Sasuke se despertó, estaba en la misma posición en la que se había dormido pero tenía una casaca cubriendo su cuerpo por completo.
-Al fin, parece que no despertarías nunca- hablo el rubio bien despierto, de pie y al otro lado del de la habitación.
-¿Porque tengo tu casaca?, te dije claramente que no la quería- hablo molesto.
-Estabas temblando como una niñita asustada- contesto divertido, decidió que lo trataría como antes.
-Me parece que yo sentí que era tú el que temblaba- decidió también seguir como antes.
-Ja!, acéptalo TÚ estabas temblando como niñita
-Usoratonkachi- dijo con su tono indiferente- yo jamás tiemblo, más bien tu debiste estar temblando sin nada más que… ¡¿Qué haces con mi camiseta?!- grito.
-Pues, así como dijiste, tenía frio, tú tenías mi camiseta y la tuya ya estaba seca, así que no me pareció mala idea ponérmela, a pesar de que me queda algo ajustada- dijo mientras estiraba un poco más la prenda.
-¡Idiota!, puedes romperla, estás muy gordo- se burló, pero en realidad no podía dejar de ver los bien que la camiseta resaltaba el cuerpo del rubio, aun mas de lo que estaba acostumbrado, resaltaba exquisitamente todos sus músculos. Podía notar que su espalda era más ancha de lo que parecía y su abdomen era más marcado. Por una parte sintió que su orgullo como hombre era herido –era su camiseta y le quedaba ajustada al rubio, que daba a entender que su cuerpo era mucho más delgado; por no decir otra palabra- , pero por otra parte, se encontraba así mismo sintiendo eso que no sabía que era, no tenía significado. Ya no era esa “ansiedad” que había estado sintiendo desde que empezó el año, era… otra cosa.
-¡GORDO!, ¿¡YO!?-el rubio tardo un poco en reaccionar a esa revelación- ¡Oye! lo que ves aquí en puro entrenamiento, pura fibra. No estoy gordo, tu camiseta me queda así porque tú eres un flacucho escuálido –por supuesto que mintió, pues para él el cuerpo de Sasuke era perfecto así como era- Solo mira cómo te queda mi camiseta, pareces un bebe en la ropa de su papá-
Sasuke frunció el ceño, el tic de su ceja demostraba que ya había llegado a su límite. Empezó a tronar sus dedos.
-Sera un gusto desfigurarte- dijo acercándose increíblemente rapido.
Naruto sonrió, este era tipo de peleas que no habían tenido desde que empezaron esos absurdos incidentes. Esquivo rápidamente el golpe, se alejó un poco y se puso en posición de defensa.
-¿¡Esas voces…!?- Se oyó una voz. De pronto se escuchó como el dueño de esa voz abría de golpe la puerta del almacén.
El rubio se distrajo por la repentina intromisión y Sasuke aprovecho su distracción para darle el golpe que había estado guardando especialmente para él desde hacía tiempo. La sensación de su puño chocando con el rostro de Naruto fue la satisfacción más grande que había tenido en mucho tiempo, el rubio recibió el golpe, sorprendido tropezó y cayó al suelo.
-Sabía que no se contendrían mucho tiempo más, ya me parecía raro que no se estuviesen peleando desde que empezó el año- el dueño de la voz no era otro que Asuma.
-Lo vio, lo vio- repitió Naruto parándose de golpe, sobándose el lugar del puñetazo- él fue el que me golpeo, yo no hice nada- se excusó.
-No es la primera vez que trato con sus peleas, sé que los dos siempre se echaran la culpa- respondió.
-Se lo tenía merecido, no lo voy a negar- dijo despreocupado el moreno.
-¡¡TEME!!- al fin, después de mucho tiempo pudo volver a decir esa palabra.
