Chiaki Pov
Tener a Ritsu a mi lado me hacía sentir muy feliz, toda esa soledad a la que me tenía que enfrentar a diario desapareció con el castaño, el hecho de que el fuera un humano ayudaba a nuestra convivencia, porque de esa forma ambos podemos pensar de manera similar, es grato tener a alguien que te entiende.
No es que no quiera a Tori, pero no lo es lo mismo, después de que el castaño me rescatara tuvo que sacarme de una forma muy dolorosa el chip de rastreo para destruirlo, además aún tengo la gran cicatriz en mi vientre, la cual a veces vuelve a arder como si reviviera aquel momento tan doloroso de mi vida.
Para que ninguno de los dos fuera descubierto por traición, Tori sigue viviendo con el supremo líder, aun le sirve como si fiel ciervo y cuando tiene tiempo libre me visita, por eso me siento tan solo, porque el muy pocas veces se toma unas horas para venir a verme, debido a la soledad que siento paso casi todo el día durmiendo, a diferencia del resto de los robots, yo no me apago, yo puedo soñar como los humanos, y en mis sueños siempre veo al mismo hombre, un hombre en el que sé que puedo confiar.
“Hatori, yo pienso que hiciste lo correcto al salvar a Chiaki” Me sonrió el oji verde “Él es alguien muy especial”
“Si, lo es” ME sentí inmensamente feliz cuando escuche que Tori me había dedicado tan bellas palabras, hasta que su típico semblante frío de robot volvió a aparecer “Pero que no se te suba a la cabeza Yoshino, después de todo tu piel es solo metal, eres muy frágil para poder ser útil en la sociedad”
“Supongo” Susurre molesto por el semblante frívolo al que el oji azul regresaba, me gustaba mucho verlo sonreír, lamentablemente eso casi nunca pasa.
“Ritsu, tú te quedaras a vivir con Yoshino hasta que los recolectores dejen de buscarte” Ordeno el más alto.
“Si me llegaran a encontrar ¿Tu tendrías que fundirme?” Me sorprendí al escuchar las palabras del humano ¿Cómo podía pensar eso? Tori es una muy buena unidad, el jamás lastimaría a alguien que le importa.
“No, no te fundiría” Los dos soltamos un suspiro aliviado “Como eres un humano te tendría que matar”
“TORI” Grite molesto al ver el temor en los ojos del castaño, era muy difícil hacerme enfadar, sin embargo mi amigo lo logro sin problema.
“Estoy programado para decir nada más que la verdad” Lo mire con el ceño fruncido esperando que retractara sus palabras.
“Si matas a Ritsu, tendrás que fundirme a mi primero” Las grandes orbes azules de más alto se abrieron por la seriedad de mis palabras.
“Tranquilo” Me sonrió el menor dándome la mano, se sentía tan cálida, desearía poder emanar tanta calidez como él.
“Pero él está siendo muy cruel contigo” Reclame sin querer separarme del agarre del menor, por alguna razón quería mucho a Ritsu.
“Es su trabajo Chiaki, lo programaron para eso” Los ojos del castaño reflejaban tanta tranquilidad que no me quedo más opción que creerle.
“Además, lo único que tenemos que hacer es no dejar que te descubran” Declaro el más alto mientras retiraba la mesa para comenzar a limpiar los platos.
“Chiaki, no te preocupes por mí, estaré bien si Takano-san está bien” Pude notar un hermoso brillo en sus ojos al pronunciar aquel nombre.
“Está bien” Musite celoso de no saber lo que era el amor, a Onodera se le ve tan feliz de estar enamorado, de verdad, desearía poder amar como el, yo desearía poder sentir y dejar de ser este hibrido, no soy humano, no soy un robot, como el supremo jefe dijo; yo soy una abominación de la naturaleza.
“Yoshino ya me voy” Quería evitar que se fuera, quería pedirle que se quedara a mi lado, pero ya sabía que esas peticiones y ruegos serian inútiles, el después de salvarme no me ha puesto ninguna vez delante de su trabajo, pero, creo que eso es todo lo que se puede esperar de una fría maquina sin sentimientos genuinos.
“¿Pero por qué te vas?” Pregunto el oji verde confundido ante la repentina actitud cortante del más alto.
“Porque Takahiro sigue creyendo que soy su fiel sirviente, y yo sigo haciendo mi trabajo como corresponde” Sentí una gran decepción al escuchar esas palabras, a pesar de que los robots normales no pudieran sentir, fundirlos porque no son productivos está mal, no se debe acabar con alguien solo porque es diferente.
