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Diary por alice san

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Notas del capitulo:

me atrce por un par de sias, soy de lo peor, pero la escuela me tiene al tope de tareas.

gracias por sus comentarios, me fueron de ayuda, ya los estoy respondiendo. 

ya no los distraigo, a leer.

Un día el castaño había salido de casa como todas las mañanas camino a la escuela, durante el trayecto acostumbraba a observar todo su alrededor; las personas caminando, algunos yendo al trabajo y otros a la escuela, algunos de  los niños jugando, como abrían los puestos, básicamente como todos se preparaban para el día que los esperaba.

Paso por una panadería, el olor dulce lo invadió, la imagen de la persona de la que se había enamorado se alojó en su cabeza “¿Por qué no puedo dejar de pensar en él? Se supone que ya me había resignado a cualquier cosa relacionada con el”   se reprochó mentalmente.

Los días pasaron “normales” nada había cambiado en lo más mínimo. Los abusos continuaron y así continúo hasta el término de aquel ciclo escolar.

Durante las vacaciones se la paso pensando en la persona de la que se había enamorado, como podía haberse enamorado de alguien que no conocía más que por unos minutos.

Tal vez era su rostro, sus ojos le habían fascinado y le era imposible dejar de pensar en ellos al igual que en su cabello, la forma en la que se movía su cuerpo y su voz, aquella voz que lo hacía estremecerse de tan solo recordar su sonido, tan profundo, maduro y segura, todo a diferencia de él.

Volvió a darse un golpe y sacudió la cabeza arrepentido de haber dejado su imaginación volar de nueva cuenta. Lanzo un suspiro de frustración, tenía que contarle a alguien de esa persona, no le había dicho a Kisa porque decirle significaría contarle de todo lo que le había pasado y no quería preocuparlo con su problemas a pesar de que el pelinegro los causara indirectamente.

Se le ocurrió una idea, busco entre sus cosas y saco un diario de pasta dura color azul.

En su cumpleaños pasado él había recibido aquel diario como regalo de parte de su madre. La mujer de cabellos negros y ojos verdes le había regalado el diario al estar consciente de que su hijo pasaba demasiado tiempo solo y que tampoco era muy sociable ya que nunca llevaba amigos a la casa, ella pensó que sería una buena manera de que su hijo desahogara sus pensamientos.

Abrió el diario que había mantenido guardado, no es que no supiera apreciar el regalo de su madre pero la idea le parecía algo absurda e infantil, en la primera hoja no había nada más que el nombre de supuso el pertenecía a la marca que los fabricaba.

Sweet whishes

No le tomo mucha importancia, tomo uno de los muchos lápices que tenía desperdigados por todo el escritorio donde hacia tareas. Él no era muy ordenado, pero hacia su mejor esfuerzo por serlo, pero tal parece que tenía talento para hacer de su hogar un vertedero de cosas en tan solo un día.

Fue a la primera página oficial de diario, donde para su sorpresa había algo escrito.

Pienso que esto es una verdadera pérdida de tiempo pero de todas maneras no pierdo nada con intentarlo más que mi preciado tiempo.

Esta mañana hice lo mismo de siempre, abrí la librería a las 8:00 am, la sr. Sara, mi jefa, me indico que limpiara los vidrios del mostrador y que cambiara los libros que se encontraban ahí en exhibición y pusiera unos más recientes en su lugar, hice lo que me dijo y hasta ahí todo fue normal, no ha habido mucha gente, es lunes eso es normal, creo que todos deben de estar en sus trabajos o en la escuela.

Todo estaba normal hasta que una mujer extraña llego con algo aún más extraño, nunca he creído en la magia y esto debe de ser una farsa, por eso es que escribo esto, pera desmentir.

No tengo mucho que comentar, creo que con esto está bien, ahora…que podría escribir.

 A veces desearía ver a un hombre guapo por aquí, no digo que los de por aquí no lo sean, nada de eso, solo pienso que sería lindo ver a uno de ojos color azul y cabello castaño, siempre me han gustado los castaños, creo que es porque amo el chocolate demasiado.

Bien, eso debería bastar, la mujer me sigue mirando mientras escribo esto, creo que piensa que puede convencerme de que esto funciona, yo no lo creo.

 

Ritsu leyó las palabras sin entender por qué estaban escritas ahí, al parecer el diario ya había sido usado por alguien más, o tal vez era una clase de instructivo que se había colocado ahí, la idea no lo convenció así que opto por la primera, tal vez solo debería de arrancar la página y olvidarse de haber leído aquello, pero decidió conservarlo, tenía el presentimiento de que era algo que necesitaría en algún futuro.

