Al día siguiente las clases comenzaron con normalidad cosa que sorprendió a cierto grupo de adolescentes entre ellos un embarazado que no dejaba de preguntarse que se traía entre manos Naruto y a qué grado afectaría su estúpida obsesión con Sasuke; después de terminar las primeras clases, salieron al descanso para poder comer algo.
−Neji que bueno que te veo, es que necesito hablar contigo a solas –dijo Deidara con el propósito de contarle lo de Naruto.
−Claro solo déjame avisarle a Kiba y a Gaara.
−No te preocupes por eso anda vamos antes de que llegue el gruñón de Sasuke y no te deje solo.
−Entonces vamos.
Los dos chicos caminaron hasta llegar al patio pero como Deidara no quería que nadie escuchara tomo de la mano a Neji y corrió con dirección a los árboles que formaban un pequeño bosque detrás del edificio donde estaban los dormitorios. Una vez que estuvieron fuera del rango de vista de cualquier otro alumno, el rubio prosiguió a contarle lo que hasta el momento sabia.
−Entonces ¿Que querías decirme? –pregunto el menor sin entender porque había sido arrastrado, prácticamente, hasta allí.
−Es sobre Naruto, él tiene un grupito que no solo te quiere separar a ti y a Sasuke sino que también quieren que Kiba deje a Shino y Sai a Gaara –medito y después corrigió−, bueno Pain decidió dejarlos en paz así que ahora solo quedó Naruto y otro chico que quiere a Shino a lo que tengo entendido.
−Así que aún sigue insistiendo con eso –suspiro−, ¿Sabes? Siento pena y lastima por él, mira que estar exhibiéndose por alguien que lo trato como un simple juguete y que ahora no lo quiere, es algo triste ¿No crees? –pregunto lo último casi en un susurro.
−Es lamentable pero recuerda que el mismo por quien está actuando así, es quien a ti te trataba como basura –recrimino recordando cuando Itachi le contaba las incontables veces que iba a consolar a Neji por culpa de su hermano.
−No lo niego pero el cambio y mucho –sonrió tiernamente−, es más atento y cariñosos aunque aún le cueste demostrarlo en público.
−También es posesivo y celoso a mas no poder –agrego Deidara divertido de recordar las muchas veces que en su pequeño viaje a la cuidad, los chicos que pasaban se le quedaban viendo a Neji y Sasuke lo celaba como si pensara que se lo fueran a arrebatar de los brazos.
−Bueno si, eso es innegable pero creo que es como una forma de demostrar que me quiere, aunque hay veces que siento que me asfixia –suspiro cansadamente.
−Entonces viene de sangre ya que Itachi es igual pero sabe que si me hace enojar lo dejare en impotencia –rio divertido.
Así se la pasaron diciendo las virtudes y defectos de sus parejas hasta que el timbre volvió a sonar indicando que debían volver a sus salones y ahí fue que cayeron en cuenta que entre tanta platica y risas perdieron por completo la noción del tiempo y no pudieron ir a comer. Ya sin más remedio que lamentarse se dispusieron a ir a sus respectivos salones, pero en eso el mayor de los dos chicos sintió un mareo y sin siquiera poder decir media palabra callo de lleno al suelo. Neji se espantó y lo único que atino hacer fue gritar con todas sus fuerzas dado que estaban algo alejados de los demás chicos y añadiéndole a eso que muy probablemente ya estuvieran regresando a sus salones como ellos iba a hacer.
−Alguien ayúdeme.
Su desesperación y temor de que algo malo le pasara al bebé de Deidara fueron en aumento ya que al momento de caer lo hizo de frente pegándose en el rostro y vientre.
−Dei anda despierta, no me asustes así –llamaba con la vaga esperanza de que su amigo abriera los ojos y le dijera que era una broma, pero eso no paso.
Su mente estaba tan perdida que no escucho cuando un chico de cabellos largos y negros como la noche, ojos marrones y piel pálida, se acercó. El misterioso chico se agacho hasta la altura de Neji y se le quedo viendo por unos segundos hasta que reparo en el rubio inconsciente y por fin hablo.
−Si quieres puedo ir a buscar ayuda ya que entre los dos no podremos hacer mucho –dijo con voz dulce.
−Si por favor –fue lo único que respondió.
−Entonces no tardo.
