Me encontraba sentada en una de las bancas del gran jardín, mis clases habían concluido, y escapando de todas mis amigas me marche de la escuela. Estaba desanimada, era uno de esos días que hubieses preferido quedarte recostada en la cama.
Sentada miraba a las personas ir y venir, pero solo miraba eso. Iban y venían, pero no mas allá. ¿Qué pasaba por sus mentes? ¿Cuáles eras sus preocupaciones?, sus problemas, sus temores, ¿Qué les atormentaba este día? ¿Qué fue de ellas el día anterior? ¿Qué será de ellas mañana? Era curioso cómo es que le pones mas atención a los demonios de las personas, solo cuando los tuyos también están inquietos.
Como era que alguien se puede sentir la peor persona del mundo, dándole tu papel principal a alguien más, que si alguna vez te hizo reír con mil palabras, ahora te mandaba directo al suelo con solo unas cuantas.
Agache mi rostro hasta mis rodillas, ocultando mi rostro avergonzado en ellas, colocando seguidamente mis manos en mi nuca, como si fuera a ser arrestada. "Esa chica, estúdiate, solo está cansada de su largo día de clases", sería el primer pensamiento que cruzaría por una persona de las que pasaban y me miraban. "No señora, esta es una chica que acaba de huir de su escuela avergonzada, pues, acaba de lastimar a una amiga muy querida para ella", le diría en respuesta. ¿Cómo es que había llegado a hacer algo tan semejante? ¿Cómo era que había hecho algo así?, suspire.
-Ho, con que aquí estabas- escuche una voz de sobre mí, justo en frente.
Levante el rostro. No me sentía digna de nada en este momento, pero de la misma forma, yo no era de las personas que se doblegaban ante nadie.
-Mireille- mencione cuidadosamente el nombre de la chica que se encontraba parada frente a mí- ¿Qué pasa?
-Eso es lo que yo me pregunto- dijo esta y acto seguido, se hecho a un lado para sentarse- ¿Qué es lo que sucede?
-¿Por qué lo preguntas?- dije tratando de asegurarme de que el tema fuera el mismo y no alucinar palabras
-Susan me llamo- dijo Mireille y no menciono más, y con toda razón. Esas palabras fueron suficientes para darme cuenta que estábamos en la misma conversación
-Ya veo...- dije desanimadamente, y me gire a ver a Mireille, tratando de encontrar algo que decir- entonces no es necesario que diga palabra alguna ¿Verdad?
-No, no es necesario- dijo esta apoyando su mano en mi rodilla- no amenos en palabras, pero si en sentimientos... Brillit, no es culpa tuya...
-¿No lo es?- dije interrumpiendo a Mireille- ... Claro que es mi culpa, todo esto pudo evitarse... Pudo ser frenado, pero no lo fue, no hice nada para evitarlo aunque sabía, aunque fuera inconscientemente, lo que estaba haciendo
-No es verdad- dijo Mireille en un intento de frenar mis autoreclamos- Brillit, cuando alguien está enamorada, el resto de mundo se borra y se vuelve solo una mierda que se ve desde arriba.
Valla sutileza y encanto que utilizaba Mireille en sus palabras.
-No Mireille- dije- esta vez creo que...
No había palabras que decir, mi mente se encontraba en un vacío total. No encontraba palabras para describir lo que quería decir.
-Hablen con ella- dijo Mireille con tal seriedad y decisión en sus palabras- Jeny solo quiere escucharlas en este momento, aunque su actitud diga que no es así... Ella mereció ser escuchada, ustedes merecen ser escuchadas
-¿Y qué le puedo decir?- dije ingenua, las palabras de Mireille me mostraban algo de ánimos hacia mí, pero no podía, no quería, tomarlos en cuenta
-Puedes decirle muchas cosas- dijo Mireille, tratando, una vez mas de animarme- si hablas sinceramente, con la verdad, la determinación, y el arrepentimiento correcto, entonces, todo lo que digas estará bien... Ve por Susan, que esto, lo tienen que hacer juntas.