“Ya veo, no se preocupe, yo cuidare de Chiaki” Después de decir eso el menor se acerca a mí para verme de frente.
“¿No te vas a despedir de mí?” Pregunto con una gran molestia en su voz, yo avergonzado por su trabajo agache la cabeza para no verlo a los ojos, no podía mirar a aquella persona que a pesar de haberme salvado la vida, continua obedeciendo al supremo líder como si fuera su mano derecha, no soporto esa idea.
“Adiós” Musite sin levantar la vista mientras escuchaba como mi amigo le daba un gran portazo a la puerta de la cabaña.
“Chiaki sé que te molesta que Hatori siga con Takahiro, pero no lo lastimes de esa manera, él te quiere mucho”
“Eso no es cierto” Musite sin fuerzas.
Si Tori me quisiera el habría sido capaz de corresponder mis sentimientos cuando le dije que él era la persona más especial, cuando le confesé lo mucho que lo quería, cuando mencione que me quería enamorar de él.
Realmente quería poder enamorarme de Tori sin embargo este después de mi confesión se puso aún más frio y distante conmigo.
“Ritsu yo voy a dormir, tu cama esta en mi habitación también, así que cuando te de sueño entra sin pena” Declare con una tierna sonrisa.
“Si no te molesta me quedare un rato más despierto” Dijo el menor mientras yo ingresaba a la habitación.
Comencé a cerrar los ojos con la esperanza de poder encontrarme con el hombre de mis sueños, la única persona que sabía todo de mí, el único capaz de no júzgame por lo diferente que soy y amarme de esa manera.
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“Chiaki” Sentí que una bella voz me llamaba, corrí hacia un bosque cerca de mí intentando seguir los llamados.
“¿Dónde estás?” Grite frustrado sin poder encontrar al dueño de esa melodiosa e hipnotizaste voz, quería ver a quien me llamaba.
“CHIAKI” Está vez si pude distinguir de donde venía gracias al GPS instalado en mi pude encontrarlo en una pequeña fábrica abandonada.
“Por fin te encuentro” Dije con mucha felicidad mientras me acercaba al azabache “Realmente necesitaba verte”
“¿A si?” El mayor se dio vuelta acercándose levemente a mí hasta poder tomarme de la cintura “Yo también necesitaba verte”
“¿Jamás me dirás tu nombre?” Pregunte dejando salir una de las mayores dudas que se encontraban insertas en mi cabeza.
“No necesitas saber mi nombre, solo lo mucho que te amo” Me sentía muy seguro con él, sin pensarlo dos veces apoye mi rostro en su pecho.
“¿Sabías que puedo escuchar el latido de tu corazón?” No quería remover mi cabeza de aquel lugar, me sentía tan a gusto a su lado.
“Es porque tu sacas lo mejor de mi Chiaki” El más alto comenzó a acariciar mis cabellos con ternura sin querer ser muy brusco.
“Desearía poder sentir como tú” Susurre dejado escapar uno de mis pensamientos, el azabache se alejó de mi cuerpo para regalarme una mirada llena de tristeza y algo de decepción ¿Por qué se sentirá así?
“No le deseo a nadie la maldición de ser humano, además tu no necesitas un corazón para poder sentir”
“Desearía poder hace algo para que te sientas mejor” Declare seguro mientras rodeaba el cuello del mayor con mis brazos.
“Chiaki, si hay algo que puedes hacer por mi” Musito el azabache rodeando mi cintura “Pero no será fácil, y no quiero que te arriesgues”
“¿Qué es lo que debo hacer?” El más alto me miro lleno de preocupación, pocas veces recibía esa mirada.
“Necesito que encuentres la llave que Hatori le robo a Takahiro, después de eso encuentra su cerradura” no quería robarle a Tori, él era mi mejor amigo, sin embargo tampoco deseaba defraudar al azabache de mis sueños.
“¿Para que la necesitas?” Pregunte aun sumergido en mis pensamientos, sentía que mi cabeza estaba hecha un lio.
“Para que todo vuelva a estar bien” Sonrió el más alto, iba a seguir reclamando sin embargo este me dio un tierno beso lleno de calidez en mis fríos labios, extrañaba su calor, sabía que nada de eso era real, solo era un sueño, pero al menos quería ser capaz de disfrutar la leve ilusión de amor que el azabache me regalaba.
“Te amo tanto….” No alcance a escuchar lo que dijo después de esa frase porque el hombre se comenzaba a desvanecer.
