En un lugar dentro de la Orden Negra, un joven pelirrojo, tras haber convencido a sus superiores (en verdad sólo tuvo que convencer al Supervisor de la Orden, es decir, a Komui), ha comenzado a interrogar a Tyki…
Tyki (con una sonrisa engreída, pese a tener las manos rodeadas por unas esposas): ¡No pienso hablar! ¡Y menos contigo, Parche-kun!
Lavi (cabreado): ¡¿Cuántas veces te lo tendré que repetir?! ¡No me llamo “Parche-kun”! ¡Mi nombre es Lavi!
Tyki (riendo bastante, con una sonrisa bastante engreída en los labios): ¿Acaso intentas provocarme? “Rabbit” lo puedes interpretar de muchas maneras…
Lavi (aún más cabreado): ¡¿Para qué mezcláis la pronuncia japonesa con el significado de esa pronuncia en inglés?! ¡No es “Rabbit”! ¡Es Lavi! (cambiando de expresión a una bastante lasciva) Si sigues sin querer confesar, tendré que pasar a temas más serios…
Tyki (pese a que mantenía la sonrisa engreída, se le veían unas cuantas gotitas anime en la cabeza, lo que parecía demostrar que sólo la mantenía por intentar ocultar el temor que sentía): ¿Piensas vengarte por todas las veces que te he capturado yo?
Lavi (sonriendo de la misma manera que lo hacía el chico que tenía enfrente): ¡¿Qué?! ¿Va a cambiar en algo que sea sólo por venganza a todo el tiempo que he tenido que soportarte yo?
Tyki (diciendo esto internamente, recordando los momentos en que había podido disfrutar el cuerpo del pelirrojo y poniendo una sonrisa lasciva que no trataba de ocultar): Pues bien que lo gozabas… (cambiando a un semblante totalmente serio) ¿Eres un Bookman pero desconoces que si un hombre humano penetra a un Noah barón puede quedar embarazado?
Lavi (pensativo, pese a estar hablando): Conozco la leyenda… Si ese es el caso, yo cuidaré de la criatura. Además, será un humano, por lo que se podrá quedar en la Orden trabajando como científico o algo así… Pese a todo, dudo que te disgustase cuidarlo tú, ya que por lo que se ve, te rodeas fácilmente de niños y evitas que sean dañados…
Tyki (ruborizándose de repente): ¡Suéltame! ¡Te he dicho que no te lo pienso explicar, y no lo haré! ¡Como me hagas algo te haré pagar responsabilidades! ¡Me vengaré, lo juro! ¡Te vas a arrepentir!
Lavi (negando con la cabeza y señalando las esposas): Es inútil que intentes zafarte, es un invento de Komui… (para sus adentros y con gotitas de anime en el pelo) …de los pocos que realmente funcionan, la verdad… (hablando) …y sirven para absorber la materia oscura. Así que ahora mismo estás totalmente indefenso, te puedes considerar un humano normal y corriente. Tampoco puedes activar tu estado Noah.
El menor se abalanzó sobre el europeo, y comenzó por quitarle los pantalones al mayor. Al momento, también los bóxers del Noah cayeron en un rincón de la habitación. Poco después Tyki sintió como el joven asiático masajeaba su miembro… Al tiempo el mayor de ambos había llegado a su límite y estaba por venirse, pero el otro contuvo la erección.
Lavi (mirando seriamente al otro): Te lo preguntaré una vez más. ¿Qué habéis venido a buscar?
Tyki (con un rastro de saliva en la boca, pero apretando los dientes): ¡No pienso dar ningún tipo de información que involucre a mi familia! (pensando) ¡Mocoso de mierda, esta me las pagarás!
Lavi (sonriendo cálidamente, pese a que se notaba que era una sonrisa falsa): Bueno… ¿qué se le va a hacer? Te di una última oportunidad y la desperdiciaste… Creo que es hora de ajustar cuentas…
En pocos segundos, Lavi se quitó la ropa e introdujo el miembro en la entrada del otro, sin que este pudiese hacer algo más que quejarse por el dolor. A la vez introdujo su miembro, soltó el otro, permitiéndole venirse. Lavi, pese a que el otro hacía lo que podía para defenderse (igual que él había hecho todas las veces que el otro lo había atrapado), no mostraba ninguna apariencia de querer detenerse.
