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First Class: De alfas y omegas por Pocky Beagle

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Notas del capitulo:

¡Hola! esta actualización viene rápido por que sigo con mi obsesión de editar todo, y como edito no logro avanzar mucho Uu Asi que mejor subirlos de una vez así no sigo cambiando y avanzo.

Muchísimas gracias a todos los que siguen la historia y comentan :) Se que a muchos no les gusta leer historias que no estan completas (creo que principalmente por el medio a que las abandonen), así que gracias a los que se animaron a leer esta y me dan su apoyo :D

 

SECUELAS DE UN ACCIDENTE



Llegar al laboratorio se le hizo un camino muy largo. Fue el camino más lento que Erik hubiera recorrido, a pesar de que lo corrió tan rápido como podía. Sentía la adrenalina vagar por sus venas, acelerando su corazón, poniéndole en alerta, en pánico. Alex tenía una mutación poderosa pero no sabía controlarla, podría haberle matado, podría haberle partido al medio... sintió la angustia llenarle al pensar que el único amigo que tenía en el mundo podría... podría... 

No creía que el destino pudiera hacerle eso, cada vez que le daba una mínima ilusión de éxito o felicidad, terminaba arrebatandosela.

La puerta de metal del laboratorio se abrió a su paso, obediente ante la energía turbadora que Erik proyectaba. Ni bien entro observo como Charles estaba acostado en una mesa de metal, Hank le estaba curando una herida que estaba por encima de su cadera, un corte que parecía bastante profundo. La aguja se clavaba en la pálida piel, mientras la piel iba siendo cocida, para unirla nuevamente. El telepata al parecer ya había reaccionado, pero se cubría los ojos con el brazo, para no mirar al científico que estaba muy concentrado. Erik vio el mismo corte en el brazo, aunque este parecía mucho menos importante. 

-¡¿Que carajos fue lo que paso?!-Erik aun estaba asustado, alterado, le costaba mantener la calma, ya se contenía lo suficiente como para que todo el metal de ese lugar no estuviera temblando. Alex estaba sentado en una mesa cercana, se sujetaba la cabeza con dolor y frustración, al parecer culposo, mientras Sean le acariciaba el cabello suavemente, intentando calmarlo. Al escuchar la voz, el rubio levanto la cabeza y le miro un instante antes de volver a bajar el rostro negando con la cabeza.

-¡Lo siento! Estábamos entrenando, y... simplemente no pude mantener el control todo el tiempo... yo... yo...-el chico jadeo y tironeo de su cabello rubio, mientras parecía querer enterrar su rostro entre sus piernas. Sean intentaba calmarle, pero Alex le aparto y solo negó con la cabeza. No se atrevía a mirar de nuevo a Erik, sabía que el magnético debía querer matarlo. Erik estaba tenso, tenía los puños apretados, sentía el sabor a sangre en su boca. Volvió a mirar a Charles y luego gruño, comenzando a moverse por el lugar como animal enjaulado.

-Alex, por favor, calma tu mente, nada de lo que paso es tu culpa y...-Charles había apartado el brazo ni bien escucho a Erik, le miro un momento, notando que realmente lucía molesto-Erik, amigo, cálmate... no vale la pena que te alteres, estamos bien, solo era parte del entrenamiento...

-¡¿Cómo se les ocurre entrenar así?! ¡¡¿Acaso no piensan?!! ¡Podrían haberse muerto! Aun no dominas bien tu poder no debiste dejar que...-Erik había señalado con el dedo a Alex, que solo parecía hundirse más en la culpa. En el fondo sabía que no debía comportarse así pero entre la adrenalina, y la preocupación, y el miedo, realmente no podía contenerse. Pero no era culpa del chico, Charles era un adulto y era consciente de lo que podía pasar, la verdadera culpa era suya. 

-No fue su culpa, Erik-Hank se había girado a mirarle, acomodo sus lentes y frunció el ceño, antes de poner una expresión de duda. El chico aun no era lo suficientemente seguro para enfrentarle directamente. Volvió a mirar a Charles, y siguió cociendo-Yo le dije que era peligroso, y el sabía las consecuencias pero de todas formas lo hizo. Dijo que era necesario...-Hank suspiro, y sintió la mano de Raven apretarle el hombro. Le regalo una suave sonrisa, y le dio las ultimas puntadas a la herida.

El pelirrojo había apretado sus labios frustrado, haciéndolos desaparecer por completo. Sus ojos vagaban erráticamente sobre el cuerpo de Charles. La pálida piel de su estomago estaba expuesta, y algunas manchas de sangre la recubrían. La herida se veía rojiza, irritada, era un tajo de unos doce centímetros, pero por suerte no tan profundo.

-Si, yo sabía los riesgos. Lo de hoy solo fue un accidente.. y...

-¡Raven dijo que perdiste la conciencia! Deberíamos llevarte al hospital, quizás necesitas una tomografía o...

“¡Raven!” le regaño el telepata mentalmente. 

