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Tras mi verdadero amor por Shuneii

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Notas del capitulo:

Bueno, lamento actualizar hasta el día de hoy pero... Tuve ciertos problemas. Pero les traigo un capitulo muy bueno en honor a Aioria que como ya saben, acaba de pasar su cumpleaños así que ¡felicidades a nuestro leoncito! Sabremos un poco más sobre nuestro querido personaje así como sus sentimientos hacia cierta persona.


Disfruten c:

POV AIORIA

 

- Les juraría que un fantasma tocó mi trasero. - Digo en un intento de convencer a mis amigos. Sentí como un golpe, una nalgada, en mi pobre trasero de sexy adolescente. Hasta los fantasmas me creen guapo.

 

Bájale a tu paranoia. Fui yo quien lo hizo. - Camus confiesa su fechoría. << ¡¿Fué Camus?!  A Camus le gusta Milo, ¿no? ¿Por qué me tocaría el trasero? >> -  Accidentalmente mi zapato cayó sobre tu trasero. 

 

     No me había percatado de la mirada de Milo hacia Camus con su confesión, una mirada directo a sus ojos alzando ambas cejas, en un gesto que a mi parecer diría "Que conveniente".

 

- ¿Qué les parece si seguimos? - Con eso, Camus logra librarse. O al menos eso cree.

 

     Camus toma el álbum de recuerdos de Milo con su mano derecha, yo le ilumino con la linterna que he sostenido desde hace ya un tiempo. 

 

    La página que separa el primer año de aventuras con nuestro segundo año juntos es:. "Segundo año a su lado", igualmente escrito en excelente caligrafía cursiva. Justo cuando piensas que Milo no puede ser más cursi llega con su albúm de recuerdos <<Diario gráfico>>  y este título. Es más que obvio se refiere a Camus, le doy un leve golpe con mi hombro y le muestro una sonrisa picarona. Parece que su fugaz enojo contra Camus ya se encontraba a mil millones de años luz pues solo me mira de reojo mientras sus mejillas se tiñen de rojo. 

 

     El dibujo de la portada es interesante. Bocetos de nosotros con un garabato en forma de corazón sobre ellos. Es muy extraño que un chico dibuje esa clase de cosas pero decido no ponerle importancia puesto que Milo suele hacer muchas cosas sin que te las esperes. En su mayoría cosas cursis. Así es él.

 

     Iniciamos nuevamente un viaje por el tiempo, ésta vez nuestro destino es nuestro segundo año de secundaria. Para ese tiempo, ya habíamos estrechado más los lazos con Camus. Ya existía una confianza mucho más grande y, me atrevería a decir que, rompimos el hielo de su corazón.

 

     La primer foto era la que tomó la tía de Camus, Sindy, el primer día de clases. Tras dos semanas de no vernos luego de la celebración de año nuevo. Estaba muy feliz por volver a verlos. Fue justo en la fuente donde los ví por primera vez juntos << Casi juntos, mejor dicho>> hacía ya un año. Luego de haber tomado la fotografía una paloma se posó en mi cabeza. Creí que era un murciélago por lo que empecé a lanzar patadas como si eso tuviese algo que ver con alejar al "murciélago" de mi cabeza. Caí a la fuente por la falta de equilibrio. Afortunadamente no fui el único. Milo y Camus también cayeron.

 

     Faltamos a la primera clase pero valió la pena. La directora accedió a dejarnos utilizar las duchas del gimnasio del instituto ya que solo podían ser utilizadas en horas de curso de educación física o por los clubs deportivos, siempre con la supervisión de un maestro. También nos prestó toallas y consiguió uniformes prestados de uno de los clubs. Por suerte era primer día de clases y los uniformes estaban nuevos y limpios.

 

     Recuerdo las caras de sorpresa de mis dos buenos amigos al momento de tener que desvestirse para entrar a las duchas mientras yo, como todo buen chico, me desvisto sin pudor alguno. Ya sin nada, entré a la ducha con una gran sonrisa. Mi plan era dejar a esos dos solos.

