Lo que estaba sintiendo era diferente. Lo que estaba sintiendo por él no se comparaba con sus otras ilusiones con las chicas, esto era mucho más profundo. Así lo sentía. Pero ahora que debería hacer, como debía de actuar a partir de ahora. ¿Quería salir con Sasuke?, ¿Quería ser su pareja?, si fuera así podrían hacer “eso”?, o tal vez lo “otro”?, y si agregamos esa nueva “forma”?. PERO! como se supone que sucede entre hombres, ese campo era totalmente nuevo para el rubio. Esto era demasiado problemático, que dirían sus amigos o Iruka si se enteraban…- aunque todos eran de mente abierta-, entonces a que le tenía miedo, no había nada que le impidiera salir con Sasuke. Ah!, esperen si lo había, el mismo Sasuke.
Seguro que lo encontraría repulsivo, lo miraría con asco; si incluía los rumores sobre las preferencias del moreno que lo ponían aún más – molesto se quedaba corto- eso sumaba más puntos en contra, como iba a aceptar algo que había sido la causa de ser objeto de burlas quien sabe desde cuándo. Romper toda conexión con él era algo que no quería que sucediera, de eso si estaba seguro. Entonces por lo menos debía hacer lo posible para que todo vuelva a ser como antes, aunque sabía que ya no sería como antes para él.
Pero ya estaba harto de estar pensando y pensando, necesitaba un descanso. Así que más que un buen partido para relajarse.
En la salida alisto sus cosas rápido y fue corriendo al club, todos los miembros ya estaban ahí.
-Buenas!!- grito animado el rubio cuando entro.
-Oh!, llego el futuro capitán- dijo uno de ellos.
-Pero si ya lo es, idiota- hablo otro riéndose.
Lo habían nominado nuevo capitán del equipo de básquet cuando iniciaron las clases, pero los problemas con Sasuke, y la el cuidar de su prima los primeros días no había tenido tiempo de festejarlo a lo grande.
-Bien equipo!- grito alto para que lo escucharan- Es algo tarde pero quiero festejar mi nuevo puesto así que….-
Aguardo unos minutos para agregarle suspenso.
-Vamos a hacer un partido para decidir las personas que pagaran la cuenta en el Ichiraku Ramen-
Todo el club incluido Gaara se miró algo preocupado, Naruto era famoso por comerse hasta ocho platos de ramen y aun estar hambriento; la cuenta iba a salir cara.
Así que entre todos se organizaron estratégicamente para hacer que el equipo que jugaría en contra del rubio tenga ventaja, ya habían visto que Naruto había perfeccionado su juego en la cancha casi como un profesional, no sería nada fácil; pero aun así no pudieron evitar que Gaara se quedara con Naruto. El dueto que formaban en la cancha era algo espectacular, solo esa pareja era suficiente para hacer sufrir hasta los de tercer año.
El partido comenzó. El equipo contrario hizo lo posible para anotar, pero el dueto de Naruto y Gaara no tenía pare, con unos pocos minutos habían logrado tener 10 puntos a favor. Era muy seguro que perderían, pero lo estaban disfrutando, este tipo de cosas hacían divertidas el club.
Ya había pasado cerca de media hora y el otro equipo había logrado increíblemente alcanzarlos con cuatro puntos de diferencia. Tomaron el descanso de medio tiempo. Cuando Naruto empezó a sentir más ruido alrededor de la cancha.
Se había concentrado tanto que no se había fijado de que toda la cancha estaba rodeada de chicas de diferentes años que gritaban de emoción, desde cuando las chicas venían a verlos, jamás habían pasado de seis o siete, y más que todo lo hacían por Gaara. A que se debía la presencia de casi veinte chicas, tal vez más. Tardo unos segundos en descifrar los gritos emocionados. La mayoría de las chicas; por no decir todas, gritaban su nombre: Naruto, vamos!!, Eres genial!!.
No tardo nada que se le subiera el ego a la cabeza, desde cuando era tan popular, se preguntó.
El calor se estaba haciendo abrazador para el rubio, el sudor le había empapado todo el cuerpo, así que no tuvo mejor idea que sacarse la camiseta mostrando su cuerpo perfectamente bronceado y tonificado. Si hubiera sido un partido oficial lo hubieran sancionado, pero ahora que más daba.
