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Buscándote, encontré más por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Yugi-oh! Y sus personajes no me pertenecen. Si fuera así Yami no se hubiera ido y terminaría estando con Yugi, igual que Ryou con Bakura y Malik con Marik.
Además Tea se iría al tártaro por p*rr* xD.
Denle like a mi página de face, se los agradecería un montón, allí se entraran sobre los fics que subo y cuando actualizo, también subo imágenes de Yugioh =3
https://www.facebook.com/pages/DanyNeko/786629491430778?ref=hl

Ryou.

Cuando Marik llegó yo ya estaba listo desde al menos 5 minutos, si, así de emocionado estaba; como sea me subí en su moto y él puso marcha al nuestro lugar de encuentro ese día... claro, no sin antes decirme lo lindo que me había puesto para Bakura y no sé qué otra tontería.

Los paseos en la moto de Marik siempre me eran agradables, él hacia giros bruscos o aceleraba de pronto solo para subirme la adrenalina y hacerme gritar... y a decir verdad se me hacía muy entretenido.

Bakura.

Cuando estuve listo fui hasta el cuarto de Malik para que nos fuéramos pero lo encontré tumbado en la cama con una expresión pérdida, solo mirando al techo con un brazo cubriéndole la frente.

— ¿te ocurre algo Malik? —le pregunté sentándome a su lado en el lecho, la mirada de Malik vaciló un poco por todo el techo, su respiración era pausada y profunda lo cual me preocupó.

—Yo... Yo tuve un sueño extraño —me dijo sin cambiar ni un poco su posición.

— ¿Un sueño raro? ¿Quieres decirme de que trataba? —tanteé, acariciando con una mano su cabellera.

—Habían muchas escenas borrosas a mi alrededor, no podía reconocer nada... —le escuché atentamente sin decir nada —Luego hay alguien frente a mí, no le veo bien pero se parece... a ti —me miró reflejando el mismo desconcierto que yo... Malik soñando... ¿conmigo? —no podía escucharlo bien, pero estaba cantándome, no reconozco la canción pero me hacía sentir muy bien... tranquilo y en calma.

Al escucharlo lo supe de inmediato, debía ser Ryou. No pude evitar sentir cierta envidia, si la voz de Ryou era preciosa de por sí cantando debía ser el coro de los ángeles, me encantaría escucharlo... Aunque eso me daba una gran idea.

—Hunmmmn ya tendrás tiempo para analizar eso pequeñajo—le hablé tratando de que dejara eso aparte por el momento —recuerda que quedamos hoy con Ryou y Marik —le dije enfatizando el nombre de mi amigo, Malik no me lo había dicho pero yo sospechaba que Marik le agradaba mucho.

Malik se ruborizó y me gritó por el nombre sacándome a empujones de su cama y de la habitación lo cual me hizo reír mucho y Malik se ruborizó aún más.

—Ya cállate y vámonos Bakú —me dijo totalmente avergonzado.

—Ya nos vamos Akefia —me despedí de mi hermano cuando ya estábamos en la puerta, justo cuando al abrir me topé con mi cuñada — ¡Hola Kisara nee-san! —le saludé con una sonrisa.

—Hola Baku, Malik — nos saludó tan amablemente como siempre. Llevaba un lindo vestido azul claro que hacia juego con sus brillantes ojos — ¿van a salir? Que les vaya bien chicos —nos deseó mientras entraba, cerré la puerta y Malik y yo nos pusimos en marcha.

Llegamos a la entrada justo cuando la moto de Marik aparcaba, Ryou se bajó de la misma y se quitó el casco moviendo un poco su cabeza para acomodar su brillante cabello. Ese sencillo acto me dejó embobado, Ryou es taaaaaaaan lindo. Para suerte mía no escuche ningún estúpido comentario de Malik, y ¿cómo? Si el chico estaba sumamente enfocado en Marik.

Hablando de Marik alcancé a notar que le dijo algo a Ryou, este se sonrojó pero rio de lo sea que mi amigo dijera, fruncí el ceño, si algo le envidiaba a Marik era la ligereza con la que lograba hacer sonreír a mi precioso Ryou, Marik siempre lo hacia reír estuvieran donde estuvieran y dijera la tontería que dijera, pero lo que me molestó fue el rubor en las mejillas de mi pequeño.

Malik y yo nos acercamos de inmediato.

—Seguro que estas bien, corazón? No iba muy rápido para ti?

