JANE Y MO
PARTE 8
Progresando todo lo que paso y más lo que tuvimos da como resulta que fui una simple amante una más de la lista, que esperaba, no me hablaba de su vida todo lo que hacíamos era mirarnos fijamente y besarnos hasta acabar en una cama haciéndolo. Es triste dar cuenta que la persona que amas te vea como una satisfacción.
Ahora estoy en el cuarto rompí todo lo que veía. Estoy destruida, que esperaba, que me digiera te amo y me casare contigo porque eres la única persona que amo. Nos abrazaríamos e hiciéramos el amor, ríe amargamente y tire al suelo otro jarrón. Camine al balcón, sentí la fría noche me abrace a mí misma, como forma de consuelo. Mire en otro balcón y me fije que había una pareja abrazados, era una pareja gay resaltaba que eran feliz, una punzada de dolor sentí en mi corazón haciendo que llorará caí al suelo, y me abrace más fuerte. Mis sollozos de escuchaba en toda la habitación, estaba yo en el balcón llorando hasta quedarme seca.
Han pasado cuatro meses, no he sabido nada de Jane a veces cuando estoy borracha la llamo, lo hago porque a pesar de todo la extraño muchos, estos cuatros meses han sido un infierno sin ella pero debo acostumbrarme, tendré que acostumbrarme que ella no estará más y no lo estarás jamás. No la he vuelto a llamar, la otra vez que lo hice estaba sana y con uso de razón.
Flashback
Mi corazón latió más rápido al escuchar el sonido de que está llamando y cuando me contestaron más nerviosa me puse. – Alo – se escuchó pero era una voz masculina. - ¿Jane? – dije. – mi amor, te llaman – dijo esa voz. Una punzada de dolor se sintió en mi pecho. Tan rápido se olvidó de mí se puede ver que aquellos te amo se lo llevo el viento, me sentí enojada que colgué. Y lance el celular a la cama, y vuelve a sonar mi celular, lo cojo y miro que era ella que llamaba. Solo suspire. Acepte la llamada. – Hola Mo, estas bien – dijo preocupada. - si estoy bien y tu – dije. Hubo un silencio. – Mi amor, la reunión – dijo esa misma voz que contesto primero. – Si ya voy – dijo jane. – Mo, me tengo a una reunión – dijo Jane. – Entiendo, adiós – dije.- Adiós – dijo Jane.
Fin del flashback
Esa fue la última vez que he escuche su voz. Ahora estoy en un bar, celebrando que Neia firmo con una pastelería famosa. Aunque Moe no esta tan feliz, porque Neia se tiene que mudar. Pero mantendrán la pastelería que tiene Neia con otra pastelera.
Y comienza a sonar una dulce melodía, las parejas se van a bailar, y yo solo suspiro, porque no puedo ser feliz con Jane, porque tan solo me hubiera escogido. Suspiro de nuevo, cuando siento que alguien se sienta a mi lado, me giro y la veo a lado mío, es ella. Acaricio su mejilla, es ella. Y me lleva a la pista, pongo mis manos en su cintura y ella en mi cuello. Y nos movimos con el ritmo de la música.
Éramos solo ella y yo, nos olvidamos de todo que había pasado. Miro sus ojos, que son tan hermosos. Bajo mi mirada hasta sus labios, me acerco lentamente y la beso, uno que decía que aún nos amamos.
No sé cómo terminamos en mi apartamento, ella estaba acostada en la cama jadeando, lo miro fijamente, hermosa, siempre lo ha sido. La beso, y bajo a su cuello, levanto su blusa dejándola en sostén. Ella mete su mano y sube la blusa, me la saco. Esa noche hicimos el amor, una noche amándonos. En la que dejamos todos los problemas y solo nos amamos. Era con un sueño.
Abrí mis ojos y me encuentro que ella se estaba vistiendo, suena su teléfono y contesta. – Sí, ya voy – dijo. – si sé que hoy día es mi boda – contesto ella. Y colgó. Hoy es su boda, pero lo que pasó anoche.
Se levanta pero le coge de la mano. – no te cases Jane, elígeme a mí – dije. – No puedo – contesto. – si puedes, somos felices juntas, casémonos, a mí no me importas que seas presidenta de la empresa, lo que me importa eres tú, ¿qué quieres hacer tu?, puedes abrir más negocios sin necesidad de casarte, tu papa quiere que tú seas feliz, así no eres feliz – dije. Hubo un silencio, era mi única esperanza. La solté. – ahora es tu decisión, pero recuerda que yo no estaré para siempre – dije. – Lo siento Mo – dijo. Y se fue.
Que esperaba, ella siempre ha sido terca, suspiro, las lágrimas comienza a salir. Me caigo en la cama y solo mire el techo. Hice lo que podía, luche, ahora le toca a ella. Impedir la boda, no, declaro ella me deja en ridículo. Me giro y miro el lado que ella durmió, huelo sus almohada aún tiene su olor. Y lloro.