Capítulo 7: Pistas y más pistas.
Él nunca había llorado por nadie, sin embargo, ahí estaba. Llorando desconsolado frente al cuerpo durmiente de Yugi, ¿Por qué dolía tanto? No lo sabía, solo sabía que ver a su pequeño ángel así de lastimado lo lastimaba a él.
Pensó en todas las veces en las que el mismo había hecho llorar a Yugi, ¿Así se habría sentido? Incluso llegó a golpearlo en sus arranques de ira, ¿Esto es lo que le he estado haciendo a Yugi? Se prometió a si mismo hacerlo mejor, controlarse mejor, y darle al menor todo lo que quisiera, ya no quería verlo llorar nunca más, poco sabía que lo único que Yugi anhelaba en sus llantos y lamentos era su libertad.
Delicadamente tomó la mano del menor y depositó un tierno beso en ella para luego susurrar.
-No te preocupes Yugi, pronto todo estará bien.
Decidió que lo mejor sería marcarle a su hermano para que comience a preparar los papeles falsos y así poder sacar a Yugi de ahí pero cuando estaba marcando alguien entró por la puerta.
-¿Quién es usted? – Dijo la enfermera que acababa de entrar con un tono de molestia – El doctor no está permitiendo visitas para este paciente, ¿Qué hace aquí? – Seto preparo mentalmente su discurso de novio desesperado y se giró, pero no esperó la reacción de la enfermera – ¡Oh! ¿Kaiba Seto? ¡Dios mío! Que honor encontrarlo aquí señor, ¿Es usted familiar de este joven?
Kaiba Seto estaba oficialmente arruinado.
*~
El trío Jonouchi, Anzu y Yugi terminaron el día charlando sobre la condición de Yugi, la historia de amistad con Jonouchi, anécdotas divertidas con mucha comida y también películas, pero ese día ya había pasado. El sol se colaba por las ventanas y era hora de ponerse a trabajar, Anzu tenía un programa en la mañana así que se fue temprano y prometió investigar sobre Atem en las bases de datos del canal; Jonouchi y Yugi se quedaron en la casa del primero durante la mañana.
-Jonouchi, ¿Qué hay de tu trabajo? – Preguntó Yugi mientras estaban en el sillón viendo televisión.
-Pedí vacaciones Yugi, no creo poder ir a trabajar con todo lo que está pasando.
-Ya veo – Yugi mantuvo silencio por unos minutos - ¿Podemos ir a mi casa?
-¿Eh?
-Me gustaría ir otra vez, me dijiste que se vendió pero cuando estuve ahí no había nada diferente, me gustaría indagar un poco por ahí – Dijo Yugi con un tono despreocupado – Quizás pueda descubrir algo o recordar algo.
-Tienes razón, está bien te llevare – Respondió Jonouchi mientras se paraba y agarraba su chaqueta y sus llaves.
El camino hasta la casa Mutou fue silencioso, ninguno sentía que tuviera mucho que decir así que solo esperaban llegar a su destino. Una vez ahí Yugi entró a la casa y fue directamente al Butsudan.
-Hola abuelo, sé que ha sido mucho tiempo pero por favor perdóname por no estar ahí cuando me necesitaste, yo jamas quise irme abuelo, yo quería estar contigo y lo hubiera dado todo por sostener tu mano cuando descubriste tu enfermedad. No hay nada que quiera más que uno de tus abrazos ahora abuelo, una de tus sonrisas seguras y uno de tus consejos tan certeros. No sé qué es lo que debo hacer ahora y estoy seguro de que tu podrías llevarme por el camino correcto pero no estás aquí, y yo no estoy aquí pero tampoco estoy en donde tu estas, ¿No crees que esto es un poco cruel? Realmente lo lamento abuelo, espero que puedas perdonarme por abandonarte así. – Decía Yugi frente a la foto de su abuelo, intentó tocarla pero sus dedos solo la atravesaron. Suspiró – Te extraño.
Dando por terminadas sus palabras Yugi se dio el tiempo de recorrer la casa, en la sala todo estaba igual, en la cocina todo estaba igual, Yugi no pudo encontrar ninguna pista hasta que llegó a la que era su antigua habitación. En ella las cosas habían cambiado un poco, en el closet había mucha ropa que no era suya, su escritorio estaba cubierto de papeles y carpetas y había un modesto teclado cerca de la ventana, todo el resto permanecía igual. Yugi se acercó al escritorio y tomo una de las hojas.
