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Bloody Rose por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

HE VUELTO. y también con una mala noticia, dejaré de postear este fic. Lo siento.

 

 

Cómodamente se hallaba sobre esa cama entre esas sábanas, bajo la protección de esos brazos que lo rodeaban como si él fuera algún oso de felpa personal o un pequeño menor falto de cariño. No molestándole pensarlo, ni sorprendiéndole ser lo primero que sus ojos violetas se encontraran. Simplemente estaba a gusto de esa compañía, que en su rostro mostraba un gesto plácido, como si por fin descansara de un largo cansancio.

-"¿Por qué vivo a tú lado?" –piensa Zero, atreviéndose a apoyar su mano contra esa mejilla contraria-

Curioso, pasa sus dedos por ese flequillo castaño que rozaba con su pómulo y oreja, palpando lo suave que eran. Una pequeña sonrisa libera. Si lo pensaba mejor, era la primera persona con la que cada rato discutía. Bueno, exceptuando a Kaito. Pero es que, cuando estaba cerca a ese vampiro, sus sentidos se nublaban, y peor aun cuando era rodeado por sus brazos. ¿Eso podría ser en verdad amor?

"....Porque la forma en que te amo no te permite sonreír desde el fondo de tu corazón"

-Un Sangre Pura que lastima a otros que son como él. ¿Por qué? –se pregunta en voz baja luego de escuchar a escondidas una conversación de Ichijou y Shiki-

"Mi largo viaje finalmente ha llegado a su fin. Permíteme mostrarte donde está tu corazón. Si es que aceptas a alguien como yo, Zero"

-"Cuando Kaname dijo eso, se veía fatigado. Como si su largo viaje lo hubiese desgastado por completo. Acaso... ya había decidido acabar con su propia vida". –piensa, entristeciéndolo-

-Recién despiertas y ese el gesto que expresas?

-Uh? –alza su vista que fija en esos cerrados párpados, sonriendo– ¿No que dormías?

-No podría hacerlo sabiendo que tú no puedes. –abre finalmente sus párpados posando su mirada castaña sobre la violeta, agradándole ese contacto de esa palma contra su mejilla– ¿Sucede algo?

-Dime, todo ha sido por mi culpa? Escuche una conversación y...  Respóndeme. ¿Lo ha sido? –pregunta. Luego de meditar muy bien las cosas-

Solo es observado el albino por esa imperturbable mirada castaña, siendo tomadas sus mejillas por sus manos.

-En parte. Quiero, o tratar de que tengas una vida pacífica.

-... –se sobresalta por esa respuesta, bajando su mirada, misma que regresa después ocultando su rostro en el pecho del castaño–

-Quédate aquí. Quiero saber que te tengo aún. –cierra sus ojos pegando su frente con la del platinado, estrechándolo contra sí-

No responde el cazador, simplemente cierra sus ojos entregándose a la petición.

 

 

 

 

Noche 20 Caer Contigo.

 

 

 

 

Apresuradamente buscaba por toda esa mansión a la que fue confinado por sus superiores. Ya de por sí furioso de su papel de niñera, ahora debía seguirle como perro faldero. Fastidiado posa Kaito sus ojos a todos lados, por lo menos buscando percibir la esencia de Zero, pero nada. Ni rastro conseguía de ese Chupasangre Kuran ni de su compañero.

-Ese vampiro... –exclama despectivamente deteniendo sus pasos-

Mientras se acercaba a ese pasillo, logra ver a esa castaña Sangre Pura y "Prometida" del chupasangre que buscaba.

-Dónde está tu hermano? –sin darle tiempo a Yuuki al saludo inquiere-

-Qué? ¿No están? Entonces si es cierto lo que sentí.

-Cómo? ¿Lo qué sentiste? ¿Y no fuiste capaz de impedirle salir? ¿Es que acaso Kuran no nota lo peligroso de la situación, y más, arrastrando a Zero con él? –libera esas palabras que no podía decirle a ese Kuran-

Sencillamente retoma Kaito sus pasos para buscar liberar su tensión en otro lado. Yuuki solo puede verlo alejarse, bajando su cabeza en tristeza.

Ya solamente era "la hermana".

 

 

A sus ojos cerrados llega ese fastidioso tenue brillo de luz, frunciéndose sus platinadas cejas, no durando esa molestia por mucho, ya que algo obstaculiza la trayectoria de ese rayo, brindándole la conveniente sombra. Abre Zero sus ojos, encontrándose con esos bajos castaños de ese rostro frente al suyo.