Me puse en pie, Mireille tenía razón, no podíamos escapar de lo que habíamos hecho quisiera o no tenía que enfrentarme a esto. Aunque el temor me carcomiera viva, pues este sentimiento era muy real, presente y fuerte. Que era precisamente el que me movía a tomar las palabras de Mireille y ponerlas en juego. Si no hacia esto ahora, sabía perfectamente, que mañana, y los siguientes días, sería como atravesarme puñales que se convertirían en cicatriz, una cicatriz que de poder haber sido nada, se convertiría en un amargo recuerdo que vería a cada momento.
-¿Donde esta Susan?- pregunte a Mireille de donde se encontraba su ubicación para ir en su búsqueda.
-En su departamento- dijo mientras se acomodaba bien en la banca, creo que pensaba quedarse en ese lugar
-Muy bien- dije en despedida, y emprendí mi marcha rumbo al departamento de Susan.
Obviamente el camino no fue largo, o tal vez no me pareció tan largo.
Llegue a la puerta del departamento de Susan, y estaba dispuesta a tocar, pero, me detuve. No podía hacerlo la determinación que me había construido Mireille, nuevamente, comenzaba a romperse creando en mí, duda. Retrocedí mi mano. "Ve por Susan, que esto, lo tienen que hacer juntas", recordé las palabras de Mireille. Era verdad esto era algo que Susan y yo teníamos que hablar juntas con Jeny. Pero no podía hablarle... No podía.
Di la vuelta y comencé a descender las escaleras, lo intentaría yo sola, hablaría con Jeny. Tal vez Susan debía estar presente para que no surgiera ningún malentendido, pero, no tenía el suficiente coraje como para hablar de esto frente a ella.
Llegue a los pies del edificio, y comencé a caminar rumbo a la casa de Jeny.
Mientras caminaba, iba pensando en que podría decirle a Jeny, no es que buscará una excusa, pues esto no tenía definitivamente justificación. El problema era que no sabía muy bien cómo hablar. Sabia donde vivía Jeny, pues ella me había dado su dirección para que pasara por mis libros, si algún día los necesitaba y aun no me lo había entregado.
Camine durante un rato, el tiempo se me hizo eterno. Me estaba poniendo muy nerviosa, y el recordar la reacción que había tenido en el momento en que había encontrado a Susan y a mí en el pasillo hacia unas horas, no me hacía sentir mejor. Se había molestado o incluso más que eso, de verdad se sentía lastimada. Y así como me dolió el hecho de que nos llamara traicioneras, me dolió un poco más que cuando se fue huyendo, Susan corrió tras ella. Eso era normal, pues ella era su novia, mas sin embargo eso a mí me pesaba cada minuto, y el ver sus acciones de amor era lo que más podía derrumbarme.
Llegue a la dirección, y mire la puerta. Solo unos segundos observe detalladamente la entrada de su casa, alce la mano y llame a la puerta. Espere solo unos segundos.
Jeny no fue la que salió, sino una mujer ya mayor, suponía que era su madre, le pregunte a ella sobre Jeny, y esta me hizo pasar a la casa y me dirigió a la que era su habitación. Cuando llegamos, esta llamo a la puerta, me dijo que esperara y después se marchó. Espere, hasta que Jeny abrió.
Al abrir la puerta, Jeny se sorprendió un poco de verme ahí parada, creo que no me esperaba, y bueno eso era comprensible. Sin embargo después de que su asombro paso, se hizo a un lado y me indico que pasara.
-Jeny yo... - comencé a hablar una vez que estuve dentro, pero en realidad no sabía muy bien aun lo que quería decir- ... Bien a disculparme... Y bueno...
-No lo hagas- me interrumpió de improviso-No te disculpes.
La mire sorprendida, después aliviane un poco mi expresión, y esta vez mostré vergüenza. Al ver que no decía nada Jeny hablo nuevamente después de un rato.
-Solo dime ¿Por qué lo han hecho?- dijo está conteniendo, no sé si molestia o tristeza- ¿Solo jugaban?
Ya no le mentiría mas así que, fueran cual fueran las consecuencias hablaría con la verdad.
-No- dije cuidadosamente- no era un juego, pero tampoco lo hemos hecho con la intención de lastimarte... Actuamos sin pensar, lo reconozco.