-La imagen di ti amándome está desvaneciéndose, no puedo ver tu rostro, el amor está siendo olvidado.
¿Qué es esto? Pensó Yugi, ¿Quién está viviendo aquí?
*~
Anzu tenía los ojos puestos en una pantalla de computador, estaba leyendo algún tipo de listado y mientras lo hacía anotaba algunas cosas en una libreta, en el cubículo de la biblioteca de registros públicos en la que estaba tenía esparcidos algunos libros abiertos que revisaba de vez en cuando. Había terminado hace mucho de grabar su programa y se había pasado el resto de la mañana investigando sobre Atem, se había topado con muchos callejones sin salidas y ya llevaba mucha gasolina de su auto gastada pero al fin estaba haciendo progresos; tuvo que llamar a muchas personas y corroborar muchos datos pero al final su esfuerzo estaba dando frutos. Siguió su rutina de leer y anotar por un rato hasta que un nombre especial apareció en la pantalla de su computador, reviso uno de los libros un par de veces y luego sonrió satisfecha.
-Te encontré – Susurró para sí misma antes de sacar su teléfono y marcarle a Jonouchi – Hey tengo noticias, estaré en tu casa en media hora.
*~
Yugi se paseaba como un león enjaulado por la sala de Jonouchi esperando que Anzu llegara, Jonouchi lo había hecho salir de la casa diciéndole que Anzu tenía noticias y que debían volver pero ya llevaban 15 minutos esperando y todavía nada. Iba a revisar el reloj que había en la pared una vez más cuando la puerta se abrió y Anzu entró a través de ella, murmuro un pequeño “lo siento” por la tardanza y luego los reunió en los sillones de la sala.
-Bien, iré directo al grano. Atem está en Japón. – Dijo Anzu. Yugi contuvo la respiración al escuchar el nombre de su novio.
- ¿Dónde está? – Preguntó Jonouchi.
-Eso aún no lo sé, pero está en Japón. Verán, cuando el dejó la escuela después de lo que le pasó a Yugi no la abandonó si no que se transfirió, pidió transferencia a una escuela en Londres. De lo que pasó allá no tengo idea pero sé que estuvo algunos años allá y hace poco más de un año inició trámites para sacar residencia permanente y hacer valida su nacionalidad japonesa por nacimiento, según los registros el llevaba un tiempo en Japón y presentó su solicitud para poder trabajar y estudiar legalmente en Japón, presentó como respaldo un certificado de la universidad y una petición formal de una disquera.
-¿Una disquera? – Preguntó Yugi sorprendido.
-Sí, estudia música en la Universidad Central de Arte de Japón y trabaja en Millennium Entertainment Japan, en la petición que presento no especificaba que cargo tendría pero sí que trabajaría con contrato indefinido así que aún debe trabajar ahí.
-Yo quería entrar a esa universidad a estudiar música – Comentó Yugi – pero Atem no quería dedicarse a eso, ni siquiera estaba interesado en el arte, ¿Qué estaba pensando?
-No lo sé Yugi – Le respondió Anzu.
-¿Le dieron la nacionalidad? – Preguntó Jonouchi.
-Sí, la hicieron efectiva así que ahora Atem tiene doble nacionalidad, japonesa e inglesa.
-Entonces debemos ir a esa disquera – Dijo Yugi - ¿Qué estamos esperando?
-Momento Yugi, no es tan simple – Dijo Jonouchi.
-¿Por qué no?
-¿Qué vamos a decirle? “Hey Atem, tu ex novio no ha muerto solo ha estado 5 años encerrado con un loco y su espíritu quiere verte”.
-Jonouchi tiene razón Yugi, no sabemos qué podemos hacer y tampoco como se lo va a tomar, no debe haber sido nada fácil para él.
-¿Y si puede verme? Ustedes pueden verme.
-Yo puedo verte porque tengo un don y Jonouchi puede verte porque él forma parte de aquello que dejaste inconcluso cuando desapareciste, él inicia tu periodo de prueba, tienen una conexión.
-¿Conexión? Jonouchi no te ofendas pero solo eres mi mejor amigo, Atem es mi novio y nos amamos mucho tiempo, yo aún lo amo. ¿Qué más conexión que eso?
-Si el ya no te ama no existe conexión, será solo alguien de tu pasado. –Yugi los miró con horror.
-Ustedes creen que… ¿Ya no me ama? – Preguntó en un susurro apenas audible aun con horror en el rostro.
-Yugi, han pasado 5 años – Dijo Anzu.
