Kise llevaba a la pequeña en los brazos, quien reía copiosamente por las morisquetas del rubio, mientras Tetsuya lo miraba divertido.
—Es increíble pensar que ya pasó un año de todo. —Kise mecía al niño, escuchando atentamente a Tetsuya, quien sonreía con el niño entre los brazos. —¿cómo vas con Kei-chan?
—Es un niño muy bueno, me recordó mucho a Daikicchi, cuando lo llevamos a casa.
Seijuro y Kazunari se acercaron a los otros, mientras miraban de lejos como los otros el y el pequeño Kei, batallaban con la carne sobre el asador.
—Takao-kun. — Kuroko dirigió su atención al moreno, que se había vuelto muy cercano a ellos y quien los frecuentaba a pesar de ya no tener una relación formal con el peliverde. — ¿Cómo estás tú?
—Estoy bien… creo. —Kazunari se sentó bajo la atenta mirada de los demás, a sabiendas que tenía su total atención. — Shin-chan no quiere que regresemos, pero cada día lo veo peor, eso es lo que más me preocupa, no parece estar durmiendo lo suficiente e incluso está más delgado.
—Kazunari, sé que debe ser difícil, lidiar con Shintaro no es lo más sencillo del mundo cuando algo se le mete en la cabeza, pero en el fondo te ama y cree que es renunciando a ti la única manera en la que puede hacerte realmente feliz.
—Eso es verdad. — Kuroko se acomodó junto a Takao para darle apoyo. — varias veces a terminado durmiendo en el sofá de mi casa o con Himuro-kun, Izuki-sempai me llamó preocupado el otro día, diciendo que Midorima-kun llevaba una semana en su casa y que no les decía nada, solo iba diciendo que revisaría a Himuro o que tenía que chequear que Izuki Sempai estuviera llevando bien su embarazo.
Takao suspiró. — no hablemos de esto ahora, todos sabemos lo cabeza dura que es Shin-chan, pero no me rendiré, yo no necesito otra persona a mi lado, simplemente lo quiero a él. — Takao miró feliz a los demás, dejándoles claro que lucharía lo que fuera necesario. — me alegré mucho por Shun-chan, el de verdad se merece ser feliz y creo que este bebé los ayudará a consolidar su relación, ¿Cómo vas tú Tetsu-chan? Nada de bebes aún.
—No hay bebes en camino, pero si un largo viaje, luego de que le demos la sorpresa a Taiga-kun sobre el viaje con Himuro-kun, nos iremos unos días a ver al padre de Taiga, por ahora las cosas están y queremos disfrutar nuestra relación.
Todos sonrieron, de alguna forma su vida hay dado un giro inesperado, pero podía decirse que habían logrado mejorar la relación que llevaban hasta ahora.
Kei entró mirando a su madre, sin hacer ruido, el niño era tranquilo y alegre, pero aun no superaba el tema de ser adoptado y todo lo que había vivido con su familia anterior, Daiki era quien más clara tenía la situación y quien lo estaba ayudando a adaptarse a lo que era ser parte de una familia.
—Aomine-san…—La voz infantil llamó la atención de todos, mientras el rubio le entregaba la bebé a su madre. —yo me caí y ensucie…— el niño había bajado la cabeza, triste por lo que había hecho y avergonzado por estar haciendo ese tipo de cosas frente a los amigos de los mayores.
—No me gusta que me llames Aomine-san, en casa me dices mamá…— el niño se sonrojó y Kise simplemente dejo salir una pequeña risita. — Seichi, voy a usar tu baño, para limpiar esas heridas.
Ryota depositó un suave beso en la frente del niño, pero repentinamente todo a su alrededor comenzó a dar vueltas.
—¿Mami? —Takao fue el primero en reaccionar, afirmando el cuerpo del rubio que simplemente había perdido el conocimiento.
—Kise-kun…—Tetsuya había gritado, asustado al notar como su amigo simplemente perdía el conocimiento, por su parte Seijuro se había alejado con la bebé en los brazos.
Los demás no tardaron entrar, siendo Aomine el primero en entrar, deteniéndose al notar como Kazunari auxiliaba a su pareja. —Ryo…— El moreno quería correr al lado de su pareja, cuando un jadeo suave llegó a sus oídos, notando entonces, como su hijo estaba llorando a su lado. —Kei, amor, tranquilo. — tomó al niño en sus brazos y trató de calmarse, miró a Midorima y a Kazunari, ninguno de ellos parecía tenso o incluso preocupado.
—¿Qué tiene mi mami? — el pequeño lo miró asustado, todos parecían estarlo.
—No lo sé amor, solo esperemos…
Murasakibara le llevó las cosas que Midorima solicitaba, Ryota volvía poco a poco en sí mismo, aunque podía verse desorientado. —¿Midorimacchi…?
—No trates de sentarte, te desmayaste…—Ryota enfocó su vista en su esposo y en su hijo, quienes lo miraban preocupado. —aún no se lo dijiste, por eso lucen preocupados.
—¿Decirme qué? —La voz de Aomine estaba realmente insegura, parecía temblar a cada palabra.
—Aominecchi…—Ryota sonrió de la forma más dulce que pudo verse nunca, simplemente observó a su hijo, a sus amigos y por ultimo a su pareja y agregó. — estoy embarazado.
Aomine no supo en que minuto sus piernas solo pudieron acercarse a su pareja, y con su hijo aun en los brazos, ambos simplemente se abrazaron.
—Un bebé…— Besó los labios del rubio y luego miró al pequeño Kei. — Ahora serás un hermano mayor y me tienes que ayudar a cuidar a tú mamá y a tú hermanito, ¿está bien? —El niño sonreía feliz, mientras el ambiente a su alrededor se había vuelto más tranquilo de lo que ellos mismo pudiesen creer.
Taiga rodeo el cuerpo de la sombra, mirando a sus amigos. —Tetsu, quiero tener una familia contigo. — la sombra se sonrojó y simplemente asintió, sabiendo que su proceso sería más largo, pero realmente podrían superar cualquier barrera.
Akashi miró a su pequeña, esas pequeñas coletas de cabellos morados, idénticos a los de Atsushi, quien simplemente lo miraba con unas sonrisa en el rostro, esa era su familia, su hermosa y bella Familia.
Midorima les había dado espacio a los otros para que estuvieran juntos después de Kise casi tomara un mes para darle la noticia a su pareja, el peliverde estaba realmente feliz por la situación de todos aquellos que tanto quería.
El peliverde no sé percato hasta que el peso de la cabeza de Kazunari, sobre su brazo, que el moreno se encontraba a su lado, sonrió y dijo. — debí llevarte al altar a penas nos graduamos.
—No hubieses sido el mismo si eso hubiese pasado.
—¿Fui un poco tonto?
—No solo un poco. — el moreno lo miró, mientras sus manos se unían.
—Soy el peor hombre que puedes elegir, cualquiera te puede hacer más feliz que yo, cualquiera te daría todo lo que quieras…
—No es cierto, no me darían lo que más quiero en esta vida. — los ojos del peliverde se cruzaron con los del moreno, quien feliz agregó. — tú eres lo único que quiero en la vida Shin-chan, si no es contigo, no quiero que sea con nadie…
Todos se quedaron disfrutando del momento, disfrutando de como su vida ahora lo que tanto deseaban, lo que tanto necesitaban, el camino era largo, pero ahora tenían lo que más deseaba su corazón.
Fin.