Jeny suspiro y se quedó pensativa un momento más, después continúo un poco más tranquila.
-Muy bien Brillit- dijo calmadamente, pero con gran seriedad en sus palabras- ¿Qué hay entre Susan y tú? ¿Qué es lo que sientes por ella?... Me interesa solo y exclusivamente, saber tus sentimientos, pues, los de Susan ya los conozco
-¿Qué quieres decir?- pregunte confundida y extrañada de sus palabras
-Quiero decir, que ya se perfectamente lo que Susan siente por ti, y a qué grado son esos sentimientos... Pero tú...- Jeny silencio dándome a entender que no hablaría más hasta que mencionara palabra alguna
-Antes ni siquiera yo podría responderte eso... Pero creo ahora lo sé- comencé a hablar- cuando conocí a Susan, en realidad no sentí nada especial, nada fuera de lo común... Por la que sentí atracción fue por ti. Comenzamos ambas un estúpido juego de competencia por conquistarte... Pero sin darme cuenta llegue al punto en que buscaba más a Susan con la excusa de tener ese juego en común. Me gustaba molestarla y busca que se enfadara. Comencé a darle más prioridad a ella que a cualquier cosa del día, llegando al punto en que ya no pude desapartar mi vista de ella y las demás cosa dejaron de interesarme. Lo que más me sorprende es que eso sucedió tan rápido, en tan solo unos días, que me negaba a creer que estos sentimientos significaban algo... Pero no importa lo que diga o haga esto es algo que sin pensar sucedió, creo, creo que no me me gusta el que sea así, pero lo siento Jeny... Me enamore de ella.
-Lo sé- Jeny hablo rápidamente, creo que ella ya lo sabía y ya lo había asimilado hace mucho- no eres muy disimulada, eres muy obvia... Es por eso que le pedí a Susan que fuera mi novia... Porque note como la mirabas, y porque note como Susan te miraba.
Mire intensamente a Jeny, no creía lo que sus palabras querían decir. Puse atención a cada una de sus palabras.
-... Brillit- dijo Jeny preparándose mentalmente para lo que diría a continuación- He estado enamorada de Susan desde que la vi, y cuando ella se figo en mi fue uno de los momentos que más me han hecho feliz... Puedo ver cuando alguien más le atrae alguien, puedo ver cuando a Susan le gusta alguien... No importaba que tanto Susan me quisiera, no importaba si ella me amaba de igual forma que yo a ella, jamás, jamás Susan se atrevió a tener una relación formal con migo, y en realidad yo tampoco quise forzarla. Cuando Susan salía con alguien mas no me importaba, pues en su mirada se notaba que no le interesaba ninguna de las que salían con ella. Sin embargo su mirada cambio con tigo, y eso fue lo que me alerto... He estado esperando a Susan desde entonces Brillit, más que tú, así que me siento con el derecho de que ella este a mi lado, es por eso que no puedo permitir que me la arrebates.
Había escuchado cada una de sus palabras, pero me negaba a aceptarlas... Ahora entendía porque Mireille dijo que era mejor que las tres habláramos juntas.
-Y entonces, a que quieres llegar- le pregunte con temor- ¿Qué puedo hacer para que perdones a Susan? ¿Qué puedo hacer para que me perdones?
-Habla con ella- dijo Jeny con decisión en sus palabras- dile que ya no quieres ser nada de ella, ni siquiera una amiga... Que la odias y que en tu vida la quieres tener cerca más... Que tú ya no estas enamorada de ella- Jeny camino apresurada hacia la puerta de su habitación y la abrió indicándome que me marchara- dile eso y todo esta perdonado... Ella y yo continuaremos por nuestro camino y tú... Continuaras por el tuyo.
Camine lentamente fuera de su habitación, y al salir por completo, Jeny serró rápidamente.
Me despedí dándole las gracias a la madre de Jeny, salí fuera de la casa y me puse en marcha hacia mi edificio.
Jeny solo me había dado una salida para poder olvidar el engaño de Susan y que todo estuviera perdonado, y eso era el olvidarme de Susan.