-¿Y si Atem lo ama? Tienes razón al pensar que quizás ya lo superó pero ustedes no vieron lo que yo vi, Atem estaba muerto en vida sin Yugi. Yo no creo que simplemente lo haya olvidado, Yugi lo era todo para Atem – Dijo Jonouchi con un tono esperanzador.
-Bueno, si Atem aun estuviera enamorado de Yugi podríamos hacer algo, pero para que Atem te vea deben volver a armar esa conexión, él debe amarte Yugi y debe saber que tu estas con él y lo amas también.
-¿A qué te refieres?
-Debes hacer que crea en ti. Debe sentir su amor correspondido en serio, sin limitaciones. Si sus emociones se bloquean porque intenta no amarte o algo así no podrá llegar hasta ti y no funcionará.
-Está bien, yo confío en Atem.
Con eso dieron por terminada la charla y aunque Yugi quería ponerse en marcha Jonouchi y Anzu lo convencieron de que ellos debían comer algo antes y esperar un poco, le dijeron que si Atem estaba estudiando y trabajando lo más probable era que estudiara en la mañana e hiciera turnos de tarde en la disquera. La espera se le hizo eterna al tricolor, sentía una gran ansiedad y mucho nerviosismo, en su mente abundaban preguntas como ¿Habrá cambiado mucho en estos 5 años? ¿Estará más alto? ¿Qué rayos hace estudiando música? Tenía miedo de encontrar a alguien totalmente distinto del Atem que conoció en la escuela y de quien se enamoró, tenía miedo de que este Atem no fuera más su Yami pero lo que más le aterraba era pensar en que quizás este Atem ya no lo amara o ni siquiera lo recordara, podía soportar que hubiera cambiado pero no que ya no sintiera lo mismo. Si había alguien en este mundo que podía hacerlo cambiar de opinión con respecto a su periodo de prueba ese era Atem, si él se lo pedía se quedaría aun si tuviera que soportar lo peor y sufrir, si podía hacer feliz a Yami nada más importaría.
Yugi suspiró, estaba dejando que su mente lo atormentara más de la cuenta y no quería eso, debía estar preparado para ver a Atem y no podía alejarse de su objetivo. Cansado caminó hasta un pequeño equipo de música que Jonouchi tenía dejando a su mejor amigo y a Anzu en su pequeña charla sobre las cosas paranormales que le habían pasado a esta última, quizás un poco de música podría calmarlo y por eso al llegar donde estaba el pequeño aparato lo encendió.
De inmediato escuchó la voz de algún locutor de radio muy animado, le causó curiosidad así que solo la dejo ahí sin importarle que su plan inicial fuera escuchar música.
“-Hoy en nuestro programa tenemos una invitada muy especial, la hemos estado anunciando toda la semana ¿Están emocionados verdad? ¡Yo lo estoy! Soy su fan desde sus inicios, realmente me pone muy nervioso tenerla tan cerca, ¿Soy muy afortunado verdad?”
Se escucharon unas risas femeninas ante los comentarios del locutor.
“-Ha venido desde Corea del Sur para estar con nosotros aquí hoy, por favor denle la bienvenida a… ¡Lee Hi!
-Muchas gracias, es un honor para mí estar aquí”
A Yugi no le pareció familiar el nombre así que supuso que esa chica con un acento extranjero al hablar el japonés era alguien que había aparecido en los 5 años que no estuvo.
“-El honor es todo mío, es un verdadero milagro tenerte en Japón teniendo en cuenta que aún no haces tú debut en nuestro país, aunque realmente me alegra que estés promocionando tu último álbum “SEOULITE” por estos lados, se ha mantenido número uno en las listas desde su lanzamiento.
-Eso me alegra muchísimo y estoy muy contenta de poder traer mi música a este hermoso país por eso quiero aprovechar este segmento para anunciar que actualmente estoy trabajando en mi primer álbum japonés.
-¡Wow! ¡Eso es maravilloso! ¿Será que puedes darnos más detalles?
-El disco contendrá versiones en japonés de algunos de mis sencillos coreanos y cinco canciones completamente nuevas.
-Oh vamos, puedes darnos más que eso.
-La verdad es que no debería pero ya que estamos aquí, estaré promocionando el disco con dos canciones, una de ellas es la versión en japonés de Rose y la otra será de las canciones nuevas la cual fue escrita por un compositor japonés.
-Creo que voy a llorar ahora, no podría estar más emocionado, ya has trabajado con un compositor japonés antes, ¿Verdad?
