—¿Quién es él?— Cuestiona HanGeng quitandose el delantal mojado mientras HyukJae le pasa algo de papel para limpiar su ropa.
—El hijo del dueño de más de la mitad de negocios aquí en Corea.— Responde el gerente, entrando a donde ellos. —Así que más vale que te apresures, o él puede hacer que nos cierren el lugar.—
HanGeng resopla y su jefe sale de allí.—Eso es verdad, Hyung.— Continúa HyukJae enjuagando el delantal en el lavabo. —Choi SiWon podría hacer eso, y nos quedaríamos sin empleo.— Dice desganado. —Y después no tendríamos como pagar la universidad.—
—¿Pero por qué cree que puede hacer eso? ¿No piensa en las demás personas?— Geng ahora habla en lo que limpia lo que puede de su vestimenta.
Hyuk se encoge de hombros. —Al parecer no, o no le importa.—
—Es un maldito.— Una vez más su expresión denota lo molesto que está el chino. —¿Y quién es el chico que estaba de pie detrás de él?—
Y HyukJae suspira. —Es Lee DongHae, su asistente. Hace poco más de un año él iba en la universidad donde nosotros estamos... Pero desde que su familia se involucró con la familia de SiWon... …l cambió, y se volvió su asistente.—
—¿Cambió?— HanGeng lo mira de reojo, acomodandose el cabello, volviendo a colocarse la gorra.
EunHyuk le sonríe asisntiendo. —…l antes era muy lindo... Tu me entiendes.—
HanGeng ríe suavemente. —Entiendo.—
—Y pues él y yo...— Continúa diciendo EunHyuk hasta ser interrumpido.
—Han hyung, El señor SiWon de nuevo se pone histérico, y exige que vayas a entregarle su café.— Dice RyeoWook asomandose por la puerta. —Quise entregarselo yo, pero su asistente me detuvo.—
—Ahora voy, LiXú.— Dice sonriéndole al menor de ellos. —Xiéxié por ayudarme, EunHyukkie.— HyukJae da un par de amistosas palmadas en su espalda y ambos salen de allí.
—¿Cómo estás, hyung?— Le pregunta RyeoWook entregandole la bandeja con la taza de café.
—Estoy bien, Xiéxié.— Sonríe a Wook y toma la bandeja. —¿Te ha hecho algo ese idiota?
—Sólo me habló mal mientras limpiaba el desastre que hizo, pero nada que importe.— Se encoge de hombros y HanGeng bufa. —Bueno, ahora vengo.—
Y camina de regreso a encontrarse con aquel sujeto con poco sentido común.
Nota como EunHyuk limpia las mesas cercanas, brindandole una sonrisa al asistente de SiWon, DongHae, causandole reír sutilmente.
—Hasta que por fin llegaste, plebeyo.— Habla SiWon siendo despota una vez que HanGeng de nuevo está frente a él.
"Insoportable" Piensa Geng, más sin embargo forza una sonrisa, necesita y debe mantener su empleo.
—Si. Aquí está su café cappuccino, Señor.— Responde HanGeng manteniendo su sonrisa, colocando el pequeño plato con la taza de café sobre la mesa.
Y su mente de repente vuelva.
Se imagina así mismo lanzandole ese caliente café encima a ese desconsiderado sujeto, ensuciandole y echandole a perder ese traje que seguramente cuesta más de lo que todo su propio guardaropa.
SiWon gritando por ello, pero él carcajeandose, habiendole dado una probada de su propia medicina.
Pero se reprime con un pesado suspiro, y prosigue a entregarle su café.
—Americano, como usted.—
SiWon arquea una ceja, sin quitarle la mirada de encima. —¿Cómo yo?—
DongHae se mantiene allí, detrás de Choi, creando una mueca de rareza ante el comentario del extranjero, dandose cuenta luego al haber estado distraído con la sonrisa de HyukJae a lo lejos.
HanGeng ríe internamente, pero sólo asiente con energías. —Como usted lo pidió.—
—Oh, de acuerdo.— Contesta SiWon encogiendose de hombros.
—Como usted de amargo.— Murmura muy bajo y se da la media vuelta.
Pero SiWon lo ha escuchado.
