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El orgullo de Saga [One-Shoot ] por Whitekaat

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Notas del capitulo:

Bueno esto es un pequeño one-shoot de estaparejita que em encanta tengo un deseo para este 2015 y es trasformarlos en pareja kanon y que amor yaooi se llene de fics AioriaxSaga ajajajaj u.u un saludos a todos y si les gusta la pareja los invito a ver mi otro fic que está en "emisión" de la pareja :3

EL ORGULLO DE SAGA

 

Era difícil de sólo pensarlo, mucho más hacerlo y peor aun era horrible la idea de decirlo, el caballero de géminis  apretaba su mandíbula, sus puños, rechinaba los dientes y su entrecejo se fruncía y todo había sido por su culpa, por su propio orgullo y su mordaz lengua, no se podía quejar pero de todas formas lo hacía al pasearse por los pasillos de géminis como un león en celo y se dio cuenta de que por culpa de ese animal estaba de esa forma, con esos sentimientos a flor de piel y peor aun con pensamientos que no debería tener un santo de géminis

 

—No dije nada malo— replicaba Saga más para si mismo, estaba solo en su templo caminó hasta su cuarto y se echó sobre su cama mirando hacia el techo, si, había dicho algo malo pero no quería aceptarlo, si esas mismas palabras hubiesen sido para él habría ardido en ira y comenzó a repasar todo lo que había sucedido hace un mes.

 

Su frente estaba sudada, su cuerpo algo entumecido, su pecho subía y bajaba intentando regular su respiración, las manos de cierto chico pegado a su espalda seguía tocando su pecho su abdomen y dando pequeños besos en su nuca, no podía negarlo Aioria lo consentía, lo acariciaba y no era que el le desagradara esa cercanía, es más le encantaba ese tiempo después del sexo hasta que ciertas palabras irrumpieron el armonioso ambiente.

 

—Te gustó bastante,  ¿No Saguita ?— Ahí estaba ese tono medio burlón con tintes de altanería apenas perceptibles para los demás pero él sabía muy bien identificar esos pequeños detalles en el habla, el caballero de géminis se molestó como nunca, no entendía la idea de la pregunta, si era para molestarlo, para saber si le había gustado realmente o simplemente para subir el ego del león.

 

—No, Aioria no me gustó y será mejor que me vaya— Levanto su torso de la cama sumamente molesto mirando seriamente al caballero de Leo que al escucharlo cambió su sonrisa a una poco traviesa, tuvo una idea, una muy buena idea para  ver que tan grande era el orgullo de géminis y que tan grande era el amor de géminis.

 

—Pues si no te gusta  no lo haremos más— Saga abrió sus ojos no creyendo lo que el otro decía esperaba un reclamo, quizá un pequeña discusión que terminara en besos y abrazos, una explicación, ya hasta ni si quiera la importaba si se disculpaba o no, pero la cara y las palabras del León terminaron en irritarlo mucho más de lo que estaba.

 

—Está bien no lo necesito— Entrecerró sus ojos para quitarle importancia al tema, sabía que Aioria no aguantaría, lo conocía muy bien, Aioria era siempre el que comenzaba a tocarlo y buscaba su boca cuando querían tener sexo, el caballero de la tercera casa se vistió por completo y dio media vuelta  hasta que paró su caminar para escuchar las palabras del otro.

 

—Si quieres que te lo haga de nuevo tendrás que venir a pedirlo amablemente— Aioria lo dijo seriamente y sin dudarlo, Saga salió con su cuerpo tenso, azotó la puerta y maldijo a diestra y siniestra la vida entera del León

 

Así había sido todo, todo demasiado rápido, no podía admitirlo pero deseaba nuevamente a Aioria, quería sentir sus besos, sus abrazos, el calor que emanaba el cosmos del caballero de la quinta casa pero… ¿Cómo lo haría?, ¿Qué diría?, “Hola Aioria quiero hacerlo”, “Que tal Aioria quiero que me lo m…” y de sólo imaginarse a él diciendo aquello le producía vergüenza.

