Peut-être que ce est l'amour por Akaru69

2:30 am

Aún mi cerebro no me deja procesar todo lo que está sucediendo, mi primer día y en dos horas un supuesto robot que da piropos de mal gusto quiere abusar sexualmente de mí, ESO NO ES NORMAL, o quizá en este lugar sí, lo dudo.

2: 45 am

Después de 15 minutos cargándome como si fuera un tapete enrollado, mirándome el culo y tocándome las piernas y la espalda que me provocaban cosquillas, llegamos la cocina que estaba muy bien ordenada, los trastes limpios al igual que las repisas, las paredes y el suelo. Al parecer era el único lugar que estaba muy buen cuidado y ordenado en este restaurante con robots con forma humana cerrado desde hace un tiempo.  El voto hacia el suelo todas las cosas que estaban en la mesa y me arrojo allí como si fuera un objeto que se destruiría fácilmente, me pregunto como la mesa resistió mi peso combinado con el impulso que me dio el pelirrojo.

- ¿Q-que planeas hacer, robot? –Le pregunte en un tono temeroso y algunos cortes de palabras por el miedo que me secaba la garganta mientras miraba al techo para no intentar cruzar miradas con esos ojos color avellana demasiados profundos.

-¿Realmente es necesario decirlo? Creo que es algo muy obvio y no soy un robot, soy un animatronico.  –Me respondió con otra pregunta con una sonrisa seductora que realmente me daba mucho miedo por lo que se le ocurriera hacer.

Al instante de arrojar su última palabra se abalanzo sobre mi frágil cuerpo y casi destrozando mi camisa y corbata me las quito dejándome el torso desnudo.
Al quitarlos me mordió el cuello y después lamia la parte donde lo había mordido en un impulso frenético, bajo lentamente hasta llegar a mi pecho, lamia lentamente mi pezón haciendo un círculo alrededor de la areola de mi pezón, sentía como si la lengua de un gato o una lija estuviera frotándose sobre mi pezón.
Obviamente intente alejarlo pero se mi hizo imposible, pateaba,  intentaba  darle golpes con mi manos, solo logre quedarme sin fuerza y con los nudillos sangrando.

-Pa… para por fa... vor… -Intente decirle entre gemidos y jadeos, después de cada lamida suya sentía como si ese lugar de mi pequeño cuerpo estuviera sangrando.

-Si quisieras que pare no estarías dándome un una dulce melodía de tus gemidos –Respondió dando una leve risa, al terminar de articular la última palabra succiono mi pezón mientras estimulaba el otro.

En ese momento arquee notablemente mi espalda al mismo tiempo que un hilillo de saliva salía de mis labios rojizos.

-¡¡D..Duele mucho!!  –Grite entre gemidos al mismo tiempo que intentaba separar nuestros dos cuerpos solo que esto ocasiono un resultado diferente.

-Ya me hartaste lindo… -Tomo mi corbata y con ella amarro mis dos manos y las coloco detrás de mi nuca, las amarro con tanta fuerza que podía ver como mis manos tomaban un color violeta.

El pelirrojo volvió a lo suyo, juagar con mi cuerpo causándole mordedura y luego lamerla o succionarlas.  De un momento a otro sentí como una de sus manos bajaba hasta entrar de mi pantalones a mis bóxers y comenzó a acariciar mi miembro del derecho al revés, mientras que con la otra le hacia un horrible tortura a mis pezones.
Mi rostro estaba inundándose de mis lagrimas que caían en grandes cantidades, parecía como si fuera a perder el 65% de agua que había en mi cuerpo, también de un notable sonrojo color carmesí  que era más notable en mis mejillas que en eso se encontraban ardiendo como fuego.
De pronto el pelirrojo se alejo de mi cuerpo y la poca esperanza que aun tenía pensé que iba a ir, como siempre nunca pasa lo que quiero.
Tomo mis pantalones y bóxers e hizo el mismo procedimiento que hizo con mi camisa y corbata arrancándolas casi rompiéndolas dejándome completamente desnudo ante sus ojos.
El pelirrojo me cargo por una milésima de segundo y me coloco boca abajo.