-Ya, ya. Me van a dar dolor de cabeza tan temprano…-soltó un suspiro cansado-Escuchen si Kurenai se entera de que estuvieron peleando y encima de todo que pasaron la noche fuera del dormitorio… de seguro los manda a sus casas de inmediato y con una hermosa visita a la dirección-
Los dos se pusieron tensos, pese a haber estado dos años en la preparatoria todavía no conocían al director en persona. Siempre evitaba mostrarse en público y se sabía que siempre andaba viajando. Se rumoreaba que era una mujer, pero lo que más espantaba a todos los alumnos sin excepción, era que tenía la reputación de un demonio; cualquiera que iba a la dirección por equis motivos no volvía a cometer ningún error, lo cambiaba completamente. Tanto era así que cuando regresaban no podían ni escuchar la palabra dirección y evitar temblar; sus miradas se perdían en un punto del mas allá, algo que, seguramente no deseaban haber vivido.
-Lo dejare pasar por hoy, solo porque me divierte verlos. Pero será solo esta vez, si Kurenai los ve, yo me hare a un lado-
-Entendemos- dijeron al unísono.
Los dos salieron y se dirigieron corriendo al dormitorio. A estas horas la mayoría recién estaba levantándose, así que podían colarse dentro sin llamar la atención. Pero como siempre cualquier cosa que hicieran se convertía en una competencia, así que la pequeña carrera al dormitorio se convirtió en una de las olímpicas. Sintieron por unos instantes que se liberaban de todo, de las preocupaciones, los enojos y las dudas.
. . .
-Naruko me puedes explicar lo que sucedió ayer con Sasuke, ¿Por qué lo retaste?- después del desayuno el rubio se las arregló para escurrirse del trabajo y hablar con su prima.
-Por nada- desvió la mirada, la verdad era que se le hacía difícil mentirle.
-Tu no haces nada por nada- le riño- Habla-
-Es que él se burló de ti, y no pude aceptar eso- confeso- Él te mira con inferioridad, como si no fueras nada. Es desesperante, se cree demasiado.
-Cuántos años crees que he estado lidiando con él- dijo divertido- no necesito que me defiendas- le acaricio la cabeza tiernamente.
-Pero… no me gusta nada ese tipo- dijo haciendo puchero.
-Puedo arreglármelas solo, me parece que soy el único que lo puede manejar- dijo orgullosamente.
-Ja!, pero yo si pude manejarlo también, aunque me costó un poco-
-No lo dudo, eres tan testaruda que seguro se cansó- se burló.
Naruko le saco la lengua.
Sasuke se maldecía, por alguna extraña razón siempre terminaba viendo estas escenas tan desesperantes, la ansiedad que pensó ya no regresaría, volvió. ¿Por qué siempre que hablaban tenía que acariciarle la cabeza?, ¿cuál era la explicación?, no había necesidad, no lo entendía. Se alejó del lugar pensativo, debía de haber una explicación razonable para su “ansiedad”. Lo que sabía era que solo aparecía en ciertas situaciones, tal vez era que le enfermaba tanto ver esas escenas, que terminaba con una ansiedad que lo hacía alejarse del lugar.
-Qué suerte la nuestra- el moreno salió de sus pensamientos, se encontraba rodeado por estudiantes de tercero, habrían unos seis de ellos.
-Vamos a hacerlo rápido, no queremos llamar la atención de los profesores- hablo uno de ellos.
Sasuke se había perdido tanto en sus pensamientos que no se dio cuenta que se había encaminado a la parte trasera del campamento, donde no habían más personas que ellos.
-Ya saben al cuerpo para no dejar marcas- todos empezaron a avanzar hacia él.
Sasuke de inmediato adoptó su posición de defensa esperando el ataque. Un puño le vino directo por delante, lo esquivo fácilmente.
-¡Vamos! Si no te dejas golpear no nos pagaran- dijo el que parecía el líder.
Un chico intento bloquear sus brazos atacándolo por la espalda, el moreno se agacho rápido y golpeo su pierna haciéndolo caer al suelo, estaba seguro que no se levantaría en un buen rato. Dos se abalanzaron hacia él, quisieron golpearlo a la misma vez, pero Sasuke se adelantó a sus movimientos plantándoles sus puños directo en sus rostros mandándolos a volar. Rápidamente sintió que lo agarraban rápidamente los brazos, uno de ellos lo había sujetado por detrás, otro se acercó para darle un golpe en el rostro, pero Sasuke fue más rápido, levanto su pierna y le dio dio un puntapié en la cabeza. El de atrás se sorprendió y el moreno aprovecho para darle un cabezazo hacia atrás, el chico lo soltó adolorido, finalmente Sasuke le dio el golpe de gracia para mandarlo directo al suelo. Todo esto lo hizo sin sudar una gota.
