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Other life por Maclean

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Notas del capitulo:

Hola!

Muchas gracias por leer y mas por comentar. No me creeo que esto le guste a la gente >3< Siempre fue mi sueño escribir algo de esto, pero no sabía si a la gente le gustaria 

En fin, ganó capitulos largos aunque tardará. Esta un poco más largo pero no tanto como quise :(

Aquí va el cap, se integra un personaje que ya conozcan, porque el tiene que estar cerca de Seya

Cap 3

-Yuzu-

Yo soy Yuzu y tengo 17 años de edad, todos los días hábiles espero a mi vecino Ichi-san cuando llega del trabajo durante la noche.  Cuando va a llegar la hora me siento junto a la ventana y le saludo cuando pasa. ¡Es tan atractivo! Sus cabellos son castaños, sus ojos son hermosos, sus hombros anchos con brazos fuertes. ¡También es muy alto!

Yo nunca seré como él, mi cuerpo es muy delgado y no crezco tanto como debería. Soy el más bajito de mi clase  y bastante débil.  En parte también tengo la culpa de eso, pues como paso mucho tiempo solo en mi casa, mi alimentación no siempre es la más correcta…excepto cuando Ichi-san me hace de cenar.

Tal vez Ichi-san no es el mejor cocinero, pero como es un adulto sabe muy bien que comer y no es como yo que se conforma con cualquier cosa.  O quizá es solo que la comida sabe más agradable cuando estoy en su compañía: Mientras comemos, él habla de muchos temas que no siempre entiendo, por lo que tengo que a veces tengo que preguntarle varias veces  de lo que está hablando–aunque me muera de la vergüenza-   A veces también me suele ayudar cuando tengo una tarea de la escuela que no puedo terminar

A pesar de todo lo que he contado de Ichi-san, hay un detalle…en el fondo es un hombre muy solitario, suele quedarse en su pequeño jardín trasero viendo las flores por la noche.  Una vez que baje a la cocina (que tiene la ventana a su patio)  y me di cuenta que estaba ahí parado contemplando las flores en silencio.  Si no hubiera salido porque mi madre seguía despierta en la sala de estar, hubiera corrido con él para hacerle compañía. Pero desde entonces todas  las noches me escabullo para verlo desde mi ventana.

Supongo que para este momento ya te diste cuenta que estoy enamorado de Ichi-san, lo cual no sé si es una experiencia buena o mala.  Tengo momentos maravillosos con él, como cuando estamos a solas y se preocupa por mí.  Pero hay malos momentos como cuando me trata como un niño o peor aún, cuando veo hombres o mujeres salir de su casa por la mañana.  He tratado de insinuarle a Ichi-san como me siento, lo cual no me da ningún resultado.

-La gente empieza a hablar de que te quedes a cenar aquí – Me dijo una noche mientras lavábamos los platos juntos-

-No me importa.  –Respondí, quería sonar maduro y que Ichi-san me viera como su igual.

-Sabes a lo que me refiero  - Añadió y no se veía muy contento. Cuando se enojaba me llegaba a dar verdadero terror pues no era una persona que lo hiciera muy a menudo

-No me importaría si usted  y yo…-  

-Ve a tu casa ya es tarde – Respondió sin siquiera mirarme.

Aquella noche me sentí tan deprimido  que creo que casi lloré de coraje. No dejaba de pensar ¿Por qué Ichi-san no me quería? Había visto salir hombres de su casa…así que eso significaba que no tenía nada en contra del amor entre hombres. Tampoco se veía del tipo intolerante…¡Y era muy relajado  conmigo! Me dejaba  ir a estar con él el fin de semana, tenía su número de celular y su email.  ¡Había hasta usado su ducha!  En fin…sí debía haber una razón debía ser mi edad.

Y desde entonces trate de hacer todo para aparentar ser mayor, y no me refiero a fumar. Mi idea más brillante y obvia fue hablar de sexo con Ichi-san  justo hace unas semanas

-Tu madre dijo que te ayudará con tu tarea – Dijo él mientras estaba sentado tranquilamente en su sofá- Y bueno ya lo hemos hecho, no sé qué piensa de ti, eres un joven muy inteligente…- Ese tipo de cosas eran las que me hacían caer más y más enamorado de él, pero al mismo tiempo me herían-  ¿Quieres ver una película o algo?

-¡Tengo una película que quiero ver! – Saqué de mi mochila un dvd.

No olvidaré que jamás la cara que hizo Ichi-san, nunca lo había visto tan sorprendido, quizá se ruborizo un poco pero no estoy seguro de ello. Lo que recuerdo fue que me gritó:

-¿Qué te pasa ahora? – Preguntó sin esperar respuesta-   No comprendo tu manera de pensar Yuzu…

-¡Soy un adulto! Es normal que quiera ver estas cosas

Lo que traía en mis manos era una película que me habían tardado en conseguir, pero que después de algunos favores, la tenía en mis manos.  Era una película porno, pero no una cualquiera, sino una gay…con tríos y todo eso. En la portada aparecían varios hombres desnudos, por lo que con solo sacarla Ichi-san supo de qué era.

