Un año y medio más tarde un grupo de personas recibió una carta negra con unos grabados rojos. Era una invitación a una quedada para ir de spa con amigos… Pocos se esperaban quienes irían…
Una joven peliverde se abalanzó sobre un castaño cuando lo vio… Muchos pensaron en preguntar de quién se trataba, pero Kanda adelantó las explicaciones…
Kanda (mirando a todos los presentes que miraban al otro chico con cara de ¿Quién es?): Si, a mi no se me hizo demasiado difícil reconocerlo porque conserva su carácter de Moyashi… Pero, (ruborizándose un poco) quizás es difícil reconocer a Allen con este aspecto…
Algunos de los presentes comenzaron a hablar.
Tyki (riendo): ¡Yo sí lo sabía! ¡Pero las caras de la mayoría han sido demasiado graciosas como para interrumpirlas!
Lavi (golpeando suavemente su cabeza): ¡Jamás me dijiste que Allen hubiese cambiado de tal manera!
Tyki: Te dejé claro que las cosas relacionadas por la Inocencia, los Akuma, etc, habían desaparecido… (suspirando) Pero lo del cabello castaño sólo lo vimos los que estábamos ante Allen en ese momento… Vamos, los antiguos Noah…
Una pequeña pelirroja de ojos negros comenzó a estirar la base del kimono de un japonés. Su madre corrió hacia ella, esperando lo peor, pero la reacción del japonés nadie se la habría esperado… El chico cogió a la niña en brazos y comenzó a hablar con ella. Tyki se quedó sin saber qué decir ante esa muestra de calidez inesperada del japonés, pero Lavi rápidamente sacó la cámara y les sacó unas fotos para el álbum que estaban montando de su pequeña…
El resto de presentes también se quedó impresionado por el carácter de Kanda, incluido su esposo… De repente una voz infantil llamó también a la niña, estirando los brazos hacia esa dirección…
?: Lucy-chan, ¿no quieres estar con Allen-oji-san también?
La pequeña giró la cabeza en dirección opuesta a la de dónde provenía la voz. Otra voz riñó a esta…
?: ¡Allen, no la asustes! Ella decide a quién deja cogerla…
Allen: ¿Eeeeeeeeeeeeeeeh?
Lavi: Por ejemplo está estirando los brazos en dirección a Lena-chan y Shaolan, eso significa que ahora tiene ganas de que la coja ella…
Allen: ¡Jo! ¡Pero si Lenalee ya tiene en brazos a su pequeño y yo a nadie!
Dejó de quejarse un momento para entrar al bar de playa que había montado, comenzando a abrir y sirviendo algunas copas a unos bañistas poco tiempo después…
Miranda (observando atentamente la escena y dirigiendo la pregunta a Kanda): ¿Entonces es Allen quién decidió la reunión?
Kanda asintió positivamente. Poco después escucharon los gritos de sorpresa de una peliverde y un castaño.
Lenalee y Chaoji: ¡¿Que os habéis casado?!
Allen (ligeramente ruborizado porque todos estaban mirando hacia allá de repente): Si, hace ya medio año…
Chaoji: Nosotros tuvimos a este pequeñín hace también medio año… ¡Qué coincidencia!
El japonés que había cogido a la niña por segunda vez después de cargarla Lenalee, la dejó en el suelo cálidamente y dirigió una mirada asesina al menor…
Kanda: ¿Aaaaaleeeeen?
Allen (con gotitas anime en el pelo): Va, Kanda, cálmate… Quería que supieran por qué vivimos ahora juntos…
Kanda (soplando): Está bien… Por esta vez, no me enfadaré…
Allen (chinchándolo): ¿Por esta vez?
Kanda (cabreado y abalanzándose a su cuello): ¡Te voy a matar, estúpido Moyashi!
Así fue que acabaron uno encima del otro dentro del chiringuito…
Allen (haciendo señas para suplicar al otro que parase): ¡Suéltame! ¡Me vas a matar, maldito tsundere!
