Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Drama Queen por Ellie77

[Reviews - 54]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disclaimer: Death Note pertenece a Tsugumi Oba y a Takeshi Obata.

Pairings: MxM ǀ BxA ǀ NeLi ǀ LxL.

Advertencias: AU ǀ Lenguaje vulgar ǀ Yaoi (Boy’s Love) ǀ Hetero descarado en este capítulo ǀ Conteniedo sexual ǀ OoC ǀ Presencia de OC’s.

N/A: Gracias a Nancy♥ por su review.

 

 ǀ Drama Queen ǀ

 

Capítulo 18:

Sabes, estoy escuchando

.

.

Hay alguien que quiera

Escuchar mi historia

Todo sobre la chica

Que llegó para quedarse

 

Girl The Beatles

                                                                                                                     

.

.

Ha sido un día irrelevante, tan solo podría destacar la rabieta que Mello hizo al escuchar los resultados del ranking pero tampoco es que sea algo lo suficientemente interesante como para cambiar mi opinión. Es aburrido y monótono, y me sorprendo a mí mismo encontrando eso irritante; ni la graduación ni nada de lo que conlleva logran que piense lo contrario.

Antes por lo menos estaba Linda para ayudarme a distraerme pero ahora, luego de todo lo acaecido, se ha alejado completamente de mí; no tengo con qué seguirla manipulando por lo que estoy haciéndome a la idea de que no podré retenerla a mi lado de ninguna forma posible. Me sorprendo también sintiéndome frustrado por eso.

Se suponía que iba a ser diferente. Linda debía acabar entendiendo que lo que ella sentía por Matt había desaparecido hace bastante y que yo le convenía en todos los sentidos. Supongo que también me confíe demasiado, después de todo los asuntos que involucran a personas son igual de volubles que estas. Linda es una maraña de sentimientos que no sabe qué es lo que desea ni lo que le conviene; por más cosas que tuviéramos en común, el pragmatismo no era una de ellas.

Retuerzo un mechón de cabello mientras me tiro a la cama. Me siento decaído, no tengo ganas de hacer nada, ni siquiera las cosas que me gustan. Es una sensación molesta que pocas veces he experimentado. Estoy incómodo.

Escucho que tocan la puerta, solo puede tratarse de Beyond. Me abstengo de contestar, él entrará aunque yo no lo haya autorizado.

—Hey, enano. —Ya se encuentra dentro de mi habitación. Siempre hace lo que quiere; no me quejo, somos similares —. Joder, el regalito de Mello sigue igual que el primer día. —Tengo una piel delicada, herencia de mi padre, cuando menos el hematoma me va durar un par de semanas más —. Estoy seguro de que si Ele no supiera como eres tú, lo habría demandado o algo.

Tuve que contarle a Ele qué fue lo que sucedió ese día, después de todo tampoco podía ocultarle el golpe. A pesar de que quise ser discreto, Beyond llegó a meterse como siempre y le contó todo con lujo de detalles, desde que mantuve un amorío con una compañera de clase hasta el momento en que el novio de ella nos descubrió, incluyó incluso lo que había visto durante la víspera de navidad. Y la cereza del pastel, según palabras suyas, fue el hecho de que el mejor amigo del novio de mi affair me dio una lección. Contado de esa manera suena como toda una novela promedio.

La expresión que Ele puso en el momento fue indescifrable. No me reprendió ni por meterme en una relación ni por ocultarle un suceso de ese calibre, al fin y al cabo él hace lo mismo con Light Yagami, un tema que de igual manera hemos dejado al aire.

—¿Sigues deprimido? —pregunta Beyond de pronto.

—No creo que te interese realmente.

—Lo hace, aunque no lo creas quiero saber en qué termina todo este drama —le doy una rápida mirada, él no lo toma como advertencia y se acerca todavía más. Se sienta en una esquina de la cama —. Sabes, me sorprendes, nunca creí que tú fueras a estar metido en un rollo así. Se supone que eres un inadaptado social, y mira ¡te gustan las vaginas ajenas! ¿Es un fetiche?

—Beyond, no tengo ánimos para esto.

—Lo sé, lo sé, estás deprimido, tienes el corazón roto para ser exacto —hace un exagerado con las manos al finalizar —. La hippie es toda una perra.

Suelto un suspiro. Beyond es molesto para la mayoría por dos cosas: por ser tan directo y por el modo en que dice sus palabras. Es honesto en exceso, cínico también es un sinónimo, y no es como si me molestara, estoy más bien acostumbrado. No obstante este es un asunto en el que no me gusta que opine, aparte me desagrada que se dirija a Linda de un modo tan despectivo aunque ella se lo merezca.

No le contesto así que el silencio se hace presente en el lugar. Lástima que Beyond sea tan persistente, no se irá sino hasta que se haya aburrido. Si lo ignoro tal vez se marche más pronto, es truco que me funciona el ochenta y cinco por ciento de las veces.

—Matt pareció haber entendido rápido que ella no vale la pena, tú deberías hacer lo mismo. —Esta ocasión pertenece al quince por ciento restante.

—Suenas como si estuvieras preocupado por mí. —Sé que no lo está, a él mi vida íntima debe tenerle sin cuidado.

Tengo la sospecha de que su medio de entretenimiento se agotó y por eso está en búsqueda de uno nuevo.

—Ni te emociones, querido primo, que no lo digo por eso, al contrario, ahora que conocí esa faceta de ella creo que ustedes son el uno para el otro. Pero no es como que la idea de que sea parte de mi familia me agrade, Linda es vegetariana y rara.

