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Deseos del corazón por Samantha0507

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Notas del capitulo:

Naho que serían de mis fic sin ti!!!!

De ahora y por un par de capitulos las historias se desarrollaran de forma individual, parejaxpareja, 

espero lo disfruten

Sin mucho que decir adios !!!

Kuroko había llamado un taxi, para poder llevarse al niño sin ser vistos por más gente, la verdad es que no quería arriesgarse a que vieran un pequeño Kagami caminando de su mano.

 

El pequeño tigre se subió un poco preocupado, había una pequeña de molestia en su rostro, Tetsuya sintió como el corazón se le estrujaba ante tan bello gesto, era tan normal en el ver su cara de molestia.

 

-Kagami-kun… ¿qué te pasa?-cuestiono el de cabellos celestes, mirando al más pequeño.

 

-mis hermanitos…no pude…despedirme de ellos, lo siento triste…como si nos los fuera a ver más.-respondió Taiga casi en un susurro. Ninguno de los niños había despertado cuando habían decidido marcharse.

 

-Además Daiki… aun lloraba-continuo- no quiero que sufra ¿él estará bien con…?-se preguntó, viéndose interrumpido por el mayor.

 

-Kise-kun ama a Daiki, ellos estarán bien y felices-contesto el de ojos celestes- créeme, no hay nadie mejor para estar con Daiki-kun que Kise-kun- el pequeño Taiga pareció hacer una mueca pensativa, y hablo antes de pensárselo dos veces.

 

-Yo creo que el mejor es Tetsuya…- el pelirrojo bajo la cabeza avergonzado, no sabía de donde, pero ese el verdadero sentimiento que tenía y había querido hacérselo saber a la sombra. Una suave y muy sutil sonrisa se posó en los labios del fantasma.

 

-Gracias por eso, Kagami-kun… y a los chicos los veras otra vez… ahora me gustaría que me acompañaras a un lugar especial.- el tigre asintió, pero con la duda en el rostro sobre la dirección a la que se dirigían.- vamos a ir al hermano de mi esposo, necesito hacerle unas preguntas.-le aclaro, ante la expresión del rostro del pequeño.

 

Mientras estaban en el taxi la pequeña sombra solo podía sentir como el pecho se le iba apretando con el paso de los minutos, la verdad es que no se llevaba bien con Himuro y se evitaban constantemente.

 

El peliceleste había discutido un par de veces con su esposo por culpa del antiguo miembro de Yosen, siempre había sabido que Himuro buscaba la forma de quitarle a Taiga y eso lo había llevado a tener una escena de celos nada más y nada menos que el día de su boda y peor con uno de los padrinos, nadie confiaba plenamente en el moreno, bueno Murasakibara y Kise eran amigos de este, pero Akashi y Aomine ponían el grito en el cielo cada vez que alguien lo mencionaba, sin mencionar que Taiga había estado toda la luna de miel molesto y tratando de contactar a su hermano, quien había desaparecido después de la ceremonia.

 

La sombra miro a su esposo, sabía que el pelirrojo aun no le perdonaba todo lo que le había dicho a Himuro y que probablemente este tampoco lo hubiera hecho, pero la presión de ese día y el miedo de perder a Taiga había sido mayor, recordaba la escena sintiendo una profunda vergüenza, después de todo la gran escena comprometedora por la que había comenzado a gritar Kuroko no había sido nada del otro mundo.

 

Flash Back

 

Estaba nervioso, histérico era decir poco, después de todo hoy era su boda, Kise le coloco un pequeño arreglo en la solapa de su chaleco, el tono era rojo y cálido, tal y como el tigre lo hacía sentir.

 

-Kurokocchi, debes relajarte, te ves muy mal.-murmuro Ryouta con suavidad, mirando al más pequeño.

 

-Estoy nervioso, Kise-kun… han pasado tantas cosas… ¿y si Taiga-kun se arrepiente?- se cuestionó a sí mismo, afligido, en especial dejando que los nervios guiaran sus pensamientos.

 

-vamos Kurokocchi, sabes que eso es imposible, además Himurocchi está con él ahora.-le dijo Kise con una sonrisa, pero la confusión lleno sus ojos al ver la mirada de sorpresa en el mas bajo.

 

-Perdón… ¿quién esta con Kagami-kun?-cuestiono, creía haber escuchado mal, y esperaba haberlo hecho.