-Sí, trabajé con Yami de Millennium Entertainment. En esa ocasión firme un contrato con esa disquera y serán quienes gestionen mis trabajos aquí, también es Yami quien hizo las canciones de mi debut japonés así que estoy muy emocionada, realmente espero que les guste tanto como a mí. Yami es realmente un genio si hablamos de música así que espero que a mis fans les guste y lo disfruten.”
Yugi sintió que su corazón se detuvo por un segundo, ¿Ella dijo Yami?
“-Yami y Lee Hi trabajando juntos es un regalo de los dioses y si no me creen entonces no han escuchado Up All Night, la canción que Yami hizo para el último álbum de Lee Hi, cantada por ella misma junto al increíble artista coreano TABLO y que escuchamos ahora, solo aquí en tu radio favorita.”
La voz del locutor desapareció para dejar pasó a una suave melodía en piano. Yugi no podía creer lo que sus oídos escucharon, no podía ser que estuvieran hablando de su Yami, quizás muchas personas se llamaban Yami, sin embargo, toda duda se disipó cuando escuchó la voz de Lee Hi.
Últimamente
No me he sentido tan bien
¿Debería ir al hospital?
Yugi estaba paralizado, él nunca había aprendido coreano, sin embargo, podía entender cada palabra.
Aunque sé que dirán
Que es por no dormir bien
Que debo descansar
No, no podía entender, Yugi podía sentir. Estaba sintiendo cada palabra como si estuvieran destinadas a él.
Esta noche, toda la noche en tus pensamientos
Aun cuando finalmente cierro mis ojos
Veo tu rostro
Yugi no podía explicarlo, simplemente lo sabía. Ese era su Yami hablándole.
Hoy, toda la noche en tus recuerdos
Tomo un trago
Y me emborracho con los recuerdos
Creo que estoy perdido sin ti
Las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas del tricolor sin que él pudiera hacer algo para detenerlas y sin poder evitarlo se sintió tremendamente culpable, era su culpa que su Yami hubiera sufrido tanto.
Hay demasiado
Por hacer
Me retrasaré otra vez
Yugi casi podía escuchar la voz de Yami detrás de la perfecta voz de Lee Hi.
“¿Qué estuviste haciendo toda la noche?”
Me dirán amargamente
Podría incluso reír si no estuviera tan triste, era irónicamente muy real. Yugi podía recordar como Yami no podía dormir por las noches cuando algo le preocupaba, siempre pensaba demasiado.
Tengo problemas para dormir
Mi almohada esta empapada en sudor
No existe religión que pueda salvarme
Dios, estoy tan…
Enfermo y cansado de estar enfermo y cansado
Yo
Quiero cerrar mis ojos tan solo un momento
Pero porque las pesadillas sobre ti vienen y me atormentan…
Estoy despierto toda la noche, otra vez
Yugi supuso que esta última voz era del antes nombrado TABLO pero no le dio mayor importancia, no podía sacarse de la cabeza a Yami y le dolía, no solo emocionalmente si no que comenzaba a sentirlo físicamente también. Escuchó nuevamente esas palabras mientras sentía un dolor agudo en su pecho, y al igual que la letra de la canción al cerrar los ojos solo veía a Yami frente a él totalmente perdido buscándolo.
Bebe, sé que
Esto suena muy loco
Pero sin ti mi noche
Se siente como día
Voy directo a enfermar
Pero las mañanas sin ti
Son solo oscuridad para mí
Yugi solo fue consciente de que sus piernas ya no lo sostenían de pie si no que estaba tirado en el suelo llorando cuando vio como Anzu y Jonouchi se arrodillaban junto a él y lo miraban preocupados.
Esta noche, toda la noche en tus pensamientos
(Porque no puedo dormir sin ti)
Aun cuando finalmente cierro mis ojos
Veo tu rostro
(Te necesito a mi lado)
Yugi quería hablarles, explicarles lo que estaba sintiendo pero el llanto no lo dejaba y tampoco podía dejar de escuchar las palabras que salían de la voz de esa joven cantante que era totalmente ignorante en cuanto a la historia detrás de ellas.
Hoy, toda la noche en tus recuerdos
(Porque no puedo vivir sin ti)
Tomo un trago
Y me emborracho con los recuerdos
Creo que estoy perdido sin…Ti
La canción termino y solo entonces Yugi pudo volver a respirar con normalidad, el llanto cesó pero la angustia no se fue.
-Debemos ir con Yami… Ahora…
Capítulo 8: Un casi encuentro.