Ryou rodó los ojos —Baka  —le dio una palmada en el hombro —en realidad es divertido —le respondió con una sonrisa.

Marik rio, Ryou emanaba una dulzura e inocencia incomparable. Miré a mi lado y Malik no apartaba sus ojos de mi amigo, sonreí ladinamente y le pasé un brazo por los hombros mientras avanzábamos hacia ellos.

—Hola —nos anunció Malik con ánimo.

—Malik! —Ryou se apresuró a abrazar a su hermano con una brillante sonrisa y luego le dio un beso Malik quien enseguida trató de llamar la atención de Marik, y en cuanto la obtuvo me dirigí hacia Ryou.

—Hola pequeño —le di sonreí de lado rodeándolo con mis brazos, Ryou me miró sonrojado pero me dio una tierna sonrisa que me fascinó.

—Hola Bakura —se puso en puntillas para darme un beso en la mejilla, mis labios temblaron ante el contacto, no había tenido oportunidad de volver a probar sus labios lo cual me tenía picado, además tampoco había podido conversar con él sobre eso ni de lo que sentía por él.

—Tengo algo interesante que contarte —le dije al oído, lo sentí temblar entre mis brazos —es sobre Malik, te lo diré cuando estemos solos.

Ryou asintió.

─Vale par de tortolitos ¿y si entramos? ─se burló Marik.

Giré a verlo con la mirada de tigre por haberme interrumpido, mi mejor amigo me miró con superioridad y burla, alcance a ver las mejillas de Ryou colorearse y como se miraba con Malik, ambos rodaron los ojos.

─ ¿Dejamos a este par torpes en lo suyo? ─propone Malik a Ryou estirando una mano hacia él.

Yo lo miro indignado pero Ryou se zafa de mi abrazo y va hacia Malik entrelazando su brazo izquierdo con el derecho de su hermano, ambos nos dan una mirada peculiar y luego toman camino a la entrada del lugar.

Marik y yo nos miramos indignados de su comportamiento antes de seguir a nuestros respectivos angelitos, ver el gracioso contonear de las caderas Ryou era hipnotizante para mí.

-o-

La tarde se pasó amena entre jugueteos de los menores y las bromas y las burlas de los mayores. Marik parecía poco menos que un experto jugando a los bolos y Malik le cogió el truco muy fácil con las instrucciones del moreno mayor, lo cual lo tenía sumamente contento pues de vez cuando Marik se le paraba detrás y le tomaba el brazo para guiarle el tiro.

Los albinos no eran lo que se decía profesionales pero Bakura se las arreglaba para cerrarle la boca a Marik cuando le hacía burlas y Ryou también había atinado unas pocas chuzas.

─Vamos, por lo menos inténtalo ─le susurró Malik a Ryou sentados en unos sillones del espacio donde estaba, ambos estaban bebiendo un par de sodas mientras Marik y Bakura se disputaban la siguiente chuza.

─Pero es que… ─Ryou jugaba con un mechón de su blanco cabello ─me da vergüenza ─tomo dos mechones y los cruzó al frente por su rostro colorado, Malik no pudo aguantar la risa.

─jajaja te ves muy tierno jajaja ─decía Malik agarrándose el vientre por las carcajadas.

─Mooooo ─el albino hizo un puchero ─no seas así Malik ─le reclamó.

─Pero es que nada más mírate las mejillas ─con el dedo índice Ryou le picó la mejilla a su hermano.

─ ¡Basta! ─le apartó con un suave manotazo ─ya verás ─con una sonrisa Ryou se lanza sobre Malik a hacerle cosquillas.

─No, no Ryou para ¡para! Jajajaj no es justo jajajajaja ¡paraaaa! ─Malik se revolcaba bajo Ryou intentando apartarle las manos de su tórax pero por las risas le era imposible ─jajaja para que no respiro jajaja ─intentó convencerlo.

Marik y Bakura ya los habían notado ─viéndolos jugar así pareciera que no ocurre nada ¿eh? ─le comentó el albino. Ambos fueron hacia los menores y Bakura apresó a Ryou entre sus brazos para que se detuviera mientras Marik ayudaba a Malik a erguirse y le sobaba la espalda en lo que él regulaba su respiración.

─Parecen dos niños pequeños ─comentó Marik con gracia.

Ryou y Malik se miraron entre sí cómplices antes de soltar la risa.

Malik miró a Ryou ─anda ─le dijo sin más.

El aludido hizo un puchero pero la dura mirada de su hermanito le hizo asentir.

