Kuroko miró el edificio de departamentos, sintiéndose insignificante, el padre de Taiga vivía en una de las zonas más acomodadas de la ciudad, tenía un gran número de ingresos e inversiones, según tenía entendido el mayor podía vivir el resto de su vida y pagarle todos los gastos a Taiga durante toda su vida y aun así tendría dinero.
Llegó al departamento, su suegro ya había dado aviso de su llegada, así que no tuvo mayor problema en llegar al ascensor.
Miles de dudas lo detuvieron al minuto de tocar la puerta, el peliceleste sintió como los nervios le aumentaban de forma brusca, era como si todo pareciera mala idea, pero la imagen del pequeño tigre llorando por el vaso roto, le recordó sus motivos para estar en esa situación.
—Tetsuya, ¿Cómo estas muchacho?— Tora Kagami había abierto la puerta impidiendo que la sombra si quiera pensara en alejarse. — y mi hijo, pensé que vendrían juntos, pero pasa.
El mayor era tan alto como Taiga, para Kuroko era bastante obvio el parecido entre los hombres, pero por primera vez se preguntó qué tan parecida sería su madre.
—¿Se te ofrece algo? Terminé de desayunar recientemente, puedo prepararte algo, no cocino tan bien como Taiga, pero puedo intentarlo. — el hombre era dulce, de tan buen corazón como su esposo, Kuroko hasta se sentía mal de estar tocando un tema tan profundo y delicado.
—Kagami-san…—pero el mayor lo interrumpió.
—Vamos Tetsuya, ya somos familia, también te apellidas Kagami o lo olvidas, dime Tora, además somos una familia ahora.
—Lo lamento. — Kuroko se sintió nuevamente nervioso, hasta que diviso una foto sobre la mesa, en ella salía un Kagami pequeño, junto con otro niño, que dedujo era Tatsuya.
—Taiga adora a Tatsuya, esa foto es muy bella, la verdad siempre pensé que mi hijo estaba enamorado de ese muchacho, pero con el tiempo me di cuenta que era otra cosa lo que Tai sentía, era algo muy parecido a la admiración.
—Admiración…
—Sí, es lamentable que tú y ese muchacho se lleven tan mal, realmente creo que podrían ser muy buenos amigos, ese muchacho ha sufrido mucho, incluso vivió un tiempo conmigo y con Tai, el muchacho nunca me ha pedido nada a cambio por todo lo que hizo por mi hijo, Tatsuya fue uno de los más grandes apoyos para mi hijo, Taiga era muy diferente cuando conoció se conocieron con Tatsuya. — Kagami Tora, tenía un rostro tosco y hasta intimidante, pero en ese instante Kuroko pudo ver sus ojos brillar ante el recuerdo de su esposa, lucía como un enamorado, el padre de Kagami seguía enamorado de su única mujer. —Lo lamento hijo, a veces los recuerdos del pasado lo ponen a uno un poco nostálgico, dime ¿qué es tan importante que mi hijo no vino haciéndote guardia?
Se sentaron en la sala, Kuroko notó que las manos le habían empezado a sudar de forma escandalosa, no estaba claro de cómo quería abordar el tema, en cómo debía hacerlo, si finalmente era correcto.
—Vamos Tetsuya, ¿qué tienes? — los ojos del padre de Kagami se veían preocupados, en ese instante pudo recordar la mirada de Himuro en su matrimonio, en como por no hablar claro había terminado dañando muchas personas, lo mejor es que fuera directo, claro y honesto.
—La verdad es que estoy un poco preocupado, nosotros con Taiga-kun, queremos formar una familia. —Los ojos del mayor parecieron realmente ilusionados. —pero Taiga-kun se ha vuelto aprensivo conmigo.
—Mi hijo te ama mucho, no quiere que algo malo vaya a pasarte.
—Eso lo entiendo y hasta lo comparto, pero últimamente menciono a su madre y a su…—Kuroko tragó el nudo en su garganta. —A su hermana, dice que no me quiere perder, que seremos una familia cuando él sea capaz de cubrir cualquier dificultad que se nos pueda presentar, trabaja miles de horas, ahorra todo lo que puede y la verdad a veces, parece que tiene miedo de tocarme, es como si yo no fuera realmente importante para él.
—Mi pobre hijo. —Los ojos del mayor se aguaron. —Las cosas no fueron fáciles para nosotros Tetsuya, con mi mujer nos conocimos y nos casamos demasiado jóvenes, nuestros padres no nos apoyaron realmente y cuando Tai llegó al mundo nuestros pocos ahorros se fueron en la cuenta del hospital, era un niño fuerte y con unas energías que no te imaginas, pero las cosas no fueron fáciles, perdí varios trabajos y a mi mujer no se le hacía fácil encontrar trabajos donde pudiera llevar a Taiga para alimentarlo.
El padre de Taiga se sentó junto a Tetsuya antes de continuar la historia. —Taiga era un niño pequeño cuando nos llegó la noticia de que su pequeña hermana estaba en camino, sabíamos que las cosas no serían fáciles, que tendríamos que apretarnos mucho más, pero esa bebé era fruto de nuestro amor que seguía tan vivo como siempre, pero nada puede ser tan alegre Tetsuya.
La sombra miró el rostro del mayor, estaba cubierto de lágrimas, se veía triste y dolido, pero ante todo nostálgico.
—Una tarde Taiga estaba muy mal, tenía mucha fiebre, vomitaba y no lográbamos que recuperara la conciencia por mucho tiempo, yo estaba sin trabajo, en el hospital no nos atendieron diciendo que no teníamos seguro para cubrir sus gastos, nos enviaron de vuelta a casa.