Dicho esto salió corriendo perdiéndose del campo de vista de Neji y ahí reparo que nunca antes lo había visto y muy probablemente era un nuevo estudiante además de que quizá tuvieran la misma edad. Después de un par de minutos llego el chico misterioso junto a otro más alto, de pelo corto negro puntiagudo y ojos marrones. El más alto se acercó al Hyuga y sin perder tiempo ni decir palabra alguna, cargo entre sus brazos al inconsciente embarazado, para después dar media vuelta y empezar a caminar probablemente con rumbo a la enfermería.
− ¿Te ayudo? –pregunto el otro chico tendiéndole la mano a Neji para que se apoyara en él y así pararse.
−Gracias –dijo una vez que estuvo de pie.
−Mi nombre es Hyoton no Haku y el que se llevó a tu amigo se llama…
−Se llama Kirigakure Zabuza ¿Cierto?
−Sí, veo que es muy popular en esta escuela –sonrió gentilmente.
−Bueno su familia es una de las más importantes pero él también se ha ganado su propia fama –respondió y después recordó que ese chico era muy probablemente nuevo y la duda de él porque conocía al temible Zabuza, lo inundo y sin siquiera pensarlo pregunto− Al perecer acabas de matricularte aquí ¿Cierto?
−Sí, hoy es mi primer día.
− ¿Entonces cómo es que conoces a Zabuza?
−Bueno es que él y yo estamos casados por eso es que vine a estudiar aquí –respondió con una cálida sonrisa.
Neji no salía de su asombro, como era posible que el gran Zabuza Kirigakure estuviera casado con un chico tan lindo como Haku pero eso no era de su incumbencia, se dijo, cada uno era libre de escoger a quien quiera. Por otro lado, que recordara, no había escuchado nada al respecto de que Zabuza estuviera comprometido o incluso que ya estaba casado y eso lo intrigo pero prefirió guardar silencio y se puso a caminar con Haku a un costado.
En el camino a la enfermería los dos pelilargo estuvieron hablando y el Hyuga se enteró de que Haku estaría en su salón, también descubrió que efectivamente tenían la misma edad y por último, que su familia estaba invitada a su boda cosa que le sorprendió mucho y su sorpresa fue descubierta.
−Fue el padre de Sasuke quien invito a la familia de Zabuza y a mi familia pero solo iremos nosotros dos ya que nuestros padres estarán de viaje por negocios –aclaro sin tomarle mucha importancia.
Una vez que estuvieron en la enfermería vieron a Zabuza afuera recargado en la pared con los brazos cruzados y los ojos cerrados.
−Te tardaste Haku –dijo sin siquiera abrir los ojos.
−Perdón es que estábamos platicando –respondió con una sonrisa.
−Gracias por ayudarnos –dijo Neji tímidamente y no solo era eso sino que aunque no tuviera motivos le tenía un poco de miedo.
−Agradécele a Haku ya que él fue quien me dijo que te ayudara a ti y a tu amigo.
−Aun así te agradezco al igual que a Haku.
−No te preocupes –respondió el otro doncel amablemente.
−Bueno entonces te veo después –dijo Neji para meterse a la enfermería e informarse de cómo estaba su amigo.
Escucho claramente cuando los dos chicos que estaban afuera se iban y sin perder tiempo se acercó a la cama donde estaba acostado Deidara pero para su sorpresa ya estaba despierto y tal parecía que estaba molesto.
−Qué bueno que llegas Neji, ahora dile que me deje ir –chillo molesto cruzándose de brazos.
−Ya te dije que tienes que descansar un rato –se escuchó que decía una voz detrás del Hyuga y este por inercia volteo para encontrarse con el doctor Iruka.
−Pero yo ya le dije que me encuentro bien así que déjeme ir –replico molesto ya que no le gustaba estar en la enfermería.
−Haz caso Dei además no quiero que me des otro susto de esos –intervino Neji.
−Pero no me gusta estar aquí, es tan aburrido –se quejó con un puchero infantil.
−Solo descansa un rato, para la siguiente clase puedes irte –aclaro el doctor soltando un suspiro ya que desde que minutos atrás despertó el rubio, no dejo de quejarse de que se quería ir.
−Pero me aburre estar aquí.
−Si quieres me puedo quedar contigo bueno claro si el doctor Iruka nos deja –dijo mientras volteaba a ver al mencionado y este ya sin querer seguir escuchando los reclamos del otro chico, asintió con la cabeza y se fue dejando a los dos adolescentes solos.
