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Deseos del corazón por Samantha0507

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Notas del capitulo:

Me tomó meses, no solo escribir este fic, si no que darme cuenta que el extra que llevaba meses listo, no estaba publicado, pero con cariño les dejo este pequeño que me hace realmente feliz, está escrito con mucho amor...

 

 

Kure, siempre cumplo mis promesas, creo que esto te podrá gustar...

 

 

 

Habían pasado 9 largos meses, en que la vida de Izuki y Himuro habían cambiado de forma rotunda, los chicos habían vuelto a sus tamaños normales, sus edades habían regresado y con ellos sus vidas, hasta cierto punto.

 

Shun cerró los ojos y dejó salir un suspiro, recordando la tarde en que todos habían llegado, juntos a hablan con ellos.

 

Midorima había revisado las heridas del moreno, las cuales no habían terminado de sanar, Takao estaba a su lado, a pesar de que ambos ya no tenían una relación, ambos trabajaban hombro con hombro y con eso, le dieron cerca tranquilidad al moreno.

 

Akashi estaba en la sala, junto con Kuroko, conversando calmadamente, mientras Atsushi y Kagami, había decidido ir a la cocina junto con Izuki, para ayudarlo con el café

 

—Cuñado…—Taiga se comportaba distante y avergonzado desde que había vuelto a la normalidad, pero de alguna manera lo comprendía, solo había pasado una semana, pero el pelirrojo se veía más tímido que ninguno.

 

—Kagami…— Shun respondió girándose al menor.

 

—¿Hace cuánto tienen problemas de dinero? —Shun había entrecerrado los ojos y fruncido el ceño, en señal de molestia. — No me mires así, realmente lo pregunto por ayudarlos.

 

—Zuki-chin, la verdad es que todos queremos ayudarte, hemos estado conversando, Himu-chin y Zuki-chin son buenas personas, buenos amigos, compañeros, no es justo que lo estén pasando mal, por nuestra culpa.

 

—Lo que está pasando con nosotros no es su culpa, son un conjunto de situaciones al azar, que por mala suerte mía y de Tatsuya, nos tocaron en un mismo instante.

 

—Mi hermano no es una persona honesta, nunca lo es, nunca llamó, pero no puedo culparlo, me cerré en hacer feliz a Tetsu, sin pensar que mi hermano y mi padre eran mi familia también, la verdad es que dejé a ambos de lado, cuando más me necesitaban.

 

—No los culpo, bueno ya tuve una conversación con Tetsuya, creo que ya está todo arreglado entre nosotros, por ahora, lo único que me interesa es que Tatsu se recupere. — Shun sacó el poco té que les quedaba, junto con el café, lo guardaban para las visitas. — aunque no puedo negarles que el dinero no nos sobra, pero por ahora podemos seguir adelante. — Shun sonrió, aunque en el fondo tampoco se sentía complacido con sus palabras. —Cuando Tatsuya mejore, seguramente todo se volverá más razonable y de alguna manera podremos salir adelantes.

 

Todo se reunieron en la sala, incluso Tatsuya, quien tenía un nuevo vendaje. — Shun…— el moreno habló y recibió el agua y los medicamentos que el otro le ofrecía.

 

—Las cosas no están bien. — Fue el emperador quien rompió el silencio, quien notó que tanto Shun, como Tatsuya bajaban la cabeza, sin decir palabra. —Yo me equivoque Tatsuya y aunque digan que solo son coincidencias, es claro que si yo no te hubiese negado el puesto que merecías en mis empresas, gran parte de esto sería completamente diferente.

 

—No es así Aka…

 

—No me interrumpas y no niegues, algo que es bastante obvio, yo por celos, simplemente renuncié a un empleado que estaba más capacitado que cualquiera de los que ha pasado por la empresa en este tiempo, así que cuando estés recuperado, las puertas estarán abiertas para ti.

