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VECINOS ¿CASUALIDAD? por NASU

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Notas del capitulo:

Bien, se que me demore un dia en lo que acordamos. pero tengo el porque. El internet me abandono, el dia sabado. Y mientras esperaba a que volviera, le di 3 pasos mas y decidi agregar mas cosas. Por eso estoy publicando ahora. Les prometo que este cap esta mas alegre, y algo jugoso, jajajja Disfruten.

Los personajes le pertenecen a Kishimoto- sensei.

La invitación le llego unos días después de… ese suceso. Ponía, que la ceremonia de entierro se realizaría ese fin de semana. Naruto miro con gran pesar la nota.

A veces le precia que todo lo que había pasado era un mal sueño, pero esa idea se desvanecía tan rápido como aparecía. Tan solo de imaginar por lo que estaría pasando ahora Sasuke hacia que solo quisiera ir a su lado y permanecer ahí.

Pero sabía que ese sería un error; cuando sucedió lo de sus padres, por un buen tiempo no quiso saber de nadie, le hartaba ver como lo miraban con pena las otras personas; le hartaba que le repitieran las mismas palabras de consuelo en todo momento,  y que susurraran cosas refiriéndose a lo mal que se sentía; por eso había tomado la decisión solo observar la casa del moreno desde su habitación, la escuela les había dado a los alumnos que participaron en la excursión los tres días restantes de la semana para relajarse, y esa fue la oportunidad que utilizo para mantener vigilado al moreno; esperaba que no hiciera nada loco, pero el único movimiento que había, era el de Kakashi entrando en las mañanas y saliendo entrada la noche. De Sasuke apenas había rastro que aún permanecía ahí.

 

 

. . .

 

 

El día del entierro resulto ser un día nublado, en las noticias habían dicho que no llovería, pero el ambiente era lo suficientemente triste sin la típica lluvia.

Aparecieron más personas de lo esperado, casi todo el personal de la empresa había aparecido, algunos socios de la empresa y por supuesto los guardaespaldas alrededor de todo, aunque se notaba la ausencia de algunos jefes de departamento.

Todos se habían colocado alrededor del sarcófago, permanecían en silencio mientras empezaba a descender, mantenían la cabeza agachada intentando permanecer en silencio, pero siempre hubo un ligero murmullo; que paro cuando el ataúd toco fondo. Entonces, poco a poco los encargados empezaron a cubrir el ataúd.

 

Sasuke había permanecido inmóvil mirando hacia la tumba de su hermano, Naruto no lo había visto desde hacía tres días, y se notaba que el moreno no había dormido bien, a pesar de que sus ojos estaban rodeados por una sombra morena de ojeras, no mostraba expresión alguna. Mientras que Kakashi, que estaba ligeramente apartado, mostraba en sus ojos una gran pena.

Al poco tiempo, las personas presentes empezaron a acercarse a Sasuke para darle un último pésame; el moreno se quedó parado en medio de todos, con Kakashi a su lado.

Naruto prefirió acercarse después de que el tumulto se retirara, no demoro mucho tiempo ya que el moreno no contestaba a nada que le dijesen más que un asentimiento con la cabeza después del pésame.

Cuando el rubio se acercó, pudo notar en los ojos de Sasuke que no estaba consiente de todo, estaban apagados. Se acercó a él, le agarro al hombro con cierta fuerza para intentar que reaccionara, pero el gesto no hizo más que el moreno levantara un poco la cabeza y lo mirara como aquella vez en el hospital.

Naruto entendió que todavía no era el momento de tratar con él, así que se retiró sin decirle nada, detrás de él, su prima e Iruka se acercaron para darle el pésame, y trataron de hablar un poco con Kakashi, pero tan rápido como empezaron a conversar se retiraron.

 

Al poco tiempo los demás empezaron a retirarse, quedándose al final Sasuke y Kakashi.

Por unos largos minutos solo reino el silencio.

-No puedo sino pedirte disculpas- hablo el guardaespaldas- mi deber era cuidar de Itachi, pero no puede hacer nada cuando todo sucedió-

-Ya lo dijo mi hermano, todo estaba en sus planes. Todo lo había previsto, ¿o… no fue así?- lo miro directamente a los ojos.