—Se trata de que me guste a mí, no a ti —retuerzo un mechón de cabello, Beyond ríe.

—Aunque te guste y sea la dueña de tus fantasías húmedas, de nada te sirve. Ya se le acabó la farsa y no creo que todavía quiera algo contigo ahora. Acéptalo, enano, solo le serviste para descargar tensiones.

—Lo sé.

Tengo clara la razón por la que lo mío con Linda empezó: lujuría. Ella estaba atrapada en la monotonía de una relación y yo tenía tiempo en abstinencia. Estuvimos el uno para el otro en el momento y el lugar correcto. Sin embargo, al final, la moral pudo en Linda mucho más que su calentura. No me dio el tiempo de hacer una verdadera jugada para poder retenerla.

Sé que podría recurrir al flirteo convencional pero es algo que nunca he hecho y no estoy dispuesto a comenzar ahora. No se trata de que lo vea necesariamente como una humillación, es solo que no estoy acostumbrado a intentar tanto por alguien. No es la forma en la que yo hago las cosas.

—¿Y en verdad no harás nada esta vez?

—De todas maneras pronto dejaré de verla. Todo acabará.

—Vaya, te has dado por vencido muy rápido. Vamos, tú eres como un grano en el culo, eres molesto a más no poder, que ella vea que no se deshará de ti tan fácilmente. Podrías hacer cosas que le gustan a la hippie, como comer pasto o apoyar a las vaquitas marinas que están peligro de extinción. Podrías incluso pedirle un consejo a Matt, él está superando muy rápido todo.

—Matt no va a aconsejarme —asevero, Beyond rueda los ojos y ríe.

—Matt es inocente pero tampoco es tan imbécil —continúa, tranquilo —. Realmente la ironía no es lo tuyo —me abstengo de contestarle, ¿por qué no se va de una vez? —. Quería resaltar el hecho de que Matt se ve bastante tranquilo con todo, digo, él fue el cornudo y es a quien mejor le está yendo, más de lo que pensé que lo haría.

¿Está tratando de alentarme o es alguna clase de juego de palabras? Puedo interpretar sus palabras de dos formas: trata de hacerme ver que Matt ya no sería un obstáculo o sabe algo de él que pueda serme útil. A final de cuentas salgo ganando en ambas opciones

—Es como si me estuvieras dando ánimos —tanteo el terreno, puede incluso haber una tercera alternativa. Beyond no hace o dice algo sin intención alguna.

—Soy un buen primo —se encoge de hombros —. Has algo.

—Solo quieres ver el desenlace, ¿no es así? Estás muy aburrido, por lo que veo.

Curiosamente viene a mi mente viene una de mis tantas charlas con Naomi Misora acerca de los vínculos y las relaciones interpersonales. No solo mantenía una con Linda, también con Beyond, de una manera menos cercana igual con Ele. Jamás he estado solo.

.

.

.

Todavía mantengo la rutina de ir todos los lunes a sesión con Misora. Su oficina también sigue igual; las rosas blancas se volvieron parte de la decoración y la foto con su novio con la torre Eiffel de fondo continúa junto a su título. Y, cómo no, se mantiene empecinada con la idea de que forje lazos afectivos con cuanta persona me da la hora.

Cuando llego a procedo a sentarme y a esperar a que ella comience la conversación, pocas veces soy el de la iniciativa. Estamos unos minutos en silencio hasta que mi psicóloga toma la palabra.

—¿Hay algo nuevo de lo que quieras que hablemos?

—Nada.

A Misora jamás le hablé de lo sucedido entre Linda y yo, para ella Linda es solo una amiga con la que mantengo contacto de vez en cuando. Es mejor así, no quiero que se involucre y que empiece a hacer suposiciones tal y como lo hace con respecto a mi familia.

—Entonces… ¿qué tal con respecto a la universidad? —Es muy insistente en cuanto a sacar un tema de conversación —. ¿Estás seguro de que quieres ser arquitecto?

Le comenté vagamente mi deseo por querer estudiar arquitectura. Aunque por mucho tiempo estuvo rondando por mi mente la idea de ser médico, la he descartado. No quiero ser lo mismo que mi padre por más beneficioso que pueda resultarme mi apellido en el mundo de la medicina.

—No me veo haciendo otra cosa.

—¿Y estudiarás aquí en Inglaterra? —Asiento —. Tenía la idea de que podrías irte al extranjero.

—Aquí están dos de las mejores universidades del mundo. No hay necesidad.

—En eso tienes razón. —Anota un par de cosas en su cuaderno, su letra es tan pequeña que no distingo lo que escribe —. Es una nueva etapa para ti, ¿no te emociona este nuevo comienzo? Un nuevo lugar, nuevas materias, nuevas personas.

— No lo veo necesariamente interesante pero admito que me causa curiosidad.

—Sabes que no puedes continuar de esta manera, Nate. Ya hablando en un ámbito profesional te va a ser necesario la interacción con tus semejantes.

—No estoy diciendo que no vaya a hacerlo, solo que sigue sin ser de mi interés.

Ella continúa anotando, es extraño, no se ve exasperada como en otras ocasiones. Su bolígrafo deja de moverse y lo deja a un lado para enfocar su mirada en mí. Se quita sus gafas para poder masajearse el puente de la nariz unos segundos.

—Y de tu amiga, de Linda, ¿sabes lo que hará ella?

—Va a estudiar en la UAL, no sé con exactitud que vaya a hacer. Lo más seguro es que dejaremos de vernos.

