Cuando eran pequeños, Hikaru prefería estar con su hermano antes de estar con alguien más…si lo invitaban a quedarse en la casa de un amigo él decía que no…su hermano tenía que estar ahí o sino no pegaría un solo ojo en toda la noche.
-¡Kaoru! – Hikaru se había despertado de un sueño tan ridículo. A él no le gustaba su hermano y a Kaoru tampoco le gustaba él…se estaba volviendo loco de alguna extraña forma.
-¿Por qué gritas? Me has despertado. – Un despeinado y agitado Kaoru había entrado por la puerta frotándose un ojo con su puño.
-No pasa nada, vete a dormir…
-Bien. Deja de gritar, eres molesto. – Hikaru puso los ojos en blanco y se dejó caer en la almohada.
No sabía qué estaba pasando pero de algo estaba seguro…la hora de irse a la cama era mejor si Kaoru no estaba. Era más caliente…tenía más espacio y no tenía que preocuparse de haberlo tirado de la cama en toda la noche, pero no podía dormir, y si dormía soñaba con él. De cualquier forma iba a terminar acostumbrando.
Al amanecer el teléfono de Hikaru estaba sonando…alguien no paraba de llamar. Después de varios intentos sonó la contestadora por milésima vez, y por fin decidieron dejar un mensaje.
-¡Hikaru! ¡Contesta de una maldita vez, Haruhi está mal! Simplemente contesta… ¡Sé que estás escuchando esto!
Hikaru alcanzó el teléfono tan rápido como pudo y contesto.
-¡Dios! Haberlo dicho antes, Tamaki. ¿Dónde están?...Bien, sí, sí, voy para allá. No Kaoru se queda. Porque no, porque quiere quedarse. ¡Deja de preguntar estupideces! Que sí, he dicho, ya voy. – Dijo Hikaru mientras se ponía los pantalones con una sola mano. Se pasó el teléfono a la otra y se puso una camisa.
Tal vez estaba simplemente con pereza existencial, pero si se trataba de Haruhi simplemente no podía esperar, era a la mujer que amaba, a la primera que amaba porque anteriormente todo se trataba de jugar al estúpido juego ese con Kaoru.
Al llegar a la sala decidió dejar una nota a las sirvientas para que no se preocuparan por él, o lo hacía porque sabía que Kaoru lo iba a leer y en ese preciso instante en que lo leyera se molestaría tanto que arrugaría el papel, de seguro. No es que Kaoru fuese malo, sino que muy dentro de sí guardaba demasiadas cosas que para cualquiera serían una estupidez total, o una desgracia…de cualquier forma Kaoru tenía un corazón demasiado elástico, soportaba los berrinches de su hermano en silencio y sufría en silencio también…maldita vida, maldito Hikaru.
El mayor salió con prisa de la casa mientras que su doble estaba apenas despertándose de un sueño profundo…también le parecía que la cama estaba mejor sin Hikaru…no tenía que soportar sus pesadillas y que invadiera toda la jodida cama…pero él si podía dormir sin Hikaru, él no dependía del mayor…porque se estaba acostumbrando a que Haruhi fuese el foco. Salió de la habitación esperando a que Hikaru estuviese todavía dormido, quería acurrucarse junto a él…no le interesaba si la noche anterior hubiese dormido mejor que nunca…faltaba Hikaru, y lo quería en ese instante, por lo menos que supiese lo que sentía por él. Se volvió a frotar el ojo y se sorprendió al ver la puerta abierta, entró al cuarto pero sólo había una cama desordenada, almohadas en el piso y el pijama del mayor.
-¿Hikaru desayunando temprano…? Esto de verdad, está volviéndose un desastre.
Al bajar tampoco vio a Hikaru. Kaoru se empezó a frotar la sien con sus dedos y miró hacia la mesa de la sala… ¡aha! Una nota que él sin saberlo iba a arruinarle la mañana por completo.
<<He salido rápido porque Haruhi está mal, de verdad me importa mucho y necesito saber cómo está. No se preocupen por mí.
Hikaru>>
Kaoru estaba estresado por no decir furioso. Arrugo el papel y lo lanzó al piso.
-A dar por culo, no me importa ni tu Haruhi, ni tú. No me vas a arruinar mi jodido día. – Susurró para sí mismo mientras caminaba hacia la cocina, quería algo para comer…un helado no estaría tan mal después del desayuno. Las sirvientas prepararon huevos, pancakes, pan con mantequilla, fruta y jugo de mandarina.
Probablemente el día de Kaoru estaba hecho pedazos pero no quería mostrar ese sentimiento de rencor que tenía, iba a salir o hacer algo que lo distrajera mientras que sabía que su hermano estaba con la chica que él no odiaba pero sí que le molestaba. Y de nuevo, él pobre Kaoru no era culpable de nada, simplemente quería algo que nunca tendría en años y que Haruhi podría tener menos de 1 minuto.
A pesar de molestarle, y todo…él sabía que Haruhi estaba de su lado…había rechazado a Hikaru así que batallar con ella no era un problema…batallar con Hikaru sí lo iba a ser.