—Hiro que hiciste—Dijo el mayor mientras se acercaba a su nieto menor, no había pensado que este reaccionaria así.
—No permitiré que Hiwatari se quede con el—Dijo mientras se acercaba al menor kai al ver esto se puso enfrente de su pareja, Hiro tenía razón el enojarse pero eso no le daba derecho a golpear a Tyson.
—No permitiré que le vuelvas a poner un dedo encima.
Dijo Kai con unos ojos amatista que mostraban ira para después cambiar a unos amables intentando consolar a su pequeño, Hiro observaba la escena frente a él, para después morder su labio inferir en señal de impotencia aun estaba enojado.
El mayor sentía que el cualquier momento Kai y Hiro empezarían una pelea lo mejor era darle tiempo a su nieto para que se calmara.
—Kai es mejor que te vayas—Al ver que este pensaba replicar añadió—Yo me encargare de que Tyson este bien.
El bicolor entendió las acciones del mayor pero sobre su cadáver dejaría a Tyson solo, el cómo su pareja debía estar a su lado y ahora más que este lo necesitaba.
*—*—*—*
Por fin llegaba al dojo, después de un año de viaje de entrenamiento y hoy sería el día que vencería a Tyson ya no era aquel niño pequeño ahora podía decir que era todo un hombre. Abrió la puerta y se adentro a ella, esperando que el abuelo lo recibiera con un bienvenido muchacho y algo de comida pero en vez de eso escuchó como alguien gritaba.
— ¡Lárgate Hiwatari!
¿Hiwatari? Si mal no recordaba ese era el apellido de Kai y la voz era de Hiro, se dirigió al comedor solo para encontrarse como Hiro y Kai se fulminaban con la mirada, Tyson se escondía atrás del bicolor y el abuelo solo se mantenía en medio de los dos.
—Hiro cálmate —Dijo el mayor.
Esta no era la bienvenida que se había imaginado pero más importante aun que había pasado durante su ausencia.
—No me voy.
Dijo Kai mientras caminaba hacia Hiro y este igual se iba acercando al bicolor, decidió intervenir antes de que iniciara una pelea.
—Hola muchachos— Con eso recibió la atención de los tres así que se fue acercando— ¿Qué está pasando aquí?
Los tres lo miraban con atención seguramente con sus palabras había logrado que la situación no fuera tan tensa y estaba seguro que la pelea quedaría en segundo plano ya que todos lo consideraban un niño que no entendía las cosas.
—Nada—Fue lo que dijo Kai para después tomar la mano de Tyson y empezar a caminar en dirección a la salida. —Bienvenido Daichi.
Vio como Hiro iba a empezar a seguir a los adolecentes pero fue detenido por el abuelo.
*—*—*—*
En el parque se podía ver como dos adolescentes se abrazaban recostados en el pasto, el mayor acariciaba los cabellos azules de su pareja.
—Kai… ¿qué vamos a hacer?—Pregunto el menor—Hiro está muy enojado y no acepta que estemos juntos.
—es natural que este enojado… lo tomamos de sorpresa y por eso su reacción quédate hoy en la mansión mañana iremos al dojo y seguramente podremos hablar con más calma con él.
Hiro solo necesitaba calmarse y entender que su hermanito ya era lo suficientemente grande como para tomar sus decisiones y que ellos dos eran pareja.
*—*—*—*
En el dojo los dos adultos estaban en la sala habían enviado al menor a su habitación para tener algo de privacidad y la excusa fue que debía arreglar su equipaje.
—Juro que separare a esos dos
El abuelo suspiro, su nieto estaba complicando todo, solo tenía que aceptar que tanto Kai como Tyson se amaban y tal vez con el tiempo la relación fuera decayendo, después de todo aun eran jóvenes como para pensar en un amor eterno.
—Hiro déjalo de una vez.
—Jamás.
Contesto el peli azul y el abuelo solo pudo fruncir el ceño ya estaba arto su nieto era un terco, no había funcionado hablar tranquilamente bien tendría que hablar seriamente con él.
—Escucha Hiro si quieres a tu hermano apoyaras su relación con Kai—Vio que este pensaba protestar pero él lo callo alzando una mano—Son jóvenes y con el tiempo la relación ira decayendo.
—Pero por que tenía que ser Hiwatari y no una chica o hasta otro blader.
—Que tiene de malo que sea Kai. —Dijo mientras se paraba—Si no quieres que Tyson te odie apóyala su relación.
Termino diciendo el Kinomiya mayor para dirigirse a la cocina y dejar a su nieto metido en sus pensamientos.