~~*¤*~~The beauty of silence~~*¤*~~
La sangre entre sus labios era jodidamente deliciosa y no sólo eso, también el aroma de Sasuke era tan embriagador, desde la primera vez que se había topado con él, sabía que le había gustado pero se negaba a aceptarlo, pues pensaba amar a su pareja o al menos eso pensaba.
Un gemido grave se escapó de la boca de Sasuke conforme se aferraba cada vez más al cuerpo de Takeshi, quien dejó de beber sangre y alejó sus labios del cuello del vampiro. Ambos se miraron por un momento hasta volver a unir sus labios. Sasuke besaba con desesperación a Takeshi, a la par que su mano derecha se hacía espacio entre los cabellos de este. Los labios de Takeshi tomaron con más fuerza y deseo los labios ajenos, sorprendiéndose de como besaba con tal pasión a un completo extraño, que se preguntaba a él mismo en qué momento había sucumbido; tal vez había sido desde el primer día que ambos se habían cruzado.
Se enderezó, pero a pesar de haber cortado el contacto por pocos segundos, Sasuke volvió a buscarlo, atrapando sus labios conforme su mano abría los primero botones de su camisa. Lo tomó de la nuca y lo atrajo más hacia él. Ya ni siquiera podía estar seguro de que tendría la voluntad necesaria para deshacerse de Sasuke en algún momento. Una de sus manos se deslizó por debajo de la ropa del vampiro y ascendió lentamente con la intención de deshacerse de aquella prenda y lo habría logrado se no haber sido brutalmente aventado hacia el otro lado de la habitación.
*~**~*
Tardó unos minutos en comprender lo que estaban viendo sus ojos. Su pareja había parecido mientras él se besaba con otro y se había abalanzado contra este, lamentablemente ella no era lo suficientemente fuerte como para enfrentarse con alguien de la talla de Sasuke, quien ya la había lanzado contra un muro y ahora se ponía de pie para atestarle un golpe.
-¡Hinata!-gritó en el momento en que reaccionó, corrió hacía ella y su mejilla fue la que recibió el golpe de Sasuke. Esto pareció detenerlo por un momento y le dio tiempo a Takeshi de golpearlo con tal fuerza que atravesará una de las paredes. Hinata lo tomó de la muñeca para impedirle que fuera hacia donde estaba Sasuke, pero él se soltó del agarré y se preparó para golpearlo nuevamente, salvó que en esta ocasión fue tacleado por él y acabo de nuevo en su merced. Intentó moverse pero Sasuke sujetaba sus muñecas y ejercía una gran presión con su peso sobre él.
Ahora comenzaba a comprender todo, no es que fuera más débil que Sasuke, era el hecho de que el deseo por beber de su sangre lo distraía a tal punto que acababa debilitando sus sentidos. Los colmillos de Sasuke se asomaron y apuntaron directamente a su cuello. Continuaba forcejeando con él, pero no podía hacer gran cosa, al parecer su cuerpo no pretendía hacer nada para evitarlo.
Hinata volvió a lanzarse sobre Sasuke, pero sin dar un buen resultado. Un gritó ensordecedor se escuchó en el departamento, al mirar a donde estaban, se encontró con Sasuke sobre Hinata, haciéndole creer que la estaba mordiendo.
-¡Déjala!-rogó porque sus fuerzas de antes volvieran y lanzó a Sasuke hacia la ventana, este se tambaleo un poco, pero al volver en sí, escupió hacia el suelo y miró con malicia a Takeshi.
-Su sangre es repugnante, entiendo porque te habrás aburrida de ella.
Miró el hombro de Hinata, mucha sangre estaba emanando de él, Sasuke no la había mordido sólo para beber su sangre, había ido más allá.
-El único ser repugnante eres tú-le dijo, colocando su cuerpo frente al de Hinata para protegerla.
Sasuke se rio y limpió con el costado de su mano sus labios – la próxima vez me desharé de ella-amenazó a Takeshi y caminó hacia ellos.
-No lo permitiré.
-Te debilito, dudo que puedas hacer algo.