—Pero Taiga pudo morir.
—Mi mujer dijo lo mismo, llamó a su trabajo, era una faena, pero le dijeron que si trabaja esa tarde le darían el dinero al terminar la jornada, ella acepto a pesar de su avanzado embarazo, así que simplemente la deje en la parada, con mucho esfuerzo esa tarde a Tai le bajo la fiebre, lo primero que hizo fue preguntar por su madre, por alguna razón no pude decirle donde estaba, simplemente supe que no la volvería a ver, que no conocería a mi bebé.
Kuroko sentía que rompería a llorar en cualquier minuto, por alguna razón quería que su suegro detuviera la historia, no quería saber más. —Algo me dijo que no sabría nada más de ella, que no la volvería a ver, ni a besar, logre que a Tai le bajara la fiebre un poco, me acurruque a su lado cuando nos avisaron del accidente, solo recuerdo que envolví a Taiga en una manta y le dije, hijo, vamos a ir con mamá, tienes que decirle lo mucho que la amas, y lo bese en la frente.
— ¿se despidieron?
—No. —dejó salir un suspiro pesado. — la nieve era densa, recuerdo que le puse mi chaqueta a Tai cuando llegamos, pero ya era tarde, mi querida Nozomi había fallecido, y mi pequeña bebé también. — los ojos del padre de Kagami dejaban salir lágrimas de forma escandalosa, el recuerdo le dolía tanto como cuando lo había vivido. — a Tai le volvió a subir la fiebre, se había mojado por la nieve, suplique que lo atendieran, que ya había perdido a mi mujer, que no quería ver morir a mi hijo, tres días después Tai estaba bien y yo ya había enterrado a mi esposa.
— Entonces Taiga-kun…
—no, no estuvo presente, realmente en un principio pensé que era lo correcto, que sería mejor para él, pero fue diferente, Tai se culpaba, nuestra situación económica mejoró y con la indemnización por el accidente pude pagarle una jardín a Tai, encontré trabajo, eran muchas horas, pero me permitían darle todo a mi pequeño, pero un día, llegue temprano a casa y fue cuando lo entendí.
Tora se puso de pie, mirando la ciudad por las grandes ventanas de la sala. — Taiga lloraba abrazado a un chaleco de su madre, pidiéndole perdón, suplicando perdón por ser débil, le pedía perdón a su hermana también, le decía que no había podido ser un buen hermano mayor y que sentía que por su culpa ella no pudiera existir, le decía que se odiaba, que era un mal niño, que no sé merecía un papá y un mamá, que solo merecía morir. —dejó salir un suspiro para luego continuar. — era lo mismo que yo suplicaba Tetsuya, era la misma culpa que sentía cada noche, al pensar que por mi culpa, por no ser un padre digno, un buen esposo, mi mujer y mi hija habían muerto. Esa noche llore abrazado a mi hijo, pidiéndole perdón, diciéndole que él no tenía la culpa, que yo era el malo, que si debía odiar a alguien era a mí, que debía luchar por su familia, por ser un gran hombre, por no ser alguien como yo, estoy seguro que mi hijo me odia, por eso no viene, por eso no me llama, sé que me guarda rencor.
Kuroko se miró a su suegro, ambos lloraban, Tetsuya simplemente rodeo con sus brazos al mayor, para simplemente decirle — Taiga-kun lo ama, no es verdad que no lo quiere.
—Gracias muchacho, pero Taiga sigue molesto conmigo, sigue odiándome por lo que provoque, le quite lo más importante de su vida, le quite a su madre, nunca quise salir con nadie, ni mucho menos buscarle otra madre a Tai, mi preciosa Nozomi no se merecía ser reemplazada, pero por mi egoísmo mi muchacho creció sin la madre que necesitaba.
—el accidente no fue su culpa, fue eso, un accidente y Tai sabe que usted se sacrificó por él.
—Debí ser yo el que muriera, ese es un sacrificio, yo simplemente soy un egoísta, mi hijo lo sabe Tetsu, sé que no habla de mí, incluso se niega siempre a venir, me sorprende que hoy no te siguiera o te hiciera problemas para venir a verme. —Kuroko no pudo decir nada, no quería mentirle a su suegro, Tora se puso de pie, para entregarle un sobre al menor. —quise darle esto a Tai muchas veces desde su matrimonio, pero no lo acepta, quizá si tú se lo entregas pueda tenerlo, quería ayudar a Tai económicamente, pero no me lo permitió, creo que siente que quiero comprar su perdón.
Tetsuya recibió la carpeta, la apretó entre sus manos, pero jamás miro el contenido y sabía que Taiga tampoco lo haría, no era el dinero, ahora lo comprendía, era el miedo de perder a quien amas, era el terror de verte imposibilitado de hacer algo para proteger a alguien importante, era impotencia, incluso era el miedo de hablar con su padre, de decirle que no lo odiaba, Taiga aun se culpaba y eso era algo que su suegro no sabía, pero que ahora para Kuroko era más que obvio, Kagami se sentía culpable por la muerte de su madre, por la muerte de su hermana y por obligar a su padre a sufrir, Taiga se culpaba de la soledad de su padre.
Kagami Taiga se seguía culpando por su madre, no lo tocaba por miedo a herirlo y no ser capaz de curarlo, no ser capaz de cubrir alguna necesidad.
Taiga sufría, su trauma iba mucho más lejos del recuerdo de su madre y de su hermana, era por su padre y ahora sabía que era lo que tenía que hacer para ayudarlos.