Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

AKAI TSUKY (LUNA ROJA) por grimmyschiffer

[Reviews - 16]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaaa si estoy aquí de vuelta (espero que por más tiempo), sin excusas por la tardanza, simplemente cuatro palabras: exámenes, falta de dinero, es todo.

Como no se sabe a ciencia cierta los caracteres de algunos personajes advierto que capaz parezca Ooc pero solo les di mi toque, en los que conocemos se mantendrá en medida de mis capacidades, espero sinceramente no cambiarlos porque no me agrada el occ y no quiero caer en mi propio juego.

La historia será dividida en dos partes: el pasado y el presente separada por (*******), los tiempos no se mezclaran solo serán como así decirlo “sueños” o recuerdos del pasado más propiamente, se enterar en la lectura, en fin como siempre me divertí escribiendo (si no para que lo haría jejeje) y espero sea entretenido.

La guerra siempre estuvo presente en el mundo ninja y los bandos más peligrosos por la fuerza de sus guerreros eran los Senjus y los Uchihas, nadie se acordaba como habían terminado luchando por generaciones pero la tradición de lucha y sangre perduraba, el odio era inculcado en los niños del clan del Sharingan desde que tenían memoria para sus enemigos o sea todo aquel que no pertenezca a la “familia” especialmente los Senjus que eran el mayor dolor de cabeza de Uchiha Tajima al ser numerosos como cucarachas e igual de difíciles de exterminar, nunca había existido amistad o algo parecido entre estos clanes y por eso precisamente se preguntaba porque su hijo tenía que ser el primero en desafiar esa regla no explicita.

-Madara quiero que me expliques que ocurre y sé claro…- su hijo era fuerte, bello e inteligente, se sentía orgulloso de él en todos los sentidos, se alegró de saber que su hijo “sociabilizaba” con un Senju, más sabiendo que era hijo de Butsuma su mayor rival y enemigo, la muerte de su primogénito sería un buen golpe a la fortaleza del soberbio hombre más después de haber acabado ya con el menor de sus hijos en cambio de los dos que había perdido en batalla pero las cosas no salían como esperaba -…Habla…- no necesitaba oír palabras, había visto con sus propios ojos como su hijo había traicionado su confianza, apreciaba al hijo de Butsuma lo suficiente para no quererlo ver muerto.

-Yo…lo siento padre…- la cabeza gacha y la mirada siempre en el piso le confirmaron sus dudas.

-Retírate Madara…- el jovencito no tardó en incorporarse de la incómoda posición de rodillas frente a su padre pero antes de salir de la habitación alcanzó a oír algo que no olvidaría jamás -…Nunca Madara, nunca confíes en un Senju, podrán parecer amables y bondadosos y no solo eso sino en verdad serlo pero nunca dan marcha atrás en sus decisiones, si tienen que elegir entre su camino y un amigo recuerda que saldrás perdiendo, serás tú quien tendrá que dar su brazo a torcer, no lo olvides…- esas palabras las escucharía retumbar en su cabeza hasta el día de su muerte.   

El ligero temblor en el cuerpo del chiquillo y la forma en que apretaba los puños le dijeron a Tajima sin palabras que había sembrado la duda en su hijo, conocía a los Senju no por nada  él también “casi” cayó en esa trampa pero fue lo suficientemente astuto para salirse de ella y rechazar una amistad que no llegaría a ningún lado más que a estar ambos tres metros bajo tierra, quería a su hijo por lo tanto deseaba verlo con vida, sabía qué hacía lo correcto pero no contó con la terquedad con la que ese chiquillo Senju se negaba una y otra vez a alejarse de su precioso hijo, maldijo el día en que mandó a Madara al rio para que se distrajera.

 

 

 

-Ni lo intentes…- Madara siempre sabía cuándo alguien estaba a sus espaldas, tenía un sexto sentido muy desarrollado para percibir presencias -…Ya te dije que dejes de molestarme Senju…- en realidad acosar era la palabra que describía a los actos del castaño.

-¿Cómo sabes que soy yo?...- lanzando piedras al rio, de espaldas y sin sonidos que le alerten, era sorprendente que el Uchiha siempre supiera que se trataba de él -…No me atacaste…- cuando se trataba de un intruso Madara atacaba aun de espaldas, siempre sabía cuándo Hashirama se acercaba.

-No vale la pena perder mi tiempo contigo…- cortante, así habían sido sus últimos encuentros, Madara ya no hablaba sinceramente con Hashirama, se ocultaba un su coraza de premeditada frivolidad influenciado profundamente por las palabras de su padre.

Pero Hashirama era terco como pocos y no pensaba renunciar a una bonita amistad si así podía llamarse a esa necesidad casi enfermiza que tenía por verle y tocarle aunque fuera siquiera un poco por un “pequeño” incidente en que casi sus familias se matan, con Madara se sentía libre, apreciado por lo que era, no tenía que fingir pensar o actuar de forma que no quería, tratar de esforzarse por agradarle porque sabía que Madara era igual que él y no le gustaban las personas falsas, ambos eran sinceros en sus sentimientos y pensamientos, cuando encuentras a alguien que te comprende tan profundamente y con quien las palabras sobran no lo puedes dejar escapar tan fácilmente y Hashirama haría su lucha.

-Vamos yo sé que extrañas “estar conmigo”…- apenas dijo esas palabras y Hashirama supo que habían sonado muy fuera de lugar de algún modo que le hizo sonrojar -…Ehh…quiero..de…decir que extrañas entrenar conmigo, charlar…si…hablar de tantas cosas jejeje…- la pubertad le estaba pegando fuerte y él lo sabía, Madara le atraía de alguna forma impropia, lo supo tan solo verlo la primera vez, su corazón latió tan fuerte en ese momento que creyó que se le saldría y sus ojos no pudieron apartarse de él haciéndole ceder al impulso de acercársele a pesar de no ser recomendable en tiempos de guerra, pero esa separación de aproximadamente cinco meses sin poder verle estaba haciendo estragos en sus hormonas, sin contar que las últimas dos semanas de “ley del hielo” que el Uchiha le había impuesto no habían ayudado.

-No extraño tus lloriqueos y alucinaciones Senju…- Para suerte del castaño el pelinegro parecía no tener ni una sola hormona despierta que le hiciera malpensar de sus palabras por lo cual pudo respirar tranquilo -…¿Estas enfermo?...- sin embargo Madara no era ciego y su acompañante tenía la cara roja como tomate.

