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El cerezo dormido... por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola niñ@s 

Sí lo sé he tardado algun tiempo en actualizar ... Bien mucho tiempo en actualizar. Pero en mi defensa dire que ha sido por cuestiones ajenas a mi control. 

En fin espero que este cap solvente un poco la espera y puedan esperar un poco mas en lo que subo el resto de capitulos y actualizo mis otrso fic. Hoy solo tengo chance de subir este ya vere para cuando me paso a dejar otro.

Disculpen por la espera y disfruten.

CAPITULO 2 Melancolía…


 


Nuevamente en sueños Naruto la nombraba, Gaara comprendía muy bien lo que su hermano sentía pero no quería verlo triste él quería que fuese el rubio hiperactivo y alegre que siempre había sido. Deseando que aquello jamás hubiera pasado, lo movió un poco para poder despertarlo. No había nada más que pudiese hacer que seguir a su lado.


 


-Naruto despierta – Le llamó con suavidad.


 


Poco apoco el rubio fue abriendo sus ojos mientras rodaban por sus mejillas pequeñas lagrimas producto de su reciente sueño.


 


-Gaara... ¿Qué pasa? - Inquirió aún adormilado el rubio, intentando sentarse.


 


-¿Qué, qué pasa? Llevó buscándote por toda la escuela medio receso.- Le regañó -Prometimos almorzar con los muchachos ¿Recuerdas?


 


-¡Es cierto! Lo siento Gaara. –Respondió, tallándose los ojos confundiéndose al sentir la humedad de sus mejillas, cayendo en cuenta de que una vez más había llorado en sueños.- Yo…


 


-Estabas dormido. Es natural que lagrimeen tus ojos. - Le interrumpió el pelirrojo en un intento por justificarle. Naruto se sintió realmente apenado y agradecido por tener a Gaara a su lado, había sido descubierta su fachada ante él. No quedaba más remedio que aceptar aquella salida que él le daba, agradeciendo mentalmente una y otra vez por tenerlo a pesar de todo.


 


-Tienes razón. – Aceptó, levantándose del piso mientras sacudía su uniforme.


 


-Pasaremos por el baño para que puedas lavarte la cara. – Sugirió el mayor, Naruto asintió conforme. – Démonos prisa o se acabará la hora del almuerzo.- Le apuró Gaara dejando atrás aquel breve episodio desalentador.


 


-Sí, ¿Pero porque son las prisas?- Cuestionó el rubio esta vez con tono despreocupado.


 


-No hay ninguna prisa, pero como te dije aún no hemos almorzado y tardé mucho en encontrarte. Seguro que los demás ya han empezado a comer. –Explicó el mayor bajando las escaleras.- Y escuche decir a Kiba que invitaría a los nuevos a unirse a nosotros.


 


-Oh, ya veo. –Dijo el rubio interesado por esto último. Era la primera vez que conocía a otro par de mellizos, sería interesante conocerles.


 


Sé detuvo un momento antes de cruzar la puerta al sentir la briza sobre su piel, un pequeño pétalo rosa llegó hasta él chocando suave contra su mejilla, casi se sintió como un tímido beso, extendió su mano y el pétalo cayo en ella. Le contempló con añoranza, ese pétalo sin querer le había hecho feliz, al pensar que había sido ella quien le había besado. Gaara le observó en silencio y él sonrió sutil sin notarlo, sopló el pequeño pétalo al tiempo que la brisa se arremolinaba una vez más a su alrededor llevándose en su brisa a el pétalo lejos de ahí, a un largo viaje sobre la ciudad, sin saber que su destino seria  alcanzado cuando entrara por la ventana de una sencilla habitación blanca y limpia del hospital donde reposaría sobre la mejilla pálida de una joven que ni siquiera notaria su roce ni los sentimientos que el rubio transmitía en él.


 


***


Con el grupo de amigos el exhaustivo interrogatorio había comenzado. Sus nuevos compañeros eran la nueva novedad entre ellos y era casa un deber saber lo más que se pudiera antes de que terminase el almuerzo.