Después de mi respuesta,  él no dijo nada…lo que hizo fue poner su mano en mi cabeza y despeinar un poco mi pelo, como si de un niño se tratará.  ¡Era tan cruel que me viera como un hermanito cuando yo lo deseaba como un amante!  “Diez años no es mucho, he visto parejas llevarse mucho más” me dije

-Tal vez necesitas ir a estudiar un poco…-Suspiró, un poco molesto.

Y desde entonces repetí la acción varias veces, pero el resultado era el mismo, cuando quería hablar de sexo Ichi-san me seguía tratando como un niño una y otra vez, pero si no lograba tener una experiencia de adultos con él ¿Cómo quería que creciera y tuviera madurez?  

**

Después de un tiempo Ichi-san me dijo que cambiaria de trabajo y que algunas cosas también cambiarían, como que ya no tendría tanto tiempo libre, al principio me negué a aceptarlo, pero cuando llegó la hora acostumbrada en que regresaba a casa y no había señales de él, tuve que aceptar que todo cambiaría quisiera yo o no.  ¿Y si él encontraba a alguien y si enamoraba?

Me vi tentado a llamarle pero descarte la opción,   porque aunque tengo su número, pocas veces le he llamado y casi siempre para emergencias. (Como cuando olvide algo en su casa o algo así ) Así que pasé el resto de la noche comiendo ramen, con el  celular en la mano y la vista en la ventana.

Después de lo que vi, hubiera sido mejor que me haberme ido a dormir cuando supe que llegaría tarde.

Ichi-san, iba acompañado de un hombre, ¡Y era bastante apuesto! Piel blanca y mejillas sonrojadas, cabello castaño oscuro y un cuerpo, aunque delicado, era de todo un adulto. Parecían de buen humor  y hablaban animadamente mientras sostenían papeles de trabajo.  Salí de mi casa y me escondía tras un árbol en lo que hablaban en la puerta.  Mi vecino era tana atractivo, que ya había conseguido una cita en su primer día, debí haberlo adivinado.

-No puedo encontrar mis llaves – Dijo Ichi-san mientras revolvía sus bolsillos. – Supongo que estoy algo estresado, no supe que tendría tanto trabajo

-Takano-san siempre es así…Es un adicto al trabajo y a exigirnos

-Si ya veo…-soltó una risa alegre. Después de revolver un poco más, encontró su llave.- ¡Oh mira aquí esta!

-Muy bien…supongo que es mejor que me vaya – dijo el hombre que lo acompañaba-

-Oh, no hay problema Onodera, quisiera hablar contigo en privado

-Lo siento Seya-san tendrá que ser otro día yo…

-No es nada personal  -añadió mientras abría la puerta- Solo soy nuevo en el trabajo y quisiera llevarnos bien.

-En ese caso, mañana hay que ponernos de acuerdo – Respondió el tal “Onodera” mientras se iba alejando. –

-Gracias por ayudarme hoy. – Agregó. Se refería los papeles que llevaba en sus brazos

-¡Oh! No es nada , hasta mañana

-Hasta mañana

Ichi-san ya tenía una “persona especial” y era su primer día.  Aunque llevaba conociéndolo desde que tengo uso de razón, no tenía idea que fue lo que le hacía actuar así o ¿Sería que se había metido en ese trabajo para estar con él? Supuse  que no tendría que hacer otra cosa más que aceptarlo…él no deseaba tener una relación con un niño como yo. Con el corazón destrozado, acepte una cosa, al menos debería conocer su nombre o donde lo había conocido. 

-¡Hey! – Dijo mirando en mi dirección ¡Me había descubierto! Quise moverme pero mis pies se quedaron congelados. No podía desobedecer sus peticiones-  ¿Qué haces aquí  Yuzu?  -Preguntó.

-Escuche un ruido y quise salir…y…- Miré el hombre, tenía unos ojos muy grandes color verde, era muy guapo como sacado de un manga shoujo-  ¿Tu  sales con Ichi-san?  -   Dije esa pregunta por impulso, estaba muy nervioso y deseaba saberlo de una vez. Actué como odiaba que él me ve: Un niño pequeño

-¡Yuzu! – Gritó Ichi-san

-¡Eh!  ¡No! –Respondió con un sonrojo en la cara.   Obviamente estaba tratando de ocultar la verdad.

Con el corazón roto me aleje lo más rápido que pude del lugar, Ichi-san  corrió detrás de mí. No quería escuchar sus regaños, así que de inmediato cerré la puerta de la casa y corrí a mi habitación.  No quería verlo en un buen tiempo

***

-Ritsu-

No había podido dormir mucho, de nuevo esta vez  los sueños fueron más nítidos, estaba de nuevo ese hombre que se parecía mucho a Takano pero con ojos calmados. Ahora aunque podía ver su rostro e incluso casi sentir su piel, no sabía lo quera me decía, pero sus manos estaban en mis mejillas y las apretaba. Y luego…luego no había nada, el sueño se tornaba oscuro…

Cuando me desperté, no solo sentí las sensaciones habituales…si no que sentí las ganas de volver a dormir . ¡Qué masoquista! Pero era porque ese rostro no lo podía olvidar quería estar con él, porque parecía que sufría por mi culpa.

