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Deseos del corazón por Samantha0507

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Notas del capitulo:

Es un capitulo que a mi parecer esta tierno 

 

 

Espero les guste 

Himuro acariciaba la espalda del pequeño Daiki, quien se había quedado dormido en sus brazos.

 

—No deberías cargarlo, sabes que te hace mal, aun te encuentras convaleciente. — Shun miraba a su pareja y al menor, mientras arreglaba la cama.

 

—Solo son unos minutos. — el mayor miraba con ternura al menor. — sabes, cuando conocimos mejor a Aomine pude darme cuenta de que era posesivo con Kise, con Kuroko o incluso con Taiga, creo que ahora lo comprendo un poco más, después de todo, estuvo tanto tiempo solo que lo que único que necesitaba era atención, era sentirse importante y querido.

 

—Debió ser difícil, todo lo que paso con la generación de los milagros y luego con Kuroko. — Shun se sentó junto a su pareja y simplemente acaricio la cabeza del pequeño, con una sensación de angustia en su pecho.

 

—Shun…— Himuro lo miró conmovido, sabía bien que el ojo de águila siempre había sido arisco a la idea de tener familia, pero ahora podía ver el miedo que le provocaba no poder darle todo lo que un niño necesitaba. — lo siento Shun, he sido muy insistente con el tema de que te embaraces, no me había dado cuenta de que realmente hay muchos factores que necesitamos controlar antes de dar este paso, fue egoísta de mi parte.

 

—Tatsuya, no te disculpes, entiendo la emoción, sabes que deseo con toda el alma tener una familia contigo, pero aún quedan muchas cosas que arreglar entre nosotros, por ahora lo único que me interesa es que puedas recuperarte. — Shun acaricio la mano de Tatsuya, recordando las palabras que le habían dado antes del accidente, antes de que su relación terminara.

 

—Shun, nosotros ya no somos pareja. — Tatsuya no estaba preguntando, lo estaba afirmando, pero cuando Shun iba a responder Aomine abrió sus ojitos.

 

—¿mami? — el pequeño se refregó los ojitos, alzando los brazos hacia Shun, había sido una reacción inconsciente del moreno, pero solo con eso el cuerpo de Shun había tomado al bebé, quien rápidamente se había acurrucado en el cuello de Izuki, buscando su calor. — mami…—Shun quería llorar, beso suavemente la frente del pequeño, quien trataba de ubicarse. — ¿Y mami? No ta´.

 

Los ojos de Daiki se había llenado de lágrimas, al parecer soñar con su madre lo hacía ponerse verdaderamente triste.

 

—No llores pequeño, ven vamos a tomar algo de la nevera, que seguro te alegrara, además le traeremos algo a Tatsuya para que se tome las medicinas.

 

Shun llegó con el niño en los brazos y saco un par de cosas de la nevera. — demonios pensé que tenía más pudines y jaleas. — Daiki observo el rostro preocupado de Izuki, el mayor lo puso en el suelo y le entrego un pudin con una cucharita. — Ve con cuidado al cuarto y siéntate con Tatsuya a comer. —Shun sonreía, aunque no parecía sincero.

 

Fueron unos segundos los que se demoró el menor, luego Shun entró cargando una bandeja. —No traes nada para ti Shun. — Himuro lo miró preocupado, el moreno se había metido a la cama nuevamente.

 

—Solo teníamos dos, por hoy me saltare la merienda y…— se detuvo notando que los medicamentos se estaban acabando también. — solo te queda medicina para hoy, desde mañana ya no tendrás nada para el dolor.

 

—Bueno, tendré que soportar como se arreglan mis costillas. — Himuro sonrió. — ten come, no tengo hambre. — Tatsuya le tendió el pote con jalea a su pareja.

 

—Sabes que los medicamentos son amargos, no quiero que termines vomitándolos. — Shun se acercó preocupado, tendiéndole los medicamentos.

 

Tatsuya sonrió y simplemente los tomó, Daiki miraba la escena con la cuchara en la boquita, había dado una probada a su postre, estaba realmente rico, pero él no podía terminárselo, al menos eso era lo que sentía.

 

Shun salió del cuarto cuando el timbre aviso que probablemente Kise había llegado, Daiki miró su pudin y luego a Tatsuya, estaba recostado, con el vaso entre las manos y hacía muecas, como si lo que tuviera en la boca fuera realmente mal sabor.