El desgraciado fue más rápido que él y lo besó a la fuerza, a pesar de que intentó poner resistencia, sus labios correspondieron a los de Sasuke por unos minutos y después de eso los dejó solos.
Volteó hacia Hinata, no se atrevió a mirar a la chica a los ojos, quitó su mano de la herida para poder ver que tan grave era el daño y maldijo a Sasuke, realmente no era algo que no se curará en cuestión de días, pero dolería un poco, el bastardo se había asegurado de arrancarle un pedazo de carne.
-Lo siento-la llevó a la cama y se sintió sucio, en ese lugar había estado con Sasuke hace unos minutos, besándolo.
-Estaré bien-le dijo con una sonrisa Hinata para calmarlo -¿te gusta no es así?
Se levantó por una toalla para detener la hemorragia- no-¿cómo podía seguirle mintiendo de esa manera?, pero la verdad es que ni el mismo quería aceptar abiertamente que Sasuke lo volvía loco.
-Él es malvado. Lo que siempre ha hecho es volver a alguien vampiro, hombre o mujer, loco por él y al final los mata, eso le hizo a una persona que apreciaba mucho.
-No caeré en sus redes- se acercó a ella para besarla, pero fue Hinata quien movió su rostro a un lado para evitarlo.
-Mi padre puede ayudarnos, vendrá en dos meses.
-La última vez que nos ayudó, las cosas no salieron como esperábamos-toco la cintura de Hinata y la atrajo hacia el para abrazarla.
-Prefiero arriesgarme a eso, a verte como su títere.
*~**~*
Se dejó caer en un callejón. Estos eran los momentos en que necesitaba de Itachi, pero él no iba a aparecer de la nada como en tantas ocasiones. Sacó su celular y marcó el único número que en aquellos momentos podría resultar de gran ayuda, aunque sabía bien, que nadie lo reconfortaría como su hermano.
*~**~*
Tuvo que esperar hasta la mañana siguiente, trató de actuar de la manera más normal posible frente a Ryo, temía que cualquier riña que se pudiera suscitar con él, acabará con su paciencia e hiciera cosas de las que podía arrepentirse.
Para cuando dieron las nueve de la mañana tocaron el timbre de la casa, abrió la puerta y a pesar de haber creído que sentiría un poco de paz al ver a esa persona, se dio cuenta de que se había equivocado.
-Supongo que nuestra charla de ayer no sirvió de mucho-le dijo molesto Gaara, al observar la intranquilidad de Sasuke en su mirada – ¿lo fuiste a buscar?
-Sí- se dejó caer en el sofá- te dije que no lo haría, para evitar poner en riesgo a Sayuri, pero de pronto estaba frente a su departamento.
-Sasuke…-al parecer regañar al hermano de Itachi se convertiría en su nuevo deber, estos dos últimos días se habían visto y ahora de nuevo estaban uno frente al otro – deberías de considerar que realmente sientes algo más que atracción por esa persona, no puedes guardarle luto por siempre a Naruto.
-¡Esa es la cuestión!, ese tipo me recuerda a Naruto en muchas maneras incluso en…-se quedó callado, no pensaba decirle a Gaara cosas tan cursis como lo que estaba pensando – digamos que hace movimientos igual a él- besando a Takeshi, se percató de que los besos de este, eran idénticos a los de Naruto, claro que cualquiera le diría que no podía ser cierto, tan sólo eran imaginaciones suyas.
-Tal vez, estas enloqueciendo, no sería la primera vez que te pasa.
-¿Y qué se supone que debería hacer?, ¿cómo demonios puede controlarme, si de nuevo pasa lo de antes?
-Por lo que me dijiste ayer, lo que te desespera es que él está con otro vampiro.
-Ni siquiera ama esa persona, me cercioré de eso ayer, pero le tiene aprecio- su puños se cerraron con fuerza, al recordar el rostro de aquella mujer, es cierto que realmente pudo ver en sus ojos que quería a Takeshi, pero no por eso iba a dejar que las cosas quedarán como estaban.
-¿Qué hiciste anoche?
-Descubrir que le gusta mi sangre…
-¿Qué le hiciste a su pareja?
-La herí un poco, pero lo que quería era matarla.
-¿Sólo a ella?