  


-Cuéntenos ¿Por qué se mudaron?- Escudriño efusiva la rubia del grupo. Los morenos intercambiaron miradas decidiendo quien respondería y al ver el gesto de aprobación de Sasuke, Sai aceptó responder.


 


-Pues fue porque nuestro padre será transferido de Nueva York a Japón por su trabajo en un mes. Como aún somos menores, nuestros padres se negaron a dejarnos en Nueva York así que nos trasferimos a esta escuela.- Les conto con tono estoico.- 


 


-¡Debió ser muy problemático! -Comentó el Nara.


 


-¡Ni me lo recuerdes! –Alegó Sasuke con tono fastidiado.- La mudanza fue un martirio, porque el año empieza antes en este país. ¡Y a eso súmale el cambio de horario!-Agregó con queja.


 


-Todo por culpa del inútil hermano que tenemos – Aseguró Sai con tono similar al de Sasuke.


 


-¿Hermano? ¿Tiene un hermano mayor? Eso no me lo esperaba –Comentó incrédulo Kiba.


 


-Apuesto que es tan lindo como ustedes. – Piropeo Ino, sorprendiendo a los mellizos. Que reaccionaron con cierta timidez, inesperada por el grupo que miraban embelesados el leve sonrojo y las esquivas miradas en ambos morenos. Inesperadamente habían resultado tímidos a simple vista podían decir que eran seguros de sí mismos y hasta fríos, al menos esa era la impresión que les habían dado antes cuando se presentaron ante el grupo.


 


No obstante ahí estaban, avergonzados al parecer por un simple piropo que no buscaba más que un poco de simpatía. Ganándose con aquella imprevista reacción más piropos que buscaban obtener ahora la misma reacción en los morenos, que les miraban con abatimiento de haberse juntado con ellos o quizá agobiados por haberse descubierto a sí mismos.


 


-No se pongan así. –Dijo divertido Kiba.- No decimos ninguna mentira.


 


-Ino-chan tiene razón ambos son muy apuestos.- Corroboro Hinata con una sonrisa amable. Pero los Uchiha sabían que la morena solo buscaba ser considerada con ellos pues las rubia no les había dicho apuestos, los había llamado lindos y eso era algo que nunca antes había pasado. Pero de nada les serviría objetar nada, sabían que su piel lechosa y sus caras definidas les hacían en efecto poco masculinos, cosa que para desgracia de ambos Itachi no padecía, suspiraron abatidos por toda aquella situación y desecharon todo los pensamientos depresivos que se acumularían en sus cabezas por aquel obvio ataque a su ego.


 


Tan metidos estaban la plática, que Hinata fue la única que se dio cuenta de que a lo lejos los Namikaze venían en camino, por lo que contenta los señalo tomando la atención de los demás en el proceso. Los Uchiha suspiraron aliviados de que algo interrumpiera aquella atmosfera bromista de sus aparentemente nuevos compañeros y auto declarados nuevos amigos.


 


-¡Ya era hora! -Dijo bromista la Hyuga.


 


-¡Dense prisa! -Apuró el Inuzuka con una mano a los chicos, que desde lo lejos sonrieron para el grupo impaciente, sin cambiar su ritmo al andar.


 


Una vez ahí ambos saludaron a todos y Naruto se disculpó con los chicos por haberlos hecho esperar también se asombró de ver la forma tan natural en la que los chicos nuevos, se habían adaptado a sus amigos. Fijándose sin ser consiente en que ambos morenos estaban sonrojados sutilmente dibujando una sonrisa sincera en su cara en el proceso.


 


-No se enojen con Gaara, fue mi culpa llegar tarde.-Pidió Naruto, tomando asiento rascándose la mejilla en un gesto familiar de disculpas del rubio. Shikamaru se dio cuenta de la sincera sonrisa del rubio pero decidió que era algo bueno y dijo en cambio.


 


-No se preocupen si no empiezan a comer ahora no van a terminar-Les informó el Nara.


 


-Lo sabemos. Hola de nuevo Sasuke y Sai- Saludó dirigiéndose al par de  pelinegros.


