de sangre me había duchado y ahora Cavendish ocupaba mi ducha en ese momento
-No sé- respondí indirectamente, él entendía bien las indirectas, simplemente no quería que nadie escuchara mi nombre.
-ummh sabes… he estado pensando- me sorprendió que Cavendish compartiera muchas cosas después de que volviera del trabajo y es que después de todo aun le molestaba el olor a sangre y la ropa sucia que tiraba diariamente
-¿Qué pasa?- le di confianza de echo ya estaba limpio y había tirado la ropa no había nada malo.
De pronto un Cavendish semidesnudo con una toalla en la cintura salió del baño. Me sorprendí de sobre manera, sobre todo porque Cavendish nunca dejo que nadie echara un vistazo a su cuerpo después de aquel incidente. Su cuerpo estaba se veía inmaculado, sin rastro de cicatrices por aquel incidente al parecer se había cuidado bien, simplemente me limité a voltear la mirada para darle espacio.
-¿Te parezco asqueroso ahora que esos tipos me…?- me sorprendí a sobremanera y voltee a verlo… su rostro sus ojos ahora estaban caídos y llevo una mano a su cara para frotarla antes de que saliera una traviesa lágrima, me pare de mi silla y quite su mano para confirmar que efectivamente estaba llorando.
-Cavendish idiota… ¿De qué hablas?- sus largos cabellos que ahora permanecían lisos por la ducha se colaban en su cara.
-Quiero sentirme amado hakuba, quiero olvidar aquello… Quiero hacerlo contigo- abrí mis ojos como platos sin casi poder esbozar una palabra.
-¿Sabes lo que estas pidiendo?- aunque era entendible gracias al trauma psicológico que vivió, eso explicaría el hecho de que ahora siente atracción sexual por los hombres pero… ¿Querer hacerlo conmigo?
-Lo sé… yo no te veo de esa forma, sé que tú tampoco a mí pero te podrás imaginar el dolor que he de sentir cuando las imágenes invaden mi cabeza no he de poder hacer nada, simplemente acurrucarme en las frías sabanas… Hakuba solo necesito que me hagas sentir como si mi primera vez nunca hubiese pasado de esa forma, te quiero regalar a ti mi benefactor, mi verdadera virginidad antes de abandonar este lugar- con su verdadera virginidad sabia a lo que se refería Cavendish trataba de utilizarme para borrar las imágenes quera decirle que era imposible pero su mirada y su rostro lloroso me decía que era imposible que entendiera.
Cavendish se quitó de un solo movimiento la toalla dejando a todo su esplendor su hermoso cuerpo que parecía ser virgen ahora marcado por el entrenamiento… Mi debilidad como hombre se iba a los suelos en un solo segundo pero debía aguantar, no quería hacerle eso a Cavendish.
-Ha-ha-hakuba por favor- Él bajaba su cabeza mientras su hermoso cabello se colaba en su rostro, aunque yo intentaba quedarme quieto y no hacerle más daño no pude en el momento en que se acercó a mi temeroso tomo mi barbilla y nos unió en un suave beso el cual rechace por unos minutos, pero deje que su lengua danzara libremente en mi interior mientras me quedaba sin oxígeno.
-Por favor hakuba…- su respiración me decía que estaba temeroso a la situación pero aun así estaba tan cerca de mi desnudo y rogándome con sus dos perlas de ojos mientas sus manos ahora se posaban en mis hombros.
Volvió a tomar mis labios, esta vez acepte cargándolo mientras enroscaba sus piernas en mi vientre y lo transportaba a mi pequeña cama.
-Soy un asesino… cuando llegue el momento no podré…- Cavendish puso un dedo en mis labios
-Solo necesito que tú me toques- susurro a lo que tome su cuello instantáneamente su hermosa y suave y nivosa piel de porcelana era tan jugosa como me la imaginé.
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Poco a poco me convertía en un psicópata.
CAVENDISH 18 AÑOS
¿En qué me había convertido? En un asesino en serie haciéndole competencia a Jack el destripador matando gente por diversión con una niebla de cortes en las sombras nocturnas, en ese pequeño pueblo… nadie había podido acabar conmigo.
MIENTRAS TANTO CAVENDISH
Hacía ya un año Cavendish había entrado a un internado de chicos ricos, para todos fue una inevitable sorpresa ver tal bella flor proveniente de una miseria y su padre quien al parecer ahora había mejorado su estatus tuvo otro hijo con una mujer de más estatus. Él apenas es un año menor que Cavendish se llamaba Mike, al parecer la mamá de Mike se enteró de que tenía otro hijo al ver que enviaba mensualmente una pequeña fracción de su dinero a una cuenta y averiguando se enteró de la muerte de la mujer hacia unos años, así que lo acogieron en el mismo internado que Mike quien ahora tenía un inexplicable odio a Cavendish.
Por otro lado Cavendish inexplicablemente se había enamorado de uno de sus compañeros de clases mayor que él.
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Poco después Cavendish fue humillado públicamente por ser mismo chico el decirle a todo el mundo que era gay, era bastante bueno para algunos chicos interesados pero para la comunidad de padres era una vergüenza y aunque no le paso nada Cavendish se sintió traicionado, como si a la princesa nunca le hubiese llegado su hada madrina… simplemente se había equivocado de príncipe.