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Bloody Rose por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

REEDITADO            REEDITADO             REEDITADO.

 

 


 

Un par de tabletas vierte en el agua bebiendo ese líquido rojo después en calma, mientras escuchaba a lo lejos esos apresurados pasos, mismos que se detienen en la lámina de madera tras suyo para ser abierta la puerta de par en par.

Aliviada por ver a Kaname beber ese líquido rojo "sintético", Yuuki se deja caer, recobrando la respiración.

-Creí que te habías ido. –hace un puchero molesto ella para incorporarse. Tratando de mostrar severidad exhibe esa rosa frente al castaño– ¡Devuelve la rosa!

-Estaba buscando tu ropa cuando en el camino me encontré un florero. Pensé que podría eliminar el "mal momento". –con una sonrisa opina Kaname–. Después de ver esos acontecimientos desagradables, se debe contemplar la belleza de la naturaleza.

-Ropa? "Cierto ¿por qué no estaba manchada de sangre...?" –piensa ella, viendo su camisón-

Todos los colores se le suben al rostro por su deducción, obligándola a arrinconarse como una locomotora en la habitación abrazando sus piernas.

-No es la primera vez... –piensa algo obvio el mayor-

Por qué empezaba a creer que internamente Yuuki lo estaba llamando PERVERTIDO.

-No hice nada. –exclama Kaname algo obvio. Ante todo, era un caballero-

Claro que él no haría nada.

En silencio se incorpora ella con un sentimiento de tristeza al recordar esas imágenes ajenas.

-Sabía que algún día te contaría toda la verdad, y que, cuando ese día llegase, me escucharías atentamente. Ya no podría seguir soportándolo por más tiempo. Te he mentido.

Presiona su mano en ese tallo, no importándole rasgarse por las espinas, por eso la deja caer. No la merecía.

-Cuando abrí mis ojos... lo primero que quería ver, era el rostro de oniisama. No importa que tan hermosa haya sido la rosa. –se acerca a detrás de él-

-Todavía piensas en mí como tu hermano? –gira a verla, notando esos ojos castaños puestos en él–. Está bien si piensas que le he arrebatado la vida a tu hermano.

-Incluso ahora después de eso, no comprendo todo, pero seré tu obstáculo. Pretendes poner a Zero en su lugar, porque si es así, no te lo permitiré, Kaname.

Él solo la observa, mostrando después una suave sonrisa.

 

 

 

 

Noche 10 Enemigos.

 

 

 

 

-Me rindo, mi hijo ha sido capturado por la Asociación. –dramáticamente exclama ese rubio padre en pie-

-Por qué no toma asiento, Lord Aidou? Hanabusa estará bien. –sereno opina Kaname sentado en el sillón dándole un sorbo a su té–. Después de todo, él se ha ganado la confianza de todos los miembros de la Asociación.

-Supongo... que en la Asociación no serán tan rudos. –continua en pie, viendo con atención los gestos del castaño-

-Si? –pausa un sorbo, posando sus ojos en el Noble. Nota su mirada inquieta en su persona-

-Los rumores se han difundido. "Si no se hace nada contra el plan de la señorita Sara, cada mujer se convertirá en una de sus flores"

-Así que quiere que lo compruebe? De acuerdo, destruiré la raíz de todos esos rumores. Deje que Hanabusa sea la última de sus preocupaciones, me asegurare de que sea rescatado. –acerca esa taza nuevamente a sus labios, pero que detiene pensativo–. Lord Aidou es, de hecho un buen padre. Pocos no saben apreciar ese privilegio. –reanuda su sorbo con una suave sonrisa irónica-

-... –en silencio se queda observando al castaño, extrañándole un poco esas palabras–. Usualmente le decimos a nuestro hijo que sea útil, pero en este tipo de situaciones un padre es bastante patético. Cuando llegue el momento, Kaname-sama, parecemos tan crueles, y aun así, sin dudarlo sacrificamos algo... aunque sea por el bien de todos.

El castaño fija su castaña mirada entre su flequillo en ese rubio de pie frente a él, dejando finalmente esa taza en la pequeña mesa entre ellos.

-Si se refiere al Consejo, no tengo nada que decir al respecto. Ellos recibieron lo que se merecían.

-No... Me refiero a algo que sucedió mucho antes. Algo que sucedió antes de la desaparición de Shizuka o mucho más si me atrevo a decir. –toma valor el Noble, sosteniéndole la mirada–. Tú... fuiste testigo del crimen más pecaminoso en la historia de los Sangre Pura... La creación de un Linaje Cazador.

