Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Notas Carmesi por Hando Kurai Tamashi

[Reviews - 37]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holi~ Aquí Hando y Asis-san reportándose uwu

Muy bien antes que nada una súper, mega híper disculpa por el atraso ;w;  realmente estuvimos muy alejadas del fanfic. Jamás creí que sucederá algo así u.u . Pero bueno mi único consuelo ahora es que ya se acabo este cuatri de tortura, espero poder sobre llevar el próximo mejor de lo que sobrelleve este u.u||

Bueno sin mas ofrezco esta humilde historia que escribo con toda mi alma a ustedes mis queridos lectores <3

Sin más que siga la historia!!

(Nota: una canción que hare mención. Recuerdo no me pertenecen, dicha canción tiene por nombre “Kinyubi no ohayou” asi pueden buscarla en youtube. Para quienes tengo en facebook agregare el link allí n_n ).

 

-Oh, Vergo- Dijo el rubio al verle, para él no representaba nada, el problema era para los dos jóvenes que se tensaron al verle

 

-¿En qué les puedo ayudar?- Se mostro amable ante los chicos

 

-No, no es nada…- Respondió Joseph

 

-Doffy, me gustaría hablar después contigo, me gustaría que mantuvieras esta conversación lejos de oídos ajenos- Dijo Bellamy

 

-Claro- Respondió

 

-Parece que llegue en mal momento, si tienen inconveniente puedo retirarme- Se ofreció

 

-No, no hay necesidad, después de todo es algo sin mucho sentido- Argumento Bellamy

 

-Así es- Le siguió la corriente el joven pelinegro

 

-Bueno si no permanecerán aquí, denme chance de atender a Vergo-san, que por algo a de haber venido ¿No?- Dijo el jefe, fue así como los dos chicos salieron del despacho. Caminaron en silencio tiesos de la tensión, hasta soltar el aliento en un pasillo

 

-Eso estuvo cerca- Dijo el rubio

 

-¿Eso crees? Para mí que ese hombre intentara sacarle toda la sopa- Confeso en angustia

 

-También me preocupa eso, pero, conozco a Dofflamingo y sé que si le pides guardar un secreto lo hará…-

 

-Aunque no diga nada, nuestra presencia y acciones son más que evidentes, además lo más probable es que nos haya escuchado… caray, esto se pone cada vez mas tedioso… por cierto ese hombre no me da buena espina-

 

-Ni a mí, desde que le conocí; es una persona muy cruel. Me preocupa si se llego a dar cuenta-

 

-Pues no lo dudes, lo mejor será prepararnos para lo que venga… tenemos que hablar, pero lo mejor será hacerlo en otro lugar, aquí no se puede fiar- Dijo para después tomarle de la muñeca y salir de allí.

 

                Por otra parte

 

-¿De qué tanto hablaban si se puede saber?- Pregunto el odioso hombre con curiosidad desmedida

 

-Nada interesante, solo mantenimiento a las computadoras de la planta baja- Sabia bien que la oficina de Vergo se encontraba en la segunda planta, pero al ser Bellamy quien le pidiera guardar la información lo hizo y no quedo más que mentir, desviando la información lo más posible al tema

 

-¿En serio? En ese caso me gustaría que realizaran limpieza al equipo de mi oficina, se encuentra algo sucio y me seria de gran ayuda-

 

-Lo pensare, pero más importante ¿Qué necesitas?- Pregunto por el motivo

 

-Oh bueno veras…- Y allí la larga explicación de su visita.

 

Al pasar los días se llego la dichosa fiesta de Navidad, organizada por la rubia solterona, en su casa. Estaba dispuesta a llenar de vida aquella aburrida casa; a esta invito a varios conocidos. De los cuales la mayoría asistieron

 

-Law, Law mira- Dijo el pelinegro mostrando unas galletas – Seguro te gustan-

 

-No gracias, la última vez que acepte algo de alguien termine con la cara en una fuente- Dijo al hacer memoria

 

-Pero son dulces- Protesto

 

-Odio el pan-

 

-O eres muy  especial o te haces del rogar- Inflo los cachetes

 

-Está bien, solo probare un poco ¿de acuerdo?- Y así como dijo llevo el primer bocado que muy apenas llenaba una muela, solo por si las precauciones

 

-¿Qué tal?-

 

-Están bien, pero sigo prefiriendo lo salado- Respondió – Por cierto, esta es la primera fiesta de navidad a la que vas, bueno quizás hayas ido a otras en tu vida pero es lógico que no las recuerdes-

 

-Me pregunto como habrán sido… las personas se ven bien animadas- Dijo tras mirar cómo la gente bailaba y bailaba como si no hubiese un mañana

 

-¿Quieres bailar?- Pregunto al ver como al joven se le iluminaba la mirada al ver las parejas en la pista;  el moreno lo dijo sin pensar, jamás lo expresó con la intención de que quisiera emparejar con el

 

-¿Me enseñas?- Dijo abalanzándose hacia su joven acompañante

 

-Bueno… este, yo- Se puso colorado ante lo que pedía el chico, realmente si los viesen sería raro, pero no podía negarse a lo que el pequeño le pedía. Sin más le tomo la mano, en un intento leve de acercamiento. Comenzó el moreno con el primer paso, seguido por el pequeño. Iban lento para lograr emparejarse, aunque eso les resultaba un tanto complicado –Ay!- Se quejo al sentir un pisotón

 

-Perdón- Se disculpo apenado el pelinegro, realmente el bailar no se le daba del todo bien

 

-Descuida…- Respondió, especulaba que era mejor así, por un momento pensó que si fuese como el chico era antes lo más probable que pensaría fuese que se trataba de un juego de pisarse, lo cual sería muy doloroso.

 

                Mientras los tortolos danzaban, en la lejanía se encontraban varios ojos observándoles.

 

-Que fiesta tan alegre- Dijo la conocida Tía a sus sobrinos

 

-Si que lo es- Dijo Ace

 

-Jeje bueno es navidad que se le puede hacer, lo mejor es pasarla bien- Respondió el rubio

 

-Por cierto Ace-san… ¿acaso ha pasado algo interesante entre tú y Marco-kun?- Se acerco nada discreta y con la pregunta bien directa que hasta el güero de los hermanos se altero

 

-…N…no- Respondió algo intrigado

 

-Jujuju no deberías poner ese rostro de desilusión…. Quizás pronto algo interesante suceda… ya sabes, los dos solos… juntitos…-

 

-¡Ya!- Interrumpió el rubio, los dos chicos se habían puesto rojos de la vergüenza a causa de su imaginación que se hecho a volar a causa de su Tía

 

-Jajaja perdón pero tenía que preguntar- Rio

 

-Gracias que no está papá aquí o si no nos cuelga…- Respondió Sabo, Ace solo de escuchar aquello un escalofrió le recorrió la espalda – Iré por algo para beber- Dijo el rubio alejándose, hasta llegar a la inmensa mesa de comida que se hallaba en el lugar, dejando a su Tía y hermano solos.

 

-¡Hola!- Escucho una conocida y fastidiosa voz detrás suyo, al girarse se encontró con el chico de llamativo peinado de Elvis - ¿Sabes donde está Ace?- Pregunto el hombre.

 

-Si… el está por allí…- Apunto hacia la dirección de donde había partido

 

-Oh, ya veo…- Dijo al girarse - …No es necesario que te escondas tras la mesa- Dijo al notar al rubio con medio cuerpo bajo la mesa

 

-¡Aléjate acosador fanático de Elvis!- Advirtió

 

-¿Eh?- Su indignación no cabía en el –Oh, creo que debería enseñarte un par de modales- Dijo sugerente

 

-Deja de acosarme raro pervertido- Gruño “Koala-chan… ¿Dónde estás?... que alguien me quite al tipo este” Pensó mientras recorría con sus ojos el panorama en busca de alguien

 

-Jajaja eres fácil de irritar ¿eh?- Rio el castaño, mas la risa le duro poco cuando el rubio le agarro como piñata en pleno sufrimiento.

 

                Mientras en el salón seguían las cosas, en uno de los pasillos rondaba un hombre de oscura cabellera; transitaba sin rumbo alguno, sus pies vagaban siguiendo recuerdos váganos. Recordaba aquel pasillo, cuando era joven se le hacía interminable.

 

“Dragón, ven… no te vayas a perder ¿eh?” Resonaba en su mente la voz de su viejo amigo, la primera vez que fue a visitarle, el joven Gold iba al frente guiándole por el pasillo.

Justo en ese momento se paro en frente de una puerta. El lugar se miraba demasiado desolado, antes no lo solía ser. Como aquella vez la abrió y entro, se encontró nuevamente con la escena de aquella vez.