El caso era ¿En verdad estaba dispuesta a olvidar a Susan?, negar todo lo que sentía por ella, dar media vuelta y marcharme de su vida. Era mentira, yo no la odiaba, pero tenía que decírselo, yo la amaba, pero tenía que olvidarme de ella. ¿Qué respondería Susan ante esto?, ella estaría dispuesta a alegarse de mi con tal de que Jeny la perdonara. No lo sabía, podría ser que Susan de verdad sintiera algo fuerte por mí, así como podía ser falso. Arriesgarme a perder a Susan por quedarme a su lado, ese era el problema, pues así como podía ser pasajero sus sentimientos, podía ser algo real. Un día de su vida o el resto de ella, ¿En que acabaría si mi decisión fuera quedarme con ella?
Solo pensaba en eso, en lo que ella deseaba, pues por mi parte, estaba dispuesta a renunciar a ella si eso es lo que quería, si eso es lo que la haría feliz.
Después de lo sucedido en la escuela no me había encontrado con Susan, pues después de que Jeny salió corriendo, Susan salió tras de ella, no sin antes dedicarme una mirada de odio... Esto había sido culpa de ambas, sin embargo sentía más culpa en mí. Pues yo había sido la que se había negado a alegarme de ella. Pero me trataba de animar pensando que en esta ocasión la vería con el único objetivo de despedirme de ella, aunque no es más que el temor a mirarla cara a cara y decirle que la odiaba, y el saber su respuesta de aceptación al decirle que debíamos alegarnos la una de la otra.
Llegue al edificio en el que vivíamos, y comencé lentamente a subir las escaleras. Me encontraba a solo unos paso de llegar al departamento de Susan.
Nuevamente me preguntaba mentalmente que podría decirle. Llegue a su puerta, y levante mi mano para llamar a ella. Agache la cabeza y toque, una, dos, tres veces hasta que escuche que alguien se acercaba. La puerta se abrió.
-¡Ho!, hola Brillit- dijo extrañado Marcos, suponía que después de no haberme visto todo el día, le sorprendía que fuera a visitarlos- ¿Sucede algo?
-No nada- mentí a Marcos y le mostré una forzada sonrisa- ¿Esta Susan?
-Claro- dijo no muy convencido con mi sonrisa. Se hecho a un lado y me indico que pasara- está en su habitación, entra
-Ok, gracias- dije y entre, dirigiéndome lentamente camine rumbo a la habitación de Susan
-Por cierto- dijo Marcos llamando mi atención. Gire para verlo- Susan me mando a comprar la comida, así que tengo que salir... Nos vemos.
Dicho esto se marchó. Susan jamás manda a Marcos a comprar la comida. Él me había mentido, creo que noto que el asunto que quería tratar con Susan de verdad era serio.
Me gire para continuar mi camino, hasta que me encontré frente a frente con la puerta de la habitación de Susan. Suspire, era el momento.
Llame a su puerta.
Espere unos momentos hasta que escuche que alguien se dirigía a la puerta, después escuche que el seguro de esta era retirado. La puerta se abrió dando permiso a mi vista de mirar a la persona que se encontraba dentro.
Susan se miraba triste, y aunque no le sorprendió verme igual de desanimada, si le sorprendió mirarme fuera de su habitación.
-Brillit- dijo con sorpresa, y después de que esta paso hablo más relajada y normalmente- ¿Sucede algo?
-Necesito hablar con tigo- dije seria mente. Ni siquiera espere a que Susan me permitiera entrar.
Echándola a un lado me habría camino hacia dentro de su habitación. Ella no dijo nada y una vez que yo me encontré dentro, ella cerró la puerta.
-¿Y de que deseas hablar?- dijo Susan con desanimo- porque no tengo ánimos así que date prisa
-Descuida- dije y la mire directa y seriamente- ... Seré breve y rápida. Suspire.
Era el momento, tenía que hablar por fin, y a lo que más le temía era a cuál sería la respuesta. Sin embargo, en un momento lo sabría.
Sonreí y Susan lo hizo también, pero ella por extrañeza y yo por tristeza. Su sonrisa era hermosa, y si la única forma de verla sonreír era haciendo que ella se alejara, con justo lo haría. Pero, era extraño, aun ella se encontraba a mi lado y yo, sin embargo ya la echaba de menos.