—¿Y estás bien con eso?

Me encojo de hombros, no sé cómo sentirme respecto a esto, tampoco sé qué contestar. Aunque sabía que lo nuestro tendría fecha de caducidad, intenté que se convirtiera en otra cosa y alargar más el asunto entre los dos. Pero nada resultó como pensaba. Linda, al verse sola, no recurrió a mí, se alejó y ya no habrá nada entre nosotros, según lo que veo.

—Nate, esta es una de nuestras últimas sesiones y debo decir que…

—¿Soy un fracaso en su carrera?

—Que estamos teniendo un par de avances —afirma.

Por inercia retuerzo un mechón de cabello, es un tic que tengo y que vengo notando que lo hago más seguido de lo que solía hacerlo.

Aunque no lo he pedido, Naomi se explica:

—Te siento menos reacio a algunas cosas, y algo con respecto a esta amiga tuya parece afectarte. Eso quiere decir que formaste un lazo con ella.

—No creo necesariamente que sea así.

—Solo dime algo, cuando dejes de ver a Linda, ¿la vas a extrañar?

Nunca he extrañado a alguien en sí. Cuando Ele se fue de casa para estudiar la universidad resentí su ausencia pero rápidamente logré acostumbrarme y cuando dejé a mis padres para venir a Winchester de hecho jamás sentí algo parecido a la melancolía siquiera, al contrario, me sentía liberado. Pero si pienso en la hipotética situación de dejar de ver a Linda, una sensación estrujante invade mi estómago.

Aunque ya no me hable, al menos la veo un rato en clases y pronto dejará de ser de esa forma. Sé que puedo resignarme pronto, que una vez que empiece la universidad ya no tendré tiempo de pensar en nada acerca de lo sucedido y que fácilmente podría conseguir a alguien más para descargar tensiones, mas soy egoísta y quiero que siga siendo solo ella.

Se lo dije, me gusta, puedo afirmar en un setenta y siete por ciento que incluso estoy enamorado de ella; el otro treinta y tres por ciento pertenece a la opción de que estoy encaprichado. A pesar de que me sé de memoria las reacciones químicas que provoca esa emoción en mi cerebro, no sé cómo lidiar con nada de lo que conlleva.

—Mientras tenga tiempo de pensar en ella, supongo que lo haré.

—Pero durante todo este tiempo de los exámenes finales estabas bastante ocupado y aun así pensabas en ella, ¿verdad? ¿Acaso eso no te dice algo?

Miro a Naomi a los ojos. Me está acorralando y sé a dónde quiere llegar. No hay necesidad de esto, estoy perfectamente consciente de lo que siento por Linda, no tiene sentido que se lo niegue a nadie, ni siquiera a mí mismo.

—Naomi, incluso ella sabe que en esa hipotética situación voy a extrañarla y no le importa. Yo no voy a seguir esperando algo que está perdido.

—¿Esperas algo de ella?

—Usted ya lo intuía y por eso llevó la conversación hasta este punto, ¿no es así?

—De acuerdo, dejaré de jugar a la ignorante. —Vuelve a colocarse sus gafas. Solo espero que no vaya a jugar al interrogatorio ahora —. Entonces ahora tú dime: ¿has agotado todas tus posibilidades?

No lo he hecho, sin embargo no quiero intentar cuando sé que ella no pondrá nada de su parte. Sí hay un poco de orgullo en esa cuestión, aparte de ello mi pasividad se debe a que no tengo a Linda en mis manos y debo moverme utilizando otros medios, y no sé cómo hacer eso. Soy un ignorante en asuntos así.

—No me da la gana intentar.

—Entonces me estás decepcionando. Te consideraba una persona más decidida.

Miro a Naomi. ¿Está haciendo lo que creo que hace?

—¿Ahora usted está tratando de manipularme? —Es un truco bastante recurrente, no obstante no lo consideraba un recurso que alguien como Naomi Misora podría utilizar.

—Tú no caerías con algo así —explica aunque tampoco se lo haya pedido —. Lo digo porque es la verdad. Me decepcionarías, Nate.

Suelto un suspiro. No es como si sus palabras me hubieran llegaran pero debo admitir que me dejan dubitativo. El sentimentalismo me convierte en otra persona, ¿qué está pasando conmigo?  Llego a desconocerme.

—Nunca debió esperar nada de mí.

Ella sonríe un poco mientras me mira. ¿Es ternura, es lástima?

—Al final lo que yo te diga no importa, nosotros también dejaremos de vernos. Tú sabes qué es lo que deseas de esta vida y que no. Si quieres cambiar algo aún tienes un par de días para hacerlo pero si no quieres tampoco puedo obligarte. Solo recuerda que al final tú afrontarás el resultado.

Tengo claro que no pasaría nada con tan solo tratar mas no me gusta jugar partidas donde tengo todas las de perder. No me pasa seguido pero una sensación así logra que me sienta abrumado. De un tiempo a la fecha siento demasiadas cosas.

No debería, aun así, por alguna razón, una corazonada, algo minúsculo que apenas noto, está también clavada en mi mente la idea de que haga un movimiento.

Me estaba olvidando de seguir siendo egoísta y obtener lo que quiero sin importar la forma en que lo consiga.

Cuando salgo de la oficina, tomo mi teléfono y envío un mensaje a Linda. Me encamino al auto de Ele, ya debe estar esperándome. Durante el camino mantengo el celular en la mano, este no vibra, Linda no ha respondido, ni siquiera debe haberlo visto aún.