 

-Himurocchi…-volvio a decir- pero ¿qué tiene?, él es el otro padrino…- Pero el rubio no pudo terminar de hablar, ya que la pequeña sombra dejo el cuarto para llegar al de su futuro esposo. Abrió las puertas encontrándose con el moreno muy cerca del tigre con las manos sobre su cuello.

 

-¿Kuroko?

 

-Mantén tus manos alejadas de mi novio…- el peliceleste se veía furioso, molesto, en un movimiento se había acercado alejando al antiguo miembro de Yosen.-eres un descarado, ni el día de su boda puedes alejarte de él, me sorprende, qué quieres, descargar tus frustraciones, él no llegar a ser capaz de nada por ti mismo, como es que aún lo llamas hermano, luego de todo el daño que causaste, no te quiero en mi boda.- El moreno no dijo nada, pero miro al pelirrojo para voltearse y salir, siendo sostenido por la sombra, quien lo abofeteo fuertemente.

 

Un silencio imperturbable se generó ante el sonido de la bofetada, Himuro tocó su labio y mejilla, no era un golpe realmente fuerte, pero había provocado algo más que dolor, no solo en el moreno, si no en el tigre.

 

-¡Kuroko…!- exclamo Taiga, frunciendo el ceño, e intentando reprenderlo por lo que había hecho, pero fue interrumpido por el más pequeño.

 

-No digas nada… no entiendo cómo puedes ser tan ciego Kagami-kun, como puedes creer que a alguien de verdad le llega a importar, lo único que quiere es estar cerca de tuyo por envidia, es la misma razón por la que se acercó a Murasakibara-kun, Kise-kun o Takao-kun… crees que entiende el concepto de amistad, el concepto de amor…que te considera su hermano, su amigo…-continuo diciendo sin parar, hasta que la voz del moreno le interrumpio.

 

-Me retiro, Taiga…- no dijo nada más saliendo de la habitación.- después de la ceremonia no los molestaré más, que sean felices.

Kuroko miro a su futuro esposo y algo en su cuerpo reacciono, todas las palabras que había dicho, todo lo hiriente que había sido, todo eso no solo habían dañado a Himuro, si no que se habían llevado de la mano a Kagami.

 

 Algo en todo el pelirrojo se había roto con la acción contra Himuro, lo supo,  había hecho algo que el tigre jamás podría perdonarle,  su rostro se había descompuesto ante el gesto, no le grito, ni suspendió la ceremonia, pero se alejó de él, como si su sola presencia le quemará.

 

 Himuro como había prometido se había retirado después de la ceremonia en la iglesia, nada se había arruinado, el moreno no había hecho nada por arruinar la boda, pero todo lo bello que fue estaba manchada por una amarga aura, Kuroko supo que Kagami no lo perdonaría jamás y se le hizo más obvio cuando en la luna de miel, el tigre durmió en el sofá, no lo tocó y mucho menos le hablo.

 

Flash back.

 

-¿Se siente mal?- cuestiono Kagami aferrado a su brazo. Con gesto de preocupación el pequeño tigre se acercaba poco a poco a él.- no lloré… si le duele algo podemos ir con el Señor Midorima, él era doctor…-susurro el pelirrojo, mirando al de cabellos celestes.

 

Se pasó las manos por el rostro notando las finas lagrimas que habían bajado por el ante el recuerdo de su boda, ante el recuerdo del dolor que él le había traído a su esposo el sentimiento de culpa lo había llevado a las lágrimas, recordó el dolor en la cara de Tatsuya cuando se dieron el beso, siempre pensó que ese gesto era la amargura de perder a quien se ama, pero ahora se cuestionaba si realmente él dolor habían que había sentido eran por sus palabras.

 

-Tranquilo, Kagami-kun, yo solo… recordaba y sentí algo de nostalgia.-le aclaro, en un intento de tranquilizar al más pequeño quien solo hizo un pequeño gesto de confusión.

 

-Mamá llora a veces, pero ella dice que son las feromonas, por el embarazo, aunque no me gusta verla triste.-termino con una expresión apagada, y un pequeño mohín en su rostro.

 

-Hormonas Kagami-kun, hormonas, no feromonas.-corrigió suavemente a Kagami, donde se dio por terminada la pequeña conversación entre los dos.

 

El silencio reino hasta que el vehículo se detuvo frente a una pequeña casa con estilo japonés, la verdad es que el pelicesleste no se imaginó que Tatsuya se hubiera aferrado a algún tipo de tradición, se esperaba algo más parecido a la decoración de su departamento con Kagami.

