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Bloody Rose por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

Continuamos en la ganga. 3x1. ¡Y con sorpresa incluida! Qué se les viene a la mente con la siguiente frase: ¡¡¡KanamexZero Kawaii!!! ¿eh? ^W^

 

REEDITADO            REEDITADO             REEDITADO.

 

 

 

 

-Ey, esperen un minuto ustedes dos! –ordena esa mujer desde el auto de su vehículo–. Es suficientemente malo que hagan venir a su pobre manager a recogerlos en este lugar en medio de la noche de esta forma... Lo voy a dejar pasar por esta vez, pero...

-Estás segura que estás bien...? –olímpicamente ignora Shiki esas palabras para fijarse en su compañera de coletas-

-Estoy perfectamente bien, ya te lo dije. –exasperada responde Rima–. No necesitas estar preguntando todo el tiempo.

-Pero que me digan que van a vagar en ese bosque buscando a alguien justo ahora!!! ¡Vengan al auto ahora mismo! –ordena ella a esos dos relajados modelos-

-Pero Ichijou-san no ha vuelto... "Quiero hallarlo y saber que está bien"

 

*                  *                 *                    *                     *

 

Toma como soporte ese farol que encontró en medio de su camino. Pensativa.

"Eres una tonta impotente, Yuuki"

Zero diría algo como eso, pero a veces había una pequeña sonrisa junto a esas palabras.

Yo... me iré y huiré una y otra vez de ti...

-Yo seré tu razón para vivir. Ser tu enemiga, a la que perseguirás... –piensa cabizbaja-. Dijiste que estaría bien de esa forma, Zero... ¿Eso es verdad...? Zero... –muerde sus labios, irremediablemente llorando-

Se deja caer arrodillada, llorando. Liberando ese llanto que retuve delante del platinado.

-Yo no quiero... No quiero... ser tu enemiga ¿No puede haber otra solución que no sea esa? –cubre con su mano su boca-

En medio de ese dolor, una imagen abarca su mente, empezando a cesar su llanto.

Ese beso que nunca fue, acercando tímida sus dedos a sus labios que nunca fueron tocados. Se asemejaba a esa vez en la habitación, pero, en esta ocasión, podía asegurar que algo lo refrenó. ¿Qué había sido?

-... –suspira, levantando su cabeza al cielo. Solo eran ideas suyas–. Eso no se puede cambiar... ¿Tampoco el futuro? –se incorpora, limpiando con sus manos su uniforme–. "Voy a ocultar la parte de mi corazón que quiere llorar y gritar" –en paso firme se aleja-

 

 

 

 

Noche 3 Respectivo camino.

 

 

 

 

-Takuma, desde los días de mi juventud, cuando por primera vez fui testigo con mis propios ojos de cuan terrible puede ser el poder de un Purasangre... lentamente empecé a moverme hacía esta idea.

-Una idea que me sucumbió a mí también sin quererlo. Yo nunca quise... nunca quise... –muerde sus labios, le dolía recordar ese ultraje contra su persona-

-No te parecerá emocionante que nuestros señores Purasangre pudieran despedazarse unos a otros hasta que se hayan devorado y todos estén completamente extintos...

-A costa de qué? ¿De lastimar inocentes?

-Todos los Purasangre tienen en su sangre el poder de obligarnos a hacer lo que ellos deseen, de seguro no fue fácil hacerlo contigo...

Se extraña, esa voz había cambiado, tornándose más burlona.

-Ojii-san?

-Sí que posees una mente retorcida, ¿también te gustaría que te "lo hiciera" Asato?

Se sobresalta ante esas maliciosas palabras de boca de ese menor pelimorado de mirada heterocromada. Era...

Detalla su alrededor, no estando en el sótano del Consejo sino en un cuarto, arrodillado sobre una cama de rojas sabanas completamente. Aterrándose al sentir esa presencia detrás suyo, rozándose ese aire caliente sobre la curvatura de su hombro.

-Suéltame... Aléjate de mí.

-Por qué? Si todo este tiempo lo has disfrutado. Además, tengo el consentimiento absoluto de Asato para hacer lo que quiera, de seguro en ese contrato puedo anexar esto. mueve sus manos para rodearlo-

Empieza a sentir como era inclinado por ese menor de complexión más delgada.