Espero a llegar a casa y subo a mi cuarto para poder llamarle. No me contesta. Lo intento una última vez pero el resultado es el mismo. Que me ignorara era una opción, aunque no había intentado tener contacto con Linda nada me aseguraba que ella quisiera mantenerlo conmigo después de lo sucedido. Lo mejor ser encararla de frente mañana en la escuela.

.

.

.

Al día siguiente, en el colegio, Linda ha llegado a tiempo y tiene la misma expresión decadente que le he visto durante los últimos días, además la noto distraída; se la pasa junto a Sayu la cual también tiene ese mismo aspecto. Lo que suceda con Sayu Yagami me tiene sin cuidado pero Linda me intriga.

Suena la campana anunciando el fin del día escolar. Ellas salen tan pronto terminan de guardar sus cosas; yo salgo después que ellas, siguiéndolas a una distancia prudente. Cuando hemos pasado la entrada de la escuela, decido acelerar el paso y llamar a Linda. Ella se gira, extrañada, hacia mi dirección; Sayu igual parece sorprendida.

Como ella no pronuncia palabra alguna, me veo obligado a comenzar la conversación.

—Quiero hablar contigo.

—¿Qué se supone que quieres? —contesta de forma agresiva, era de esperarse.

—¿Podemos hablar sí o no?

—Yo no tengo nada de qué hablar contigo.

Evitarme no va a solucionar nada, debería entenderlo. Antes de que dé la media vuelta, digo:

—¿Yo no merezco también que me escuches? ¿Ni siquiera después de lo que te dije? —Puedo apelar a su lado sentimental y manipularla de esa manera, está sensible después de todo —. A final de cuentas no fue mi culpa que todo se descubriera.

—¿Crees que me creo eso? Todo debió ser obra tuya, tú lo propiciaste todo ya fuera directa o indirectamente. Además hablaste más de la cuenta, le dijiste todo a Matt.

—Lo admito, fui desconsiderado con él así que te pido una disculpa por ello.

La veo fruncir los labios, pareciera molesta, mas no al grado de explotar. Sayu intercala miradas entre ambos y se aleja de nosotros, al menos ha entendido que sale sobrando en esta conversación.

—Deja de jugar a eso. —Cuando su amiga se ha alejado, se digna a continuar —. Ya me sé tus métodos, tus «perdón» nunca han sido sinceros. Solo te muestras dócil cuando buscas obtener algún beneficio.

—Es verdad lo que te digo.

—¿Y esperas que te crea? No soy idiota, Near.

—Estoy siendo honesto. Si hubiera sido obra mía habría intentado que todo fuera en otro lugar. No creas que es agradable para mí haber quedado como el tercero en discordia en todo este drama.

Parece pensarlo. Es inteligente, me conoce lo suficiente y debe intuir mi sinceridad. Espero que lo haga ya que no tengo manera de demostrar mis palabras.

—¿Qué es lo que quieres decirme? Hazlo de una vez y rápido. — No estoy completamente seguro de que me haya creído, más bien tampoco tiene tantas ganas de negarse debido a su estado anímico.

—¿Enfrente de la escuela?

Ella rueda los ojos, tal vez fastidiada o enojada consigo misma por no haber considerado ese detalle. Ya no podemos ir ni a su casa ni a la mía, básicamente porque nuestras circunstancias ya no son las mismas. Lo único que se me ocurre es ir al parque o a alguna cafetería, lugares comunes a los que los adolescentes suelen concurrir.

Comenzamos a caminar sin ningún rumbo aparente. No es una cita, lo sé a pesar de que nunca he tenido ninguna. Me siento tan a la deriva.

—No quiero ir a ningún lado contigo. No voy a arriesgarme a que alguien nos vea juntos así que vamos a hablar aquí.

Estamos aún en la calle, hay varios locales pero me queda claro que no entraremos a ninguno. Veo una banca y me encamino hacia ella. Me siento y subo una pierna para apoyarme. Linda se sienta a mi lado a una distancia bastante prudente.

—¿Qué tienes qué decirme? —Ahora se escucha insistente.

—Que estoy enamorado de ti. Deseo que lo sigas teniendo presente.

Linda no dice nada, no se exalta, no se enoja, no se alegra. Nada. Extrañamente continua con una expresión apacible que no puedo clasificarla como tranquila, es más bien indiferencia.

—No sé que esperas de esto. Sabes que yo no te quiero.

—Pero podrías hacerlo.

—¿Cómo es que quieres construir algo sobre toda esta mierda, Near? —Demasiado tajante —. ¿De verdad no te importa nada de lo que ha sucedido? ¿No tiene el suficiente peso para ti? —Linda niega con su cabeza, no me mira —. ¿Por qué eres tan egoísta?

Siendo sincero, no, no lo tiene. No veo la necesidad de enfrascarme en algo que ya sucedió y que no se va a remediar con mi arrepentimiento, tan solo quiero seguir adelante de la forma en que creo que voy a estar bien. Sí, eso es ser egoísta, mi actitud lo es, ¿pero acaso no todos merecemos serlo? Nunca he logrado comprender por qué siempre el querer lo mejor para uno mismo es tan lamentable. Todos en el fondo somos egoístas, Linda también, solo que jugar el papel de mártir parece ser la forma más sencilla de expiar las culpas.

Además, también deseo que Linda pueda avanzar, que ella logre superar lo sucedido. Es evidente que Matt ha logrado darle vuelta a la página, Linda, en cambio, sigue empecinada en castigarse.