Se levantó con dirección a donde estaban las bolas jalando a Bakura de la mano con él. Marik iba a seguirlos pero…

─ ¿A dónde vas? ─lo detuvo Malik agarrándolo del brazo ─quédate aquí conmigo Marik ─le dijo con picardía parpadeando repetidas veces mientras, ‘inocentemente’ se llevaba el popote de su bebida a la boca.

Marik puso los ojos en blanco pero se quedó sentado a su lado, poniendo un brazo en el espaldar de su asiento, casi abrazando a Malik que se acurrucó disimuladamente a su costado.

─Hey, hey ¿Qué pasa? ─se detuvo en secó el albino mayor, casi haciendo a Ryou tropezar.

Algo colorado, Ryou señaló el marcador, él iba cinco puntos por debajo de Bakura ─haré un tiro y será chuza ─declaró confiado.

─Jajaja ¿crees poder ganarme de un solo tiró, pequeño?

Ryou fue hasta la maquina donde reposaban las pesadas esferas ─lo haré ─respondió ─ ¿Qué te apuestas a que lo hago? ─planteó con una sonrisita.

─Pequeño, si logras hacer la chuza te daré lo que quieras ─se cruzó de brazos confiado.

─ ¿Lo que yo quiera? ─Ryou arqueó una ceja con la bola de bolos en sus manos, de color azul eléctrico.

Bakura extendió los brazos a los lados ─lo que quieras ─repitió con una mirada algo lasciva ─pero si no lo logras harás lo que yo te pida.

Ryou se estremeció ante la mirada intensa del mayor pero mantuvo la calma… eso era lo que quería después de todo.

─Lo haré ─con una sonrisa confiada Bakura caminó frente al pasillo que daba a los pinos, sorprendiendo a todos los que le veían dio la espalda al corredor iluminado con luces de colores fosforescente ─y lo haré así ─separó las piernas y se inclinó para ver entre ellas, enmarcaba perfectamente los 10 pinos.

Bakura no pudo evitar soltar una carcajada ─eso tengo que verlo ─dijo burlesco, apoyándose casualmente donde reposaban las pesadas esferas.

Ryou afiló su mirada, puso toda su concentración en el tiro que estaba por hacer. Sujetó bien la bola, movió sus brazos hacia arriba para tomar impulso y luego los bajó lanzando la bola por el largo pasillo y…

El marcador mostro una ‘X’ señal inequívoca de que Ryou había hecho la chuza, al final del pasillo los diez pinos estaban derribados. Diez puntos se sumaron al total de Ryou.

Marik soltó un silbido de asombro, Malik mostró una sonrisa de orgullo y aplaudió. A Bakura casi que se le disloca la mandíbula y por poco no se va de cara al piso.

Ryou alzó los brazos en victoria, dio unos ligeros brinquitos ─ ¡lo hice!

─Eres increíble ─le aduló Malik poniendo sus manos alrededor de su boca como altavoz.

El aludido le guiñó un ojo y caminó con dirección a Bakura que aún estaba medio estupefacto ─ ¿Qué te pareció eso Ba-Ku-Ra? ─le susurró con picardía al oído antes de pasar de largo a donde los de piel canela reposaban.

─Tiro perfecto, nubecita ─le dijo Marik ─dejaste a Baku con la boca abierta jajaja.

Malik alzó ambos brazos hacia el albino menor, Ryou le correspondió chocando palmas ─estuviste genial Ryou ─reiteró Malik antes de dirigirle una mirada traviesa a su hermano.

─ ¡Oye Baku! Cierra la boca que hay moscas ─se burló Marik.

─Cállate, torpe ─le devolvió llegando con los brazo cruzados, causando las risas de los dos piel canela.

El de tiernos ojos cafés rio por lo bajo, tomó el vaso vació de su bebida para ir por más, le dio un guiño a su hermano ─ya vengo ─se dirigió a la zona de cafetería.

─Ammm yo… también tengo sed ─Bakura tomó su vaso y fue tras Ryou.

─Si, aja ─Malik y Marik compartieron unas risillas cómplices al ver a Bakura ir tras en albino menor. Marik observó atento a Malik quien ladeó el rostro viéndole curioso, el mayor dirigió su mano la cara del de cabellos lizos y le acarició la mejilla con suavidad. Sonrojado, Malik frotó mimosamente su rostro en la grande y tibia palma, ofreciéndole a su semejante una dulce y apenada sonrisa que dejó encantado a Marik.

