#10
MITO
Saga estaba sorprendido y asustado, demasiado asustado, su pecho y garganta se oprimían, las palabras del patriarca aun resonaban en su mente, la mirada triste de la diosa permanecía plasmada en su cabeza, era algo demasiado grande a lo que se debía enfrentar, pero dentro de tanta tragedia existía algo que lo lograba calmar un poco y eso era que no estaba solo, Aioria estaría con él. De ellos dos era la tarea de salvar al mundo en esta ocasión de la amenaza que se avecinaba.
La profecía predecía el despertar de Cronos desde el tártaro, predecía un cambio global de todo lo que era conocido hasta la fecha y dos caballeros dorados llevaban aquella gran carga sobre sus hombros, derrotar a un titán no era fácil pero tampoco una tarea imposible, y Aioria y Saga eran los candidatos perfectos para el puesto de salvadores de la humanidad.
No habían sido escogidos al azar, las estrellas, el destino y el mito los colocaban a los caballeros de Leo y géminis como los que debían enfrentar al poderoso titán Cronos. El mito decía que cada cinco mil años los planetas serán alineados, lo cual producirá el despertar y liberación del titán del tiempo que yacía encadenado y dormido tras las puertas del tártaro, si el Dios llegaba a poner un pié fuera del inframundo su poder crecería tanto que no sería capaz de ser contenido por todos los dioses olímpicos juntos. Las únicas estrellas que podrían brillar durante el eclipse eran las de Géminis y Leo por lo que sobre sus hombros descansaba todo el peso de la esperanza que existía para la humanidad.
Su reacción no podía ser la misma a la de Saga, no podía sorprenderse de algo que ya sabía, de algo que había estado viviendo miles de años, en ese momento Aioria era un soporte para el gemelo, lo consolaba, lo abrazaba y decía que todo estaría bien, era la promesa que siempre le hacía y siempre rompía, aquellas palabras le dolían, pero más dolía vivir aquel infernal ciclo que le traía el mito del despertar del Dios.
Pero esta vez cumpliría su promesa como a de lugar, no podía permitir que esto se repitiera una vez más, no era posible que él permitiera seguir con esta eterna batalla, Saga esta vez sería salvado y el titán del tiempo perecería bajo sus pies.
#15
DISTANCIA
Saga comienza a ver extraño a Aioria, parecía haber cambiado, sus actitudes eran diferentes, su forma de hablar y aquella vívida personalidad parecía apagada algunas veces, las veces que le hablaba el otro parecía no escuchar o cuando caminaba tras él sentía un distancia abrumante que los separaba, era como si el otro le estuviera ocultando algo o estuviese preocupado, algo que el castaño no se atrevía a decírselo, hace un más de un mes el problema había surgido y el geminiano no lograba dar con la razón de ese cambio tan abrupto y la forma de Saga enfrentar esta distancia no era la mejor.
Saga se cerraba, cuando sentía que podía salir lastimado se encerraba en si mismo como un intento de blindarse y así no sentir nada que pudiese lastimarlo por dentro, esto lo hacía porque se conocía, conocía su debilidad, lo frágil que se volvía su interior al ser lastimado y eso era algo que no quería, se protegió de la distancia de Aioria con su propia distancia, con más tiempos de encierro entre las paredes de géminis, con soledad y silencio.
No era bueno para él, a pesar de que ya estaba más calmado su función como salvador de la humanidad aun lo atormentaba por las noches, quitándole el sueño, el hambre, llenándolo de miedos, inseguridades y confusiones. Aioria había comenzado a alejarse de él, dejaba de buscarlo, parecía que su mente estaba ocupada en otra cosa, no recordaba cuando había sido el último beso, la última vez que el había tocado la piel del castaño, la distancia parecía crecer más y más sumiendo a Saga en un bucle de desesperación que se comenzaba a formar en su corazón.
Aioria mantenía distancia del de cabellera azulada no porque así lo quisiera, su mente se ocupaba en otra cosa, en que hacer esta vez, en como salvar a Saga, porque sentía que esta vez era lo correcta, que sería diferente a las otras y sabía que quizás no sería capaz de aguantar una vez más, unos meses de distancia valdrían la pena si es que con ellos pudiese de una vez por todas cambiar el destino de Saga.