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LAS ESTRELLAS DEL MUNDO por kumiichiin

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Notas del capitulo:

La conti... tenia que subirla hehe x´D o si no estaria incompleto 

-¿Qué le parece mí propuesta señor Furihata?-

 

-Ajajaja- río un poco nervioso ¿Ese era el famoso heredero de las empresas Akashi? ¡Era aterrador! Furihata no podía siquiera sostenerle la mirada por dos milésimas de segundo porque ya se estaba desmayando.

 

Por su parte, Akashi se mantenía con una postura firme, serio y absoluto mientras observaba la pantalla sin apartar la vista del castaño ¿Se suponía que ese era el gran dueño de las empresas Furihata? A su parecer, más bien le estaban jugando una mala broma, ese pobre chico no podía ni sostenerle la mirada un segundo, incluso y “a pesar” de que se estaban comunicando por medio de una video-llamada el pelirrojo podía apreciar a la perfección como las gotas de sudor caían por sus blancas mejillas -¿No cree que es una buena idea? A mi parecer es perfecta y por supuesto, nos beneficia a ambos- 

 

-Pues…- prefirió cerrar los ojos pensando que a lo mejor daría una impresión tranquila, serena y amable, pero para su mala suerte eso solo hizo más evidente para Akashi el hecho de que él estaba a una mirada del desmayo. No lo negaría, la idea era simplemente estupenda y como ya lo había dicho el pelirrojo “los beneficia a ambos” puede que no llevase mucho tiempo como director de la empresa pero la experiencia que tiene la obtuvo de primera mano por parte de su padre y la idea que Seijurou Akashi le había propuesto tal vez era la mejor que le hayan llegado a hacer a la empresa desde que se fundó y la cual jamás volvería a ser propuesta, “expandirse” -… c…considerando el benéfico que esto presenta a ambos, me parece perfecto señor Akashi, acepto gustoso-

 

El pelirrojo no pudo evitar una sonrisa de satisfacción, Furihata Kouki heredero y actual director de la mejor empresa de modelaje en América había caído en su trampa –Entonces ya todo está arreglado-

 

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El castaño se recargo por completo en su silla y dejo escapar un suspiro de alivio en cuanto la video-llamada fue cortada, había hecho mucho bien al aceptar, lo sabía, pero a pesar de eso sentía que algo andaba un poco mal con el arreglo que acababa de acordar con ese pelirrojo aterrador.

¿Qué habría hecho su padre en un momento como ese? ¿Habría aceptado? ¿O lo habría rechazado?  No lo sabía y era seguro que jamás lo sabría, después de todo, su padre había fallecido hace ya un par de años dejándolo a él, a su madre y a su hermana solos en el mundo, él ahora se encargaría de ambas pero… ¿Quién se haría cargo de él? Algo en su interior le hacía pensar que como hombre debía ser fuerte, firme y absoluto, justo como aquel pelirrojo, si él llegase a casarse sería casi imposible que su esposa pudiera ser de un carácter duro, que le cuidara y protegiera, inclusive que se diera el caso de hablar por él, aunque más bien lo que se supone que debe pasar es que el hiciera eso por ella, no que ella hiciera eso por él.

 

-¡AHHHH!- comenzó a rascar su cabeza con desesperación y a moverla de manera negativa ¿Por qué estaba pensando en eso? ¿Qué le protegiera y cuidara? ¿Qué hablase por él? ¿Qué era? ¿Una chica en apuros o qué?

 

Desde que era pequeño había sido de carácter débil, miedoso  y asustadizo, incluso actualmente y con la edad que tenía lo era y por lo tanto le costaba un poco de trabajo sostener una buena imagen de director como lo había sido alguna vez su padre.

 

-¿Otra vez te sientes nervioso?- un chico de cabellos largos negros que le cubrían un solo ojo entro con una sonrisa divertida a la enorme oficina donde se encontraba Furihata debatiéndose mentalmente.

