-¿Qué haces? No... Deja - Susurró tomando mis manos débilmente, tratando de alejarme - Hyuk... Hyuk, por favor...
Empezó a decir una y otra vez pero no era lo que su cuerpo hacía, su cuello se inclinaba dejando acceso a mi boca para besar y acariciar con mis labios su suave piel.
-Para... H-Hyuk.
-Donghae, por favor. S-sólo será una vez - Le dije alejándome de su cuello, mirando sus ojos llenos de pánico y confusión- Sólo será una vez.
-¿S-Sólo hoy?
Preguntó de nuevo a lo que yo asentí con mi cabeza, viendo como sus ojos vagaban por la habitación, pensándolo. Sus ojos volvieron a fijarse en los míos y no hubo respuesta, esta vez fue él quien se acercó a mí y pegó suavemente sus labios a los míos. Ambos nos sumergimos en un beso necesitado por explorar más del otro, por conocer cada rincón.
Sus manos presionando en mi cuello, acercándome a él mientras su cuerpo se restregaba de a poco contra el mío.
- Hyuk - Suspiró sobre mis labios, abriendo un poco sus ojos - Mamá llegara en unos minutos.
-Lo sé- Susurré igualmente, presioné mi cuerpo sobre el suyo y me refugié de nuevo en su cuello -Eres tan hermoso.
Mordí levemente la piel de su cuello, llevando mis manos a sus caderas e introduciendo mis manos bajo su pijama.
-Tan suave.
Susurré mientras ascendía mis manos por su piel, su tacto quemaba, ardía bajo el mío y me excitaba de sobremanera.
-H-Hyuk- Susurró relajándose ante mi toque, su espalda se encorvaba al ir ascendiendo cada vez más por sus costados - Te quiero, Hyuk. Te quiero mucho.
Lo miré, se veía tan vulnerable, tan excitante, sus mejillas sonrojadas, y sus dientes mordiendo su labio, sus ojos brillaban en deseo y un cariño que me ponía los pelos de punta. Alejé mi mirada y me volví a concentrar en sus labios, sin pensarlo, lo volví a besar, sintiendo sus palabras enterrarse en mi corazón de forma extraña.
-Shh. Mamá llegó - Le dije apartándome de él al escuchar como la puerta de la casa se abría - Será mejor que me vaya.
Me acerqué una vez más a su rostro desconcertado, y tras depositar un suave beso en sus labios salí de su habitación, escabulléndome rápidamente a la mía antes de que mamá me encontrara fuera de mi habitación a estas horas, no quería someterme a un interrogatorio.
Me recosté en mi cama, sonriendo mientras recordaba lo acontecido hace unos minutos. Las cosas mejorarían, de eso estaba seguro y yo me encargaría.
Escuché atentamente los pasos de mi madre al subir por las escaleras, uno y luego el otro, luego escuché atentamente como abría y cerraba la puerta de su habitación.
Giré mi rostro hacia Donghae, quien estaba sentado junto a mí viendo la TV. Sentía la respiración entrecortárseme y mi corazón palpitando más rápido. ¡Oh Dios!
-Hae - Le dije juguetonamente, pegándome a él y colocando una mano sobre la suya que reposaba en su pierna - Donghae.
Su cuerpo estaba tenso y miraba el televisor como si yo no hubiera hecho ni dicho nada, me estaba ignorando de cierta forma, y eso me gustaba.
Mire nuestras manos y poco a poco deslicé mi mano de la suya y fue dirigiéndome a su entrepierna, poniendo mucho cuidado en su reacción, notaba como inconscientemente su cuerpo empezaba a enderezarse y su respiración se iba entrecortando, pero nuevamente permaneció quieto.
Miré su rostro completamente neutro, y aunque me gustaba que no hiciera nada, quería extrañamente escuchar su voz. Giré mi rostro hacía las escaleras, cerciorándome que estábamos solos para luego irme acercando lentamente a su rostro.
Me quedé ahí a centímetros de él, respirando sobre su piel, casi en su oído. Sabía que lo estaba haciendo erizar, siempre había sido tan sensible en esas partes.
-H-Hyuk... Por favor.