Los gritos de las chicas se hicieron más fuertes, el rubio sonrió satisfactoriamente. Pero al club no le hizo gracia que el rubio se llevara la atención de las chicas, así que la mayoría empezó a quitarse también las camisetas. El partido se convirtió en una lucha entre cuerpos tonificados y la mayoría bronceados, al practicar básquet su físico era excelente. Las chicas gritaron aún más. Pero quien se llevaba el premio con creces era el rubio, nadie podía comparar su altura y sus músculos resaltantes.
-Continuemos!- ordeno al equipo. No estaba acostumbrado a que tantas chicas lo animaran de esa manera, era una sensación nueva.
El partido continúo con más fuerza, ningún equipo quería ceder, estaba muy reñido. Faltaban unos minutos para que acabara el partido, hasta el momento habían quedado con un empate, nadie quería desistir.
El balón se encontraba en la cancha del equipo contrario, no había quien marcara al dueto. En ese instante el rubio había logrado distinguir de reojo una cabellera negra que conocía muy bien, pero que posibilidad había de que el moreno estuviera ahí viendo el partido; corrió hacia un lado despejado de la cancha para recibir el balón.
Pero su vista giro sin pensarlo, solo bastaron unos segundos para verlo parado ahí. Tenía la cara de póker como siempre, pero esta vez su mirada era algo que no logro descifrar, su mirada estaba dirigida únicamente a él, y por unos milisegundos se perdió en sus negros ojos.
-Naruto!!- el rubio se giró al escuchar su nombre pero no fue a tiempo el balón se estaba dirigiendo peligrosamente hacia su rostro, su mente no reacciono tan rápido como sus instintos, su mano se movió primero y le dio un puñetazo que mando a volar la pelota en dirección a la cara de Gaara, el balón iba tan rápido que solo le quedo al pelirrojo esperar el golpe, le dio de lleno en la frente dejándole una marca perfecta del balón. Sonó la alarma que daba por terminado el partido, ambos equipos habían empatado.
-Naruto podías tener más cuidado- la voz de Gaara era peligrosamente tranquila, pero su mirada no era nada pacífica. El pelirrojo era muy paciente incluso con el rubio, y rara vez perdía esa paciencia; y cuando lo hacía siempre reaccionaba de diferente manera.
-Fu-fue un accidente- se disculpó acercándose a él, pero al ver la marca tan notoria de la pelota no pudo evitar su risa, sus carcajadas se hicieron muy fuertes.
Antes de que el rubio dijera algo mas Gaara levanto su mano y con la palma golpeo con fuerza en su hombro. El sonido que hizo cuando choco su mano con la piel de Naruto podía ser comparado como el sonido del tipo de clavados que te dejan toda la piel roja por el impacto.
Naruto contuvo su grito de dolor, ese palmazo había dejado una marca al rojo vivo de la mano del pelirrojo.
-Ahora estamos a mano- le sonrió al rubio.
Se miraron un rato en silencio y luego se rieron los dos; luego el todo el equipo. Las marcas de los dos en sus cuerpos eran tan notorias y cómicas. En ese momento el rubio se giró casi consiente en busca del moreno, pero solo vio su espalda, se estaba yendo del lugar. Naruto lo miro con un sabor amargo, hace cuanto que ya no peleaban, hace cuanto que no se hablaban.
-Un empate, todo pagan- hablo un chico del club.
-Sí, eso parece- hablo Gaara.
-Que se va a hacer- Naruto respondió todavía mirando el lugar donde había visto Sasuke.
Sin poder evitarlo esa tarde en la celebración se puso a pensar en la mirada que le dirigió Sasuke.
. . .
Sasuke nunca había ido a ver un partido del rubio, jamás lo vio necesario, lo consideraba una pérdida de tiempo. Pero ahora había ido a verlo porque…. La verdad no lo sabía, inconscientemente su cuerpo se encamino hacia la cancha; pero al ver todo el tumulto de chicas que gritaban ¡¡Naruto!! quiso regresar. Hasta que escucho que el grito de las chicas se hacía mucho más fuerte ¿Qué es lo que le ven a ese idiota?, hasta ahora no entendía porque se emocionaban al verlo, ¿que tenia de especial?- se preguntaba, mientras se hacía espacio entre las chicas y logro quedar casi al frente. No tardó mucho en encontrar al rubio entre los cuerpos semidesnudos del club. El rubio había saltado para hacer un clavado, entonces todo lo vio en cámara lenta.