-Mejor? –inquiere Kaname acariciándole la mejilla con el pulgar-

-Creo que me quede dormido. –comenta el albino con una sonrisa, frotando su manso contra sus ojos liberando un suave bostezo–. Nunca pensé que tomaría tanto tiempo tu "supuesta salida".

-Te arrepientes?

-No. Estaba harto de esas cuatro paredes. Estoy harto. Así que, no se te ocurra regresarnos.

-Está bien. –sonríe Kaname sin moverse de su posición de parasol para Zero, ni de tomarle la mejilla-

-Lo que me extraña, es que no lo hallas hecho en un lujoso auto, si no que viajáramos en una modesta carreta.

-Quería ahorrarme una discusión tan temprano.

Ríe suavemente Zero negando, cerrando nuevamente sus ojos y disfrutando de ese momento. Quedando en una cómoda posición con su cuerpo completamente estirado sobre esa cama de paja. A su lado ese castaño dejaba descansar uno de sus costados a su lado. Sirviendo para adormilarlo nuevamente el suave movimiento de esos caballos que tiraban esa carretilla* pese al camino, guiada por un amable aldeano que les permitió subir.

 

Ahora, ambos caminaban por esa calle pavimentada, él uno al lado del otro. No preocupándose de los demás o de quienes eran. No hablando ni discutiendo, solo avanzaban. No separándose Zero de seguir a ese castaño que aún no le había dicho a donde irían.

En medio de su caminata, Kaname decide separar su mano y tomar esa mano contraria que solo por unos centímetros se separaba de la suya, sobresaltándose Zero que posa sus ojos en esos dedos que con firmeza lo asían. No molestándole, antes, desvía su mirada violeta mientras se atrevía igualmente a mover suavemente sus dedos, entrelazándose su mano con la del castaño.

-Y a dónde vamos?

-Solo a caminar

No quiso preguntar más. Así estaba bien.

-Ven, allí esta. –sube el castaño el pavimento a dirección de ese parque-

Aprovechando la soledad de ese parque, Kaname se sienta sobre el pasto, recostándose en un tronco de un frondoso árbol que daba bastante sombra, tratando de imitarlo Zero, pero la mano del mayor aún asida a la suya le impide moverse, posando su mirada sobre él, reconociéndole un gesto que le indicaba que solo a su lado vendría el mejor lugar. Simplemente niega tomando asiento entre el espacio que dejaban sus piernas abiertas.

-Eres muy mandón. ­–contra ese pecho recuesta su espalda dejando su vientre ser rodeado por unos brazos-

Llena sus pulmones de ese aire puro y no el tenso que en esa mansión se destilaba, pudiendo cerrar sus ojos y entregarse a la calma, estirando Kaname su mano para retirarle esos cuantos hilos de paja sobre ese cabello platinado.

 

*                *                 *                 *                 *                *

 

Avanzaba Aidou por el pasillo en silencio y pensativo. Aunque mayormente alegre por el hecho de que su padre se hallara con vida. Ya no sufriendo su madre ni hermana a causa de su "fatídico" encuentro con Kaname. Levanta su mirada del suelo, deteniéndose sus pasos al toparse de frente con ese anaranjado de ojos marrones, compartiendo ambos una mirada en silencio.

Prefiere reanudar sus pasos y cruzar al lado de su primo, pero, al darle la espalda una duda lo obliga a detenerse.

-Lo sabías ¿verdad? Sobre lo de mi padre... Lo sabías pero preferiste callar ¿Por qué?

-Solo debía callar. Kaname-sama haría el resto.

-O porque era bastante gratificante para ti verme sufrir? –gira a verlo en molestia–. Porque así tendrías a este ingenuo detrás tuyo rogándote algo de amor o simpatía.

-Aidou, yo... Te equivocas. –igual gira a verlo, extrañado por el pensar del más joven-

-Me equivoco, dices? Entonces aclárame por qué nunca te negaste a que yo quisiera pretenderte, ¡dejaste que me ilusionara! Yo... –baja su mirada por estar al punto del llanto–. Sabes algo, has con tu vida lo que te plazca.

-Hanabusa. –le toma la muñeca impidiéndole irse–. Solo una última cosa. No quiero que intervengas en la batalla que se avecina. No quiero verte lastimado. Ante todo... somos familia.

Aidou solo se libera de esa mano, yéndose sin responder.