-¿Qué quieres? -Le pregunté acercándome un poco más hasta rozar mi nariz con su piel, acariciando lentamente - Dilo. Vamos, Donghae.
Susurré pegando mis labios una vez más en su piel. Como deseaba besar cada parte de su cuerpo. Donghae había pasado a respirar mucho más rápido, y ahora la mano que anteriormente reposaba en su muslo, se había deslizado junto a la mía, siendo esta vez él quien la ponía encima de la mía.
-Sólo una vez más - Susurró más para él que queriéndome lo decir a mí - Una más, Hyuk.
Dijo girando su rostro, mirándome por fin. Sus ojos estaban oscuros, pedían a gritos atención. Él era perfecto, era tan hermoso.
Acortó la poca distancia que había entre nosotros y me besó, volvió a unir nuestros labios que deseosos se entregaron a un beso lleno de pasión y excitación. Había deseo involucrado, deseo que corría por las venas de ambos y que se quedaba sin tiempo.
Sentí una presión en mi mano que me robó un jadeo de sorpresa y a la vez de excitación. Él estaba excitado, podía sentir su pene creciendo bajo mi mano y eso me excitaba a mí.
No esperé a que él tomara la iniciativa de nuevo, fui yo el que esta vez apretujo un poco su entrepierna.
-Hyuk - Jadeo al separarnos, sus labios estaban húmedos y más rojos, sus ojos lanzaban chispas - Mamá saldrá del baño.
Asentí repetidamente, acariciando otra vez su entrepierna sobre el pantalón. Era una gran necesidad, tocarlo a él, era como si me estuviera tocando a mí, y yo sentía una agobiante necesidad de restregarme contra algo o alguien.
-Sí, lo sé - Le dije bajando mi mirada a nuestras manos que se movían ahora juntas sobre la entrepierna de Donghae - ¿Te gusta?
Le pregunté mirando de nuevo su rostro, sus mejillas estaban aún más rojas, sus labios entreabiertos respirando forzadamente por ellos. Esa imagen me robó el aire por completo, profundizando más mis caricias.
-Oh, Donghae... Hermoso, hermoso.
Susurré besando la parte trasera de su cuello, sintiendo como mi excitación crecía. Mordí su oreja mientras mi cuerpo se pegaba más a él. Necesitaba... Necesitaba contacto con su cuerpo.
- Donghae... Te deseo tanto - Susurré besando su mejilla y bajando por su barbilla - Sólo un poco más... Y...
No sabía que decir. Poco a poco mi cuerpo había pasado a estar sobre el suyo, y él no había mostrado ninguna protesta. Ambos nos habíamos acomodado y yo fui el primero en moverme.
Mordí mis labios y volviendo a remitir contra él. Esto era muy bueno. Miré su rostro ligeramente sudado y volví a restregarme contra él. Escuche de lejos como la regadera de mamá se cerraba, pero eso no me detuvo.
- Donghae.
Jadeé restregándome casi desesperado contra él, sintiendo el placer en la punta de mis dedos... Un poco más, un poco más.
Donghae había pasado a reposar su cabeza en el mueble y respiraba sonoramente, sus manos agarraban mis caderas y él se movía bajo mi cuerpo.
-Oh por Dios - Gimió Donghae apretando el agarre que tenía en mis caderas y encorvando su espalda - ¡Hyuk!
-Shh- Dije entrecortadamente, pegándome a él y besándolo. Me moví bruscamente contra él. Su cuerpo temblaba bajo el mío y pequeños jadeos salían de sus labios mientras nos devorábamos por completo, no había límites, había pequeñas mordidas, era un beso completamente necesitado - Donghae... Donghae.
Gemí su nombre, mordiendo su labio mientras me deshacía en temblores sobre él. Sentía mi sangre circular más rápido y mi corazón bombeando rápidamente. Respiré un par de veces más y lentamente besé una vez más sus labios.
-Te quiero.
Susurré para luego alejarme y subir lo más rápido que pude las escaleras. Entré en mi habitación y eché el cerrojo antes de apoyarme en la pared, poniendo una mano en mi alocado corazón. No pude evitar sonreír.