 

*               *                *                  *                 *                *

 

Había sido lo mejor no llevar a su hijo a ese lugar.

Eso era como entrar al mismísimo infierno. Miles de voces femeninas pedían con un único propósito, ser liberadas de ese castigo al que fueron obligadas al creer en un ángel con rostro de demonio.

-Déjennos salir de aquí...

-Déjennos salir de aquí... Señorita Sara...

Entre ese corredor con celdas a cada lado avanza, sintiéndose realmente culpable, ya que no podía hacer nada sin que su bebé saliera involucrado. Ya iba a retirarse de ese lugar cuando escucha un llamado de una voz lastimera adjunto a su nombre, quedando incrédulo. Hasta esa rejilla se aproxima.

-Señor presidente!! ¿Pero cómo...?

-Sé lo peligroso que es interponerse con un Sangre Pura, y accidentalmente baje la guardia. –recuerda el empresario, frotando su mano en su cuello–. Eventualmente me convertiré en un vampiro al igual que todos los que se encuentran en este lugar. Me convertiré en una marioneta sin voluntad.

Atónito el rubio solo observaba esas manchas dejadas en el cuello de la camisa del Presidente de la compañía Farmacéutica bajo el mando de su familia.

-Takuma-sama, tiene que detener a Sara Shirabuki. Ella planea usar la información que he recolectado para hacer cosas terribles. El resto de los prisioneros que están aquí nos convertiremos en sus obedientes vampiros. Escuchándola sin defraudarla...

Unos pasos de tacón impiden que continúe el mayor hablando, paralizándose el rubio por reconocer esa presencia. Gira a verla, aterrándose en consecuencia al ver a Sara avanzar lentamente con su hijo en brazos.

-Hideki...

-Despertó y tú no estabas, así que... –muestra una suave sonrisa mientras acariciaba la mejilla de un despierto y sereno infante–. Incluso las promesas de cooperación y confianza entre compañeros, algún día se vendrían abajo.

-Señorita Sara, no le haga nada... por favor. –pide Takuma con miedo a acercarse y que su bebé saliera lastimado-

-No hagas esa cara, Ichijou, mira, vas a asustar a Hideki-kun. –ladea su cabeza mostrándose inocente, teniendo ella razón, ya que, él bebé al ver a su rubio padre comienza a hacer caras próximas al llanto-

-Sara-sama, por favor... –estira su mano, siendo finalmente dado–. Mi niño... –lo estrecha sobreprotectoramente-

-Romper el Contrato sin el consentimiento de ambas partes, hacer que se armen hasta los dientes... es lo que quiero. Por qué tengo un ejército dispuesto a sacrificarse uno a uno por mí.

-Así que, esas son las verdaderas palabras que vienen de un demonio como tú. El crimen más pecaminoso en la historia de los Sangre Pura, acaba de ser cometido por ti. La Asociación pronto se enterara de esto y te darás cuenta que ahí dentro hay gente de tu nivel...

En consecuencia, Sara libera una gran carcajada. Extrañando al rubio que continuaba protegiendo a su hijo, alejándolo del campo visual de esa Sangre Pura.

-El crimen más pecaminoso en la historia de los Sangre Pura? En serio crees que eso es más grave que el hecho que un mismo Sangre Pura engendre un linaje cazador.

-Qué? ¿De qué hablas...?

-Ya veo... –suspira ella, girando sobre sus tacones–. Es mejor que no sepas el juego todavía. –empieza sus suaves pasos–. Una pieza toma a la otra y al final.... la última que quede, gana. –se aleja sin borrar su sonrisa-

 

*        *      *       *         *      *       *

 

Toma su cuello frotándolo ansioso, cerrando sus ojos mientras estaba sentado en ese sillón de la otra estancia. Ya empezaba a hacerse adicto a su sangre. Olvidando la presencia de Ruka y Kain frente a él.

-Kaname-sama, ha habido movimiento con Hanadagi-sama. –pone al tanto Ruka–. Siempre estaremos listos.

Cubre con su mano su rostro, evocando claramente el sonido de ese líquido vital recorrer su garganta. Necesitaba verlo. Quería verlo... Estira su mano hacía la mesita cercana, tomando esa copa de rojizo líquido. Su ansiedad iba en aumento.

-Gracias a los dos.

-De acuerdo. Nos retiramos.