Kanda (soltándolo, pero con un aura asesina rodeándolo de nuevo): Vale, pero… ¡Como vuelvas a tocarme las narices tendrás muerte segura!
Los de alrededor comenzaron a reír de la pareja. Pese a todo, Kanda no se puso rojo por las risas de sus viejos amigos… Más bien porque había un tema que mientras más pensaba en decírselo a su Moyashi, más difícil se le hacía…
Allen (sacando el tema de repente): Por cierto, Lenalee… ¿Qué ha sido de tu hermano? Lo invité también, que viniese junto a su pareja y eso, como todos vosotros, pero no ha venido…
Lenalee: Está trabajando en un proyecto bastante importante, por lo que de primeras me dijo que me disculpase por él por no venir…
Allen: Entiendo…
Tras todo eso, pasaron largo rato bebiendo, riendo, hablando también sobre el embarazo y algunas parejas daban muestras de cariño en público (sobretodo Lai a Tyki, que conseguía que el mayor se ruborizase con facilidad).
Pasadas las tres de la tarde, hacía un calor insoportable, por lo que acabaron en el spa del hotel… Mientras que algunos se bañaban con sus hijos, otros se pasaron en las mesas que había cerca de la piscina, jugando a “prueba o verdad”. Y así, lentamente pasaron las horas, hasta que oscureció.
Por la noche, Allen, que parecía tener un hambre horrible, comió más bien poco, ya que Kanda lo advirtió de que si se pasaba con la comida, luego no tendría “postre”.
Kanda (hablando con total seriedad a autora-san): ¡Evidentemente! No quiero que ese crío se funda la tarjeta de crédito en una noche…
Autora-san (dejando la taza de café sobre la mesa, también seria): ¿Y te aprovechas de tu cuerpo para ello? (cara fuyonshi) ¡Qué pillín!
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Ya en la habitación, el castaño preguntó algo poco habitual al moreno.
Allen (serio): Kanda… ¿Qué te pasa? Llevas mucho rato actuando demasiado dulce para cómo eres…
Kanda (ruborizado): ¡No es de tu incumbencia, baka Moyashi!
Allen (acercándose lento a sus labios): ¿Acaso no te fías de mí? (besándolo suavemente) Después de todo este tiempo… ¿Te niegas a confiar en mí?
Kanda (cogiéndolo por el cuello de la camisa): ¡No seas melodramático, estúpido crío!
Allen (con lágrimas de cocodrilo): ¡No soy un crío! ¡Me falta casi nada para ser adulto!
Kanda (suspirando): Está bien… Si tantas ganas tienes de saberlo, te lo diré… (ruborizándose de nuevo y diciéndolo a la carrera) ¡Estoy embarazado! ¿Vale? ¡Ya lo he dicho!
Allen (con estrellitas en los ojos): ¿K-Kanda? Es… ¿es eso cierto? Es decir… ¿Voy a ser papá?
Kanda (más rojo de lo que jamás se hubiese imaginado): ¿Recuerdas cuando descubriste aquél orificio cerca del de mi trasero? Se puede decir que tengo ambos sexos y por eso me dejaste embarazado… (viendo al chico que tenía enfrente rodeado de un aura cargada de purpurina y estrellitas brillando) ¡Oi! ¿Me estás escuchando?
Allen (sin escuchar en más de lo que dijo de “¡Estoy embarazado!”): Voy a ser papá…
Kanda (con una venilla en la frente): ¡Espero que crezcas en los próximos siete meses, que es lo que queda para que lo tenga! ¡No pienso criar a tres niños! ¡Bastante tengo con dos!
Allen: ¿Gemelos?
Kanda: ¡No, mellizos!
Siete meses más tarde conocemos a Sarumi, una niña con el aspecto de su madre pero con las energías de su padre y a Michael, un chico con el aspecto de su padre pero con la personalidad tranquila y calmada de su madre.
FIN