La sensación de angustia aún estaba metida en Yugi pero se podía decir que estaba más calmado ya que al fin iban camino a la disquera en donde Yami trabaja, se sentía ansioso y nervioso pero tenía fe en que todo saldría bien. Jonouchi, por otro lado, se sentía extraño al saber que volvería a ver a Atem, aquel que se convirtió en un amigo muy querido para el rubio a pesar de todas las diferencias entre ellos. No podía negar que le dolió que Atem se fuera sin decirle nada ya que no estaba preparado para perderlo a él también después de lo de Yugi aunque no le gustara admitirlo, sin embargo, el nada podía reclamarle y se alegraba genuinamente de que las cosas estuvieran saliendo bien para el tricolor más alto, solo podía esperar que Atem hubiera sanado para mantener su vida, no quería encontrarse con el mismo Atem que vagaba por los pasillos de la escuela casi sin vida después de perder a su novio.
Si hablamos de Anzu… Ella estaba intentando mantener sus pensamientos pesimistas de lado. No le cabía en la cabeza que alguien no rehiciera su vida después de 5 años de perder a alguien, entendía que era difícil y que no se podía dejar ir el amor como si nada pero 5 años era una cantidad considerable de tiempo. No quería que Yugi se encontrara con que su amado Atem tiene otro novio, o que ya lo superó y olvidó, o cualquier situación que terminara con un Yugi aún más lastimado que antes. Esto es una mala idea, no podía dejar de repetirse a sí misma en la mente una y otra vez.
Los pensamientos de los tres fueron interrumpidos cuando un enorme edificio que tenía escrito con letras doradas en un llamativo letrero en la entrada “Millennium Entertainment” apareció en su campo de visión. Jonouchi rápidamente estacionó el auto y todos bajaron de el, se adentraron en el imponente edificio y fueron recibidos por una pulcra recepción que tenía un amplio mesón en el que tres recepcionistas atendían al lado de numerosos torniquetes que necesitaban de algún tipo de tarjeta para que estos se accionaran y así la gente pudiera pasar. Había varios guardias custodiando la entrada desde distintos puntos de este primer piso y el trío pudo notar que los ascensores estaban del otro lado de los torniquetes.
Los tres se acercaron al mesón de la recepción y fue Anzu quien habló primero cuando una de las recepcionistas los recibió con un amable ¿En qué puedo ayudarles? Y una sonrisa.
-Hola, mi nombre es Mazaki Anzu y este es Katsuya Jonouchi. Estamos aquí para reunirnos con alguien, es compositor aquí.
-¿Podría darme su nombre por favor? – Anzu le dio el nombre pero la recepcionista solo la miro confundida – No tenemos a nadie aquí con ese nombre.
-Anzu, en la radio dijeron que el compositor era Yami –Dijo Yugi, aunque solo Jonouchi y Anzu podían escucharlo – Debe hacerse llamar así aquí.
-Lo siento señorita, es con Yami con quien debemos reunirnos, solo me confundí.
-Un momento por favor – La recepcionista marcó un número en su teléfono y la escucharon hablar después de unos segundos – Hola, hay unas personas aquí que vienen a reunirse con el señor Yami – Otra pausa – Mazaki Anzu y Katsuya Jonouchi – Pausa de nuevo – Entiendo, dame un segundo por favor – Luego de eso la recepcionista volvió su atención a ellos - ¿Tienen una cita? No aparecen registrados en la agenda.
-Eh, no. Nosotros no tenemos cita pero es urgente que nos encontremos con él –Respondió Anzu.
-Lo siento pero sin una cita no puedo dejarlos pasar.
-Señorita, este es un asunto urgente – Intentó Jonouchi – Si le dice a Yami quién soy va a recibirnos, nos conocemos de hace mucho tiempo, fuimos juntos a la escuela.
-Lo siento pero no puedo hacer nada – La recepcionista hizo ademan de terminar la conversación telefónica pero Jonouchi hablo antes.
-¡No! Déjeme hablar con esa persona, si me diera la oportunidad de explicar, es de vida o muerte – La recepcionista pareció dudar pero finalmente cedió.
-Está bien – Y con eso puso el teléfono en alta voz.
-Hola, soy Katsuya Jonouchi. Verá necesito ver a mi amigo Yami, es un asunto muy urgente. No tengo cita pero él sabe quién soy, si le dice quién soy él va a recibirme.
-Señor Katzuya, lo voy a comunicar con el anexo directo de la asistente personal del señor Yami, espere un momento – Hubo un momento de silencio y el teléfono comenzó a marcar momentos después.