-¡¡Oigan vengan para aquí!!- grito alarmado el ultimo que quedaba, el que parecía líder. Al ver que no hubo respuesta miro asustado a Sasuke
-N-no m-me hagas nada- el supuesto líder se puso de rodillas suplicando.
-¿Quién los mando?- Sasuke lo levanto por su camiseta.
-Y-yo no sé-
-Habla, no me interesa si le tienes miedo o no; sino dices nada yo te hare sentir peor-
-M-me mando mi primo, le debía un favor. Además me iba a pagar- dijo desesperado, pero su rostro se notaba que no tenía vergüenza de admitirlo.
-¿Quién es ese primo tuyo?- su tono de voz era muy autoritaria.
-N-no lo conoces, pero fue el que apaleaste junto a Uzumaki. Nos dijo que serías presa fácil, que solo te salvaste porque estabas acompañado-
-Escúchame muy bien- lo acerco a su rostro obligándolo a que lo viese a sus ojos- no volveré a soportar sus idioteces-
El chico solo atinaba a asentir, estaba muerto de miedo.
-Pueden mandar lo que quieran, van a recibir el mismo trato que ahora. No voy a soportar nada, me entendiste...- hablaba bajo pero el tono con el que lo dijo lo dejo helado.
-Oye-
Un séptimo chico apareció, había amarrado a cierta chica rubia por la espalda.
-Si no quieres que le pase algo a esta, será mejor que dejes de luchar-
-Debería de importarme…-
Tanto el chico como Naruko lo miraron molesta.
-Esta es la prima de tu amigo, debería de importarte-hablo el chico.
-Idiota piensas dejar que me hagan algo- le reclamo Naruko
Sasuke solo los miro fríamente.
-Ja! Tú lo pediste- el chico la empujo hacia la pared- me divertiré contigo-
-¡SASUKE, MALDITO ESTUPIDO!- grito la rubia cuando pateo al chico en sus partes bajas- ¿¡ME IBAS A DEJAR!? ESO ES LO QUE IBAS A HACER ¡AH!- no contenta con eso se soltó del amarre de las cuerdas como si nada y empezó a darle golpes. Primero a su rostro luego a su estómago, el chico apenas podía defenderse de los golpes de furia de Naruko. Para termina la rubia se trepo por su espalda y se engancho con sus piernas al torso del chico, y con sus brazos rodeo el cuello del chico, le estaba cortando el aire.
-¡ME LAS VAS A PAGAR IMBECIL!- volvió a gritar mientras lo miraba, todo lo que le hacía al chico iba dirigido al moreno.
El pobre chico empezó a verse de color a morado, luego de un tiempo perdió la conciencia y Naruko lo soltó.
-Idiota, porque no me ayudaste- se acercó a Sasuke como si nada - ese hombre me iba a atacar-
-Al final no te hizo nada o si- se limitó a decir.
Naruko le dio cólera, iba decir algo más pero fue interrumpida.
-¡¿Que paso aquí?!- la vos de Kurenai-sensei apareció en la escena.
Antes de que cualquiera pudiera decir algo Naruko se adelantó.
-¡Sensei!- se acercó a ella temblando y con los ojos llorosos.-Los chicos de tercero querían obligarme a escapar con ellos- empezó derramas unas lagrimitas.
-¡Pero que!- Kurenai les lanzo una mirada asesina. Sasuke se limitó a escuchar.
-Sensei tenía miedo- dijo con voz llorosa- pero entonces Sasuke llego y me defendió-
-No es verdad—antes de que el supuesto líder pudiera continuar tanto Sasuke como Naruko los miraron mortalmente, así que se calló.