-Sí, quería deshacerme de sólo de ella y pude hacerlo, pero algo me detuvo- recordó el momento en que estaba sobre la chica, decidido a deshacerse de ella, pero un fugaz recuerdo de Sayuri con Itachi lo hizo detenerse.
-Bueno, entonces supongo me llamaste porque has hecho enojar a alguien.
-Es muy probable. Creo que lo mejor es que Sayuri estuviera conmigo por un tiempo.
-¿No la pondríamos en peligro más fácilmente?.
-Tal vez, ese tipo es fuerte, pero débil cuando está cerca de mí, sobre todo cuando desea mi sangre
-Aún así no me convence de mucho tu plan. No soy tú, eso es cierto, pero tengo mis habilidades.
-Ella es mi hija-dijo tratando de contener la frustración de que Gaara, no estuviera de acuerdo con su plan, a veces pensaba que ese pelirrojo sólo se hacía el que sabía mucho, pero realmente era un idiota.
-¿Ahora es tu hija?, ¿después de cuantos años?-sabía perfectamente que estaba retando a Sasuke y eso podría ser peligroso, pero no podía creer que ese usará esas palabras para tratar de convencerlo, más cuando todos estos años no había mostrado un poco de interés por Sayuri, incluso aparentaba que la niña le molestaba.
-¡Ella me interesa!, aunque no lo parezca, de no ser así, esa estúpida amenaza me estaría valiendo y haría lo que quisiera, pero tengo que tener cuidado tanto con ella como con Ryo.
-Eso a mí me suena a que es una carga para ti, solamente.
-Lo que deberías de hacer, es intentar hablar con ese sujeto y dejar de comportante como un adolescente a pesar de tener la apariencia.
-Cómo si mucha de las cosas que me suceden pudiera impedirlas.
-Haz primero lo que te digo, de todos modos estaré vigilando a Sayuri.
Así como él tenía la costumbre de desaparecerse como si nada, cuando ya no quería seguir discutiendo, Gaara hizo lo mismo. Tenía razón en que debería hablar con el sujeto, pero quien le aseguraba que se pudiera controlar, para Gaara era sumamente sencillo controlarse, pero él en cuanto lo veía se debilitaba o se volvía loco por hacer lo que le viniera en gana.
*~**~*
-Tienes más de un hermano.
Había percibido su aroma, probablemente desde que estaba dos cuadras cerca de su hogar, cuando se asomó por la ventaba, para ver sí su olfato no le había mentido, lo encontró recargado en la pared de enfrente viéndolo directamente a los ojos.
Cuando bajó las escaleras, no supo si agradecer que Ryo acabará de llegar a la casa, no podría vivir con el mismo si algo le pasase al hijo de su hermano.
-¿A dónde vas?-le preguntó Ryo cuando vio que se iba directo a la puerta.
-Olvidé que tengo que hacer algunos deberes-mintió y supo que Ryo se había dado cuenta, ya buscaría algún pretexto mejor para cuando regresará.
Él estaba ahí mirándolo directamente, no podía determinar si venía sólo a charlar o para saldar cuentas, considerando lo que había hecho aquella noche, no se arrepentía en absoluto de sus acciones, mucho menos de haber herido a esa chica.
-¿Piensas amenazarme con hacerle daño a alguien?-le preguntó Sasuke con burla.
-No-Takeshi lo miró directamente a los ojos, pero no pudo soportar hacerlo por mucho tiempo – Tengo un compromiso con una persona y no pienso romperlo por un simple capricho.
-Esto no es capricho-Sasuke se acercó a él – eres un vampiro, dudo que no sepas mucho de estas cosas.
-Lo sé, pero le hice una promesa a alguien y me gusta cumplir lo que prometo.
-Dudo que puedas cumplir esta.
-Tienes demasiada autoestima, ya te dije que eres sólo un capricho- eso era mentira y lo sabía, no comprendía del todo lo que estaba sucediendo pero su cuerpo deseaba a Sasuke, tanto que en vez de aumentar la distancia entre ellos, la había dismimuido.