-Anexo de Yami, Millennium Records. Habla Rebecca – Dijo una voz a través del teléfono.
-Yo soy Katsuya Jonouchi, vengo con Mazaki Anzu y es muy importante que nos deje reunirnos con Yami ahora.
-Eso no es posible, ustedes no tienen cita y el señor Yami está muy ocupado ahora. Está en el estudio ahora y en media hora tiene un ensayo con el señor Taemin, no hay tiempo disponible para que los reciba. Si gustan pueden agendar una cita, solo necesito que me dejen el motivo y puedo agendarlos para… La próxima semana, el señor Yami tiene un espacio el martes de la próxima semana.
-Señorita Rebecca, esto es un asunto urgente. Yami sabe quién soy, por favor solo dígale que soy yo quien lo busca y el me atenderá se lo aseguro.
-No tengo permitido molestarlo cuando está trabajando en el estudio, solo si es algo urgente.
-¡Esto es algo urgente! – Gritó Jonouchi – Por favor, solo dígale que Katzuya Jonouchi lo busca y que es urgente.
*~
Atem se encontraba en su estudio trabajando en una canción y al igual que cada vez que escribía algo pensaba en Yugi, esa mañana nuevamente había sentido esa perturbadora fragancia a manzanas y lo estaba matando. Recordaba que cada vez que abrazaba a Yugi podía oler manzanas, cuando enterraba su nariz en el cabello del menor olía a manzanas, incluso cuando solo estaba cerca podía sentirla y lo extrañaba. Sacudió su cabeza por quinta vez en la última media hora y leyó de la hoja que descansaba en su mesa las últimas líneas que había escrito de la canción.
-Aunque no estas a mi lado recordaré al tu del pasado. Te amaré una vez más.
Pensó durante un momento y finalmente escribió las últimas líneas.
Aún si derramo lagrimas otra vez
Pensaré en tus ojos, tu tacto, tu todo
Mientras lloro.
Sonrió satisfecho ante su creación y camino hacia el teclado del estudio para intentar tocarla y así revisar que quedará bien pero justo cuando iba a tocar una tecla sintió unos golpes en la puerta, se giró hacia ella y vio como Rebecca, su asistente, entraba.
-Yami, lamento mucho molestarte pero hay unas personas que quieren verte.
-Rebecca estoy trabajando ahora.
-Lo sé, yo les dije que no podías atenderlos sin una cita pero son muy insistentes. Dicen que es algo muy urgente y uno de ellos dice conocerte entonces decidí preguntarte.
-¿Alguien que me conoce? – Preguntó Atem confundido - ¿Cómo se llaman?
-Katsuya Jonouchi y Mazaki Anzu.
-¿Jonouchi? – Preguntó con sorpresa.
-Sí, él es quien dice conocerlo.
-Si Rebecca yo... Lo conozco. Por favor hazlos pasar.
Su asistente se retiró y Atem quedó muy confundido y sorprendido, se preguntaba cómo era que Jonouchi sabía dónde estaba y que asunto podía querer tratar con él. Comenzó a ponerse nervioso e impaciente, jamas imaginó que el pasado que tanto quería evitar lo alcanzaría de la noche a la mañana sin algún tipo de advertencia. No se sentía listo… Pero eso al tiempo no le importaba, Jonouchi seguía subiendo por el edificio y entraría por esa puerta en cualquier momento. No había nada que pudiera detenerlo.
Justo cuando Atem ya no podía ponerse más nervioso sintió unos golpes en la puerta y luego vio a Rebecca abrir y dejar entrar a dos personas, Yami se puso de pie inmediatamente y se quedó como una estatua de piedra mientras los veía entrar.
Jonouchi seguía siendo el mismo de siempre, estaba un poco más alto y vestía diferente pero aún tenía ese pelo rubio y la misma cara, ambos se quedaron mirando un momento mientras Anzu entraba, Atem pudo reconocerla del canal 11.
Por otro lado, Atem causo una impresión parecida en Jonouchi. Aun usaba el mismo peinado pero tenía el pelo un poco más corto, también estaba ligeramente más alto y usaba un estilo totalmente diferente al que Jonouchi conocía, también tenía un aura distinta, ya no podía percibir esa sonrisa divertida que siempre estaba en su rostro y se mostraba mucho más frío y distante, inaccesible.
