Pov Nowaki
7:00 am.
Marcaba en mi reloj.
Era mi última paciente (10 años) que había ingresado en la noche con una alta temperatura. Según la madre había presentado una fiebre leve, tos y decaimiento, pero durante el cuarto día empezó a empeorar con fiebre alta y disnea.
-¿Le volvió la fiebre? -pregunte a una de las enfermeras, mientras retiraba el termómetro de Risa
-No
-Bien -sonreí levemente
La pequeña se veía muy más agotada pero todo estaba normal.
Sus valores estaban bien.
Salí de la habitación y vi a la madre de mi paciente que se acercaba junto a un hombre bajo.
-¿Doctor cómo está mi hija? -me preguntó aquel hombre que la acompañaba, sin dejarla de abrazar
Al verlo bien, era muy parecido a Risa.
-La fiebre no ha vuelto y sus valores están estables - respondí -Por hoy se quedará en observación
El padre dió un fuerte suspiro.
-Gracias, muchas gracias doctor -me agradeció la mujer
Tenía las mejillas coloradas y los ojos algo rojos. Se veía más relajada.
Sonreí.
-¿Podemos pasar a verla? -preguntó el papá
-Aún está dormida pero pasen -dije y la vez salía la enfermera de la habitación
-Gracias -dijeron y entraron a ver a su hija
-¿Dr. Kusama ya se va? -me pregunto la enfermera
-Si -me daba unos pequeños masajes en el cuello
Estaba casado. Además de mi turno en la tarde, tuve guardia.
No pude dormir nada, había muchas emergencias y Risa estaba algo delicada.
-Gra-cias por su trabajo -dijo
-Gracias y gracias por ayudarme a cubrir el moretón -señale al costado de mi labio
Sonreí.
Me despedí y fui por uno de los pasillos a buscar mis cosas para irme.
ÁREA PROHIBIDA.
Solo personal autorizado.
Decía el letrero que impedía el paso de las personas. Solo con una tarjeta se podía entrar.
Saque mi tarjeta y la apoye en el sensor y entre.
Mientras guardaba mi guardapolvo dentro del locker, mi celular empezó a sonar.
Era mi alarma.
Anunciando que eran las 7:30.
Me senté en una de las banquetas de la habitación y me quedé pensando si me contestaría o no.
-Hola -no tardó ni tres segundos en responder
Sentía mi corazón latir apresuradamente.
Estaba nervioso.
-Ritsu..
Pov Yokozawa
Llevaba más de 10 minutos sentado en mi sofá con el celular en la mano pensando qué había pasado con Kirishima.
Trate de hablar con él después de lo ocurrido en el hora del almuerzo pero las dos veces que fui, estaba ocupado hablando por teléfono o no estaba.
A la hora de salida fui otra vez a buscar pero uno de sus editores me dijo que ya se había ido.
Lo llamaba pero no me respondía.
<<¿No me vas a responder? >>
Le había mandado un mensaje hace un minuto.
Resople.
Busque entre mis contactos y marque..
-¿Qué sucede Yokozawa? -me contestó
Lo sentí algo molesto.
-¿No puedo llamarte sin que me pase nada?
Estaba empezando a molestarme.
-Yoko… ¡Demonios!
Escuché un ruido fuerte.
-¿Qué pasó? -me acomode mejor en mi sofá
¿Qué estaba haciendo?
-Se me callo la vainilla -dijo
-Ahh..¿vainilla? ¿qué estabas haciendo?
¿Estaba cocinando?
Mire la hora en mi celular y marcaba las 7:15.
-Estoy haciendo hot cakes -respondió
El solo toma café por las mañanas.. a veces acompañado de algo de pan. Nada más.
-¿A esta hora? -dije
Takano no era fan de los desayunos.
-Ya había terminado pero estaba dejando todo servido en la mesa para que comiera Onodera.
¿Onodera?
Aparte el celular a un lado y exhale pesadamente.
¿Se había quedado en su departamento?
-Masamune… - no me dejo terminar
-Yokozawa, tengo que ir a tomar una ducha antes de salir. Nos vemos -me corto
Tire el celular a un lado del sofá.
¿Ese tipo no se cansa de causar problemas?
En el pasado Takano era una persona autodestructiva pero nunca fue violento.
Siempre fue serio y arrogante pero… ayer estaba fuera de sí.
Ring… ring
Agarré mi celular y vi que era Asahina-san quien me llamaba.
¿Por qué me llamaba tan temprano?
-¡Buenos días Asahina-san! - conteste
-¡Buenos días Yokozawa-san! Lamento llamarlo a esta hora pero Isaka-san quiere hablar con usted sobre lo ocurrido el día anterior -dijo
Debe estar furioso Isaka-san.
Toqué mi cara.
Estaba enojado.
Todo era su culpa.
-De acuerdo.
Me despedí de Asahina-san y fui a buscar mi maletín de la habitación.
Al salir de la habitación tomé mis llaves, guardé el celular en el bolsillo de mi pantalón y me fui.
Cuando llegué eran las 8:05.
Me había atrasado un poco porque había pasado por unos muffins en Starbucks.
Luego de unos minutos… no vi a Asahina-san en su escritorio.
Toqué la puerta de la oficina de Isaka-san pero nadie respondía.