Azota la mano en puño contra la mesa, provocando que dicho movimiento cree una pequeña ola dentro de su oscuro café.
A HanGeng no le importa, sigue caminando, gustoso de ello.
—¡Regresa aquí, chino afeminado!— Grita poniendose de pie, causando de nuevo que todos giren a mirar hacia ese lugar.
Geng sólo ríe, ignorandolo.
DongHae nuevamente detiene a SiWon, pero este sólo le avienta el brazo, molesto. —¡No te atrevas a ignorarme!— Y comienza a caminar hacia él.
HyukJae ve todo aquello y parece como si le hubieran encendido una alarma, pues corre en ayuda de su mayor, tomandolo del antebrazo cuando SiWon coloca su mano sobre el hombro de Geng, dandole la media vuelta de manera brusca, y EunHyuk lo suelta.
—¡¿Quién te crees?!— Cuestiona SiWon a gritos. El color rojo de su sangre hirviendo poco a poco asciende a su rostro, más que molesto.
—¡¿Quién te crees tú para tratar así a la gente?!— Responde el chino a su mismo tono.
Choi empuña ambas manos a sus costados. Enojado, bastante enojado.
DongHae se acerca a SiWon, dando una mirada de reojo a HyukJae.
Le susurra algo a Choi, y SiWon sólo observa a Geng de soslayo.
Y sonríe.
—Sólo eres un pobretón.—
HanGeng se cruza de brazos.
—Pediría que perdieras tu trabajo, pero haré algo mejor.—
—¿Qué?— Pregunta HanGeng sin dejar de mirarlo.
El gerente de la cafetería está de pie un poco alejado de ellos, sorprendiendose cuando SiWon le dedica una sonrisa.
—Lo felicito. Contará con mi grata presencia diariamente.— Y le sonríe a Geng, él creando una mueca de extrañeza.
—Vendré todos los días a desayunar aquí, y...— Se mantiene en silencio por breves segundos, buscando crear impaciencia a los demás. —Y quiero que sólo él, me atienda.— Cuando dice la palabra "él", señala a HanGeng, sin respeto, y cuando iba a reprochar, HyukJae vuelve a tomarlo del antebrazo.
—E-Está bien, señor. Será como usted lo desee.— Responde el gerente.
—Veremos quien es más amargo, quién se harta primero.—
Y con una risilla burlona se acomoda las solapas de su traje y empieza a caminar rumbo a salir de allí, dejando el café americano en la mesa, haciendole una seña a DongHae para que pague aquello sin siquiera haberlo probado, como si sólo hubiera ido a molestar.
Y así será diariamente.
—¡DongHae!— La voz de SiWon de nuevo se hace sonar, pues DongHae se despide de EunHyuk con una sonrisa, y poco después sale corriendo de allí.
HanGeng resopla, pues todos los días tendrá que soportar a ese malcriado.
Terminando su jornada laboral, sale de la cafetería observando su bicicleta arruinada, dando un bufido y pasandose la diestra por el cabello, teniendo la zurda sobre su cadera.
—¿Y ahora que hago?— Dice en voz baja para después morderse el labio.
HyukJae sale de la cafetería con dos mochilas entregandole a su hyung una de ellas. —Creí que sería mejor traerla después de que me ignoraste cuando fui a despertarte para llegar temprano al trabajo.— Dice mientras el chino toma la mochila y le sonríe. —Lo siento.—
El coreano rueda los ojos riendo tenuemente. —Siempre es lo mismo, ya no tengas cuidado.— Y dirige la vista hacia la bicicleta.
—¿Ahora como iré a clases, EunHyukkie?— HyukJae crea una mueca y se agacha a tratar de arreglar la bicicleta, dejando su mochila a un lado.
Desde que HanGeng llegó de China, y EunHyuk se encontró con él en la universidad con notorios problemas con el idioma entre otras cosas, apartir de su amistad, HyukJae decidió ayudarlo, pues apesar de que HanGeng es muy dedicado en lo que hace, también suele ser algo "torpe" y muy influenciable, y siendo extranjero, eso haría que los demás estudiantes se aprovecharan de él.