 

-¿Himuro?- le miro con curiosidad pero de repente sus ojos cafés se llenaron de pequeñas lagrimitas –Himuro-

 

El pelinegro se detuvo frente a su escritorio y le miro con ternura, conocía a Furihata desde años atrás pues ambos llegaron a trabajar y estudiar juntos  como modelos estrellas de las empresas Furihata pero eso ya había pasado años atrás y ahora solo eran el director y el secretario en el trabajo, claro que Himuro todavía hacia pequeños trabajos de modelaje pero muy pocos, aun así su relación de vida privada era de muy buenos amigos que se apoyan entre sí –No llores- río un poco -¿Era tan aterrador?-

 

Furihata se levantó de su silla y rodeo el escritorio, tomo a Himuro de los hombros y sus ojos se llenaron aún más de lágrimas –Fue horrible, parecía un león en busca de atrapar a su presa-

-Y me imagino que lo consiguió ¿verdad?- le acaricio la cabeza como si de un niñito se tratase, Furihata solo asintió y el peli negro soltó un suspiro -¿Qué era esa propuesta satisfactoria de la que se supone que te quería hablar?-

 

Ambos se separaron y Furihata regreso a su asiento mientras Himuro tomaba asiento frente a él –Quería que unos de sus mejores modelos vinieran aquí para realizar aquella sesión de fotografías para la salida de los próximos diez lanzamientos de las revistas de verano-

 

Himuro abrió los ojos de par a par -Increíble, sí que tiene confianza en sus modelos-

 

-Me imagino que mucha- Furihata bajo la mirada y coloco sus manos en el escritorio comenzando a mover los dedos de manera nerviosa e infantil –Y acepte pero… siento que no debí hacerlo- 

 

-Tal vez fue una de las mejores decisiones que se hayan hecho en la empresa Furihata- El castaño alzo la mirada curioso por las palabras de su amigo.

 

-¿Por qué lo dices Himuro?- vio aún más curioso como Himuro pasaba hoja tras hoja con verdadero asombro.

El pelinegro alzo la mirada y miro sonriente al castaño –Mira- le extendió las hojas que hace unos instantes estaba viendo, Furihata los tomo dudoso –Esto acababa de llegar para ti justo después de que terminaras de hablar con el león, enviaron  fotos de aquellos modelos-

 

Furihata comenzó a ojear y al igual que Himuro abrió los ojos muy sorprendido ¿Era en serio? ¿Estos modelos eran los que se supone que enviarían para las sesiones? Debía ser una broma –I…increíble-

 

-Furihata- Himuro lo saco de su asombro –Esos modelos ¿Los conoces?- la sonrisa aun no desaparecía de su rostro.

 

-Imposible…- Las hojas se le cayeron de las manos –Ellos son… las estrellas de la Kiseki no Sedai que llegaron al primer lugar de los mejores modelos del otro lado del mundo-

 

Himuro asintió –Con solo mirarlos puedes saberlo ¿No es verdad? ¿Sabes lo que eso significa?-

 

-Estos chicos nos llevaran a la cima- Las lagrimitas de Furihata regresaron a sus ojos café, se levantó contento de su silla y como un niño pequeño comenzó a dar saltitos –Si hacemos que ellos modelen para las revistas llegaremos a conquistar los demás continentes-

 

Furihata reía a carcajadas por la felicidad pero de repente algo muy importante se impactó contra la cabeza de Himuro haciendo que  reflexionara que habían olvidado algo importante, o mejor dicho, muy importante -Furihata espera- lo detuvo y lo miro serio –Nos olvidamos de algo importante-

 

-¿Eh?-

 

-Si queremos llegar a la cima tenemos que hacer esto bien, no podemos equivocarnos en nada- ahora él era el que tomaba a Furihata de los hombros –Tenemos que hacer que modelen con nuestras propias estrellas-

 

-Tienes razón- Furihata volvió a bajar la cabeza nervioso para de repente alzarla con miedo –P…pero para ello tendríamos que pedírselo a ellos-

 

Himuro asintió –No tenemos otra opción-

 

-Pero no van a querer y en cambio me van a gritar- lloriqueaba el castaño.

 

-No tenemos otra opción- Himuro le sonrío –No te preocupes, tú solo dame la orden y yo me encargare de hacérselos saber-

 

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-Akachin ¿Por qué sonríes de esa manera? Me das miedo- dijo un peli morado que se echaba a la boca un puño de gomitas  mientras observaba al pelirrojo sentado en el escritorio.