El aroma de Sasuke era espectacular y embriagante, moría por encajar nuevamente sus colmillos en su piel y besarlo. Había ido a ese lugar con la intención de dejar las cosas en claro, pero era él primero que no podía mantenerse al margen. Forzó a su mente a recordar a Hinata, pero ni siquiera un sentimiento de culpa, fue de gran ayuda para evitar que sus labios rozaran los de Sasuke.
Sasuke fue quien se alejó, pero no supo si agradecérselo o no, aún no podía entender a ese condenado vampiro, unas veces actuaba como un maniaco y otras se comportaba a la altura.
-¿Me buscaste la vez del panteón y la del callejón verdad?-le preguntó el moreno sin mirarlo a los ojos, de hecho pareciera que estuviera vigilando su casa.
-Sólo la última, la otra fue una simple coincidencia-¿Cuándo iba a dejar de decir mentiras?, había buscado a Sasuke en las dos ocasiones, al principio creyó que sólo era mera curiosidad, qué engañado estaba.
-¿No te soy conocido de alguna forma?
-Cómo te dije aquella vez, no soy esa persona con la que me confundes-se preguntaba, por qué de alguna manera deseaba serlo.
Lo miró nuevamente y supo que eso no iba a durar mucho tiempo, por más que le rogó a su cuerpo que se mantuviera, que no hiciera nada estúpido, tomó a Sasuke de la nuca y lo atrajo hacía él. Este beso era diferente, el ritmo era lento, como si los dos quisieran tomarse el tiempo necesario para degustarse de él, a diferencia de las otras ocasiones. Llevó a Sasuke contra la pared y recargó su mano en su cintura, mientras Sasuke lo tomaba con fuerza de la espalda. Los labios de ambos se entreabrieron y sus lenguas comenzaron a pelear entre ellas, para ver quién era la que ganaba mayor terreno.
Pensaba que estaba enamorado de Hinata, pero con ese beso supo que no, besar a Sasuke lo relajaba pero a la vez lo volvía loco por querer más y no detenerse. De hecho lo enloquecía tanto que podría comenzar a deshacerse de las ropas de ambos y terminar lo que habían comenzado esa noche.
¿Se suponía que debía de maldecir el día en que se encontró con Sasuke?, debía de hacerlo, por culpa de él la vida que había planeado se estaba derrumbando, ese imbécil lo llevaba a hacer cosas que nunca pensó que sería capaz de hacer.
-Detente-le ordenó Sasuke y lo alejó de él.
-Tal vez Hinata tiene razón sobre ti- se había molestado por la acción de Sasuke y parecía que estaba buscando la manera de cobrárselo.
-¿Qué es lo que dice tu noviecita de mí?- estaba furioso, cómo se le ocurría a Takeshi hacer mención de esa chica., sabiendo que no era de su agrado.
-Qué te encargas de volver locos a los vampiros por ti y cuando obtienes lo que quieres, los matas. ¿Has matado a alguien de esa manera?-retó a Sasuke, a pesar de ver la furia en él, el cuerpo de este se había tornado rugido y había dejado de mirarlo con deseo.
Estúpido, eso es lo que era el tipo que tenía frente a él. Con aquellas palabras, la imagen de Naruto tendido en una cama, luchando por su vida, vino a su mente y deseo con todas sus fuerzas estar muerto. Ni siquiera le contestó a Takeshi, de hecho lo aventó a un lado, asegurándose que al menos el golpe le doliera un poco. Sí antes anhelaba deshacerse de la pareja de Takeshi, ahora sabía que lo haría, lo estaba haciendo enojar de muchas maneras y metiéndose donde de no debía.
*~**~*
Se puso de pie, deseando seguir a Sasuke y pedirle explicaciones por su respuesta. Se había molestado demasiado, pensaba que de ser verdad lo que creía de él, este se hubiera reído en su cara afirmando las acusaciones pero no lo hizo, al contrario, actuó como alguien que recordó algo doloroso.
