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Bloody Rose por lilibel vangarret

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Notas del capitulo:

Para mi "QUERIDÍSIMA" Rigel23

REEDITADO            REEDITADO             REEDITADO.

 

 

 

 

Entre sus brazos estrujaba esa tela, arqueándose perfectamente en un arco su espalda, respirando agitadamente al haberle faltado el aire a causa de esa fuerte penetración. De golpe es levantado de la cama para ser recostado contra el muro siendo reanudado "el vaivén" de ese cuerpo contrario. Reconociendo necesidad en sus movimientos.

Un suspiro se escapa de entre sus labios por esa lenta y profunda embestida, deteniéndose aquella persona que lo sostenía con sus brazos. Posa sus ojos violetas en aquel ojo castaño que lo veía de reojo, como si se asegurara que no le había hecho daño o algo parecido, notándole a su vez un gesto de tristeza y no esa actitud molesta que días atrás había podido sentir.

-Lo siento. –se disculpa esa persona de cabellos oscuros pasando rápidamente a una sonrisa-

Misma que es contagiada por el albino que niega apoyándole la mano contra la mejilla ¿Por qué lo sentía tan deprimido? Sonaría masoquista, pero prefería que tuviera esa vitalidad de noches anteriores y no amargura.

Sus rostros se juntan, recibiendo un lento beso de aquel de ojos castaños que luego pierde su nariz en los cabellos platinados de su cuello, aspirando su aroma.

-Lo siento. –repite luego de ese largo silencio, separando sus labios que exponen unos colmillos-

Frota tras su nuca en agotamiento. No había podido dormir nada en la noche, algo no nuevo para él. Pero esta vez, con una duda en su mente. Podía atreverse a decir que eran castaños esos cabellos de esa persona al igual que su triste "ojo".

-POR QUÉ ES QUE ESTOY AQUÍ?!!

Abre Zero sus ojos ante ese grito de ese rubio, suspirando y mejor cruzando sus brazos.

Aidou trataba de abrir esa rejilla a la altura de su rostro en aquella puerta de ese vehículo-cárcel en movimiento.

-Qué extraño... –se pone a pensar detalladamente–. Lo único que hice en ese momento fue decirle lo que se me vino a la mente ¿no? Dije "Bien, ¿entonces deberías seguirlos de inmediato, o dejarlos solo y no seguirlos aún?" Y cuando dije eso, Kiryuu se me acercó, y como lucía bastante lívido, yo, por bondad hacía él dije "Deberías quitarte esa chaqueta que se manchó con la sangre de esa mujer. Debe ser duro para tí ¿no?" Y al decir eso, ese tipo sonrió de manera poco tranquilizadora.

Ve de reojo al sereno cazador albino sentado en una de los dos largos sofás sin espaldar.

-Al día siguiente este se paró en el marco de la puerta del cuarto donde me hospedé y con una cara de lobo con ganas de comerme dijo "Oh, esto me será útil. Te llevaré conmigo y obtendré información de ti" ¡NO HE HECHO NADA! ¡ME ESTÁN ACUSANDO FALSAMENTE! –retoma sus gritos, pegado a esa rejilla–. ¡¡¡Esto es abuso de autoridad!!!

-Si te resiste volverás a recibir una descarga eléctrica, Aidou-senpai. –posa su mirada cansada en el rubio-

Lo ve por sobre su hombro, mordiendo sus labios en medio de su molestia. Con un suspiro se sienta en el segundo sofá frente a él.

-No te equivoques. No voy a ser obediente sólo porque tengo miedo de ser electrocutado o algo así, sabes. No he hecho nada que rompa el tratado entre especies. Voy a asumir que voy contigo como un invitado ¿no?

-No necesitamos realmente sospechar nada para arrestarte.

-Lo dices en serio? ¡Oye, nunca te diré nada! –aclara Aidou-

-Está bien. Haré que sientas que quieras hablar. –desvía su mirada para de nuevo cerrar sus párpados-

Quedan de nuevo en silencio el par de chicos, quedándose observando Aidou al cazador con detalle.