-Oh, no vamos a exagerar. Ya desperté, y tal como ves Erik estoy en mis completas facultades. Hank ya me evaluó, no hay riesgo de una contusión-aclaro Charles, miraba a su amigo de reojo, sin borrar la sonrisa suave que se había instalado en su boca. Le agradaba que Erik estuviera tan preocupado por él, podía notar su mente liada por los pensamientos del miedo a que le pasara algo, la preocupación, la alegría de verlo bien y... el enojo. El telepata le sonrió tan tranquilizador como podía-Créeme, mi amigo, que soy consciente de como trabaja mi mente y se que esta en perfectas condiciones-le dijo seguro. Aunque al parecer no fue lo correcto, por que inmediatamente los ojos celestes de Erik se posaron en los suyos, con enojo.

Bueno, al parecer últimamente Erik solo sentiría enojo a su alrededor. 

Lo vio apretar sus labios, en ese típico gesto de molestia, y casi pudo ver como la vena de su frente se marcaba-Todos a fuera-dijo el magnético, haciendo que los jóvenes presentes le miraran con atención-Ahora, fuera-repitió, con una voz tensa y ronca. Quizás Erik no era un alfa, pero sabía perfectamente como sonar como uno. Incluso el aura a su alrededor daba algo de miedo, así que luego de mirarlo solo un instante todos decidieron obedecer, y se apresuraron a salir del lugar.

Erik estiro la mano para cerrar la puerta ni bien salieron. Se giró para no mirar a Charles, e intento calmarse, sino el telepata terminaría con la aguja, con la que antes le habían cosido, clavada en medio de esos rojos labios. Estaba molesto, aun le costaba identificar un poco por que estaba TAN furioso, pero lo suponía: era sumamente molesto que Charles arriesgara su vida de aquel modo, de esa forma tan inconsciente, cuando el inglés no era una persona inconsciente, era alguien que lo pensaba todo, que no tenía por que comportarse como un chiquillo.

-Erik, cálmate... no ha pasado nada, todo estaba controlado...

Y también le molestaba que fuera un maldito engreído, que creía que las cosas siempre le salían bien.

-¿Controlado?-Erik sonrió de costado, sarcástico, y se tiro el cabello hacía atrás. Finalmente se giro para enfrentarlo, y el telepata pudo ver sus mandíbulas tensas, e incluso su nariz ligeramente dilatada. Tenía una exquisita apariencia de alfa-¿Controlado, dices? ¡Me imagino que tan controlado estaba que terminaste con un tajo de doce centímetros, e inconsciente!-las cosas de metal alrededor habían empezado a temblar.

Charles se incorporo lentamente para sentarse en la mesa, no sabía si debía preocuparse o no por como esta vibraba debajo suyo-Claro, el perfecto Charles Xavier tenía todo controlado... seguramente esto...-Erik se acerco a él, y sin piedad toco su herida, aunque no lo hizo con fuerza, pero igualmente Charles arrugo la nariz adolorido. Tan pronto como se había acercado, se aparto caminando inquieto por la habitación-¡Seguramente esa herida era parte de tu perfecto plan! ¡¿Verdad?!-Erik se había vuelto a parar delante de él, mirándole con los brazos cruzados, sus ojos le fulminaban.

-Fue solo un accidente, pero realmente todo estaba planeado. Alex va controlando muy bien sus poderes y...

-¡Es un jodido niño que aun esta aprendiendo! No puedes estar seguro de que ya los controla, ¡obviamente no lo hace! ¡¿y crees que le ayudara haber herido a su profesor?! Deja de subestimar a la gente solo por que puedes meterte en su cabeza, Charles-de pronto el telepata no sabía como sentirse, Erik estaba todo dominante a su alrededor, y estaba presionándole, estaba regañandole. Obviamente era por su preocupación, pero le hacía sentir raro que su omega luciera tanto como un alfa. Tanto, muchísimo más que otros que hubiera conocido-¡Responde, mierda!

-Erik, no paso nada grave... era un riesgo que tenía que tomar...-vio las cejas ajenas alzarse con sorpresa antes de que entrecerrara los ojos. Nuevamente no pudo terminar su frase.

-¿Nada grave? ¡¿Y si lo hubiera pasado, Charles?!-de pronto Erik se había acercado de nuevo, y su dedo se presionaba contra el pecho del telepata, acusador-¿Tendrías que haber muerto para que sea grave? ¿O Alex tendría que haber salido lastimado? ¿Si ese corte quizás te desgarraba los intestinos si podemos preocuparnos?-Los ojos de ambos estaban fijos, una clara guerra de miradas. Charles estaba comenzando a cansarse un poco de todo esto, llevaban más de una semana sin hablarse, y ahora Erik venía solo a gritarle.

-¿Puedes dejar de comportarte tan histérico, Erik? Estas exagerando-dijo, y sus ojos no temieron en enfrentar los ajenos. El magnético estaba equivocado si pensaba que solo se iba a dejar gritar, sabía que era solo por su propio bien, pero Erik tenía que calmarse un poco. Las cosas a su alrededor aun flotaban, y la mesa vibraba debajo suyo-Calma tu mente, Erik.