-Aunque ese era su plan, debía de haber hecho algo- la mirada que le dirigió Sasuke le helo hasta los huesos – Lo siento-

-Si mi hermano lo planeo así, no hay nada más que decir- contestó calmado, pero frio.

Estuvieron parados ahí, hasta que se hizo de noche; solo hasta ese momento Sasuke se movió de ese lugar.

 

 

 

. . .

 

 

Las clases empezaron con normalidad ese lunes. Muy temprano en la mañana, ya el rumor de lo que le paso a Itachi se esparció por todo el lugar. La mayoría lo tomo con gran pesar, pero a unos pocos se les noto malicia en la mirada cada vez que hablaban de ello. A Naruto no le hizo gracia, pero tampoco estaba de humor para tratar con idiotas, así que solo se mantuvo al margen de todos, incluso de sus amigos; permaneció en silencio, sin contestar nada a nadie. Esquivando a todos, se sentó en su sitio mirando el lugar del moreno.

Ese día Sasuke no fue a clases. Tampoco al día siguiente, ni el siguiente a ese.

 

 

. . .

 

 

 

Había pasado una semana y Sasuke seguía sin aparecer. Naruto había decidido mantenerse al margen, pero se estaba empezando a replantear esa idea; su preocupación por él empezó no hacía sino a hacerse cada vez más grande. Así que ese fin de semana decidió que iría a verlo. Lo tratara como lo tratara, le dijera lo que le dijera; iba ir a verlo para asegurarse que estuviera bien.

Pero esa mañana, cuando se paró en su puerta, no logro ni tocar el timbre cuando se abrió la puerta y Kakashi salió. Naruto en un rápido movimiento se escondió en unos arbustos del jardín delantero de la casa, sin que el otro se diera cuenta.

Desde ahí analizaría la situación antes de actuar; no quería hacer algo que  empeorara las cosas.

Así que solo observo; antes de que cerrase la puerta, el guardaespaldas miro hacia dentro y soltó un suspiro cansado; al rubio le pareció que ese gesto significaba que algo no andaba del todo bien. Desde su posición noto que Sasuke estaba parado en la sala mirando hacia Kakashi, o eso era lo que alcanzo a ver, antes de que se cerrase la puerta por completo.

El rubio no escucho que intercambiasen palabra alguna, pero le pareció verlo mejor que antes; talvez necesitaba un poco más de tiempo a solas, pensó Naruto. No quería actuar precipitadamente, había prometido que lo cuidaría, pero no quería meter la pata y causar más problemas, por eso decidió no aparecer en ese momento.

Algo satisfecho con poder ver a fin al moreno, se fue del lugar cuando Kakashi se marchó en el auto negro.

 

 

. . .

 

 

El lunes por fin apareció Sasuke, pero no era la misma persona, al menos no para el rubio. Tenía el uniforme impecable como solía ser; el mismo peinado, el mismo caminar, la misma forma de tratar a los demás; pero lo que no era igual, eran sus ojos, tenía esa típica mirada fría, pero ahora había un ligero contorno oscuro en ellos, aunque no era tanto como el de ese día.

Cuando se lo comento a Sakura, ella dijo que lo notaba normal; y estaba feliz de que así fuera. Aunque no trataba con él jamás, una perdida era algo que no podía ignorar, así que se armó de valor para al menos dedicarle unas palabras; pero cuando lo vio actuar como siempre, ella decidió también hacerlo no quería tocar; el tema ya que Sasuke se comportaba como siempre. Y al parecer los demás pensaron igual, pues nadie comento ni dijo nada.

Aun así, Naruto -fue el único- que se dio cuenta del detalle de sus ojos. Y lo que le puso más alerta fue su rostro, se mantenía inexpresivo como siempre, pero seguía estando apagado.

El rubio intento incontables veces hablar con él, pero siempre era esquivado de alguna forma por el otro. Ese detalle le hizo entender que estaba más consciente de su alrededor de lo que estaba antes, pero de cierta manera notaba que aún seguía en un trance. Sin rendirse todavía, toda la semana Naruto se dedicó a seguirlo, en clases, en los pasadillos, y en el camino a su casa. Y ese detalle pareció no importarle al moreno.