¡No quería ser tocado de nuevo!

¡Mucho menos por ése que se aprovechaba de poseer el rostro de Shiki!

 

-Shiki...

Se sobresalta, abriendo sus párpados, exponiendo unos aterrados ojos verdes. Inmediatamente cubre su rostro ante esa luz natural invadir esa habitación. Por primera vez sintiendo fastidio ante el astro rey.

-La luz del sol... es muy brillante. –balbucea moviéndose en la cama-

-Al fin estás despierto... –suspira en alivio una voz femenina-. Te tomaste mucho tiempo en despertar. Incluso para alguien que tuvo su corazón parcialmente cortado fuera de su pecho por Ichiou, es un largo rato. Aunque, pude ver que no eres tan débil, pudiste soportarlo.

-Tú... –aún entre dormido observa a esa joven parada al lado de su cama. Le era conocida...– ¡¿Sara... Shirabuki-sama?!

-La última vez que nos vimos fue en esa fiesta ¿no fue así, Takuma-san?

-Yo... siento pedirle esto Sara-sama, pero podría... –involuntariamente cubre su rosto con su mano. Sus ojos se cerraban por ese brillo de los rayos dorados–. Por favor..

-Oh, cerraré las cortinas... Pero sólo si contestas algunas preguntas que me gustaría hacerte ahora... –sonríe suavemente la rubia–. No te preocupes, sólo estoy bromeando. Esperaré un poco más antes de empezar a torturarte. Necesito tenerte primero recuperado del daño que Ichiou te hizo.

Empieza ella a cerrar las cortinas, mientras que Ichijou se sentaba en la cama sin salir de las sabanas, recargando su espalda contra el espaldar. Involuntariamente frota su cuello suspirando, se sentía sediento, y no precisamente de agua. Ve hacía su pecho, viendo aún la cicatriz dejada por el ataque de su familiar.

-Tengo algunas preguntas acerca de Kaname-sama. Verás, yo no sé mucho de él... Se puede pasar por mucho odio al ser ignorado. –dice sin ver al joven rubio– ¿Vas a amablemente a decirme absolutamente todo lo que sabes de Kaname-sama?

Fija su mirada azulina con una delgada sonrisa en el rubio, quien para nada la sentía amable.

-Ah... Definitivamente me siento muy agradecido porque me hayas... Um... ayudado, Sara-sama, pero, tú entiendes que no puedo decirte "todo" de Kaname, ya que por supuesto podría hacerle enojar. ¿Así que, por qué no le preguntas directamente? –muestra una sonrisa a ojos cerrados-

-Le pregunté antes, y se negó a contestarme. Es por eso que te estoy preguntando a ti en vez de a él. –le apoya la mano contra el vientre, metiéndola incluso bajo su camisa–

Se sobresalta el joven al sentir esa mano empezar a acariciar esa parte de su cuerpo, inclinándose ella, quedando sus rostros a escasos centímetros. Tragando Ichijou saliva al percibir el aroma contrario, conteniendo sus repentinos instintos.

-Hmm... –ladea su cabeza viéndolo- ¿Lo escuchas? Late. Así como tú.... Fuiste el más cercano a Kaname-san, mismo que uso Ichiou y también Rido. –ve esas esmeraldas posarse en sus ojos, desviándose después por leves segundos–

-Sara-sama, yo...

-Sabes, realmente tengo poca paciencia –le interrumpe su negativa subiendo sus manos hasta esa cicatriz-. Estoy cansada de andar por las ramas y preguntar de una manera aburrida.

Clava sus uñas en la piel, desgarrándola, provocándole al rubio gritar y alejarse de esa mano que creyó gentil al principio.

-Que estúpido eres... Ni aún después de eso dejas de proteger a Kaname-san.

-Tú... realmente hablando de ser impaciente, deberías tratar de aprender una lección de Kaname. ¿Por una vez en tu vida has resistido a esperar 10 o más años por aquello que más quieres?