-¡¿Que calme mi mente?!-Erik soltó una risa irónica y negó con la cabeza-Tu deberías empezar a pensar, tanta educación en Oxford, pero igualmente piensas como un idiota. Eres un adulto, Charles, tienes que medir los riesgos... esos niños están con nosotros, tu tienes que estar consiente de lo que debe pasar... tu... tu por que eres un maldito engreído piensas que...-la sangre de Erik hervía en sus venas, estaba realmente furioso. Eso era lo que más le molestaba, que ese hombre tan inteligente arriesgara su vida como si fuera un chiquillo. Se había acercado todo lo posible a Charles, que estaba aun sentado en la mesa de metal. Estaba agitado y su aliento caliente chocaba contra los labios de Charles, la tensión estaba aumentando. Se sentía más y más molesto al ver esos ojos tan azules, y esos labios tan rojos de cerca... ¿y si se hubiera lastimado más gravemente?-Eres un maldito arrogante que... agsh...-gruño, molesto. Se sentía molesto, impotente, aun ansioso, y con demasiadas ganas de golpearle por incompetente y abrazarle por que estaba bien. Su mente era un caos absoluto, y Charles era un maldito desgraciado que... que... que olía tan bien.

Ni lo pensó cuando se inclino, aspiro su aroma con fuerza sintiéndote embriagado, y se dejo llevar por sus instintos. Aun gruñía cuando unió sus labios en un beso ansioso, demandante, cargado de fuerza. Sus dientes se rasparon contra los labios rojos de Charles, esperando poder descargar su ira en eso. Su mano que antes le señalaba acusador, fue a tomar el cuello ajeno, para acercarlo tanto como podía. El telepata gimió de sorpresa, sintió un cosquilleo en su boca que bajo directo a su vientre al contacto con los dientes y labios ajenos. No se había imaginado que Erik le besaría... era tan delicioso. Abrió sus labios para profundizar el contacto, y la lengua de Erik no tardo en invadirle robandole otro jadeo que esta vez se mezclo con el del polaco. La mano de Charles voló al cuello de Erik y le atrajo también. Quería disfrutar de ese beso tanto tiempo como pudiera. Erik besaba delicioso, su lengua le estaba recorriendo por completo la boca, adueñándose de ella... degustandola y dejando su sabor al mismo tiempo. Charles nunca se había sentido tan jodidamente bien, era el mejor beso que hubiera tenido, y lo había iniciado Erik. ¡Erik le estaba besando, y lo hacía como si no hubiera mañana! 

Ambos estaban jadeantes, y se besaban con hambre, sus dientes chocaban, sus lenguas se entrelazaban. Los corazones latían rápido, la sangre empezaba a vibrar en sus cuerpos. Charles sintió su rostro sonrojarse, la mano de Erik acariciaba ansiosamente su espalda desnuda y él intentaba con las suyas atraer más y más al mayor. ¡Al fin estaba besandose con su omega, Dios! Y Erik... Erik besaba tan rico. Gimiendo de gusto capturo el labio del magnético entre sus dientes y se lo tironeo, Erik le gruño en respuesta y le clavo las uñas en la espalda, rasguñandole y queriendo atraerle más cerca. Cuando la lengua de Charles se atrevió a meterse en la boca ajena, el mayor la rodeo con sus labios, succionandola un momento, antes de soltarla lentamente y apartarse un poco, soltando un jadeo mudo.

Charles suspiro, entreabrió los ojos lentamente solo para observar que Erik tenía los ojos cerrados y estaba como concentrado. No lucía molesto, pero si pensativo. Relamió apenas sus delgados labios, y Charles no se aguanto de volver a acercarse y darle un casto beso, y luego otro, y otro, y otro. Erik suspiro con gusto, y Charles le atrajo nuevamente y esta vez él guió el beso de una forma ansiosa, aunque muchísimo más dulce. Su lengua se hizo lugar en la boca de Erik robandole un gemido de gusto. El polaco se relajo durante el beso, era tan distinto al anterior, este era tan delicado y cuidadoso. Era ansioso, pero muy suave. Los labios de Charles se abrían y cerraban con ganas sobre su boca, su lengua le acariciaba los labios, su paladar, los dientes... la mano que antes lo había estado jalando ahora estaba apoyada con cuidado en su nuca. Sus propias manos dejaron de rasguñar la espalda ajena, volvieron a subir al suave cabello de Charles para acariciarle. 

Oh Dios, era tan similar a ese primer beso que Charles le dio. La única diferencia era que ahora si estaba correspondiendo, y no quería apartarse. Su corazón seguía acelerado, aunque ya no latía con violencia. Su respiración se había regularizado, tomando como guía la del telepata. Una de las manos de Charles estaba acariciando con suavidad su mejilla, mientras la otra jugaba con el pelo de su nuca. Charles se fue separando con lentitud, casi sin ganas. Soltaba los labios ajenos para volver a capturarlos en un nuevo beso, por que no quería dejarlo ir ahora que finalmente parecía que había sido aceptado.

Erik finalmente se separo, soltándose del agarre ajeno y dio varios pasos atrás. Charles abrió los ojos para mirarle atento. El polaco estaba apenas sonrojado, aunque Charles suponía que sus mejillas estaban peor. Erik le miraba con atención, mientras fruncía el ceño. De pronto el corazón de Charles volvió a sentir miedo... no quería ser de nuevo rechazado, no de nuevo. Sentía que iba a llorar si eso pasaba-Te odio, nienawidzę cię(te odio)...-las palabras ajenas le hicieron ahogar un jadeo de pena. Si, de nuevo Erik le estaba rechazando. El magnético estaba nervioso, sin poder quitar sus ojos de Charles, de sus labios rojos, de sus ojos imposiblemente azules. Su voz sonaba iracunda, y nervioso tiró su cabello hacía atrás-¡Te odio tanto! Tu... tu eres...-jadeo con bronca-¡Tu y tus malditos besos! ¡No he podido dejar de pensar en eso toda la semana! ¡En besarte!-Charles abrió los ojos de golpe, mirándole asombrado. Erik sonaba molesto, pero también necesitado. Incluso sus ojos habían dejado de ser iracundos, para reflejar algo de anhelo-¡Todas las noches soñando con besarte, y cada vez que te veo..! ¡¿Haz estado jugando con mi cabeza, Charles?!-de pronto retomo el enojo-¡Dime, ahora!