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Desperté de golpe con un par de lágrimas en la cara ¿Porque? ¿Por qué siempre un sueño? Quiero que seas real, quiero que de verdad me abraces y hagas olvidar toda la soledad que siento en estos momentos, yo quiero poder sentir.
“Chiaki” Musito Ritsu asustado mientras corría a mi cama “¿Qué fue lo que te paso?” Me limpie las gotas de agua de mi rostro.
“Una pesadilla” Susurre regalándole una amarga sonrisa al oji verde, fue una hermosa pesadilla en la que fui feliz.
“¿Quieres que duerma contigo?” Yo asentí efusivamente, haciendo un espacio al castaño en mi cama.
“Gracias Ritsu” Dije para volver a cerrar los ojos mientras sentía la cálida respiración del castaño a mi lado.
“¿Seguro que no estas incomodo estando tan cerca mío?” preguntó el menor preocupado sin querer verme a los ojos.
“Si, me gusta mucho sentir tu calor, me tranquiliza” Admití algo avergonzado “Además nosotros somos amigos” El oji verde me miro sorprendido para luego esbozar una sincera sonrisa ante mis palabras.
“Si, nosotros somos amigos” Luego me abrazo, junto a el yo pude escuchar el débil latir de su corazón.
¿Por qué mis verdades no pueden ser aquellas mentiras? Quiero poder sentir, quiero poder amar, quiero hacer tantas cosas y sin embargo por mi naturaleza de hibrido no he podido hacer nada, la vida es muy injusta, los robots mataron a los humanos sintiendo desprecio por ellos, pero que daría yo por ser un ente lleno de vida, con un corazón latiente.
Kisa Pov
Me alegraba que Nowaki se cambiara de bando y pasara a luchar con nosotros, un nuevo modelo nos ser muy útil.
Revise los niveles de estrés en mi sistema, los cuales estaban al 98%, bastante altos, sin ignorar las señales de advertencia que aparecían en mi pantalla decidí ir a buscar a alguien que me ayudara con mi problema.
Recorrí las calles hasta que llegue al club clandestino que siempre recurro, el supremo líder jamás se debe enterar de este lugar, porque a ese sitio solamente van robot que disfrutan del sexo, del placer, de la lujuria, no hay nada malo en eso, no hay sentimientos de por medio, así que técnicamente no estamos rompiendo ninguna regla.
¿Cómo llegue a esta situación? Mis memorias se activaron solas ante la pregunta, todo comenzó cuando era compañero de cuarto de Hiroki, el cual se encontraba ahogado en libros, un día ingrese a su habitación y encontré un pequeño libro morado llamado “Perdiéndome en el mar del placer” Mi sistema enloqueció al no poder registrar ninguna de las palabras, lo que me indico que eso era un libro prohibido, con la curiosidad casi al 100% lo abrí para comenzarlo a leer.
Desde ese día descubrí lo que era el sexo, y se lo enseñe a un par de conocidos, los cuales se encontraban llenos de virus, de esa manera me aseguraba de que accedieran, con el tiempo nuestros encuentros eran en ese bar, el cual servía el mejor aceite que he probado y finalmente se convirtió en un lugar clandestino.
Cuando ingrese al local, mis alarmas me indicaron cual sería mi blanco a atacar, después de un rato de charla, imprimimos un contrato el cual ambos firmamos, para poder dirigirnos a mi hogar, sabía que Yukina no se llegaría hasta un par de horas, por lo tanto esta noche puedo divertirme un todo lo que quiera.
Comenzamos con los típicos besos apasionados antes de llegar al mayor punto de excitación, sentía como aquellas frías manos recorrían mi cuerpo sin pudor, estaba funcionando mis niveles de estrés se reducían cada vez más.
Luego de una par de caricias “Salvajes” (Según nuestro diccionario eso significa que vive en libertad, y justamente así me sentía yo, libre, por primera vez libre de todas las mal hechas normas que implica ser un robot) el más alto descubrió su miembro insertándolo en mí, así estuvimos un rato hasta que nuestro estrés se redujo al mínimo y los sensores de lujuria y placer se encontraban en el nivel más alto.
Cuando mi acompañante finalizo con su tarea, yo me puse una polera lo suficientemente larga para poder ir a despedirlo a la puerta.
“Shouta tú de verdad eres increíble en estas cosas, mi cuerpo ya no se siente a punto de colapsar” Me agradeció el rubio.
“No hay de que Shinoda, tu siempre sabes sacarme el estrés” Sonreí lujuriosamente a propósito para incitar al mayor.
