Entró e inspeccionó las dos habitaciones delanteras con el alma en vilo y con cierta conmoción al hallarlas desiertas.
Seto miraba fijo la pantalla apagada del celular en el suelo frente a él. Había intentado arrancarse las ataduras pero solo había logrado que sus muñecas sangraran por el esfuerzo.
Estaba cansado y harto, casi desvanecido sobre la pared de la choza preguntándose que habría sido de Wheeler. Consideraba que en cualquier momento podría volver ese tipo a jactarse de la forma en que le mató y hacerlo con él pues ya no le servía de nada.
Nunca había odiado con tanta intensidad a una persona. Ni siquiera al mismo Motou. Cerró los ojos cansados y apoyó la coronilla en la pared de madera. Entonces oyó pasos en las otras habitaciones. Su corazón dio un vuelco porque si el otro había vuelto significaba que Wheeler... también el mismo estaba perdido. Se preparó porque si tenía una oportunidad lo mataría.
Se abrió la puerta que conducía a la otra habitación en penumbras pues caía el sol y apareció una cabeza que creyó no volvería a ver.
Lleno de preocupación y remordimientos el melado llegó a su lado y arrodillado comenzó a desamarrarlo.
¿Wheeler? ¿Qué haces tú aquí?--preguntó el castaño.
Y el rubio sintió rechazo por si mismo. Una mirada de pesar tomó su rostro y apartó la mirada del otro con vergüenza--Te llevaré a la capital para que te cu...--
El impulsivo castaño no lo dejó terminar y liberadas sus manos calló sus labios con un apasionado beso que tomó al otro totalmente por sorpresa.
¡Déjame hacerte el amor!--dijo el ojos azules una vez derribado el rubio.
Joey se lo quedó mirando estupefacto--Creí... pero... esto es mi culpa--
¿Querías que esto me pasara?--preguntó sorpresivamente Seto con una voz calmada y grave a escasos centímetros de su cara mientras una intensa mirada les envolvía.
¡No! Por supuesto que no, pero si no fuera por mí...--dijo el melado.
¡Déjame hacerte mío y te perdonaré! Tienes la facultad de hacer que me olvide de todo cachorro--le dijo el CEO.
Wheeler lo abrazó con autenticas lágrimas de gozo en la cara. Era como si un pesado bloque hubiera sido quitado de encima de su pecho y pudiera respirar. Desde un primer momento temió lo que el irascible Seto le diría y la forma en que lo haría y lo peor era que sería con toda la razón del mundo. Solo podía imaginar la vergüenza y el dolor que una experiencia como esa le podía hacer pasar a alguien tan orgulloso como él. Y sin embargo...
No cabían dudas en su razón y en su corazón.
Seto Kaiba lo amaba. Lo amaba demasiado.
El ojos azules se detuvo y lo miró a los ojos--¿Que hiciste con él?--preguntó.
Ya no nos molestará--fue la serie respuesta del asesino y el castaño vio la verdad en sus ojos.
No te hubiera perdonado de otra manera--dijo Seto.
Lo sé, igual tuve mucho miedo de no poder encontrarte. De no haber sido por la suerte...--dijo el rubio.
La suerte no existe. Solo la capacidad. Me encontraste porque conocías a las personas correctas. Eso no es suerte, eso es eficacia--dijo el despiadado empresario molesto de ver tan vulnerable al otro. Él no lamentaba nada, solo seguía adelante.
Las caricias subieron de tono mientras las manos exploraban y tenían más audacia llevada al frenesí por la angustia del deseo que llevo a Kaiba a poseer al melado despacio, disfrutando de cada beso en la piel dado a Joey que tambien disfrutaba y se quedaba agradecido de cada contacto.
¿Ese hombre te hace sentir lo mismo que yo?--palabras dichas con los típicos celos de Seto Kaiba que resurgían no importaba el momento.
Joseph sintió que el otro merecía nada más que la verdad después de todo lo sucedido--No hay otro--
¿Que dices?--preguntó expentante el castaño entre la sorpresa y la esperanza.