 


-Hola, Naruto. – Respondió el saludo Sai instantáneamente. Mientras que su mellizo sólo hizo un ademan con la cabeza, provocando que Sai arquera la ceja extrañado por su repentino mutismo. Sin embargo, nadie más se dio cuenta y la conversación siguió.


 


-Me da gusto que se integren al grupo rápido. Pensé que tardarían más en socializar con los demás- Comentó serio Gaara. – No parecen del tipo que suela agruparse con los demás.- Agregó a modo de explicación, que se ganó un incómodo sentimiento de aprensión del resto, ellos también lo habían pensado pero se lo habían guardado. Además de que Gaara tan serio y solemne como solía ser era el menos adecuado para decir algo como aquello.


 


-A mí me parecen normales. – Comentó Naruto a su hermano pellizcando las salchichas de la lonchera de Hinata que le sonreía contenta de que aquel hábito de Naruto volviera. – ¡Delicioso!


 


-Pues a simple vista parecen muy antisociales, ¿No lo crees?- Dijo Gaara reservado. El resto se limitaba a escuchar el debate entre los Namikaze, cuando se enfrascaban en ello, era mejor mirar que opinar, pues pasaban a ser mas parte del paisaje que individuos, pues si intentaban intervenir en su debate, serian olímpicamente ignorados.


 


Sin embargo, los mellizos Uchiha no estaban enterados de ese detalle y ya que el tema de su debate eran ellos mismos, fue imposible evitar que alguno interviniera.


 


-Oigan, no hablen de nosotros, como si no estuviésemos aquí. –Dijo Sai con tono ofendido. – ¡Sasuke es el antisocial! ¡Yo si soy normal! – Aseguró el moreno ganándose un jalón de cachete de Sasuke que en automático reacciono a aquella ofensa de su hermano.


 


Aquella reacción de Sasuke detuvo cualquier comentario por parte de los Namikaze que se giraron a verle con idéntico gesto de pasmo, mientras estiraba la mejilla de Sai con evidente saña mientras este sonreía como si aquel pellizco no fuese nada fuera de lo normal.


 


–Enserio no nos pongan en el mismo saco.- Dijo Sai con tono ajeno a lo que hacía Sasuke en su cara. Negándose a callarse y agregando. -¡Enserio! Que seamos mellizos no quiere…- Intento decir, pero Sasuke había estirado también su otra y le apretaba con saña y aura molesta.


 


El resto se sorprendió de que Sai consiguiese mantener la sonrisa despreocupada en su cara a pesar de que sus mejillas comenzaban a ponerse rojas y lo que más afecto al grupo es que ese par pudiese llamar la atención de Naruto y Gaara que permanecían pasmados viendo su interacción.


 


-¿Qué seamos mellizos, qué? –Dijo Sasuke sin aflojar el agarre sobre las mejillas del mayor.


 


De pronto la risa clara y sincera de Naruto se dejó escuchar, desconcertando al par Uchiha que se giraron a mirarle confusos. El grupo entero reacciono al poco tiempo después con una risa tendida y divertida. Sasuke soltó a su hermano de mala gana y se enfurruño al ser la causa de la risa de sus compañeros. En sus típicas rencillas se habían olvidado de que tenían público y que ahora habían visto otra parte vergonzosa de ellos. 


 


-¡Estúpido Sai!- Se quejó bajito Sasuke desviando la mirada a un costado mientras el mencionado se sobaba las mejillas.


 


*


 


Gaara había quedado fascinado, por la forma en la que esos dos habían conseguido que Naruto riese como de antaño. Contagiando a todos con alegría, miro a los recién llegados y decidió que eran agradables. Cuando Sai retomo el asunto que antes habían estado discutiendo, Gaara decidió aclararle su punto.


 


-No lo hacía. No creo que ustedes sean iguales, es evidente que no lo son. –Dijo el con solemnidad.- Pero debes admitir que, no parecen en absoluto lo que son.


 


-Cierto. –Concordó Naruto aún con rezagos de risa en su cara. Notó que Sasuke estaba levemente sonrojado y aquel detalle le pareció fascinante. Ese par de mellizos no eran para nada iguales.