-¿Eh…? No, estoy bien…- meneo las manos en negativa -…¿te preocupas por mí?...- picó acercándose a su compañero casi chocando los brazos aliviado por no recibir un rechazo.

-En tus sueños Hashirama…- las cosas avanzaban, volvía a ser Hashirama -…¿Por qué estás feliz?...- la sonrisa de su infantil compañero era cálida, llena de luz, le recordaba al sol, no pudo evitar sonreír también.

-Tú me extrañaste mucho Madara…- afirmo guiñándole un ojo sintiendo su declaración verdadera lo cual lo hacía muy dichoso, esquivo con agilidad un puñetazo al rostro, lo había hecho enfadar pero no seriamente, solo uno de sus juegos que terminarían si tenía suerte exhaustos en la tierra después de tratar de “matarse” mutuamente, pero algo lo distrajo del siguiente golpe que impacto en su mejilla tirándolo al piso.

-Te has vuelto lent…- no terminó su oración sintiendo el ruido de pisadas muy sutiles acercarse al rio, conecto los ojos con los castaños y lo supo, estaban en problemas.

-¡¡Ven!!...- no había tiempo y el lugar más cercano era su guarida, el territorio Uchiha estaba muy profundo en el bosque -…¡Anda vamos!...- en otro momento hubiera bailado de gozo de entrelazar sus dedos con Madara pero tenía la suficiente cabeza fría para saber que no era el momento idóneo.

Nada más cruzar el rio Madara supo que estaba por meter la cabeza a la boca del lobo, tenía más oportunidades de sobrevivir contra esos ninjas que se aproximaban que en territorio Senju, se soltó de un tirón apenas consciente de sus dedos entrelazados permaneciendo quieto en un borde del rio, sin saber a dónde ir, tenía miedo pero no lo admitiría y Hashirama no ayudaba jalándole de los brazos, tratando de obligarlo a acompañarlo a sus dominios -…¡¡Suéltame ¿quieres matarme?!!...- dio en el clavo cuando el castaño dejo de forcejear, claramente se había olvidado de su padre en la desesperación del momento, Butsuma enloquecería de felicidad al tener en su poder al hijo mayor de su enemigo como su rehén y no precisamente para tratarlo bien.

Cada vez más cerca, los pasos eran claros, ellos eran solo niños, fuertes más de lo que cualquiera pensara pero niños al fin y al cabo contra hombres de quien sabe que aldea que no dudarían en capturarlos o matarlos, Hashirama se tragó sus dudas, ya vería como defender a Madara pero ahora lo importante era salir de allí, estaba por tomar su mano nuevamente cuando alguien se le adelanto tomando también la suya en un rápido movimiento, solo sabía que era mujer aproximadamente de su edad.

Ella retiro una cubierta  hecha de pasto y flores que ocultaba un gran hoyo en un suelo cerca de un gran árbol, uno que el castaño había escalado innumerables veces pero nunca noto nada extraño, ese escondite no era reciente, sintieron las pisadas y voces llenar el lugar rápidamente, chocar de espadas en direcciones opuestas y el calor de la batalla llenar el ambiente, el lugar era pequeño por lo que permanecían muy juntos, Hashirama abrazó a Madara desde atrás por la cintura para hacer más espacio pero igualmente sintió el delgado cuerpo femenino acercarse más al pelinegro y pese a la oscuridad podría jurar que ella se abrazaba al Uchiha incluso chocando sus manos con las suyas en la cintura de este, Madara indiferente a la situación se apretaba contra el cuerpo a sus espaldas sintiéndose en una incómoda posición aprisionado de ambos lados pero indudablemente mejor que hace unos minutos.

Se mantuvieron en silencio durante unos largos minutos que parecían eternos con el ruido de las pisadas sobre sus cabezas, su escondite sobrevivía sin ser visto gracias a las raíces que el castaño había formado alrededor de la tierra en su empeño por mantenerlos ocultos, ni cuenta se había dado pese a que siempre tuvo una afinidad fuerte con la naturaleza, todo pareció calmarse instantes después, al parecer los intrusos solo estaban de paso, con cautela se quedaron en la misma posición unos 10 minutos hasta sentirse completamente solos, ella fue la primera en moverse abriendo su escondite con algo de dificultad ya que raíces la cubrían, si se extrañó de ese hecho no lo demostró, rompió algunas ramas dejando entrar al sol, sus cabellos rojos brillaron como fuego al contacto del ente rey, asegurándose de estar a salvo, ella salió ofreciendo una mano a Madara que el rechazó saliendo por sí mismo, Hashirama hizo lo propio, estaban en deuda pero no la conocían y más importante ¿Cómo ella sabía de ese escondite?.

-¿Quién eres?...- preguntó bruscamente el pelinegro al parecer olvidando que ella era su salvadora ¿Cómo sabias de este sitio?...-  no confiaba en los desconocidos, Hashirama fue una excepción quizá por esa tonta expresión que el Senju mantenía en la cara, se veía inofensivo pese a no serlo en realidad.

-Hey no seas grosero…- calmo el castaño, estaban en deuda con ella aunque también le extrañaba saber quién era y sobretodo como sabía de ese lugar escondido entre la hierba perteneciente a las tierras Senju, era obvio que no fue excavado hace unos días, llevaba mucho más tiempo.

-¡No me importa, quiero respuestas!...- Madara no era confiado y esa miradita de la pelirroja ya no ponía en alerta, lo miraba un poco extraño.

-Es mi escondite…- contesto sin quitarle la mirada, sin mostrar el menor miedo a los penetrantes ojos negros que la amenazaban a hacer un mal movimiento, la niña aproximadamente de su edad sonrió ante ese hecho sin parecer ofendida -Mi nombre es Mito…- les sonrió especialmente al pelinegro sin quitar la mirada -…Uzumaki Mito.

 

*****************************

 

Sasuke despertó pesadamente permaneciendo entre la cobijas de su lecho unos minutos adormecido por los recuerdos, sabía que eso eran.