 

Flash Back

 

-¿Cuántas veces te he dicho que toques antes de entrar, ¿eh? Roger?- Se escucho una furiosa voz proveniente de la habitación.

 

-Lo… lo siento…- Se disculpo Dragón con temor; hasta que vio a aquella persona. Ambos se sorprendieron al verse

 

-¡¡TU!!- Exclamaron a la vez que se apuntaban tras reconocerse

 

-¿Pero que sucede? Ann ¿podrías bajar la voz?... ¿Dragón?- Dijo el joven de los Gold al encontrarse en tal escena -¿Se conocen?- Pregunto al ver como ambos lucían sorprendidos

 

-Tú eres el chico de aquella vez- Dijo Dragón aun incrédulo, jamás creyó volverse a encontrar con el

 

-Tú eres el enano de aquella vez- Dijo de igual manera la pelinegra

 

-Veo que no has cambiado ni un poco- Dijo irritado. Aunque su apariencia lucia como la de una chica esta vez.

 

-¿A qué se debe tu visita?- Pregunto cruzándose de brazos- no me digas que es amigo tuyo Roger- Pregunto a este.

 

-Si- Respondió el hermano – Perdón por el inconveniente. Dragón será mejor irnos- Recomendó, y así sin más salieron de aquella habitación.

 

-No me creo que este ella aquí- Dijo Dragón inconsciente de lo que decía

 

-¿Desde cuándo se conocen?- Pregunto Roger

 

-Me gustaría no recordar-

 

-Jeje veo que mi hermana te pone de humor ¿eh?- Dijo, y sin querer las mejillas del chico se tiñeron de carmín – Aunque parezca ser una bocazas sin ninguna pisca de tacto. Tiene un corazón muy gentil- Dragón estaba que no se creía ni una sola palabra – Suele ser así; aparenta ser dura, pero es para no preocupar a los demás. Pero eso es realmente lo que me preocupa…- Dijo tras detenerse, y al mismo instante Dragón le siguió.

 

-Aunque sean fuertes, las personas tienen un límite- Dijo

 

-Me gustaría que ella pensara igual-

 

Fin Flash Back

 

-¿Cuánto tiempo ha pasado?- Dijo para sí el pelinegro observando la desolada habitación. Ya habían pasado varios años y aun así se mantenía igual de cómo aquel entonces. Todo estaba donde debía estar. Se introdujo hasta el  centro del cuarto, de paredes color pistache, en una esquina una cama de madera, con sabanas color azul verdoso, el suelo de madera y en el centro una alfombra cuadrada color café oscuro, sobre ella una pequeña mesita de roble y acomodada en la misma dos sillas del mismo material a sus costados. La gran ventana enfrente de él se encontraba tapada por las sabanas, encerrando el tiempo, que se detuvo aquella vez. Suponía que desde aquello ese cuarto no se volvió a abrir nunca. Tras dar unos pasos miro hacia el suelo, donde noto aquel viejo violín. Subió la vista ya abrumado, dedico su mirar hacia la pared a su izquierda, que estaba llena de una infinidad de libros. Todos aquellos los había leído junto con los tres hermanos en aquel entonces.

 

-¿Qué es lo que te detiene?- Rápidamente giro, había jurado escuchar la voz de Ann tras el… afligido salió de allí. Su mente le jugaba sucio, tantos recuerdos sentía que le enloquecerían.

 

-Me cuesta demasiado decir adiós… Pero ciertamente, he hecho hasta ahora lo que creía correcto. Estaba tan aterrado de perder lo que amo, que no dude en protegerles de cualquier forma. Esa patética forma de pensar me cegó y no pude ver que yo mismo era la causa de sus dolores… Si no hubiera actuado de esa manera tan tonta, no tendría que estarme lamentando- Dijo cubriendo su rostro con sus manos.

 

-¿Padre?- Escucho que le llamaban, al ver no era más que el mayor de sus hijos

 

-¿Qué sucede Ace?- Pregunto

 

-E… nada… caminaba por aquí y te encontré. Pero, te notas demasiado agitado ¿A sucedido algo?- Pregunto al ver al hombre a un exaltado

 

-No, nada realmente-

 

-La casa de la Tía Janne es muy grande… juraría que cuando era pequeño me perdía- Dijo mirando hacia los lados

 

-Supongo- Respondió – Lo mejor será volver con los demás- Aconsejo, y fue así como volvieron con el resto.

 

                Pero antes. Varios de los invitados comenzaron a realizar el célebre hábito del muérdago. Algunos se paraban intencionalmente bajo estos con toda la intención de besarse apasionadamente. Y otros… solo disfrutaban de gastar bromas aprovechándose de esto.

 

-Qué triste… ojala tuviera a alguien- Dijo Janne sentada en la silla de una de las mesas

 

-Tranquilícese Tía seguro pronto encuentra al hombre de sus sueños- Intento consolar el rubio de sus sobrinos

 

-Pues para eso va a estar difícil, soy muy exigente en cuanto a gustos querido sobrino- Respondió con todo el optimismo, sarcasmo mil. Sabo solo rio – ¿Por qué mejor no vas a gastarle bromas a los demás?-

 

-No lo creo, todos parecen  muy alegres- Sonrió

 

-¿Por cierto, Luffy donde se encuentra?-

 

-Supongo que con el médico- Frunció el seño

 

                Y en efecto, aquellos dos ya habían parado de danzar. Law se encontraba sentado descansando, no tenía fuerzas para ponerse de pie. Tanta pisadera le habían entumecido los pies que ni los sentía. Solitario esperaba a su joven amor llegar; Luffy había ido por algo de beber.

 

-Llegue- Se escucho a quien esperaba, Law solo sonrió. Sin más el chico solo dejo dos vasos de ponche sobre la mesa.

 

-¿Qué te ha parecido la fiesta?- Pregunto

 

-Es muy animada…- Respondió –P…Perdón por pisarte demasiado…- Se disculpo con la mirada baja como un niño a pleno regaño.

 

-Descuida, no es nada- Respondió con una perfecta sonrisa, certeramente si habría sido alguien que no fuese el chico, lo más probable sería que le mentara a más no poder, pero como se trataba de su querido pelinegro podría aguantar las pisadas que fueran.

 

-¿Por qué eres amable conmigo?-  Pregunto el chico, le daba la impresión de que el moreno le perdonaba todo sin excepción

 

-Porque me fluye- Dijo así de simple, bueno en parte era verdad aunque sonara muy extraño. Y la verdad ni el menor sabia que decir. Mas antes de que se animara a decir algo, alguien llego a irrumpir en el ambiente, tornándolo incomodo y un tanto tenso para ambos chicos.

 

-Hola, un gusto Law- Saludo su “amigo” Drake, ese tipo con cara de malandrín desastroso con aires de grandeza que dejaba mucho que desear.

 

-Hola…- Saludo muy apenas y por cortesía al mencionado, afligido desde su asiento

 

-Jeje ¿Pero que te sucede? ¿Es acaso que as envejecido tanto?- Dijo burlonamente

 

-O a callar, que la edad no es el motivo- Negó de mala gana y con la mirada de pocos amigos que poseía de nacimiento

 

-Es solo un decir, no tienes que tomártelo tan enserio- Explico tratando de calmar al joven y en medio de su discurso giro a mirar al acompañante del médico, este solo les miraba confundido con esos ojos grandes y expresivos. Al dirigir nuevamente la mirada a donde debería, se encontró con la nueva mirada matona del moreno que parecía decir “Di algo, hazle algo, y te degolló ahora mismo” esto en lugar de advertencia le pareció una buena oportunidad para fastidiar al joven médico.

 

-Por cierto Law, ¿Quién es el chico que te hace compañía?- Pronuncio con interés notorio, Law se mordió la lengua de la rabia que tenia.

 

-Es Luffy…- Dijo – Y Luffy este hombre con cara de mafioso es Drake- Presento cono toda la educación que poseía.