 

*              *             *            *            *            *

 

Tranquilamente acunaba Ichijou a su pequeño y tranquilo Hideki que cerraba sus grandes ojitos azules a punto de dormirse entre sus brazos. A su lado, Shiki lo acompañaba en esa tarea, ambos sentados en el mismo largo sofá que les permitía estirar sus piernas y entrelazarlas como una pareja de muchos años de relación.

-Hoy no trabajaras? –inquiere Ichijou posando sus ojos verdes en esos azules, gracias a la cercanía de sus rostros-

-No. Pedí el día libre. –lo observa por segundos, para regresar su vista a su hijo que finalmente cierra sus ojos-

-Otra vez en la semana? ¿Eso no molestara a tu manager?

Ve el rubio a Shiki encogerse de hombros sin gesto en su rostro, causándole que apareciera una enorme gota en su cabeza.

-"Rima se vengara por esto. Es seguro" –suspira el rubio con sus ojos cerrados–. Creo que este pequeñito ya hay que llevarlo a su cuarto. –sonríe a gusto de ese plácido rostro infantil– ¿Uh?

Gira su cuello Ichijou por ese repentino contacto, tratándose de la mano de Shiki contra su mejilla, parpadeando mientras tragaba grueso, notando esa, que creyó inofensiva cercanía. Asimismo, ve como acercaba ese modelo a sus labios y acortaba la distancia, besándolo.

-Estoy aquí porque estoy preocupado por alguien, permaneceré a tu lado. –sin gesto pero haciendo contacto visual confiesa el modelo–. Así que.. –retoma ese beso que pausó, profundizándolo-

-S-Shiki, nuestro... hijo. Está en mis brazos. Shiki... –se entre cierran sus ojos por esa boca bajar poco a poco de su pómulo a su cuello-

En ese momento, logran sus ojos verdes divisar a un cazador cruzar por la puerta con un gesto de pocos amigos.

-Uh? ¿Estará molesto...?

Ve Ichijou como regresa ese castaño cazador hasta donde ellos estaban, logrando detener a ese mimoso Shiki pero no de alejarlo de su cuello.

-Kaito-kun, pasa algo?

-Claro que pasa. Ese bastardo no da ni señales de vida. No me molestaría que eso pasara, pero si hubiera estado solo, no con Zero.

-Creo que lo siento llegar. –opina Shiki viéndolo en serenidad de reojo, no quitando su mano de esa mejilla-

-Ese bastardo... –sale como vehículo sin frenos a atropellar a su primer víctima-

-Creo que Kaito-kun siente algo más que una simple amistad por Kiryuu-kun. –ladea Ichijou su cabeza mostrando un gesto inocente por su deducción-

 

-A ti era a quien quería ver ¿Olvidas que media sociedad vampírica te odia? Que por tus acciones te has ganado los adeptos de muchos Linajes ¡Y arrastras a Zero! –intercepta en el pasillo de la entrada a Kaname y compañía-

Por inercia posa Kaito su mirada en esa unión de esas manos de albino y castaño intensificándose su fruncimiento, acto que no pasa desapercibido por Kaname que simplemente entrecierra sus ojos y no pronuncia palabra. Solo pasa al lado de ese cazador-guardián sin soltar a SU cazador. Zero solo ojea a su compañero con cierta vergüenza. Esa discusión era en parte su culpa.

-Agradece que te convertirás en el nuevo Metal, de lo contrario le ahorraría a muchos el asesinarte.

Es completamente ignorado por Kaname que avanza sin mirar atrás. No por Zero que simplemente se dejaba llevar, retumbándole esa frase.

-Debe ser molesto para él tener que protegerme. Por dentro debe haber una ira contenida. ¿Eso le impedirá que cumpla con su trabajo? –opina Kaname sin dejar de avanzar por ese solitario pasillo-

-...

-Lo entiendo. Trabajar con aquel que te aleja de ése que quieres no es fácil.

-...

-Zero?

-No quiero oírte, porque solo dirás una mentira. Y ya he escuchado las suficientes escusas de tu parte. Y tu tranquilidad me... enfurece. –finalmente responde en voz serena sin detenerse–. No quiero dañar hasta ahora la poca "tranquilidad" que logre conseguir. Así que, haz de cuenta que no sé nada sobre esa Fundición.

-... –sonríe suavemente por la respuesta del albino, solo avanzando hacia la habitación–. Lo que órdenes.

 

*            *           *           *               *

 

Dejaba plácidamente descansar su mejilla y flequillo platinado sobre esa almohada, luego de hace minutos haberse dispuesto al descanso. Boca abajo su mano rozaba con ese espacio vacío a su costado a causa de carecer su acompañante.

