Capitulo 10: Después de la calma viene la tormenta. **************************** Después de aquella noche la pareja se sentó hablar con el soldado padre del pequeño con el que hablaron ayer en la noche.
-Mi hijo me comentó lo que hablaron anoche- dijo serio y triste el soldado.
-Sí, miré mi promesa es real y no quiero que vaya a pensar que queremos robarle a su hijo, solo quiero que sepa que en dado caso de que ocurra algo el niño no se quedara solo- dijo Hiroki
-Eso...lo se, es sólo que me entristece que mi hijo...mí pequeño ya este pensando en que yo pueda morir...me rompe el alma que este preocupándose por algo que a su corta edad no debería pensar- respondió el hombre entre sollozos de dolor por ver a su pequeño hijo jugando con otros niños mientras a la vez se preocupaba por que este bien.
-No te preocupes Raimundo...prometo que haremos lo posible porque tu sigas con tu hijo, solo que en dado caso de que las cosas no salgan como deben prometo que lo cuidaremos, el es un niño muy tierno y es un gran luchador- sonrio Nowaki.
-Lo se, y confió en que lo cuidarán bien...- sonrio triste.
-Calma soldado, ve con tu hijo que te esta hablando- informó Hiroki
Lo malo es que al levantarse un mareo le llegó de golpe y salió corriendo por toda la sala mientras todos los demás lo veían extrañados hasta que por fin llegó al baño y desde afuera se podían escuchar las arcadas de dolor por el esfuerzo que hacia al volver el estómago.
-Discúlpame Raimundo, tengo que ver si se encuentra bien- el soldado asintió y el más alto corrió hacia el baño donde se escuchaba a el castaño vomitando mientras a la vez se escuchaban algunos sollozos.
-¿Hiro-san?, ¿Estás bien?- preguntó el de cabello azul obscuro.
El castaño murmuró algo como un sí pero realmente con mucho trabajo se escuchó por lo cual Nowaki se preocupó. Decidió darle al menos cinco minutos mas y si no salía del baño tendría que entrar a la fuerza y sacar al castaño quien se escuchaba realmente mal.Después del tiempo limite Nowaki abrió la puerta de una patada y vio a Hiroki tirado en el piso pálido por completo mientras tenía cerrados los ojos.
-¡HIRO-SAN!- se acercó a el, enjuagó su boca con el enjuague bucal de menta y lo cargo en sus brazos, no es que realmente le preocupara si en ese momento no cepillaba sus dientes pero sabía que Hiroki era muy especifico con su higiene sea el momento que sea. Una vez que salieron del baño Isaka instintivamente decidió dejarlo descansar mientras el y algunos de los pocos médicos que había en el lugar realmente capacitados lo ayudarán a revisar la salud del bebé y de Hiroki por consiguiente.
-Nowaki ve a la alacena y trae las cosas de primeros auxilios, necesito checar su presión, su peso y al pequeño-.El peliazul asintió y fue hasta el lugar que le encomendaron, agarro las cosas y regresó a la habitación donde se encontraba el castaño chocolate obscuro con otros tres jóvenes y una mujer de cabello rojo tratando a Hiroki.
-Aquí están las cosas- informó.
-Bien, pásame el medidor de la presión- Nowaki le dio el aparatito y este comenzó a marcar el nivel de presión que tenia hiroki la cual estaba alarmante-mente alta por lo cual era aun mas recomendable hacerlo descansar.- Esto no esta bien- dijo Isaka y puso un trate con agua helada en el mueble al lado de la cama donde Nowaki y Hiroki dormían.
-¿Qué pasa?- preguntó Nowaki
-Tiene la presión alta, señor- respondió sonrojada la muchacha de cabello rojo y pecas con unos hipnotizantes ojos verdes como amatistas.
-Nowaki, carga a Hiroki y ponlo en la báscula, quiero ver cuanto pesa-
El de cabellos azul obscuro no discutió en absoluto, solo hizo lo que se le pidió mientras todos los jóvenes ayudaban a Isaka midiendo la estatura y el peso del castaño mientras este hacia los cálculos exactos de ello.
-Esta bajo del peso necesario- soltó candado Isaka.
Mientras todos salían de la habitación Nowaki se sentaba al lado de su castaño y besaba su frente para luego colocarle el paño de agua fría que dejo Isaka en su frente.
-Vas a estar bien- justo cuando dijo eso se escucho una fuerte explosión cerca y todos los soldados se pusieron en guardia.
Todos los refugiados estaban inconscientes incluyendo a Isaka quien estaba tirado en la puerta de la alacena escaleras abajo.
De repente oyeron un ruido proveniente del llanto de un niño al cual estaban llevándose y al darse vuelta lo vio. A su castaño siento llevado arrastrado, amarrado completamente mientras seguía inconsciente. ¿En que momento había llegado a su habitación no lo sabía pero no dejaría que se lo llevarán. Trato de subir a la camioneta sin ser visto una vez que esta ya había avanzado pero estos simplemente lo detectaron y dispararon sin mucho éxito real, lo máximo que lograron fue hacer que el de cabello azul se soltara pero eso les costó un error muy importante, el arranco la placa del carro y solo había un lugar que tenia placas de titanio y que por enzima de todo quisiera vengarse de el exacto. Rusia.
Ya decía el que había sido demasiada calma en medio de una guerra.