Lo vio agarrando con una sola mano la pelota mientras la elevaba encima de la canasta, recién notaba que sus manos eran realmente grandes, veía como sus cabellos rubios se movían con el viento; y desde su ángulo podía ver perfectamente su espalda, veía como cada musculo se flexionaba con el movimiento, se notaban perfectamente pero nunca llegaban a ser exagerados. El rubio giro ligeramente y Sasuke pudo ver de perfil la sonrisa perfecta que hace tiempo no veía. Verlo en esos instantes en el aire tan…, no encontró la palabra exacta para describirlo; ¿libre? tal vez. Se quedó inmerso en ese instante. Bastaba con ver ese tipo de clavada para saber que el nivel que tenía ahora no se comparaba con el que tenía la vez que jugaron, de seguro perdería.
Pero no le dio mucho tiempo de pensar más cosas, en su mente la escena de aquella vez cuando Naruto se había quedado encima de él con la camiseta destruida vino a su mente. Rápidamente la quito de su mente enojado, y lo primero que vio cuando regreso a la realidad fue como el balón había golpeado en la frente de pelirrojo, no sabía que había sucedido. Pero luego ocurrió ese palmazo en su hombro que le dejo una marca; una extraña sensación le vino de pronto, otra vez no sabía cómo definirlo. Molesto se marchó del lugar.
. . .
-Bien chicos se acerca el festival cultural- el tutor encargado estaba hablando- por votación a nuestro salón le toco hacer una obra teatral-
Algunos celebraron, pero otros reprocharon.
Pero poco a poco se fueron organizando, habían decidido hacer una mezcla de La Bella y la Bestia con Alicia en el país de las Maravillas, y La Cenicienta; ya habían formado los tipos de comités que necesitarían, el de vestuario, el de escenario, el de guion. Solo faltaba elegir a quienes interpretarían a los personajes principales de la historia. Se hizo un sorteo y los resultados fueron los siguientes:
Príncipe-bestia: Naruto Uzumaki
Princesa-Cenicienta-Alicia: Sakura Haruno
Sakura se quedó roja con el resultado, ella había prometido que solo pensaría en el rubio como amigo, pero que pasaría si hubiera una escena en la que lo tuviera que besar. No sabía si podría hacerlo, si sucediera estaba segura que se quedaría prendida de él para siempre. El salón empezó a molestarlos a los dos, de lejos Ino le levanto el pulgar de aprobación a la pelirosa.
Naruto se quedó sorprendido, en su vida le había tocado tal papel en una obra. Pero lo que mas sorprendió fue que Sasuke no había obtenido ningún papel, y por eso se lo único que le quedo fue formar parte de los encargados del escenario; pudo notar por su cara que no estaba nada feliz, si tuvieran la relación de antes ahora estaría molestándolo, pero solo podía verlo de lejos, esto no le gustaba, quería volver a la rivalidad de antes. Entonces lo decidió, decidió que buscaría la manera para que regresaran a su trato normal, aunque estaba seguro de que ya no sería suficiente para él.
Tuvieron tres semanas para prepararse, los vestuarios y el escenario ya estaban listos, había sido una gran hazaña lograr hacer que Naruto se aprendiera los diálogos, pero para Sakura fueron casi naturales.
Todos empezaron a alistar las cosas para iniciar la obra todavía faltaba cerca de una hora para que empezara pero se sentía la tensión y los nervios. Naruto y Sakura permanecían en sus propios camerinos recibiendo los últimos detalles de sus trajes. El traje de Sakura era sencillo, un vestido de sirvienta simple y el otro vestido que usaría para la escena del baile y la escena final.
Pero para el traje de Naruto los encargados se tomaron su tiempo, tenían que darle el toque de una bestia como el cuento; pero las chicas encargadas del maquillaje no quisieron hacer algo exagerado, hubo una discusión respecto a eso pero al final ganaron ellas, luego el traje querían hacerlo ver sencillo pero a la vez que se notaran todos los puntos que hacían que el rubio se viera más salvaje. El resultado de horas de trabajo dio sus frutos, la imagen que transmitía el rubio con la imagen de la bestia era tan perfecta las chicas del maquillaje no dejaban de verlo. Faltaban diez quince para que iniciara la obra, pero obligaron al rubio a quedarse en el camerino hasta que fuera la hora, no querían que se estropease algo.
Alguien toco la puerta del camerino.
-Adelante- hablo Naruto.
-Han dicho que tengo que ver la capa antes de que salgas- era Sasuke, su voz era monótona y sin emoción.