EunHyuk se levanta y le sonríe. —Creo que la he arreglado.—
HanGeng observa su bicicleta y sonríe ampliamente, abrazando a su mejor amigo. —¡Muchas gracias!— Le dice en su idioma natal. Hyuk sólo palmea su espalda y como siempre, antes de irse ambos guardan su gorra y delantal del trabajo en la mochila, dirigiendose luego a la universidad.
-
Llegando tiempo después a la universidad, HanGeng y HyukJae dejan las bicicletas en su respectiva zona, percatandose del barullo que hay justo en la puerta principal.
—¿Qué sucede?— Cuestiona EunHyuk, a lo que el chino sólo se encoge de hombros mientras ambos se acercan a donde la multitud.
Y por fin logran ver.
Una pequeña lona colocada en la puerta principal.
"Concurso de repostería.
El concurso se llevará acabo en las instalaciones de la universidad.
Los participantes deberán cocinar su más esquicito postre acompañado de un café y competir no sólo por ser sólo el mejor, sino por conseguir un empleo estable de un año con todo y estadía, y un semestre completo pagado de sus estudios."
A HanGeng se le ilumina el rostro al leer aquello, y HyukJae voltea a mirarlo. —No puedes desaprovechar esta oportunidad, hyung. ¡No hay alguien mejor que tu!— Exclama el menor animando a su amigo, causando que el extranjero sonría halagado.
—Eso haré, EunHyukkie, ganaré.—
—No lo creo, bebé.— Responde una voz detrás suyo, caminando hasta acercarse a ellos.
HanGeng frunce el ceño. —¿Por qué no lo crees, HeeChul? Y no me llames de esa manera.—
—Yo te llamo como quiero.— Contesta rápidamente. —Yo te ganaré, pero no te preocupes. Dado a que eres tan lindo, compartiré mis ganancias contigo.—
El chino crea una mueca y HyukJae frunce el ceño.
Kim HeeChul es compañero de clase de ambos.
Es unos cuantos meses mayor que HanGeng, ¿Y él que hace aún estudiando?
Pues es que HeeChul no es la digna imagen a seguir de lo que se dice 'una persona estudiosa'.
Dos años reprobados, pues en lugar de centrarse en sus estudios, sólo se preocupa en su imagen, en su belleza, en hacerle saber al mundo que él es la belleza más indómita de la creación... Sólo ante sus propios ojos.
HeeChul siempre ha acosado a HanGeng desde que llegó a la universidad.
No, él no es homosexual, sólo es bisexual, pero siempre ha tenido un gusto especial hacia los chicos y chicas extranjeros, y cuando se enteró de que Geng es homosexual, una chispa nació en él, y comenzó a acosarlo, siempre siendo rechazado, eso encendiendolo más porque según él, nadie debía rechazar jamás a Kim HeeChul.
—HeeChul, no ganarás. Tus cocina no se compara con la de Han hyung.— Dice HyukJae con toda sinceridad, provocando que aquel chico de apariencia femenina frunciera el ceño. —¡Tu cállate! Que si tu te inscribieras, no tendrías ni la más remota esperanza de ganar, señor galletas sin hornear.— Dice aquello último en tono de burla, pues es que hace unos meses para un examen, HyukJae había tenido tanta tarea que se había olvidado de hornear su proyecto de galletas la noche anterior, y así las tuvo que entregar.
—Cálmate, HeeChul, déjalo en paz.— Dice HanGeng defendiendo a su mejor amigo.
—Sólo quiero decir que los premios realmente llaman la atención, sobre todo al saber para quienes trabajaría la persona que gane, o sea yo. Pues todos dicen que pagan muy bien a sus empleados, apesar de sus malos tratos, pero... Soy Kim HeeChul, y a mí nadie me trata mal.— Comenta acomodandose su ligeramente largo cabello hacia atrás del hombro.
HanGeng abulta los labios con duda. —¿Para quién trabajaría el ganador?—
HeeChul iba a responder hasta que EunHyuk después de mirar su reloj, crea un sonido de impacto, inhalando un poco de aire. —¡La clase comienza en un minuto!— Y HanGeng y él empiezan a correr hacia dentro, dejando a HeeChul allí de pie, rodando los ojos, pues él jamás se preocuparía por algo así.
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