 

     Tengo que decir que, aunque Camus y Milo no dijeran nada, desde hace tiempo yo ya sabía de que gustaban uno del otro. A través de la cortina podía observar a los chicos en problemas, ninguno sabía qué hacer. Milo miraba, en un intento fallido de disimulación, a Camus mientras este lo miraba de reojo tratando de ocultar sus nervios. El pelirrojo llegó a tal nivel de nerviosismo, que tuvo que darse la vuelta para desvestirse. Imagino que tenía las manos hechas mantequilla al desabrochar los botones de su camisa. Él  su estilo de vestir tan maduro. Juraría que hasta temblara, y sin darse cuenta dejó caer su camisa por su espalda al suelo. Volteó para recogerla pero para su sorpresa Milo ya se le había adelantado. Ambos ocultaban sus miradas tras sus flequillos. Milo sostenía la camisa, esperando que Camus la tomara. El segundo, debtía mentalmente el tomarla o no. La distancia entre ellos era tan corta, las mejillas de ambos estaban rosas. Quizá creyeron que era causado por el vapor y el calor que hay siempre en las duchas pero, yo sabía que no era así. Era el típico sonrojo al tener frente a ti a esa persona especial. << Qué escena tan tierna, ojalá no ocurra nada para arruinarla.>>

 

     En un acto inconsciente, Camus trata de retirar el cabello de Milo de su frente, para verle a los ojos. Sin embargo, los malos cálculos o tal vez los nervios de mi amigo, hicieron que terminara apuntándole al ojo. Camus no paraba de disculparse y tomando a Milo por ambos costados de su rostro, se acercó más. Para inspeccionar que su ojo estuviese bien, claro.

 

     Aprovechando el momento, coloqué la toalla en mi cintura, saliendo de la regadera empujando a Camus "accidentalmente" en el proceso. Éste terminó tendido en el suelo sobre el pobre de Milo. Las manos que antes estaban en el rostro del rubio ahora se encontraban sosteniendo su peso sobre Milo. Ninguno podía salir del shock. ¡Qué hubiera dado por tener una cámara en ese momento! Milo en el suelo tomando de la cintura a Camus que ya no sabía donde meter la cara y su camisa tirada por un lado. Mi plan era que se terminaran besando. No fue así. Luego de unos segundos, ambos se pusieron de pie sin decir palabra, terminaron de desvestirse viendo a direcciones totalmente opuestas y entraron a sus respectivas duchas. Con eso, la magia acabó.

 

  No pude evitar murmurarle a Milo un: "Casi... Beso". Sé que eso lo molesta puesto que a él le hubiera fascinado poder besar a Camus aunque fuera por accidente pero no es el momento de hablar de ello. Me dió un leve golpe con el codo para que Camus no escuchara nada.  

 

     Recuerdo que tuvimos que andar el resto del día con unos trajes de karate, cortesía de la selección de artes marciales del instituto. Cabe repetir que gracias a los ángeles era el primer día.

 

 

 

     La fotografía del carnaval de ese año es una de mis favoritas. Pasamos un mes entero planeando nuestros disfraces, al final quedaron maravillosos.

 

     Los tres vestíamos unas armaduras hechas con goma eva, acrílicos y cuerina. Quedaron bien para unos novatos. Nuestro tema: "Los Caballeros Protectores de Athena". Fue idea de Milo. Pensé que sería más interesante si nuestros vestuarios se basaban en nuestras signos zodiacales por lo que yo era el "Caballero de Leo", Camus el "Caballero de Acuario" y Milo el "Caballero de Escorpio".

 

      Mi "armadura" tenía un casco en forma de tiara con una esmeralda justo en el centro. Muñequeras y un par de hombreras ondeantes complementaban en remembranza a un rayo. Todo en color dorado. La de Milo era muy similar. Su casco era un tanto más pequeño y por la parte de atrás, caía sobre su cabello rubio, una especie de cola de escorpión; hecha con anillos de latas, esos que según las reglas de un juego se cambian por besos. Pensé que sería difícil conseguirlas pero Camus tenía una colección de aproximadamente cien de ellas. Dijo que era en plan de reciclaje, yo estoy seguro que eran para cambiárselas a Milo. También tenía hombreras pero en vez de ondas, éstas tenían púas en los extremos haciendo referencia a aguja de un escorpión. Para completar, Milo dijo que su ataque especial se trataba en hacer crecer su uña para dañar a su oponente con el filo y veneno como el insecto que representa su constelación, con el cual poco a poco acababa con la fuerza de sus oponentes así que con esmalte escarlata, que su mamá tenía en casa, pintó una de sus uñas Recuerdo que las chicas de la clase lo molestaron con eso durante mucho, mucho tiempo aunque a él poco le importó. El disfraz de Camus no se quedaba atrás. En vez de casco o tiara, una corona evocando al rey de los hielos. Milo y yo le asignamos ese poder debido a su actitud. Tengo que admitir que le quedó genial. Hombreras y muñequeras ondeantes como el agua. Todo tenía un tono muy elegante. 