 

-Hola Drake-  Saludo el pelinegro un tanto angustiado por la tensión que se sentía en ese momento

 

-Por cierto Luffy-san, me gustaría charlar contigo- Pidió

 

-¿Eh?-

 

-Jaja que te parece si vamos afuera para conversar mas a gusto- Esas fueron las palabras mágicas para desprender al moreno de su paciencia que pendía de un ligero hilo en ese momento

 

-Luffy ira conmigo, piérdete- Recalco lo ultimo después de ponerse de pie y tomar al pequeño del brazo e irse de aquel lugar; aunque se estuviese muriendo del dolor en sus pies, la ira y su orgullo lo mantenían de pie

 

-¿Law?-  Dijo el pequeño después de haber cruzado la pista de baile

 

-Lo siento… me descontrole por un momento- Se disculpo al mismo tiempo que se detenía

 

-No te preocupes… después de todo, ese hombre no me da buena espina- Admitió, Law le miro y podía confirmar que ambos estaban de acuerdo en eso

 

-Joven Law- Se incorporo Coby a la conversión

 

-¿Qué sucede?-

 

-La señorita Bunny desea verle, se encuentra en la entrada- Dijo – Eso es todo lo que se me ha comunicado, así que si me disculpáis- Sin más se marcho

 

-Genial- Dijo en sarcasmo el moreno “Doblemente rayos, ya no se qué hacer” Pensó

 

-Tranquilo, se te ve demasiado agitado- Menciono preocupado el pequeño

 

-De acuerdo iremos-

 

-¿Iremos?-

 

-Si, vendrás conmigo- Se dispuso decidido tomándole del brazo, a toda costa evitaría que Drake consiguiera un tiempo a solas con su chico; pero con lo que no contaba fue…

 

-¡Luffy!- Se escucho el llamado de emergencia de su rubio hermano quien se dirigía allí a toda prisa

 

-¿Qué sucede?- Pregunto

 

-Necesito que vengas conmigo- Dijo el rubio

 

-¿Eh? Se supone que ira conmigo- Se quejo el moreno

 

-Lo tuyo puede esperar- Dijo el rubio limitándose a recibir escusas –Necesito que vengas- y así sin más se lo llevo a rastras. Law miro aquello tan jodidamente, había sido ignorado con éxito. Suspiro pesadamente “ Bueno estará con el salvaje de su hermano… quizás pueda estar tranquilo por unos momentos, iré con Bunny lo más rápido que pueda para regresar con Luffy inmediatamente, espero haya conseguido alguna información más aparte de lo que consiguió Bellamy y su novio” Pensó y salió disparado como el diablo en patines.

 

                Mientras el rubio y el pelinegro se encontraban tras un florero mirando hacia una persona en específico.

 

-¿Qué sucede con Tatch-kun?- Pregunto el pelinegro

 

-Ese sujeto está loco ¿Ves lo que lleva en la mano? Es un muérdago y el muy maldito no piensa en mas que humillarme-

 

-¿A qué te refieres?- Pregunto

 

-Ese malintencionado quiere aprovecharse de mi- Dijo en un crujir de dientes. Luffy supuso entonces que era lo que el castaño se traía entre manos

 

-De tanto acoso parece que le gustas hermano- Dijo el chico, al rubio se le tenso la piel de solo pensarlo

 

-Es un idiota, ¿no se da cuenta que tengo a Koala-chan?- Gruño –Además tiene una pinta de mujeriego… seguro esta así de empalagoso con cualquiera-

 

-Supongo que solo con quienes siente más libertad- Dijo, inocentemente le estaba diciendo a su hermano que el castaño solo se aprovechaba de tontos. Ambos estaban tan distraídos que no se dieron cuenta cuando se acerco

 

-Hola Sabo-san te estaba buscando- Se escucho al castaño tras ellos con aquella voz tan enérgica que el rubio pego un brinco del susto cayendo al suelo, Luffy por otra parte se mantuvo firme

 

-Hola Tatch-kun- Saludo el pelinegro - ¿Qué se te ofrece?- Pregunto

 

-Oh no es nada, pero…- Dijo mirando hacia su mano que estaba encima de ellos, había planeado acercarse a ellos con la intención de que el rubio se encontrara junto a él bajo el muérdago que sostenía; pero no conto con aquello – Bueno, supongo que tendré que conformarme contigo- Dijo galante y sin más tomo al chico por la cintura acercándolo hacia el

 

-¡Te arrancare la tráquea si lo haces!- Vocifero y arremetió contra el castaño hecho una fiera el rubio apartando al menor, Law había visto esto y no se quedo atrás; de los dos hombres parecía emanar un aura asesina

 

-Esperen- Pidió el joven pelinegro – El solo quería cumplir con las tradiciones- No es porque estuviese de acuerdo con lo que iba a hacer el castaño, sino que en ese momento daba hasta pena

 

-¿No ves lo que estuvo a punto de hacer?- Dijo Sabo

 

-Sus intenciones no tienen nombre- Gruño el moreno

 

-No me gusta que peleen por algo tan tonto- Respondió Luffy – Traten de mantener el orden- Dijo mirando a su alrededor, habían varias personas que habían escuchado el alboroto que se traían. Esto hizo considerar las palabras del chico, decidiendo dejar aquello por la paz; pero claro el castaño quedo más que advertido, sobre querer posar un solo dedo en el chico nuevamente. Por otra parte Luffy se escabullo de ellos que sermoneaban al castaño, quería despejarse un poco. No fue sino hasta que aquella voz le llamo; si bien sabia que aquel hombre  comparado con Tatch, el castaño era un santo al lado de este hombre.

 

-Hola Luffy-san, ¿tienes un momento?- Pregunto

 

-Supongo que sí- Dijo, la verdad a pesar de la incomodidad no quería ser descortés con las demás personas, de cierta manera odiaba los conflictos y las cosas complicadas

 

-Si no te molesta acompañarme- Pidió ser seguido, pronto llegaron a la parte exterior de a casa, estando ambos en el gran balcón

 

-¿Se puede saber porque me ha llamado?- Pregunto el pelinegro

 

-Es solo cortesía, si eres amigo de Law es lo menos que puedo hacer- Respondió

 

-Me disculpara, pero Law parece no estar de acuerdo con lo que dice, pareciese que no le agrada su presencia-

 

-Jajaja ese Trafalgar a decir verdad él y yo solíamos ser compañeros en la secundaria. A pesar de eso no logramos empatizar del todo- Sonrió con nostalgia -¿Y qué me dices tú? Pareces ser alguien muy preciado para el-

 

-¿Yo?- Dijo, sinceramente no había pensado mucho  acerca de eso – Supongo que soy su amigo…-

 

-¿Solo eso?- Parecía que quería añadir algo mas, su maliciosa mirada lo decía todo

 

-mmmm… supongo que también un rival…- Añadió, por más que pensara a fondo no lograba encontrar algo más que eso, quizás las sensaciones de frustración que sentía aparte de sentimientos extraños, pertenecían a eso.

 

-¿Rival?-

 

-Lo creo, a veces siento una frustración incomprensible- Dijo – El dice que somos amigos…- Agrego

 

-¿Solo eso?- Dijo con voz sugerente

 

-¿A qué te refieres?- Aquel tono no le agradaba

 

-Algo me dice que hay algo mas- Se acerco a una distancia considerable del joven -Algo me dice que le gustas- Susurro con malicia al oído del chico, si, así de cerca se encontraba el sin vergüenza y para rematar el moreno se encontraba en el umbral de aquella escena. Esto lo sabía perfectamente Drake, lo había hecho solo para encolerizar al otro

 

-G…Gustar…- Tartamudeo – Eso es imposible…-

 

-No lo es- Afirmo – Puedes ver a Trafalgar detrás de nosotros, cierto? Bueno en ese caso; si él se molesta por tratar de besarte, significa que mis palabras son ciertas- Sonrió, y aprovechando la corta distancia entre ellos se acerco mas hacia los labios del joven. Luffy estaba dispuesto a pararle tal tontería, pero aquellas palabras le detuvieron. En el fondo quería saber que haría el moreno

 

-Basta- Dijo Law quien se acerco separándolos lo más rápido que podía, derribando con violencia excusaba al hombre de malas intenciones. Luffy le miro un tanto sorprendido. “Si se molesta… ¿significa que le gusto?” Ese pensamiento no paraba de resonar en su mente una y otra vez. Por el contrario Law se limito a decir algo al maldito hombre; dirigió su mirada al pelinegro quien la tenia perdida

 

-¿Te encuentras bien Luffy?- Pregunto el moreno

 

-¿Eh?- Soltó, se encontraba distraído por lo cual no había prestado mucha atención a lo que el médico decía

 

-¿No te ha hecho algo mas este tipo?- Se acerco

 

-E… no…- Respondió

 

-No me mientas estoy seguro que algo paso- Dijo convencido, notaba algo extraño en la actitud del joven

 

-No es nada importante en realidad-

 

-Lo es para mí- Insistió, el rostro del joven se torno colorado de la vergüenza repentina que sintió –No es normal que tu rostro se torne así… ¿acaso tienes fiebre?- Dijo, Drake parecía divertido de todo aquello. Amaba cuando daba en el clavo y en efecto había adivinado muy bien los sentimientos del moreno hacia el joven pelinegro

 

-Yo…- Pronuncio con todo el pudor en su mirada y la verdad no pudo. Salió corriendo de allí, sentía no tener el valor para decírselo a la cara, pero sus pasos fueron efímeros por la sala, pues el moreno le detuvo decidido a escucharle