 


-Definitivamente Sasuke es más delicado de lo que parece.- Las palabras del rubio más que ofender al moreno le descolocaron la mirada de Naruto en ese momento hacia él era distinta y el sonrojo en su rostro le delato. Y aunque el resto  del grupo vio las mejillas sonrosadas de Sasuke lo añadieron al hecho de que en definitiva el Uchiha era tímido.


 


El grupo entero, comenzó a opinar de los temas contentos y alentados porque esta vez Naruto parecía realmente a gusto. Kiba se felicitó mentalmente por haber acertado al invitar a los nuevos a unírseles. La cara divertida y relajada de Naruto había valido la pena.


*


 


Tras un inesperado y entretenido almuerzo, todos se dirigieron hacia los salones conversando trivialidades, hasta que Ino y Hinata se retrasaron junto a Naruto y Gaara.


 


Sasuke y Sai notaron la repentina demora de los cuatro, y sin saber porque Sasuke decidió esperarles. Sai que venía a su lado lo notó y decidió en silencio esperar junto al menor. Estudiando las reacciones de los cuatro amigos a unos metros del pasillo. Desde las perspectivas de ambos morenos, las dos muchachas lucían contrariadas y preocupadas por lo que sea que estuviese pasando por la cabeza del rubio.


 


Naruto parecía de repente haber sido apagado, el brillo de sus ojos se había perdido en el preciso instante en que las dos jóvenes habían hablado. Gaara a su lado parecía estoico a simple vista pero el imperceptible fruncimiento de labios que pudo detectar Sai le advirtió que ese no era el caso, muy  a su  hermética forma de ser el pelirrojo había tenido una reacción al cambio en Naruto. Pero, ¿Qué habrían dicho aquel par de jovencitas para hacer tal cambio en ambos hermanos? Se preguntó Sai.


 


Sasuke solo podía intentar entender lo que pasaba alrededor de aquel rubio, hasta ese instante no podía decir como era el en realidad. Observo con ávido interés como el rubio comenzaba a dibujar una sonrisa, que parecía agria en su rostro, era aquel tipo de gesto que uno hace cuando algo está fuera de su control, e intentas con desesperación que las personas a tu alrededor no se den cuenta de lo que sientes. Pero Sasuke lo había notado, y la intriga que había despertado en él desde que puso sus orbes negras en el rubio volvió a él… Quería saber por qué ese par de zafiros azules habían perdido su brillo de antes, Porque todos sus amigos guardaban silencio cuando miraban al rubio, como estudiando sus reacciones antes de estar seguros de que decir.


 


Minutos antes no había podido distinguir al muchacho de la ventana, el Naruto que había almorzado con ellos ese día era un joven alegre y bromista que parecía divertirse a sus costillas, pero el chico de ese momento, el que intentaba actuar normal mientras ceñía sus puños mientras mantenía la falsa sonrisa en su rostro, y que intentaba casi con desesperación aparentar calma, ese, era sin dudas el melancólico chicho de la ventana.


 


***


 


¿Porque aparentaba cosas que solo le hacían sentir miserable? Se preguntaba al mismo tiempo Naruto, escuchándose a sí mismo mentir sobre su estado frente a sus amigas y su hermano. 


 


-Estoy seguro. –Afirmó sin convicción. Las dos jóvenes frente a él solo querían saber cómo había estado, durante aquel periodo de descanso, y al responderles un simple “mejor” ellas le creyeron. Preguntas como esas podía responderlas con una sonrisa en la cara y confianza falsa que no tenía desde hacía mucho, sin embargo escuchar su nombre de sus labios lo habían dejado en el límite.


 


No estaba preparado para responder de forma directa, aquella pregunta. Por eso forzó la sonrisa en su cara, y había respondido así.


 


-Naruto sé que es repentino. Pero, cada vez que intentamos ir nosotras solas nos niegan la entrada. – Comentaba Ino contrita.- Solo será un momento.


 


-Pondremos flores para ella. –Agregó Hinata.- Hace tiempo que no le llevamos ninguna y sabes que a ella le encantan, por eso…


 


-Lo sabemos Hinata.- Intervino Gaara, quizás las chicas no estaban haciendo aquella platica a propósito pero era evidente que Naruto no estaba manejándolo bien.- Naruto ya dijo que está bien. Les acompañaremos. 