—Ya vamos a acabar la preparatoria, vamos a dejar de ver a toda la gente que está juzgándonos.

—No puedo huir de mí misma.

—Perdónate, y sigue adelante.

Su expresión se abate aún más. Comienzo a sospechar que hay otra cosa que también está atormentándola. Espero que me la cuente por voluntad propia, es desgastante intentar que una persona se abra ante ti.

—Ya no es solo eso. —Si lo ha hecho tan rápido eso solo puede significar que está muy necesitada de comprensión o que simplemente ya no puede con ello —. Descubrí algo, Near.

Le pido que se explique mas no me dice nada. Antes de poder insistirle, saca su celular y comienza a buscar algo en este. Me pasa el aparato una vez que ha encontrado lo que quería mostrarme. Debo admitir que realmente me sorprende lo que veo.

Es fácil deducir que la fotografía fue tomada en un salón de clases y que es nuestro salón en Wammy’s House. En ella aparecen dos chicos, uno está sentado y el otro se encuentra entre sus piernas, es igual de sencillo distinguir que se están besando.  El rostro del tipo que está sentado es el de Mello y el otro, aunque de espaldas, por el cabello pelirrojo es evidente que se trata de Matt.

Sabía que eran muy cercanos, tenía mis sospechas de que se entendían en ese sentido, no obstante jamás imaginé que se atrevieran a demostrarse afecto de forma tan atrevida en un lugar como la escuela.

Le regreso a Linda su celular.

—¿Tú tomaste esta foto? —Ella niega —. ¿Cómo la obtuviste, entonces?

—Un número desconocido se la envió a Sayu, ella me la mostró. —Juega con el móvil entre sus manos, frunce el ceño —. ¿Te das cuenta? ¡Él también me engañó!

Lo que hay entre ellos no debe ser reciente así que tiene sentido la teoría de que Matt también tuviera un par de meses siéndole infiel a Linda con su mejor amigo; eso explicaría como es que lleva tan bien la ruptura de un noviazgo de tantos años, más cuando parecía tan enganchado.

Él también es un egoísta que además jugó a hacerse el digno. ¿Qué eso no es peor?

—Entonces deja de sentirte tan mal por lo que pasó. Él es igual, hizo lo mismo.

—No se trata de eso. Yo… yo sé que me lo merezco pero… me duele.

—¿Es orgullo o estás celosa? ¿Vas a reclamarle? —pregunto por inercia, no me gusta el rumbo que nuestra charla ha tomado.

—No tendría sentido. No me siento con el derecho de hacerlo luego de lo que pasó. Aun así no puedo evitar sentirme traicionada.

Por unos segundos mantiene la cabeza gacha. Me molesta que lo que haga Matt siga afectándole hasta este punto. Él ya no piensa en ella, ahora tiene a alguien más; él también fue un hipócrita y está recibiendo más que yo.

—¿Cómo de mis sentimientos pasamos a Matt? —Escucho diferente mi tono de voz, ahora yo soy quien está molesto.

Cuando me giro hacia ella, Linda ya me está mirando. Su mirada parece un tanto más dulce pero eso no logra que me sienta mejor, pareciera que refleja lástima. Por más provechoso que eso pueda ser, no quiero que sea de esa manera.

—¿En verdad te afecta o solo buscas chantajearme?

—¿Realmente no sientes nada por mí? —contraataco.

—No puedo creerte —responde —, aparte de eso no me siento preparada para comenzar algo nuevo, mucho menos contigo.

Me levanto de la banca. Escuchar eso ha logrado que mi estómago se revuelva. Ya estando de pie me dedico a observarla. Ha descuidado su aspecto; el cabello atado en dos coletas bajas se ve maltratado, hay ojeras bajo sus ojos, sus labios están resecos, se ve frágil e indefensa. Sin embargo, sigo queriéndola para mí.

¿Realmente voy a hacer tanto por una chica? Prefiero no contestarme, sé la respuesta.

—Aun así voy a seguir insistiendo, ya sea hasta que tú accedas o hasta que yo me aburra —declaro —. Si no es aquí, será en Londres. No sé de dónde sacaste la absurda idea de que yo iba a irme.

Lo último que veo antes de comenzar a alejarme es su expresión contrariada.

.

.

.

Desde que hablé con Linda por la tarde no he podido sacarme dos cosas de la cabeza: la primera es respecto a qué es lo que estoy haciendo, la segunda a si realmente lo nuestro tendría futuro. Al inicio sólo era lujuria y después fue algo parecido a la necesidad, tanta que comencé a repeler a Matt a pesar de que él jamás me había hecho nada; él tenía lo que yo deseaba y era algo que no podía tolerar.

Pero ahora, aunque pequeña —demasiado minúscula—, tengo una oportunidad de tener a Linda para mí. ¿Pero realmente funcionaría? He de admitir que nuestra relación, oculta y prohibida, le daba cierta adrenalina a lo que había entre los dos, lo hacía interesante, ¿seguiré sintiéndome así sin eso de por medio? ¿Cuánto tardaré en aburrirme?

Sé que la situación se me está saliendo todavía más de las manos cuando concluyo que lo que pueda suceder me tiene sin cuidado, que tan solo quiero disfrutar de lo que pueda surgir. Linda, Linda, Linda... detesto el hecho de pensar tanto en ella. Este no soy yo, para nada.

La mucama dejó algo preparado mas no tengo apetito, según sé eso es un síntoma del enamoramiento pero en mi caso, que jamás tengo hambre, lo veo normal. Decido encerrarme en mi habitación, tengo sueño, debería dormir.