-Y tú...? ¿Harás algo por esto? –apoya la yema de dos de sus dedos bañados en esa sangre sobre el vientre del rubio-

 

*                   *                  *                 *                    *

 

Lloraba esa pequeña arrodillada en esa calle, con esa maleta recostada en su cuerpo, no incomodándole las motas blancas que desprendía el cielo. Pronto, del techo cae una presencia, quien se incorpora sin ningún rasguño por semejante caída de tantos metros. Zero simplemente sacude el polvo como esa nieva acumulada de su gabán, avanzando hacia esa pequeña.

-Mi maleta. Gracias. –agradece, tomándola-

-Y... –solloza la menor, viéndolo-

-Ya está bien. El hombre malo que quería llevarte a algún extraño lugar ya se fue. No te preocupes.

Estira su mano para acariciarle la coronilla, solo por mero instinto, pero la menor se encoge en su sitio, dejando de llorar.

-Ey, puede que de miedo, pero no haré nada que te asuste. –simplemente aleja su mano, sonriéndole dulcemente, consiguiendo el efecto deseado, que ya no le temiera–. Ven aquí, te devolveré con tu familia. –entre sus brazos la toma-

Cerca de allí, logra Zero ver a la preocupada familiar junto a un policía, solo dejando a la niña en el suelo a pocos metros detrás de la mujer.

-Obaasan! –llama la menor, corriendo hacía la mujer-

-Mii-chan!! ¡Ah! ¡Qué maravilloso! –se inclina, recibiéndola entre sus brazos- ¿Estás bien, Mii-chan? Es realmente maravilloso que hayas podido escapar de ese hombre...

Zero ojea a esa familia, prefiriendo dar su trabajo por finalizado.

Sujetando debajo de su brazo esa maleta caminaba por esa calle sin ser molestado o algo. Simplemente sus pasos eran su compañía, junto a esa leve nevada, no incomodándolo, ya la soledad era su aliada y amante. Sube por esa escalinata de aquella casa, abriendo la puerta y penetrando ese largo pasillo.

Como era rutinario, el suelo de esa vivienda bajo sus pies crujía, pero, decide detenerse y dejar caer a un lado su maleta mientras sacaba su arma, apuntándola y disparándola contra el muro. Causando el debido hoyo mientras caía el casquillo realizando el debido sonidito al chocar contra el suelo.

-Si-Siento haber entrado sin avisar....

-Tú... –logra reconocer a ese director pacifista al otro lado de ese hoyo-

-Por cierto Kiryuu-kun, tengo este apartamento desde hace algún tiempo y las estructuras son un poco viejas. Así que, si eres muy rudo con las paredes, creo que todo se vendrá abajo. Se gentil ¿sí?

Suspirando de mala manera por tal violación de su privacidad del que se suponía era su cuarto levanta esa maleta del suelo retirándose de la nueva ventilación que formó, para usar la puerta y entrar finalmente.

-Qué estás haciendo aquí? Pensé que la Asociación de Cazadores y una infinidad más de gente irían tras el asesino del antiguo Presidente después de que fueras prácticamente localizado. Hace 1 año fue eso ¿no? –arroja su maleta contra la silla, pasando al lado del mayor-

-Mi sentencia fue pospuesta, y desde eso se me fue dicho que sería soltado para decidir "basado en como las cosas terminaron" Un montón de cosas han cambiado desde el año pasado... Pero estoy muy contento de que sigas yendo a la escuela.

Se deja Zero caer rendido a la cama cual largo era, ocultando boca abajo su rostro en la almohada.

-Eso es porque el maestro Yagari y tú me hostigaron mucho diciéndome una y otra vez que debía seguir yendo a la Academia. –sin verlo recuerda, evocando la tortura que podía llegar a ser Touga Yagari-

-No te gustaría volver a vivir en el dormitorio?

-De día voy a la escuela, y de noche cazó vampiros como la Asociación desea... –gira su cuello, sin dejar de darle la espalda al ex cazador–. A cambio de eso, gano un poco de libertad para vivir aquí. No quiero estar en el dormitorio... de noche se vuelve mi hambre incontrolable. Si no ocupo mis noches cazando vampiros... no sé qué pueda terminar haciendo. ¿Por qué no solo puedo matarlos como deseo?

