—Sí, y espero que tú también lo estés —dijo Loki seriamente.
—Claro que sí, cariño —afirmo Frigga—. Muy orgullosa.
***
—¿Puedo acompañarte? —preguntó Loki al ver a su hermano con ropa de combate—. No hemos ido a entrenar hace tiempo, y quiero enseñarte unas cosas que he aprendido —añadió entusiasmado.
Thor dudó—. Es que… mis amigos dijeron que no podías ir, y… yo quiero entrenar con ellos porque están a mi nivel…
—¿Los escogiste a ellos sobre mí? —pregunto Loki tristemente.
—¡No! —exclamó Thor—. Ellos me hicieron elegir, si quería seguir entrenando con ellos o contigo. ¡Yo te elegí a ti! Pero ya no quisieron entrenar conmigo, y no tenía con quien entrenar, y…
—Podías haber entrenado conmigo —reclamó Loki—. No los necesitas a ellos, me tienes a mí.
—Lo sé, pero igual casi nunca quieres entrenar conmigo, y cuando quieres es para mostrarme una cosa nueva que aprendiste, y… a mí no me gusta la magia porque no es una buena contrincante —dijo Thor encogiéndose de hombros.
—Entiendo… —murmuró Loki—. Tú también crees que soy un debilucho… bien, no me importa, iré a mi habitación y no hablare contigo hasta que entiendas que soy igual de poderoso que tú, y te disculpes conmigo por dudarlo —afirmó Loki dándose la vuelta, y sin esperar respuesta desapareció al final del pasillo.
Thor suspiró, y como no podía faltar al entrenamiento cada vez que Loki se enojaba con él, decidió ir a hacerse más fuerte.
***
Hace más de dos semana que Thor no escuchaba la alegre voz de Loki contándole los trucos nuevos que había aprendido, y estaba desesperado, extrañaba a su hermano, a aquél que le acompañaba en todo momento sin importar si se hacía daño.
Estaba comenzando a pensar que se había equivocado, y ahora que recuerda, ni siquiera ha visto a Loki hacer una demostración de poder en años; estaba comenzando a pensar que se había dejado llevar por los comentarios de sus amigos y había juzgado a Loki sin ver lo que sus hechizos podían hacer; sin ver sus habilidades en acción.
No sabía qué hacer para disculparse, y hoy en la noche saldría con Odín, irán los dos solos, cazarían animales, y se unirían como padre e hijo, y no volverían hasta dentro de dos días, estaba triste porque había buscado a Loki por todos lados y no pudo encontrarlo.
—¿Qué pasa, cariño? —preguntó Frigga al ver a su hijo tan abatido.
—Loki está enfadado conmigo —respondió en un murmullo—. Sé que hice mal al preferir a mis amigos, pero ellos me hicieron elegir entre salir con ellos o quedarme con Loki…
—¿Por qué no escogiste a Loki? —preguntó Frigga frunciendo el ceño.
—Lo había hecho —reclamó Thor—. Pero esa semana no lo encontraba por ningún lado, y cuando lo encontraba estaba muy ocupado “practicando” y no quería entrenar conmigo —añadió—. Así que les dije a mis amigos que cambiaba de opinión, y… ellos no me dejaban entrenar con mi hermano porque se enojaban…
—Oh, amor —exclamó Frigga abrazándolo—. Creo que tus amigos no están velando por ti, todo lo contrario, y también creo que se sienten celosos de tu hermano; porque él siempre está contigo y ellos quieren tu atención, pero deben entender que te gusta estar con tu hermano, y tú no debes elegir entre los cuatro… si quieren seguir siendo tus amigos ellos deben entender que vienes con Loki como premio sorpresa…
Thor rio—. Un muy buen premio.
—¿Te cuento un secreto? —preguntó Frigga. Thor asintió—. En la semana que tú hablas, Loki tenía una misión para mí, él me había demostrado el poder que posee y yo le pedí que aprendiera hechizos de defensa para poder entrenar correctamente con contigo y tus amigos, eso es lo que él quería mostrarte cuando fuiste pesado con él —dijo haciendo que Thor se sintiera más culpable—. Y debo decirte que es muy bueno en eso.