-¿Porque me sigue atormentando?…- hace tiempo había asimilado con mucho esfuerzo que Madara era su antepasado, aún más, era él mismo en otra vida y Naruto no podía ser otro que el infantil Hashirama ¿Cómo no se había parado a pensar en todos esos “sueños” que le acosaban desde la infancia asociando al Primer Hokage con Naruto?, la respuesta era obvia, estaba demasiado ocupado tratando de vengarse de Itachi, de matar a Danzo, de pedirle perdón a Itachi, capturar al Ocho Colas, vengarse de Konoha, despedirse de Itachi, ser Hokage, vengarse de todo el mundo, etc, pero que la historia se repitiera en esta nueva época era tan injusto, sus recuerdos eran incompletos y confusos, este no ayudo, tal vez hubiera sido relevante si lo hubiera tenido a los quince años o cuando Sakura se le plantó frente a frente diciendo “Soy Haruno Sakura y me…me gus…” ni pudo completarlo en ese entonces -…Lo arruine todo…- un recuerdo en particular había arruinado sus vidas, la suya y la del rubio, una vez asimilada su reencarnación se empeñó en no repetir errores del pasado basados en “recuerdos” fragmentados, al final siempre entendía todo al revés, desde que “falleció” hace unos años sus “sueños” eran más claros y precisos, le despejaron muchas dudas lo cual no era consuelo, era una pesada carga que Naruto tenía suerte de no tener o eso…creía.

El pelinegro hubiera tenido tiempo de lamentarse un poco más si no fuera por -…¡¡¡Sasukeee!!! Abre soy yo…- siete de la mañana ¿desde cuándo el dobe se levantaba tan temprano?

Con desgano miro la puerta del apartamento pensando que lo mejor hubiera sido quedarse en su casa que claro también era de Sakura, la situación actual con el rubio le estresaba, suspiro al sentir cesar los golpes a la puerta.

-¿Qué quieres Naruto?...- pregunto aun desde la cama viéndolo entrar, las cosas estaban bien en lo posible, no había porque cambiar nada en su opinión.

El Hokage entró con calma al apartamento, con naturalidad reconociendo el lugar con añoranza, ese era su antiguo departamento de soltero por lo cual tenía la llave -…Te extrañaba ¿está mal acaso?...-  se sentó sin permiso a su lado tomándole una mano casi a fuerzas -…¿Tu no me extrañaste?...- preguntó con un tono semidoliente claramente fingido.

-Te vi ayer ¿Cómo podría extrañarte?...-  su último viaje fue corto en comparación a los demás pero lo había añorado esas semanas que estuvo fuera, sin embargo no lo diría, no quería que el rubio “muriera” de un ataque de felicidad.

 -Sí que eres bastardo, te pareces a Madara…- lo dijo sin dobles sentidos -…Ambos tienen lenguas malvadas…- al parecer Hashirama sufrió de la misma “lengua viperina” con el Uchiha en sus tiempos.

-Si soy tan malo ¿Por qué vienes a verme?...- le gustaba verlo ponerse en evidencia.

Naruto arrugó los labios Sasuke creyó que tragándose un insulto lo cual casi le hace sonreír -…¡Porque te amo ¿tan difícil es de entender dattebayoo?!...- esta vez no lo pudo contener -…¡¡ah!! No es un chiste teme…- él que veía armándose de valor para hablar con Sasuke y ese bastardo solo se reía de él.

-No me rio de ti…- ¿si cómo no? pensó Naruto -…Eres un usuratonkachi…- no pudo evitarlo, oír esa molesta muletita “dattebayoo” le traía muchos recuerdos de su niñez, solo los buenos increíblemente.

-A veces me pregunto qué me gusta de ti Sasuke…- dijo en voz alta.

-Jujuju obviamente no su amabilidad, ni lo cariñoso que es, ni mucho menos sus “grandes” muestras de afecto…- Naruto se preguntó que había hecho para tener que soportar la risa burlona del Kyubi y la sonrisa autosuficiente del Uchiha al mismo tiempo.

-Son insoportables tebayoo…- Naruto en serio no sabía cómo hacía para extrañar tanto a Sasuke y querer ahorcarlo en cuando lo veía.

-Si no tienes nada más que decir…- hizo amago de levantarse, no le extraño verse tumbado sobre el colchón con el Hokage encima de él, Naruto tenía la manía de hablar de cosas serias en situaciones tremendamente comprometedoras, Sasuke no hizo amago de quitárselo, le gustaba tener un contacto cercano.

-Que respondes…- lo miro fijo, en realidad no le importaba la respuesta, Naruto ya la había decidido hace tiempo -…La pregunta.

-¿Cuál?...- ese desinterés hubiera engañado a cualquiera pero no a Naruto, en esos ojos negros de noche podía leer la incomodidad y reticencia a responder esa pregunta, en otra ocasión Naruto lo hubiera dejado pasar pero hoy no.

-La que te hice ayer…- rodeado de enemigos, con Sakura e Hinata presentes, fue demasiado incómodo para que alguien lo olvidara, ni siquiera Sasuke podría.

Flash back

Tanto tiempo había esperado para este momento que ahora no lo creía real, pero al tocarlo regreso de sus sueños, todo era perfecto quitando del camino a los invasores y que la villa estaba siendo atacada, quizá todo no era tan perfecto como lo imaginaba.

-Sasuke no te preocupes yo te protegeré…- lo dijo con convicción, no dejaría que nadie le pusiera una mano encima.

Sasuke lo miro serio para luego decir -…Piérdete dobe…- al tiempo que esquivaba una espada cerca al cuello.

-­­¡¡Teme!! Esa no es forma de hablarle a tu Hokage..- no solo era el Hokage sino que estaban rodeados de  ninjas de otras aldeas, seguro todos se reían por dentro, ya le recordaban a Sai.

 Sasuke toda su vida fue una persona complicada y extrañamente pese a ser borde, frio y en ocasiones desalmado despertaba una infinidad de pasiones, ya sea amistad, compañerismo y sobretodo el amor, ya sea este verdadero y simple capricho, Naruto no busco enamorarse del pelinegro en ningún momento, simplemente cayo en el embrujo de la sirena sin siquiera darse cuenta, lo más probable fue que nació enamorado.