 

 - Yo aún conservo mi disfraz. - Admito ante mis amigos ya que es un recuerdo que,ni porque el mismo Zeus me lo pidiera, olvidaría.

 

Yo también. - Dice Milo con una gran sonrisa.

 

     Ambos miramos a Camus, quien esta en un gran silencio viendo hacia otro lado simulando que no nos ha prestado atención. Voltea disimulando sorpresa ante nuestras atentas miradas.

 

- Tía Sindy lo guardó... Creo. - ¡Vamos! Todos acá sabemos que Camus lo tiene en su habitación en una mini-vitrina que él mismo hizo siguiendo uno de esos tutoriales en internet, junto a una de las copias de la foto de nosotros tres ese día en la fuente.

 

 

 

     Nos saltamos algunas cuantas fotos y al fin llegamos a una que llamó la atención de todos. Era el último día de clases del curso 2-A. Mi hermano, Aioros, tomó la fotografía tras la reconciliación de los tórtolos. Fue luego de la despedida de curso, en "Hobby" , el café cerca del instituto. 

 

     Creo que habían peleado por un malentendido que ocurrió porque Milo necesitaba ayuda para entender sus sentimientos. Su error fue preguntarle a la persona equivocada, Natalie. Esa chica que no se nos despegaba en primer curso. Ella le dijo que "esa persona" le gustaba y la mejor forma de hacérselo saber era por medio de una carta pues, si sus sentimientos no eran mutuos al menos no lo rechazaría directamente.  

 

     Así pues, Milo elaboró una tarjeta en la cual expresaba los sentimientos que creía tener por Camus en la cual un poema cursi concluía con una pregunta "¿soy correspondido? -Milo". Sin embargo, el segundo error del rubio fue no colocar el nombre del destinatario y entregar la tarjeta a la persona equivocada. Ese año había una chica de intercambio en el curso, se llamaba Shaina y justo ese día llevó una bolsa muy parecida a la que Camus siempre llevaba. Color gris, lisa, una sola asa. Esas que se llevan de lado. Lo único que las diferenciaba era que la del pelirrojo tenía un botón que decía "I love books ". No entiendo como Milo pasó eso por desapercibido. 

 

     Shaina, al parecer, tenía sentimientos hacia Milo y al decir "parecer" quiero decir definitivamente se sentía atraída por Milo. Obviando detalles como "cabello carmín" en el poema pensó que sí iba dirigida a ella. Al receso llegó con nosotros a confesársele a Milo y eso a Camus no le pareció agradable. Estábamos en nuestro jardín, nuestra guarida secreta bajo los sales gemelos. Milo trató de explicar lo ocurrido y le dijo a Shaina que esa carta no era para ella, lo sentía mucho. La chica salió corriendo entre llantos y tal parece que desechó esa tarjeta en el bote de basura del salón. Natalie, quien pasaba por ahí, la tomó dando inicio al segundo malentendido. Resulta que Natalie es una chica con pecas y su cabello es castaño rojizo. También es una chica a quien le encanta presumir sus logros y tras pensar que la tarjeta de Milo era dirigida a ella, lo presumió con todos los de el curso. Finalizado el receso, cuando nosotros tres regresamos al salón, nos enteramos de todo y pues; como era de esperarse, antes de que el maestro llegara Milo dijo ante todos los presentes que lo que Natalie no era cierto, había sido una broma para que ella lo dejara en paz. Cabe decir que tanto Natalie como Shaina no estuvieron en nuestro curso este año, Natalie cambió de instituto y Shaina volvió a su país natal. 

 

     Tras el incidente Milo se la pasó rogándole a Camus que lo perdonara. Camus, por su parte, pensó que había descubierto una parte de Milo donde era mujeriego y a su vez jugaba con los sentimientos de las chicas. << Muy mal Milo, muy mal. >> Al final, ambos pudieron hablar y tal parece que Camus dijo algo que le hizo pensar a Milo que sus sentimientos hacia él estaban equivocados, solo era amistad. << Esos dos son los reyes de la ignorancia amorosa. >>

 

 

 