 


-Muchas gracias. –Dijeron al unísono ambas jóvenes.


 


-Será mejor que volvamos al salón o llegaremos tarde. – Anuncio el pelirrojo, queriendo terminar con la tortura de su hermano, desconcertándose cuando las morenas cabezas de los Uchiha les esperaba unos metros más allá en el pasillo.


 


Ambos azabaches esperaron hasta que los otros estuvieran cerca de ellos, Gaara no entendía por qué ese par les había esperado, después de todo se acababan de conocer y aunque Naruto había mostrado mejorías al estar en compañía de esos dos le preocupaba que metieran sus narices donde no les llamaban. No quería más cosas por las que preocuparse.


 


Sin embargo ver que su hermano se dirigía a ambos morenos con naturalidad, al tiempo que les inquiría sus razones, decidió que quizá había sido bueno que se quedaran a esperarles después de todo.


 


- ¿Estaban esperándonos? – Dijo Naruto con aparente alegría, Sasuke le miro con el ceño levemente fruncido, y aunque Naruto lo notó sonrió con más entusiasmo. El moreno suspiro con desazón mientras que Sai respondía con tono indiferente.


 


-¡Por supuesto que no! Pero perdimos de vista al resto y no sabemos cómo volver al salón.- Se excusó el mayor Uchiha.


 


-Ah… Que decepcionante. -Respondió el rubio con tono quejoso, sin dejar de mirar a Sasuke que le devolvía el gesto con incertidumbre. No entendía, ni sabía cuál era el rubio parado frente a él en ese momento.


 


-Bien, será mejor que nos demos prisa. – Instó Ino.- Llegaremos tarde a la clase que sigue.


 


*


El segundo periodo concluyo, y con él, el primer día de clases de los hermanos Uchiha. Naruto había dirigido de lleno su atención dispersa a las lecciones que eran lo último en lo que en realidad pensaba. Sasuke había notado aquel comportamiento distante en el rubio, curioso e intrigado por descubrir que era lo que lo provocaba. Sin embargo, la melancolía que rodeaba al dueño de los ojos azules, era palpable, tanto que la mayoría de sus amigos y compañeros notó e hizo propia aquella aura.


 


Con el timbre que anunciaba la conclusión del día de clases, Hinata e Ino se acercaron de nuevo hasta el rubio y su hermano, que soltó un gran suspiro al ver la emoción de las dos muchachas y el desencanto de su hermano. Los Uchiha y el resto de amigos de los Namikaze se acercaron a ellos también casi por magnetismo.  A tiempo para escuchar a Hinata decir.


 


-Primero tenemos que ir a casa de Ino-chan por las flores.


 


-Tienes razón ahí podemos conseguir las flores más bonitas.- Concordó Naruto con su afanada sonrisa. Las chicas no lo notaron, o ¿Quizás no quisieron notarlo? Pensó Sasuke al ver como Hinata desviaba a propósito su mirada del rostro del rubio e Ino fingía buscar algo en su mochila deteniéndose cuando el agregó con tono casi herido. –Aprovecharé la oportunidad y le llevaré un arreglo también. Estoy seguro de que le gustará.


 


Era obvio que una vez más todos sabían de qué hablaba el rubio menos ellos dos, era algo frustrante pero era evidente también que aún no podían intervenir como si nada, después de todo apenas se acaban de conocer. Pero era frustrante ver las caras de Naruto y Gaara abatidas por razones ajenas a ellos y lo era más aun escuchar las palabras forzadas de Ino. 


 


-Sí se las regalas tú, Naruto. Seguro que se pondrá muy feliz -Animo Ino al rubio contrariada y consiente de hacerle daño al rubio con ellas.


 


-¿Van de visita?- Pregunto Shikamaru. Las chicas asintieron inquietas. El Nara le dio un vistazo al rubio que metódicamente guardaba sus cosas. Y agregó inseguro al comprender la situación.- ¿Puedo unirme?


 


-¡Yo igual quiero ir!- Anuncio Kiba levantando una mano sincero.