 

Con un fuerte suspiro se dio el valor que le faltaba tocando el timbre. Himuro, desganado, se levantó alejándose de su pareja quien en este minuto le acariciaba el cabello.

 

-No debe ser nada Tatsu… ven no te levantes, aun estas enfermo.-pidió con suavidad el poseedor del ojo del águila. El hermano de Kagami negó lentamente con la cabeza.

 

-Nada de eso Shun, iré a ver… debes dejar de hacerme sentir como un invalido…-se quejó con una pequeña sonrisa en su rostro.

 

-Kagami dijo que debías descansar y Midorima-kun estaba de acuerdo.-murmuro Izuki, estando completamente en contra de que el otro se levantara.

 

-Mi hermano es un exagerado, solo por ser bombero y Midorima es doctor, para ellos siempre estas enfermo -contraataco Himuro, aun con una sonrisa bailando en su rostro. Shun suspiro en signo de rendición.

 

-Tatsuya… está bien, solo quiero pasar el resto del día contigo, apresúrate.- Ambos morenos se sonrieron, Tatsuya depósito un suave beso en los labios de Izuki para dirigirse a la puerta, todo el ambiente de paz y amor que reinaba en el hogar se alejaron, cuando ambas miradas se cruzaron nuevamente, después de tanto tiempo.

 

-Buenas tardes, Himuro-kun.- saludo el de cabellos celestes.

 

-Buenas Tardes ¿qué se te ofrece, Kuroko?- se preguntó Himuro confundido.

 

 -yo…- fue en ese segundo que la sombra se preguntó realmente como explicaría la situación, como le diría que el solo deseaba entender que pasaba con su esposo.

 

-¿te sientes bien?... entra estas pálido…- Himuro no lo odiaba, después de todo era el esposo de su hermano, sus palabras si le habían afectado y no quería volver a oírlas nuevamente, pero al ver a ese hombre fuerte que era la sombra, tan débil y compungido, se preguntó si no sería más sano avisarle a su hermano.

 

-Kuroko-kun…- Himuro levantó la vista encontrándose de lleno con unos ojos que no podría confundir, se sintió mareado, terminando en el suelo-¿Pero qué demonios…?- cuestiono asombrado desde el piso de la casa, sin poder quitar sus ojos del pelirrojo.

 

-Tatsuya  ¿qué ocurrió?... escuche un golpe,¿ te sientes bien…?- Shun se encontró de lleno con una escena muy peculiar, su novio estaba en el suelo con un gesto de duda y espanto, mientras un peliceleste miraba con preocupación al moreno en el suelo y además un pequeño pelirrojo que se encontraba aferrado a la camiseta de la sombra, por un segundo se preguntó si sería algún familiar de su antiguo compañero, pero luego se ilumino, ese era Kagami Taiga.

 

-¿Pero que tenemos aquí…? ¿Quién es este niño?, que mal anfitrión eres Tatsu… debes invitar a los invitados a pasar y tomar asiento… no tomar asiento en la entrada.- La pequeña sombra no pudo evitar mirar con cierta duda a Izuki, quien además de no parecer desconcertado por la presencia del menor, estaba junto a Tatsuya como si se conocieran de toda la vida, haciendo juegos de palabra iguales o peores de sus años en Seirin.

 

-Buenas tardes, Kuroko. Pasa, pasa, que a Tatsuya le comió la lengua la grulla.- se acercó para luego preguntar.- ¿te sientes mal?- El moreno lo miró negando, para después ponerse de pie y guiarlos hasta la sala, donde Shun ayudo al antiguo miembro de Yosen a sentarse, este se afirmó las costillas reprimiendo un gesto de dolor que se formó en su rostro, había tenido un accidente hacia un par de semanas, pero nada de cuidado, aunque caer al piso de golpe lo había dejado bastante adolorido.

 

-¿Está enfermo?- el tigre se acercó al moreno, había algo, una extraña preocupación creciente en el pecho del tigre, no supo cómo explicarlo, pero quería saber que esa persona frente a sus ojos estaba bien.

 

-Tuve un accidente hace unos días, pero nada grave…- le acaricio la cabeza.- me llamo Himuro Tatsuya.-hablo, ofreciendo su mano al pequeño para que este la tomara y le saludara.