Escuché las puertas del ascensor abrirse y vi que era Onodera pero no venía solo. A su lado estaba el mismo tipo que peleó con Takano.
¿Qué hacía aquí?
¿Vino a buscar pelea nuevamente?
Takano seguramente sería suspendido.
No podía permitir que él volviera a pelear por culpa de Onodera.
No lo permitiría.
-¿QUE ESTÁ HACIENDO ÉL AQUÍ?
Pov Kisa
-Ngh…
Me gustaba ver esa expresión en su rostro.
Era tan hermoso y malditamente brillante que me hacía desearlo más.
-Kisa-san espera…
Con una de sus manos intento tocar mi cabeza pero lo aparte con un golpe suave en la mano.
-Se va a quemar los huevos -sonreí y me metí uno de sus gemelos en la boca.
Al momento de hacerlo sentí sus piernas doblarse un poco y jadear más fuerte.
Di pequeñas mordidas mientras con mi mano aceleraba los movimientos en su grande y duro pene.
-¡Kisa-san! Ya me… estoy por venir- él sostenía fuertemente el mango de la sartén
Retire mi mano y volví con lo que estaba haciendo en un inicio.
Succione rápido y fuerte.
-Ngh… -cerró sus ojos
Al cabo de unos pocos segundos terminó.
20 minutos antes..
¡Miau! ¡Miau!
Me cubrí por completo con la sábana.
¡Miau! ¡Miau!
Tenía mucho sueño pero ese gato no dejaba de maullar.
No entendía como Yukina podía seguir durmiendo con ese ruido.
Habían pasado exactamente 15 días de haberse mudado aquí. No me molestaba que Yukina hiciera eso, todo lo contrario me gustaba que estuviera más cerca.
Me hubiera gustado saber de esto antes y evitar.. pensar demasiado.
En adelante podré verlo más seguido.
¡Miau! ¡Miau!
Me senté de golpe y no pude evitar dolor en la zona baja de mi espalda.
Anoche no pudimos ir al cine.
Sonreí.
Trate de masajear suavemente mientras miraba al hombre que dormía plácidamente a mi costado.
Brillaba aún dormido.
¡Miau! ¡Miau!
Tire la sábana fuera de mi y salí de la cama a buscar mi boxer. No lo veía por ninguna. Solo estaba mi pantalón y remera.
Baje por las escaleras y vi que estaba en el piso.
Lo levanté y me fui a tomar una ducha.
Luego de 15 minutos salí del baño y sentí un olor a café.
Fui a la cocina.
-¡Buenos días, Kisa-san! -me saludo con una de sus grandes sonrisas, mientras ponía sobre la mesa una taza de café.
El estaba sin nada en la parte de arriba que le cubriera, solo tenía puesto un pantalón.
-¡Bue-nos días! -me senté en una de las sillas y tome un sorbo de cafe
Estaba a la temperatura que me gustaba tomarlo.
Tomé otro sorbo.
Yukina estaba de espalda sacando unos huevos de la heladera y leche.
Podía ver su amplia espalda y sus brazos moverse para alcanzar la sartén y colocarla en el fuego.
Inspire y exhale profundamente.
Comencé a sentir calor y tomé otro sorbo.
No podía dejar de mirarlo.
Aparte mi mirada de él y miré el reloj que estaba en la pared.
7:20.
Y aún no estaba listo.
Tenía que ir a mi departamento a buscar unos folletos que necesitaría para la junta de esta tarde… y a las 8 tenía que estar en mi trabajo.
También tenía que cambiarme de ropa. No podía aparecer con la misma ropa del día anterior. No me dejarían en paz.
Tome un gran sorbo y termine mi café.
-Yukina, me tengo que ir -me levanté para ir a buscar mi bolso pero me detuve cuando lo vi mirarme con tristeza.
-¿Ya te vas? Acabo de poner los huevos en la sartén -me dijo mientras sostenía una espátula de cocina en la mano -Come primero y luego te vas
No podía dejar de ver su pecho, sus músculos y su… no tenía boxer.
Sentí mis mejillas arder.
Inspire profundamente.
¨El trabajo puede esperar…¨ pensé
Me acerqué hacia Yukina. Pase mi manos por su pecho y seguí bajando hasta llegar a donde quería y sin perder un segundo le bajé el pantalón.
Me relamí los labios
Respiro profundamente -Kisa-san..
Apagó el fuego.
Me hizo levantar del suelo para besarme.
El me besaba suavemente y con deseo, mientras una de sus manos tocaba mi espalda y la otra mi trasero.
-Nhg..
Nos besamos cada vez más rápido.
Sentía su fuerte deseo.
Pase mis brazos por su cuello y él aprovecho para levantarme del suelo.
Deje sus labios y rodee su cadera con mis piernas.
Ahora estaba a la misma altura que él o un poco más.
Empezó a besarme el cuello y… ¡Maldición!
Vi que eran las 7.40.
Me bajé de Yukina.
-¿Qué pasa?
Intento tomarme de las manos pero lo detuve.
-Me tengo que ir a trabajar -le di un corto beso y me fui a buscar mi bolso para irme.
Por suerte estaba en la entrada.
-Pero…¡Nos vemos Kisa-san! - lo escuche decir antes de salir
Continuará...