¡Lo inventé!--admitió Wheeler--Nadie más me ha tocado desde la primera vez que estuvimos juntos. Te mentí porque sentí que era lo apropiado--
Para alejarme--se dio cuenta el ojos azules antes de besarle apasionadamente--¡Dí que eres mío!--
Lo soy, soy tuyo--le contestó Joseph sin vergüenza, para él Seto lo valía.
Entonces... te quedarás conmigo--decidió el CEO y el otro le miró con ojos pesarosos.
Sabes que eso no puede suceder. Estarías en peligro--le dijo Joey.
¿Te parece que estar lejos de mi me mantuvo a salvo?--preguntó el castaño echando abajo esa carta.
No me refiero a ellos, aún no tienen pruebas pero si las autoridades se dan cuenta de que te relacionas con un asesino como yo lo perderás todo por lo que te has esforzado tanto tiempo y lo sabes. No podemos estar juntos--aseguró con lógica el rubio.
Tal vez no podamos estar juntos pero puedes estar cerca. Ven conmigo a Domino. Estando allí podemos vernos ocasionalmente con toda cautela--le dijo el castaño.
¡No podemos! Sabes que tienes enemigos esperando un paso en falso tuyo en todo momento, no solo yo los tengo. Si se enteraran. Piensa en tu hermano. Esta esperando la ocasión para vengarse si tú...--dijo el rey.
Mokuba no va a hacer nada. Sabe que si llegara a cometer alguna indiscresión liberaría las pruebas que tengo contra él. Él no dirá nada por más que quiera, no es tonto--aseguró el CEO.
Pero...--dijo el ojos mieles.
¡Quédate cerca, es todo lo que digo!--dijo el ojos azules mirando los suyos directamente y devolviendo a Wheeler al pasado cuando esos ojos lo miraban con desprecio. Cuanto había cambiado todo desde la época de cuando jugaba a los duelos y se peleaban, o más bien él lo peleaba y el otro lo ignoraba con los ojos fijos en Yugi y el reinado de los duelos. También eso le hizo pensar que si en aquél entonces hubieran descubierto lo que sentían hubieran disfrutado del estar juntos sin que más nadie interfiriera, pudiendo permanecer juntos y tranquilos cosa que ahora, que todos sabían quien era él, era imposible--¿En que piensas, perro?--preguntó Seto invadido por la curiosidad.
Apoyando su mejilla en el torso del recostado Seto el melado le respondió--Pensaba en el pasado. Todo sería tan distinto si no hubieran averiguado quien soy yo--
Si, lo sería. Te recuerdo que si lo supieron es porque salvaste mi vida--le dijo Seto.
El rubio sin que pudiera verlo por el cabello sonrió de lado y dijo--¡No fue por ti! En verdad hubiera dejado que te mataran pero amenazaron mi vida y la de mis amigos--
¡Es agradable de oír eso!--dijo con disgusto el castaño.
Joey se acurrucó más contra él abrazándolo con fuerza--¡Que diferente era todo!--luego se medio levantó y mirándolo a los ojos le dijo con vehemencia--Sin ti mi vida ahora no tendría sentido--
¡No seas melódramático, perro!--le dijo algo incómodo Seto al rey, luego lo miró de lado y dijo--Eso lo decide. ¡Vendrás a Domino y andarás cerca!--
Los cinco grandes estaban reunidos en la sala de consejo de KAIBA CORP con sus sonrisas afiladas miraban a Mokuba Kaiba que les dijo--No entiendo como pudieron acceder a este puesto pero saben que puedo servirles. Conozco todos los pormenores de la compañía y su dirección--les ofreció. Tal vez algún día lograría acceder al codiciado puesto que dejó vacante Seto.
Lo siento, pero conociendo sus antecedentes para con su hermano preferimos no usar sus servicios. No queremos Kaibas en esta compañía--dijo el cabeza de los 5.
Un murmullo y gritos tras la puerta puso a todos alertas y entonces alguien inesperado penetró en la sala de consejo--Lo siento pero eso no es posible. Los rumores de mi muerte son algo desacertados--dijo el imponente y frío empresario, Seto Kaiba.
FINAL
O QUIZÁS SEA
UN "TO BE CONTINUED..."