-Realmente tu trasero se ve mucho mejor sin toda esa ropa que no me dejaba verte –Hizo un comentario inapropiado para mi mentalidad, posiblemente para él sea uno de los mejores cumplidos que hizo en su puta vida.

Después de ese inapropiado comentario se coloco enzima mío metiéndome tres dedos a mi boca y me susurra en el oído.

-Si no quieres que te duela mucho, mas te vale que los lama –Susurro mientras con sus tres dedos buscaban mi lengua para que les pueda llenar de toda mi saliva posible.
Su deseo era tan grande que casi metió sus dedos a mi garganta que me hizo toser y que salieran de mi boca.

Luego de que sus dedos estuvieran completamente llenos de mi saliva, con su otra mano abrió mis nalgas y primero metió uno de sus dedos trazando círculos imaginarios adentro mío.
Comencé a gemir y jadear de solo puro, realmente dolía que los gemidos se convertían en gritos de dolor.
Metió el segundo haciendo un movimiento de tijeras, si el primer dedo dolía, este dolía el doble del anterior, mis gritos se hacían aun más fuertes.
Al final entro el tercero, este hacia estocadas, cada vez más rápidas y más profundas, en este no sentía tanto dolor, mas bien, ahora sentía éxtasis, estaba sintiendo un placer inimaginable, no sabría cómo explicarlo con palabras, solo intentaba abrir más las piernas mientras mi miembro expuesto se erectaba cada vez más.
-Eres todo un pervertido, debería darte vergüenza –Respondió ante mi notable erección que en ese momento tenia –Creo que podría divertirlo un rato- Dijo mientras miraba mi miembro erecto y lamia sus dedos llenos de mi saliva el liquido que salió de mi cavidad.

Me volvió a cargar una milésima de segundo y me puso bocarriba.
Se acerco a mi miembro tocándolo desde abajo hasta arriba, luego metió su boca a la punta de mi miembro, este acto me hizo dar un sobre-salto que dio a un fuerte gemido, cerré mi piernas todo lo que pude para que intentar estropear su acción.

-No entiendo cómo puedes resistirte de mis encantos–Dijo con algo de frustración en su tono, después de su comentario metía mi miembro cada vez más adentro de su boca, lo hizo una incontables veces hasta que después de tanta erección me llegue en su boca.
Solo se limpio su boca con su mano que después lamia para que no se desperdicie nada de mi escancia.

-Ahora es mi turno de llenarte de mí –Dijo mientras escuchaba bajarse los pantalones al mismo tiempo que sus bóxer. –Al principio dolerá, ya te acostumbraras –Dijo mientras se posicionaba para poder ya entrar adentro mío, quise cerrar mis piernas pero el hijo de puta las agarro y las abrió lo más que pudo.

Pude sentir el roce de su miembro contra mi cavidad, eso me hacia exaltar, parecía como si estuviera jugando conmigo.

-Aquí va- -De pronto fue interrumpido por un voz misteriosa de provenía de alguien que estuviera al lado del marco de la puerta.

-No entiendo cómo puedes follarte cualquier cosa. ¿Acaso no tienes algo de dignidad? –Dijo la voz misteriosa.

-Maldito hijo de perra, como estropeas mis mejores momentos –Dijo el pelirrojo subiéndose el bóxer y el pantalón.
Se paro y camino hacia esa voz olvidándose completamente de mi.

Solo recuerdo escucharlos discutir, en ese momento me desamarre rompiendo la corbata, me puse la camisa, el bóxer, mi pantalón y zapatos que estaban en el suelo, me fue corriendo hasta el cuarto de seguridad, cerré las puertas y me recosté en el suelo a llorara, recuerdo como ese pelirrojo golpeaba la puerta con toda su fuerza aunque era inútil, no se iba a abrir.