Por otro lado Ryou estaba rellenando su vaso cuando Bakura lo alcanzó ─Bien, supongo que ganaste esa apuesta ─dejo su vaso sobre la mesa y lo miró de brazos cruzados ─así que ¿Qué es lo que quieres entonces? ─le preguntó con una ceja alzada y una maliciosa sonrisa ladina.

Ryou dejó su vaso lleno al lado del de Bakura, dirigió fugazmente su mirada a los de piel canela que estaban más entretenidos entre sí ─prometiste darme lo que yo quisiera ¿no es así? ─jugó con voz traviesa, removiendo los hombros de manera coqueta, se acercó a él hasta estar a milímetros.

Bakura le miró entre curioso y extrañado, más solo asintió. Las mejillas de Ryou se le ruborizaron levemente, más este no dejó que la vergüenza le ganara, llevó una mano a la playera roja del mayor y con dos dedos avanzó hacia arriba por la tela ─lo único que yo quiero de ti ahora ─le respondió en un susurro ─es que me beses ─se puso en puntillas, diciéndole lo último justo a unos centímetros de su boca, su tibio aliento le acarició la piel de los labios al mayor.

Bakura sufrió un escalofrió, la mente se le puso en blanco, solo sentía la agradable tibieza del delicado cuerpo de Ryou frente a él, sus ojos entrecerrados fijos y suplicantes porque tomara sus labios. Su propia boca picaba ante la cercanía de la ajena, en cuanto sintió las manos de Ryou apresar su playera empinándose un poco más hacia él.

Lo rodeó con sus brazos antes de bajar y tomar posesión de los sonrosados labios que lo llamaban, los cubrió con su boca con ansia y los acarició dulcemente, disfrutando del delicado tacto. Ryou respondió al beso moviendo sus labios contra los de Bakura, sintió su cuerpo estremecerse de gusto al recibir finalmente la tan anhelada caricia, percibió perfectamente el momento en que la ávida lengua de su semejante le acarició sus labios buscando separarlos y el menor accedió abriendo la boca para recibir en él la precaria lengua de Bakura que recorrió con ansia el interior de su húmeda cavidad.

Bakura acarició, totalmente encantado, la dulce boca de su adorado niño hasta que finalmente se topó con la lengua del menor, enseguida buscó juguetear con ella, rozándola y enrollándola, llamándola para una antigua danza donde se acariciaban a placer.

Cuando el aire fue totalmente necesario y separaron sus bocas para respirar Ryou no pudo evitar soltar un bajo gemido de gusto con el nombre de su semejante ─Bakura ─le llamó dulcemente.

El mayor lo apresó con más fuerza contra él y le tomó del mentón ─ ¿por qué? ─Ryou le miró sin entender ─ ¿por qué me pediste eso?

El menor bajó la vista ─tu… no habías vuelto a besarme desde aquel día, cuando nos conocimos… pensé que en realidad yo no te gustaba pero… aun así quería volver a sentirte de esa forma ─se explicó ─lo siento si no es lo que quieres ─cerró los ojos con fuerza ─prometo que no volveré a hacerlo ─dijo con todo el dolor en su pecho.

Bakura apretó su agarre en la cara de Ryou para que este volviera a mirarle ─tonto ─le reprendió con notoria molestia, Ryou arqueó la cejas hacia abajo ─no tienes una idea… de cuanto moría por hacer esto ─le dio un nuevo beso, esta vez rápido y casto para luego dirigirse a su oído ─ni te imaginas el tiempo que pasé soñando con tu dulce boquita ─lo acercó hacia sí por la cintura y la piel de Ryou se erizó más de lo que yo estaba, haciéndolo jadear por lo bajo.

─Bakura ─susurró encantado, el mencionado bajo su cara propinándole un suave beso en la aromática piel de su cuello ─ahhh Ba… Kura ahhh ─parecía hacer dado con un punto sensible, Ryou se rozó inconscientemente contra él al sentir un intenso escalofrío.

─Mmmm eso se oye bien ─Bakura rozó su nariz en el cuello del pequeño, atormentando la sensibilizada piel ─me gusta más que ‘Baku’ ─un pequeño beso ─repítelo ─succionó con delicadeza la blanca piel.

─ ¡Kura! ─gimió un poco más alto esta vez, con los ojos cerrados y la boca entreabierta.