 

-Kagami Taiga, es un placer.- se dieron la mano como dos hombres, el rostro del tigre le era tan familiar al moreno, que no pudo evitar la creciente sensación de nostalgia que le dejo esa presentación, el tigre solo se sentía sumamente cómodo con el muchacho, como si se conocieran de toda la vida.

 

-Soy Izuki Shun, Kagami ¿me podrías ayudar en la cocina? Tatsu está enfermo y para mi será difícil cargarlo todo.-cuestiono, tomando la mano del pequeño en la suya y caminando hacia la cocina junto con él.

 

-Izuki-sempai…-dijo Kuroko mirándoles con preocupación, no quería que el mayor dijera algo fuera de lugar o que confundiera al niño.

 

-Tranquilo, Kuroko, también soy maestro…-sonrió girándose para perderse en la cocina junto al pequeño, mientras Tatsuya se aguantaba el sin fin de preguntas que tenía aun atoradas en la garganta.

 

-¿Fue muy grave tu accidente?- cuestiono el de cabellos celestes dirigiendo su preocucacion al moreno, quien le sonrió ligeramente.

 

-Nada grave… Shun es exagerado, ahora me podrías explicar ¿Cómo demonios termino mi hermano así?- le pregunto al otro, aun sorprendido por lo que había visto, su hermano en versión mini, no era algo muy común que ver.

 

-La verdad no tengo idea, Himuro-kun, solo sé que esta mañana despertó con esa forma…nosotros hemos tenido problemas este último tiempo, de alguna forma siento que tienen algo que ver con lo que está pasando.- hablo, confundiendo aún más al moreno.

 

-¿Qué quieres decir?- cuestiono, en un intento de comprender lo que tratada de decirle el más bajo.

 

-Himuro-kun, necesito que me cuentes algo, sé que tú y yo no nos llevamos bien, pero de verdad necesito que me ayude, sin esta información no podré saber por lo que está pasando Taiga, ni menos como recuperarlo.-continuo hablando, mirando la reacción del otro, que no fue muy buena.

 

-Todo esto es muy extraño… creo que me duele un poco la cabeza.- el moreno se veía un poco pálido, parecía no ser buen momento. Kuroko hizo una mueca.

 

-Quizá no sea buen momento….yo.- intento decir, tal vez lo mejor sea irse, pero fue interrumpido por Himuro, quien levanto una mano.

 

-No tranquilo, solo creo que es demasiado extraño ver a tú hermano tan pequeño después de tantos años, pero dime ¿qué es lo que quieres sabes específicamente?-le pregunto, mirándole fijamente, esperando la respuesta que este tendría para él.

 

-¿Cómo murió la madre de Kagami?- soltó la bomba de golpe. Ambos quedando en silencio, Kuroko se preocupó al notar la expresión que había tomado el rostro del moreno, Tatsuya no era particularmente expresivo, pero en su gesto ahora había un toque de melancolía, de dolor, hasta cierto punto de nostalgia, el mismo gesto cuando el casi lo había sacado de su boda.

 

-Kuroko quiero que entiendas una cosa, te contaré esto y te lo explicaré solo por el hecho de que sé que amas a mi hermano…-comenzó a hablar, viéndose interrumpido por el de cabellos celestes.

 

-como tú…-las palabras salieron en forma de murmullo de su boca sin que si quiera pudiera controlarlas.

 

-No, yo lo amo de una forma completamente diferente…como hermanos, Kuroko, es la única forma en que lo amo, es algo fraterno, algo puro, algo solo nuestro, él fue mi compañero, mi amigo y mi única familia por mucho tiempo,  la forma en que tú lo amas es completamente diferente a la mía, te pido que lo comprendas, sé que aun ahora tienes dudas, pero no quiero quitarte a tu esposo, quiero que él sea feliz con la persona que escogió, que sea feliz contigo- termino con una expresión seria reinando en su rostro , sorprendiendo mucho al más bajo.

 

Nuevamente el silencio lleno el ambiente, hasta qué un fuerte suspiro salió de los labios del moreno causando que el de cabellos celestes centrara su completa atención en lo que venía…

 

-Taiga y yo nos habíamos conocido pocos meses antes, aun estábamos en búsqueda de que Alex fuera nuestra maestra, no habíamos logrado convencerla, fue ese día que me hablo de su hermanita y de su mamá, que me hablo como él… era el culpable de ellas murieran.

Notas finales:

CHAN!!!! 


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