 

 

Sasuke se comportaba como siempre, actuaba como siempre. Y mientras pasaban los días, esa actuación continuo mejorando. Pero cada vez que Naruto lo observaba mas día a día, se daba cuenta que algo estaba mal. Pero como aclarar esa inquietud; necesitaba hablarle, preguntarle si algo estaba mal, y… como hacerlo si apenas le dirigía la mirada.

Y ¿si todavía no era tiempo de tratar con él?.

 

 

. . .

 

 

Ese viernes el rubio salió a comprar unos ingredientes que faltaban para el curri que preparaba Naruko. Naruto tuvo que salir con una chaqueta abrigadora y un paraguas, pues habían empezado a caer una fina llovizna, que fácilmente se podía convertir en una tormenta de un momento a otro. Perdido en sus pensamientos, se dirigió a pagar por los alimentos.

-Serian 700 yenes- apenas entendió lo que dijo el cajero. Busco distraídamente en su billetera y pago la cantidad.

Cuando salió del minimarket, miro con pereza el cielo; sin importarle que le cayeran unas gotas en su rostro. Por qué siempre le parecía que llovía en los peores momentos; desde pequeño le pareció que la lluvia era fantástica, le gustaba jugar bajo ella y sentir cada gota mojándolo. Pero ahora, le parecía que solo representaba un mal agüero.    

Empezó a caminar de regreso, el minimarket al que había ido quedaba algo lejos, estaba cruzando un pequeño puente no muy alto, por donde pasaba un rio.

Entonces la lluvia empezó a caer con más fuerza.

Se cerró hasta el cuello su chaqueta y acomodo más las cosas que traía encima para que no se mojaran, cuando noto una figura no muy lejos, cerca de las barandas del puente.

Mientras más avanzaba la figura le era más nítida, hasta que estando a un metro de distancia se paró en seco.

En frente suyo apareció la imagen del perfil de Sasuke, como si fuera un espejismo. Estaba totalmente mojado, y todavía tenía puesto el uniforme. Donde rayos esta Kakashi, no debió de dejarlo solo. Aunque viendo la hora, se dio cuenta que siempre se iba entrando las cinco. Aun asi, porque lo habian dejado irse en ese estado.

-Porque- al escuchar la voz del moreno, Naruto entendió que no se trataba de ninguna jugarreta de su mente.

-Debo de estar maldito, he perdido todo…- hablaba casi en un susurro, pero el rubio lo escuchaba perfectamente.

-Lo odio, te odio. Por qué dejaste las cosas así, porque no dijiste nada- empezó a levantar la voz como si no fuera capaz de escucharse así mismo.

-Por qué Itachi, por qué. Te odio!, te odio!!, te odio!!!- empezó a gritar, y acercarse más al borde del puente, casi agachándose para ver hacia abajo.

Naruto soltó todas las cosas que cargaba y se acercó a él en dos pasos rápidos.

-¡¡¡IDIOTA!!!- grito, y en un movimiento rápido lo golpeo en el rostro.

El golpe hizo que Sasuke se apartara del borde, y mirara desorientado a Naruto.

-¡IDIOTA!, porque estás diciendo esas mentiras. No es lo que en verdad piensas, es que no te das cuenta- le reclamo, exasperado.

-Tú, otra vez tú. Porque siempre apareces donde no te llaman, cuál es tu problema conmigo-

-Sasuke, di la verdad. Di lo que en verdad piensas-

-De que estás hablando, idiota. Lárgate de una vez por todas, déjame en paz-

-Di la verdad, lo que dijiste hace un momento no era verdad. No odias a tu hermano-

-Tú que sabes…-

-Lo sé, sé que no piensas así. Te conozco Sasuke, estas mintiendo-

-¡Por qué te importa tanto!- reclamo furioso.

-Ya te lo dije, eres mi amigo- le sonrió con calma.

El moreno lo miro sorprendido, como si esa fuera la primera vez que se lo escuchaba. Se quedó en blanco cuando vio esa sonrisa.

-Sé que te estas conteniendo, dilo o grítalo. Pero di la verdad, nunca mostraste ninguna expresión, nunca; ni aquella vez cuando te conocí, cuando sucedió lo de nuestros padres; aun siendo niños tú parecías estar bien. Nunca mostraste ni una sola lagrima, ni siquiera una expresión de frustración o tristeza. Nunca…-

-Tu eres… un…-

-¡Que!, ¡dímelo!. Insúltame o golpéame, pero no te contengas más. Nadie te va a juzgar por nada- lo miro dejando caer sus brazos, para recibir lo que sea que viniera de él.