 

—Sei, te agradezco el ofrecimiento, pero aún no me encuentro en condiciones para comprometerme contigo y con las empresas, yo no sé cuánto tiempo…

 

—Con la medicación que tendrás desde hoy y el descanso completo, te pondrás mejor en poco tiempo, además, es necesario que asistas a rehabilitación.

 

—Midorima…— Shun se sentía nervioso, dar rehabilitación era algo que realmente salía de su presupuesto, Tatsuya estaba delicado y la opción de que caminara por la calle por tramos largos era algo que no les parecía realmente razonable.

 

—Nada, ya arreglamos el tema de las sesiones necesarias, Takao se hará cargo de acompañarlo y yo revisaré el avance de manera semanal, si existe dolor, evaluaremos los ejercicios y realizaremos nuevos análisis con el fin de poder ver cuales te ayudaran de mejor manera.

 

—Les estamos agradecidos, por todo lo que han dicho…— Tatsuya se oía tranquilo, pero continuó. — pero por ahora no podemos estar en el hospital a diario, el camino es largo y no podemos pagar la locomoción pertinente para…

 

—Lo sabemos. —Fue entonces Aomine quien tomó la palabra. — nos turnaremos para llevarte, para estar contigo, Tatsuya, no éramos amigos, pero a pesar de eso nos tendiste una mano en nuestro peor momento, es increíble pensar que dos personas que son buenos, que tienden una mano de manera desinteresada tengan que pasar por cosas malas, sin alguien a su lado, pero es más terrible darnos cuenta lo ciegos que hemos sido, cuando nuestros amigos lo están pasando mal, solo centrándonos en nuestros problemas.

 

Tanto Tatsuya, como Shun quedaron sin palabras, perdidos un poco en lo que pasaba, hasta que el antiguo miembro de Seirin dejó las lágrimas correr por sus mejillas, sabiendo que todo se solucionaría, que ahora podrían respirar tranquilos y que probablemente, el dinero ya no sería lo que le robara el sueño cada noche, ya no tendría que ver las muecas de dolor en el rostro de su pareja y que por una vez, todo iría mejor, era como si un gran peso, simplemente hubiese caído de sus hombros.

 

Shun caminó por la casa, por su cocina, por el cuarto, la casa se veía diferente a lo que el mismo recordaba, nueve meses antes, con suerte tenían para comer y ahora, podía darse el lujo de preparar una comida diferente para Tatsuya, cada día de la semana.

 

Se sentó en la sala, pensando en la recuperación, en la rehabilitación de Tatsuya, en cuando volvió a trabajar, en cuando ambos pudieron retomar su vida, en como poco a poco, los medicamentos fueron desapareciendo de la misma manera.

 

Recordó en el proceso de adopción de pequeño hijo de Aomine y Kise, ellos varias veces los habían acompañado y les habían ayudado con documentos que no comprendían; recordó además en como Tetsuya ahora iba a cenar con ellos 2 veces al mes y en como los invitaba cada fin de semana, siendo Kagami un exagerado, que casi aseguraba que su hermano no debía moverse de la cama.

 

Pensó en todas esas veces, que había terminado en el café de Akashi, mirando a su pareja y al gigante conversar, bajo la atenta mirada del emperador, pero notando como el gesto en sus labios, no era más que una sonrisa, recordó esas tardes, en las que Midorima llegaba con cualquier excusa, quedándose a dormir o incluso, esas donde Takao los invitaba a cenar, a esa antigua casa que compartía con el peliverde, protegiéndolos y de alguna manera, ocultando el propio dolor que ambos estaban sintiendo tras su separación.

 

Shun sabía que lo que había pasado había cambiado a la generación de los milagros, pero ante todo sabía, que esa no era solo su segunda oportunidad, que lo era para él también.

 

Se acomodó, en ese antiguo sofá, con la mirada en la puerta, la hora de llegada de Tatsuya se acercaba y con ello sus ansias de sentirlo cerca, aumentaban, logrando que sus manos temblaran.

 

Ellos no habían vuelto de manera formal, pero era lo suficientemente obvio que estaban juntos, podía incluso recordar, cuando nuevamente habían terminado en la cama, amándose como dos jóvenes de preparatoria, con las hormonas alborotadas.