 

-Dime por favor… ¿que es lo que te dijo Drake? ¿Qué es lo que te dijo que te pone así?- Insistió tomándolo de las muñecas y mirándole fijamente

 

-S…solo dijo una tontería…- Dijo – D… dijo que… que a ti te gusto…- Eso le cayó como balde de agua fría al moreno, la verdad no sabía cómo reaccionar

 

-Creo que esta bailando-

 

-L…lo ves… era solo algo extraño… la verdad no se puede porque somos amigos ¿Verdad? Tú me lo has dicho… no me has mentido…-  Dijo, antes de que el  médico dijese algo mas, la Tía rubia del menor les interrumpió

 

-Vaya chicos, no me esperaba que ustedes también quisieran intentar algo así- Dijo haciendo hincapié a él muérdago que colgaba en el techo. Para buena o mala suerte de ambos, estar en ese lugar solo significaba una cosa –Be-so…- Pronuncio divertida la rubia, Law la miro con incredulencia. Al dirigir su mirada hacia la del chico, este también se encontraba igual de ansioso

 

-Pero… pero Tía- Se quejo el chico

 

-No se preocupen no se lo pienso contar a nadie. Pero me gustaría que cumplieran con esto , ya saben, eso de las tradiciones… pero bueno tampoco es que los pueda obligar ¿verdad? Si no quieren hacerlo no lo hagan- Dijo, Law parecía haber tomado aquello como una liberación. Pero el chico a su lado se acerco tímidamente mas, al punto de besar su mejilla

 

-¿Qué te parece algo así?- Dijo el joven pelinegro con una tímida expresión en su rostro colorado, al mismo tiempo hizo espacio entre ambos. Por otra parte la rubia que había presenciado aquello se retorcía como loca de la emoción, jamás creyó que su querido sobrino mostrara alguna muestra de ese tipo de afecto; pues por lo regular, el menor no solía manifestar interés en aquel tema tan problemático como lo veía.

 

-Supongo que es …lindo…- Respondió el moreno posando sus dedos ligeramente en la mejilla besada, le sentó muy bien aquello. Después de todo, con tanto ajetreo en su cabeza, aquello fue lo que logro parar su dolor de cabeza; aquella lejana sensación le lleno de nuevo el alma. Por otro lado el menor no pudo con aquello, sintió una vergüenza demasiado grande, jamás creyó escuchar aquello ¿Era normal que el médico dijera eso? Esa y más preguntas pensaba

 

-Este…-

 

-Descuida, no estoy molesto o enfermo, ni nada por el estilo…- Dijo Law, miro el reloj de mano que llevaba – Vaya parece que ya es tarde, será mejor irnos Luffy- Dijo

 

-De acuerdo- Dijo Janne – Cuídense- Despidió. Law tomo al pelinegro del brazo, llevándoselo lejos de aquel lugar.

 

                Mientras en la escandalosa fiesta, dos chicos se encontraban sentados con una expresión de odiar todo.

 

-Sabes, ¿Por qué no hacemos algo?, esto es una fiesta, hay que divertirse- Trato de animar el rubio

 

-Me siento frustrado…. -Respondió el pelinegro

 

-Bueno, jamás creí encontrarte aquí y pues ahora que así están las cosas, no haría mal distraerse un rato-

 

-Me aburren las fiestas- Respondió tajante

 

-Está bien, está bien-

 

-Bellamy, estamos en un apuro. Si ese hombre llega a moverse, nuestros días estarán contados-

 

-Tranquilo, no permitiré que te hagan daño- Dijo

 

-¿Y se supone que debo sentirme tranquilo con eso?- Respondió en ironía

 

-Hola Bellamy- Saludo el rubio de piel morena acercándose hacia el joven. Aquel hombre vestía un impresionante traje rojo

 

-Hola Doffy-san- Saludo en respuesta el moreno

 

-Que bien que están aquí, quería hablar con ustedes- Dijo el rubio sin aun sentarse con ellos –Pero desearía que fuese en un mejor lugar que en una fiesta-

 

-Eso es buena idea- Respondió el pelinegro

 

-Joseph sigo insistiendo que tu rostro me es familiar- Dijo el rubio frotándose el mentón, en posición de meditación

 

-Pues no creo habernos visto antes Señor Dofflamingo- Respondió el chico

 

-Vaya Joseph, al fin te encuentro- Se escucho una voz a su espalda, y así, el pelinegro giro.

 

-Tío- Respondió el joven al ver al hombre de aspecto imponente

 

-Co…Cocodrile…- Tartamudeo el rubio de piel morena al ver a su amor platónico, que parecía estar más cerca de alcanzarlo

 

-Oh, vaya Dofflamingo- Dijo el hombre del puro – Me gustaría quedarme a charlar- Mintió – Pero ya es tarde y tengo que irme… Joseph, vendrás conmigo- Indico

 

-Llévame contigo- Dijo el rubio como todo un crio, los dos jóvenes se miraron sin entender que rayos estaba pasando

 

-Lo siento, pero no puedo- Respondió, y sin perder más tiempo se llevo a su sobrino a rastras, que ni tiempo tuvo de despedirse de los dos hombres

 

-¿Qué sucede Doffy?- Pregunto su hijo al verle con aquella actitud tan extraña en el

 

-Oh, no es nada en realidad- Trato de disimular

 

-Oh, vamos estoy seguro que te traes algo entre manos- Sonrió, ahora que lo pensaba, pareciera que el rubio y cabecilla de la familia estuviese disfrutando aquello; se le miraba muy alegre

 

-Bueno, si tengo que contártelo lo hare, seguiré mi política de no secretos en la familia, pero antes me gustaría saber una cosa-

 

-¿Qué es?-

 

-Bellamy, ¿A ti te gusta Joseph?- La reacción fue inmediata ante la pregunta, tensándose – Oh eso me lo dice todo-

 

-Bueno, si me gusta… pero, el es tan distante y desinteresado hacia mi- Respondió haciendo muecas de enfado

 

-Jajaja- No tardo en soltar una risotada el hombre, Bellamy no sabía que se suponía daba gracia – Sabes, esto es tan irónico en cierta forma. Resulta que yo estoy completamente enamorado de Cocodrile-kun, pero él no parece estar interesado en mi. De tal palo tal astilla supongo-

 

-Oh…- Ahora hallaba la razón de su risa

 

-Aunque si me lo preguntas, ese chico no parece estar tal como dices-

 

-¿Cómo?-

 

-Se le nota en la mirada que te aprecia, no sé si sea de la manera que buscas, pero se siente en su mirada que tiene algo especial por ti. Lo supe desde que se me lo presentaste- Bellamy no tardo en sonrojarse; no podía creer que Dofflamingo fuese así de observador en esos aspectos; muy en el fondo su corazón se lleno de emoción, aquello resultaba una posible oportunidad, su mente soñadora le comenzaba a animar – Lo más probable es que se correspondan, y espero sea pronto, no es bonito estar sufriendo por amor ¿eh?... Por alguna razón esto es irónico. Los “padres” terminan enamorándose, al igual que “hijos”. Sin duda nos parecemos Bellamy; aunque sabes, me gustaría correr con la misma suerte que tu, tu lograste atraer el corazón de aquel chico, pero yo aun sigo en ese camino… me pregunto si lo lograre…- Dijo pensativo. Bellamy le escuchaba sin saber que decir, se encontraba feliz por aquello que salió de la boca del rubio, además de que impresionado pues jamás había visto al rubio hablar de aquella manera, abriéndose así como así. Era una faceta completamente diferente a lo que normalmente mostraba.

 

                Mientras la fiesta seguía, unos ya habían regresado a sus hogares.

 

-Bueno, será mejor que descansemos- Respondió el rubio que se disponía a acostarse al chico de ondulados y oscuros cabellos que se encontraba sentado en el filo de la cama con expresión pensativa -¿Sucede algo?- Pregunto

 

-No… no es nada- Respondió ya mas cuerdo, y nerviosamente intento acostarse

 

-Oye ¿seguro que te encuentras bien?-  Pregunto, al ver que el chico estaba exageradamente alejado de el. Se encontraba en plena orilla, a unos centímetros más de caer

 

-S…si- Respondió, la verdad era que las palabras de su Tía no salían de su cabeza “Algo interesante… los dos solos… juntos…” Su mente no paraba de repetir como constante eco en sus pensamientos ruidosos

 

-No es normal que estés hasta allá. Vamos que no es la primera vez que dormimos juntos- Dijo rodeando con su brazo la cintura del chico para atraerlo hacia él, abrazándolo con fuerza. Ace tembló al sentir el rostro del rubio sumido en su ondulada cabellera.