Para Anzu era la primera vez viendo a Atem y de inmediato se puso a analizarlo en busca de algún indicio que le mostrara si aún amaba o no a Yugi pero este último estaba ajeno a todo eso. Cuando Yugi vio a Atem su mundo se detuvo, contuvo el aliento y abrió los ojos como platos, ese era su Yami pero a la vez no lo era, era su rostro y su cabello, era su cuerpo y su piel, pero a la vez era diferente, Yugi pudo notar que no era la misma persona en cuanto lo vio y sintió temor pero no estaba listo para darse por vencido, se obligó a sí mismo a moverse cuando vio que la asistente de su Yami iba a cerrar la puerta pero sin quitar los ojos de su novio, porque si, en realidad nunca terminaron así que técnicamente aún eran novios.
-Hola Atem – Jonouchi fue el primero en hablar.
-Hola… - Respondió Atem casi en un susurro, estaba demasiado nervioso para hablar correctamente, no obstante, cualquier emoción que estuviera sintiendo se disipo para dar paso a la completa sorpresa cuando el rubio atravesó el estudio hasta llegar a Yami y lo envolvió en un fuerte abrazo. Ni siquiera Yugi lo podía creer.
-Dios Atem – Dijo Jonouchi unos segundos después separándose de Yami pero sujetándolo de los hombros – Aunque no lo creas te extrañé, me quede muy solo cuando te fuiste así y más encima sin avisar. ¡Qué clase de amigo eres! – Atem parpadeo sorprendido un par de veces para luego relajarse y soltar una risa que logro detener el corazón de Yugi, espiritualmente hablando claro está.
-Por favor siéntense – Fue la respuesta de Atem apuntando a un enorme sillón circular que estaba frente a una mesa llena de papeles en la cual hace unos minutos Atem había estado escribiendo una canción.
Los tres tomaron asiento y Yugi sin dudarlo se sentó al lado de Atem, Jonouchi lo observó de reojo y sonrió, su mejor amigo aun ponía cara de idiota cuando veía a ese hombre. Anzu notó que Atem inspiró profundamente cuando Yugi se sentó a su lado e inmediatamente después se puso de pie y fue a encender unos inciensos que estaban cerca del panel de grabación del estudio.
-Espero que no les moleste, hay un olor extraño que al parecer me sigue a todas partes – Dijo Atem volviendo a sentarse en su lugar anterior. - ¿Desean algo para beber o algún snack? ¿Jonouchi? – El aludido negó con la cabeza - ¿Señorita Mazaki?
-Oh por favor llámeme Anzu, y no gracias.
Luego de eso hubo unos momentos de silencio en los que Anzu y Jonouchi miraban a Atem, y Atem los miraba a ellos. Hasta que finalmente el tricolor mayor decidió romper el silencio.
-¿Y bien? Por favor no me malinterpreten, me alegra mucho verte de nuevo Jonouchi pero mi asistente no mentía cuando dijo que no puedo realmente atenderlos sin cita. Taemin ya debe estar por llegar y no puedo llegar tarde al ensayo, este es mi trabajo chicos.
-¿Te refieres a Taemin, el artista coreano miembro de SHINee? – Preguntó Anzu emocionada.
-Sí, está preparando su debut japonés y le escribí una canción pero a Koharu, su coreógrafa, le preocupa que no esté poniendo el sentimiento correcto y me pidió ayuda.
-Ya veo… No puedo creer que tendrá su debut japonés – Anzu no podía ocultar la emoción en su voz.
-Anzu – Le dijo Jonouchi en un tono reprobatorio.
-Lo siento, lo siento, es que soy una fan.
-Eso no es lo importante ahora Anzu – Reiteró Jonouchi mientras escuchaba una risilla proveniente de Yugi – Veras Atem, la verdad no sé cómo decirte esto. Es sobre Yugi.
A la mención del nombre de la persona que tanto amó y aun ama Atem sintió que el corazón se le paraba.
-¿Yugi…? – Dijo con un hilo de voz.
-Sí. Quizás esto sea un poco difícil de creer pero Yugi está vivo.
-¿Qué? – Preguntó Atem aún más bajo que antes.
-Yugi fue secuestrado Atem y ha estado estos cinco años encerrado.
-Qué… - Atem se puso de pie bruscamente y su respiración se volvió irregular – Cómo… Cómo… - Intentaba decir algo pero no podía – Dónde… Ah… No… No puedo…
-¿Atem? No te levantes, siéntate – Le dijo Jonouchi haciendo que se siente otra vez – Lamento venir así y decirte esto de esta forma pero Yugi insistió en que viniéramos y… - No pudo continuar porque Atem lo interrumpió.