-Los siete vendrán conmigo, alisten sus cosas se van a ir a sus casas con una notificación para la dirección y sus padres-Kurenai se llevó a unos cuantos por las orejas mientras los demás la seguían por detrás.-Asi que querían escapar…-
Cuando estuvieron solos Naruko miro satisfecha a Sasuke.
-Me debes una grande-
-No te debo nada-
-Sí que me la debes, si yo no hubiera dicho nada habría acabado mal para ti-
-Me las hubiera arreglado igual-
-No lo creo- la rubia seguía con sus aires de superioridad- sería la palabra de uno contra siete, en cambio al haber hablado yo sería la palabra de siete con la de una chica indefensa-
Sasuke empezó avanzar alejándose.
-Me la debes, ten por seguro que me las cobrare- fue lo último que dijo.
. . .
Naruto se había ido a cumplir con sus deberes cuando escucho una pelea, se acercó esperando que no fuera alguien que conociera, sus esperanzas se fueron al suelo. Lo que vio le hizo querer actuar de inmediato, pero no debía hacerlo era la pelea de Sasuke. Vio como el moreno dejaba fuera de combate a cinco de ellos sin mucho esfuerzo, y el sexto solo se limitó a amenazarlo. Hacía tiempo que no lo veía luchar con esas ganas, esta actitud no era nada comparado a la que tenía esa tarde bajo la lluvia. Cuando parecía que había terminado todo, un séptimo chico de tercero había aparecido con su prima.
Alarmado quiso salir a ayudarla, pero la forma en que le grito a Sasuke lo obligo a mantenerse en su lugar. Naruko había derribado al chico con mucha facilidad, y luego se puso a pelar con Sasuke, muy típico de ella. Cuando llego Kurenai-sensei contuvo el aliento. Pero gracias a la astucia de su prima salieron del apuro. Todo se había solucionado realmente bien, contento con los resultados iba a retirarse del lugar para no ser visto cuando vio que entre los arbustos se veía la sombra de un tipo, se notaba que estaba observado todo desde el inicio. Quiso acercase para verlo mejor, pero desapareció en un parpadeo. Como no había hecho nada le restó importancia, tal vez solo era una persona que pasaba por ahí.
Cuando estuvo lejos del incidente no pudo evitar sonreír. Sasuke no era una persona que necesite ayuda para defenderse, no es una damisela en apuros ni nada parecido. Ya lo sabía, lo entendía perfectamente pero quería ayudarlo a veces; como esa vez. Pero entendió, se había enamorado de un idiota que podía defenderse completamente solo, un teme realmente fuerte, listo capaz de cargarse a una docena de tipos él solo, sintió un orgullo crecía en su pecho.
Totalmente relajado retomo los deberes que le habían dejado. Cuando apareció su prima para avisarle que era hora de preparar el almuerzo no pudo evitar verla divertido, pero a la vez agradecido. Esta vez le había tocado preparar el almuerzo junto con su prima, Sakura, Shikamaru, Kiba y Gaara.
-Puedes dejar de poner esa cara de idiota cuando me ves, me da repelús- dijo la rubia a su primo
-De que hablas- fingió indiferencia
-Me estas preocupando, desde que empezó este campamento no has dejado de comportarte como idiota-
-Yo estoy perfectamente- volvió a sonreír
-Estas raro. Creo que los fantasmas te han poseído- dijo divertida, ver a su primo en las nubes no era nada nuevo, pero verlo todo el tiempo si era raro.
Naruto solo le sonrió, otra vez. Naruko no pudo evitar que le picara algo, esta era una de esas oportunidades para molestarlo y divertiste. Así que como estaban lavando los ingredientes empezó a tirarle agua. A las primeras gotas no reacciono, pero con el chorro sin duda se movió.
Su lado juguetón apareció y respondió mojándola también, con el calor que hacía no se hacían mucho problema el mojarse un poco. Al poco rato Kiba, Gaara y Sakura se unieron- Shikamaru prefirió mantenerse lejos, le daba pereza de solo verlos-, la diversión duro un buen rato hasta que el profesor Asuma llego para regañarlos.