Decidió que lo mejor era volver a casa, Sasuke estaba furioso y podría tomar cartas en el asunto, lo cual sería irlo a golpear con todas sus fuerzas o deshacerse de Hinata. Además sus sentidos no estaban alerta, cuando dio vuelta en la esquina tropezó con alguien, era un vampiro lo pudo percibir. Esté lo miró con detenimiento por un momento pero después continuo con su camino, vio hacia donde se dirigía y al ver que tocaba a la puerta de Sasuke, sintió desagrado instantáneo por ese tipejo, tal vez lo que Hinata decía era cierto y Sasuke sólo era alguien que buscaba personas que lo complacieran por momentos. Ahora se arrepentía de haber hablado, pues de no abrir su bocata ese encuentro podría haber terminado muy diferente.
*~**~*
-¿Ahora tienes un noviecito?
Ryo había visto todo su encuentro con Takeshi desde la ventana y de verdad que su sobrino podía ser fastidioso, de no ser porque en cierta manera su presencia, al igual que la Sayuri lo calmará, quien sabe que ya hubiera hecho con él.
-También puedo tener derecho a una vida.
Gracias a Dios, tocaron a la puerta y con eso ignoró cualquier comentario que la boca de Ryo hubiera dejado salir. Gaara estaba frente a él, más serio de lo normal, se asustó por un momento al no ver a Sayuri con él.
-Descuida, ella esta con Sai.
Sai, ese maldito vampiro que jamás le había agradado, la verdad es que pocas personas le agradaban, su hermano, Naruto y Sayuri, eso lo hacía bastante amargado.
-¿Crees que este a salvo?
-Sai, sabe defenderse, ¿puedo pasar?- no esperó a que Sasuke le diera permiso, tenían que hablar inmediatamente.
-Ryo, está en la casa.
Gaara asintió y se acercó a él, para asegurarse de que lo que tenía que decir, sólo lo escuchará Sasuke, no porque fuera algo que afectara a Ryo, pero simplemente no veía razón para que este se enterará del asunto.
-Lo vi, vi al tipo del que me hablaste.
Sasuke abrió los ojos sorprendidos, pero se aseguró de borrar esa expresión de su rostro antes de que Gaara lo viera, si había ido hasta su casa, significaba que no estaba loco, bueno, desde que Sayuri había hablado con él, sabía que no había perdido ningún tornillo.
--¿Ahora me crees?
-Es idéntico a él, pero su aroma no. Aun así, no te ilusiones, pero creo que hay algo sospechoso en él.
-Así lo he creído desde que lo vi, pero solamente Sayuri parecía estar de mi lado-se arrepintió mucho de hacer comentado eso, Gaara lo miró con tal odio, y no esperaba menos, al final Sayuri era su hija, él se había encargado de criarla con un poco de ayuda de Itachi.
-¿Sayuri lo sabe?
-Ella lo vio en una ocasión y pensó que se parecía a su tío, despreocúpate no sabe nada de lo otro.
-De acuerdo, ¿sabes algo de ese tipo, además de que te atrae?
Odiaba que Gaara lo tratará como si fuera un inútil o un niño, era cierto que no había actuado mucho como adulto en los últimos años, pero se había portado a la altura cuando era requerido.
-Nada, sólo su nombre y el de su estúpida pareja.
-¿Cómo se llaman ambos?
-Takeshi y Hinata.
Gaara se quedó pensativo, como si le hubieran dicho algo que valiera la pena, aunque Sasuke no podía entenderlo.
-Hinata..., ese nombre no es nada común como para encontrar a dos personas que se llamen igual.
-Ahora que lo pienso, sólo hay algo sospechoso, el mencionó que su pareja le dijo, que yo volvía locos a los vampiros por mí y luego me deshacía de ellos. Siempre creí que mi reputación se limitaba a matar sin misericordia, no a andar enamorando.
-Lo es. Sasuke sólo dame un tiempo y vendré a buscarte.
-De acuerdo.
-Sai traerá a Sayuri a las siete, espero te comportes con ella aquí.
Quiso preguntarle más a Gaara, sobre cuáles eran sus sospechas, pero Gaara era un tipo reservado que seguramente no le diría nada a sólo que estuviera completamente seguro. De nuevo tendría que quedarse él sólo con sus pensamientos y el silencio, a veces pensaba que era la mejor compañía que podía tener, al menos no le molestaba como la mayoría de las personas.