 

— Tatsuya…— Shun había jadeado su nombre, cuando el beso se había profundizado, clavando sus uñas en los hombros del otro.

 

Los besos de ese tiempo, habían saciado un poco las ansias que se tenían el uno del otro, pero ahora, con Tatsuya llegando del trabajo, que solo al entrar soltaba su corbata, había generado en Shun un deseo inagotable, un deseo por el contacto, por esas sensaciones, que solo Tatsuya Himuro provocaba, al contacto entre sus pieles.

 

Llegaron a la cama, las camisas, las ropas, todo comenzó a molestarles, pero fueron segundos, antes de que ambos terminaran sobre la cama, sudorosos, calientes, pero extrañamente agradable.

 

Tatsuya besó los labios de su pareja, bajó por cuellos, hasta su hombro, se encaminó a su pecho; Shun a pesar de ya no practicar constantemente, se encontraba lo suficientemente tonificado, para que torso y brazos, aún guardasen esa firmeza y masculinidad que Tatsuya adoraba.

 

—Me gustas tanto Shun, me encantas.

 

—Se nota, señor bombero. —Shun dejó salir una suave risita, notando como, contra sus piernas, una parte de Tatsuya se hacía notar, dejando claro, que no era el único deseoso del contacto.

 

—Extraño a mi novio, estos meses no han sido los mejores, pero no poder estar contigo, no poder hacerte el amor, me ha matado, temía que fueras con otro, que pudiese darte, todo lo que yo no podía entregarte.

 

—Jamás estaría con alguien que no fueses tú, son tus manos, tus besos, tu piel, la que hace la mía reaccionar, la que hace que todo mi cuerpo vibre, no importa el tiempo que tuviese que esperarte, si con ello sé que serás quien esté en mi cama.

 

—Shun…— Tatsuya sentía que su pecho latía a mil por hora, al escuchar las palabras de su pareja, así que simplemente continuó con su cometido, besando entonces, la base del vientre del otro, muy cerca de su miembro, el cual ya necesitaba atención.

 

Ambos rodaron por la cama, sus labios estaban perdidos en el otro, sus manos parecían no dar abasto, para poder tocar el cuerpo de quien lo estaba llenando de besos, Shun estaba desesperado, recorriendo la espalda de su pareja, llevando las manos desde cabello, su nuca, hasta sus caderas, tocando las costillas, la columna del otro, quien se había puesto sobre el cuerpo de Shun, comiendo su boca de manera desesperada.

 

Tatsuya aprovechó el momento, apretando los muslos del joven bajo él, como pudo levantó sus piernas, tratando de no apartar su boca, de la de su pareja, llevando sus dedos a la entrada del antiguo pilar de Seirin, quien gimió al sentir su cuerpo invadido por las manos de su pareja.

 

El sudor empapaba las sábanas y ambos disfrutaban de la presencia del otro, sintiendo como el clímax, se acercaba entre jadeos y gritos ahogados, que se perdían entre los labios del otro, o que terminaban saliendo, llenando la silenciosa casa.

 

 

Shun aun sentía vergüenza de recordar, como se había corrido junto a su pareja y en como esa noche no se detuvieron hasta el amanecer, notando recién entonces, que no habían usado condón.

 

— Estoy en casa. — La puerta sonó, logrando que Shun volviese a la realidad y tomara entre sus manos la prueba que llevaba dos días ocultando, esa que solo hasta esa tarde, tuvo el valor de realizarse.

 

—Bienvenido…— Shun estaba de pie y sonreía, con las lágrimas cubriendo su rostro, luego de meses podía darle a Tatsuya lo que tanto este anhelaba, un hijo, una familia, ya que en su vientre descansaba ahora su pequeño bebé, tendrían su familia, y tendría el deseo más profundo de su corazón, que la persona que más amaba fuese feliz.

 

Fin

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Gracias por leer este extra, pequeño pero para todos ustedes 


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