-Senpai, si vas a seguir mirándome con esa cara de que quieres decir algo, adelante, solo dilo.

-Si estuviera en tu lugar, haría frente a mi adversario abiertamente, sin importar cuantas veces fueran y tomaría lo que quiero de él. –en seguridad opina el Noble, viéndolo-

-Lo que quiero de él? –repite suavemente el albino-

Fija Zero su atención en esa rejilla, extrañándose al ver cruzar fuera un murciélago.

 

 

 

 

Noche 9 El comienzo del comienzo.

 

 

 

 

Sintiéndose Aidou como un rehén de un secuestrador caminaba por el pasillo del cuartel general de la Asociación, ganándose su presencia las debidas miradas de los demás cazadores, con un sereno Kiryuu apuntándole en la espalda con Bloody Rose.

-Oye, Kiryuu, podrías parar esto? Entiendo que te enfurecí, pero hay límite. ¡Ow! –en respuesta, siente una presión a causa de ese cañón–. No es que vaya a intentar hacer algo estúpido justo aquí, justo en medio del edificio de la Asociación, sabes.

Cero respuesta de Zero.

-Las armas para vampiros están resonando como si aullaran en esta área! Sus auras se sienten como si lo hicieran. Es enervante ¡Da miedo!

-Eso es porque estamos encima del área de los hornos subterráneos que contienen el Metal Madre de nuestras armas.

-El Metal Madre... –lo ve por sobre su hombro-

-En el pasado lejano y distante, hubo una mujer que vino a nosotros en secreto, y nos dijo el método por el cual podríamos ganar el poder para pelear contra los vampiros. Esa mujer era una de aquellos que iniciaron la raza de los chupasangres, una de los que luego pasamos a llamar Ancestro.

-No quiero oír el resto de eso. –suspira Aidou-

-Los humanos no tenían el poder para hacer algo cuando se enfrentaban a la armada de vampiros que había sido creada, a partir de vampiros ex-humanos. Esa mujer Ancestro dio de su propia sangre a algunos humanos. Sangre en una cantidad tan grande que fue suficiente para envenenar y matar a los que bebían.

-Sí, y aquellos cuyos cuerpos se las arreglaron para absorber el veneno y sobrevivieron esa prueba se convirtieron en los primeros cazadores. De los cuales, ahora descienden ¿no es cierto? Ya me sé eso. –suspira el rubio–. Y por último, la mujer fue y se arrancó el corazón del pecho, y lo arrojó en la cuba de metal fundido dentro del horno. Ya sé todo, y con esa acción, el metal dentro se convirtió en algo tenebroso ¿y qué? –algo brusco zanja-

Repara en esa seria mirada violeta del cazador sobre su persona, quien apuntaba con más fuerza a Bloody Rose.

-Ustedes realmente son incapaces de tener siquiera un poco de corazón para llorar la muerte de esa mujer por el sacrificio que hizo?

En silencio continúa observando a ese cazador. Solo le faltaba que disparara su arma, algo que no lo intimidaba...

 

*               *                *                  *                 *               *

 

Desde el marco de la puerta veía a ese castaño enfocado en ese experimento. La única manera que lo saco de su habitación, pero no de su encerramiento. A cualquiera le parecería irónico que él mismo quisiera hallar una "cura" para detener las capacidades regenerativas y de resucitación. Un experimento en el que solo a ella se lo confesó.

-No tienes por qué hacer esa clase de experimento. –interviene ella, luego de ver un tubillo con la misma sangre de Kaname– ¿Qué es lo que hace por nosotros? ¿O por la humanidad?

Es ignorada a lo que ella exhibe un gesto de dolor con la simple idea de perderlo.

-Por qué haces esto por los humanos? Ellos necesitan aún menos que nosotros, además, no planeamos entrar en contacto con ellos por ninguna otra más que las necesarias. No queremos asustarle innecesariamente.

Éste simplemente gira a verla en silencio, regresando su vista a su investigación.

La albina solo puede alzar sus plateadas cejas en sorpresa. Ella lo amaba en silencio, pero él solo se encargaba de descubrir su destrucción.