-No eres mi Hokage…- contesto con seguridad al tiempo que atravesaba a un enemigo con un chidori, el inconfundible sonido de un millar de pájaros resonó en el aire -…Yo no soy de Konoha…-  si bien Sasuke había “vuelto” a la villa, se encargara de Bolt como su maestro en distintos momentos del año, traía información valiosa a la villa e incluso era un miembro útil para Konoha como protector, además de tener esposa y una hija nacidas en Konoha, Sasuke nunca, ni una sola vez se había puesto el protector de la hoja de nuevo en la frente o cualquier parte del cuerpo, él nunca perdonaría del todo a esa aldea que le había arrebatado a su familia, podía contener su ira y fingir indiferencia en un gesto amable a la fe que Naruto tenía en él pero las acciones hablan más que las palabras, Uchiha Sasuke no pertenecía a Konoha y por lo tanto no tenía un Hokage al cual obedecer, ni mucho menos de quien esperar protección, hecho que dejó más que claro al romper el suelo aprovechando la polvareda de la explosión provocada por Sakura al derribar un muro y sacar a su hija en brazos protegiéndola con el Susanoo envuelto alrededor de los dos.

-¡¡Sasuke no me refería a eso!!...- el rubio lo sabía mejor que nadie, Sasuke no pertenecía a Konoha pero si pertenecía a su corazón, eso que no se atreviera a negarlo -…¡¡¡No te atrevas maldito!!!...-  por más que Sasuke no lo quisiera él siempre lo protegería y el ninja que tenía apresado del cuello lo sabía, la única debilidad del Susanoo en su fase incompleta era el suelo, comprobó con alegría que las llamas negras del amaterasu que lo cubrían no dañaban su mano expansible, era porque Sasuke no quería herirlo.

-Me  estorbas dob..- calló al sentir la sangre resbalar por su mejilla, un hábil ninja había conseguido atravesar su barrera bajo tierra aprovechando que la hija del ex – traidor se había alejado un poco de su progenitor, sabía que el moreno interferiría para protegerla y con eso logró su objetivo, el kunai le había apartado el cabello que le cubría parte del rostro y pudo ver claramente el Rinnegan.

Naruto salió de su estado post-felicidad que lo había distraído de ver que no era solo un enemigo al notar el brillo rojo de la sangre adornando a Sasuke, odiaba la sangre, le hacía recordar ese “día” le hacía entrar en latente temor, tan fuerte que amenazaba con pararle el corazón, algo parecido a la dolencia de Tsunade pero solo salía a luz cuando la sangre era de Sasuke.

-Detente  Naruto…- Sasuke se vio obligado a quitar su escudo de protección quitándose rápidamente la sangre del rostro, suerte que la herida fue superficial -…Estoy bien…- espetó para tranquilizarlo, la última vez que fue herido en presencia del rubio este entro en un estado de locura tratando de llegar a él, sin importarle quemarse las manos con las llamas negras que Sasuke aún no controlaba del todo en ese entonces con la presión de un rubio hiriéndose frente a él.

-“Tranquilo Naruto, todo está bien”…- la voz de Kurama era reconfortante, le hablaba con tono dulce impropio en el zorro cuando el rubio perdía el control -…”Les estás haciendo daño”…- tanto aliados como enemigos se encontraban resistiendo una fuerte presión a causa del chakra descontrolado de su dueño.

-Sasuke…- le toco la cara otra vez delineando la herida, usando inconscientemente su chakra en sus dedos curando la inofensiva herida, necesitado de tocarlo, de sentirlo, sonrió al notar que su poder no le afectaba, su corazón salto de gozo al no verse rechazado, su adorado pelinegro le permitió dejar su mano en su mejilla el tiempo que quisiera sin molestarse aparentemente ser el medio de atención de todos esos ninjas, aliados o no -…Estas bien…- realmente ese ”día” había dejado un daño psicológico que no era capaz de curar ni de olvidar a pesar del tiempo.

Sasuke no respondió porque al ver la mirada del rubio sabía que no era una pregunta -…Aléjense…-  ordeno Sasuke a quienes le rodeaban, Naruto nunca se calmaba así de fácil, mejor no provocarlo -…Ven…- abrazó a su hija atrayéndola a su cuerpo, los enemigos algo debieron sentir porque retrocedieron.

-Mi mama…-  Sarada también lo sentía pero era algo distinto, Sasuke se movió tan rápido que parecía esfumarse con el viento, Naruto hizo amago de seguirlo pero al voltear el rostro reconoció al agresor del pelinegro.

-Tú no te iras…- en el momento en que había osado tocar a la “luna” había firmado su sentencia de muerte.

 

-¡¡¡Sasuke!!!...-  el pelinegro le dedico una pequeña sonrisa como saludo al tiempo que la pelinegra saltaba a brazos de su madre que apretó los dientes al sostener su peso -…¿Estas bien?...- preguntó a su pequeña pese a verla bien, ella asintió -…¿Y tú?...- preguntó mirándolo de pies a cabeza como memorizando su figura, ella sabía que su “relación” no daba para más, no porque Sasuke hubiera dicho una sola palabra, él no hablaba de eso con ella, ni de eso ni de nada tristemente, quizá fuera lo mejor.

-Bien…- contesto ya sin la frialdad que lo caracterizaba con ella en el pasado, miro penetrantemente el hombro de ella haciendo una muda pregunta, Sakura asintió soltando a Sarada que se veía más tranquila llevando una mano envuelta en chakra verde sanativo a su hombro, se concentró en sanarse sabiendo que Sasuke estaba allí, había muchos más ninjas aliados pero solo con él se sentía realmente segura.

-Ese baka…- soltó la pelirrosa al sentir el poder de su Hokage tan grande y fiero rodear la aldea con su fiel Kurama apoyándolo, su voz sonó casi divertida rememorando el pasado, recordando a Naruto cuando niño, ella sabía, Naruto se lo había dicho, ese rubio que no aguantaba y la atosigaba cuando niño le quitaría lo que más había querido en su vida, y a pesar de eso no le guardaba rencor, en realidad Sakura sabía que fue ella quien le quitó “su vida” a Naruto y ya era tiempo de devolvérsela.

Sasuke entendió el mensaje a mudas, pensó en decir algo pero calló al ser consiente que no era el momento ni el lugar, la invasión a Konoha seguía su curso y pronto se vio obligado a combatir nuevamente protegiendo a Sakura y Sarada.