 

-Marco…- Expulso con temor

 

-Dime-

 

-¿Realmente me amas?- Se atrevió a preguntar, aun se encontraba algo confundido por la tan repentina situación que había pasado

 

-¿Acaso estas dudando?- Dijo extrañado, buscando el rostro del chico, quien le miro – Jamás dudes de lo que siento por ti, estos sentimientos son reales y muy fuertes. Los he estado poniendo a prueba durante todos esos años y déjame decirte que se mantienen como desde el primer momento en que surgieron- Respondió con una tierna sonrisa pegando su frente junto a la del pelinegro; Ace le abrazo.

 

-Perdón por preguntar ese tipo de cosas- Se disculpo

 

-Descuida, puedo compensarlo con unos cuantos besos bien surtidos… ¿Puedo besarte?- Rio juguetonamente

 

-¿Eh?- El pelinegro se tenso de la pena, si cuando el rubio le besaba a sus anchas cuando quería sin su consentimiento era penoso; comprobaba que ahora pidiendo permiso era quizás el doble de vergonzoso –P… ¿porque preguntas eso?… jamás lo haces…-

 

-Pensé en que quizás te había incomodado la rapidez con las que asumo las cosas… lo que menos quiero es disgustarte- Respondió, ahora era que se ponía a pensar en que realmente era una persona que asimilaba las cosas demasiado rápido

 

-¿Cómo lograrías eso? Jamás has hecho algo para decepcionarme y lo sabes-

 

-Jaja vaya que si- Rio levemente – Cambiando un poco de tema. Las cosas en esa fiesta estuvieron un tanto raras-

 

-Bueno, la verdad es que si… -

 

-Como Tatch acosando a tu hermano-

 

-Eso no es nuevo- Negó, lo cual sorprendió un poco al rubio – Bueno, igual, para mi ese hombre no conseguirá algo serio si sigue jugando-

 

-Dudo mucho que quiera algo formal- Respondió - ¿Sabes que sucedió con Kid?- Pregunto repentinamente, esto tenso al rubio; sin duda el chico desviaba la conversación de un lado a otro

 

-El se encuentra bien… desde ese día, parece estar un poco mejor- hablaba de salud física, aclarando – Pero me preocupa lo que esté pasando por su mente. Me habías contado que intento suicidarse ¿verdad?. Sinceramente no logro perdonarle lo que hizo, pero en el fondo me da tanta pena por él. Empiezo a entender cómo te sientes…-

 

-Realmente me preocupan muchas cosas… aparte de eso, Trafalgar dice haber obtenido información relevante. Es probable que sea cuestión de tiempo para atrapar al tipejo que anda detrás de todo… Sabes, siempre me he preguntado, que es lo que pasa por las mentes de aquellas personas, no sé si sentir pena por ellos o no. No comprendo como no se pueden tentar el corazón … Yo pienso demasiado en alguna situación parecida, realmente no tengo el valor ni la falta de escrúpulos que se necesita-

 

-No digas eso, no te imagino siendo una persona como esas… - Le abrazo con fuerzas – Sabes, es mejor dejar de pensar en esas cosas por ahora, no quiero que esto afecte entre nosotros. Así que no se diga mas. Si te atreves a hablar te besare hasta que no puedas mas- Sentencio, Ace se llevo las manos al rostro avergonzado, por su mente atravesaba “¿Por qué me haces esto?, Es imposible que me quiera callar en un momento como este” Algo así.

 

                Pasaron las horas en silencio en aquella habitación, Ace se concentraba envuelto en los brazos de rubio, este dormía profundamente. Mas por el contrario el pelinegro se había despertado, pensaba un poco para dejar su mente en claro. En sus divagaciones, vio una sombra que se extendía en la puerta de la habitación “¿Sasha?” Pensó a lo que certeramente el pequeño demonio le respondió de la misma manera mental “Ace” Su voz parecía estar feliz de verle. Antes que nada traspaso la puerta hacia la pequeña sala tras ella. Ace supuso que su amigo quería hablar a solas. Así que sin más se levanto con cuidado, encaminándose hacia allá. Tras abrir y cerrar la puerta hecho un vistazo, encontrándose con el ser alado sentado en el sofá que se encontraba en la esquina.

 

-Cuanto tiempo- Dijo Sasha de manera silenciosa

 

-Lo mismo digo, es bueno verte de nuevo- Respondió de la misma forma que aquel ser

 

-Parece ser que has estado bien ¿eh? Ese chico tiene suerte de tenerte a su lado. Estoy seguro que él es capaz de animarte más de lo que yo lograría- Admitió

 

-Siendo sincero Marco es demasiado gentil. Anuqué estoy seguro que tras esa amabilidad hacia todos sufre- Respondió un poco triste

 

-Ace… he estado viendo todos los movimientos de la familia. Al parecer esta pesadilla pronto acabara. Pero antes, solo he de advertirte que algo pasara- Resalto esto último no con un tono lindo, provocando mala espina en el pelinegro

 

-¿A qué te refieres?- Pregunto inquieto

 

-La verdad es que ni yo mismo lo sé con exactitud. Pero tengo un presentimiento nada bueno… siempre me he valido de mis corazonadas y para bien o para mal, nunca fallan. No sé que este a punto de suceder, no sé quien se verá involucrado, créeme que no tengo idea de nada, pero he sentido una molestia desde hace unos días-

 

-Comprendo…- Respondió algo preocupado – No te miento si te digo que me preocupa… Pero sea lo que sea, quiero proteger a quienes amo…-

 

-Vaya me sorprende un poco tu respuesta, juraría que dirías algo como “daría la vida por X o Y persona”. Algo así…-

 

-E comprendido que por aquellos a quienes quieres no se debe sacrificar, por ellos se vive. Para protegerles y evitar que lloren…-

 

-Tu manera de pensar a cambiado mucho- Se sonrió, le alegraba ver lo fuerte que se miraba ahora su querido amigo.

 

-Han pasado tantas cosas que me ha hecho replantearme muchas cosas desde diferentes puntos de vista-

 

-Ace- Antes de que pudieran seguir a gusto con a conversación se escucho la voz del rubio que le llamaba

 

-Parece que Marco se despertó- Dijo Sasha – Sera mejor que me vaya… pero eso si estaré mas cerca que nunca a partir de ahora- Fue lo último que dijo antes de desaparecer. Ace miro a su amigo irse, enseguida entro a la habitación para calmar al rubio que creía que se había fugado o algo por el estilo.

 

No paso mucho tiempo, hasta que en la escuela donde asistían Luffy y los demás chicos elaborara una pequeña fiesta navideña para honrar las tradiciones. Ya había pasado un buen rato desde la hora programada y había mucho movimiento en el pequeño salón. Allí se encontraban varias parejitas derrochando amor y dulzura, normal en ellas. Y otras… a medio matarse, pero a fin de cuentas amor a su manera.

 

-Al parecer les ha ido bien- Dijo el chico de alargada nariz a las dos parejitas que se encontraban junto a ellos

 

-Ya era hora de que se animaran a salir- Dijo la peli naranja sonriente, siendo apoyada con una sonrisa por parte de la morenaza de oscura cabellera

 

-Bueno, si nos disculpan quiero llevar a Bartolomeo-kun a bailar- Anuncio el elegante rubio al grupo, tomando a su querido amor por el brazo para escoltarlo hasta la pista de baile

 

-Disculpen- Pidió avergonzado el peli verde, siendo llevado por el rubio, el grupo les despidió sin mas

 

-¿Qué te gustaría que te regalara?- Pregunto el moreno peli verde a su querido cocinero

 

-No lo sé, lo que quieras…- Respondió, ambos se encontraban sentados junto con sus amigos y estos parecían gustosos y atentos a la conversación, después de verles siempre reñir, verlos así, mas juntos era emocionante para ellos.