-Tras numerosos experimentos, finalmente encontré algo. –habla Kaname, sin verla–. Lo único capaz de matarnos somos nosotros mismos.

-Qué? –se asombra, atreviéndose a acercarse pese a no estar muy intrigada–

-Esto es todo lo que he logrado por el momento. Pero puedes ver algunos progresos.

Ella simplemente lo escuchaba en silencio, llevando por inercia su mano a su vientre, sonriendo en tristeza.

Solo esperaba que Kaname la perdonara luego de abandonarlo....

 

-    -      -       -       -      -       -

Luego de mucho tiempo, al fin la había encontrado. Pero no como nunca imaginó.

Sobre un pedestal yacía esa albina con una enorme mancha abarcar el lado izquierdo donde debería estar su corazón. Él no quería que ella se sacrificara. Eso era algo que él quería hacer. Viendo alrededor de ella a los mayormente beneficiados por su sacrificio.

-Ella lanzó su propio corazón dentro del horno. –hacía él se acerca un hombre-. Y aun así se giro sin problema y nos entregó su sangre. No sé mucho sobre ustedes, pero ¿No se supone que ustedes son monstruos incapaces de morir, no importa que suceda?

En silencio se aproxima hasta ella, peinando su platinado flequillo, teniendo esos párpados cerrados que le impedían ver esas joyas violetas.

-Perdóname... –se encorva para besar sus inertes labios-

Recordaba claramente sus últimas palabras antes de desaparecer hace un año.

"Ese el por qué, Kaname, yo no puedo perdonar a quien olvida cuál es su propósito en la vida y juega con las débiles pero fuertes vidas humanas, quienes instintivamente mantienen la esperanza. De ningún modo podría seguir mirando en silencio"

Sucediendo pronto lo que temió.

Que ese cuerpo se desquebrajara y desapareciera a sus ojos.

-Se suponía que eso lo haría yo.

La había perdido...

Él, que no tenía intenciones de aferrarse ni a sí mismo ni a nada, se aferró a ella.

La había perdido...

Pero nunca le correspondió ese amor que ahora pudo notar, y ahora era que dolía.

-Quiero ser útil a la gente. Y útil para Kaname también...

Frente a la fundición se coloca, tenía. No, deseaba arrojarse a la fundición, pero algo lo detiene, un extraño impulso. Sonriendo irónico.

-Ya sé, "ustedes" también quieren darse prisa y luchar ¿cierto? Ustedes los que tomaron la sangre y la carne de ella con el fin de adquirir el poder suficiente para protegerse a asimismo. Ustedes son los que sobrevivieron.... Sus enemigos son aquellos tontos que continúan creyendo que sus vidas no podrán ser arrebatadas por ustedes.

Gira a ver a aquellos sobrevivientes de ese sacrificio con una convicción en mente.

-Yo les concederé sabiduría y fabricaré armas a partir de esta fundición. A todos y cada uno de ustedes les daré una misión, no podrán escapar de sus obligaciones. "Ustedes buscaran derramar sangre, al igual que nosotros, formando un instinto de odio"

 

 

-Nuestros ancestros, a cambio de la vida de esa mujer, recibieron armas para matar vampiros. Y la sangre que corre en nuestro cuerpo nos susurra el no perdonar a los vampiros su inhumanidad. –ve su arma por segundos pero de nuevo le apunta al rubio–. Seguramente crees que no estoy en posición de decir eso, y probablemente te estés preguntando quién es más inhumano.

-Honestamente, yo diría que quien está apuntando su arma a un hombre inocente que no demuestra ganas de huir lo es! Solo porque soy un vampiro. –se siente Aidou ofendido, prefiriendo darle la espalda-

-Ey, Zero! –llama un molesto Kaito, quien precisamente se acerca al albino– ¿Por qué estás trabajando? Te ordené que tomaras un descanso ¿no? –le toma el brazo mostrando molestia–. ¿No fui claro? –cambiando su inconformidad por preocupación le pregunta–

Reconoce Zero una cercanía del rostro del castaño con el suyo, extrañándolo, y más, esa mano que cede su presión pasando a una más leve y preocupada. Sintiéndose intimidado por esa baja mirada, misma que le recordaba a la de sus "pesadillas".