Tomando consciencia del lugar en donde estaban Bakura jaló a Ryou consigo dentro del baño, asegurándose de que no había nadie más, colocó el seguro y posicionó a Ryou encima del mesón de los lavamanos, acomodándose en medio de las torneadas y delgadas piernas -perfectamente abrazadas por el ceñido pantalón blanco- que el menor separó con gusto ante la cercanía de Bakura.

─ ¿Yo te gusto? ─le preguntó al oído, acariciando los costados del menor mientras su nariz seguía rozándole el cuello ─ ¿te gustan mis besos y mis caricias, pequeño? ─siguió cuestionando.

─Yo… ¡ahhh! ─no pudo evitar gemir cuando Bakura volvió a morderle el cuello.

─Dime… que te gusto tanto como tú a mí ─le susurró de igual manera antes de lamer tentativamente el borde de su oreja.

En respuesta Ryou le rodeó la cintura con sus piernas mientras que llevaba flojamente sus brazos al cuello del mayor ─ ¡Sí! ─gimió al sentir el mordisco en el lóbulo de su oreja ─me gustas mucho Bakura ─bajó sus manos dejando que sus uñas arañaran suavemente la espalda del mayor por sobre la tela ─ahhh y me gustan mucho tus caricias ─ladeó el cuello exponiendo más de su piel ─ ¡Ohhh Kura! ─se removió contra él mayor al sentir como el calor aumentaba, no solo del ambiente, sino de ambas pieles.

─Creo que… esto se nos yendo de las manos ─comentó Bakura entre jadeos, haciendo gala de todo su auto-control para separarse del sensual cuerpo de Ryou ─Malik y Marik se van a empezar a preocuparse ─dijo aun jadeando levemente.

Ryou movió su rostro frente al de Bakura, hizo un puchero ante sus palabras y antes de que el mayor dijera algo más lo acalló con un beso, se removió sensualmente contra él ─Mmmmm ─hizo un dulce sonido como un ronroneo.

─Pequeño, si sigues así igual y la liamos aquí ─le advirtió temblando ante el sensual roce del menor.

─No me importa ─rebatió como un niño pequeño quejándose ─llevó días mordiéndome los labios, deseando tus besos ─admitió colorado antes de volver a besarlo.

─ ¿sí? A mí me pasa lo mismo Ryou ─le respondió con voz ronca de deseo ─mordisqueó sus labios con suavidad, consiguiendo un suave gemido ─ ¿por qué no dejamos que Marik lleve a casa a Malik y vamos a tu casa? ─le perfiló el rostro con el dedo índice, y sinuosamente bajó por su cuello llevándose consigo el borde de su playera.

Ryou accedió en un gemido, luego recordó algo ─ ¿Qué era lo que ibas a decirme de Malik?

─ ¿Eh?... ¡A sí! ─dijo algo desorientado al principio ─ ¿sabes? Antes de venir para acá Malik me dijo que soñó contigo.

Ryou se exaltó notablemente ─ ¿conmigo?

─Bueno… no conscientemente ─con la mirada Ryou le pidió explicación ─textualmente me dijo “soñé con alguien que se parece a ti, esta cantando aunque no reconozco ni la voz ni la canción, pero me hace sentir tranquilo y en calma” ─le explicó ─solo con eso supuse que se trataba de ti.

Los ojos de Ryou brillaron con emoción, se bajó del mesón de un saltó y se abrazó a Bakura ─no sabes cuánto me alegra escuchar eso.

─Pienso que si te escuchara cantar, lo relacionaría con su sueño y podría empezar a recordar algunas cosas ─le comentó el mayor.

Las mejillas de Ryou se ruborizaron un poco ante la opción dada.    

Se arreglaron un poco y salieron del baño, afuera dos chicos que llevaban un par de minutos esperando les miraron mal -sinceramente ninguno de los albinos les había escuchado tocar- no les prestaron atención, Bakura tomó a Ryou de la mano y regresaron a la mesa donde los egipcios les esperaban.

─ ¿Qué les ha pasado a ustedes dos? ─cuestionó Malik, mirando curioso a Ryou.

─Estábamos en el baño ─respondió Ryou sin más, Bakura le miró como preguntando “¿Qué les vasa decir?”

─Ehhh ¿Qué hacíais los dos en el baño, pillines? ─dijo Marik con burla, arqueando una ceja y cruzando los brazos.

Bakura empezó a balbucear un poco ─Es que me dio un poco de mareo, Bakura me acompaño a echarme agua en la cara y mientras me sentía mejor ─respondió el menor sin más.