.

.

.

Me siento cansado y los ojos me pesan, eso significa que sí me dormí más no logró descifrar cuánto. Me paro de la cama y voy hacia mi escritorio a por un poco de agua. La jarra está vacía, debo bajar.

Mientras bajo por las escaleras, alcanzo a distinguir la figura de Ele en la sala. Está sentado de esa extraña forma, sus ojos clavados en un montón de papeles esparcidos en la mesita de café y comiendo pastel como poseso. Planeo evitarlo, me será sencillo, parece concentrado en lo que sea que esté haciendo. No obstante Ele se percata de mi presencia. Me encara.

—Near, me sorprende verte aquí.

No sé dónde esperaba que estuviera. Desde que Linda me apartó no tengo a nadie más a quien visitar, se supone que Ele lo debe recordar ese detalle y evitar hacer preguntas tan idiotas.

—Es temprano para que estés aquí, ¿pasó algo?

—No es un caso muy difícil, avanzo en casa. —Saborea otra cucharada de pastel.

Me limito a asentir como respuesta. Vuelvo a emprender marcha hacia la cocina mas la voz de Ele me detiene. Ambos estamos solos, de seguro ya quiere tener una charla sobre lo sucedido.

—Tenemos un tema pendiente que tratar. Este es un buen momento para hacerlo, Near. —Es obvio que era eso.

Cuando Beyond le reveló con lujo de detalles a mi hermano el motivo por el que Mihael Keehl me golpeó, no me dijo nada; no me regaño, no se sorprendió, no pareció decepcionado. Fue el gran detective Lawliet en todo su esplendor incluso en un momento como ese. Hasta este momento pensaba que él estaba evitando el tema, no que estaba buscando un buen momento para charlar acerca de ello.

—No esperabas eso de mí, lo sé —trato de darme una respuesta.

—Tienes razón, me sorprendió saber que estabas metido en líos de faldas. —No suena como un regaño, tampoco como un sermón, debe querer mantener una conversación lo más normal posible —. ¿Cómo empezó todo con esta chica…? ¿Cómo era, Lisa o Lindsay? ¿Linda, no es así?

Asiento. No creo que se haya olvidado de su nombre, más bien está tantea qué tanto interés muestro. Al menos me alivia que no vaya a sermonearme, no soportaría un discurso de moral y el importante papel que juega la honestidad viniendo de él.

—Solo se dio. —No es una respuesta propia de mí mas no sé cómo ponerlo en palabras sin utilizar un contexto vulgar delante de mi hermano. Puede deberse a que somos familia, por eso es por lo que con Ele evito este tipo de temas.

Él asiente, ha captado mi punto y se abstiene de indagar.

—¿Y tenían mucho con esa relación?

—Más de un año.

Ele se lleva el pulgar a la boca, parece estar encajando las piezas por él mismo. Por lo menos a él no hay que decirle demasiado para que entienda.

—Eso explica tus salidas tan extrañas y a deshoras —señala, yo continuó observando. Ya se terminó la rebanada de pastel —. Pienso que, si necesitabas sexo, pudiste buscar a una persona que no te trajera problemas.

—No estaba buscando tener una compañía sexual, solo surgió. Es lo que es, créeme.

—Tu respuesta es muy ambigua.

Lo mío con Linda surgió de manera casi natural. Después de la primera vez que lo hicimos en mi habitación, yo di por hecho que había sido cosa de una sola vez. Seguimos actuando como si nada por algunos días, no obstante, cuando tuvimos que volver a hablar, algo había cambiado. Linda preguntó acerca de hacer más trabajos en mi casa y yo me sorprendí accediendo a que fuera.

—Hay ocasiones en las que las cosas son así de simples, ¿o acaso tú planeaste involucrarte con mi profesor?

Ele permanece quieto. Su expresión no cambia pero el que tarde en contestar me da a entender que lo tomé desprevenido. Al igual que él conmigo, hasta ahora yo tampoco había tocado ese tema; no es de mi incumbencia y tampoco necesito explicaciones, solo lo saqué a relucir porque necesito una comparativa.

—Nuestras situaciones no se parecen en nada —rebate.

—No creo que lo tuyo con el profesor Yagami tenga una explicación técnica como la que esperas que yo te dé.

—No busco que seas explícito —reconoce —. Y si tanto quieres saber acerca de lo que hubo entre Light y yo te lo diré. —Antes de que pueda detenerlo, él comienza —: lo conocí en un bar, me invitó una copa y descubrimos que teníamos mucho en común, congeniamos al instante. Ninguno tenía tiempo para una relación seria y eso ayudó a que prosperáramos.

—¿Si no era serio por qué lo trajiste a la casa?

—Light es una persona muy parecida a mí, nos entendíamos fuera del ámbito sexual. Éramos amigos… amigos con derechos si prefieres llamarlo de esa manera. —Suelta un largo suspiro, continúa mordiendo su dedo pulgar —. Si embargo, al igual que un gran porcentaje en ese tipo de relaciones, uno de los involucrados siempre acaba queriendo más. Light comenzó a dar prioridad a mis cosas mientras yo no pude hacer lo mismo con respecto a él.

—Hablas en pasado porque…

—Light y yo ya terminamos —acaba la frase por mí.

No me sorprende tanto. Ele no es material para relaciones serias y Light Yagami tiene un tiempo siendo demasiado cercano al profesor Mikami. Era bastante obvio, a decir verdad.

—Terminaron porque él quería mucho más de ti, por lo que entiendo.