. . .
¿Qué significaba la palabra amigo?, se plateo esa idea cuando recién Naruto se lo dijo esa noche. ¿Significaría pelarse a cada rato?, ¿no soportarse?, ¿molestarse? Dudaba que solo fuera eso. Lo supo cuando vio jugar a todo ese grupo, solo mojarse los había hecho reír a mas no poder, se divertían; y el centro de todo eso era Naruto, siempre estaba rodeado de gente, siempre llamativo, siempre sonriendo. No sabía si decirle “amistad” era la palabra que describía su relación con él. Pero había aceptado escucharlo esa noche y la verdad era que no sabía porque había bajado tanto la guardia, le había dicho cosas que jamás le había contado a nadie, ni a su hermano. Entonces ¿porque era su amigo le dijo todo eso?, era una posibilidad; y también estaba el hecho que desde que se enteró de que de niños él fue quien lo llevo a su casa, sintió que eso los volvía más cercanos –se molestó al admitirlo-. Ahora que se lo planteaba, la reacción que tenía con Naruto no la entendía del todo –pero le pareció que estaba bien así- al menos eso suponía. Aun así la palabra amistad no le agradaba.
Se sentó a comer, eligió una mesa apartada. Estaba sumido en sus pensamientos cuando un grupo ruidoso entro en el comedor. Sasuke sabia exactamente quienes eran sin verlos, intento ignorarlos. Pero su vista se desvió hacia esa mesa. Naruto estaba abrazando con una mano a su prima mientras cantaban algo:
¡YOU ARE MY FRIEND!
a a, ano hi no yume, ima demo mada wasuretenain deshou?
!YOU ARE MY DREAM ¡
a a, hajimete bakka, kimi wa MY LONG LOST FRIEND
whoa, ima tabidatsu yo!
Le pareció haber escuchado esa letra en algún lado, pero no intento recordarlo. Esos dos parecían borrachos cantando sin vergüenza en pleno almuerzo, esa “ansiedad” volvió a atacarlo. Se puso molesto -como tantas veces-; término rápido de comer y se fue del lugar, esta vez a él le tocaba descansar, no tenía ninguna tarea pendiente. Se dedicó a pasear por los alrededores hasta que anocheció.
. . .
Otra vez el mismo sueño que tuvo en el almacén lo ataco. Era una pesadilla, primero caía hacia el vacío, y luego se sumergía en lo que parecía el mar; pero este era totalmente oscuro y helado. El frio provoco que empezara a perder los sentidos de sus brazos y piernas, su respiración se volvía pesada, sentía que sus pulmones ya no daban para más. Se empezó a desesperar; pero igual que esa noche sintió una luz cálida apareciendo frente a él, con sus últimos esfuerzos intento acercarse a esa luz. Sin embargo, esta vez la luz se mantuvo distante, no hacía nada para acercarse a él, Sasuke se desesperó aún más. Necesitaba esa luz, su cuerpo no podría soportar más el frio, entonces despertó.
Lo primero que sintió fue el olor de Naruto empapando su nariz-no era un olor desagradable en ese momento-, luego sintió claramente el calor que emitía la espalda del rubio. Sus ojos se abrieron como platos cuando entendió que se había metido en el futon del rubio. Su cuerpo se tensó, un sonrojo que no pudo evitar se prendió en sus mejillas.
Un suspiro entre los sueños del rubio rompió el silencio, el pobre estaba totalmente dormido; si un terremoto sucediera en esos momentos él no se levantaría. Había permanecido despierto toda la noche en los dos días que habían pasado. Su cuerpo no aguantaba más, por eso cuando su cabeza toco la almohada perdió totalmente la noción de lo que le rodeaba.
Sasuke quiso regresar a su futon, pero apenas se alejó del futon del rubio un viento helado le causó escalofríos, su cuerpo reacciono regresando otra vez. El frio había bajado aún más que los otros días, estaba helando en esos momentos.
Al ver que el rubio no reaccionaba con los movimientos que había hecho hacía poco se quedó más tranquilo.