-Eso no es suficiente para satisfacerse de esa forma. La Lista de Ejecución existe precisamente para que no nos volvamos un puñado de asesinos cazando vampiros al azar. –conciliador recuerda-. Por ahora no hay una orden de misión para esta noche, y sin embargo, volviste un poco tarde ¿Fuiste a alguna parte? Tu abrigo, está cubierto de polvo.

-Fueron dos de ellos. –confiesa ante los rodeos de Cross, presionando su mano en la almohada, buscado una cómoda posición-

Se espanta Cross por la frialdad del albino.

-Uno de ellos huyó con una niña humana, y el otro... estaba esperando para recoger a la niña después. Puedo decir que debieron haber estado bajo las órdenes de alguien más, pero no pude atraparlos para que me dijeran algo más.

-Kiryuu-kuun, por favor, dime que no fue porque fueron insuficientes muertes para satisfacerte. No fuiste y los...

-No te preocupes, Director, los dos que maté ya estaban en la lista desde hace un tiempo. –se mueve inquieto en las sabanas, frotando su rostro en la almohada. La presencia del mayor no le ayudaba a sus instintos reprimidos–. Yo no voy por ahí haciendo razones para matar sólo por satisfacer mis urgencias. No te preocupes.

Aliviado suspira el de cabellos miel, no notando esa atenta mirada violeta oculta entre esos flequillos puesta en su posición. Bufa Zero, sentándose en la cama y sacando de su bolsillo esa cajita que siempre llevaba consigo. No quería hacerlo delante del mayor pero su paciencia empezaba a ponerse a prueba.

-Lo siento. Es sólo que no te he visto por un tiempo y no puedo ayudar. Parece que me preocupe más de la cuenta. –pasa la mano por su suelto flequillo-. Desde tu punto de vista, mis preocupaciones deben ser absurdas ¿no es así?

No responde el joven cazador, simplemente vierte esa cantidad excesiva de tabletas en su boca, bajo la mirada confusa de Cross.

-Desde cuando empezaste a tomar tabletas de sangre en tales cantidades?

-Desde... –las traga, limpiando sus labios con el dorso de su mano- que fui capaz de tomarlas. Hace un año. Ichiru y... –baja su cabeza, le dolía recordar la muerte de su gemelo–... y "él"... parecen que han absorbido la sangre de Shizuka... ¿A qué ha venido? Y no me diga que por el deseo de querer verme. –cambia rápidamente de tema-

-Sé que has estado muy ocupado durante este año después de que el Consejo fuera eliminado. Una parte de los vampiros que anteriormente estaban debajo de ellos, y quienes creían que tomar las vidas humanas estaban completamente bien, están fuera de control.

-Todo este tiempo, he estado esperando para matar con mis propias manos al "peor" de todos los vampiros. El único que causó toda esta confusión, pero el siempre está haciendo sus movimientos desde las sombras, y nunca aparece en público.

Recordar a ese Sangrepura solo hacía que quisiera buscarlo por el mismo.

Cross nota claramente la molestia que cargaban esas palabras, y él mismo se encargaría en detonar esa bomba de tiempo llamada venganza, solo esperaba que ese no fuera el caso.

-Actualmente, Kaname-kun ha contactado con nosotros... con la Asociación. Él quiere restablecer el contacto con la Asociación para la coexistencia. Parece que ha estado manipulando desde las sombras para traer de nuevo la sociedad de los vampiros bajo control una vez más. Y, ahora, con todas las preparaciones, él preguntó si podía hablar directamente con la nueva y reestructurada Asociación de Vampiros, como el representante de la Raza de los vampiros.

Ese bastardo...

Sin poderlo evitar, esa ira que con los meses contenía libera, provocando que la ventana a un costado de Cross se desquebrajara sin estallarla. Asimismo, cubre su rostro con su mano, presionándose la otra en su muñeca. ¡Era un maldito cínico! De solo recordarlo, sentía que devolvería esas tabletas.

-Y sólo por eso... –trata Zero de recobrar la calma y el aire perdido sin levantar su cabeza-. ¿Tú esperabas que creyera en él? ¿Cómo pueden los Cazadores creer que él no está preparándose para hacer una declaración de guerra contra ustedes?

-Pensé que dirías algo entre líneas, algo como "si él llegara a salir, lo voy a matar de seguro".