−Eres un amor Neji al menos contigo aquí, no me aburriré.
El tiempo que les restaba para la siguiente hora, se les paso rápido entre tanta platica la cual fue dirigida hacia Haku y Zabuza. Neji le conto como fue que lo conoció y de cuanto se sorprendió al enterarse de que esos dos estaban casados, además de ponerlo al tanto de que también estaban invitados a su boda y él ni enterado estaba.
−No sabía que Zabuza estuviera casado pero me alegro por el –dijo Deidara con una sonrisa.
−Tu si le hablas ¿Verdad? –pregunto curioso el menor.
−Algo, él va en la misma clase que Itachi y yo y es inevitable no hablarle a los demás.
−Creo que eso solo lo aplicas tu Dei –agrego burlonamente y ambos se pusieron a reír.
La plática continuo hasta que el timbre sonó y en so entro el doctor para dejarlos salir e informarles de que ya había dado aviso a sus profesores de la clase pasada, para que no les pusieran falta. Así sin más tiempo que perder salieron de la enfermería y caminaron a paso apresurado con dirección a su siguiente clase, en mitad de camino se tuvieron que separar para cada uno ir por el lado contrario del otro yendo así a sus respectivos salones.
Deidara llego muy agitado debido a que había ido corriendo y aumentándole a eso que su embarazo de casi un mes lo agotaba bastante. Una vez que su respiración se normalizo decidió buscar con la mirada al padre de su pequeño pero no lo encontró por más que busco así que sin más remedio que esperar a que llegara, se fue a sentar en una esquina al fondo del salón para poder ver por la ventana y ahí vio como un chico pelirrojo, que al principio confundió con Gaara, platicaba con Itachi y de la nada lo beso en la boca.
Como si fuera un resorte, se levantó y sin importarle que llegara el maestro, se fue con el claro propósito de írsele a golpes a quien osaba besar a su novio y padre del pequeño que llevaba en su vientre. Debido al coraje y a que estaba corriendo, no tardo ni 5 minutos en llegar donde estaban los causantes de su actual estado de ánimo.
−Aléjate de él ahora mismo –grito estando a unos pasos de los dos adolescentes.
Itachi pego un brinco al escuchar la voz de su embarazo novio y el mejor que nadie sabía que Deidara no se andaba con juegos cuando lo hacían enojar.
−Dei, no es lo que piensas y cálmate o te hará daño –hablo antes de que el ambiente se volviera más acalorado de lo que ya estaba.
−Claro que es lo que pienso –dijo con un fingido noto calmado−, si este de aquí te estaba besando –grito sin aguantarse las ganas de soltarle una cachetada al pelirrojo.
Sasori al principio solo atino a poner su mono sobre la zona afectada y después le regreso el golpe con más fuerza de la necesaria provocando que el rubio callera al suelo y al voltear el rostro noto que le había reventado el labio inferior del cual salía un hilo de sangre.
−Dei –grito Itachi yendo a su lado y ayudándolo a levantarse pero el otro se soltó bruscamente de los brazos de su pareja y sin importarle nada se le fue encima al otro chico que sonreía con burla.
Los golpes por parte del otro no se dieron a esperar pero milagrosamente Deidara logro esquivas algún mal golpe que diera de lleno a su vientre pero las demás partes de su cuerpo no tuvieron la misma suerte aunque, a comparación de Sasori, él era más ágil y logro esquivar la mayoría de los golpes mientras que el pelirrojo por puras penas podía regresar o bloquear alguno que otro golpe. Itachi por su parte intentaba separarlos pero no podía y cuando vio que Deidara intentaba regalarle otro golpe al que tenía bajo su cuerpo, lo agarro y a pesar de recibir uno que otro golpe, logro separarlos; en eso Sasori se levantó y quiso darle un golpe en el estómago pero el Uchiha lo detuvo.
−Ni se te ocurra hacerlo –dijo amenazantemente.
−Él fue el loco que se me vino encima –recrimino más que furioso.
−Tu eres quien estaba besando a mi novio y padre de mi hijo –grito ya fuera de sí.
Sasori quedo en shock, realmente no podía procesar aquellas palabras que el rubio le acababa de decir, sintió como la ira se apoderaba de su ser y sin medir consecuencias intento golpearle el vientre a Deidara pero en eso alguien detuvo su puño y al levantar la vista vio a quien osaba detenerlo.
−No deberías hacer eso –dijo Neji serio, cosa que era muy raro en él.