Sasuke se aproximó al rubio,  lo miro con rabia. Cuando estuvo no tan cerca de él, formo un puño con su mano y la dirigió con fuerza hacia el estómago del otro, pero antes de tocarlo si quiera, perdió impulso y solo lo empujo ligeramente.

-Hubiese querido decir tantas cosas- bajo la cabeza totalmente, impendiendo que el rubio lo mirara- no quería que todo terminara así, hubiese querido decirle lo injusto que era, quería reclamarle el por qué, no me dijo nada.- agarro con fuerza la chaqueta que llevaba Naruto.

-¡¡Quería decirle que lo extrañaría!!- las lágrimas empezaron a caer por su rostro- no quería separarme de él, al menos debí de demostrarle de alguna forma que no estaba enojado, que lo perdonaba de todo, que jamás le reclamaría nada, debí de haber dicho algo antes de irme de esa habitación!!- grito al fin.

 

-Te aseguro que lo sabe- contesto Naruto, un poco dudoso lo rodeo con un brazo, y el otro le acaricio suavemente los cabellos de atrás- Itachi sabe lo que sientes, no tienes por qué culparte de nada-

El rubio se retiró un poco, deshaciendo el abrazo. Pero aun Sasuke mantenía la cabeza agachada y apretó con más fuerza la chaqueta del rubio, gritando y llorando a la vez, mientras la lluvia amortiguaba el sonido.

 

Se mantuvieron en la misma posición hasta que Naruto sintió que el moreno había dejado de agarrarle con fuerza.

-Sasuke, estas bie….-no pudo continuar, parecía que estaba temblando, y no se encontraba muy consiente de sí.

Naruto junto sus frentes, y rápidamente se dio cuenta que estaba con una fiebre alta. Como no se había dado cuenta antes, alarmado lo hizo quedar un rato apoyado en la baranda del puente, para ir a recoger el paraguas y de paso la bolsa de compras.

Logro cargarlo en su espalda, pero al pararse totalmente sintió el gran peso del otro. Aun así no tambaleo, acomodo el paraguas para que lo cubriera del todo, y corrió hacia la casa del moreno.

 

Sasuke se encontraba en una especie de sueño, se sentía igual que esa vez en jardín de niños, y de la misma forma sentía el mismo calor de la espalda de la persona que lo cargaba. El olor familiar que sentía lo hizo adormilarse aún más, cayendo en un profundo sueño.

 

 

. . .

 

 

Cuando llego a la casa de Sasuke, tuvo que volver a dejarlo en el suelo para buscar la llave de repuesto que guardaban debajo de una piedra en el jardín. Con la lluvia cayendo dificultando su vista, demoro un poco en encontrarla.

Cuando al fin la encontró abrió la puerta rápido; con cuidado volvió a sujetar al moreno y lo introdujo dentro. Había decidido que no lo llevaría a su casa, ni le diría nada a nadie por el momento, ya que Naruko e Iruka lo llenarían de preguntas, seria engorroso contestarlas mientras cuidaba de Sasuke, por eso decidió ocuparse el mismo de todo. 

Con dificultad lo subió por las gradas a la habitación del otro; esta era la segunda vez que iba a su casa y esperaba acordarse cuál era la habitación correcta, seria incomodo, de varias maneras, entrar a la habitación de Itachi. No tenía tiempo que perder, así que deicidio rápido, sería la puerta de la izquierda, y para su suerte fue la correcta.

Rápidamente, empezó a quitarle la ropa mojada; empezó con la camisa, los nervios de verlo tan expuesto quisieron apodarse de él, pero su fuerte decisión por tratar la fiebre era mayor. Cuando al fin le quito la camisa, la tiro en algún lugar del cuarto y fue corriendo a agarrar una toalla del baño, cubrió la parte de arriba mientras empezaba por los pantalones; al terminar volvió a lanzarlos en alguna parte de la habitación, estiro más la toalla para que lo cubriera casi totalmente.