 

-mmmm…- Pensaba

 

-Si se te ocurren chocolates te los aventare en la cara- Advirtió el rubio

 

-¿Eh? pero si es lo que normalmente se regala ¿no?- Dijo, era como si el rubio le leyera la mente, pero no, el moreno pensaba en algo demasiado obvio

 

-Es que acaso no recuerdas que te había dicho que estoy enfermo del estomago, no puedo comer cosas que le irriten o que le sienten mal, como la leche, por ejemplo-

 

-Galletas, dulces, rollos de canela- Decía una larga lista de cosas que se le ocurrían, pero todas estas el rubio las negaba -¿Entonces qué comes?- Dijo ya rendido

 

-Solo como cosas como vegetales y frutas- Respondió

 

-Entonces te regalare un tomate-

 

-¿Qué?-

 

-¡¿Qué?! Si quieres lo corto en forma de corazón para que se vea mas romántico- Menciono, esto partió de risa a los oyentes, dejándole como un completo ridículo – Los cortes me salen muy bien- Hizo recordatorio, algo así como un. Sera cortado por un experto en rebanar cosas

 

-Sabes, mejor córtale allí- Pidió el rubio

 

-Ah, uno que quiere hacerte algo, pero no, andas de amargo fregándome las buenas intenciones. ¿Sabes cuento me cuesta pensar en algo “lindo”?-

 

-Querido tu sentido del arte y la belleza son conceptos demasiado lejos de lo normal-

 

-Pero yo te escogí a ti- Respondió; a eso no supo cómo responder el cocinero, realmente le dejo sin palabras. Sus amigos les miraban divertidos. Law por el contrario no sabía cómo podían ellos hablar así como así frente a todos sus amigos. Sinceramente era una persona demasiado rancia para ese tipo de cosas. Poco después su atención fue atraída por un jarrón que se cayó desde una plataforma alta de donde fue colocado, al parecer una chica que se encontraba en el piso de arriba sin querer golpeo el fino jarrón de será que se encontraba a su lado; provocando que este cayera. En la escena el rubio de rizada cabellera se encontraba arriba de su amor; le había apartado cuando se percato del jarrón que caía, evitando que este se quebrase sobre el chico.

 

-¿Te encuentras bien?- Pregunto el rubio al peli verde

 

-Si… pero que me dices tú- Dijo tras ver una liguera línea carmín en la mejilla del oji azul, uno de los vidrios que saltaron le habían causado una cortada. El rubio paso sus dedos mirando el poco liquido carmín, parecía muy calmado a toda la situación

 

-Estoy bien- Sonrió

 

-Pero… tu rostro- Si bien sabia, el rubio era demasiado vanidoso como para tolerar cualquier imperfección en su rostro por más leve que fuera

 

-Está bien, es solo un pequeño rasguño, nada comparado a si ese florero te caía encima. Es solo un pequeño precio a pagar- Explico – Además, Bartolomeo-san, estar contigo me ha enseñado muchas cosas. Como el hecho de que el corazón es lo que se debe mantener bello y hermoso, el físico sale sobrando. Es algo que me queda más en cuenta tras todo este tiempo junto a ti- El peli verde abrió los ojos de la impresión, el rubio decía cosas ahora demasiado bellas a su persona, ,lo cual le hizo sollozar. Creyó que jamás alguien le diría algo así, pues siempre era juzgado por su apariencia antes de ser tratado; mas escuchar aquellas palabras y mas proviniendo de una persona tan vanidosa y perfeccionista como lo era ahora el hombre que amaba le hacía querer llorar ante tal sentimiento. Candevish, por su parte le abrazo.

 

-Que lindo- Suspiro Sanji -¿Por qué no puedes ser así de romántico?-

 

-Oye, oye tampoco pidas tanto- Respondió el moreno – A mi no me fluye dulce por la sangre sabes-

 

-Pero si unos cuantos litros de estupidez-

 

-Hey-

 

Mientras aquellos disfrutaban de su estancia en el lugar, Law y Luffy habían salido por su cuenta a dar un pequeño paseo por los alrededores, Law caminaba sin rumbo alguno, Luffy solo le seguía, mirando el lugar un poco confundido, probablemente algunos recuerdos intentaban regresar, eran más fuertes que nunca, lo supo desde que se paro frente a la institución. Una imagen habia aparecido repentinamente y con gran fuerza en su cabeza. Aquel lugar le provocaba ansias, tristeza, añoranza y mas que nada lo tensaba. Al principio no quería entrar ante el miedo, pero no quería preocupar a los demás, así que lo callo.

 

-Este pasillo parece interminable ¿no te parece?- Pregunto el moreno en un intento de mantener una conversación con el chico

 

-Si- Respondio, al pasar por una aula se detuvo -¿Yu fuias en esta aula?- Pregunto el pequeño indicando

 

-S…si…- Respondio el moreno, se sorprendió al escuchar aquello, habia supuesto que traerlo a ese lugar podría hacerle volver, pero lo que le angustiaba era que recordase el orror que vivo allí

 

-Mmmm… Siempre pensé que los de este salón eran muy callados- Dijo, sin darse cuenta hablaba como si nunca hubiese perdido sus recuerdos

 

Habían pasado las horas y pronto ambos se encontraban dentro de un salon

 

-Ahora nos encontramos nuevamente solos…- Dijo Luffy caminando por la ventana, observando fuera de la habitación.

 

-Tal parece…- Dijo el moreno, sentado en el banco

 

-En este salón nos conocimos ¿verdad?- Pregunto con toda claridad, tenía una imagen medio difusa en la mente, pero podría jurar que el sentimiento de la primera sensación persistía. Law miro al chico sorprendido, profundamente la emoción le ataco; quizás por fin el chico pudiese recordar algo, pero, si lo hace ¿Qué pensara ahora? ¿No le afectaría de alguna manera? – Solías pasar por este pasillo todos los días…- Dijo mientras apuntaba hacia la puerta – Siempre te mirabas serio y distante… por alguna razón siempre me paraba junto a la puerta solo para verte pasar- Ahora que lo pensaba aquello sonaba demasiado obsesivo. Reaccionando a su pena bajo la mirada con las mejillas coloradas. Por el contrario el moreno sonrió, era curioso escuchar aquello del mismo chico. En este instante le prestaba demasiada atención a cada detalle.

 

-Sí, recuerdo haberte visto un par de veces…- Respondió

 

-Law… ¿Estás seguro de que solo éramos amigos?...- Preguntando, aun inseguro de la misma respuesta que obtenía del moreno – Yo… creo que…-

 

-Te gusto… ¿Es eso?- Sin pensarlo, en un desespero  completo a su deseo la frase. Realmente estaba desesperado por querer escuchar ya esa pregunta.

 

-…Puede ser…- Respondió – Al pasar por aquí, pasan por mi mente imágenes y sensaciones de diversos tipos. Aunque la que más me inquieta, fue una dónde estabas llorando. Es difícil ver algo así, digo, pareces ser una persona que no llora por cualquier cosa- Menciono

 

-¿As recordado algo?- Se puso de pie dirigiéndose hacia el chico que retrocedió hasta estar acorralado contra el vidrio de la gran ventana

 

-No aseguraría que todo. Pero gran cantidad de lo que sucedió ese día puedo recordarlo como si fuese ayer- Contesto

 

-¿Qué mas recuerdas? En este momento quiero saber… ¿Qué soy yo para ti?- Luffy le miro nerviosamente – Esto es algo que yo no puedo asegurarte, esta pregunta no la puede responder nadie más que tu- Insistió

 

-Eres…Torao…m… mi querido novio…- Pronuncio con las mejillas coloradas, dijo lo que en sus pensamientos resonaba, se exponía a cometer una situación incómoda si lo que decía resultaba no ser verdad, aun así se arriesgo. No pudo evitar sonreír cuando vio la expresión del moreno, de este salió una sonrisa de oreja a oreja, emocionado le abrazo con fuerza

 

-Entonces finalmente me has recordado- Dijo cargando al chico

 

-¿Se puede saber porque no me lo dijiste desde el inicio?- Pregunto el pelinegro

 

-¿Qué podía hacer? Una persona que no recuerda nada no asimilaría fácilmente situaciones sentimentales. ¿Cómo amar a una persona que ni recuerdas siquiera que existía?-

 

-Perdón…-

 

-Me alegra que tu personalidad sea la misma, me gusta- Dijo – Sabes, pronto se hará mas noche. ¿Qué te parece salir a dar una vuelta? Nos ara bien el aire fresco- Sugirió, Luffy acepto, abrazándose al regazo del moreno

 

-No quiero soltarte jamás-

 

-Ni yo-

 

                Habían pasado varios días desde entonces y en el salón de música se encontraban dos amigos y compañeros, haciendo una tarea para el regreso a clases. La pista estaba lista, después de haber trabajado arduamente en haberla completado, el problema ahora era la letra; la tenían, solo que aun no lograban mejorarla, carecía de pequeñas simplezas que mejorarían más adelante. Ambos chicos se mantenían callados sentados, Viví miraba fijamente al pelinegro que nerviosamente apartaba la mirada. La chica lo miraba con rostro de puchero y después cambiaba de golpe a uno sonriente; a Ace le costaba saber que era lo que pensaba.