-Kaname-sama, sobre lo de Aidou... –se atreve Kain a preguntar pese a la compañía de Ruka, pero hace un par de días que no sabía de su primo-

-... –descubre su rostro para ver al anaranjado–. Él estará bien ¿Deseas verlo?

-Él...? Yo... –de reojo ve a la castaña clara, regresando su mirada a Kaname, negando–. No.

 

 

-"Muchas cosas pasaron en este último año que estuvimos solos... Pero... de pronto me dicen que todo aquello que deseaba nunca ha sido mío. Que ha sido de ella" –avanzaba por el pasillo pensativa-

-Eso quieres? ¿Qué solo un recuerdo te lo arrebate? Porque Zero no es ella, no poseen nada en común, ningún parentesco.

Gira Yuuki a ver esa "otra Yuuki" que le seguía los pasos. Una mucho más decidida y segura.

-Qué es lo en verdad quieres? Si así lo deseas, puedes comer todo de Kaname y arrebatárselo a Zero ¿No es eso lo que quieres?. –le toma la mejilla viéndola-

-No, yo no quiero lastimar a Zero.

-Lo odias? ¿A Zero? Él te está quitando lo que es tuyo. Si no comes lo que deseas, te volverás loca.

Levanta nuevamente su mirada, encontrándose con dos presencias conocidas.

-Kain-senpai... –en él se interesa– ¿Kain-senpai, sabe lo que le sucedió a Aidou-senpai?

-Ah... yo... él estará bien –simplemente dice. No quería hablar delante de Ruka-

-Antes... de que sucediera eso, después del baile, él estuvo muy triste. –comunica ella­–. De seguro debe de estarlo ahora. Usted podría pedir una cita a la Asociación o algo para que lo dejen verlo.

-Ah?... Yo...

-Lo sentimos pero en este momento no estamos dispuestos para hablar. –interviene Ruka, zanjando el tema-

Yuuki solo puede regresar a esa estancia donde estaba Kaname, viéndolo tomar su gabán de la silla

-¿Oniisama, vas a salir? –se corrige mentalmente– ¿Te vas, Ka... Kaname?

Es ignorada. Baja su mirada entristecida. Quería llorar allí mismo, él se iba por que no quería estar a su lado si no al de Zero. O la reencarnación de esa mujer del pasado. Siente una mano en su mejilla tratándose del mismo castaño que le levanta el rostro.

-Si es demasiado para ti, Yuuki, puedes dejarme.

-No puedo hacer algo tan estúpido. Continuaré a tu lado. –segura dice tomándole la mano con una de las suyas, sintiendo una caricia suave-

-Pensé que estabas celosa, pero no "tan" celosa. –aparta su mano con una sonrisa alejándose de ella, yendo hacía una cómoda-

Por primera vez ve una sincera sonrisa en el castaño. Esperen... ¡¿Kaname se estaba burlando de ella?!

-Quiero que tengas algo importante, Yuuki. –regresa hacía ella tomándole la mano, colocándole una llave–

-Él nunca te amara lo suficiente, aun así tú te aferras a una posibilidad inexistente... –se pega su torso bajando las lágrimas por sus pómulos-

-Él me pertenece y no quiero perderlo. –le interrumpe estrechándola contra si-

Paralizada abre ella sus ojos de golpe. Nunca espero esa contundente respuesta de Kaname.

-Ya es hora.

-... –sale Yuuki de su sorpresa, no liberándolo–. Kaname... Déjalo. Él te odiara y nunca estará a tu lado. –le rodea con los brazos el cuello viéndolo fijamente–. Bebe toda la sangre que quieras pero déjalo. Sé que mi sangre no es la que anhelas fuertemente pero.... No lo hieras más.

Ella siente como le tomaba con las manos sus mejillas, dándole un beso en la frente.

Cierra ella sus ojos para sentir ese cariño y no amor, finalmente sintiendo el abandono de esas manos en sus mejillas.

-Había algunas cosas que pensaba hacer, acerca de una decisión que ya había tomado, sin embargo, una vez que llego el momento adecuado, algún tipo de duda nació dentro de mí. –se aparta de ella-. Y poco a poco, esa incertidumbre se hizo más y más fuerte. Así deba obligarlo a amar este sentimiento. No dudare.

A sus ojos exageradamente abiertos ve como perdía el mayor su figura, pasando a una horda de murciélagos que se diriguen a la puerta abierta.

¿Acaso, por Zero se convertirían en enemigos? Aparentemente, sí.

 

*              *                *                  *                  *                *

 

Suspira el Lider del Clan Aidou sentado en la parte trasera del auto con sus ojos cerrados.