Paso a la siguiente hoja……nunca había escrito un diario, así que no tenía no la menor idea de que escribir, “supongo que debe ser algo que importe en estos momentos” su mente fue atacada por el lejano recuerdo de aquel día en que su corazón por primera vez latió por alguien. Se sonrojo cubriendo su cara con ambas manos “parezco colegiala enamorada, que vergüenza” se reprochó al darse cuenta de su actitud. Se sentó en medio de su cama con el diario en su regazo.

Hace un par de meses conocí al amor de mi vida, tal vez no sepa su nombre ni ningún dato relevante sobre él, tal vez solo lo he visto por un breve instante y solo he cruzado un par de palabras con él, sé que es imprudente decir que estoy enamorado de él, pero…yo lo amo.

Dejo el diario en la cama, frente a él, dudoso de si tomarlo para escribir un poco más, plasmar sus sentimientos en un papel le parecía ridículo al principio pero con cada palabra sentía que se quitaba un peso de encima. Volvió a tomar el lápiz y el diario.

No estoy seguro de que clase de persona sea, ni que actitud tenga exactamente, pero estoy seguro de que es una buena persona, siempre las personas me ignoraban y las que no solo me veían como alguien débil al que sería fácil, divertido lastimar y herir, pero él fue diferente, no digo que él me haya considerado una persona importante y relevante pero…el no paso de largo como los demás, no me ignoro, si tan solo pudiera volver a verlo sería inmensamente feliz.

-          ¿estás bien? – me pregunto aquel chico, debía de ser de mi edad más o menos, faltaba poco para que yo cumpliera diecisiete.

-          Si…yo estoy bien – mire su ojos quedándome embobado por ellos, el acaricio mis cabellos haciendo que mi corazón latiera de manera apresurada, mis mejillas se calentaron, él sonrió.

-          Qué bueno – dijo aun con una sonrisa – ten más cuidado ¿sí? – dijo con gesto de preocupación, yo no podía hablar, solo asentí

Él se despidió con un gesto de mi dejándome con el corazón latiendo como loco por él, sus ojos eran color avellana, tenían cierto aspecto gatuno que me gustaba, su piel era pálida y contrastaba a la perfección con sus cabellos azabaches, el me miro con ternura, de seguro tenía un aspecto lamentable, debí de haberle parecido un ser frágil y eso debió de haberle causado lastima, me duele admitirlo pero es el único sentimiento que puedo causar en su persona. 

Desearía poder verlo una vez más.

Pero aun si fuera si… ¿Qué es lo que haría? ¿Acaso intentaría algo?, se que nunca he gozado de una buena autoestima, siempre busco el lado negativo de las cosas y eso se ha convertido en un habito a lo largo del tiempo, si tan solo me pasaran cosas buenas tal vez podría cambiar ese lado pésimo de mí, pero hace mucho que me resigne a eso.

Cerro el diario colocándolo en el mismo lugar de donde lo tomo, tal vez su madre tenía razón después de todo, cuando termino de haber escrito esas palabras que jamás se atrevería a decir a alguien, por ahora, se sentía de alguna manera aliviado, era como si se hubiera quitado un peso de encima.

Las vacaciones pasaron de manera bastante rápida, las pasó la mayoría del tiempo a solas, sus padres se encontraban de viaje la mayor parte del tiempo fuera del país y esa vez no fue la excepción. Pero el temor de regresar a su martirio lo atormentaba, no quería volver a sufrir lo mismo, pensó en cambiarse de escuela varias veces pero eso le causaría muchos problemas tanto a él como sus padres.

Se resignó a tener que vivir lo mismo pero aun así tenía una leve esperanza de tener un poco más de suerte ese año, era el último de la preparatoria, solo un maldito año más y ya no tendría que ver las molestas caras de sus compañeros.

--------&--------

Al llegar al salón de clases todo era normal para su desgracia, recibiendo miradas burlonas de algunos mientras que otros comenzaban a murmurar, suspiro resignado.

¿Enserio había tenido la esperanza de que las cosas cambiaran?

Deprimido se sentó en su lugar rogando porque el profesor llegara lo más rápido posible antes de que algo pasara, se recostó en su escritorio cerrando fuertemente los ojos.

-          Ritsu – escucho la voz de su amigo Kisa, pero ahora no se encontraba de tan buen humor como para responder el saludo así que fingió haberse dormido sabiendo que este lo despertaría en cuanto el profesor se presentara. Tal como lo pensó Kisa no volvió a llamarlo tan solo fue a su lugar que era justamente atrás de él.