-Atrapé a este tipo, es uno de los lacayos de Kaname Kuran. Pensaba hacerle algunas preguntas. –trata de mostrar serenidad, desviando su mirada violeta-

-Lacayo?!!! –olvida esa escena de los cazadores para defenderse-

-Ya veo... –prefiere liberarlo y alejarse un paso–. Eso es genial.

Se petrifica Aidou ante esa maliciosa sonrisa repentina, idéntica a la que el mismo Zero le hizo y que lo llevo a ese lugar.

-Vengan por aquí. –reanuda los pasos el castaño cazador– ¡Ey, Aidou Hanabusa-kun, quiero preguntarte algo! ¿Es posible que Kuran-kun planee oponerse a nosotros?

-De dónde sacaste esa información? –ladea su cabeza ante esa clara trampa. Él no diría nada-

-No? Porque eso parece por el comportamiento radical observado en un Sangre Pura durante un interrogatorio.

-Shirabuki Sara estuvo reclutando compañeras en el instituto para señoritas. Además, buscamos tendencias similares y asociaciones en el asunto. –describe Zero-. Asumiendo una apariencia tolerante, no importa que tan inofensivo parezca. Él sigue siendo peligroso.

 

 

En agotamiento veía hacía el cielo. Otro año más al siguiente en esa guerra. Sosteniendo su mano enguantada esa hoz de hoja circular. Sin poderlo evitar presiona su mano en su frente. De qué servía esa farsa si no iba a quitar esa culpa. Pese a poseer tantas personas a su mando, se sentía solo. Escucha un repentino crujido, obligándolo a girar a ver, notando a una chica de uniforme tras suyo.

-Quién eres?

Prontamente Yuuki ve tras suyo, buscando con la mirada hacía donde veía ese castaño, reconociendo que era hacía ella ¿Él la veía...? pero si era un recuerdo del mayor ¿no?

-Y-Yo? ¿Puedes verme?

-Sí puedo.

Ahora sí que se la trago la tierra y perdió unas neuronas. ¡Él la veía!

Aún así, hay algo que llama más su atención y que él sostenía.

-Artemis...

-Artemis? Sí, el nombre de la diosa de la casa, la castidad y de la luna... Ciertamente "Artemis" es un nombre digno para esto. –deja de verla para ver al frente–. Yo... ya casi no puedo sentir más emociones, estas armas sólo desean matar vampiros.

También ve Yuuki como él recogía una pistola plateada del suelo.

-Bloody Rose... –murmulla perpleja. Ahora lo entendía todo–. El arma es.... en esencia esa persona. –se atreve a decir-

-Armas son armas. No hay objeto que pueda transformarse en ella.

-Entonces... ¿Piensas sustituirla por alguien más?

-Deja de decir esas palabras vacías, joven vampiresa. Nadie, puede ser el remplazo de otra persona. –se miente-

-Kaname-san, el otro lado ya ha sido convertido. –llegan los cazadores a su lado, logrando su atención–. Parece que va a ser una situación aún peor esta vez.

-Había alguien aquí hace un momento? Me pareció oírle hablar. –dice una mujer-

-Ah, no. –gira a ver ese lugar donde ya no estaba la chica–. Una joven que le puso nombre a mi arma estaba justo ahí. A menudo tengo premoniciones. Creo que vi una visión del futuro.

 

 

Y de nuevo, la lucha se repitió muchas veces. Una persona menos . Una persona menos de nuevo.

Mi primer aliado había sido yo mismo. Ahora que lo pienso, ya ha sido un viaje demasiado largo... Mi corazón había estado agotado desde hace mucho. Por eso decidí entrar en un letargo del que no tenía intención de despertar....

En mi niñez, sentí que yo había visto esos ojos en algún lugar antes y no hice nada...

En pasos suaves avanzaba esa joven persona de traje negro con la mano en uno de los bolsillos de su pantalón, teniendo su mirada violácea fija al frente. No siendo su situación tan distinta a la de ese cazador, ya que, usando su impecable uniforme blanco solo cruza justo a su lado sin ni siquiera reparar en él, ni dedicarle una ojeada de su mirada castaña.