-¡No, Erik, claro que no! Nunca haría eso... no voy a meterme en tu cabeza sin tu permiso, mi amigo-Erik entrecerró los ojos, pero al parecer se vio conforme con la respuesta. Luego de nuevo volvió a su expresión de confusión y anhelo. Charles sentía su corazón cada vez más emocionado ¿de verdad Erik pensaba en besarle? Le estaba reconociendo, al fin... al fin... Erik había vuelto a acercarse, y Charles le miraba con duda, sin saber como actuar.

-¡Ese maldito beso que me diste...! Bóg (dios), desde ese día no puedo olvidarlo. En mi mente nos hemos besado en cada maldito rincón de esta mansión...-Erik enredo su mano en la cintura ajena, para abrazarle y atraerle tanto como podía. Charles jadeó en queja, ya que había tocado su herida, y Erik aflojo el agarre, más no se aparto. 

-Oh Erik...-gimió Charles, y enredo sus manos en el cabello ajeno. Erik le gimió en respuesta, antes de que volviera a unir sus labios con violencia. Al parecer Erik era así: salvaje, por que le estaba comiendo la boca con un hambre animal. Sus lenguas estaban peleando para ver quien tenía el control sobre la boca ajena, y Charles lo disfrutaba muchísimo. Oh, Erik iba a ser tan entretenido... Sonrió victorioso dentro del beso cuando su lengua se dio como vencedora, y pudo internarse a recorrer la boca del polaco. Pero parecía que Erik no quería perder del todo, por que apoyo sus manos en las piernas ajenas y las hizo abrirse. El polaco termino entre las piernas de Charles, quien seguía sentado sobre la mesa de metal. No hubo quejas, Charles disfrutaba de su pequeña victoria de recorrer la boca ajena. ¿Y a quien engañaba? Todo eso contaba como una victoria para él. Tener a Erik entre sus piernas, presionándole, buscando acercarse todo lo que podía... era la gloria.

Erik aprovecho para subir sus manos por los muslos de Charles, acariciándolos, masajeandolos suavemente. Lentamente sus manos bajaron, para posarse en la parte baja de sus muslos y le jaló un poco, para que Charles lo apretara entre sus piernas. Quería tener el control de esta situación, quería ser quien dominaba aunque el telepata le estaba dominando el beso, haciendo con él lo que quería... logrando que se derrita por dentro. Erik gimió de gusto, sintiendo sus piernas temblar ligeramente cuando Charles comenzó a mover su lengua como si le estuviera follando la boca. Intento retener la lengua ajena en sus labios, pero solo lograba succionarla un momento y luego ese húmedo apéndice se escapaba para volverse a meterse con ganas. De pronto Erik sentía una creciente necesidad en el cuerpo, el aroma de alfa de Charles le estaba embriagando, quería subirsele encima, demostrarle que era un omega predispuesto. Sentía su entrada palpitar, comenzar a humedecerse. Y quería sentir la entrepierna de Charles cerca, y que su pene se presionara contra el blanco abdomen ajeno. 

Su creciente necesidad le estaba asustando, así que intento apartarse, pero la mano de Charles le mantuvo en su lugar, para seguir recibiendo el beso. Erik gruño, intentando oponerse... no, él aún era un alfa. Y para demostrarlo, se empujo contra Charles, queriendo empotrarlo como si fuera a follarle. El telepata gimió de sorpresa cuando Erik embistió contra él, pero también de gusto, hasta que su espalda choco con algo firme detrás de él. El choque le robo un quejido y se aparto un poco, soltando a Erik para llevar su mano a su cintura-Cuidado Erik, me duele...-susurró por lo bajo. El mágnetico abrió los ojos, y se aparto, mirándole asombrado. Realmente se había descontrolado. Ambos miraron con lo que había chocado Charles, y notaron que era la mesa, la cual se había trasmutado, volviéndose angosta y con un alto respaldo. Como una enorme silla de metal. 

-Yo... lo siento, mejor me voy... llamare a Hank para que... revise eso-dio dos pasos atrás, aun mirando la silla de metal. ¿En que momento hizo eso? Luego sus ojos se volvieron a posar en Charles que le miraba con sus vidriosos ojos y sus labios hinchados. Se veía tan guapo. Quiso desterrar el pensamiento, no debería pensar eso de su amigo. Pero ese beso.. dios, había soñado con ese beso toda la semana, y ahora que lo había realizado se sentía mucho mejor de lo que imagino. Sin querer enfrentarse a lo que comenzaba a sentir, se giro para marcharse.