Al parecer cuando el frio empezó a descender mas su cuerpo se movió por puro instinto hacia una fuente de calor, era una reacción normal; Sasuke intentaba convencerse de que lo que estaba haciendo era justificado-y lo era, al menos por ahora-. Jalo más la manta de su futon cubriéndose más, pero también se metió un poco en el de Naruto. El frio había hecho que sus pies estuvieran realmente fríos así que metió un poco más sus piernas acercándose a las del otro. El calor del cuerpo del rubio rápidamente envolvió al de Sasuke.
Sentía que lo que estaba haciendo haría que se arrepintiera en la mañana, pero por ahora entrar en calor era lo que importaba, si se resfriaba no iba a poder estudiar o incluso ir al instituto. Naruto parecía un tronco, apenas sentía que respiraba, no se movía para nada, y el moreno daba gracias por eso -tenía la sensación que si hacia cualquier movimiento podría despertarlo-. Pero por el momento nada parecido paso.
Lo único que lograba ver era la gran, ancha, y fornida espalda del rubio. Sin poder evitarlo se quedó viéndola, que podía hacer sino, era lo que ocupaba toda su vista; reprimo las ganas de tocarla para que sus manos entraran también en calor. Entonces reparo en su cuello –era más grueso de lo que se veía-; pero al ir bajando su vista y ver la parte desnuda de su espalda antes que empezara su ropa, le causo cierto deseo de apegar su rostro totalmente ahí y hacer algo más…
Un calor diferente a cualquiera que hubiera sentido antes se esparció por todo su cuerpo, estallando mas es la parte baja de su vientre. Con su mano se tapó la boca, quería evitar que se le escapara algún sonido “raro”. Y para su “gran suerte” justo en ese momento el rubio volteo, su rostro se colocó delante del suyo, pero todavía estaba dormido. Su olor se impregno aún más en él; sintió que chocaban sus respiraciones, los latidos de su pecho hacían que todo su cuerpo temblara, sus oídos solo escuchaban los ensordecedores ¡pum-pum!. No podía pensar claramente, quería alejarse o… no.
Entonces sintió como la pierna de Naruto empezaba a subir lentamente en medio de las suyas – ¡¿cuándo había terminado ahí?!-. Se sentía raro, sentía que sus piernas ya no respondían a sus órdenes, sentía que se derretían. La pierna del rubio seguía subiendo acercándose más a su entrepierna – estaba volviéndose loco tratando de controlarla- aun con el pantalón que tenían puesto los dos, Sasuke podía sentir con claridad todo, como si no hubiera nada. Sasuke no pudo evitar arquear su espalda ante la sensación, su mano libre se aferró al futon con fuerza.
Ya solo quedaba unos centímetros para que la rodilla de Naruto tocara por completo el miembro del otro, cuando se detuvo y se alejó. El rubio volvió a darle la espalda, se encontraba totalmente dormido. El moreno ahogo con ayuda de su mano el gemido que estuvo a punto de salir; su conciencia empezó a atacarlo ¿Por qué no se había movido?, esa era la pregunta que más se repetía. Se maldijo.
Sentía una enorme vergüenza, y muchos otros sentimientos encontrados. Lo que había sucedido era enteramente su culpa, él se había causado esa humillación. Se destapo casi totalmente para que el frio lo calmara, y por suerte no demoro mucho. Nunca había tenido ataques como esos en su vida, sabia de que se trataban pero jamás los había sentido en sus diecisiete años, y tampoco le intereso saber más al respecto.
El frio calmo también su mente, aunque tenía todavía todo el rostro rojo, el frio lo acobardo. Se volvió a tapar y esta vez se alejó lo más que pudo del futon de Naruto tratando de no hacer mucho movimiento; pero se separó lo suficiente para todavía sentirse a gusto, aun quería esa fuente de calor.
La voz de su conciencia le gritaba que debía de alejarse de ahí, y estaba vez si planeaba hacerle caso, así que decidió que se calentaría un momento más, y luego regresaría a su futon. Si Naruto despertaba y descubría que se había colado en su cama, sería algo que ni quisiera quería plantearse.