“Si firmaras un contratado de por vida conmigo, no nos demoraríamos tanto” ¿Acaso sus circuitos se fundieron? Jamás firmare un contrato de por vida, no puedo hacerlo, no reduciré más la libertad de la que tengo.
“No puedo, porque mi cuerpo es muy exigente y tú no siempre lo satisfaces bien” Declare con sinceridad, maldiciendo esa estúpida regla que nos obligaba a decir siempre lo que pensamos, sin ocular la verdad.
“Como digas Shouta” Me declaro volviendo a su típico semblante de frialdad “Cuando te sientas abrumado de nuevo llámame” Después de decir eso el más alto salió de mi casa dejándome solo en la entrada.
Me recosté en el sofá para poder analizar lo que ha pasado, note algo de molestia cuando se fue, sin embargo yo no tengo la culpa, jamás me he podido acostumbrar solo a una unidad, mi cuerpo nunca se ha estremecido con el simple contacto como en aquel libro que leí, que decepción, con el tiempo, el sexo se ha vuelvo parte de mi rutina.
“Kisa, ahora que se fue aquel sujeto, explícame lo que estabas haciendo” Mis alarmas se encendieron ¿Cómo rayos no note que Yukina se encontraba al interior de nuestro hogar?, debo estar roto, ahora deberé ir a ver al doctor Seiya, no, inmediatamente descarte esa idea, si me ve me preguntara porque mi parte trasera se encuentra tan maltratada y se dará cuenta que soy un rebelde.
“¿Qué ruidos?” Trate de hacerme el desentendido para poder zafarme de esta, no dejaría que aquel altanero robot me reportara.
“Lo que tú estabas haciendo con esa otra unidad” lo mire con falsa confusión “¿Quieres que te muestre los sonidos que grave?” Inmediatamente me ruborice al escuchar su comentario, los grabo, ahora si soy metal fundido, él tiene pruebas en mi contra, todos sabrán que soy un ilegal vándalo que corrompe al resto.
“¿Tú me vas a reportar?” Pregunte con mucho miedo en mi voz, no quiero que ese mocoso me delate.
“No, si no lo hice las primeras veces no lo hare ahora” Mis simuladores enloquecieron al escuchar esa respuesta.
“¿LO SABIAS?” Grite sin poder entender del todo el comportamiento del menor, él no es un rebelde, es un robot frio como todo el resto, sin embargo no me delato ¿Qué es lo que pretende? No lo puedo procesar.
“Si” Declaro dirigiéndome una mirada llena de arrogancia superioridad, yo estaba cayendo poco a poco en su juego.
“¿Desde cuándo?” Pregunte aun atónito por el repentino cambio de comportamiento “¿Por qué no lo hiciste?”
“Bueno si mis cálculos no me fallan, y no lo hacen, te he escuchado unas 339 veces desde que vivimos” Maldito idiota, ¿Cómo puede llevar la cuenta de las veces en que yo he tendido sexo con otros robots?
“No deberías meterte en asuntos ajenos” Reclame dándole la espalda al oji avellana, el cual se acercó a mí para poder acorralarme.
“Si no te delate es porque mi nivel de curiosidad me lo impedían, Kisa yo leí tus libros sin tu permiso” Confeso el más alto con seguridad en su voz.
“¿QUE?” Lo iba a regañar, pero antes de que pudiera mi conciencia simulada me indico que sería incorrecto retar a Yukina si yo había hecho exactamente lo mismo con Hiroki, malditos chips que me limitan.
“Quiero que tú me enseñes a sentir como en los libros que hay en tu cuarto” Me di vuelta para encontrarme con la seria mirada del oji avellana.
“No puedo, jamás he llegado a lo que espero poder sentir” Confesé con plena seguridad y confianza en mis palabras.
“Este es el trato que te ofrezco, tu hazme sentir igual de vivo que en esos libros y yo te dejare ir, por el contrario si no me das lo que quiero te deportare” Mis nervios saltaron al escuchar esa propuesta, veo que no tengo opción.
“Acepto” Susurre para después ir a imprimir el contrato que sellaba mi destino.
Sabía que era imposible, yo jamás llegare a amar a alguien, jamás podre sentir lo que sale en los libros, nunca podre interesarme por quien no sea yo, aun sabiendo esto acepte irresponsablemente aquel trato, manteniendo una mínima esperanza para que alguien por primera vez en mi vida me enseñara a amar.