-Erik-se giro ante el llamado de Charles, sin pensarlo, guiado completamente por el instinto inconsciente de responder a la voz de su Alfa-Arregla la mesa, a Hank no le agrada verla así...-el mutante parpadeo, y con solo mover la mano la mesa volvió a la forma de siempre. Charles le sonrió con orgullo y Erik se volvió a girar para irse-Erik...-esta vez Charles no uso su voz de autoridad, pero igualmente el magnético se giro-Un ultimo beso-susurró con necesidad. El polaco se quedo pasmado, mirándole sin saber que hacer... Charles estiro su mano para tomar la muñeca ajena, y le jalo, haciendo que se acerque. Sus labios se unieron con los ajenos, suavemente, capturando su boca, succionando sus labios con delicadeza. Era un beso suave, Erik ronroneo dentro de él. Charles se aparto a los pocos segundos, y sonrió contra su boca-Dile a Hank que venga ¿si?-susurró con una voz enronquecida-Creo que necesito algo para el dolor...-a pesar de sus palabras el telepata sonreía. 

Erik asintió, y finalmente se dio vuelta y se marcho del lugar. Ni bien vio a Hank le dijo que Charles le llamaba, pero no se detuvo a devolver ninguna de las miradas de incógnita que todos le daban. Al parecer querían saber si se habían peleado. Solo apresuró el paso, queriendo llegar a su habitación. Ni bien lo hizo, cerro con fuerza la puerta, y se apoyo en esta, llevando los dedos a sus labios. ¿Que carajos...? ¿Por que no había podido contenerse? ¿Por que Charles no se había negado? Acaso... Acaso ¿Charles quería que eso pasara? Y esa vez no podía decir que se habían descontrolado por su celo. Esta vez fue él quien le busco, esta vez fue el quien le beso sin poder contenerse. 

No había excusas esta vez, no podía enojarse con Charles, no podía actuar como si nada. Se tiro en su cama y se quedo mirando el techo. La moneda en su bolsillo voló a sus manos, flotando ansiosa sobre estas. De pronto su mente regreso a cada encuentro que tuvo con Charles, desde la vez que se sintió atraído por primera vez por su aroma... esa vez que estaba demasiado bebido en el bar. Luego su celo... aun recordaba como Charles le había calmado, incluso cuando él comenzó a masturbarse, el telepata no se propaso... y luego no le reclamo nada. ¿Que clase de Alfa hacía eso? En su vida Erik solo había conocido alfas que tomaban lo que querían de él y luego... y luego nada. Y el toque de Charles había sido tan dulce, como si realmente se preocupara por él. El inglés era un buen amigo... otro en su lugar se hubiera aprovechado de su estado y le hubiera follado, y lo hubiera extorsionado, le hubiera insultado y chantajeado. Pero Charles no hizo nada de eso, incluso cuando Erik casi le rogó, él se mantuvo como un caballero. Luego de pensarlo mucho, Erik notó que realmente debió costarle contenerse para no hacer nada. Había estado encerrado solo con un omega en celo pidiendo atención, y solo pensó en calmarle. Luego estuvo ese beso... ese beso que le asusto tanto, por que nunca nadie en la vida le beso con esa suavidad. Ese día Erik también estaba en celo, pero igualmente Charles le beso como si solo fuera un día normal, como si su aroma no le hubiera estado tentando. 

Y luego solo se comporto tranquilo, solo busco acercarse como un amigo... incluso se disculpo, cuando no hizo nada comparado a otros alfas. Erik se mordió el labio... quizás debía entender que Charles no quería hacerle daño. Charles no había buscado aprovecharse en ningún momento.

Charles Xavier realmente era alguien confiable, un alfa honorable, un buen ¿amigo? 


**

-¿Seguro que estas bien, Charles? Si quieres puedo traerte un poco de té, o pedirle a Hank unos analgésicos por si te vuelve con fuerza el dolor...-la chica se había inclinado sobre la cama, y había puesto una mano sobre su frente.

-No te preocupes, Raven. Estoy perfectamente, es solo una herida...-acaricio la mejilla de su hermana, robandole una dulce sonrisa a esta. Se sentó en la cama, mientras abría el libro que se había preparado para leer. Lo había empezado hace unos días, aunque no era tan interesante como había esperado. Tampoco tenía ganas de pensar en el libro, ni en nada en especial... se arrepentía de no haberle dicho a Erik que la partida la harían de todos modos, el dolor ya se le había pasado y quizás con suerte se repetía lo de esa tarde. Le sonrió a la nada, disimuladamente, mientras abría el libro.

Raven que estaba por retirarse notó el gesto, y frunció el ceño, antes de mirarle con la ceja alzada-No necesito tener tus poderes para saber que me escondes algo Charles...-la chica se inclino y le tiro la mejilla-Vamos, vamos... dime que es-el telepata la miro con atención, la sonrisa no había abandonado su rostro, y mordió su rojizo labio. No podía esconderle cosas a Raven. Disimulo la sonrisa, y cerro el libro dejándolo sobre sus piernas.

-Erik me beso...-lo soltó como si nada, como si no estuviera tan emocionado como estaba. Decirlo en voz alta era como volverlo más real. Su omega, ¡su omega al fin le había besado! La sonrisa de la chica tambaleo en sus labios, sintiendo su corazón estrujarse un momento. Agradeció que Charles no se metiera en su cabeza, sabía que no debía sentirse triste como se estaba sintiendo en ese momento. Debía estar feliz, su hermano estaba avanzado con su omega. Entonces ¿por que dolía?