-No, todavía no quiero. Necesitamos que los chupasangre se controlen, y por eso lo necesitamos vivo, entonces lo dejaré. Por ahora...

 

*              *                   *               *                  *

 

Reprime cualquier gemido que saliera de su boca, mientras que su espalda se recargaba contra el muro, balanceándose de arriba y abajo su semidesnudo cuerpo involuntariamente, como su corto cabello que no perdía ese look juvenil.

-Mmm, Kain... –mejor recarga su frente contra la curvatura de ese hombro delante suyo-

En las misma condiciones, un Kain, con solo su pantalón puesto sostenía entre sus brazos a su primo mientras arremetía suavemente en ese intimo lugar previamente dilatado, rozando sus dedos con esas desnudas piernas que no tocaban el suelo. Únicamente exhalando y suspirando, y entre momentos, perdía su nariz entre esos cabellos que el ojiaguamarina pocas veces peinaba, y aun así lo hacía ver bien y que él mismo Aidou peinaba con una caricia para enamorar a las estudiantes de la Clase Diurna.

Aidou presiona sus dedos sobre los brazos desnudos que lo rodeaban, regañándose mentalmente por no haberse deshecho de su suéter verde sin mangas y de su blanca camisa. Así no podía disfrutar de la cercanía de sus cuerpos. Pero no tenía la culpa, Kain lo secuestró de ese salón donde leía, literalmente.

-Por qué... ahora? De-Debiste esperar a que... no estuviéramos en... en... mmm... en otro lugar.

-Me iré por un tiempo. –con una voz menos débil le responde el mayor-

-Te irás con... Kaname-sama?

No da respuesta el anaranjado, solo pega aún más a su cuerpo a su primo, no dejando de penetrarlo con un ritmo lo suficiente constante para satisfacer a ambos. Mejor decide bajar y recargar la espalda de Aidou contra el suelo de esa estancia, pegando su torso contra él.

-Ah! –lanza Aidou atrás su cabeza por esa repentina y profunda penetración-

Luego se riñó mentalmente por tal "grito", cubriendo con ambas manos su boca. Solo esperaba que alguien no lo fuera escuchado, llegando a su oído el claro choque de esa pelvis con su trasero ir en aumento, como la sensación de esos dedos de Kain presionándolos en su muslo como el otro brazo rodear bajo su espalda.

-Ah... Hanabusa...

Se estremeció por ese gemido del mayor envuelto con su nombre, habiendo notado esa necesidad de su primo, agrandándole. Desapareciendo esa inseguridad que aparecía cada vez que sabía que Kain saldría. Exteriorizándolo en una sonrisa adornando sus labios, prefiriendo rodearle los hombros con los brazos y alzar su rostro en busca de los labios de Kain. Siendo correspondido.

El beso les permite reprimir ese grito gutural al finalizar el orgasmo, no dejando de moverse sus cuerpos ni de separar su unión.

 

*              *               *                  *                  *

 

Deja de escribir en esas hojas para cerrar sus ojos y entregar su nariz a ese aroma que alcazaba a filtrarse entre esas paredes de esa habitación. Quedando inmóvil sentada en esa silla frente a ese escritorio, solo escuchándose un sepulcral silencio, algo normal en esos meses.

-Está tan tranquilo... Puedo oler la nieve afuera. Oh, sí... –abre Yuuki nuevamente sus párpados-. Pronto será un año.

-Ey, Yuuki Cross!

Se sobresalta ella por severendos golpes repentinos en esa puerta tras suyo, perdiendo cualquier concentración.

-¡¿Qué haces ahí holgazaneando cuando deberías estar estudiando para la siguiente lección?! ¡El hecho que yo no esté aquí supervisándote, no quiere decir que debas distraerte! –hace Aidou notar su voz de mando acercándosele, mostrándose totalmente presentable–. ¿Qué es eso? ¿Qué estás dibujando ahí? –inquiere sentándose al lado de ella-

-Ah! ¡Por favor, no mires es una carta! –sin medir su fuerza lo aleja por simple supervivencia, guardando esas hojas rápidamente en el cajón-

-Mi cuello... –se queja desde el suelo-. Ey, como sea... –más recuperado se incorpora, regresando a tomar asiento–. Sólo comencemos con la lección. Trabajo duro como tu profesor privado, así que sigamos. –toma el libro que dejó en el escritorio–. Solo siéntate y abre tu libro. Página 167

Tomándose en serio su papel de maestro se reclina, continuando la joven Purasangre en pie tímida.