Todo empezaba a convertirse cada vez más turbio.

-"Me rindo, mi hijo ha sido capturado por la Asociación". –dramáticamente piensa ese rubio padre-

-Qué es lo que piensa? –se atreve a preguntar el chofer a su jefe, viéndolo por el espejo retrovisor-

-Eh? –abre sus ojos de golpe, posando su mirada en el chofer–. ¿Qué es eso? –inquiere el rubio, viendo un auto negro pasar justo delante de ellos-

-Ah, es el auto de la familia Shirabuki.

-Qué?! ¡¡Sara-sama!!

-Pasa algo?

-Sigue a ese auto. –ordena el Noble-

 

*              *              *                *                *

 

-Yegua Lili, me permites acompañarlo?

Escucha esa suave petición dirigida a la yegua, quien en respuesta relincha desde su corral, no siendo el único de los equinos en ese establo, los demás se muestran inquietos con esa presencia.

Sorpresivamente siente crujir la paja que agrupó alrededor suyo para acostarse y descansar, de paso esa presencia acompañarlo.

-A empezado nuevamente el juego.

Oye esas palabras, seguido de percibir caricias en su cabeza, suaves y dulces caricias de una mano contraria que hace mucho no sentía, perdiéndose sus dedos entre cada uno de sus platinados cabellos.

-Esta vez quién ganará? Por favor, tú no dudes.

Bastante relajado percibe una cercanía en su rostro, de paso una calidez atrapar sus labios, besándolo. Era esa persona que aparecía en sus "pesadillas", ¿Pero de qué juego hacía referencia?

De nuevo un crujir, indicando que se incorporaría.

¡Se marcharía! ¡Aún no. Tenía muchas preguntas que hacerle! ¿Qué quería con él? ¿Por qué ese trato? Pero sus ojos ni cuerpo querían responder.

Tomando control de su cuerpo estira su mano para atraparlo, abriendo sus ojos de golpe.

Respirando agitado ve que había "atrapado" era la muñeca de la antigua compañera de Yuuki. No era ella. Su aura era distinta a la de esa persona.

-Wakaba..?

-Creí que estabas medio dormido. ¡Auch! eso duele, Zero-kun. –se expresa Sayori ante esa mano alrededor de su muñeca haciendo presión más de la cuenta–. Si, ¿a quién esperabas ver? –frota su adolorida extremidad-

El albino solo puede apoyar esa mano sobre la mitad de su rostro ¿Habra sido una alucinación? Ojea hacía los equinos, notándolos bastante serenos. Se sentía confuso.

En silencio se incorpora el joven cazador sin decir palabra, quedando al lado de una viga, mientras que ella avanzaba hacía la salida.

-Tú, esperabas ver a Yuuki ¿no? –lo ve por sobre su hombro–. Ella se veía bien y feliz. Deberíamos sentirnos aliviados... el que ella siga siendo igual que antes. En realidad... –ve hacía los arbustos-, ella no ha cambiado.

Ella no había cambiado. Pero si él. Ya no podía cerrar los ojos sin que se sintiera acosado o aún peor, envuelto en esos colmillos.

Empiezan a agitarse los caballos en sus corrales, levantando y sacudiendo sus cabezas, incluso chocando sus cascos con el suelo. Se sobresalta la chica por ese repentino alboroto en esas caballerizas girando a ver atrás, notando a esos equinos inquietos. Asimismo, al albino recostarse contra la viga con la mano en su rostro, mostrándose bastante decaído.

-Te encuentras... bien?

-No es nada. –la observa en serenidad tomando a la vez su cuello-

 

*             *              *             *                 *            *

 

Cierra la puerta usando un abrigo, pero ni así le impedía percibir el frío de esas montañas. Mientras bajaba la escalinata de la puerta principal frota sus manos en sus brazos para recobrar un poco del calor que perdía. Nunca, en todo ese año acompañando a Kaname pensó que estaría en esa situación.

-Cómo llegamos hasta esto punto?" –se detienen sus pasos a tan solo un metro de haberse apartado de esa puerta– "¿En verdad lo amas, o solo quieres sustituirla a ella?". Voy a ir.

Libera sus brazos para salir a correr.

-Tengo la sensación de que debo permanecer a su lado e impedir que lastime a Zero".

Agitada corre ella por esas calles sin saber a dónde ir. Solo con el propósito de estar a su lado.