Sus parpados empezaron a pesarle.
<<Solo un minuto más, solo uno más…>>-pensó mientras volvía a mirar la espalda del otro subiendo y bajando mientras respiraba, entonces su conciencia se desvaneció.
. . .
El despertador de Asuma-sensei sonó. Sasuke se abrió los ojos de golpe, se había quedado dormido en el futon del otro antes de regresar al suyo. Un sonido de queja salió del todavía dormido Naruto. El moreno alarmado regreso a su futon del golpe, le valía si lo despertaba; en estos momentos lo que más le importaba era si había sido visto por alguien.
Levanto un poco su cuerpo, para asegurarse de no haber sido visto por alguien; cuando se llevó una gran sorpresa. La mayoría –por no decir todos- se encontraban todavía durmiendo, pero estaban muy apegados, casi abrazándose con su compañero de al lado.
No fue el único que había sentido el bajón de temperatura, había incluso grupos de tres a cuatro. Se habían apiñado como pingüinos en la Antártida.
Soltó un suspiro de alivio, se levantó totalmente y se fue hacia los baños. Quería castigarse por lo que había hecho, así que se metió un duchazo de agua helada sin importarle que todavía estuviera haciendo algo de frio.
Cuando regreso vio que todos ya estaban despiertos, incluyendo al rubio que estaba bostezando despreocupado. Reprimió su vergüenza al verlo y sus ganas de golpearlo –quería echarle la culpa de todo-, se maldijo mientras regresaba a su lugar.
-Quiero que alisten todo antes de desayunar, hoy partiremos de regreso a las diez. No se olviden de nada- aviso Asuma al todo el dormitorio.
Todos contestaron con un si desganado. Aunque se habían divertido, tener la rutina del campamento los había agotado. Con una gran paciencia ordenaron sus cosas.
Todos volvieron a ponerse en fila para ser llamados por la lista de Kurenai-sensei. Esta vez a Sasuke le toco sentarse con un chico de primero que era igual de perezoso que Shikamaru. A Naruko le toco sentarse con Sakura, y a Naruto le toco junto a Gaara.
Kurenai se paró al lado del chofer, estaba realmente seria.
-Nos han avisado que esta tarde habrá una llovizna que podría tornarse a tormenta. No hemos previsto este incidente, así que hemos llamado a sus padres para que los recojan al llegar- diciendo esto último el bus comenzó a avanzar.
. . .
Cuando bajaron del bus ya había personas esperándolos, la llovizna estaba recién empezando. Los alumnos se movieron rápido, al poco tiempo ya casi no quedaba nadie por recoger, salvo tres personas. Sasuke, Naruto y Naruko.
La llovizna empezó a caer más fuerte, los tres se encontraban en la entrada de la preparatoria, una pequeña parte sobresaliente del edificio los cubría de la lluvia.
Naruko y Sasuke se habían quedado solos y en silencio cuando Naruto se ofreció a comprar unos cafés calientes de la máquina expendedora que estaba en la siguiente cuadra.
No demoro mucho tiempo cuando volvieron a ver la figura del rubio acercándose con tres latas de café.
-Tomen- el rubio estaba totalmente empapado y algo agitado.
La rubia cogió con gusto la bebida, envolvió sus manos en ella para calentarse.
-Agárrala- Naruto le estiro la otra lata al moreno, este se limitó a girar su rostro negándose a recibirla.
-Me parece que esto ya paso antes-el rubio soltó un suspiro cansado. Antes de que Sasuke pudiera responderle, Naruto tomo su mano y lo obligo a agarrar la lata.
-Ahora está en tu mano, es tuya- Sasuke sintió como el calor envolvía su mano, sin poder evitarlo la junto con la otra. Pero todavía estaba molesto por lo de la noche, iba a decirle algo al rubio cuando prefirió callarse.