Su mirada fue atrapada por un chiquillo que se movía con agilidad, Sasuke no lo conocía, no era de Konoha por lo que intento “confundirlo”, de repente sus ojos fueron atrapados por los contrarios en una batalla de miradas -…Uchiha Sasuke…- el pelinegro lo miró a los ojos notando que este individuo de espeso cabello oscuro y ojos negros como los suyos por lo que se veía era capaz de salir de su genjutsu, no podía manipularlo, si bien los otros ninjas eran fuertes y poco comunes este tenía un chakra fuerte, poderoso a pesar de verse extremadamente joven, no llegaba ni a los quince -…¡Quítate!...- y no venía con los otros, había aniquilado a un invasor con tan solo mover una mano cortándolo, Sasuke supuso que controlaba el rayo como él. Estaba por preguntar que quería cuando sintió al rubio acercarse -…Nos veremos pronto…- acotó antes de desaparecer en lo que aparentemente fue un genjutsu de ilusión, Sasuke abrió los ojos de la sorpresa solo por un segundo pero se controló rápidamente, no conocía a nadie capaz de hacer eso que no hubiera portado un abanico en su espalda en el pasado.

Tan abstraído estaba en sus pensamientos que no notó cuando se vio rodeado de los compañeros de su generación, ahí todos de pie junto a Naruto, igual que en la guerra, siempre de su lado buscando un poco de su brillo y calor y el rubio siempre detrás de él buscando el equilibrio, buscando aquello que Sasuke siempre se había reservado, aquello que le costaba tanto entregar, su…amor.

-Naruto ya todo está bajo control…-  Shikamaru había armado rápidamente un contraataque con los medios que tenía a favor poniendo una desventajosa situación de invasión en ordenada ofensiva que había obligado a los invasores a dar media vuelta de donde quiera que hayan venido, hacerlo su consejero fue sin duda la mejor decisión que el rubio había tomado pese a que no fue su primera opción, Naruto tenía pensado ese puesto para alguien más, para quien más deseaba tener cerca.

Naruto hizo un gesto de asentimiento y clavó su mirada en Sasuke pidiéndole en silencio un momento a solas, su mirada azulina brillaba gritando por atención, desesperación de tantos años “solo” se mostraba en sus irises pidiendo respetuosamente que le acompañara, que por primera vez ya no podía aguantar más, que por vez primera era él quien quería ser seguido.

-Ve…- el empujón no fue necesario, Sasuke no lo quería, Sakura era demasiado fuerte aun sin quererlo.

-Naruto yo…- el rubio no la escucho, no cuando Sasuke clavó su mirada en la suya expresando tantas cosas, en realidad no se conocían, Naruto nunca entendió a Sasuke ni aunque fuera un poquito en realidad, no sabía en qué pensaba o que sentía, incluso hubo un momento que llegó a creer que el pelinegro no tenía sentimientos pero de lo que estaba seguro era que Sasuke le amaba, no tenía que decirlo, Naruto lo sentía, Sasuke tampoco lo conocía pero eso no importaba, no cuando ambos habían nacido el uno para otro, para estar juntos desde la antigüedad.

Retiro con un poco de fuerza la mano que agarraba su brazo -…Ahora no Hinata…- habría tiempo para ella luego, no lo que la pelinegra esperara pero tendría tiempo después.

No necesito esforzarse en buscar palabras, nunca lo había hecho, solo dejo que su corazón tomara la palabra, que expresara lo que sentía -…Sasuke…te amo ¿sabes?...- si no lo dijo con fuerza fue por respeto a sus “esposas” a tan solo unos metros de ellos pero sabía que ambas leyeron sus labios -…Quiero pasar el resto de mi vida contigo…- lo había pensado mucho y todos sus pensamientos se pusieron de acuerdo, ninguno se ponía en contra, estaba totalmente seguro de su decisión -…Quiero vivir contigo…- ¿matrimonio? Claro, pero de decir la palabra Sasuke se iría sin pensarlo dos veces de Konoha, de igual forma el Uchiha solo le devolvió la mirada brillante tratando desesperadamente de hacerlos parecer opacos, aburridos, despreocupados sin lograrlo, mordiéndose los labios para no sonreír, Naruto esperaba que de felicidad.

-¡Sasuke ¿Dónde te habías metido?!...- Naruto suspiro al reconocer a quienes fueron conocidos como Taka, sonrió sabiendo que no sabría la respuesta ese día, había esperado más de 10 años, podía esperar un poco más, Sasuke no dijo nada alejándose lentamente de él seguido por su equipo, Naruto no se quedó atrás, le siguió como siempre hacía, como desde tiempo antiguo, sin importar que le guiara al mismo infierno, Uzumaki Naruto le seguiría.    

Fin de flash back

 

-¡Sasuke!...- pronuncio fuertemente, la paciencia no era su fuerte y el moreno retaba sus límites.

-¡¡Sasuke-kun!! Abre traemos el desayuno…- salvado por la campana o más bien por esos tres de nuevo, aquellos que nunca se le despegaron por más esfuerzos que hizo por quitárselos.

-Me responderás tarde o temprano…-  Naruto se le quitó de encima no sin antes robarle un suave beso en los labios, de mejor humor al no ser rechazado abrió la vieja puerta que rechino al jalarla, Naruto anotó mentalmente hacer una reparación.

-Naru…Hokage-sama ¿Qué hace aquí tan temprano?...-  a ella no le sorprendía verlo ahí pero quería molestar.

-Molestar a Sasuke ¿Qué más?...-  Suigetsu era más hosco y nunca terminó de caerle bien el rubio, demasiado hiperactivo para su gusto, quizá porque él tenía un carácter parecido difícilmente se llevarían bien.

Antes de que Naruto dijera una palabra fue amablemente apartado de la puerta por una mano grande y fuerte parecida a la suya al tiempo que oía -…Permiso…-  Juugo casi no hablaba y si lo hacía no era con el rubio, solo permanecía a lado de Sasuke como si fuera antinatural dejarlo solo.

-Controla tus celos Naruto…-el rubio no desconfiaba de ellos, pero esa mirada tan llena de devoción que el pelinaranja siempre tenía en el rostro cuando de Sasuke se trataba lo hacía poner muy molesto, no lo miraba con amor precisamente pero era difícil de explicar, no le agradaba.

-¿Te quedas a desayunar?...- Karin como buena Uzumaki aunque tratara de negarlo le gustaba la compañía, comer en “familia”.

-Naruto ya se iba…-  Sasuke no necesito decirlo dos veces cuando Suigetsu “amablemente” lo guiaba a la entrada.

