Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Embrujado por LoveShonenai

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aki no sabe si realmente Ueno corresponde a sus sentimientos. Es más, él mismo no sabe cuán profundo es su amor hacia su amigo. ¿Amigo?

Parte II: El complejo de Aki.

 

Me llamo Aki, mejor conocido como Aki-chan. Me encuentro en un problema ahora mismo. Mi amante estudia para un importante examen, según él. Normalmente no me importaría y respetaría su espacio, sin embargo, cuando caes en cuenta de que se la pasa estudiando una semana ininterrumpidamente para el mismo examen, eso ya deja de ser normal, al menos para mí. Y lo peor de todo el asunto es que no ha volteado ni una sola vez a verme.

¿Me está evitando? ¿Me odia? ¿Siente asco de mí? Después de todo, esto comenzó solamente porque le pedí alojo en su casa en lo que juntaba para mudarme. ¿Realmente somos amantes?

Bueno…yo lo ataqué apenas me acomodé en su casa ¿podríamos realmente llamarnos amantes? Quizás yo lo estoy presionando demasiado.

Me he vestido provocadoramente para él, estoy acostado en su cama, mostrando más piel de la que debería, y el sigue enfocado en sus aburridos libros. ¿Debería acercarme a él, mandar todos sus libros a la mierda y tomarlo ahí sentado?

Siempre estuve acostumbrado a ser tratado como un simple objeto destinado a brindar placer…y a sentirlo, en algunos casos. No puedo decir que no la pasaba bien, pero no siempre era así. Lo soporté porque pensé que debía complacer a mi amante, y luego llegó Ueno…y cambió todo en mí.

Gracias a él, me he vuelto aún más egoísta. Quiero que me mire, que me toque, que en todo momento me haga sentir especial, amado, que con cada caricia me haga enloquecer a tal punto de perderme a mí mismo.

¿Eh? ¿Estoy llorando? ¿Desde cuándo luzco tan miserable? ¿Dónde se fue toda mi confianza? Se supone que iba a atacarlo, y ahora estoy llorando. Soy patético. Sólo debería morir.

 

- ¿Aki?

 

¡Rayos! ¿Cómo voy a darle la cara ahora? La tierra debería tragarme.

 

- ¿No tienes frío? Estás todo descubierto.

 

¡Me desnudé para ti, idiota!

 

- ¿Te sientes bien? Mírame…

 

Mierda, Dios. ¿Ahora me abandonas?

 

- E-Estoy bien. Si necesitas tu cama, me iré pronto. Sólo déjame un rato aquí.

- No tienes que irte…

 

Dejé de sollozar ante sus palabras. Eran dos opciones, o se metía conmigo o se iría a dormir al sofá.

 

- Me iré. No quiero molestarte…

 

Sentí su peso encima de mí. Me puse más tieso que una tabla, no quería que él descubriera mi rostro. Besó mi mejilla descubierta y yo sentía que iba a morir.

 

- Perdona por haberte tenido abandonado. Mi proyecto de tesis está muy cerca y me ha tenido estresado toda esta semana. Sin embargo, no he quitado mi vista de ti.

 

¿Eh? ¿Acaso él…?

 

- No soy idiota. Sé perfectamente que querías llamar mi atención. Perdóname.

 

¡Él lo sabía!

 

- ¿No me deseas?

- ¿Tengo que decírtelo?

 

Esa voz sensual… ¡No puedo competir con esa voz erótica! Descubrí, en instantes, mi rostro y me lancé encima de él, besándolo hambrientamente como si quisiera devorarlo por completo.

 

- ¡Cállate y tómame ahora mismo!

 

Su voz, su aliento, el toque de sus manos, sus labios húmedos, su olor, todo en él me excita de sobremanera. Lo amo. Dios, lo amo, amo su idiotez, amo su cuerpo, amo su voz, amo todo de él. El placer físico que me brinda es tan excitante que parece quemar mi piel. Solamente él puede hacerme sentir de esta manera, lo deseo, quiero marcarlo como mío, quiero que sea mío por toda la eternidad, por esta y por mil vidas más.

La ropa desapareció en cuestión de segundos. Él lamía mis tetillas mientras masturbaba mi palpitante miembro, totalmente erecto y húmedo. Sí, me encantan sus manos. Es como si hicieran milagros. Siento como si mi cuerpo volviese a ser puro ante su contacto.

Puro… ¿cuántas veces he querido sentirme así?

 

- Aki ¿Por qué lloras?

- Quisiera…decirte que es mi primera vez, que tengo miedo a que duela, que eres el único hombre que me ha tocado…

 

Vi su hermosa sonrisa. Acaricié su rostro. Cómo amaba cada gesto de ese inocente rostro.

 

- ¿Alguna vez te has enamorado, Aki?

- Creí haberlo estado…

- ¿Y ahora? ¿Tú me amas?

 

Asentí. Él volvió a sonreír.

 

- Entonces ¿esta no sería tu primera vez?

 

Volví a llorar. Que marica me siento.

 

- Hacer el amor con alguien que amas, es el gran comienzo de todo.

 

Me aferré a él. Sin duda, nunca querría separarme de Ueno. Creo que, si algún día muero, me aferraré a él como una garrapata. Estoy loco de amor por él.

 

- Te amo, Aki…

 

Tenerlo dentro de mí era más que placentero. Se siente tan distinto el tener sexo…a hacer el amor con el hombre que amas. A cada embestida, siento que le estoy entregando un pedazo de mi vida, a cada empuje, a cada palabra de amor, siento que me estoy fusionando con él. Eso quiero: ser uno solo con él, vivir para siempre como parte de Ueno.

 

Soy un idiota.

 

- U-Ueno, te amo… ¡Te amo!

 

Y el calor se hizo más intenso, y las llamas de nuestros cuerpos estaban a punto de causar un incendio. Sentí una ligera punzada en mi cuello, mas las embestidas, las salidas y entradas tan profundas de su miembro dentro de mí, no me permitían pensar en nada más.

 

- Ueno, me vengo… ¡Me vengo, Ueno!

 

Una estocada más fuerte y deliciosa que las anteriores fue el preámbulo para un placentero final. La candente semilla de mi amante, lleno por completo mi interior. Los gritos y gemidos acompasados marcaron el final de una intensa y romántica escena. Lo abracé. Se siente tan bien el tenerlo dentro. Enredé mis piernas en sus caderas, impidiendo su salida.

 

- Eres un lascivo, Aki…

- Estoy seguro de que tú tampoco quieres salir.

 

Él rio y se quedó en su mismo lugar, abrazando mi espalda.

 

- ¿Has acabado ya con tus deberes?

- ¿Eh? Sí. Ya puedo descansar unos días.

 

¡Perfecto!

Me moví ligeramente, suspirando acompañado de su sensual jadeo. ¡Oh, sí! ¡Cómo me gusta oírlo gemir! Lo besé apasionadamente para después llevar mis manos a su miembro y sacarlo de mi entrada.

 

- ¡Ah! A-Aki…

 

Su gran miembro me encanta. Está goteando de nuevo.

 

- Oye, amor…este conejito tiene hambre. Lo alimentarás ¿verdad?

 

Sus sensuales labios se ensancharon en una sonrisa pervertida.

 

- Pero, claro…soy el cuidador de este lindo conejito.

 

¡Oh! Me enciende este juego. Creo que tendremos para rato. De una cosa estoy seguro: no volveré a preocuparme más por dudas tontas. Aunque…quizás mañana lo castigue por la gran marca que dejó su mordida en mi cuello.

Pero eso ya es parte de otra historia.

 

THE END

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer.

LoveShonenai.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).