Pero ahora, "esta vez quiero proteger esa persona que la vida me ha devuelto"

 

*             *               *                *                  *              *

 

-Señorita Sara, señorita Sara! Mire este obsequio que le han enviado. Es tan hermoso. –exhibe esa chica esa prenda, luego de buscar en una de las cajas de regalo-

-Señorita Sara, el té de jazmín que tanto le gustó ¡Lo he preparado para usted! –brinda otra estudiante igual de animada­, con esa taza de té entre sus manos-

-Señorita... Señorita Sara... –la más tímida de todas no se atrevía a pedir completamente su atención-

Y la preferida de la rubia, ya que, ésta la toma de las mejillas besándola. Teniendo a demás chicas a su alrededor ocupando en largo sillón, como si se tratara de su propio harem femenil, quienes no se incomodan por tal "tierno" gesto.

-Está bien, mi amor. Aquí tienes el beso que deseabas.

-Señorita Sara, dejará que esa compañera de clase se quede en el dormitorio de chicas de nuestro grupo? –pregunta una de ellas con una sonrisa y devoción hacía ella-

-Es cierto, tengo que ir a preguntar si la dejarán o no unirse. Todo está bien desde que ese chico hace todo el trabajo por mí. ¿no es así señor perro guardián? –vira a ver a Ichijou-

-No otra vez... –suspira en agotamiento Takuma. De nuevo el acoso–. Después de que haga dormir a Hideki lo haré. –aclara, mientras acunaba a ese callado rubio de grandes ojos azules que se adormilaban–

-Takuma-sama, por favor.

Es empezado a ser acorralado por ese sequito de chicas adoradoras de esa Sangre Pura, teniendo él que alejar a su niño de esas presiones.

-Chicas, ya déjenme... No ven que estoy tratando de hacer dormir a Hideki. –lo consigue. De algo servía tener a su niño en brazos–. Señorita Sara, sabe lo que dicen los rumores entre los Nobles. Todos dicen que usted "en realidad quiere hacer un jardín del deseo, un harem"

-La gente en realidad cree esas malas bromas. No pueden compadecer a una mujer que perdió a su prometido, una mujer perdida en un mundo de soledad. –rodea con su brazo a una chica a su lado, mostrando un gesto fatídico-

-Ouri-sama era diferente. Era una persona más sumisa, Señorita Sara. –frunciendo sus cejas dice Ichijou-

-Señorita-sama, por qué Takuma-sama está enojado con usted? ¿Es por qué usted está haciendo algo malo?

-No, claro que no. Niñas, ustedes querían que el tiempo fluyera más lento y yo solo se los concedí. No puedo culpar a los temibles cazadores por querer un tratado mutuamente firmado, mientras cumplamos con los términos del Contrato ¿tendríamos que preocuparnos por algo?

De reojo ve a Takuma, quien no desaparece su molestia en sus cejas, sonriendo ella suavemente. Da un choque de sus palmas la rubia incorporándose, finalizando su visita.

-Mis niñas el auto me espera.

-Señorita Sara, regresará a jugar de nuevo ¿cierto?

-Seguro, soy feliz haciéndolo.... Que grupo de lindas niñas.

 

*                *                 *                  *                  *                *

 

-Qué es lo que planean, vampiro? –inquiere Yagari en pie-

-Eres tan odioso! –se defiende el pobre Aidou atado con correas sentado en una silla–. Ya te dije que no sé nada. Kaname-sama nunca haría...

Un latigazo calla su defensa, a causa de ese pelinegro ojiceleste, no estando solo, Kiryuu, Cross y ese cazador de nombre Kaito lo acompañaban, solo mirando.

-Responde ¿Se ha comunicado alguien en secreto con Sara Shirabuki? –con esa fusta en su mano "la estira" Yagari con un aura negativa rodeándolo-

-Es imposible! ¡Kaname-sama definitivamente odia la actitud de Sara, créanme! Oye Kiryuu, diles que no soy un mentiroso... Oh, dios mío, nunca creí que ustedes fueran sordos.