Naruto se había colocado junto a su prima, se estaba riendo de algo con ella; con la lluvia cayendo no lograba entender su conversación. Entonces el rubio empezó a sacudirse la ropa salpicando gotas a su alrededor, Naruko intento cubriste divertida, Sasuke solo le alejo un poco más.
<<Es que no tienen frio…>>pensó molesto.
-Pareces un perro- logro entender a duras penas la voz de la rubia.
Naruto se rio divertido, entonces agacho su cabeza a la altura de los hombros de su prima, Naruko con una gran sonrisa empezó a revolverle los cabellos.
-Uff, lamento llegar tarde- Iruka apareció interrumpiendo la escena, se notaba que había corrido para llegar
-No te preocupes Iruka- contesto educadamente la rubia.
-Bien vámonos entonces- Iruka les entrego un paraguas grande a la pareja de primos- Sasuke ¿no quieres acompañarnos?, vi que tu hermano estaba entrando apurado a tu casa; me parece que se le malogro su auto por la lluvia. Si nos vamos juntos puede que lo encontremos de camino-
-Preferiría quedarme a esperarlo, a veces toma otra ruta y sería un problema si no nos encontráramos- el tono de voz con la que lo dijo convencería a cualquiera.
-Si tienes razón- admitió Iruka- buenos nos retiramos, ha sido un gusto verte-Sasuke se limitó a inclinar un poco su cuerpo a modo de respuesta.
Antes que salieran por completo de la preparatoria, Naruto volteo y movió su mano sonriéndole. Él no hizo nada por contestar.
Se quedó un buen rato parado, solo. Cuando vio la sombra de su hermano corriendo hacia él.
-L-lo siento- pudo decir su hermano, estaba muy agitado.
-No demoraste mucho- contesto, una leve sonrisa apareció en el rostro de Sasuke. Itachi se dio cuenta.
-Y… como te fue en el campamento-
-Nada interesante- dijo despreocupado. Ambos empezaron a avanzar, bajo el paraguas había traído.
-¿Enserio?- dijo con incredulidad- me parece que estas algo diferente, ahora estas mucho más relajado que cuando te fuiste.
-Yo me siento igual-
-No, sé que paso algo paso, tal vez algo tenga que ver con… ¿Naruto?-
Sus ojos se abrieron sorprendidos.
-Me entere por ahí que no se habían hablado desde que inició el año-
-Eso no tiene nada de nuevo, ya debes de saber que no nos llevamos bien-
-Si tú lo dices- dijo divertido su hermano.
Sasuke espero a que dijera algo mas pero cuando se fijó en su rostro este estaba muy serio, y frio.
-Estas bien…- pregunto preocupado.
-Mantente a este lado- Itachi coloco al moreno hacia a la pared mientras él lo cubría del otro lado.
-Que sucede- supo que algo no andaba bien.-Nii-san que sucede- volvió a insistir.
-Solo sigue caminando- contesto fríamente.
-Que está pasando- Sasuke le cortó el paso colocándose delante de él.
Itachi se sorprendió, lo miro e intento sonreírle; pero antes de que pudiera hacerlo noto un brillo plateado a lo lejos. Sasuke no pudo reaccionar a tiempo, en un segundo se encontró siendo empujado por el cuerpo de su hermano provocando que se tropezara.
Un sonido ensordecedor perforo los oídos de moreno, sintió como algo atravesaba una parte de su oreja. Su vista apenas logro seguir el objeto plateado, cuando noto que había atravesado a su hermano. Tardo unos segundos en procesar lo que estaba viendo, todo había pasado antes de tocar el suelo.
Sintió el cuerpo de su hermano inmóvil encima de él.
-N-nii-san, oye Nii-san, estas pesado- su cuerpo empezó a temblar son control- Vamos di algo, oye- con su mano intento moverlo cuando sintió que un líquido caliente cubría a su hermano. El terror se apodero de él, su vista se empezó a nublar con sus lágrimas y la lluvia.
-¡¡¡NII-SAN!!!- grito como nunca lo había hecho en su vida.
Sasuke: “Tengo miedo que algún día
dejes de ser mi hermano”
Itachi: “Lo siento Sasuke, no habrá próxima vez”