-          Buenos días – en cuanto el profesor hablo sintió como Kisa le daba una leve palmada en la nuca para “despertarlo”, levanto la cabeza acomodándose en el asiento – bien, este es su último año de preparatoria, recuerden que en este año tendrán que decidir qué universidad y carrera elegir…

Escucho lo que el profesor había dicho tensándose de inmediato, ¿Qué era lo que quería estudiar?

Literatura, definitivamente debía ser una carrera relacionada con la literatura, después de todo ero lo que más le gustaba. Sabía que iba a heredar la editorial de sus padres pero no estaba seguro de si estar detrás de un escritorio todo el tiempo seria lo suyo.

-          De nuevo llegando tarde el primer día de clases – dijo el profesor mirando a Chiaki quien se encontraba parado en la puerta con la respiración agitada.

-          Lo siento, es que me encontré con alguien – se excusó mientras otro chico se colocaba a su lado – dice que es un nuevo estudiante.

-          Buenos días – dijo aquel chico ingresando al salón junto con Chiaki.

-          Bien, Yoshino puedes pasar – dijo el profesor con voz resignada, Chiaki nunca iba a cambiar – ahora tú, creo que será mejor que te presentes.

-          Mi nombre es Takano Masamune

Hasta hora Ritsu no había visto bien la cara del chico pero en cuanto sus ojos se encontraron se sintió la persona más feliz del mundo, era el…

Sintió como su respiración se hacía irregular y como su corazón latía rápidamente.

Su deseo se había cumplido.

-------&-------

Las siguientes semanas fueron bastante extrañas, toda su rutina había cambiado considerablemente, lo único que ocupaba su cabeza, o mejor dicho la única persona que ocupaba su cabeza era Takano. Sus padres quienes solo estaban uno o dos días a la semana con él se habían percatado del cambio de actitud de su hijo, rápidamente lo atribuyeron al amor, pensando que se había enamorado de una linda chica.

Ritsu estaba más que consiente del inmenso amor que sentía por Takano, desde el día en que lo volvió a ver lo único que hacía era pensar en él. Los primeros días pensaba en cuál sería la mejor forma de hablarle, tal parecía que el azabache no lo reconocida “claro, ¿Qué tendría de relevante un chico como el?” pensó desanimado.

Takano era muy apuesto por lo que en tan solo unos días ya había adquirido mucha popularidad, teniendo a muchas chicas tras él, cosa que había disminuido las esperanzas de Ritsu aún más, pero por primera vez estaba decidido a no darse por vencido.

Estoy enamorado de Takano Masamune cada vez me convenzo más de eso, ahora se su nombre, podría ser algo pequeño pero para mí significa mucho saber eso, también me he dado cuenta de que le gusta leer tanto como a mí, lo sé porque lo he visto ir a la biblioteca o leer en lo que esperamos  al profesor, no me he fijado mucho pero me pregunto ¿Qué clase de libros le gustan? ¿Cuál es su autor favorito? ¿Cuál es su género favorito? ¿Su libro favorito?

Son muchas cosas que quiero conocer de él pero no me atrevo a hablarle, soy un cobarde, pero es imposible no ponerme nervioso al verlo, probablemente el no este consiente de mi existencia, no se ha dado cuenta de mi acoso ni de que es el dueño de mis pensamientos y corazón.

No creo que pueda tener alguna posibilidad con el pero eso no significa que me rendiré, no importa cuánto cueste mañana le hablare, pero…

¿Con que pretexto? O tal vez solo debería acercarme, pero ¿Qué le diría?

Porque tiene que ser tan difícil, desearía que el fuera el que se acercara, aunque sé que eso sería imposible.

Quiero ir a la escuela para volverlo a ver pero sé que tendré que soportar los acosos de mis compañeros que cada vez son peor, desearía que por lo menos me dejaran en paz un día.

Tenía tantos sentimientos acumulados que había optado por volver a escribir en su diario, que tenía unas cuantas paginas repletas de cuanto amaba a Takano, con algunos corazoncitos, ahora que lo pensaba mejor, parecía más bien una chica enamorada “NO, es normal que haga estas cosas, después de todo estoy enamorado, de un hombre, pero enamorado”

Al siguiente día no había esperado mucho, sabía que de nuevo seria molestado, pero al llegar no escucho los clásicos murmullos y burlas, eso le pareció sumamente extraño, se sentó en su lugar, Chiaki ya se encontraba a su lado, al parecer le había afectado la amenaza del profesor y había llegado temprano, miro en asiento de Takano se encontraba en la columna del lado derecho dos lugares al frente de Ritsu, este estando en la quinta fila.

