Habían pasado años. Muchos. Son grandes príncipes, amados por su pueblo. En su camino hicieron muchos amigos, afortunadamente todos los viejos se quedaron. Thor y su hermano Loki crecieron. Alabados. Queridos. Amados. Por todos.
Éste, es el fin; pero no de su camino… éste, es el fin de una etapa.
***
Odín los había convocado en el salón de las reliquias. Así que a primera hora de la mañana, Loki se gira en la cama e intenta despertar a su hermano. Luego de años durmiendo en la misma habitación, Loki había decidido cambiarse oficialmente a la habitación de su hermano. Thor no había dicho absolutamente nada, pero gracias a su vínculo, Loki estaba completamente seguro de que Thor estaba feliz con este cambio.
—¿Qué? —preguntó Thor somnoliento, escondiendo de manera inteligente para tan temprana hora, su cabeza bajo la axila de su hermano—. ¿Qué es ese olor? —preguntó distraídamente.
—Es el olor de la masculinidad —contestó Loki comenzando a zamarrear el cuerpo de Thor, moviéndolo con el fin de que despertara de una buena vez.
—Déjame dormir, hermano —pidió Thor sin abrir los ojos.
—¡Thor! —exclamó Loki comenzando a empujarlo. Segundos después, Thor había caído de cara al suelo. Se levantó refunfuñando sobre lo bruto que era Loki por las mañanas.
—Imbécil —murmuró mientras preparaba el agua para asearse—. Idiota —Se sumergió en la gran bañera de un hermoso color blanco, con finos detalles grabados por todo el mármol—. Estúpido —Seguía reclamando mientras fregaba su viril cuerpo—. Banal.
—¡Has aprendido una nueva palabra, hermano! —exclamó Loki sonriendo mientras entraba al cuarto de baño sin importarle que su hermano estuviera desnudo—. Y has dejado turbia el agua, te hacía falta un baño, querido hermano.
—Cállate, Loki —reclamó Thor sumergiendo su cabeza. Cuando salió, pudo ver a su hermano quitándose la ropa—. ¿Vas a entrar? —preguntó alzando una ceja.
—Claro, demore demasiado despertándote, así que para ganar tiempo me bañare contigo, ¿tienes algún problema? —preguntó Loki dejando de desnudarse para mirar a su hermano a los ojos.
—Claro que no —respondió Thor alzando ambos hombros—. Hay suficiente espacio para ambos.
Loki se sumergió en el agua luego de desnudarse completamente. Sin importarle que su hermano viera su cuerpo sin nada que lo escondiese; la confianza que se tenían entre sí hacía que fuera imposible avergonzarse frente al otro.
—¿Para qué crees que padre nos llama? —preguntó Loki pensativamente.
—Quizá para anunciar que me ha elegido como su sucesor —comentó Thor sonriendo.
—¡No te ha elegido! —reclamó Loki salpicándole agua a su hermano.
—Claro que sí, soy el príncipe más hermoso que haya tenido Asgard, es indiscutible que me elegirá como rey —dijo Thor, en respuesta a la ofensa de su hermano, lo agarro de los hombros y lo sumergió hasta que su cabello quedo totalmente mojado.
—¡Thor! —reclamó Loki mirándolo enojado—. Eres un idiota —Se giró para sentarse en el lado opuesto de la bañera.
—¡No te enojes! —dijo Thor sonriendo.
—Eres un idiota —repitió Loki sin mirarlo—. ¿Qué hubiera pasado si me ahogaba y me moría? —preguntó con el ceño fruncido.
—No hubiera dejado que eso pasara —dijo Thor rodando los ojos—. Te hubiera dado respiración boca a boca si con eso no te mueres.
—No puedo enojarme contigo si dices cosas como esa —murmuró Loki intentando no sonreír.
—¡Pero amas que te diga esas cosas! —dijo Thor sonriendo. Loki solo negó con la cabeza.
—Y a ti te gusta decírmelas. —Se encogió de hombros.
***
Odín miraba hacía la puerta, llevaba más de media hora esperando que sus hijos entraran por allí, pero nada, ni un solo cabello se dejaba ver. Paseo la mirada por todos los objetos que había presentes; la espada más poderosa forjada por Elfos; el Tesseract; un martillo forjado por Duendes; una lanza creada por Gigantes de hielo perteneciente al padre de Laufey. Suspiró mirando hacía el martillo; había llegado la hora.
***
—¿Qué pasa, padre? —preguntó Loki apenas vio a su padre.
—Quiero que miren a su alrededor —dijo Odín caminando hacia sus hijos. Ellos miraron las antigüedades con desinterés—. Ha llegado la hora, pequeños
—¿Elegirás al rey? —preguntó Thor entusiasmado. Odín negó divertido.