Pero entonces llego un obstáculo, la idea de quitarle los boxers, era demasiado para él. Así que empezó a buscar en el ropero de la habitación, otros de reemplazo, junto con otra muda de ropa. Sin saber el orden de cada cosa, hizo un total desastre en el armario.

Hasta que por fin encontró luego encontró una ropa que le pareció cómoda y abrigadora, aunque pareciera de deporte igual  las tomo, y finalmente del cajón de los boxers cogió uno al azar.

Se volvió hacia la cama, los temblores del cuerpo del moreno empezaron a hacer más fuertes. Mucho más alerta, se acercó hacia él, no sin antes quitarse también la chaqueta; y resulto que esa chaqueta era impermeable, por lo que estaba casi completamente seco; salvo por lo pantalones, que decidió ocuparse de ellos más tarde.

 

Se acercó a él, y se sentó en la cama sin hacer mucho movimiento. Con la toalla, empezó a secarle los hombros –no tenía idea de cómo tratar a alguien en ese estado, pero por una idea general en experiencias propias, hacia lo que podía- , los temblores cesaron un poco, pero se notaba que aún estaba con frio e inconsciente.

La idea lo hacía estar en las nubes, pero no iba a permitirse que siguiera con los escalofríos. Así que se quitó la camiseta, y los pantalones; levanto el cuerpo del moreno y lo apoyo en su torso. De inmediato sintió el frio del otro cuerpo, helando el suyo; pero aun así con su cuerpo lo rodeo totalmente para brindarle todo su calor corporal; un buen rato solo se mantuvo así, casi abrazándolo en la completa oscuridad.

Cuando sintió que su temperatura se estabilizaba, volvió a agarrar la toalla y empezó a secarle los cabellos, no pudo evitar disfrutar su olor tan cerca al él. Y como aquella vez, se hundió en ellos y acaricio suavemente su cabeza.

Por decisión propia, el momento no duro mucho. Siguió secando su cuerpo evitando tocar directamente su piel, o se volvería completamente loco. Termino se secarle la parte de arriba, ahora solo le quedaban las piernas. Trago saliva, mientras las observo nervioso.

Antes de empezar esa parte, decidió colocarle de una vez la camiseta que había encontrado; a ciegas, por la oscuridad, demoro en encontrarla. Se maldijo por no pensar antes en prender las luces de la habitación.

Le coloco la camiseta con algo de dificultad, pero tenerlo más cubierto le ayudo a calmarse un poco. Entonces empezó por las piernas, pero al ser más largas de lo que esperaba, tuvo de dejarlo recostado otra vez en la cama, y así tuvo que empezar a secarlas desde los pies.

Su imaginación empezaba a volar más de lo que se consideraría cómodo en ese momento, intento hacerlo lo más rápido que pudo, pero aun así disfrutaba el momento.

Entonces llego a la entrepierna, sus manos empezaron temblar por diferentes motivos. No debía dejar que su emoción llegara a más, así que cerró los ojos, y le quito los boxers tratando de hacerlo con cuidado pero rápido. Y cuando al fin se los quito por completo aún mantenía los ojos cerrados, estiro su manos tientas junto con la toalla, y dejo que su imaginación lo guiara para calcular donde estaba la parte que faltaba secar, cuando al fin estuvo seguro de encontrarla movió un poco la toalla, y la dejo un rato inmóvil. Luego cuando decidió que ya estaría seco retiro la toalla y otra vez a ciegas busco los otros boxers, cuando los encontró, no perdió tiempo y se los coloco rápido, pero esta vez no pudo evitar el contacto directo con su piel mientras subía por sus piernas. Cuando llego a la parte donde deberían estar, saco su mano rápido. Tomo unos segundos para calmarse, agarro por último los pantalones, ya con más calma se los colocó.

Lo acomodo para que se metiera en entre las mantas y así dejarlo por fin, para que entrara en calor. Pero al tocar su frente, noto que todavía estaba algo caliente, así que antes de bajar a la cocina para preparar unos paños fríos, busco su camiseta y se la puso, aunque extrañamente la sintió algo más ajustada, mas no le dio importancia.

Cuando fue a por sus pantalones, tuvo que dejarlos; ya que estaban muy mojados. Miro un rato al moreno como para pedirle permiso por lo que iba a hacer; entonces busco otra vez en el ropero del cuarto, hasta que dio con unos pantalones más anchos que los que había encontrado antes, y de paso una chaqueta para abrigarse, y se los puso.