 

Akashi abrió sus ojos bicolores y sonrío de manera macabra en dirección a Murasakibara –Todo está saliendo a la perfección Atsushi- se levantó de su escritorio y se dirigió hacia la enorme ventana que se encontraba en su oficina y que daba una hermosa vista de Tokio –Muy pronto llegaremos a la cima-

 

-¿Ese lindo castaño accedió a tu propuesta?- pregunto el peli morado sin quitarle la mirada de encima al pelirrojo.

 

-Obviamente- bufo –aunque debo admitir que Furihata Kouki no era la persona que esperaba-

 

-Mmmm- musito el más alto -¿Eso quiere decir que no esperabas que fuera tan lindo?-

 

El pelirrojo arrugo un poco la cien –No me refería a eso Atsushi-

 

-Pero aun así lo crees ¿No es cierto Akachin?-

 

Akashi soltó un suspiro y se dirigió calmadamente hacia su escritorio –Ya te dije que no me refería a eso- se sentó y recargo ambos codos sobre el escritorio y su barbilla sobre en sus manos entrelazadas –No tiene el carácter como para ser el director de una compañía de cualquier tipo, es débil, llorón y miedoso, sinceramente no encuentro la razón por la que está en ese puesto- 

 

El peli morado se sentó en la silla frente a él y le miro con cierta tristeza –No es bueno que juzgues sin antes conocer Akachin-

 

Se recargo sobre su silla y fijo la mirada en la ventana viendo su reflejo a lo lejos –Sé que no es bueno, pero…- miro hacia al frente y bajo la mirada –Él no sabe el enorme peso que carga sobre sus hombros, pareciera que nunca le obligaron a entender que esto no es un juego o que por el más mínimo error  todo se puede venir abajo-

 

Murasakibara sabía a lo que se refería, en otras palabras era como si Akachin le estuviera diciendo “Me fastidia”, Akashi había tenido una infancia difícil, como el heredero de un puesto tan grande como el de ser el director que controle todas las empresas Akashi no pudo tener una vida normal como niño u adolecente, su padre siempre lo entreno a gritos y en varias ocasiones a golpes y humillaciones sobre la responsabilidad que implicaba llevar el apellido Akashi y que caería sobre sus hombros, no debía arruinarlo o sufriría las consecuencias, llego el momento en que pudo librarse un poco de eso cuando su padre lo obligo a ser modelo y a entrenar junto al peli morado, en esos momentos libero mucha tensión y logro hacer que probara un poco de libertad pero con la muerte de su padre aquel peso regreso, era lógico que alguien como aquel lindo castaño le fastidiara un poco a su Akachin, lo entendía.

 

-Akachin no debe llorar-

 

-¡No estoy llorando!- hizo una sonrisa forzada y se obligó a no golpear el escritorio -¿sabes qué? Olvidemos esto y mejor regresemos al tema de verdadera importancia-

-Kurochin y Kisechin están en una sesión de fotos ahora mismo ¿Quieres que los llame?-

 

-No será necesario- Akashi saco un sobre de uno de los cajones de su escritorio y lo deslizo hacia Murasakibara.

 

-¿Qué es esto?- El peli morado tomo el sobre y con calma lo abrió.

 

-Son los pasaportes y todo lo necesario para que Kuroko y Kise pasen sin problema por el aeropuerto rumbo a América-

 

Murasakibara observo las fotografías pegadas en la parte superior de las hojas y una pequeña gotita en la cien apareció cuando observo la del rubio que saludaba a la cámara con un “amor y paz” mientras guiñaba el ojo y sonreía, “a Kisechin sí que le gusta posar para la cámara” -¿Uh?- musito al notar una extraña hoja con una foto suya.

 

-Ese es tu pasaporte Atsushi-

 

El peli morado le miro confundido -¿Yo también iré?-

 

-A pesar de que Kuroko y Kise sean las estrellas, Kise es demasiado infantil, distraído y con poco sentido de la cordura y Kuroko… a pesar de ser más maduro que él, no suele ser una persona apta para cuidarse ni a si mismo créeme-

 

-¿Y tú crees que yo soy apto Akachin?-

 

-Más que ellos sí, a parte…- el pelirrojo le mostro otra hoja que saco de su escritorio -…Yo también iré-

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado :33 review hehe 


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