 

-¿S… sucede algo?- Pregunto el chico, Viví sonrió

 

-Es solo que… aun no me puedo creer que seas Kasaai-sama- Respondió la peli celeste, cada que ella pronunciaba aquel nombre los nervios le tensaban

 

-P…perdón, Viví-san…-

 

-No tienes porque disculparte, comprendo tu situación, yo también como aspirante a cantante reconozco los riesgos que puede haber… Pero aun así, yo sigo asombrada, ¿Cómo iba a saber que mi más grande admiración se encontraría tan cerca de mí?, es algo que aun no me lo puedo creer- Mencionaba con aquel brillo en los ojos.

 

Flash Back

(Ace)                    (Viví)

Ocho am. Ya son, ya casi llegue al segundo vagón, allí sueles esta,

Las personas que viajan siempre van dormidas, siempre es igual,

Ocho siete son ya, la puerta se abrió, de repente ya no puedo respirar,

Todas las palabras que había pensado, no te pude decir,

Algo simple es lo que preciso para hablarte, me falta más valor

Sé que usamos el mismo uniforme pero aun no te puedo hablar,

Sigo practicando esos “buenos días” trato de ser aun más positiva,

Tengo que esforzarme aun más el Viernes o este será otro fin de semana largo…

Solo con ver tu cara adormilada, eso basta para feliz sentirme,

No te distraigas, “debes esforzarte” Murmurando, me trato de alentar, ha~

 

Mientras la pista corría Viví parecía disfrutar mucho el cantar junto con el pelinegro, aunque algo pasaba por su mente que le provocaba ansiedad. De vez en cuando miraba de reojo al chico que sonreía mientras cantaba con aquella voz que la hacía querer saltar de emoción.

 

Ocho am son ya y en la estación, esperando el tren, tan nerviosa estoy que,

Mi confianza se va, parece que el cielo va a empezar a llora,

Ocho y siete son ya y mi corazón empieza a latir fuera de control,

Y de tanto temblar, todas las palabras de mi mente se van,

 

De pronto la música fue detenida por la chica.

 

-Ya es un buen avance Portgras-san… ¿Qué parece si descansamos un poco?- Sugirió

 

-Me parece buena idea- Acepto el pelinegro

 

-Me parece una canción muy linda jaja- Sonrió mientras se sentaba nuevamente en su lugar, al lado del chico

 

-De hecho lo es- Le dio razón

 

-Es como el primer amor, un lindo e inocente amor- Los corazoncitos casi se le podían mirar emanar de su cabeza. Ace solo sonreía contento – Portgras-san… ¿le han dicho que tiene una excelente voz?- Ace solo se le quedo mirando nervioso – Es linda, suena con tacto, fuerza, ternura y encanto. Me encantaría que mi voz fuese así-

 

-Pero si tu voz es muy buena Viví-san, no hay voz que mejor te pegue que la que posees, desprendes mucha energía- Alago

 

-Gracias Portgras-san…- Dijo – P…por cierto… ¿Cómo se encuentra Marco-kun?- Pregunto, la verdad quería saber si las cosas marchaban bien; la verdad se angustiaba si marcharse no había ayudado en nada.

 

-…El… está bien…- Respondió, los nervios se apoderaron de él; la verdad no se encontraba tranquilo con tocar aquel tema, pero la chica lo mencionaba como cualquier cosa, realmente era fuerte y madura. Había cambiado la página de su historia sin tener que afectar en su actitud y sentimientos. Viví era una joven muy fuerte.

 

-Ya veo, me alegro- Sonrió – La verdad me preocupaba que malinterpretara mis acciones, yo solo quiero lo mejor para él y sé que la decisión que tome fue la correcta; el merece a una buena persona a su lado y que mejor que tu- O si, Ace deseaba que la tierra se lo tragara, el por el contrario le costaba asimilar la situación como lo hacia la joven peli celeste

 

-¿Crees?-

 

-Si- Respondió – Si se pudiera me gustaría que algún día me contaras sobre cómo se conocieron tu y Marco-kun, claro si quieres; me da curiosidad, presiento que debió haber sido algo memorable- Y vaya que lo fue, tantos misterios que parecería drama de novela

 

-Claro…-

 

-Genial- Pego un brinco emocionada. Volvió a mirar al chico que se mantenía sentado “Esas expresiones…” Pensó la chica y era tanta la curiosidad que no lo soporto – Portgras-san ¿me puede permitir?- Dijo y sin si quiera que respondiera el chico, se acerco y poso sus manos sobre la parte inferior del rostro del joven, dejando solo los ojos a la vista. Viví le miraba fijamente, estuvo así por un momento hasta que sus ojos se abrieron conmocionados, haciéndose hacia atrás

 

-¿Viví-san?- Pregunto extrañado, aquella expresión le daba un mal presentimiento, como si hubiese descubierto algo

 

-Portgras-san… usted… ¿Usted es Kasaai-sama?- Pregunto muy apenas de la sorpresa, sorpresa que también se llevo el pelinegro que no sabía que responder. Solo se mantuvo callado, si bien podría negarlo, pero el problema era que no podía mentir directamente y menos hacia ella, que había sido demasiado amable con él. Además de que al ser una gran admiradora del cantante, no creía que mereciera una respuesta tan deshonesta -¿Entonces si es verdad?-

 

-Si…- Respondió muy apenas –Perdón… perdón….- No sabía que mas decir, probablemente descubrir aquello había sido una ofensa para la joven. Después de todo, todo era una farsa

 

-Oh por el cielo- Expreso llevando sus manos a su rostro, ocultando la sonrisa que se esbozo instintivamente en ella. Ace le miro aun confundido por la reacción de la joven –No puedo creerlo, no puedo creerlo… Es increíble; tener a mi ídolo tan cerca sin saberlo- Rio

 

-¿Eh?-

 

-Perdón ¿No lo comprendes? Estoy emocionada, es algo que no suele pasar todos los días ¿sabes?. Me sorprende que tu y Kasaai-sama sean la misma persona; de hecho lo sospeche, pero no había preguntado ni nada pues si no quería ser descortés si no era cierto- Explico, quizás allí cabía el dicho de que las corazonadas de las fans jamás fallan

 

-Descuida, la verdad ya me quería quitar este peso de encima, mas contigo pues creía justo mentirte de esta manera-

 

-Gracias. Por cierto Portgras-san es un chico muy tímido. Ciertamente es una personalidad distinta a la de Kasaai-sama- Dijo – Estando en una relación con Marco-kun, me pregunto qué personalidad encajaría mas… o Portgras-san cede o Marco-kun cede… ¡Oh vaya es tan difícil!- Instantáneamente la imaginación de la chica se hecho a volar y que ni se atreviera a preguntar tal cosa al pelinegro que de solo escucharla empezó a sudar frio, solo la miraba con una cara de “Viví ¿Eres tú?” No podía reconocerla

 

-Lo siento no me siento bien, nos vemos luego- Dijo el chico saliendo de allí, le avergonzaba tanto escuchar los “pensamientos” en voz alta nada discretos de la joven

 

-Portgras-san- Dijo al verle partir

 

Fin Flash Back

 

-Jeje perdón por lo de aquella vez prometo que tratare de no volverlo a repetir- Pidió la joven avergonzada

 

-No te preocupes, es solo que aun no me siento ablando de esos temas-

 

-Bueno, entonces cambiemos un poco la conversación- Sugirió poniéndose de pie para caminar sobre el pequeño cuarto de música – Me gusta como estamos manejando la canción… me pregunto harán nuestros compañeros. Por cierto, Portgras-san, el próximo concierto de Kasaai-sama será en los primeros meses del año que entra ¿verdad?-

 

-Si, es en memoria a Nova-san- Respondió

 

-Se rumorea que será algo emblemático. Ten por seguro que allí estaré, no me puedo perder eso por nada- sonrió a la vez que levantaba el pulgar

 

-¿Emblemático? Jeje seguro lo será…- Dijo con una sonrisa melancólica – Aunque puede que quizás sea el ultimo concierto que haga…-

 

-¿Qué? ¿Por qué?- El ánimo de la chica cambio considerablemente al escuchar aquello

 

-No me siento a gusto con esto de fingir ser otra persona, además lo he prometido. No quiero mentir mas…- Respondió

 

-Por favor replantéate aquello, la verdad yo creo que aun así vale la pena seguir. Me pondría muy triste si llegas a darte por vencido… Kasaai o no la música que has creado es real y eso se siente, esa música no puede ser falsa, no merece que le des la espalda de esa forma- Su fan interior brinco al escuchar aquello, definitivamente no podía dejarlo tomar aquella decisión nada favorable – Yo he seguido este camino, admirándote… mi ídolo es mi todo, si él se da por vencido… ¿Qué se supone que he buscado?-

 

-Tienes razón en eso… Creo que también depende mucho de la persona, todos toman las cosas diferentes y es a eso que sigo indeciso sobre que hacer-

 

-Si el problema es ese… déjame darte mis puntos de vista. Estoy dispuesta a ayudarte, te demostrare de lo importante es que no abandones tu carrera de cantante… ya lo veras, estoy segura que no solo yo pienso lo mismo- Aseguro. Así paso la tarde, Ace escucho atentamente a la joven, que estaba dispuesta a convencerlo.