-Espera, Zero, tengo algo mejor. –suspira Kaito en agotamiento, acercándose a una mesa-

Pronto, un sádico asesino en serie sosteniendo una cierra eléctrica se presenta ante Aidou, como salido de una pelicula occidental. Simplemente quedando Zero recostado en el muro con sus brazos cruzados y ojos cerrados en una posición de agotamiento.

-Wwwwaaa!!! –por poco le da un infarto, aun así no hablaría-

-Qué vas a hacer señor representante del presidente de la Asociación. Éste es uno difícil.

-De verdad no sé nada!!!

-Este tipo tiene una reputación y sentido de la lealtad inquebrantable. –derrotado suspira Yagari-

-Ustedes están preguntando del modo equivocado. –se acerca Cross a él, desatándole las ataduras–. ¿Aidou-kun, sabías que la princesa de la familia Shirabuki ha estado un poco traviesa últimamente? Sólo queremos asegurarnos que esas "travesuras" no se convertirán en algo desastroso. Sólo eso.

-Entonces me está diciendo que Kaname-sama tiene algo que ver? Está delirando, señor Director. –lo ve por sobre su hombro, sobando sus muñecas-

-Lo sentimos, solo estamos tratando de averiguar. –continua Cross-. Siempre Kaname-kun ha metido mano en los problemas que involucran a los Sangre Pura. Como la desenfrenada Shizuka de la familia Hiou, y con el demente de Rido, cuya existencia fue borrada del árbol familiar de la familia Kuran... ¡Oh sí! Ayer, la cabeza de la familia Touma fue castigado severamente. Y gracias a eso no pudimos reunirnos.

-Ah... sobre eso... –desvía su mirada a dirección del platinado–. Oye Kiryuu... explícales por qué paso eso.

Abre sus ojos el albino cazador gracias a ese llamado, por poco se quedaba dormido.

-Fue un pequeño desacuerdo entre los Sangre Pura. Sólo se castiga al primero en levantar sus puños.

-Tú... –le molesta a Aidou esa respuesta aún sentado en la silla-

-Ya veo, entonces esto fue su responsabilidad. ¿Kiryuu-kun, contra quien peleaba Touma? –gira a verlo-

-Yuuki Kuran...

-Lo diré claramente, las acciones de Kaname-sama en los eventos anteriores fueron probablemente para proteger a Yuuki. –interviene el rubio Noble–. Además, las acciones de la señorita Sara no están incumpliendo con el Contrato. Esas chicas querían convertirse en vampiros por su propia voluntad ¿no? Si ellas querían eso, no creo que sea algo de su incumbenc...

-Esa boca que posee es muy molesta... –el par de asesinos en serie en que se convirtieron Yagari y Kaito se presentan-

 

*                *              *              *               *                 *

 

-Bienvenido, Takuma-sama. –se incorpora el empresario frente al rubio bajo el marco de la puerta, no viéndolo solo–. Ha pasado tiempo desde que lo vi en la conferencia luego de que su abuelo se retirara. ¿Se ha acostumbrado a su nuevo puesto?

-Sí, lo estoy manejando perfectamente. –muestra una amable sonrisa, aunque después, la cambia por un serio gesto–. El mensaje del último presidente, con quien he hablado previamente, es en términos generales, recolectar sangre para el desarrollo de nuevas tabletas y medicina.

-Entonces, los Sangre Pura...

-Sí, ella es la señorita Sara Shirabuki. –presenta con su mano a la rubia–. Señorita Sara, él es el actual presidente de la compañía farmacéutica que resucitó el abuelo.

-Gracias, Takuma, ya puedes ir a casa. –muestra una sonrisa, sustentando lo dicho-

-Pero, señorita Sara...

-Sin peros, date prisa.

-No puedo dejarlos solo. No sólo... por la seguridad de la señorita Sara sino también por la del Presidente.

-Takuma, te estás entrometiendo, ve a casa. De seguro Hideki debe extrañar tu ausencia.

Notas finales:

REEDITADO            REEDITADO             REEDITADO....


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