-Ehh espera…-  detuvo al peliblanco que ya lo sacaba de “su” casa -…Me quedare…-  Sasuke quería huir, como siempre, nada nuevo, nada con lo que Naruto no contara pero no lo iba a permitir, no de nuevo.

-Hokage-“sama” se le hace tarde…- se dejó oír una molesta voz por la ventana -…No distraigas al Hokage de sus obligaciones Sasuke-“kun”…- esa sonrisa falsa era dirigida expresamente al pelinegro.

-Estoy ocupado Sai ¡¿Y cómo sabías que estaba aquí?...- Sai sonrió como diciendo “¿Dónde más estarías?”

-Es mi deber estar a su lado Hokage-“sama”…- ese “sama” siempre sonaba a burla con Sai, Naruto se preguntó porque le dio el puesto de Lider Ambu.

-Ya salgan de mi casa y no hagan ruido…-  si, por eso lo hizo líder, para fastidiar a ese bastardo.

-Tan amable como siempre Uchiha, tu hospitalidad me sorprende…- las conversaciones entre Sasuke y Sai siempre parecían peleas verbales.

-Viniendo de ti cualquier cosa te sorprendería, ya te pareces al dobe…- Sasuke nunca fue problemático, con un golpe lo solucionaba pero con Sai eso no funcionaba.

-No gracias, yo no “acorralo” bastardos…- Sai estaba enterado bien de la “relación” entre Naruto y el Uchiha y parecía disfrutar lanzando indirectas no solo en privado que sabía enfurecían al otro pelinegro, hallaba una extraña y “vieja” satisfacción en molestarlo.

-Es porque tú eres un bastardo…-  simplemente sacaba a Sasuke de sus casillas.

-No tanto como t..- Sai quedo callado al sentir el brazo de un molesto rubio sobre su hombro.

-¡¡¡Ya basta, es que no pueden estar en paz!!!...- esa situación a Naruto se le hacía tan familiar que le daba dolor de cabeza, tan familiar como antes no lo era.

-jejeje ¿Cómo se quieren?...- Kurama como no podía ser diferente estaba muy feliz con la situación, siempre le divirtió esas “peleas” en el pasado.

-¡Tú tienes la culpa por estar aquí estorbando!…- otro pelo blanco entrometido pensó Naruto, a Suigetsu no le caía bien y era correspondido con totalidad.

-Ya vete Naruto, luego hablamos…- el rubio suspiro, al final siempre se hacía lo que Sasuke quería -…No vayas por ahí haciendo cosas vergonzosas…- una callada advertencia de que no divulgara sus futuros planes antes de tener una respuesta, oyó un suave “bastardo” entre dientes al tiempo que Sai ponía una expresión desilusionada de oírlo en voz alta -…Y… llévate tu perro…-  añadió mirando a Sai con lo que Naruto diría una sonrisa maliciosa.

-Te veo luego…-  salió por la ventana tapando la respuesta de un Sai aparentemente muy molesto como rara vez se veía jalándolo consigo.

 

 

 

-Y ahora que quiere aparte de acosarte..- Suigetsu solía ir directo al grano.

-Más respeto con tu Hokage…- advirtió la pelirroja mientras comía un dango.

-No es mi Hokage, yo soy de la niebla ¿lo olvidas?...- dijo de mal humor aparentemente pero sin quitarle el apetito.

Sasuke paro sus típicas peleas que nunca terminaban con una frase que heló el ambiente -…Me pidió matrimonio…- el peliblanco por poco y se traga el palillo de la bolita -…O algo así…- le quitó importancia a pesar de saber lo grave del asunto.

-¡¿QUÉ?!...- el peliblanco no lo creía, no era secreto que el rubio nunca le agrado.

-Quiere vivir conmigo…- poco le faltó a Naruto para arrodillarse y pedir su mano, Sasuke lo sabía, lo sentía.

-¡¡Esta loco!!!... bramo el guerrero coleccionista de Espadas -… ¿qué le contestaste?...- parecía poder comer de nuevo sin atragantarse.

-Nada…- no tenía nada que decir, solo lo comento porque Karin y Suigetsu no le dejarían en paz de no decirles que hacia el rubio tan temprano en su casa.

-Ese es el Sasuke que conozco…- rio suigetsu pero la pelirroja nada feliz le dio un cocacho.

-Tú lo quieres…- afirmo, le había costado aceptarlo porque eso significo renunciar a los sentimientos que albergaba por el Uchiha pero a diferencia de una pelirrosa no se empeñó en amarrar al pelinegro a su lado -…Sakura debiera de entender…- dejo su punto claro.

-Karin, ella no me obligo a nada…- Sakura en realidad había sido una víctima de su egoísmo en opinión del pelinegro -…No eres la madre de mi hija porque te conozco y eres “prima” de Naruto…- pudo haber sido Karin la madre de su descendencia pero ese parentesco sanguíneo con el rubio le hizo desistir de esa idea -…Además ella me hizo un favor…- gracias a Sakura su clan no se perdería, su apellido estaría vigente en el futuro, su hija era fuerte y tenía un extinto clan milenario, cuando eligiera un compañero sus hijos llevarían el apellido Uchiha, no habían muchos clanes que fueran más antiguos que el suyo, exceptuando el Senju pero Tsunade no tuvo hijos, su clan moriría con ella como lo hizo el Namikaze con el Cuarto Hokage no por razones de antigüedad si no por ocultar la identidad del hijo de Minato en ese entonces como si no fuera obvio para la villa quien fue la esposa de este, no tenía de que preocuparse, el apellido más antiguo prevalecía sin importar si se es hombre o mujer, los Uchihas revivirían.

-Cualquiera pudo hacerte ese “favor”, tenías muchas opciones…- ella misma fue un opción y lo sabía, una simple incubadora en su opinión, ahora agradecía no haberlo sido, ella quería mucho a su primo, Naruto se ganaba fácilmente el cariño y hubiera lamentado interferir entre ellos -…Casi todas las mujeres de Konoha querían ser parte del clan Uchiha…- pese a todo el odio que genero el apellido Uchiha hubo muchas konoichis que lo pretendieron, no se podía negar que la belleza de Sasuke era difícil de obviar.

-No me refiero a eso…- le debía un favor más grande, mucho más que simplemente haberse amarrado a lado de un hombre que no la quería, ni deseaba como mujer.