 


-Si van todos, no nos dejaran entrar.- Advirtió Gaara.


 


-Es cierto.- Reconoció el Inuzuka decaído. –Entonces será para la próxima.


 


-¿De quién hablan?- Cuestionó Sasuke harto de aquella falsa de “finjamos estar todos bien” por la mirada extrañada de sus compañeros supo que apenas se habían dado cuenta de que ambos estaba ahí.


 


-¡Sasuke!- Reprendió Sai, entendía lo que Sasuke estaba pensando, y aunque él se sentía de igual manera, sabía que no podían intervenir.


 


-Bueno…- Dijo contrariada Hinata, mirando a sus amigos que al igual que ella no sabían cómo explicar la situación.


 


-Iremos al hospital.- Dijo Gaara serio intentando disimular la tensión de sus amigos al quitarle importancia a la pregunta del moreno, que arqueó la ceja inquisitivamente. –A visitar a una amiga nuestra.


 


-¿Una amiga? ¿Por qué esta en el hospital?-Cuestionó Sai dudoso de proseguir por ese camino. Sasuke a su lado se mantenía impávido ante las miradas aprehensivas del grupo.


 


El grupo entero miraba con recelo a Naruto, el cual no había dicho nada desde mucho antes de que Sasuke hubiese intervenido en la conversación. El rubio se levantó de su pupitre con parsimonia consiente de que sus amigos intentaban guardar discreción por él y que aun a su manera intentaban evitarle dolor. Pero no podía evitar sentirse mal, no era culpa de ellos que él estuviese llevando mal las cosas, sus amigos no eran culpables de su estado de ánimo y aunque se sentía agradecido con Sasuke por intentar solventar aquella pena no podía permitirse de nuevo volver a ser tratado con precaución. Había decidido ser fuerte y volver a como él era antes. Aun si ella no estaba ahí, tenía a Gaara y sus amigos y podía quizás tener también de su parte a esos dos morenos que miraban con aprensión toda la situación.


 


- Sakura…- Dijo sintiendo como su garganta se ceñía con dolor al pronunciar su nombre, y el escozor de sus ojos le advertían que retrocediera o se quebraría. Pero dibujo una sonrisa triste en su rostro y dejo ver en la profundidad de sus ojos azules su dolor al explicar. –Ella está en el hospital por un accidente automovilístico…- Las palabras le salieron serias y cargadas de un sentimiento desconocido y familiar al mismo tiempo. El grupo entero se paralizo ¡Ahí estaba! Lo que habían temido todo el día desatar. ¡Naruto al fin había cedido a la presión! Pensaron abatidos. Quizá no había sido buena idea sugerir la visita pensaron las dos chicas del grupo al fin consientes de la magnitud del daño que habían causado a Naruto al ser egoístas.


 


-Supongo que su situación es delicada ¿Verdad?- Volvió a decir Sai ganándose una mirada enfadada de Gaara, quien pensó que el mayor de los Uchiha era un tonto que no entendía la situación para nada. Sin embargo el moreno entendía, pero su curiosidad era más poderosa que las miradas escrupulosas que le lanzaban los demás.


 


-Sí, hace seis meses que esta postrada en cama sumergida en un sueño del que es posible no despierte nunca. – Dijo Naruto nuevamente con voz agonizante a oídos de su hermano y sus amigos. Los dos morenos se sorprendieron ante la noticia.  


 


-Lo vez, Sasuke esto es algo que no nos incumbe.- Dijo Sai con tono apático a su mellizo.- Es mejor no seguir indagando. –La cara de Naruto lucio desconcertada por un breve momento, el resto del grupo casi se enfadó al instante, pero aquel sentimiento fue sustituido por confusión al escuchar lo que dijo Sasuke.


 


-Tienes razón. Lo siento mucho Naruto.- Dijo Sasuke con tono arrepentido y haciendo una reverencia. –No debí intervenir en sus asuntos.