Bakura le miró parpadeando un par de veces ¿desde cuándo Ryou era tan bueno mintiendo?

─ ¿Mareado? ¿Está bien Ryou? ─interrogó preocupado Malik.

─Si, tranquilo. Ya estoy bien ─le respondió con una sonrisa.

─ ¿Seguro? Anda, ven aquí ─Marik se separó un poco de Malik para que Ryou se sentara entre medio de ambos, el tierno albino hizo lo pedido y Marik lo jaló para que se acurrucara en su costado mientras Malik le hacía mimos en el pelo. A Bakura le dio un tic en el ojo derecho.

─Podríamos irnos si te sientes mal ─propuso Malik.

─ ¿Seguro que quieres regresar a casa Malik? ─cuestionó Bakura sentándose a su lado con voz divertida y una ceja alzada ─cuando nos fuimos Kisara nee-san recién llegaba y Akefia no parecía con intenciones de salir… sinceramente me da miedo pensar que podríamos encontrar al llegar ─habló con una sonrisa ladina, luego fingió un fuerte escalofrío.

Malik se tomó unos segundos para caer en cuenta de lo que le decía Bakura, se puso sumamente rojo y tapó su rostro con sus manos ─ayyy ─murmuró apenado, ocultando su rostro en el pecho de su hermano.

Ryou lo miró con una sonrisa y lo envolvió entre sus brazos.

Marik le vocalizó algo a Bakura y este asintió ─ ¿qué les parece si vamos a algún lado a cenar los cuatro? ─propuso el aspirante a detective.

Ryou y Malik se irguieron enseguida─ ¡Sí, sí! Vamos ─dijeron a coro los menores.

Marik y Bakura intercambiaron una sonrisa y los cuatro salieron del lugar.

-o-

Fueron a un restaurant italiano y cenaron lasaña.

─Me da hasta miedo llamarlo ─Bakura miró con receló su móvil moviendo con su mano la copa de vino blanco con la que acompañaba su cena.

Marik soltó una carcajada ─yo de ti ni lo hago ─dijo con gracia ─imagínatelo, están ahí dándolo todo y le suena el móvil a Akefia, una de dos: ya de plano ni te contesta o lo coge y te canta hasta de lo que te vas a morir.

─ ¡Calla Marik! Me vas a dejar una traumante imagen mental ─sacudió la cabeza.

─Jajaja ─Ryou y Malik no pudieron evitar la risa.

─ ¿No quieres un poco, Ryou? ─le ofreció Marik, tocando la botella de vino, él apenas y había tomado unos pocos sorbos, después de todo tenía que manejar su moto y se llevaba a Ryou consigo.

Ryou negó con la cabeza ─a Ryou no le gusta beber ─dijo de repente Malik.

Los tres lo miraron sorprendidos ─ ¿cómo sabes tú eso? ─le preguntó Marik.

─Me… me le dijiste en estos días ¿no? ─preguntó dubitativo Malik a Ryou.

─Emmm, no ─respondió Ryou extrañado, sus ojos brillaron ¿Malik estaría recordando más cosas sobre ambos?

─Si, tú me lo dijiste alguna vez ─repitió inseguro ─no recuerdo cuando pero sé que me lo dijiste.

Ryou sonrió esperanzado ─a lo mejor ─cerró el asuntó.

─ ¿Entonces qué? ¿Os vais a casa? ─preguntó Marik entrelazando su mano para reposar su mentón en ellas.

Bakura y Malik se miraron entre sí con visible negación en sus ojos.

Ryou rio en voz baja ─ ¿y si vamos a mi casa a ver una película? ─propuso el dulce albino.

─ ¡Sí! ─contestaron Malik y Bakura de inmediato, provocando las risas de Ryou y Marik.

─Me parece bien ─aceptó el peli-cenizo mayor.

Marik y Bakura pagaron la cena y los cuatro tomaron camino a la residencia Ishtar.

Al llegar a la casa grande de dos plantas que por fuera estaba pintada de celeste que era la casa Ishtar a Malik sufrió un ligero dolor de cabeza. Ryou abrió la puerta y dejó pasar a sus invitados primero. Marik entró con confianza pues ya había estado allí, Malik le siguió. Bakura por su lado entró al último y al pasar al lado de Ryou, disimuladamente, le acarició la retaguardia, sobresaltando y ruborizando al menor, provocando una sonrisa ladina en peliblanco mayor.