-A-ah... ¿a si? F-felicidades Charles-noto los ojos de Charles fijos en ella, curiosos por el tono, y se obligo a sonreír emocionada mientras se acomodaba a su lado, acostándose y acurrucandose contra su hermano. Lo cual era común entre ellos. Charles la rodeó con el brazo, mientras abría el libro para seguir leyendo el libro-¿Y como fue?

-Estaba enojado, furioso... al parecer no le agrado el entrenamiento con Alex y...

-Bueno, en eso tenía razón, pudiste matarte-regaño la chica, esperando hacer tiempo y que su hermano no notara lo que le causaba.

-Ya, no exageres tu también, siempre tengo todo bajo control. La cuestión es que termino enojado, y en algún momento solo... estaba besándome-el telepata sonrió ilusionado, mientras sus ojos seguían clavados en el libro, aunque ciertamente leía sin avanzar tan rápido como normalmente lo hacía-. Fue exquisito.

El estomago de Raven volvió a retorcerse y giró su cabeza para que Charles no miraba como cerraba los ojos. ¿Estaba celosa? ¿Pero de quien? ¿De su hermano o... o no le gustaba que Erik...? No quiso terminar el pensamiento-Genial, Charles, ¡Es perfecto! Es... ¿es lo que querías, verdad?

-Claro que si, Raven, es más de lo que esperaba. Al fin estamos avanzando, al fin mi omega me esta reconociendo... ¡Me busco! ¿Entiendes? Es asombroso que al fin me este buscando, al fin parece que le intereso...-Charles había cerrado el libro y movía sus manos mientras se expresaba. Raven podía notar lo feliz que estaba, la emoción de su voz... Debía estar feliz por él ¿verdad? Lo estaba, lo estaba. Un ruido en la puerta les distrajo, y Raven lo agradeció.

-Voy-dijo, levantándose, escapándose del abrazo de un confundido Charles. Fue rápidamente a la puerta y abrió de golpe, sonriendo al ver a Hank. Pero el chico frunció el ceño, notando algo raro en la expresión de ¿su novia?

-¿Todo bien?-pregunto mirándola atento, ella solo se rió asintiendo, miro a Charles y entro cuando la chica le hizo lugar-Venia a ver como estaba Charles...-comento el científico, trayendo con él unos analgésicos.

-¡Perfecto! Los dejo solo así lo revisas...-la chica se apresuro a salir, buscando huir de allí. No quería estar con ninguno, uno por que leía su mente y el otro por que leía sus expresiones. Huyo tan pronto como pudo, dejando a los dos hombres confundidos. Pero no le importaba. Solo se apresuro en llegar a su cuarto, y ni bien cerró la puerta sintió las lagrimas abandonar sus ojos y vagar por sus mejillas. No lo entendía, o más bien no quería aceptarlo. Acaso... ¿acaso se estaba enamorando de Erik? No podía, no podía... era el omega de su hermano. Pero era uno de los pocos hombres que realmente parecía interesado en que ella se mostrara como realmente era. Las pocas veces que tuvo el desliz de dejarse ver azul, Erik la miro con orgullo, como si fuera una obra maestra. Aún recordaba esa vez que Erik los encontró a ella y a Hank escondidos, cuando el científico la cito para sacarle sangre... sus palabras “A propósito, si yo luciera como tu... no me cambiaría nada”, cada vez que las repetía en su cabeza sentía como su corazón lo aceleraba. Erik lo había dicho en serio, había sido sincero. Él sabía como lucía, y no quería cambiarla. Esos ojos celestes le miraban con orgullo, generándole un agradable cosquilleo.

En otra ocasión había bajado sola de madrugada a la cocina, y el polaco había hecho lo mismo para buscar que tomar. Ni bien la vio, ella se transformo a su figura de siempre, y pudo ver como el hombre fruncía el ceño. Al pasar a su lado, con un vaso de agua en la mano, se inclino para susurrarle “No deberías esconderte, eres perfecta”. Raven sintió que en ese momento sus piernas flaqueaban de emoción. 

Parecía ser el único que la apreciaba con su color azul, ella dudaba de que alguien más, ni siquiera Charles, la aceptara como es. Pero... pero ese hombre del que al parecer se estaba enamorando era... el omega de su hermano. ¡¿Que rayos iba a hacer?!

**

Alex se tiro cabello hacía atrás, sentía un nudo en el estomago que no le dejaba tragar. No podía creer lo que su poder estuvo a punto de causar, sabía que se había salvado de ser matado por Erik. Por más que el magnético fuera un omega... realmente causaba miedo. Y sobre todo causaba miedo ante la idea de Charles lastimado. Alex realmente se había asustado, había vuelto a sentir miedo de su propio poder, de poder lastimar a quienes tenia cerca. Sentía la misma sensación de tener que estar solo, igual que en la prisión... aislado para no lastimar a la gente. Erik por suerte no le había ni mirado, ya había experimentado alguna vez la mirada de odio de la gente cuando lastimaba a alguien que querían... y no quería verla de nuevo en sus amigos. Pensó en disculparse, pero no tenía caso... simplemente salio de la mansión, sintiendo que cada pisada quería destrozar el piso debajo suyo. Necesitaba marcharse, alejarse...