     Bueno, esas vacaciones no pudimos estar juntos puesto que cada quien tuvo que viajar con sus familias. Camus y su tía fueron a Francia a visitar algunos conocidos, Milo y sus padres fueron a visitar a sus abuelos. Mientras mi familia y yo tomamos un viaje a la India, un viaje de negocios de papá que fue muy bien aprovechado por Aioros y por mi. Conocimos muchos lugares geniales y muchas personas sin igual. Conocí un chico muy guapo, con unos ojos que ni siquiera sé como describir, tan hermosos. Lástima que solo pude verlos una vez. De hacerlo hubiera asegurado que se abría enamorado por completo de mi. Ese día que charlamos y me mostró el azul cielo de sus ojos y la gentileza de su mirada, se sonrojó al verme. Dijo algo que recuerdo muy bien pues su voz y palabras quedaron grabadas en mi memoria, escritas en mi corazón permanentemente: "Eres tal y como imaginé. Tu físico exterioriza la belleza de tu alma". 

 

     Al regresar del viaje, casi lloré. Al despedirme de aquel chico casi le confieso que, a pesar de tan poco, le quería pero solo llegué a darle un beso en la mejilla con lo cual se sonrojó por segunda vez. Aioros aun me molesta con eso. Digo que soy solteramente feliz porque no me interesa dejar de ser soltero si no es con él. Aunque volver a verle es casi imposible. También confieso que la letra "A" no me gusta simplemente por se la primera de mi nombre o la primera del abecedario, me gusta por ser la última letra del nombre de la persona que ocupa mi mente desde que la conocí.

 

 

 

     Y así concluímos la travesía de las memorias de nuestros primeros dos años juntos. Años geniales e incomparables. Este año no ha sido la excepción. A pesar de que a penas vamos por la mitad de 365 días, Milo se ha dedicado a llenar su álbum de fotografías del tiempo transcurrido.

 

     Antes de poder ver la página que daba la bienvenida a los recuerdos de nuestro tercer año de secundaria Milo saltó entre páginas con nerviosismo soltando el agarre de "mi mano". Ahora miramos la fotografía de carnaval. Camus y yo le miramos sorprendidos. << ¿Qué nos quieres ocultar, bicho? >>  Le sonrío de lado alzando la ceja, gesto que lo pone nervioso. Nuevamente acomoda el álbum el cual es sostenido por él con su mano izquierda y por Camus con su mano derecha. Sigo iluminando las páginas con la lámpara en mi mano derecha, recostando mi cabeza en mi mano libre, sintiendo un par de brazos pasar por el espacio que se hace entre mi pecho y mis brazos. Tal parecese que Milo volvió al agarre de Camus pensando que sostiene mi mano. Y Camus corresponde a Milo, pensando que soy yo quien le sostiene. 

 

     El carnaval de este año no fue algo extraordinario. Nos disfrazamos aunque no lo pareciese. La idea fue de Camus. Aunque yo no entendí muy bien, parece que era un disfraz de nosotros mismos en una dimensión paralela. Yo vestía como una persona decentemente normal. Un poco más serio, con un traje típico de Grecia. Al parecer en ese "universo paralelo" era frío y serio ¡Qué loco! Milo hacía honor a su nombre impuesto por Camus durante los primeros meses del primer curso. Su chaqueta de cuero negro, pantalones ajustados del mismo tono y una camiseta roja. Milo si tenía algo en el cabello. Una peluca de rizos azules. Eso me hace pensar que así es como Camus ve a Milo en sus fantasías. Y Milo a Camus en las suyas con cabello agua marina, muy sensual y provocativo. Milo dijo que si era un universo alterno no había necesidad de que él fuese tan serio por lo que lo obligó a desabrocharse, más bien él mismo le desabrochó, algunos botones de su camisa. La directora les llamó la atención por hacerlo en público, también dijo que eso se hacía en un motel. Nuestra directora es joven y le gusta bromear con sus estudiantes.

 

Milo, ¿al final fuiste a comerte a Camus a un motel o no? - No pude evitarlo así que la pregunta salió sin mi consentimiento de mi boca. 

 

¡Aioria! - Su reclamo me provoca risa. Camus no sabe que hacer, pasó de su usual gesto de seriedad a uno de total conmoción.- ¡¿Cómo preguntas algo así?! Aparte, Camus es mi amigo, no lo quiero para "eso". - << Felicidades Milo tu comentario mató a tu cubito de hielo. >> Camus baja la mirada incluso apostaría que trata de no llorar.

 

Bueno, si Camus solo te interesa como amigo, explícame ¿por qué sostienes su mano desde hace ya rato? Esas son cosas de novios. 