Solo así bajo a preparar los paños, cuando prendió las luces de la cocina se dio cuenta que la camiseta que llevaba puesta no era de él, era de Sasuke. Entonces la camiseta que le puso al otro era la suya. Soltó un suspiro cansado, no iba cambiárselas por ese pequeño detalle así que continúo con su labor, intento no demorarse más de lo necesario. Y volvió a subir. Coloco el paño en la frente del otro, y noto que su rostro se relajó un poco.

Se puso a recoger toda la ropa mojada y la colgó en la ducha del baño para que secaran en la mañana. Cuando termino todo, le volvió a cambiar el paño de la frente. Y solo entonces, sintió que su celular vibraba, desbloqueo su celular y vio que tenía unas cuarenta llamadas perdidas de su prima, y diez de Iruka. Alarmado decidió mandarle un mensaje a Naruko para avisarle que se quedaría regresaría más tarde - una llamada haría que se despertara el otro-  y que se disculpaba por no poder llevarle los ingredientes que faltaban, se lo explicaría cuando llegara después. Y para que sonara más serio, le mando el mensaje en inglés, así su prima entendería que no era una simple excusa, y que no era necesario dejar todo su buzón de llamadas lleno.

Cuando mando el mensaje, se dio cuenta de la hora. Era casi las once de la noche. Se alarmo un poco, si no le hubiera enviado nada, su prima era capaz de llamar a policía para buscarlo.

Más calmado miro otra vez a Sasuke, su rostro estaba más relajado, los temblores habían cesado,  y su respiración se había normalizado.

Orgulloso de su trabajo, decidió que talvez ya era hora de retirarse, pero dejarlo solo no era una buena opción. Ahora él era el único que vivía en esta casa.

Se quedó un buen rato parado observándolo, fue entonces cuando decidió algo.

Estuvo a punto de dirigirse al ropero, cuando fue sujetado de la manga. Pensó de inmediato que era un fantasma, pero la idea se le fue rápido cuando volteo y se dio cuenta que era Sasuke quien lo sostenía, se había sentado casi totalmente mientras apretaba con fuerza la manga.

-No quiero… - al inicio lo miro a los ojos,  estos se notaban algo desorientados, pero aun así cuerdos, luego bajo la mirada y susurro- no quiero quedarme solo-

Naruto lo había escuchado perfectamente. Le sonrió en la oscuridad, y con su mano libre le acaricio la cabeza.

-No te voy a dejar solo, jamás- contesto también en su susurro. El moreno se relajó un poco, se volvió a echar en la cama, sin soltar el agarre.

El rubio no tuvo más opción que quedarse ahí, no sin antes agarrar una almohada que estaba libre para sentarse en ella. Se quedó así, hasta que el agarre se aflojo un poco, pero aún seguía firme.

Agarro su celular y volvió a enviarle un mensaje a su prima.

 


“I'm sorry, I will not be able to return today.

I met Sasuke, and he's very sick.

I can not leave him alone in that state.

So I'll stay in your house to control your fever. 

No need to come, I can fix them by myself.

But I'm sorry, really.

 

 

Lo siento, no poder regresar hoy.

Me encontré con Sasuke, y está muy enfermo.

No puedo dejarlo solo en ese estado.

Así que me quedare en su casa para controlar su fiebre. No hace falta que vengan, puedo arreglármelas solo.

Pero lo siento, de veras.

 

Su prima le respondió de inmediato, con un simple OK. Sabía que tendría problemas después.

 

Pero no le importaba, prometió que cuidaría de él, y cumpliría su palabra. Así que se calmó, y se quedó viendo el rostro del moreno mientras dormía. Después de tanto pudo verlo al fin relajado. Se apoyó ligeramente en la cama, todavía observándolo, y sin poder evitarlo se quedó dormido.

 

 

 

 

 

. . .

 

 

 

 

 

Cuando empezó a sentir que algo le molestaba en el rostro empezó a abrir los ojos perezosamente. Después de mucho tiempo, había podido dormir bien, se sentía mucho más ligero, entonces abrió completamente los ojos, topándose con una cabellera rubia que ocupaba toda su vista, y un aroma conocido lo impregno totalmente. Alarmado intento apartarlo, pero entonces noto que su mano estaba agarrando algo, la manga del rubio. Cansado volvió a quedarse en la posición de antes.