Camino hacía el patio, a la parte alejada, donde podía estar solo. Donde podía relajarse y pensar.... se sentó en el pasto, mirando fijamente el cielo. ¿Acaso ese era su destino? ¿Herir a todos los que le rodeaban? ¿Charles se había equivocado y él nunca aprendería a dominar su poder? ¿Volvería a causar daño, a matar gente? Aun recordaba lo de Darwin, y hoy había estado por pasar lo mismo. 

-¡Alex!-sintió la voz de Sean a sus espaldas y se giro para ver al pelirrojo correr hacía a él, con una sonrisa dibujada en su cara llena de pecas. El chico se detuvo a su lado y se sentó en el piso, mirándole atento, su cabello rojizo algo alborotado-Hey, Alex, saca esa cara...-una mano se poso en su mejilla y la tiro con suavidad, intentando hacerle sonreír. Alex le miró de reojo y solo emitió un bufido.

-No tengo ganas de hablar ahora, Sean-susurro, y volvió a dirigir la mirada hacía el cielo. Normalmente le agradaba la compañía del chico, su sonrisa, sus bromas, su forma relajada, despistada, siempre simpática y amistosa. Sean era de esos que siempre tenía una sonrisa para dar, y era relajante estar a su lado. Pero ahora necesitaba estar solo, tranquilo...

-No puedes culparte por lo que paso, Alex. El profesor sabía lo que podía pasar...-sintió la mano del pelirrojo acariciar su cabello y volvió a girar el rostro para mirarle. Las pestañas rojizas parecían destellar con el sol. Sean era bonito, sino fueran amigos...

-Pero yo debería poder controlar mi poder, siempre pongo en riesgo a todos a mi alrededor...-bajo su rostro hasta apoyar su frente en sus rodillas, que estaban flexionadas. Sintió las caricias en su cabello intensificarse, y emitió un suspiro de pena. Aun tenía la culpabilidad en el pecho, las emociones movidas-Casi mato al profesor, igual que a Darwin...

-¡Alex! Lo de Darwin no fue tu culpa...-el rubio giro el rostro, sin quitarlo de sus rodillas para ver la expresión de Sean que era ligeramente molesta. No pudo evitar sonreír un poco al verlo, y cerro los ojos al sentir que la mano en su cabello bajaba a acariciarle la mejilla-No te pongas así, todos estamos aprendiendo... pronto podrás hacer lo que quieras...-el pelirrojo sonreía seguro, y Alex le sonrió en respuesta, luego sin dudarlo estiro su brazo para rodearle, y lo atrajo, terminando los dos acostados en el pasto. Alex le olfateo ligeramente y emitió un suspiro... era una pena que Sean fuera un simple beta, si no fueran amigos no tendría culpa en “pasarla bien” con él, pero no podía hacerle eso sabiendo que algún día aparecería su omega. 

Se quedaron un rato tirados mirando el cielo y luego Sean le miro con ojos traviesos-Alex, ¿sabes que el profesor guarda unas botellas de whisky en su despacho?-Havok le miro y al ver la sonrisa tan traviesa no pudo evitar que se le contagiara y sus ojos brillaron con maldad.

Si, Sean era su medicina para olvidar todo. 

**

Erik se sentía un idiota, pero bueno, tenía que ver que todo estuviera bien. Nunca pensó estar en una situación así, nunca pensó que alguien pudiera importarle nuevamente. Pero Charles se había vuelto esencial en su vida, y quería asegurarse que todo estuviera bien. Dudo un momento, antes de finalmente golpear la puerta de madera, sin saber si su amigo realmente estaba despierto. Habían pasado unas horas desde la cena, Charles había aclarado que estaba algo adolorido para jugar al ajedrez, así que esa noche era mejor evitarlo. Pero Erik tenía la ligera idea de que su amigo aun no estaba durmiendo, Charles era duro para esas cosas... al parecer siempre tenía que buscar una manera de relajar su mente. Ya sea con el ajedrez o leyendo un libro. Erik a veces pensaba que quizás tenía algo que ver con el hecho de poder acallar las voces que andaban por la mansión.

Sintió unos movimientos torpes adentro, y luego un Charles sin remera apareció abriéndole la puerta. Con una mano sujetaba un libro, y Erik casi sonrió por lo bien que conocía a su amigo. Miró disimuladamente la blanca piel de Charles, hasta que sus ojos se toparon con las vendas que estaban cubriendo su cintura, pegadas sobre la herida. Cuando sus ojos volvieron al rostro del alfa, vio su blanca sonrisa que se destacaba aun más por los rojizos labios, y la mirada divertida y feliz en esos ojos azules.

-Que agradable sorpresa Erik, pensé que eras Raven o Hank, no me han querido dejar solo hoy. Me tratan como si fuera un minusvalido-el chico rió, y se poyo en la puerta, mirando atento al omega enfrente de él. Estaba feliz de que hubiera venido a verle, y aun más al notar como esos ojos celestes le habían recorrido disimuladamente. Oh, con suerte y Erik empezaba a reaccionar... al menos a evaluarle. 

-Ey, si quieres hago una silla de ruedas para ti, así te metes en personaje...-Erik sonrió y se apoyo también en el umbral, aunque del lado contrario de Charles. Los dos se miraron, y Charles no dejaba de sonreír, una sonrisa divertida, interesada. Negó con la cabeza y soltó una suave risa.