 

     No puedo creer que no se hayan dado cuenta antes. Dirijo la luz de la linterna al espacio bajo mi pecho. Ambos miran atónitos ese lugar. Justo allí sus manos juntas, ambos creyendo que a quien agarraban era a mi. << ¡Par de ingenuos, han caído! >> Ya es hora que se den cuenta que se gustan y si no lo hacen voluntariamente. No los obligaré, pero los ayudaré. A mi manera, claro

 

Quiero ir al baño ¿me acompañan? A este gatito le da miedo la oscuridad. - Hago un puchero y me pongo de pie. Los tórtolos seguían tomados de la mano pero muy rápidamente sueltan el agarre y se incorporan detrás de mí. 

 

     Con la única linternas que tenemos para pasar la noche subimos las escaleras para ir al baño del segundo nivel debido a que en el baño de visitas están haciendo una remodelación y está fuera de servicio. 

 

- No entiendo por qué traes una escoba. - Camus no tiene ni idea de lo que planeo. 

 

     Enfilamos hacia arriba por las escaleras, luego de mi parada en la cocina en busca de la escoba que vi cuando charlaba con Milo. Voy primero, Milo segundo y Camus al final.

 

Porque pueden haber ladrones escondidos allá arriba.

 

¿Y con una escoba te vas a defender?

 

Me lo agradecerás. - Hablo en serio, él me lo va a agradecer.

 

Un momento. - Milo deja de avanzar a medio camino. - No seguimos si no me dices la letra favorita de Camus. - << ¿En serio?¿Tenía que ser justo ahora? >> No es el mejor momento para una amenaza Milo. En serio quiero ir al baño.

 

Bueno, bueno es la "M" ¿podemos continuar? Mis necesidades no esperan. - Milo accede sin pensar profundamente el por qué a mi respuesta pero, ahora es Camus quien se queda parado, viendo de nuevo a la nada.

 

¿Camus, vienes o te vas a quedar parado allí con cara de idiota viendo hacia la oscuridad? - Camus está molesto porque le confese a Milo pero era una emergencia << ¡¿Que quería que hiciera?!  >>

 

¡Rayos! - Un inesperado rayo seguido del trueno hace que Camus corra directo a los brazos de Milo. 

 

¡Ya esta bien! ¡Esto es una emergencia y ustedes dos no avanzan! ¡Si ocurre un accidente, yo no voy a limpiar nada!

 

¿Para qué olvidas traer tu arenero, gata? - Al parecer ya se le pasó el susto al acuariano.

 

     Pasado el enojo de Camus, subimos los escalones faltantes y llegamos al pasillo. A la derecha el cuarto de Milo y al fondo el baño. Caminamos un poco más y como si el destino estuviera apoyando mi maquinado plan, ambos reposan su peso en la puerta de la habitación de Milo. Mi plan se llevará a cabo.

 

     1... 2.... 3... Sin que lo vieran venir abro la puerta para que los dos caigan dentro de la habitación de Milo. La casa de Milo tenía un toque colonial, su perilla no era la excepción. Así que aprovechando el mango de la cerradura, coloco el palo de la escoba para que no puedan salir. 

 

¡Aioria abre la puerta! - Milo es el primero en hablar.

 

No quiero.

 

¡Abre!

 

Que no. ¿Acaso no entiendes que no es no?

 

Camus ya está llorando, abre.

 

Pobre de él. Consuelalo. Es tu oportunidad.

 

Era una mentira. Pero igual, abre. - Su tono dice que está irritado.

 

- Ya estuvo bueno. Es hora de que cumpla mis necesidades. Pero primero, Milo tú le gustas a Camus y Camus tú le gustas a Milo. Charlen, vengo por ustedes en un rato.

 

     Y luego de librarme de los secretos de mis dos amigos, entro al baño corriendo. Y suspiro, se siente tan bien decir la verdad.

 

     Juro que si esos dos llegan a casarse, si o si, sus hijos deberán de llamarme tío ya que gracias a mí estarán juntos. << ¿Tío? Suena lindo. >> Con ellos dos juntos, ya solo me falta mi amado hindú para ser feliz. No es muy buena idea dejar a un león solo con una habitación para él, a oscuras, pensando en su amado. 

 

     Otro rayo cae, ¿ahora qué pasará?

Notas finales:

Comentarios, sugerencias... 

Al fin vimos el resultado de ese jueguito de manos de nuestro leoncito ewe es un picarón. 

Hasta la próxima! C:


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