JANE Y MO
En alguna parte del mundo en una ciudad, en una casa que se sitúa en una colina, en un balcón que da su mirada a la ciudad. Estaba una joven de cabello castaño, alta. Miraba el amanecer. Aquellos colores veía como comienza un nuevo día, un día que ya está yaciendo. Mientras admiraba aquella belleza que daba el mundo una vez más. Adentro de aquella casa, en una habitación dormía plácidamente una joven, levantándose se da cuenta que su amante no está, se dirige al balcón abraza por detrás a su amante donde huele su aroma, la chica castaña solo sonríe porque faltaba ella para ver aquel paisaje que sea perfecto.
- Porque, estas tan temprano, levantada - dijo Mo mientras ponía su cabeza en el hombre de Jane. - Me gusta ver el amanecer - dijo aquella joven. Mo la abraza y las dos ven aquel amanecer. Dos amantes, dos corazones, pero un solo amor, que las une a las dos.
Jane se gira y quedan de frente. Se quedan viendo fijamente, donde no se siente, el tiempo, ni los problemas, solo siente aquel momento, que se dan cuenta, de cuanto se aman. Entonces, unen sus labios, aun beso de amor, que después se convirtió, en un beso apasionado. Entre besos y caricia, terminaron en la cama, Mo besaba cada parte del cuerpo de Jane, saboreando y lamiendo, y sintiendo aquella excitación, que hace querer más.
- te amo jane - dijo Mo mientras, besaba su cuello, entonces Mo, se aleja y la miraba. - te amo tanto - dijo mirándola y la beso se sentía una pasión. Una que solo ellas pueden sentirla. - yo también te amo tanto, Mo - susurro jane excitada. En esa cama, se demostraron su amor, en aquella cama fue el testigo de ese acto de amor.
NEIA Y MOE
Y en otro, lado de la ciudad, una joven de cabello negro, estaba preparándose y alistando su negocio. Un negocio de venta de postre y mientras hacía unos postres, guardaba una porción en una cajita. Sonrió al terminar de empacar. Y entonces se escucharon pasos y aquella joven de cabello negro se giró y sonrió.
- Buenos días Moe, te levantaste temprano - dijo la joven mientras se acercaba a Moe. - Buenos días Neia tengo una cita y debo tener todo listo - dijo Moe emocionada.
- Cuando será el día que vas a dejar de ser una casanova - dijo Neia sonriendo mientras se iba a la despensa a coger, unos platos para servir un pedazo de torta de chocolate sabiendo que ese postre es el favorito de Moe.
- Ese día sería cuando me enamore y eso no va pasar - dijo Moe. Camina donde Neia para cogiendo por detrás de ella un pedazo del postre haciendo que Neia se ponga nerviosa.
- Me voy, chao - dijo y le dio un beso en la mejilla, se fue. - Pero el postre - dijo Neia, pero Moe ya se había ido. Dejando a Neia con el plato en la mano, mirando la caja, ella solo suspira sintiéndose con un dolor en el pecho, por saber que está enamorada de ella pero su amor es no correspondido y también por miedo, porque, si Moe sabe se sus sentimientos, se perderá su amistad y ella, no puede soportar perderla. Solo guarda aquella caja y vuelve a su trabajo.
Dos historia, en lados diferentes de la ciudad. Pero podrá el amor con estos obstáculos…