−Tu que te metes –gruño el pelirrojo zafando su mano del agarre e intentando darle un puñetazo pero el Hyuga fue más rápido y lo esquivo haciendo que, por la fuerza con el que iba dirigido el golpe, casi perdiera el equilibrio−. No voy a dejar las cosas así –vocifero recuperándose y sin decir ni hacer nada más y sabiendo de ante mano que no podría hacer nada por el momento, se marchó dando grandes zancadas.
−Gracias Neji –dijo Itachi mientras abrazaba a Deidara quien quería soltarse.
−No te preocupes pero Dei deberías pensar primero las cosas antes de hacerlas –regaño con su tono habitual.
−Fue su culpa y la de Itachi por dejarse besar por cualquiera –gruño y se soltó del abrazo del más alto para después darle una cachetada que le volteo el rostro−. Se supone que solo debes besarme a mí –grito con lágrimas en los ojos y salió corriendo sin rumbo fijo solo quería alejarse de Itachi.
−Dei –grito el azabache pero no logro su cometido que era hacer que el rubio se detuviera.
−Dale unos minutos para que se calme –aconsejo el Hyuga−, sabes que es más sensible por el embarazo.
−Lo sé pero no me gusta verlo llorar y menor por mi culpa –dijo en un suspiro agachando la cabeza.
Neji iba a decir algo pero la voz de Sasuke los interrumpió y al voltear vio que estaba molesto aunque no entendía el motivo y le vino a la mente que quizá su estado de ánimo se debía a que no había entrado a la anterior clase sin decirle nada.
−Si estas así por que falte a la clase es porque…
−No me interesa eso –gruño molesto lo cual asusto a Neji.
−No debes gritarle así a Neji, pensé que ya habías dejado de hacerlo –regaño Itachi reponiéndose de lo que momentos antes había pasado con su amado.
−Tú no te metas esto es entre él y yo –se acercó y lo tomo del brazo para llevárselo sin que su hermano tuviera tiempo siquiera de detenerlo.
El azabache llevaba casi arrastrando al más bajo sin decir palabra alguna y aunque varias veces Neji trato de hacerlo hablar, este solo gruñía molesto y no se dignaba siquiera a mirarlo. Después de unos minutos llegaron al aula de música que desde hacía semanas estaba cerrado por remodelación pero eso no fue impedimento para Sasuke quien forzó la cerradura y seguidamente se metió obligando a su pareja a entrar con él.
Al cerrar la puerta volteo a ver al otro por primera vez en ese rato y sin siquiera dejarlo hablar le reclamo.
−Así que te estabas burlando de mi –dijo con una sonrisa que solo le helo la sangre al Hyuga quien no entendía a lo que se refería.
− ¿De qué hablas? –pregunto con miedo.
−No te hagas el tonto –grito ya fuera de sí aventando una de las sillas la cual se estampo contra la pared.
−No entiendo porque estás enojado –hablo temblando.
−Así que no sabes –exclamo acercándose al tembloroso chico − ¿Entonces qué es esto? Anda dime que es –pregunto entregándole una carta.
Neji dudo un momento pero abrió la carta y lo que leyó lo dejo sin habla.
Hola solo quería decirte que espero no se te olvide lo de esta noche, ya sé que estas ocupado y que se supone deberíamos dejar de vernos por lo de mi compromiso con Sasuke pero la verdad es que ese compromiso no fue decidido por mí y no pude evitarlo aun así me gustaría verte al menos por última vez, estar en tus brazos y decirte lo mucho que te quiero y la falta que me aras cuando nos separen y sé que tú también lo aras aun así podríamos vernos de nueva cuenta aunque tendríamos que ser más discretos. No olvides que realmente a quien amo y con quien realmente quisiera compartir el resto de mis días es contigo pero ya no puedo hacer nada al respecto, mi boda se llevara a cabo en menos de dos semanas pero al menos déjame amarte por última vez te lo ruego, te espero donde siempre a la misma hora espero no me dejes plantado.
ATT: Neji.
−Yo no escribí esto –dijo una vez que termino de leer intentando sonar lo más calmado posible pero el temor de perder a Sasuke era notorio.
−Es tu letra ¿No es así?
Efectivamente era la letra del pelilargo y aunque él sabía que no había escrito esa carta sabía que el Uchiha no le creía ya que su orgullo y su enojo no lo dejaban ver con claridad.
−Pero yo no escribí esto te lo juro.