-¡Ah! tus secretos de nuevo…- al grupo entero le daba molestia la reserva con la que su líder  mantenía sus asuntos privados en el más grande misterio pero solo Suigetsu lo profesaba.

-Toma Sasuke…- Juugo quien permanecía en silencio había calentado un dango bañándolo en miel y se lo ofrecía hacendosamente dispersando la tensión.

El moreno lo tomo sin remilgos pese a no gustarle las cosas dulces, últimamente tenía una deficiencia de azúcar y el pelinaranja no lo dejaría en paz si no se la comía -…Gracias…- Juugo siempre era tan extremadamente amable y servicial con él que no podía ignorarlo.

-¡Hey! ¿solo a él le agradeces?, si fui yo quien cargo la mayoría de cosas que la odiosa de Karin compro para ti…- pese a que seguían peleándose ya no parecían molestarse con la presencia del otro, eran como unos hermanos que no se soportaban, a Sasuke le recordaba vagamente su situación con el rubio pese a no ser el mismo caso, él era el opuesto total de Naruto, su complemento perfecto en todos los sentidos, en cambio Karin y Suigetsu se parecían demasiado, eran tan infantiles y obstinados como ellos solos, en su opinión los unía un cariño fraternal que ellos desconocían, algo así como unos hermanos gemelos, mujer y hombre naciendo como pareja no necesariamente sentimental, pero, no era bueno clasificar, no todas las parejas son “destinadas” ni tenían porque ser como él y el dobe, además si lo pensaba Ashura e Indra también eran hermanos.

-¿De qué ríes?...- ver a Sasuke sonreír era tan raro, no lo hacía con frecuencia pese a que habían logrado sacarle una cuantas risas con mucho esfuerzo en esos casi diez años.

-Esta dulce…- se quedaron quietos sin entender, para ser sinceros nunca entendieron a Sasuke ni aunque fuera un poquito y no creían nunca hacerlo.

-Toma…- Sasuke resoplo llevándose otro “dulce” dango a la boca.

 

 

 

 

¿Problemas en el paraíso?...- Naruto se masajeo la frente recordando el día que le dijo a Sai que fuera más sincero, que dijera lo que pensaba y dejara de ser tan “Ambu”, maldecía ese día -…Se lo he dicho Hokage-sama que el Uchiha no es buena influencia…- soplaba las palabras con libertad pero en realidad…no parecía creerse lo que decía, como si solo disfrutara molestando, con Sasuke por supuesto que no fingía, a Sai nunca termino de caerle bien y ahora que sus poderes se habían ampliado y era capaz con éxito de mantenerse seguro del sharingan lo molestaba a breve.

-Sai cállate…- tenia suficientes problemas para encima tener que tolerar al albino, viéndolo bien, se parecía a Sasuke como él no había admitido en el pasado, es que para el Sasuke siempre fue irremplazable pero admitía que Sai era parte de su equipo, tenía su propio lugar, no era más un reemplazo pero eso no le quitaba lo molesto.

-Solo digo que te distrae…-no era mentira, si fuera por Naruto solo se encargaría de sus problemas que en este punto radicaban con sus “familia” y con el bastardo escurridizo que se iba a de la aldea a la primera oportunidad, eso le recordó que tenía que poner más vigilancia en la entrada si quería tener una respuesta a su pregunta –Olvida muchas cosa Hokage-sama…- tiro con burla como siempre.

-Ya deja lo de hokage-sama, me molesta, ya te pareces a Sasuke, además no olvide nada…- tenia los documentos de la aldea en perfecto orden gracias a Shikamaru.

-Convoque a una reunión con los Ambus…bajo tu autorización…- ¿ese asunto? Naruto ya lo había olvidado con todos los problemas que tenía encima, quizá si se olvidaba de algunas cositas.

-¿Qué excusa pusieron?...- si por lo menos la mitad de Ambus se mantuvo en la Raíz oculta durante la invasión fue por una buena razón, los traidores abundaban en la aldeas y Konoha no se salvaba, había quienes a pesar del todo el dolor que genero la guerra en base a muertes de seres queridos y pérdidas irreparables aun ansiaban empezar un nuevo conflicto en visión de obtener el “poder”, no por nada Konoha era la aldea más poderosa porque contaba con dos guerreros de poderes inigualables, por desdicha el poder de Sasuke era más “notorio” y había una posibilidad de quitárselo al arrebatarle los ojos, era un tiro al blanco que muchos ninjas de la aldea no veían como un tesoro sino como un estorbo que los ponía en la mira de las demás aldeas y no paraban en su intentos de deshacerse de él.

-No dijeron nada…- la mirada del Ambu dudo al contestar más no sus palabras, estaba claramente confundido, la mayoría de los Ambus ocultos en Raíz durante el ataque eran gente de confianza del Hokage formados bajo rudo entrenamiento personalmente por el Líder Ambu o sea él -…Dijeron que permanecieron dormidos---…-dudo en proseguir -…Los más antiguos afirman que fue un poderoso Genjusu…- Naruto enseguida se levantó de su cómodo sillón claramente molesto, si bien el Genjutsu no era de utilidad de un solo clan una “ilusión” suficientemente poderosa para aturdir a un ninja Ambu tenía que ser de un clan poseedor de genjutsu “antiguo”, al ser una ilusión capaz de aturdir a casi 100 ninjas de un tirón debía tratarse de alguien sumamente poderoso.

-¡¡¡Sasuke acababa de llegar!!!...- no podía confrimarlo, el pelinegro llegaba y se iba prácticamente cuando le daba le gana, Naruto no enjaulaba a su halcón, sabía que una vez lo hiciera estaría acorralándolo junto a sus enemigos, y ahora tenía una prueba más, confiaba plenamente en Sasuke ¿con que objeto colaboraría con un enemigo que quiere robarle su poder?

-No me mires a mí, es lo que dijeron y no creo que mientan…-  Naruto le clavó su mirada irguiéndose en toda su altura pareciendo imponente tapando el sol a sus espaldas -…No digo que fue Sasuke-“kun”, existen otros clanes en otras aldeas con ese poder…- Sai ya no se intimidada con esa mirada y esa forma de sacar pecho y altura como un gallo antes de aletear, no por nada permanecía a lado de Naruto por más de diez años.