 


Naruto comprendió entonces que ese chico moreno, no le compadecía ni le mostraba lastima como el resto. Aun si sabían que era algo delicado no pretendía sentir lastima por él. Sintió que el escozor de sus ojos y el dolor en su garganta se suavizaban hasta desaparecer. Convirtiendo la sonrisa falsa y triste de su rostro en una sincera y agradecida. Y aunque fuese superficial, la melancolía que empañaba sus ojos azules había vuelto a ocultarse en él.


 


-No pasa nada Sasuke. –Respondió Naruto con voz suave y hasta de cierta forma aliviada. Extendiendo la mano frente al moreno que le miro con desconcierto. – Espero que nos llevemos bien de ahora en adelante.


 


Los demás, miraron el intercambio con sentimientos encontrados. Arrepentidos de causar dolor y pena al rubio y aliviados de que al menos uno de ellos pudiese aliviar esa pena. Porque después de todo, Sasuke y Sai ahora eran parte de su grupo de amigos.


***


La despedida se hizo en automático, dejando atrás a los Uchiha que un debían ir por sus uniformes nuevos y material de estudio a la dirección. Mientras caminaban hacia su destino, el silencio era lo que los acompañaba. Sai tenía algo que lo inquietaba desde el momento en que vio a Sasuke tomar la mano de Naruto sellando el inicio de su nueva amistad. Era algo que pasaría desapercibido para cualquiera, pero él era su mellizo y su hermano y como estaba seguro de que él estaba igual dijo.


 


-¿Crees que él está enamorado de esa chica? – Sasuke se detuvo abruptamente al escucharle. Sai avanzo unos pasos más antes de detenerse también y girar su cabeza para mirarle con gesto de comprensión.


 


-¿Tú también lo crees?- Pregunto el menor.


 


-Yo no creo nada. Pero nunca sabrás lo que quieres saber si no preguntas…- Respondió Sai mirando por la ventana mientras escuchaba el sonido de los demás estudiantes en las canchas de sus clubes. Gritando a todo pulmón mientras corrían “Fight–o, Fight–o, Fight–o, Fight–o…” sacándole una sonrisa irónica.


 


-Eso lo dices porque Gaara parece libre – Dijo Sasuke con gesto enfadado.


 


-No es eso. Te apuesto que para que él se fije en mí. Primero tendré que sufrir lo mismo que tú. -Dijo Sai.


 


-¿Qué quieres decir?- Cuestiono el menor retomando el paso.


 


-Nada. Será mejor darnos prisa Itachi nos debe estar esperando en el auto.- Insto Sai dibujando aquella fastidiosa sonrisa despreocupada en su cara que a Sasuke tanto le frustraba.


 


-Sí, ya lo sé…- Aceptó Sasuke, dejando que Sai cambiase de tema algo sorprendido de que el admitiese tan abiertamente que en verdad Gaara le gustase. 


 


***


En el hospital de Konoha, Naruto y compañía al fin habían llegado a su destino. El rubio observo con ojo distante la ventana abierta de la que sabía era la habitación de Sakura, llevaba en sus manos un ramo de pensamientos multicolor y camelias, flanqueando con cuidado una rama de flores de cerezos. Finamente atadas con un listón blanco.


 


Ino sabía que ese ramo de flores representaba un mensaje desde el fondo del alma de Naruto, un mensaje que ella podía identificar porque sabía lo que cada una de aquellas delicadas flores significaba, traduciendo el mensaje como “piensa en mí como yo lo hago en ti, amada mía. Te querré siempre” Naruto siempre le había regalado flores a Sakura porque esa era su forma de expresarle su amor.


 


Aunque estaba segura de que la flor que expresaba mejor en ese momento el rostro ausente de Naruto al mirar la ventana de su habitación definitivamente sería un geranio oscuro. Porque el sentimiento que Naruto expresaba en sus ojos era sin duda melancolía…


 


 


 


Continuará...


 


 

Notas finales:

Bueno hasta ahi queda lo de lsa flores y mensaje en ellas es porque use el leguaje de las flores y cada una de ellas significaba:

pensamientos multicolor: Piensa en mi como yo lo hago en ti.

Camelias:Te querre siempre

Flor de cerezo: Pequeña amante. 

Lo adapte de forma que pudiese pegar con el fic. 

Nos vemos y ojala meresca un RR


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