Pero, prontamente se acerca a su lado una presencia castaña, misma que le pasa dulcemente la mano por detrás de su cabecilla.

-Te arrepientes. –inquiere Kaname recostando en el marco de la puerta, descansando sus manos sobre sus brazos de extremidades cruzadas. No mostrando gesto por ver a ese intruso cerca al dormido cazador–

No se sorprende Yuuki por verse descubierta, solo aleja su mano de esa cabecilla, sin dejar de posar sus ojos castaños en ese lugar de aquella cama que alguna vez fue suyo.

-No. De lo contrario Zero no se hallaría en tu cama, Kaname. Mientras él sea feliz, yo lo seré. –gira a verlo por sobre su cuello, reprimiendo cualquier gesto de tristeza-

El cuerpo del albino cazador se mueve entre esas sábanas, mostrando ganas de querer despertar. Dejando ver a un adormilado Zero abriendo sus párpados, reparando en esa castaña a su lado y a ese otro castaño en la puerta en vez de en la cama como se suponía debería estar cuando el cerró los ojos. Reconociendo en ambos distintos gesto que daban a entender que hubo una discusión.

-Yuuki? –se extraña– ¿Querías verme?

Regresa Yuuki sus ojos a ese albino no respondiendo, simplemente observándolo con un gesto de dolor, saliendo después, pasando al lado de Kaname con su cabeza baja y sin atreverse a verlo.

-Oye tú, le hiciste algo?

-Debi haberlo hecho? –evade Kaname posando un gesto sereno en él-

-... –entrecierra sus ojos violetas por esa clara evasión–. Iré a ver que le paso.

Quita esa sábana que lo acobijaba para sacar su cuerpo de la cama y levantarse. Seguro pasa al lado de ese castaño impidiéndoselo el mismo vampiro que le toma la muñeca acercándola contra su pecho, pegándole a su vez su frente contra la suya, parpadeando Zero confuso por esa cercanía, pudiendo percibir entre sus dedos el latir de ese corazón.

-Sabes Zero, yo... –cierra Kaname sus párpados sin alejar su frente de esa platinada, ni de sujetar esa muñeca que continuaba en su pecho–. Recibo con absoluto placer todo lo que me es dado por ti... Incluso si se trata de un pedido cruel, simplemente dolor o incluso la espada para tomar mi vida. Me gusta todo lo que proviene de ti, Zero.

Traga grueso por esas palabras, sintiendo como se coloreaban sus mejillas. Solo calla observando esos párpados cerrados. Inconscientemente abre su mano sobre ese pecho, empezando a retumbar esos latidos en su palma como si él bebiera de ese cuello. Algo muy extraño. Bueno, una más de las cosas extrañas que cerca de ese vampiro le sucedía.

-No sabía que tuvieras una faceta masoquista. –trata de mostrarse sereno, viendo esos labios del vampiro moverse y forma una sonrisa suave-

-Eres el único que escucha el fluir de mi sangre por mis venas ¿no es así?

Esos latidos no ayudaban a su raciocinio que empieza a agitarse, tragando grueso y liberando suavemente su mano de ese agarre. Apartándose agitado de ese cuerpo que abre sus párpado para verlo, prefiriendo detener esa ansiedad con esas tabletas, mismas que saca de la mesa de noche mientras se sentaba en el borde de la cama.

-La sed de un vampiro sólo puede ser satisfecha por la sangre del ser amado. –describe Kaname acercándosele y reteniéndole la muñeca, donde sujetaba esa caja– ¿Recuerdas eso, cazador? –le arrebata la caja suavemente–. Es por eso que tu sed con esto no será realmente saciada.

-Qué estás tratando de decirme? ¿O es una de tus locuras? –bromea sentado, tratando de alcanzar esa caja con estirar su otra mano-

Son alejadas esas tabletas por Kaname, que con una sonrisa la arroja a un extremo de la habitación. Frunce Zero su ceño por esa acción, tratando de levantarse de la cama, inmovilizándolo el mayor con pegarle las muñecas sobre las sábanas.

¡Maldición! ¡Tenía mucha sed y ese castaño no ayudaba!

-Kaname, no es un juego.

-Lo sé. Tu sed es más ansiosa que la de un Sangre Pura, así que no durara mucho tu cordura.