—Lo siento, no lo sabía —susurro Thor arrepentido—, ¿y aprendió algo bueno? —preguntó interesado.
—Sí, en tres semanas aprendió todos los hechizos del libro —respondió Frigga—, algunos le salen mejor que otros, otros se sabe la pronunciación de memoria pero aún es muy pequeño para que le salga bien, pero hay muchos hechizos que hace a la perfección.
—Cuando lo vea le pediré disculpas —decidió Thor. Frigga sonrió—. ¿Qué está leyendo ahora?
—No lo sé, creo que se metió a la biblioteca sin permiso y saco un libro pero no me quiso decir de que era —dijo Frigga riendo—; dijo que era una sorpresa.
—Lo voy a buscar —dijo Thor. Frigga asintió.
***
—Hola, cariño —dijo Frigga cuando vio entro a la habitación de Loki.
—Hola, madre —respondió cerrando el gran libro que leía.
—Vamos, no lo cierres —reclamó Frigga—, cuéntame que estás leyendo —pidió.
—Es sorpresa —dijo Loki riendo—, lamentablemente no tengo con que practicarlos —dijo Loki frunciendo los labios.
—¿Por qué? —pregunto Frigga extrañada—. ¿De qué son? Vamos, dime —pidió abrazándolo.
—Bien, son de curación —respondió Loki rindiéndose al gran poder de su madre.
—Eso es genial, ¿qué has aprendido hasta ahora? —pregunto interesada.
—Como no he tenido ningún enfermo con quien practicar, solo me sé los hechizos en palabras —respondió Loki sonriendo—. Voy a la mitad.
—Debes tener cuidado con los hechizos de curación, algunos son peligrosos —dijo Frigga preocupada.
—Sí, lo sé —dijo Loki—. Algunos hechizos vienen con unas advertencias o consecuencias antes o después de recitar el hechizo; hasta ahora ninguna es mala, no varían de “Si lo usas muchas veces tendrás hediondez por un mes” o “tu piel será de color azul por todo un año”, así que no hay problema.
—Bien, cambiando de tema —dijo Frigga dudosa—. ¿Hablaste con Thor? —pregunto sentándose junto a él.
—No, ¿por qué lo haría? Estoy enfadado con él —respondió Loki.
—Es que hace un rato te estaba buscando, quería disculparse contigo… —comenzó Frigga—. Se dio cuenta que se había equivocado, y esperaba hablar contigo antes de irse a la cacería con Odín, pero al parecer no pudo.
Loki dijo tímidamente—: Cuando vino a revisar la habitación me hice invisible…
—¿Por qué? —pregunto Frigga frunciendo el ceño.
—Es que estaba muy enojado con él —dijo Loki para defenderse—. Cree que soy un debilucho —reclamó.
—No lo hace —dijo Frigga acariciando el cabello de su hijo—, él me confeso que sus tontos amigos le habían hecho elegir entre ustedes, y… —Fue interrumpida.
—Sí, lo sé… los eligió a ellos —dijo Loki de mala gana—. No necesitas recordármelo.
—No, te eligió a ti —afirmó ignorando lo que había dicho Loki—. Pero tú estabas tan ocupado aprendiendo magia que no querías salir a entrenar ni pasar tiempo con él —añadió suspirando. Loki levanto la mirada.
—¿En serio? —preguntó Loki en susurros. Frigga asintió.
—Así que espero que cuando él vuela puedan llevarse bien otra vez —pidió Frigga seriamente. Loki asintió con una sonrisa—. Bien, iré a pasear por el jardín, ¿quieres acompañarme? —ofreció.
—No, quiero seguir leyendo el libro —respondió Loki.
—Cuando quieras unirte, búscame —dijo Frigga antes de salir de la habitación.
Loki no podía quitar la sonrisa de su rostro, en dos días recuperaría a su hermano Thor. Mientras, quiso seguir estudiando.