Takano no había llegado, cosa que le parecía extraña, acaso el mundo estaría de cabeza ese día, Takano llegando tarde y el despistado de su amigo llegando temprano, incluso antes que él, ni siquiera Kisa había llegado.

Minutos más tarde llego Kisa junto a Takano, ambos hablaban. Nunca había experimentado celos pero ahora los conocía, sentía algo de odio hacia Kisa, él estaba haciendo lo que él había deseado desde hace mucho hacer con Takano, hablarle. Kisa era mucho menos tímido que él, bastante sociable, si no fuera por los rumores, podría tener muchos amigos.

Inmediatamente sintió envidia, más bien celos, él quería hablar con Takano o tan siquiera cruzar palabra alguna con él, un simple “hola” sería suficiente como para hacerlo feliz por mucho tiempo, pero ni siquiera eso se atrevía a hacer.

Desvió la mirada al no soportar la escena.

-          Buenos días, Rit-chan – saludo Kisa animado.

Desde hace algún tiempo sentía que Ritsu estaba distanciado de él, aun no entendía por qué pero no quería perder a su amigo.

-          Buenos días – respondió Ritsu, Kisa pudo notar un tono molesto en la voz del castaño.

-          Buenos días Ritsu – saludo Takano, en cuanto el castaño escucho esto, su corazón dio un brinco. ¡hermoso! Su nombre se escuchaba como el más hermoso cuando era pronunciado por Takano. No pudo evitar sonrojarse levemente.

-          Buenos….di...dias…Taka…no – contesto tartamudeando debido al nerviosismo.

-          Hay algo que recordé esta mañana ¿no eras tú el chico de la otra vez? – pregunto Takano, Ritsu asintió.

-          Pensé que no lo recordarías – susurro para sí pero Takano lo escucho perfectamente.

-          Tengo una mala memoria pero no tanta – respondió Takano.

El profesor llego poniendo fin a la pequeña conversación, Ritsu se encontraba más que feliz, aunque solo cruzaron algunas palabras, sentía que podía morir de felicidad. Pero ¿Por qué ahora?

Había convivido con Takano desde hace casi un mes, y justamente hoy apenas se acordaba de él, y no solo eso sino que también le hablaba, lo único que se le ocurría era que había sido una rara coincidencia, tal vez siempre lo recordó pero no había querido hablar con él.

Al llegar a casa, lo primero que hizo fue sacar su diario, tenía que contarle a alguien lo feliz que era, al pasar las paginas noto algo curioso.

Desearía poder verlo una vez más. 

……

No creo que pueda tener alguna posibilidad con el pero eso no significa que me rendiré, no importa cuánto cueste mañana le hablare, pero…

¿Con que pretexto? O tal vez solo debería acercarme, pero ¿Qué le diría?

Porque tiene que ser tan difícil, desearía que el fuera el que se acercara y hablara,  aunque sé que eso sería imposible.

Quiero ir a la escuela para volverlo a ver pero sé que tendré que soportar los acosos de mis compañeros que cada vez son peor, desearía que por lo menos me dejaran en paz un día. 

Había una extraña línea, debajo de algunas frases, le pareció demasiado extraño, pero no le tomo importancia. Tal vez el las habría hecho sin saberlo, pero la idea de que alguien hubiera leído lo que había escrito ahí lo carcomía, eso sería demasiado vergonzoso.

 

                                                                                    --------&-------- 

-          Y eso fue lo primero que paso – dijo Ritsu terminando de relatar su historia.

-          ¿Esa fue la primera vez que pasaron cosas raras? – pregunto la trabajadora de la tienda.

Ambos ya se encontraban en la cafetería conversando, Ritsu comía una rebanada de pastel, no había comido nada desde que salió de casa, tenía sueño, ya eran alrededor de las 9:00 pm, pero tenía que irse de ese lugar sin dudas, tenía que averiguar qué era lo que pasaba, si solo era su imaginación o aquel libro tendría que ver con todo esto. La mujer le había pedido que le explicara ¿Por qué creía que todo era culpa del diario?

-          Si – contesto.

Había lógica, él había deseado conocer a Takano, que no lo molestaran y que Takano fuera el que hablara con él. En ese entonces nunca se le ocurrió la idea de que el diario podría ser el causante, no hasta los sucesos de las siguientes semanas.

Continuara…

Notas finales:

espero les haya gustado, el salvador si fue takano. 

solo para aclarar, takano no recordaba para nada a ritsu, pero ya sabran porque lo recordo justo ese dia, solo fue por que ritsu lo escribio, creo que ya se dan una idea de hacia a donde se dirige el fic. 

nos leemos, n.n


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