 

*          *                 *          *

 

-Dejénme!! ¡¡¡No me toquen!!! –se sacudía el rubio de ojos aguamarina ante esas manos que lo dirigían hacía ese auto estacionado fuera, sacándolo de la Asociación-

-Bien, simplemente sáquenlo a la fuerza. –determina el rubio Presidente, Kaien Cross-

-Dije que me quedaría aquí y los espiaría!!! –se continua sacudiendo tratando en vano de zafarse-

-Ya no hay ninguna razón para mantenerte aquí en calidad de testigo. Vamos a devolverte. –en serenidad dice Cross subiendo de copiloto al auto-

Logran meter al rubio luego de mucho tironear...

 

*                *                 *                    *                   *

 

Frente a esa enorme entrada de marco sin puerta, a sus ojos caían aquellos cúmulos montañosos formados por el pasar del tiempo y para la protección de esa edificación. Caían, chocándose contra el suelo y deshaciéndose en nuevos fragmentos, ninguno consiguiendo la suficiente fuerza ni distancia para alcanzar a tocarla. Ni siquiera esa "guardiana" le había hecho daño alguno, no pudiendo decir lo mismo de la morena en el suelo. Oculto el rubio Noble observaba a esa rubia forrada en ese abrigo ladeando su cabeza, empezando a observar esa ostentosa edificación.

-¡Ey!, ¿en verdad crees que te disfrazaras y me seguirías en secreto? ¡Sal de ahí! –ve Sara a detrás suyo por sobre su hombro, tras ese marco sin puerta-

El rubio Noble solo puede tragar grueso y mostrarse tras la rubia.

-Bien, Aidou-dono. Venga conmigo. –pasa ella por sobre la morena en el suelo-

Retoma la rubia sus pasos para acercarse hasta ese largo féretro cerrado, retirando de un empujón la tapa que cae con un golpe seco al suelo descubriendo un bulto bajo una sábana.

-Este es un Vampiro Sangre Pura que a permanecido durmiendo en este "castillo de sueños". El líder de la familia Hanadagi. Es un placer conocerlo. Probablemente ya debes estar aburrido de esta vida ¿verdad? Pues bien, me alegra que seas el siguiente.

Estruja entre su mano esa tela que arrebata para descubrir el perfecto rostro de ese moreno vampiro, inclinándose ella en el borde, quedando sus rostros bastante cerca.

-Aún no está completamente seco. Pensé que si él ya se encontraba en ese estado, tendría que sacrificar un poco de sangre, así que traje algo para que comiera. –gira a ver por sobre su hombro al rubio de forma inocente–. Pero no hay necesidad de hacer eso ¿o sí, Aidou-dono?

-Por favor deténgase, Sara-sama! ¡Usted no debe iniciar un conflicto entre los Sangre Pura!

-Muchas personas van a morir ¿no? –regresa su mirada a ese féretro–

-No toques al amo!!! –insiste la morena en sus llamados/órdenes-

Rodea Sara la espalda de ese cuerpo postrado inclinándose con sus uñas dirigidas hacía ese torso. Pero, es arrancado su brazo junto a su gabardina. Mientras que ese moreno alzaba su torso con esa extremidad arrancada clavada en su pecho sangrante, retirándola mientras se incorporaba.

-Oh, se ha levantado, me siento honrada... Por supuesto, voy a necesitar a un cazador para darle el golpe final, Hanadagi-sama. Sin embargo... –con una sonrisa maliciosa exhibe ella su mano cubierta y la que sostenía ese palpitante órgano rojo que alcanzó a sacar–. Es bueno el que yo tenga un corazón, así puedo restaurar la mayoría de mis poderes.

Lame esa sangre que cubría el órgano, mientras que en su rostro empezaban a formarse un nido de arañas, siendo en realidad ella misma, la cual huye por el suelo en miles de esos arácnidos por toda esa edificación. No dejando rastro alguno.

-... –ve el rubio Noble como descendía ese Sangre Pura de su ataúd, colocándosele al frente. Solo se inclina en una venia–. Hanadagi-sama.

-Cómo pudo esa niña crear una brecha y atravesar las defensas de mi castillo?

-Le pido que me perdone. Sara-sama ha capturado la energía vital del Clan Ouri. Y fue gracias a esa energía, que ella fue capaz de romper las defensas.

-Ouri-dono fue derrotado por alguien tan débil? Esa niña tan avariciosa, debe ser una buena embustera... Respóndeme, dime todo acerca de lo que está sucediendo. No. –levanta su mano, acercando su dedo de larga uña a la frente del rubio que traga grueso–. Tengo una idea mucho mejor. Mi garganta está reseca...