−No me jures nada –grito−, no quiero que te vuelvas a acercar a mí y no te preocupes que no te tendrás que separar de tu amante ya que se cancela la boda –dijo mientras se daba a media vuelta y se marchaba dejando a un triste Neji quien se dejó caer al suelo y sin poder aguantar más lloro con amargura.
Ahí iba otra ve su amado, alejándose nuevamente de su lado tal parecía que el destino no quería verlos juntos y se ensañaba con él.
−Sasuke… −llamo en un susurro cargado con la tristeza que sentía.
Ahora si perdería para siempre al orgulloso azabache, ya que sabía de sobra que por más que le tratara de explicar, este no lo escucharía y aunque lo dejara explicar que él no había escrito eso, no le creería. Lo único que le quedaba era encontrar a la persona que provoco todo eso y sabía perfectamente con quien empezar.
Y aunque a Neji no le gustaba ser rudo ni nada de eso por eso, por recuperar la confianza del testarudo chico, aria lo que fuera.
Lo que en ese momento le dolió mas que los gritos y la cancelación misma de la boda, fue que la persona que había salido por la puerta y a quien amaba más que a cualquier otra persona, no había confiado en él y en el amor que muchas veces atrás le había jurado.
−Naruto me estabas buscando y ahora me has encontrado así que atente a las consecuencias de hacerme tanto daño –dijo al vacío mientras se levantaba del piso y se limpiaba las lágrimas que por más que trato de reprimirlas, no pudo−. Me has quitado todo y ahora me las cobrare –juro con una expresión sombría y sus blancos ojos, que a pesar de su color, siempre tuvieron un brillo de ilusión, ahora estaban opacos y sin vida.
− ¿Se puede saber que tienes? –pregunto Kiba a Deidara quien sin siquiera pensarlo había llegado hasta el salón donde estaban Gaara, Kiba y el nuevo chico, Haku.
Los primeros dos, quienes se habían hechos amigos de Haku, al ver al rubio llorando y con rasguños se lo llevaron a la habitación del pelirrojo y ahora trataban de hacerlo calmar.
−Lo odio, lo odio tanto –dijo entre hipidos debido al llanto−, es un traidor.
− ¿De quién hablas? –pregunto Haku preocupado por el llanto que no daba señales de parar.
− ¿Te hizo algo Itachi?
Esta vez fue Gaara quien pregunto y eso provoco que el rubio volviera a llorar con más ganas.
−Sabes que si te pones así le hará daño al bebe así que cálmate –regaño el castaño.
− ¿Bebe? –pregunto Haku y callo en la cuenta de que entonces el chico quien no paraba de llorar, estaba embarazado.
−Pero es que no le importo ni su hijo ni yo para estarse besando con ese chico –gimió sollozando.
−Debes de estar confundiéndote, él está loco por ti –dijo Gaara sin creer lo que su amigo acababa de decirle.
−No me estoy confundiendo, yo los vi.
−Pero eso no es posible si nosotros mismos hemos sido testigos de lo mucho que te quiere.
−Kiba tiene razón.
−Quizá lo tomo por sorpresa quien lo beso ¿O viste que él le correspondió? –cuestiono Haku.
−Ni tiempo le di ya que me le fui a golpes al otro chico.
− ¿Cómo que te le fuiste a golpes? ¿Sabes que eso fue muy arriesgado en tu condición?
−No hay que regañarlo –intervino el dueño de la habitación−, aunque estuvo mal lo que hiciste.
−Deberíamos ir a la enfermería a que lo revisaran –aconsejo el pelilargo.
−No quiero ir, solo quiero estar solo –dijo Deidara y seguidamente se puso en pie para ir a su habitación.
−No te dejaremos solo, podrías hacer una estupidez –hablo el Inuzuka.
−No soy tan tonto como para hacer algo malo ya que tengo que pensar que si me hago daño pondría en riesgo la vida de mi bebé pero enserio quiero estar solo.
No espero a que le dijeran algo más y se fue de ahí para irse a su propia habitación y una vez ahí se acostó en su cama para comenzar a llorar de nueva cuenta y aunque sabía que Itachi lo amaba, aun así, sentía que el alma se le partió al ver como alguien más besaba los labios que muchas veces le habían jurado que no probaría el sabor de alguien más que no fuera él y ya sin soportar más el cansancio y las emociones que se acumularon en su interior, callo en los brazos de Morfeo.