Los tres observaron a Malik con cautela, el peli-cenizo menor miró con atención y una inexplicable extrañeza todo el lugar, sentía una punzada en su cabeza y corazón que le decían… que había estado en ese lugar antes, muchas veces de hecho. A Malik se le movió ligeramente el piso ¿qué estaba pasando?

Ryou había ido a la cocina para preparan unos cuantos bols para las palomitas y cuatro vasos para las gaseosas que acababa de pedir por teléfono, el joven anfitrión dejó a Marik encargado de preparar el cine casero. En la sala una -muy- grande pantalla plana de color negro estaba en conjunto con muy decente y elegante equipo de sonido del mismo color, el de piel canela se encargó de encender y conectar todo aquello mientras Ryou subía a su habitación por su computadora portátil y la dejó en manos de Marik mientras iba con Bakura a recibir el domicilio.

─Gracias ─le dijo cuándo el mayor recibió ambos botellones de la bebida gaseosa mientras que él tomaba los paquetes de galletas y de palomitas instantáneas.

Entre ambos llevaron todo a la cocina mientras que los de piel canela se disputaban el film que verían. Bakura llevó las botellas al mesón y empezó a repartir los cubos de hielos, que Ryou ya había sacado, en los vasos mientras que Ryou metías los paquetes de palomitas en el microondas. El menor apenas había presionado el botón para que empezara a funcionar el aparato cuando dos fuertes y cálidos brazos lo apresaron desde atrás, Ryou casi gritó por el repentino acto pero no pudo evitar reír al instante, sintiendo el aliento de Bakura le hizo cosquillas en el cuello.

─ ¿Qué haces? ─preguntó entre risillas bajas que encantaron al mayor.

─ ¿Te molesta? ─fue lo único que dijo.

─Emmm no ─respondió con una sonrisa y una leve sombra en sus mejillas.

Bakura le tomó el rostro, se lo ladeó con firmeza y le estampó un ardiente beso en los labios, consiguiendo un ahogado gemido de deleite del menor quien, haciendo lo posible por zafarse de su agarre, se volteó lo que pudo entre sus brazos y le rodeó el cuello con los brazos, moviendo sensualmente sus labios, provocando que el ángulo del beso cambiara varias veces.

El beso continuó de esa forma casi desesperante por lo que fueron unos largos dos minutos -en los que, a pesar de separar ligeramente sus bocas para respirar, sus lenguas no se soltaban- hasta que el pitido del microondas los despertó del placentero trance en que el baile de sus lenguas, junto con él ir y venir de sus labios los habían perdido.

Para entonces ambos tenían los ojos brillantes y las mejillas ligeramente coloradas, su respiración era sumamente irregular y atormentaba la sensibilizada piel de los labios del contrario, tras haberse separado escasos milímetros del rostro de su amante. Con una bella sonrisa, Ryou se puso en puntillas para darle un rápido beso en la frente e ir a sacar las palomitas del electrodoméstico; las sacó con cuidado de no quemarse y las dejó reposar en un bol para luego poner el segundo paquete, esta vez Bakura lo tomó de las caderas y lo giró antes de volver a poseer su boca con ferocidad. Ryou respondió encantado, recargando la espalda en el borde del mesón de su cocina mientras que subía una de sus piernas contra la cadera de Bakura y sus manos se aferraban a su espalda, Bakura respondió llevando una de sus manos a su muslo para sostenerlo en su lugar a la vez que acariciaba la zona y mordió tiernamente los labios de su adorado niño, sintiendo como su corazón parecía querer salírsele del pecho e inconscientemente empezó a empujarse contra el delicado y sensual cuerpo a su merced que se entregaba a él con la misma pasión que le carcomía el cuerpo.

En el fondo acuoso de sus consciencias escucharon los, levemente altos, comentarios de Malik y Marik sobre cual película deberían ver, que si esta o aquella era mejor; parecía que ni tomarían en cuenta sus opiniones… mejor para ellos, nada que les interrumpiera hasta que las botanas estuvieran listas.

Entre ahogados jadeos Ryou empezaba a corresponder al mecer del cuerpo de Bakura cuando un nuevo pitido les detuvo la diversión. Muy a su pesar el de tiernos ojos chocolates se separó del cuerpo de su amado para sacar el resto de las palomitas y vaciarlas en un segundo bol.

─Bakura, vas a hacer que tire las palomitas ─le dijo divertido cuando le mayor volvió a abrazarlo desde atrás, solo que esta vez lo tomó por la cintura para dejar que moviera sus brazos ─ ¿podrías soltarme un minuto?