 

*               *               *                *                *

 

-Por allí! –señala Yuuki con su mano en medio de ellos. Empezaba a sentir el aura de Kaname-

-En serio... ¿Escaparse de casa para después secuestrar un auto de la prisión...? Es la misma. –suspira el rubio de brazos cruzados sentado, negando-

Recordando como, en medio de la calle, a poco de salir de la Asociación, esa castaña de colocó en medio con sus brazos abiertos. Por poco la matan.

-Entendido. Date prisa. –ordena Cross al chofer–. Yuuki, el castillo de la ancestral familia Hanadagi es por aquí, en esa dirección ¿Kaname-kun no te dijo nada?

-No.... –baja su cabeza, tomándose sus manos de esa ventana de barrotes-

 

 

Bajaba el rubio Noble esas escaleras, huyendo de ese moreno que avanzaba en pasos suaves.

-Hanadagi-sama, por favor...

-Ahora que me han arrancado el corazón, casi no tengo poder. No esperaba hacerle frente a una resistencia. Lo diré una vez más, entrégame toda tu sangre y tu vida. Ven. –estira su mano hacía el rubio-

Esa palabra había salido igual a un mantra que logró su efecto. Olvidando el Noble por completo huir de ese Sangre Pura.

-Sí... Sí Hanadagi... sama... –estira su mano sumiso-

Pasa un castaño justo al lado suyo, apartándole con un movimiento de su mano su brazo. Parpadea el padre de Aidou, reconociendo a Kaname avanzar junto con una espada cazadora con la cual atraviesa al moreno en el corazón, o donde se suponía debería estar eso órgano. Desintegrándose rápidamente en miles de fragmentos frente a un inmutable Kaname.

-Kaname-sama ha... ha matado a Hanadagi-sama, un Sangre Pura. –arrodillado ve a ese castaño sostener un arma cazadora-

-Aidou-dono, quién decidió en realidad que no se debe violar la santidad de los Sangre Pura?

-Kaname-sama, cuando usted dice esas cosas, suena aterrador.

-Es realmente imposible controlar a la sociedad vampírica sin usar a los Sangre Pura? –se hinca frente a él con una sonrisa suave–. Es como las abejas que no pueden hacer nada sin su reina... Imposible ¿En verdad pueden ser tan tontos? –presiona su mano en ese mango en molestia-

-Kaname-sama, por favor, libere su mano de la espada maldita. Usted podría no estar a salvo con ella

-Aidou-dono, le diré algo en este momento. Usted sabe más de mí que yo mismo.

Se asombra el rubio Noble por esas palabras, no retirando sus ojos de esa presencia delante suyo.

 

 

Apresuradamente corre Yuuki luego de haber arrivado el auto a ese lugar. Sentía claramente el aura de Kaname provenir de ese lugar con intensidad, no equivocándose, dejando atrás los cazadores en su carrera. Decidiendo llamarlo desde el inicio de la escalinata.

Calla ella de golpe. Frente a la puerta principal lo ve frente al Noble rubio arrodillado. Pero lo que más la desconcierta, es ver al castaño alzar una arma cazadora. Misma que baja sin temblarle algún musculo. Retiene la respiración por lo que siguieron sus ojos, no sintiendo esas compañías recién llegar detrás suyo.

Lo había decapitado...

Al padre de Aidou...

-Padre... –murmulla Aidou detrás de ella, aún más aterrado– ¡PADRE! ¡PADRE! –grita al ver ese cuerpo desaparecer en una capa de polvo-

-He dejado de dudar. Tomé la decisión de estar a su lado. Sin embargo, voy a cumplir mis planes originales... Gracias, Yuuki.

Desaparece Kaname en una horda de murciélagos que se pierden en el cielo. Bajo la mirada incrédula de Yuuki.

 

 

Ven Ruka y Kain esos quirópteros detenerse frente a ellos y tomar la forma del castaño, quien sostenía esa espada sin inmutar gesto de dolor pese a ésta "defenderse". Notándolo la castaña clara que se quita su abrigo.

-Kaname-sama, dese prisa y suelte esa espada, por favor. Logramos oír los gritos de Hanabusa...  –de reojo ve por segundos a Kain, notándole tristeza–. Aidou-dono fue como un querido tío para usted.

-Vámonos, Cross Kaien no tardara en perseguirme. Al igual que Aidou y Yuuki.

Notas finales:

¿Aburridor? Lo sé, hasta a mí me aburrió hacerlo pero esto es muy importante.


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