En verdad, podemos decir que entre ellos han llevado siempre un tipo de relación algo complicada… Incluso podría decirse que se aman a su manera y esa manera es algo agresiva…
Lavi tardó poco en venirse en el interior del mayor, cosa que este, en modo de queja le dio un cabezazo…
Tyki (con algunas lágrimas y cara de haberse cabreado): ¡Baka! ¿Qué te crees que haces? ¿Qué piensas hacer si me quedo embarazado? (con una venilla en la cabeza, pese a tocar suavemente su vientre) ¡Aunque dudo que no lo esté ya, maldito crío!
Lavi (serio): ¡Lo he dicho antes! ¡Estúpido sordo! ¡Me pienso responsabilizar! ¿Qué más dá? ¡No será un Noah, será un humano!
Tyki (cabreado de veras): ¿Y cómo lo cuidamos, nos lo turnamos? ¡Es que no piensas! ¡Los niños deben de tener buena estabilidad familiar!
Lavi: ¡Pero si tú haces vida como humano! ¡Lo cuidaría junto a ti con tu vida como humano y ya!
Tyki: ¡Para ti todo es fácil, maldito mocoso! ¡Se nota que no sabes nada de la vida!
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Un joven peliblanco con un corte profundo en la espalda, gracias a sus poderes de Noah, había conseguido salir del Arca. Ni el mismo había predicho hacia dónde se dirigiría, ya que, básicamente, había usado sus últimas fuerzas para huir del Conde Milenario…
Allen (pensando): ¿De nuevo en la ciudad de Martel? Lo más importante… ¿Qué hace aquí Kanda? Ya veo… De nuevo trayéndoles flores…
Kanda empuñó su espada al sentir pasos detrás suya… Era una presencia cálida, por lo que no podía tratarse de nadie que no viniese en son de paz o simplemente, alguien que pasaba por allí… De seguida volvió a envainar su espada…
Kanda (girándose, aunque con su mirada al haber reconocido al chico, se mostraba que estaba dolido): ¿Qué haces aquí, maldito Moyashi? ¡¿Acaso no te habías cansado de mí?!
Poco después vio al joven desplomarse ante sus ojos. Entonces fue cuando reaccionó.
Kanda (en segundos cambió su expresión de enfado a una de preocupación, o, incluso podría decirse, de desesperación): ¡Allen!
El mayor no se había fijado en esa herida. Llevaba un corte en la espalda bastante profundo… Cuando el mayor se fijó en el camino que había recorrido hasta llegar a él, descubrió que no había dejado de sangrar en todo (su corto) camino hasta él.
La única fortuna era que Kanda llevaba bastantes días sin luchar, por lo que su poder de regeneración era sumamente elevado. De no haber sido así, tampoco habría dejado morir a su Moyashi, sin que éste se hubiese arrepentido lo suficiente por abandonarle.
Giró el cuerpo del menor para que quedase bocarriba. Mordió profundamente su muñeca hasta que notó en su boca ése sabor férreo que muchas veces había probado. Permitió entonces que pequeñas gotas de aquél fluido escarlata entrasen en la boca del inglés, cosa que produjo en el joven un montón de contusiones, como si le recorriesen con electricidad el cuerpo. El joven sintió como si una llama recorriera toda su espalda y un quejido de dolor que no pudo contener, se escapó de sus labios.
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En aquella salita, el joven Bookman había vuelto a la parte de interrogatorio con aquél Noah.
Lavi (soplando): ¿Me lo vas a decir ya? ¿A qué veníais?
Tyki (aun cabreado con el joven): A por el Corazón.
Lavi (soplando de nuevo): ¿Quién es el Corazón?
Tyki (mirando hacia otro lado, iba a confesar algo que podía perjudicarle): Está bien, te lo diré. Es esa chica de las botas… (pensando) Si es Neah quién acaba dirigiéndonos a los Noah, habré acabado sirviendo de ayuda y todo diciendo esto…
Lavi (con cara de haberse impresionado): ¡¿Veníais a por Lenalee?!
Tyki (con gotitas de anime en la cabeza, el joven parecía que, pese a ser un Bookman, no entendía realmente lo que los Noah se proponían): ¡Sabes perfectamente que veníamos a acabar con ella, junto con la Inocencia Corazón!
Lavi (con una sonrisa brillante): Pero os hemos estropeado los planes… Kawaisou! (¡Pobrecitos!)
Tyki (comenzando a cabrearse de veras): ¡Yo sólo quiero que me soltéis de una maldita vez!
Lavi (estirando de una mejilla al mayor, haciendo que se cabrease aún más): ¿Al final te has decidido a confesar? ¿La maternidad te está afectando?
Tyki (ya libre de las esposas, a punto de marcharse): ¡Vete al carajo, baka usagi! (conejo idiota)