—Light necesita otro tipo de persona, una más entregada, una que yo no voy a poder ser. No estuve dispuesto a hacer promesas vacías así que lo mejor que pude hacer fue dejarlo libre. —Su tono no difiere en nada a cuando me habla de alguno de sus casos, no obstante algo me dice que esto tiene más peso del que demuestra. Es una corazonada —. No mantengo contacto con él desde entonces, lo último que supe es que ya sale con alguien más y que recibió una buena oportunidad de crecimiento.

—¿Estabas enamorado? —Me atrevo a preguntar.

Guarda silencio unos cuantos segundos.

—Estar enamorado no es suficiente, menos si no vas a hacer nada por esa persona.

Lo primero que viene a mi mente después de esta plática es que yo no quiero ver reflejada mi situación en la de Ele. No podría tolerar que después de lo sucedido todo terminara de forma tan patética. No quiero convertirme en el tipo de persona que se resigna.

—Y tú, Near, ¿estás enamorado? —cuestiona Ele casi al instante.

 Yo sí tengo que hacer algo.

.

.

.

Ele no pretendía darme una charla motivacional acerca del romance y las relaciones humanas, aunque tampoco puedo decir que su conversación no me ha dejado pensativo. Aunque nuestras situaciones no se parezcan en nada la una a la otra, es inevitable no relacionarlas. Yo no quiero ser como mi hermano, no quiero perder a Linda.

A pesar de que el mundo no se detiene después de una persona, que morir de amor es una reverenda estupidez, de que nadie es indispensable, yo sigo siendo un jodido egoísta que quiere que las cosas se hagan a su manera. Nunca dejaré de ser así, es parte de mi naturaleza, es mi manera de ser.

Agradezco ser de esta forma y no un conformista que dejará que la vida continúe en pos del supuesto bienestar de una persona. No pretenderé ser generoso en un momento así, tampoco quiero perder un minuto más.

Cuando Ele nos pregunta a Beyond y a mí qué deseamos cenar, rompo el patrón de que Beyond decida y menciono que tengo ganas de pizza. Ni siquiera tengo hambre pero trato de brindarme una oportunidad; estoy siendo demasiado obvio, como pocas veces.

—Lo que Near quiere es ir al local de la hippie. —Beyond me ahorra el darle explicaciones a mi hermano, se lo agradezco.

Ele tiene trabajo acumulado así que declina el ofrecimiento de ir al local. Beyond, en cambio, se ve entusiasmado en cuanto a ir. Debido a que mi hermano no le confía el auto, tomamos un taxi.

Estoy seguro en un sesenta y tres por ciento de que Linda está ayudando en la pizzería; al haber terminado su relación con Matt ya no tiene a quien ver a estas horas por lo que deduzco que su padre le ha pedido que ayude con el negocio en lugar de perder el tiempo; de seguro el señor Auditore también apeló al hecho de que le serviría como distracción.

Tan pronto entramos al local, buscamos una mesa. Mis suposiciones se confirman cuando la mesera que nos atiende es Linda.

—¿Puedo tomar su orden? —Su tono es seco disfrazado con falsa amabilidad. Se contiene debido a que estoy en calidad de cliente.

Antes de que pueda hablarle, Beyond toma la palabra.

—Sigues tan fría. ¡Vamos! Somos compañeros de clases, además tú eres muy cercana a mi primo —me señala. Esperaba un comentario así, eso no me toma desprevenido.

—¿Deseas que te traiga una pizza dulce? —Ofrece ella para zanjar el tema.

—¿Ves como si nos conocemos? Sabes mis gustos.

Linda anota el pedido en su libreta, dirige su mirada hacia mí en cuanto termina.

—¿Doble queso con pepperoni?

También conoce lo que me gusta. Asiento.

Ella se aleja de nuestra vista. Rato después es otra mesera quien nos entrega lo que ordenamos. Beyond pasa por alto ese detalle y comienza a comer, en cambio yo no puedo dejar de buscar a Linda con la mirada.

—¿Te vas a comer eso, Near? —ignoro la pregunta de Beyond. Me levanto del asiento y comienzo a recorrer el lugar.

Los otros meseros me preguntan si todo está bien, uno de ellos incluso me señala donde está el baño. Paso de ellos. Podría preguntarles dónde se encuentra Linda pero no quiero que otras personas noten mi interés, además ella se molestaría más de lo que de por sí ya se encuentra.

Podría estar en la parte de atrás pero lo descarto, su padre no le permitiría estar perdiendo el tiempo; tengo entendido que tampoco ayuda con la preparación de las pizzas debido a que no sabe nada de cocina. Entonces si no se encuentra ahí ni tampoco está de cajera ni de mesera eso solo quiere decir que está haciendo limpieza por lo que tendrá que sacar la basura en algún momento. Los contenedores de basura están en el callejón de al lado y a Linda le gusta holgazanear en ese sitio.

No he acabado de pensar mi suposición cuando ya me encuentro afuera, caminando hacia mi objetivo. Doblo hacia el callejón y, tal y como era de esperarse, Linda está sentada sobre unas cajas, recargada en la mugrienta pared.

—Es un lugar deplorable —afirmo apenas estoy cerca de ella. Linda no despega la mirada de la basura.

—Sí, estoy evitándote. Iba a entrar apenas supusiera que tu simpático primo y tú se habían ido. Lástima que no contaba con tu asombroso poder de deducción. —Lo último suena tosco, debe tratar de ser irónica —. Vete, me desagradas.