─Hmmmm ─hizo el amago de pensarlo ─no, no quiero ─le respondió sin más, como un niño caprichoso.

Ryou giró el rostro a mirarlo con una ceja alzada, Bakura simplemente afirmó más su agarre. Ryou suspiro derrotado, consciente de que intentar discutir con él solo sería tiempo perdido, así que le ignoró y sirvió las botanas ─Todo listo ─apagó el microondas ─vamos a ver si esos dos al final se decidieron por una peli ─comentó con gracia.

Bakura tomó ambos tazones que contenían las palomitas de maíz mientras que Ryou alzó la bandeja con los cuatro vasos y uno del los botellones que estaba más o menos por la mitad.

Cuando llegaron a la sala Marik estaba tumbado en el largo sofá con un brazo estirado y Malik casi sobre sí, los albinos los vieron con una ceja alzada, Ryou no pudo evitar sentirse molesto. Marik movía la mano que estiraba en diferentes direcciones para que Malik no alcanzara el mando que tenía en esta, mientras que el menor con prácticamente medio cuerpo sobre su par se estiraba lo más posible intentando obtener el aparato.

La fingida tos de Bakura sacó a ambos pelicenizos de su momento. Marik los vio con una gota bajándole por la sien mientras que Malik, totalmente ruborizado se irguió de un saltó para sentarse correctamente en el otro extremo del sofá y bajo levemente la cabeza para que su flequillo le cubriera el rostro lo más posible.

Finalmente, Bakura y Malik terminaron acomodando la comida en una mesita baja mientras que Ryou y Marik subían al segundo piso por un par de cobijas y muchos almohadones. Hicieron el sofá un poco para atrás y acomodaron los cojines en el piso. Apagaron las luces.

Ryou.

Marik había escogido una película de miedo de serie B más mala que pegarle a tu hermana en su cumpleaños, yo no pude evitar torcer el gesto para disimular una risilla, era Marik, tendría que habérmelo esperado.

Marik y Bakura se acomodaron con la espalda contra el sofá mientras que Malik y yo, en extremos diferentes, nos recostamos sobre las mantas que extendimos en el piso, agarrando alguna almohada.

Tras diez minutos de la película se confirmó lo mala que era; iba sobre el típico asesino en serie que llevaba un estúpida mascara que ni las de Halloween y va persiguiendo a las chicas buenas del instituto a matarlas… claro, después de violarlas. El tipo no era TAN idiota.

A pesar de todo seguía siendo de miedo y algunas escenas me hicieron sobre saltar. Miré hacia Bakura que estaba sentado a mi lado, aun contra el sofá con su vaso de gaseosa en manos, estiré la mía hasta el tazón con palomitas para tomar unas pocas mientras con pie golpe ligeramente la pierna de Bakura para llamar su atención, en cuanto sus afilados ojos marrones me miraron le dirigí la mirada y sonrisa más inocente que pude y con el dedo índice le pedí que se acercara.

Me pareció que sus ojos brillaron, desvió la mirada a Marik que estaba totalmente atento a la peli y se movió hasta estar a mi lado, de la misma manera en que yo estaba recostado.

─ ¿Qué pasa pequeño?

─Quiero que me abraces ─le respondí con simplicidad.

Bakura movió el rostro hasta el costado de mi cara mi mordisqueó mi oreja con suavidad, llevé mi mano a mi boca para evitar gemir y me estremecí. Bakura hizo lo que le pedí pasándome un brazo por la cintura, luego tomó unas palomitas y me las dio en la boca.

A los veinte minutos en los que, disimuladamente, estuvimos besándonos a escondidas de mi hermano y Marik, me digné a volver a ver la peli. Ahora los protagonistas estaban en la parte trasera de un auto, empezando la faena, mientras el tipo de la careta los asechaba como un perfecto morboso, no pude evitar que las mejillas se me ruborizaran. Sentí el agarre de Bakura más intenso sobre mí y nuevamente sus labios ocuparon los míos

Continuará… 

                             

Notas finales:

Yujuuuuu! No tengo como excusarme por la enorme demora que ha tenido este cap ¡Gomensai!
De nada sirven las excusas, por eso no voy a relatarles aquí lo agónico de mis estudios a últimas fechas.

Solo les diré… que quedan solo uno o dos caps más… dependiendo de mi inspiración.

¡Ala! Nos leemos mis amores ¡Cuidense mucho!   

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