-A-Ah! Ok- el rubio se puso nervioso, no quería meter la pata, por lo menos ahora le estaba hablando. En ese momento él estaba sentado en una silla dándole la espalda - quieres que me la quite o solo…-
-No importa déjatela puesta- el moreno se quedó parado en la puerta inmóvil. Cuando Naruto se puso completamente de pie se quedó sorprendido. Su rostro era el mismo pero a la vez no, sus ojos tenían unas lentillas que los hacían ver de color rojo sangre, tenía un tipo de antifaz pintado alrededor de sus ojos, primero eran de un color azul noche alrededor de ellos y luego se difuminaba con un color entre rojo y naranja como el pelaje de un zorro, tenían un efecto que lo hacía ver como si fuera pelaje de verdad luego desaparecía. Las líneas de su mejilla estaban más resaltadas, y habían hecho que sus orejas terminaran en punta; e increíblemente habían logrado que los cabellos del rubio quedaran hacia atrás pero aún tenían el toque rebelde de siempre, unos cuantos cabellos quedaron adelante a propósito. Su traje estaba con el efecto de estar algo viejo, pero igual se notaba su elegancia; lo único que le faltaba era las mangas, al no tenerlas resaltaban sus brazos bien formados. Y por último gracias a la capa que tenía hacían ver su espalda más ancha e intimidante con la misma Bestia del cuento.
-Esta algo exagerado no?- comento nervioso, noto como el moreno se había quedado mirándolo.
-No me importa, solo vine a arreglar la capa- salió de su trance y se colocó delante de él. Demoro un poco para empezar a tocar la capa, le habían dicho que fuera por qué los encargados de vestuario estaban arreglando el vestido de Sakura, además de que la capa era parte importante en un momento para el escenario.
La parte de delante estaba bien, solo le faltaba asegurar la espalda. Al sentarse antes el rubio había hecho que la capa se moviera y que malograran ciertos detalles. Sasuke ya estaba cansado con todo el ajetreo del escenario, lo habían hecho trabajar más que los demás –por que así les dio la gana- quería era sentarse, y arreglar la capa le demoraría varios minutos.
-Retrocede un poco- le ordeno Sasuke. Había decidido que se sentaría en la mesa del tocador ya que la silla sería muy baja para arreglar la capa.
El rubio obedeció sin objetar, se sentía nervioso por la cercanía, sentir las manos del moreno pasearse por sus hombros y su espalda le estaban dando un cosquilleo. No se dio cuenta de que el moreno se había sentado en la mesa hasta que sintió que las piernas de Sasuke se movían ligeramente a los costados de su cuerpo. Su cuerpo se estaba emocionando demasiado.
<<Contrólate!!! Contrólate!! Solo está sentado con las piernas algo abiertas nada más>> se repetía así mismo, pero el haber aceptado que le gustaba el moreno le hacían pensar otras cosas.
De pronto empezó a sonar el teléfono del Naruto en la mesa al lado de Sasuke.
-¿Vas a contestar?- el moreno estaba muy concentrado en su trabajo.
-C-Claro- Sasuke dejo de la capa un momento para que Naruto pudiera voltear.
Naruto se sentía fuera de sí, se sentía torpe, así que cuando giro a contestar el celular no supo como pero termino con una mano apoyada en el cristal al lado del rostro de Sasuke que se quedó claramente sorprendido, estaban a escasos centímetros de distancia, sus narices casi se podían tocar. Pero eso no era lo que estaba causando que esté a punto de perder el control de “esa” parte, resulta que había hecho que las piernas del moreno terminaran abiertas a los lados de su cadera, para colmo la mano que tocado el celular pulso el botón de ignorar en vez del verde, ya no había ruido solo un silencio muy incómodo. Y la cara del moreno que se había puesto deliciosamente ruborizada no ayudaba mucho.
-Oye, sácate de una vez- Sasuke tardo unos segundos en darse cuenta de su posición en la que estaba, empezó a empujar al rubio, fue entonces cuando se dio cuenta de que Naruto tenía la boca ligeramente abierta mostrando unos colmillos que le habían colocado, un escalofrió sacudió su cuerpo; pero no logro mover a Naruto, parecía una roca.
-¡Cinco minutos!- la voz del tutor se escuchó al otro lado de la puerta, por suerte no entro en ese momento. Pero vasto para que Naruto se calmara por el miedo y se alejara de Sasuke.
-Ya termine con la capa- Sasuke salió de la habitación lo más rápido que pudo, no sin antes golpear fuerte al puerta.
<<Esa cara era tan!! en verdad me gusta- los latidos del rubio estaban a mil- por que las cosas terminan así cuando estoy con él>> se lamentó el rubio. Así no lograría arreglar las cosas.
“Todo esto hace
que me gustes aún más”