-Creo que me volvería loco en una silla de ruedas, extrañaría correr-el menor se encogió de hombros y se hizo ligeramente a un lado-¿Quieres entrar? Me cuesta dormir, y este libro se puso un poco denso hace media hora.-los ojos de Erik mostraron su duda, y Charles decidió solo mostrarse seguro y tranquilo para no turbarlo.

-Yo solo venía a ver como estabas, amigo... y si necesitabas algo-dijo el magnético, pero luego bufo y se estiro un poco, intentando retomar su comportamiento de siempre. Su seguridad de alfa. Miró el dormitorio de Charles y asintió, la sonrisa iluminada que le regalo el telepata le animo aun más. Era fácil dejarse llevar con Charles cuando tenía esa pinta de omega. 

-Estoy bien, los analgésicos son super groovy.-soltó una risa y cerro la puerta tras de Erik y camino hacía a la cama-Erik... sabes, si necesito algo. Necesito aplicar una pomada, y cambiar la gasa ¿me ayudas? Doblarme para hacerlo es doloroso-el magnético le miró atento, pero el chico no mostraba nada inusual. Solo sonreía mientras tomaba las gasas y el agua oxigenada. Erik finalmente asintió y ambos se sentaron en la cama. El polaco saco la venda con cuidado, y luego se concentro de lleno en limpiar la herida, que a decir verdad parecía ir muy bien. Charles había esperado algo de acercamiento, pero Erik se comportaba distante. Limpio y vendo su herida en silencio, limitándose a preguntar si le dolía y si estaba bien. Cuando acomodo la ultima venda le sonrió.

-¿Todo bien, entonces?

-Perfecto mi amigo-Charles se giró en la cama para ponerse de frente a Erik que seguía sentado, y le dedico una de sus encantadoras sonrisas-Muchas gracias, mi amigo-le dijo, tranquilo, mirando atentamente a Erik que le estudio con sus claros ojos antes de desviar la mirada.

-En fin, me iré a dormir... fue un día largo...-comento el magnético, levantándose de la cama y dirigiéndose hacía la puerta. Charles se levanto y le siguió, apoyándose en la puerta cuando Erik salio. El polaco se giro a mirarlo-Espero te mejores, Charles.

-Gracias, Erik-el magnético alzo la ceja al escuchar la voz del telepata que parecía casi un ronroneo. Le miro extrañado y Charles solo acentuó su sonrisa antes de acercarse a él-Espero que descanses, mi amigo-sin más, Charles estiro su mano para ponerla en la nuca de su amigo y se puso de puntas de pie, para poder besarle. Fue un beso delicado, suave, tranquilo. Quería que Erik se acostumbrara a eso, a que se besaran. Erik estaba estático bajo su toque, pero eso no lo desanimo, le acaricio el cabello, mientras su boca se movía encima de la ajena, con experiencia, con gusto... disfrutando de su sabor. Cuando se aparto lo hizo despacio, luego de dejarle un pico, y volvió a apoyarse en la pared. Le miro atento mientras Erik abría los ojos, sus celestes chocaron con los azules de Charles y el magnético le miro enigmático un segundo.

“Quiero más”. Luego Charles solo fue consciente de como le rodeaba la cintura, sintió como en cámara lenta que Erik se inclinaba y volvía a unir sus labios en un nuevo beso. Dios, se estaban besando de nuevo. Gruñó contra la boca ajena de gusto, y escucho un ronroneo en respuesta. La boca de Erik se apodero de la suya, salvaje y animal, mordiéndole ligeramente, recorriéndole con su lengua. El beso duro un poco más, y cuando se apartaron Charles le lamió ligeramente los labios, antes de que Erik se enderezara. El omega tenía un sonrojo en la mejilla, a pesar de su expresión de seguridad y virilidad. Sentía el vientre quemandole con una agradable sensación, y tuvo que tomar aire con profundidad para calmarse.

-Descansa, Charles-dijo con voz ronca, antes de girarse e irse. Tenía que huir de allí, él y Charles besándose, como si fuera normal, como si fueran pareja era demasiado confuso. 

-Descasa, Erik-respondió el alfa, mientras le veía marcharse. Cerró la puerta con una sonrisa en los labios, y volvió a su cama, a intentar seguir con el libro. Aunque luego de todos esos avances no podría concentrarse en otra cosa, aunque lo intentara. Al fin estaba avanzando con Erik, de verdad ahora podía decir que él y su pareja estaban empezando a acercarse como algo más que amigos. Al fin, después de tanta espera... ¡Al fin! Su corazón no se calmaba de la dicha, se sentía como un idiota, como un idiota enamorado. 

Notas finales:

¿Y qué tal? ¿Más felices ahora?

Mmm,tengo una duda que será tonta, pero ¿les gustan las cosas pornos? xD Por que creo que un poco más adelante abusare de estas y me dan mucha duda, de escribir demasiado sobre eso Uu Bueno, espero les haya gustado el cap 

Adelanto: Dile a tu noviecita que ponga manos en acción, que investigue, así podemos atacar de una vez. Que deje de menearse ante ti y...

-Oh, por favor Erik no es mi noviecita


=O Problemas. Besitos


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