 

Comenzó a recordar las escenas de ese día, de cuando Aioria lo desvestía, lo besaba, manoseaba su cuerpo sin pudor alguno, respiraba sobre su oído  mientras rozaba su miembro contra sus glúteos y sin darse cuenta se había comenzado a tocar, lo necesitaba y lo sabía sólo por ese día sucumbiría a Aioria aunque este no lo supiera, se desnudó por completo y ensalivó  sus dedos para luego comenzar a rozar lentamente su entrada.

 

***º***

 

La broma había llegado muy lejos para su gusto, al parecer Saga no iba ceder por nada en el mundo y muy bien lo sabía, había jugado con fuego y se estaba quemando echaba de menos todo de Saga después de aquella pelea el de cabellos azules huía del él o simplemente lo ignoraba y ahí estaba entrando a al templo de géminis para pedir disculpas.

 

Caminó por los pasillos hasta llegar a la habitación del otro y pudo escuchar cierta palabra que le aceleró el corazón y un escalofrío de lujuria se paseó por toda su piel.

 

—Aioria…ah— Si, aquella era la voz del gemelo, aquella voz agitada que ponía cuando tenían sexo, sin pensarlo mucho y movido por su deseo entró a la habitación del caballero de géminis y lo vio a él desnudo sobre la cama, mientras se masturbaba y usaba sus dedos pensando en él, la cara de terror que puso Saga era memorable, como cuando un adolescente es sorprendido por su madre masturbándose por primera vez.

 

Pero para la suerte/desgracia de Saga el castaño no era su madre, todo fue muy rápido para el gemelo como si un león se hubiese lanzado sobre él para comerlo vivo y así era Aioria lo besaba, lo ahogaba, lo quemaba y lo mareaba.

 

Aioria besaba a Saga, lo tocaba y ponía sus propias manos donde antes estaban las del gemelo, el de cabellos azules respondía el tacto con gemidos y con pequeños espasmos involuntarios, luchaba entre besos el quitarle la ropa al otro hasta que lo consiguió tenia el marcado cuerpo de Aioria frotándose contra él, pero deseaba más, algo que realmente deseaba tener en él y tal como lo dijo “sólo por ese día sucumbiría bajo el poder del León.”

 

—Aioria métemela ahora— Más que una orden era un suplica, un suplica que retumbaba en los odios del menor, el gemelo siempre conseguía excitarlo a niveles más altos cuando lo quería, quito sus manos del pene  y extrajo los dedos que tenía introducidos en él y acercó su miembro  a la entrada del geminiano para comenzar a entrar lentamente sintiendo la calidez y la presión que ejercía el interior de su amante.

 

Aioria embestía a Saga dando fuertes golpes adentrando toda a longitud de su miembro al interior de él, su pelvis chocaba contra los glúteos del otro produciendo un ligero sonido que se mezclaba con sus propios gemidos y los de Saga. Se besaban, se tocaban, se amaban completamente el gemelo comenzó  masturbarse más rápido sintiendo que ya no aguantaría más, arqueó su espalda  sintiendo como Aioria como se venía dentro de él y dando las ultimas embestidas antes de que acabara  sobre su mano y su ingle.

 

Aioria suspiro feliz, más feliz que nunca aun jadeando besó a Saga sin querer soltarlo, lo amaba y mucho, hasta demasiado para él pero era feliz con todo ese amor.

 

—No digas una sola palabra acerca de lo que dije, te amo— advirtió el caballero de géminis dándole un pequeño beso sobre la mejilla del león

 

—Prometo no hacerte enfadar así nuevamente, también te amo— Le respondió Aioria cerrando sus ojos mientras se acomodaba junto al tibio cuerpo de Saga.

 

Fin

Notas finales:

bye bye


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