-No te preocupes, no es como si fuera a decirle a Kaname-sama de todas formas. Si él sabe que sigues escribiendo esas cartas eso podría hacer que se preocupe más por ti. Ya es suficiente que se preocupe y se sienta mal al tenerte encerrada por tu seguridad...  Aunque... Si obtienes una nota mínima de 75 sobre 100 en el próximo examen que te haga, por supuesto. –propone en calma, viéndola-

-Qué? –ni en la Academia lo logró-

-Sólo una cosa. No hablar sobre dónde vives, ni nada relacionado con los vampiros. Dejé la Academia sin borrar los recuerdos de Sayori Wakaba, pero no sé qué pudo haber pasado después de que la dejáramos.

-... –baja sus ojos castaños mordiendo sus labios, tratándose de reprimirse, pero era inutil–. ¿Y Zero...? ¿Sabes algo de él?

-... –gira a verla, pensativo–. Hace mucho que no preguntabas sobre él.

-... –se sobresalta, sorprendiéndose ella misma por el descubrimiento–. Aidou-senpai, olvide lo que le acabo de preguntar. Prefiero no poner en peligro este preciado lugar en el que Kaname-senpai y yo podemos vivir juntos.

-Senpai? –entra el castaño-. Yuuki, realmente me pregunto cuánto más tomará para que finalmente me llames simplemente Kaname.

-Kaname-sama! –se levanta de golpe de la silla el anaranjado-

Logra Aidou ver a Kain recargado en la puerta, inevitablemente llegándole todos los colores al rostro por recordar la escapada que se dio su primo, bajando la cabeza bastante ruborizado.

-No sabía que volverías de tu viaje hoy. –se le acerca Yuuki alegre-. Estoy muy feliz de que vuelvas a casa temprano.

-Lo siento, Yuuki, sólo vine por un momento y ya tengo que irme de nuevo. –le apoya la mano en la mejilla-

-... –baja su mirada ella algo entristecida–. Bienvenido a casa. –aun así, se empina dándole un beso en la mejilla-

-Cof,cof... Debemos apresurarnos, Kaname-sama, o sino...

-Otousama! –se sobresalta Aidou al reparar en la presencia de su rubio padre–. Un momento... "Cómo se atreve mi padre a interrumpirlos ¿Cómo pudo hacer tal cosa?" –piensa sacado de onda-

-Estoy consciente de eso. –en calma opina Kaname viendo al mayor sobre su hombro-

-Konbawa... –realiza ella una venia-

-Ah... ¡Mis sinceras disculpas, me olvide de saludarla! –apenado igualmente realiza el Noble una venia-

-Cuídate, Onii-sama.

-Lo haré, gracias. –se encamina hacia la puerta-

Ve Aidou como Kain pasa al lado de Kaname para acercársele, colocándose a su lado, extrañándolo. Y éste, sin importarle la presencia de su tío como acompañante lo besa. Mortalmente se ruboriza aún más por ese pequeño detalle, por primera vez no teniendo que decir u opinar, reparando en ese anaranjado retirarse como llego. Por inercia, fija su mirada aguamarina en su progenitor, subiéndosele todos los colores del arcoíris al rostro.

-Kain, respeta a mi padre! ¡Baka!

-Si él te quiere de verdad, no veo porque deba reprimirse. –lo más sensato y ecuánime responde-

Hace un puchero el joven vampiro Noble, fulminando con la mirada a ese anaranjado familiar que por un momento lo vio sobre su hombro con una sonrisa de satisfacción. ¡Hasta su padre estaba de lado de su malicioso primo!

-Otra cosa... Hemos arreglado el tener una reunión con la Asociación de Vampiros.

Esa frase rompe con ese ameno momento, dejando confusa a Yuuki.

¿Entonces, él y Zero...?

Notas finales:

Según una exhaustiva investigación, los ojos de Sara Shirabuki son celestes, pero para mi fic, deben ser azules, y así se quedaran. UoU


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