Los días eran cada vez más extraños para Makoto. Desde ese día en que salieron los de tercero a la cafetería, recibía mensajes de los chicos, sobre todo de Kisumi y sino contestaba antes de 10 minutos transcurridos aunque fuera un simple si, lo llamaban. Al principio fue divertido y lindo para el toda la atención que recibía pero llego un momento hasta que Makoto no lo soporto mas y apago su celular y lo guardo en la mochila, como en ese momento.
Suspiro al sentir la mirada curiosa de Haruka.
-Siguen mandando mensajes y apague el celular, estamos en clases-explico en voz baja
Haruka regreso la mirada a la ventana y Makoto continuo poniendo atención a la clase y haciendo apuntes de lo que consideraba importante. Tenía examen la siguiente semana de esa clase y tenia que concentrarse. La clase acabo y la mayoría de sus compañeros salieron para comer. Haru y el se quedaron en el salón.
En ese momento escucharon un sonido dentro de la mochila del pelinegro. Makoto se congelo y sintió un escalofrió recorrerle la espalda. ¡La mochila de Haru estaba viva! Se relajo cuando Haru se agacho y saco su celular de la mochila. Makoto enarco una ceja con curiosidad, era extraño que el chico delfín cargara con su celular. Su curiosidad aumento cuando lo miro fruncir levemente el ceño al leer algo de su celular.
-¿Pasa algo Haru?
El sacudió la cabeza y metió otra vez el celular en la mochila después de apagarlo. Makoto sabia que algo había recibido para dejarlo así pero decidió no insistir, esperaba que Haru se lo digiera después.
Las clases continuaron y al terminar, se dirigieron juntos a la piscina. Tan solo llegaron, Makoto se vio rodeado por los de segundo.
-¿Makoto-sempai se encuentra bien?
-¿Su celular sirve?
-¿Por qué no contesta su celular?
Makoto parpadeo varias veces seguidas ante el interrogatorio y levanto las manos. Los miro extrañado.
-¿Eh? Mi celular sirve pero lo tengo apagado, ¿por qué?
Se extraño aun más cuando los miro suspirar aliviados. Nagisa sonrió.
-Es que Rin-chan, Sou-chan y Kiss-chan nos estuvieron marcando preguntando por ti porque no contestabas el celular
Gou asintió. –Los tenía preocupados Makoto-sempai
¿Qué era lo que estaba pasando? Makoto no sabía si suspirar o llorar. Las cosas se estaban poniendo raras y más sus amigos con el. Sacudió la cabeza sonriendo levemente.
-Lo siento pero tengo que apagar el celular en las clases. Les voy a mandar un mensaje para decirles que estoy bien y disculparme por preocuparlos
Miro de reojo como Haruka mantenía la vista fija en la nada con el ceño fruncido. Saco su celular de su mochila para prenderlo y sonrío avergonzado por todas las llamadas perdidas y los mensajes que tenia incluso de Momotorou y Aichiiro aparte de los de sus amigos de Iwatori. Jamás le habían llamado tanto a su celular como ese día.
Les mando un mensaje a cada uno y cuando se estaba cambiando de ropa, su celular volvió a sonar y esta vez contesto.
-¿Bueno?
-¡Makoto, estas vivo!
El castaño rio ligeramente y se rasco una mejilla. –Si, lo siento por eso. ¿Qué pasa Rin?
-¿No puedo llamarte para saber de ti?-Rin rio-No, estoy afuera de Iwatori, quería hablar contigo sobre las practicas en conjunto del miércoles
Makoto puso los ojos en blanco y jadeo.
-¡Lo siento Rin, lo olvide! Pero no era necesario que vinieras, pudiste llamarme
Rin volvió a reír y Makoto podía asegurar que estaba sonriendo de manera jocosa.
-Lo hice pero alguien no me contestaba y mejor vine
Makoto sintió sus mejillas colorarse y sintió el impulso de esconder el rostro al sentir la mirada azul de su amigo Haru. Se despidieron y después de colgar y terminar de ponerse su chaqueta, salió para ir por Rin luego de avisar a los demás.
Cuando regreso, los demás ya estaban practicando. El se sentó en el borde con Rin a lado y platicaron sobre lo que harían mañana, los ejercicios que pondrían. Se sintió un poco cohibido al sentir a Rin más cerca de lo usual, como si estuviera invadiendo su espacio personal.
Terminando la práctica, Rin los acompaño ya que quería saludar a sus hermanos. Le pareció extraño a Makoto y más por la mirada que le lanzo a Haruka. Definitivamente algo estaba pasando.
-¿También quieres venir Haru?
Haru lo miro, luego a Rin y se encogió de hombros. Makoto sonrío y juntos fueron a su casa. Ren y Ran los recibieron efusivamente y les pidieron jugar con ellos. Makoto sintió que su rostro exploto en rojo cuando Ran propuso jugar a la casita y Rin dijo que los mellizos serian los hijos, Haru serian la mascota, Rin el papá y el la mamá.
Sus hermanos estuvieron de acuerdo. El tuvo que ponerse un mandil, Haru permanecer en cuatro y caminar y actuar como perro y Rin usar su corbata. Sintió que se desmayaría cuando “según”, actuando su papel, Rin lo beso muy pero muy cerca de los labios antes de decir que ya había regresado de la casa y susurrarle al oído lo que tenía que decir, aunque no entendió a lo que se refería a lo último.
Makoto aun con las mejillas de un color carmesí y arrugando con sus manos el mandil, las murmuro:
-Bienvenido a casa ca-cariño-trago saliva-¿quieres primero cenar, bañarte o a mi?
Rin sonrío. –Me gustaría comerte pero me conformo con lo que hiciste, honey
Makoto sentía que moriría.