—No, pero quiero entregarte algo, Thor —dijo Odín caminando hacía el martillo—. Su nombre es Mjolnir, él será tu compañero por toda tu vida, aparte de Loki, claro —dijo divertido al ver que su hijo menor comenzaba a fruncir el ceño—. Fue forjado por los tres Altos Duendes, los mejores herreros de su mundo, tiene el poder de canalizar el tuyo, con este martillo será más fácil para ti controlar todos tus poderes y manejarlos a la perfección.
—Genial —dijo Thor asombrado mientras lo levantaba.
—Déjame verlo —pidió Loki quitándoselo de las manos, asombrados se dieron cuenta de que Loki no podía sostenerlo; el martillo había caído al suelo, irónicamente, con ligereza. Odín rio.
—El martillo solo puede ser levantado por Thor, está hecho especialmente para él —dijo Odín mirando a su hijo menor—. No mande a hacer uno para ti, porque esto absolutamente seguro de que eres capaz de defenderte con tu magia sin necesidad de un canalizador.
—No hay problema —dijo Loki frunciendo los labios. Y era sincero, no tenía problema con eso, conocía perfectamente los problemas que tenía Thor para usar correctamente sus poderes, así que Mjolnir le venía bien a su hermano.
—Pero también sé que te lo has ganado —dijo mostrándole una hermosa espada—. Sé que has estado entrenando con la espada, y por lo que me cuentan, eres muy bueno; si continúas así, serás un gran espadachín, sabrás usarla bien. Fue hecha por los últimos Elfos vivos, especialmente para ti. No tiene el poder de canalizar tu magia, porque no lo necesitas, pero está hecha de un material especial capaz de resistir grandes cantidades de magia; es decir, puedes pasar hechizos atreves de ella y no le pasará nada.
—Gracias —dijo Loki mirando la espada entusiastamente.
—Les repito, con esto no planeo hacerles saber mi decisión, pues todavía no está tomada —dijo Odín sonriendo, su único ojo bueno achinándose al tiempo en que s sonrisa crecía.
—¿Aún no sabes quién será tu sucesor, padre? —preguntó Thor asombrado—. ¡Pero si está claro por todos que seré yo! —exclamó sonriendo.
—No, Thor. Ambos son muy buenos príncipes, es una decisión difícil —aseguró Odín—. Pueden retirarse —Les dijo señalando la puerta.
—Gracias, padre —dijo Loki saliendo detrás de Thor, que iba tan ensimismado mirando de forma detallada su nuevo martillo, que no dijo ninguna palabra en todo el camino hacía su habitación.
Estaban felices; ambas armas, ambos regalos, eran sinónimos de que se habían convertido en hombres. Y no había nada que los hiciera más felices, aparte de estar juntos, que ser considerados hombres por su padre.
***
Habían pasado todo el día juntos, festejando en privado que ya eran hombres; practicando con las nuevas armas, que desde ese momento se convertirían en nuevas extensiones de sus cuerpos; y emborrachándose y riendo luego de que ninguno haya ganado en tal ardua pelea. Lamentablemente para ellos, ya era hora de ir a dormir.
—¿Dormiré contigo, verdad? —preguntó Loki mirando fijamente a su hermano. Estaban frente a su habitación.
—Claro —respondió Thor con simpleza—. ¿Por qué razón no dormiría contigo? Esta también es tu habitación—preguntó curioso.
—Porque somos grandes, adultos, y debería dormir en mi propia habitación —dijo Loki dudoso, sin dejar de mirar al suelo.
—¡Loki! —reclamó Thor sonrojándose—. Yo quiero dormir contigo, y eso no me hace más niño. Aceptar que te amo me hace un adulto, y no me avergüenzo de ello. Nadie nos considerara niños aunque durmamos juntos, ¡lo hemos hecho siempre, tenemos una conexión; nadie se extrañara!
Loki sonrió—. Bien. Gracias.
—¿Por qué? —preguntó Thor sin entender.
—Por ser tan buen hermano, idiota —respondió Loki rodando los ojos—. ¿Por qué querría dormir sin ti? Eres calentito, y me gusta que me abrases —confeso encogiéndose de hombros. Thor sonrió mientras lo abrasaba—. ¡No, Thor! Alguien nos puede ver —reclamó golpeándo las enormes manos que osaban posarse sobre su cuerpo—. No quiero que nadie sepa que me gustan tus abrazos, se burlarán de mí…
Thor sonrió traviesamente, respiro profundamente y grito—: ¡Loki ama que lo abrase mientras dormimos! —Y comenzó a correr.
—¡Traidor! ¡Ven aquí! —gritó Loki persiguiéndolo—.Ya verás cuando te atrape, pequeño bribón. Me las vas a pagar todas. No volverás a ver el sol jamás en tu vida. Te golpeare como nunca te han golpeado antes. —Corría refunfuñando como un anciano cascarrabias. Siguiendo a su hermano que corría pidiendo ayuda como desesperado.
Y a pesar de que Thor lo había traicionado cruelmente, Loki no podía dejar de amarlo.