-¡¿Qué?! ¡¿Dónde está?! – Dijo completamente fuera de sí mismo.
-Yo… Ah… - Jonouchi miró a Anzu como pidiéndole ayuda, se dejó llevar y habló de más y ahora no sabía que decir.
-Atem, primero debes calmarte – Comenzó a hablar Anzu – Nosotros no sabemos dónde está Yugi físicamente ahora, queremos decírtelo todo pero si no te calmas no podremos hablar – Atem hizo su mejor intento en regularizar su respiración y aunque no lo logro del todo no podía simplemente esperar y calmarse así que los miró expectantes, instándolos a hablar – Sabemos de Yugi que un hombre lo secuestró y lo mantuvo cautivo por cinco años pero no sabemos dónde. Sabemos que en este momento Yugi está en un coma pero no podemos tener certeza de donde esta o si aún está con el hombre que lo secuestró.
-¿Qué? ¿En coma? Entonces cómo… ¿Cómo saben todo esto?
-Esta es la parte difícil – Dijo Jonouchi – Por favor, tienes que confiar en nosotros.
-Atem, yo tengo un don. Sé que esto será muy difícil de creer pero debes hacerlo porque no te estoy mintiendo, mi don me permite comunicarme con el mundo de los espíritus.
-Estas diciéndome que… ¿Eres una médium?
-Si Atem, y estoy comunicándome con Yugi.
Un incómodo silencio se expandió en el estudio, Atem miraba con una expresión indescifrable a Anzu, Jonouchi no podía estar más nervioso y la tensión era tanta que pareciera que podría cortarse con tijeras. El silencio se rompió con una fuerte carcajada de Yami.
-¿Qué clase de broma es esta? Jonouchi, ¿Tú le crees?
-Atem, no es ninguna broma – Dijo Jonouchi – Anzu dice la verdad, y entiendo que no nos creyeras a la primera, ¡Yo tampoco lo creería! Pero Anzu solo está ayudando, ella no es la que dice esto. Lo digo yo. Yo fui quien vio a Yugi primero. Se apareció en mi casa ayer por la mañana – Atem los miró a ambos con los ojos muy abiertos pero luego su expresión cambió.
-Quién se creen que son para venir aquí y decirme todas estas estupideces.
-Atem… - Jonouchi quiso decir algo pero Atem no lo dejo.
-¡Nada! ¡Atem nada! ¿Cómo son capaces de algo así? ¿Se levantaron esta mañana y dijeron “Hey, vamos a hacerle la vida miserable a ese amigo tuyo de la secundaria”? ¡¿Con que derecho?! No tienen idea de lo difícil que ha sido para mí, ¡Estos cinco años han sido el infierno! No voy a dejar que ustedes vengan y me arruinen otra vez, no voy a escucharlos ¡Ni un segundo más!
-Atem por favor – Siguió intentando Anzu mientras Atem caminaba hacia la puerta – No puedes negarlo ahora, él te necesita.
-Y yo necesito que ustedes se vayan – Dijo Atem abriendo la puerta - ¡Rebecca!
-Atem, tienes que creernos. ¡El olor a manzanas! ¡Tú lo notaste! Por eso pusiste esos inciensos. ¡Es Yugi! ¡Está sentado justo ahí! – Gritó Anzu casi histérica apuntando al sillón en donde antes estaban sentados.
-Ahí no hay nadie. Rebecca llama a seguridad – Le dijo a su asistente que recién llegaba.
-¡Si haces esto morirá! – Gritó Jonouchi.
-¡Él ya está muerto! – Respondió Atem ya sin poder retener las lágrimas – Yugi no está aquí y jamás volverá, me ha llevado cinco años entenderlo. ¿Por qué tienen que venir aquí a reabrir mis heridas? ¿Por qué quieren remover el pasado? Jonouchi, si tú quieres seguir jugando a esto y seguir creyendo que algún día vamos a encontrarlo entonces adelante, pero no me vas a arrastrar a esto. No soy capaz de soportarlo otra vez. Yo ya tuve suficiente.
Seguridad, que para ese entonces ya había llegado, llevaron a Jonouchi y a Anzu a la salida y estos totalmente decepcionados de la visita regresaron al auto del rubio pero notaron que Yugi no estaba con ellos.
Entonces ahora depende de él, pensó Jonouchi pero más que alegrarse de saber que su amigo no se daba por vencido solo se preocupaba más, Atem tenía razón en una cosa. Aun si Yugi recordaba todo si ni siquiera él sabía dónde estaba jamás iban a encontrarlo.