 

Esa misma tarde, una rubia se encontraba riñendo con una joven peli rosa

 

-¿Pero que has dicho pequeña molestia?- Dijo entre dientes la güera

 

-Lo que escuchaste, Mi padre ama a sensei. Mi padre se casara con Shanks-sensei te guste o no, vieja bruja- Dijo la jovencita que no cedía a las advertencias de la otra, Mihawlk había salido de casa a ver algunos asuntos y había dejado a su hija sola en casa. Todo estaba tan bien hasta que Hina llego y entro sin pedir permiso alguno

 

-No me hagas reír mocosa, es obvio que ese maestro de quinta no tiene oportunidad contra mí, Mihawlk me prefiere mil veces a mi-

 

-Al contrario, no me hagas reír a mí con tus comentarios absurdos y carentes de sentido-

 

-Veremos si dices eso cuando este abrazada al regazo de tu padre-

 

-Yo diría que abrazada a un poste de la esquina con lo prostituta que te ves- Rio

 

-Ya lo he decidido en cuanto me case con Mihawlk iras directo a un convenio- Sentencio severa

 

-¿Se puede saber porque tanto alboroto?- Se escucho la voz del pelirrojo que se encontraba bajo la arquitectura de la puerta – Nadie mandara a mi linda hija a un convenio- Recalco la palabra hija mientras miraba amenazante. Aquello fue como poner un costal de sal limón a la herida de la rubia, había desafiado a su orgullo con toda la intención

 

-¿Lo ves? Shanks-sensei no te la piensa poner fácil- Sonrió la peli rosa – Además si es a mi preferencia prefiero mil veces a Sensei que a ti-

 

-Ustedes dos ¿Es acaso un complot? Hmmp… malditas bocas habladoras las que poseen- se sonrió con toda la vanidad que poseía – Solo diré una cosa Akagami. No me pienso rendir-

 

-Lo mismo te digo Hina, no pienso ceder a Mihawlk ante nadie y menos a ti- La tensión casi se podía tocar, sus miradas asesinas luchaban. La guerra ya se había declarado.

 

-Ustedes dos ya dejen de discutir- Se escucho la voz del codiciado pelinegro llamando la atención de lo presentes

 

-Mihawlk- Pronunciaron ambos

 

-No me gustan las discusiones- Expreso, miro a ambos y entonces recordó las palabras del pelirrojo, realmente no sabía si tomarlas tan enserio; después de todo la rubia y el eran viejos amigos, se le hacia un desperdicio de amistad cualquier disparate que dijera para provocar la pérdida de ello. Pero una cosa si tenía muy en claro, amaba al pelirrojo y no estaba dispuesto a perderlo así como así

 

-Bien, ya que se encuentra Mihawlk aquí ¿Por qué no decidimos esto de una vez por todas?- Sonrió la rubia – Querido, ¿Por qué no decides a uno de los dos?- Pregunto, la víbora se valía de tener en cuenta de que el pelinegro no se atrevería a hacerle sentir mal

 

-No le pongas a decidir así como así- Dijo el pelirrojo, la verdad estaba de acuerdo de acabar con todo esto de una buena vez, pero sabía bien que el pelinegro no quería ofender a ninguno de los dos; le habían puesto en una situación un tanto complicada al pobre maestro de esgrima. La chica de cabellera rosada miraba desde la lejanía un tanto ansiosa

 

-Bien…- Se dispuso a decir lo que los presentes querían escuchar – Hina, eres muy buena amiga, te estimo mucho, pero en ti no hayo lo que yo quiero… Akagami. Yo amo a Akagami….- La gran sonrisa que tenia la mujer se desvaneció tras escuchar aquello

 

-¡¿Cómo te atreves Mihawlk?!- Gruño hecha una fiera la rubia - ¿Acaso te burlas de mi? Tu más que nadie sabe qué es lo que siento por ti… ¡Y aun así te atreves…! Eres un malnacido- Siguiendo sus impulsos hechos añicos se acerco al pelinegro no con las mejores intenciones, mas el maestro de literatura se interpuso

 

-¿Esto es lo que eres?- Dijo Shanks – ¿Realmente piensas caer así de bajo?-

 

-Basta Shanks- Le paro el pelinegro sin moverse de donde estaba – Es lógico que reaccione así. He herido su orgullo como mujer… si necesita desahogarse de esta manera no se lo voy a impedir-

 

-Yo no pienso dejar que te hagan daño enfrente de mis narices- Se negó a ceder a la petición de su amado – Y tu- Se devolvió a la mujer que temblaba de la rabia – Si realmente le quisieras no tratarías de dañarle, después de todo tu misma has dicho que lo amas ¿verdad? Cuando las personas aman no hacen daño a aquello especial. Solo un insensato destruiría lo que ama con tal de que los demás no lo posean, eso es demasiado egoísta-

 

-¡Ya tuve suficiente de ti, ridículo novelista de quinta!- Rezongo desasiendo el agarre del pelirrojo en un movimiento brusco. Salió de allí rápidamente, no soportaba tal humillación y no permitiría derramar una sola lagrima frente a ellos, su orgullo a pesar de haber sido pisoteado se mantenía inquebrantable

 

-¿Crees que he hecho mal?- Pregunto el pelinegro con la mirada baja

 

-No, no lo has hecho… era mejor aclarar las cosas de una sola vez. Comprendo cómo se ha de sentir Hina, a mí también me habría dolido si no me hubieses escogido a mí. La única diferencia es que no suelo desquitarme a los golpes-

 

-Después de todo eres un novelista; tu manera es escribir versos de desamor ¿Verdad?-

 

-Lo es. Pero en este momento soy el escritor más feliz de todos. Que solo desea escribir cientos de versos de amor hacia mi amado amor- Respondió abrazándolo

 

-Supongo que Hina-san no vendrá por estos rumbos después de un largo tiempo- Interrumpió la peli rosa haciendo recalcar las palabras “largo tiempo”

 

-Como te encanta argumentar ¿eh?- Dijo Mihawlk a la peli rosa envolviéndola en sus brazos

 

-No es que me encante alegar, es solo que quiero lo mejor para ti—Respondió la joven

 

-Me gustaría hablar con Hina para arreglar las cosas. No es mi deseo tener su odio toda la vida- Dijo el pelinegro

 

-Solo no cometas una imprudencia- Dijo Akagami abrazando a aquellos dos. Parecían mas una familia muy unida a pesar del corto periodo de tiempo juntos.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Oki llegamos al final xD

Hando: Estoy segura que les sorprenderá el porqué no drama intenso… simple. Concejo, si no deseas que tu asistente mate a medio mundo ponle su música favorita y postre favorito ;) en mi caso… flan xD

Asistente: Lo siento pero así funciono yo, cuando me dan comida no pienso en otra cosa que en lo que estoy comiendo… apenas me di cuenta, me vendí ;w; ... todo sea por el flan xP

Hando: xD

Asistente: Pero eso si, el próximo cap agárrense, porque pondré sus emociones al límite (ríe maliciosamente)

Hando: aran que te odien ewe

Asistente: Odiar es que matate a alguien uwu

Hando: Y eso es precisamente lo que harás e.e

Asistente: Depende quien. Tu solo déjamelo a mí, confía en mí ;D

Hando: No se si preocuparme o.ou

Asistente: Nop nwn

Hando: Bueno, estar toda la noche dio sus frutos

Asistente: Si, la verdad que hasta ya se me hacia misión imposible acabar

Hando: Si :v . Llegue a un punto de pensar que el destino me decía “No, no escribas”. En primera, mi compu se ha vuelto loca, se reinicia de la nada y Word no guardo el avance ;w; . Y para rematar la energía eléctrica se va a cada rato a causa de las constantes tormentas que atraviesan por donde vivo ;w;

Asistente: Oh si, pero somos tan rebeldes que nos valió y seguimos xD

Hando: a cachitos pero al final todo bien :3

 

Muy bien mis amores espero poder estar por aquí más seguido, muchas gracias por su apoyo, nosotras amarlos <3 .

Cuestions Time!!

Que creen que suceda mas adelante? Hina se quedara de brazos cruzados? Qué motivos tiene Vergo para hacer todo aquello? Sera bueno que Luffy haya recordado algo importante? Que es aquello tan malo que dice Sasha? Que sucederá con Kasaai?? Esto y más en el próximo capítulo ;D

Nos leemos en el próximo Capitulo!!! n_n/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).