-Así que es eso? Me estás probando. Veamos si este vampiro cae en tu juego. –reta sin dejarse intimidar, viendo con arrogancia al castaño. A cambio, le ve persistir esa sonrisa-

Completo desagrado causa esa reacción de ese castaño que demostraba su poder sobre él, cerrando sus ojos para tratar de disipar esa ira y mayormente ansiedad que iba en aumento. Subía y bajaba su pecho retumbando esos latidos contrarios por la cercanía de ese Sangre Pura, ya que, sus manos asían sus muñecas dejando una poca distancia entre sus cuerpos, con sus rodillas sobre el borde de la cama sostenía su tronco.

¿Quién lo mando a quedarse en el mismo cuarto que ése? Debía repensar en la manipulación que ese chupasangre estaba logrando poco a poco con él.

Sorpresivamente siente una fricción en su torso, como esas rodillas bastante cerca entre sus piernas. Segundos después, su oído es rozado por una respiración como por unos cabellos. No atreviéndose a abrir sus ojos.

-Cuál es el problema? Hace un momento aceptaste estar a mi lado ¿Y aun así tú eres él que se está alejando? –en un tono suave murmulla Kaname con su rostro bastante cerca a un costado de esa oreja y a ese rostro-

-Si realmente crees q... que ganarás con eso, es mejor que ya te alejes. –sin abrir sus ojos violetas trata de mostrarse sereno-

-No puedo hacer eso, Zero... No puedo remotamente alejarme de ti. Si la única opción que me queda es perderte, entonces yo, prefiero la muerte. O entonces tu podrías matarme.

-Uh? –abre sus ojos violetas por esas palabras, admirando esos ojos castaños que mostraban seguridad-

Sus miradas se conectan por segundos, suficientes para hacerlo flaquear. Decide Zero desviar su mirada, a causa de haberse intensificado su sonrojo en sus mejillas.

-Tú podrías poner fin a mi vida con tus propias manos. –lentamente desciende en busca del rostro de Zero, sonriendo por esa evasiva-

-Tú no puedes estar hablando seriamente. De ninguna manera. –dice no atreviéndose a verlo-

-Tú realmente no comprendes, Zero?

Separa Kaname una de sus manos de una de esas pálidas muñecas para acercarla a su boca, clavando sus colmillos sobre el punto exacto de la unión de su mano y antebrazo para robar un sorbo de su sangre. Claro aroma que percibe Zero que posa sus ojos en ese castaño, y prestando sin poderlo evitar bastante atención a esa acción, separándose inconscientemente sus labios. Finalmente liberándose su otra muñeca, a cambio siendo tomadas sus mejillas y juntándose sus labios, bajo la perplejidad de Zero.

Trata de alejar a Kaname con ayuda de sus puños, negándose a que esa lengua penetrara su boca, misma que a tiempo cerró. Presiona sus dedos sobre esa negra prenda que cubría los hombros, empezando a ceder por esa persistencia del mayor, clavando incluso sus cortas uñas en esa piel, sin tener éxito, entre cerrándose sus ojos violetas por ese insignificante roce de sus papilas gustativas con una gota, que no era prácticamente de saliva. Consiguiendo Kaname su objetivo.

Ese corto sorbo de líquido carmesí pasa por su garganta, apareciendo inminentemente sus ojos rojos y jadeando entre esa unión de sus bocas por presenciar el sabor de esa enigmática sangre.

-Bastardo... –exclama por ver sus labios libres. Había perdido-

Pero a la vez ganando, ya que, ese lado vampiro con el que lidiaba hace unos días despertaba, clamando más. Por eso toma a Kaname de las mejillas, sonriendo, dejando a la vista su par de colmillos.

-Tú debes estar sediento de mi sangre ¿no es así? Si lo estás, entonces por favor dame más dolor, Zero. Toma mi sangre como a tu presa. –pierde una de sus manos entre ese flequillo que se asomaba en sus mejillas–. Esto será el castigo requerido.

Nuevamente se unen sus bocas, realizando una profunda demostración de cariño y afecto. Prefiriendo Zero "cambiar los papeles" y girar en la cama, atrayendo consigo a ese vampiro para invertir las posiciones y ser quien quedara arriba.

-Te arrepentirás de haberme provocado, Kuran Kaname. –se inclina a ese cuello colocando a cada lado sus manos en ese conducto, separando su boca que exhibe un par de puntiagudos colmillos-

-Completamente tuyo... –exclama viendo el techo de ese dosel, rodeándole posesivamente la cintura a ese cazador-

Notas finales:

Era mentira. no pienso AÚN dejar este fic ¡Feliz dia de los Inocentes! ^W^


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