Antes de vestirme para ir a trabajar, me quede sentado en mi cama pensativo con el rostro bañado en sudor, entonces no se porqué pero pronuncie aquel nombre que parecía haber estado guardado en mi pecho mucho tiempo como si mis labios no fueran capaz de pronunciarlo.

-Kuroda…- susurré como si estuviera por fin liberando una carga.

Ni idea de donde había salido ese nombre, pero le quedaba bien a él.  Algo me dijo que efectivamente debía ser su nombre…ahora quedaba saber porque “Kuroda” se aparecía en mis sueños. ¿El personaje de algún libro? ¿Algún fantasma?  Pero él no era malo, no lo parecía, quien te miraba con esos ojos no podía ser malo. Bueno aunque hay excepciones, como mi jefe Takano-san que solo le gusta molestar aunque hay otras veces que…

-Es mejor ir al trabajo- Me dije sacudiendo mi cabeza y yendo a tomar un baño

Estos últimos días, mi vida no ha sido precisamente tranquila. Si normalmente tengo una gran pila de trabajo usual, las cosas ahora eran más difíciles teniendo a alguien a mi cargo, por una parte me servía para ver cuánto había aprendido (Lo cual era bastante y me sorprendía) pero de todas formas no quitaba que estuviera enojado con Takano-san por ponerme más trabajo que a los demás. ¡Incluso ellos se habían ofrecido!

Seya-san no se veía malo, aunque  su presencia me produjera una sensación extraña. Era alguien en quien podías confiar. Durante la noche tuvimos que quedarnos un poco más para enseñarle algunas técnicas en  la edición del manga y para mi sorpresa no estaba tan perdido, tenía bastantes ideas claras sobre lo que se realizaba, sin embargo al terminar  tuve que acompañarlo a su casa…

Y presencie una situación incomoda, de alguna manera su vecino había creído que yo estaba saliendo con él y se puso celoso o algo así.  Lo que hizo que Seya-san se sintiera mal por él ¡Lo que faltaba! No me pagaban lo suficiente como para verme envuelto en un triangulo amoroso.

-“Mañana te devuelvo los story board que me prestaste” – Me envió en un mensaje sin disculpa por lo acurrido.

Lo único rescatable era que al menos ya sabía los nombres de esas personas que aparecían en mis sueños. “Tsukishima”  y “Kuroda”, ahora solo tenía que ir a la biblioteca a buscar el libro donde aparecían cuando de milagro tuviera un tiempo libre.

Cuando salí de mi casa, me encontré con la persona que menos deseaba encontrarme.

-Onodera – Me dijo mi jefe mientras cerraba la puerta- Estas lleno de ojeras.

-Estoy bien – Respondí enojado. No estaba de humor para sus burlas, así que solo camine en silencio mientras él seguía detrás de mí bebiendo un la lata de café despreocupadamente.

-Puedes pasar a mi casa a dormir cuando quieras…-  hizo una pausa hasta acercarse a mi y hablar en una voz ronca y profunda junto a mi nuca, lo que me provocó un escalofrío.

-Déjeme - Respondí

Tuve la imagen mental de despertarme temprano y no tener que preparar mi desayuno, que Takano me prepararía mis platillos favoritos en la mañana, los cuáles tendrían un sabor delicioso, y quizá podría sentarse a comer conmigo y… Me di pequeños pellizcones en la mano.   Takano-san me tendría tan traumado con sus intentos que ya estaba causándome daños mentales. ¿Yo enamorado y siendo cariñoso con él? ¡Jamás!

-Te sigo viendo algo mal….-

Y entonces se acercó a besarme, fue un beso cortó solo presiono sus labios un poco. Pero luego de separarse me besó de nuevo, esta vez  con esa pasión acostumbrada que siempre tenía para besarme atrapando mis mejillas en sus manos, haciendo que mis labios respondieran, que  cuerpo temblará y mis piernas no se pudieran sostener. Sin embargo  en mi mente no era él quien me besaba, sus labios eran los de otros que parecía llorar con cada vez que me tocaba.  En mi mente era Kuroda, el hombre de que aquellos sueños que me besaba con esa fuerza.  Así que cuando abrí los ojos me lleve una gran sorpresa –y vergüenza-  al ver que no era él.

-V-vamos al trabajo – Logre decir. Mi cara estaba rojísima ahora.

¿Quién eres Kuroda?  ¿Por qué sentí esa necesidad desesperada de besarte?

Notas finales:

Gracias por leer!

Espero que les haya gustado :D Trataré de subir el prox.fin de semana 

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