—Creía que tenías un poco de consideración con mis sentimientos.

Rueda los ojos. Clava sus ojos en los míos; las ojeras continúan marcadas, su cabello sigue hecho un desastre, no se ha molestado ni en maquillarse un poco si quiera. No está en su mejor momento y la sigo encontrando atractiva. Horrorosos síntomas.

—Ya te dije que no voy a dejarme manipular por ti, menos con algo como eso. No vas a lograr que me sienta culpable con un truco así.

—No conozco otra forma de actuar. Me esfuerzo aunque no lo creas.

—En serio, solo vete.

Va a ser sumamente difícil si continúa a la defensiva; si me siento junto a ella lo tomará a mal, si continúo con la táctica del flirteo convencional también, tampoco puedo apelar a su sentimentalismo ni a provocarle culpa. Me veo en un callejón sin salida, tratando de no actuar de manera estúpida.

—¿Por qué no avanzas, Linda?

—No voy a avanzar contigo, no funcionaría, Near.

—No te estoy pidiendo algo imposible, solo que trates.

—¿Es tan difícil que entiendas que no quiero?

Sé que puedo empeorar las cosas, a pesar de eso me siento junto a ella. Es desagradable tener toda esta basura a mi alrededor, huele mal y todo se ve lamentable. Hay comida echada a perder, envolturas de productos, latas, flores secas, cajas, bolsas, un montón de cosas inservibles. ¿Por qué a Linda le gusta venir a reflexionar precisamente aquí?

—Lo que sucede es que estás empecinada en castigarte. Y sí, lo mereces, lo merecemos, somos miserables y todos los insultos con los que quieras calificarnos, inclusive ahora estamos en la basura —comienzo a sentir nauseas tan solo con el hedor —, pero en algún momento esto quedará atrás. Matt avanza, tú trata de hacerlo también.

Ella no dice nada, yo continúo observando nuestro alrededor. Mi vista se detiene en las flores, es un arreglo que de seguro perteneció al restaurante de al lado. Lo que llama mi atención es que en este se encuentran algunos girasoles, sé que en algún momento debieron verse más presentables.

Me levanto. Todavía sintiéndome mareado, extiendo la mano y tomo uno. El tallo se siente mohoso y los pétalos ya están marchitos. Tendré que lavarme las manos apenas vuelva a la pizzería.

No soporto el olor, se la extiendo a Linda.

—No lo he olvidado.

Ella toma la flor de manera dudosa. La veo hacer una mueca apenas la acerca, mantiene el girasol a una distancia considerable.

—Supuse que lo olvidarías.

—No lo he hecho.

—Aunque el que me des una flor marchita es lo menos romántico que hay.

—Entonces mañana mismo te daré un arreglo.

—Viniendo de ti no lo aceptaría.

—Linda, hagas lo que hagas nada será como antes. —Sus ojos se abren con sorpresa. La verdad no me importa si estoy siendo más desconsiderado de lo normal —. Ni Matt ni tú son los mismos que fueron hace años, ya no son niños, los dos cambiaron.

El cuerpo de Linda da un respingo, suelta el girasol en el proceso. Sus ojos comienzan a cristalizarse y sus labios tiemblan, todo como un preámbulo de que las lágrimas van a salírsele en cualquier momento. Nunca la he visto llorar y es raro para mí, aparte de que no sé lidiar con el llanto de las personas. El que Linda se encuentre así significa que va a mostrarse vulnerable ante mí.

—Todo fue mi culpa, Near, ni siquiera tuya… fue mía —suelta al borde del llanto. Niego con la cabeza.

—Si Matt no hubiese conocido a Mello estoy seguro en un noventa y uno por ciento de que él te hubiera perdonado. Pero no es así y lo sabes. Él se enamoró de otra persona mientras estaba contigo, también falló y de una forma peor a la que tú lo hiciste porque mientras tú estás aquí llorando en un callejón de basura, él debe estar con Mello disfrutando de lo que sea que tengan.

—¿Y entonces qué es lo que se supone que debo hacer?

—A lo más que puedes aspirar es a su perdón sincero, después de eso sigue adelante.

Sorbe la nariz; no tardo en extenderle un pañuelo. Después de limpiarse la mucosidad y sus lágrimas, me mira. Sus ojos están rojos.

—¿Vas a hacer que esté contigo de esta forma?

—Todo esto lo hago esperando obtenerte a cambio.

Nadie hace algo de forma desinteresada, incluso las supuestas acciones sin intenciones de por medio ofrecen satisfacción personal a quien las realiza. Todos somos egoístas, todos esperamos una recompensa. Es parte de nuestra naturaleza como seres humanos.

—Yo no voy a prometerte nada —alega ella después de unos segundos.

—Puedo hacerte cambiar de opinión mientras dejes de estar a la defensiva. Lo del arreglo floral iba en serio.

Linda se para de la caja para acercarse a mí. Pareciera que va a besarme aunque en lugar de eso tan solo me abraza, lo hace de una manera suave que siento que va a alejarse en cualquier momento. También la abrazo para repeler esa sensación.

—Es más de lo que merecemos, Near.

No es suficiente para mí, necesito más.

.

.

.

Notas finales:

¡Hola!

El final de esta historia está a la vuelta de la esquina y ya me da nostalgia :’)

Lamento la tardanza, de hecho iba a publicar antes, sin embargo, no sé qué demonios sucedió con la página, pero el caso es que no me permitía ingresar. Por eso vengo publicando hasta estas fechas.

Muchas gracias por leer y por toda su comprensión :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).