 

—Himudo-san. — Daiki se levantó, entregando el pequeño pote.

 

—¿No te gusto?

—esta dico, pedo tu neecita ma que yo, toma tú. —Agregó antes de alzar las manitas.

 

Shun y Ryota estaban en la puerta, observando, con un nudo en la garganta.

 

—Daiki, no tienes que hacerlo, que tú te alimentes es mi responsabilidad ahora y mi prioridad, como el pudin, es tuyo.

 

—pedo…— volvió la vista a la jalea, si el no estuviera Shun y Tatsuya abrían tenido un postre cada uno, eso era algo que el moreno sabía, era igual que con sus padres, solo les causaba molestias. — chento se una molesta pada todos. — Sus ojitos se llenaron de lágrimas, se sentó en el suelo, pero los brazos de Himuro lo subieron a la cama.

 

—No eres molestia y nunca lo serás, que tal si lo compartimos, ambos comemos un poco.

 

Daiki sonrió encantado.

 

 

—Sabes Izukicchi, pensé que yo conocía todo de mi esposo, que en estos años no había nada de Daiki que yo no conociera, pero la verdad es que, somos dos personas diferentes.

 

—Kise…

 

—No te asuste, no digo que este mal, digo todo lo contrario. — el rubio se apoyó en el hombro del mayor y continuo. — Siempre creí que Aomine Daiki era un chico fuerte y arrogante, que no le importaba nadie más que el mismo y con un ego enorme, pero sabes, es mucho más que eso, Daiki es mi esposo, fue mi compañero y mi amigo, pero también es hijo, también fue un niño, también es alguien que llora, que teme, que se aburre, que sufre y disfruta, ese es Aomine Daiki.

 

Kise entró acercándose al pequeño, pero continúo con su relato. — Siempre pensé que quería una familia al igual que todo hombre, pero creo que esto es diferente, Daiki. — Acaricio las mejillas del menor, que había corrido a sus brazos. — Siempre pensé que no tenías mucho pasado que contar, que no habían grandes cosas que te perturbaran, pero era lo contrario, cada día vivías una guerra, una lucha contra tus miedos, contra tu pasado, incluso contra ese dolor tan grande que se puede ver en tus ojos cuando miras fijamente. — Kise sonreía mientras las lágrimas bajaban caudalosas. — Sabes Aominecchi, desde que llegaste a mi vida pusiste mi mundo de cabeza, sé que vencer a Kurokocchi siempre fue una meta, pero tú, por ti llegue a ser el basquetbolista que soy, eras mi meta, era alguien a quien deseaba parecerme y ahora Daiki, ahora eres alguien a quien quiero amar.

 

—Ryota…—los morenos miraron la escena, ambos con el pecho apretado.

 

—Desde que nos casamos, todos mis caprichos, todos mis berrinches, todo lo que yo deseara para ti era una prioridad, fui tan ciego y nunca vi lo que necesitabas, en como yo debía cumplir tus caprichos, en que yo debía responderte de la misma forma y hacerte feliz en este matrimonio, fue un niño, un caprichoso y desconsiderado. —Besó suavemente la frente del moreno y agregó. — no necesitamos hijos para ser una familia, no los necesitamos para ser felices, yo solo necesito que estés en mi vida Aominecchi, si estás conmigo todo estará bien.

 

El pequeño se apoyó en el hombro del mayor, cerrando los ojos poco a poco.

 

Kise camino con Daiki en los brazos, tomando un taxi.

 

—La casa se sentirá sola.

 

—Tatsuya…

 

—Tranquilo, no es por el que tema de que seamos padres, es solo que a veces me doy cuenta que no hice muchos amigos aquí en Japón. — Se quedó en silencio, respiró profundamente y continúo. — Sabes, creo que las palabras de Kise me sirvieron mucho, yo quiero ser un poco egoísta y caprichoso  Shun, la verdad es que solo quiero que te mantengas a mi lado, que no me dejes, sé que ya no somos novios y que no tenemos ni para comer pero…

 

—Vamos Tatsuya, te amo y creo que es lo único que importa ahora, bueno eso y que te recuperes. —Shun le tomó la mano y deposito un suave beso en los labios de su pareja.

 

El rubio miraba a la pareja desde el taxi. — cuando todo esto acabe debemos ayudarlos Aominecchi, aunque ellos no lo quieran.

Notas finales:

Nos leemos 


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