-No comentes nada...- los ambus solo estaban autorizados a informar a su Lider y este al Hokage, la información permanecería en secreto entre ellos dos, ni siquiera Shikamaru debía saberlo, un genjutsu de ese nivel no era para obviar pero no pondría a Sasuke en la mira de terceros, tendría que hablar con él de ese tema.

 

 

 

-Ya dilo, sabemos que algo te inquieta…- Sasuke era callado pero no al extremo de no decir una sola palabra en más de cuatro horas, Karin lo conocía tal vez más que el propio Naruto ya que lo miraba con ojos objetivos, no con ojos de enamorado que solo atontan la mente y no dejan ver lo importante.

-Sasuke…- Juugo también lo sentía, desde que llegaron al departamento la noche anterior para dejarlo descansar el Uchiha estaba perdido en sus pensamientos y al volver esa mañana de sus habitaciones en la planta baja del mismo edificio no había cambiado.

-No tiene que ver con las tonterías de tu “Hokage”…- picó Suigetsu ganándose una afilada mirada que no le atemorizo, nunca le temió a Sasuke ni en el pasado cuando se portaba como loco hambriento de sangre, no lo haría ahora.

-No soy el único sobreviviente de clan Uchiha…- no sabía cómo, ni entendía porque pero unos ojos capaces de evadir a los suyos no podían ser de nadie más que de un Uchiha, caso contrario el problema era peor, el Sharingan había sido “robado”.

Un toquido a la puerta distrajo la atención del tema, Juugo se levantó del lado de Sasuke abriendo gentilmente la puerta reconociendo a la esposa del pelinegro, la miro como siempre, sin expresiones en el rostro pero con el ceño ligeramente fruncido, se hizo a un lado dejándola pasar.

-Iremos al mercado por algo de comer…- avisó Suigetsu después de desperezarse, habían estado mucho tiempo sentados esperando que Sasuke se dignara a hablar -…Karin…- llamó tomando a Juugo del brazo guiándolo afuera, había comida de sobra pero esa no era la razón para que la pelirroja no se moviera de su lugar a lado de Sasuke renuente a irse -…Konoha tiene buen comercio…- alabó ganándose su atención.

De mala gana se puso de pie despidiéndose con la mirada del Uchiha y pasando a un lado de Sakura sin siquiera voltear a verla -…Eso es porque Naruto es un gran Lider…- comentó Juugo sin ninguna mala intención.

“Un Gran Líder” esa frase Sasuke ya la había oído, lo recordaba perfectamente el momento, sin desearlo los pensamientos e imágenes venían a su mente sin poder evitarlo.

 

 

************************************

 

-Me convertiré en una gran líder, ya lo veras Madara…- gritaba contento el castaño ya idealizando su futuro en el que el Uchiha estaba más que incluido.

-No lo lograras solo con desearlo…- como siempre Madara sabia como reventarle su burbuja de felicidad al Senju con una velocidad envidiable.

-Sabes Madara a veces creo que no te caigo bien…- dijo con expresión deprimida que no era fingida.

Jajaja siempre eres tan tú… Hashirama…- esa actitud animosa que tanto detestaba en las demás personas en el castaño se le hacía tierna pero primero muerto que admitirlo en voz alta, pero no podía negar que se sentía bien a su lado, su cuerpo lo delataba brindándole una sonrisa -…¿Eres…?...- busco una palabra que le identificara “como el sol” que le regalaba su calor, era perfecto.

-Tan tonto…- esa voz ya familiar saco bruscamente y de mala gana al pelinegro de sus pensamientos.

-Hola Mito…- Hashirama obvio el insulto sonriendo como siempre lo cual molestó al Uchiha sin saber porque.

-No deberías ser tan grosera…- increpo el pelinegro a la muchacha, solo él podía burlarse así del castaño, no toleraría que nadie más se quisiera burlar de Hashirama, nadie tenía ese derecho excepto él.

-No lo hago a propósito…- se excusó ella pareciendo realmente arrepentida, era verdad se le salía cuando veía el comportamiento payaso del castaño los miró a ambos de frente, pidiendo disculpas con la mirada, como era de esperar Hashirama acepto las disculpas con un movimiento de cabeza.

-No me gustan esa clase de personas…- pico Madara adelantándose al rio y lanzando unas cuantas piedras dejando a sus acompañantes atrás, inmediatamente sintió a los otros dos correr a su lado dejándole en medio de ambos haciendo aspavientos para que les tomara atención.

-¡¡¡¿qué clase de personas te gustan?!!!..- gritaron al mismo tiempo muy interesados por la respuesta, acercándosele demasiado de ambos lados.

Madara dio un paso atrás para recuperar su “espacio personal”  lejos de esos dos y decir calmadamente con una sonrisa tan dulce que ilumino las miradas de sus compañeros -…Las personas calladas…- disfruto las caras deprimidas de ambos, hasta parecía que una nube negra había aparecido de repente sobre sus cabezas y les llovía encima, el pelinegro rio y volvió la atención al rio fingiendo desinterés.

-Que malo son los Uchihas….- dijeron de nuevo ambos al mismo tiempo provocando que la sonrisa de Madara se ampliara a sus espaldas.

-No se queden a mi espalda, no me gusta….- ambos lo sabían, inmediatamente olvidaron su repentina depresión y se posaron a su lado lanzando piedras, los dos chicos eran muy buenos pero ella no se quedaba atrás, lo malo era que ambos, Hashirama y Mito parecían siempre competir por llamar su atención desde que la conocieron, Madara con sinceridad no entendía ese comportamiento. 

Notas finales:

Bueno lo primero que decir, no pretendo cambiar las personalidades de los personajes pero creo que Sai no fue aprovechado, no se conoce su carácter real lejos de ser Ambu, hasta donde se vio seguía usando esa sonrisa falsa que creo que en su caso es real y quiero ponerle más carácter, de Mito no se sabe mucho y la verdad no creo que ella tuviera un carácter tan dulce como la pintan algunos escritos pero tampoco es una bruja malvada como la retratan tantos otros, creo que su carácter sería más bien bipolar pero es solo mi opinión.

Es todo y espero no tardarme mucho esta vez pero cuando hay exámenes y problemas de internet es difícil colgar capítulos, lo siento de antemano si me tardo, sin más que decir hasta la próxima, bayyyyy.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).