Hola, me llamo Eustass Kid, y esta es mi historia.
Soy un chico de 16 años, soy pelirrojo, alto y se me da bien la mecánica, soy un chico bastante normal.
Llevo mucho tiempo viviendo aquí... bueno, si vivir se le puede llamar a esto.
Después de la muerte de mis padres, todo se volvió muy turbio.
Nadie quiso quedarse conmigo, me quede solo, no tenia familiares con los que estar.
Tal vez eso me afecto bastante.
Me quede solo, vagabundeando por las calles de esta gran cuidad, teniendo que robar para comer... me metí en bastantes líos por mi comportamiento, deje de ir a la escuela.
Me pillaron robando algo de comida, y al no tener donde ir, me enviaron aquí.
Eso paso cuando yo solo tenia 9 años... llevo ya 7 años aquí, 7 horribles años aquí encerrado.
¿Espera, oís esos gritos?.
Vienen de la sala de castigo, alguien grita de dolor, pero nadie va a ir a ayudarle, aunque todos le estén escuchando gritar.
Hay un cuerpo en el suelo, esta rodeado de sangre, le están pegando patadas y puñetazos, lo hace un hombre rubio con una cicatriz en la frente, va con traje, y sonríe macabramente mientras patea en las costillas a su victima.
El chico de el suelo no para de gritar de dolor, no puede defenderse, esta muy malherido, aunque la verdad, también esta acostumbrado a esas brutales palizas.
No es la primera que le dan, y por lo visto tampoco sera la ultima.
¿Por que le están dando una paliza? Os estaréis preguntando.
Básicamente por que se ha negado a comerle la polla a ese rubio hijo de puta.
El rubio le estaba presionando, cogiendo su cabeza con fuerza, acercándolo bruscamente a ese bulto creciente de sus pantalones. Y se acabo llevando un mordisco en la mano.
Lleva pegando le desde entonces, ya lleva más de media hora, esta furioso, no para de repetir que es culpa de el chico, que se merece un buen castigo por lo que ha echo, que tiene que aprender a ser más sumiso.
El chico ya no grita, solo esta inmóvil en el suelo, notando como la gran brecha que tiene en la frente va derramando cada vez mas sangre.
Pero no se arrepiente del mordisco al rubio. Se lo merecía, no es la primera vez que intenta propasarse con el chico. Hasta ahora no ha conseguido violarlo, pero esta usando cada vez métodos más drásticos para conseguir su maldito objetivo.
El joven nota como cada vez le cuesta más respirar, tal vez ya tiene alguna costilla rota. A lo mejor si va a ser la ultima paliza que le van a dar, nota que en cualquier momento va a perder el conocimiento.
Seguro, que cuando se desmaye, el rubio aprovecha y lo viola brutalmente, no obstante, el ya no podrá hacer nada al respecto.
Se escuchan voces detrás de la puerta de la sala de los castigos, parece una discusión, o eso cree el chico, tal vez ya esta desvariando.
La puesta se abre de golpe, chocando fuertemente contra la pared.
-¡Para Bellamy, o lo vas a matar!
Los golpes cesan de inmediato.
Alguien va corriendo desde la puerta y se arrodilla junto al cuerpo moribundo que yace en el suelo.
-Oye, ¿estas bien?.¿Me oyes?.
-Gra-gracias.-Susurra el chico en un sollozo casi inaudible, justo después se desmaya.
Después de desmayarme, ya no recuerdo nada.
Siempre soy yo el chico que acaba malherido en el suelo.