Nowaki Pov
No soporto estar sin Hiro-san, ya llevamos mucho tiempo separado y yo no estoy dispuesto a aceptar que me abandonara, no ahora que sé que hay más maquinas como nosotros, estoy seguro que si todos trabajamos juntos y armamos un buen plan podremos derrotar al líder supremo y empezar a gobernar como lo deseemos.
Al verme desesperado sin la presencia del castaño decidí recurrir a mi último recurso, la presencia autoritaria que yo tengo sobre el resto.
“Yuzu soy el investigador Nowaki Kusama, líder de mi equipo que trabaja los cultivos celulares, necesito ver tu computadora” Ordene autoritariamente ganándome una mirada bastante molesta de parte del peli rojo.
“Nowaki Kusama no tienes autoridad en esta sección del laboratorio, nosotros tratamos asuntos relacionados con los deseos del gran líder, no eres nadie para exigir información” Declaro el más bajo con un semblante frio.
“Si tengo la autoridad porque yo soy un robot de última generación” El mocoso me miro enojado sin querer cederme la información.
“Si me entero de que lo que haces no tiene autorización del supremo líder, yo te reportare” Proclamo con seguridad alejándose de la computadora.
Se podría decir que Yuzu era el secretario de Takahiro, el guarda la información de cada una de sus creaciones, como lo es Hiro-san, sin vacilar me puse a buscar la ubicación del oji avellana que tanto he extrañado.
“¿Con Seiya?” Pregunte confundido al leer la dirección, no entendía porque el castaño se encontraba viviendo con el doctor.
Sin darle mayor importancia memorice la dirección para irme corriendo a buscarlo, necesitamos aclarar las cosas entre nosotros. Con un tiempo record logre recorrer diez metros en menos de doce minutos, ganándome frente a la puerta del doctor, si mi memoria no falla, la cual obviamente no lo hace, Seiya debería estar trabajando y Hiro-san solo en casa, sin poder aguantar más patee efusivamente la puerta mientras alguien la abría del otro lado, mis simuladores enloquecieron cuando me encontrar con la mirada del castaño.
“¿Nowaki?” El mayor trato de cerrar la puerta para impedir mi entrada, sin embargo yo soy mucho más fuerte que él, por lo cual logre pasar a la vivienda para acorralar al más bajo y exigirle respuestas.
“Hiro-san ¿Porque me abandonaste así?” Pregunte con mi voz llena de enojo, furia, ira y sobre todo soledad.
“PORQUE QUISE” Declaro el castaño sin verme a los ojos, para poder hacer que me dijera la verdad apoye mi cuerpo contra el suyo anulando todo contacto entre nuestros cuerpo, podía sentir su frio aliento.
“Hiro-san, dímelo” Susurre observando como el oji avellana se ruborizaba fuertemente por mi contacto.
“Ya te dije la verdad” Acerque mi rostro al del mayor, el cual con sus pequeñas mano me trataba de empujar, la escena me era tan familiar, fue ahí cuando desencadene el recuerdo de nuestro primer beso.
“¿FUE POR EL BESO?” Grite histérico, yo me había sentido tan bien con sus labios, me desagradaba pensar que a él le había disgustado.
“SI ¿CONTENTO?” Aquellas palabras me dejaron en blanco, ¿Hiro-san me odiaba? Todos mis sistemas me indicaban que sí.
“Hiro-san ¿Acaso tú me detestas?” El castaño abrió sus ojos como dos platos sin saber que decirme, se veía bastante pensativo como si aún estuviera procesando mis preguntas hasta que finalmente me respondió.
“No te odio Nowaki” Susurro despacio, tan bajo que mis antenas apenas lograron captar las ondas de sonido.
“¿Entonces porque me rechazas de esta manera?” Pregunte sin poder procesar el comportamiento del más bajo.
“Porque” El oji avellana se veía bastante confundido “Me da miedo lo que puedo llegar a sentir contigo” Una torpe sonrisa se esbozó automáticamente en mi rostro al escuchar aquella declaración, él no me odiaba, al contrario se sentía cómodo con mi presencia, y desarrollaba sentimientos hacia mí.
“Hiro-san yo no te dejare, confía en mi” Susurre tomando en mis brazos el delgado cuerpo del mayor.
“No quiero que termines como nosotros, Nowaki no seas un rebelde” Apreté protectoramente al oji avellana.
“Quiero serlo para jamás irme de tu lado” Me sorprendía al sentir como el más bajo correspondía a mi abrazo “Hiro-san vuelve a casa” Musite ansioso de verlo todos los días por el resto de mi vida a mi lado.