Kouki: Este lugar... parece interesante
El chico bajó del autobús en que venía, sonrió y comenzo su camino. Al día siguiente, Kouki había rentado un apartamento y continuaba su búsqueda, sin embargo, al no encontrar nada, regresó a su casa y se recostó en el sofá.
Kouki: Ahhh ¿Por qué es tan difícil encontrarte? ¡¿Donde estas hermana?!
En ese momento tocaron a su puerta y cuando fue a abrir se encontró a una persona muy bonita; tenía el cabello largo, recogido en una coleta y vestía una camisa verde clara y un pantalón azul oscuro.
Asahi: Buenas tardes, mi nombre es Asahi Kihana, me acabo de mudar al departamento de al lado esta mañana, vamos a ser vecinos a partir de ahora, es un gusto conocerte.
Kouki: Si, igualmente señorita, yo soy Kouki Sakuragami y...
Asahi: ¿Señorita? Ehmm... soy un chico
Kouki: ¿Un chico? Ah, lo siento, yo creí que...
Asahi: Descuida, desgraciadamente todos lo creen
Kouki: jijiji, perdóname, no quería
A ellos se acercó una niña rubia, como de 10 años, de apariencia tierna, pero con ojos rojos y pequeñas orejas puntiagudas.
Kouki: ¿Eh? ¿Quien es ella?
Asahi: Ella es Miku, mi hermana menor
Kouki: Oh... parece un poco extraña, sus ojos y oídos son...
Asahi: Tal vez sea porque ella no es humana
Kouki: ¿Que? ¿Que no es humana?
Asahi: Es un demonio
Kouki: ¡¿Que?! ¿Como que un demonio?
Asahi: Si, ¿No lo sabías? Esta ciudad está llena de demonios
Kouki: Y de locos
Asahi: ¿Dijiste algo?
Kouki: No, nada, pero a que te refieres con eso?
Asahi: Mira, si quieres puedo entrar a tu casa y contarte todo lo que se
Kouki: Si, claro, pasa.
Dicho esto los dos chicos entraron al departamento de Kouki y Asahi comenzó su explicación.
Asahi: Hace mucho tiempo, en épocas antiguas, los demonios convivían pacíficamente con los humanos, parecían buenos, sin embargo tenían un secreto, su cuerpo y su espíritu estaban separados, podían vivir sin cuerpo, pero su espíritu se oscurecería, un día fueron engañados por uno que era retorcido y siniestro y todos perdieron sus cuerpos, se volvieron malvados y atacaron a las personas, estas, asustadas, los sellaron en un templo, donde permanecen actualmente
Kouki: ¿Y no pueden salir?
Asahi: Ellos solos no, pero cualquier humano puede sacarlos
Kouki: ¿Como?
Asahi: No pueden despertar sino tienen un cuerpo, así que si se les brinda uno renacerán como compañeros de quien se los dio
Kouki: ¿Como que brindar un cuerpo?
Asahi: Por ejemplo; yo perdí a mi hermana hace un par de años por una enfermedad y como la extrañaba mucho lleve su cadáver a ese templo y se lo ofrecí a un demonio, así renació como Miku
Kouki: ¿Y es como si fuera tu hermanita o el demonio que era antes?
Asahi: Ambos, pero principalmente Miku, ya que les dan vida a los cadáveres se llaman "demonios de la vida"
Kouki: ¿Demonios... de la vida?
Asahi; Si... Nosotros hacemos esto porque extrañamos a las personas o porque necesitamos poder para algo
Kouki: Oh y... ¿Crees que uno de eso demonios podría ayudarme a buscar a mi hermana perdida?
Asahi: Supongo que si ¿Quieres hacerlo?
Kouki: No lo se ¿Hay riesgos?
Asahi: No realmente, aunque al hacer un pacto te llenas de poder y necesitas aprender a controlarlo
Kouki: Entiendo, entonces esta bien ¡Quiero hacerlo!
Asahi: De acuerdo, te ayudare ¿Tienes algún cuerpo que puedas usar?
Kouki: No, pero pronto lo tendre
Asahi: ¿Pronto... lo tendrás? No me digas que vas a matar a alguien
Kouki: ¿Matar? No, pero... Ven, sigueme.
Ambos se dirigieron a una habitación.
Kouki: Ten cuidado con las cajas, me mude ayer y no he desempacado
Asahi: Si, descuida, yo tampoco
Kouki: Mira, aquí está el pobrecito, se esta muriendo y no puedo ayudarlo
Asahi: Ahh, es... un perro
Kouki: Si, mi pobre perrita Michi, no quiero perderla
Asahi: Pues yo nunca he sabido de alguien que utilize un animal, pero quizás pueda funcionar
Kouki: Si, quiero intentarlo, así...
En ese momento se murió la pobre Michi y los ojos de Kouki se convirtieron en fuentes
Asahi: Oye ¿Te encuentras bien?
Kouki: ¡Michi!!
Asahi: Tranquilo, recuerda que puedes revivirla
De inmediato sus lágrimas desaparecieron y sonrió ampliamente.
Kouki: ¡Cierto! Vamos ahora mismo.
Kouki lo tomó del brazo y se lo llevó arrastrando
Asahi: ¡Espera! ¿Sabes al menos a donde vamos?
Kouki: Ah, cierto ¿Donde es?
Y así ambos fueron al templo a conseguir un compañero demonio para Kouki.