 

Fue en ese momento cuando todo lo que había pasado ayer le llego a la mente. La falta de sueño había llevado su cuerpo al límite, su mente empezó a divagar, y cuando se dio cuenta estaba en un puente. Se enojó consigo mismo y empezó a decir cosas que no lograba entender. Entonces sintió un golpe estampándose en su rostro, en ese momento recién reacciono, y miro con furia a Naruto. Le grito varias veces, pero él no parecía importarle nada, y luego sonrió, y sintió que todo su cuerpo se encogía. 

 

Empezó a recordar todo lo que dijo, y por primera vez en muchos años lloro.

 

Avergonzado se hundió en la almohada, solo había llorado una vez y solo en frente de su hermano; a los tres años, por una estupidez. Desde entonces juro no volver a hacerlo, y… por qué en frente de Naruto lo hizo.

Siempre era él quien aparecía en esos momentos, siempre con una sonrisa que hacía que todo lo demás dejara de lucir tan mal como parecía, siempre lleno de energía, siempre feliz, y hasta  a veces lo hacía pensar que…  no era tan mala su presencia.

 

Entonces empezó a recordar lo que paso después. Luego de gritar bajo la lluvia se sintió menos consiente pero más calmado, y fue cuando todo paso en cámara rápida. El rubio lo había cargado como esa vez, y él se había dormido en su espalda, mucho más relajado. Luego cuando regreso algo se su conciencia y sintió que alguien se iba de su lado, inconscientemente se aferró, lo miro y… le dijo eso.

 

<<Maldición, maldición, maldición, maldición…>> repitió en su mente. Fue en ese momento cuando cayó en la cuenta que tenía una ropa diferente, eso significaba que lo había cambiado, incluso miro que sus boxers y eran otros, incluso la camiseta no era suya y rápidamente reconoció el olor característico del rubio en ella.

<<Maldición, maldición, maldición,…>>- volvió a repetir. Se enterró más en la almohada tratando de disminuir su vergüenza expresada en su rostro, quería que lo tragase la tierra.

Sus lamentaciones se vieron interrumpidas cuando Naruto soltó un suspiro entre sueños, su corazón que latía a mil por hora empezó a calmarse cuando se quedó observando al otro. Aunque tenía el rostro bien acomodado entre sus brazos, todavía podía observarlo con claridad.

Se quedó mirándolo detenidamente, tenía las pestañas más largas y espesas de lo que esperaba pero eran igual de rubias que su cabello. La nariz respingada y la piel morena de siempre; se quedó viendo las líneas que tenía en sus mejillas, siempre creyó que era alguna clase de herida, ahora que las tenía cerca se dio cuenta que no era así, eran simples marcar de su piel. Cuando tomo más conciencia de su posición, se dio cuenta que estaba demasiado cerca de su rostro, de lo que cómodamente preferiría, pero no hizo nada por apartarse.

Siguió observándolo, sintió que se relajaba más al hacerlo, con esa excusa continúo con su exploración.  Bajo la vista hasta que se topó con sus labios, estaban ligeramente abiertos con la respiración totalmente relajada; sus latidos volvían a ser más rápidos, pero no quito la mirada, una curiosidad se apodero de él y lo obligo a seguir observando.

Los labios de Naruto eran más gruesos que los suyos, y se notaban que eran carnosos. Recordó la vez que se besaron por accidente, sus labios empezaron a recordar la sensación, sin poder evitarlo sus mejillas empezaron a arderle junto con sus orejas. Luego se le vino a la mente lo que sucedió en la habitación del rubio, cuando el beso se volvió más que un accidente. Sin pensarlo se tocó los labios, intentando recordar con más claridad.

Ahora si tenía esa duda, del ¿por qué lo hizo?. En verdad fue una de esas apuestas o…

Sin darse cuenta se fue acercando a él, juntando casi sus frentes. Sasuke lo parpadeo ni un solo segundo.

 

Entonces Naruto hizo una mueca, y se retiró de la cama. Casi a la velocidad de la luz, el moreno volteo hacia el otro lado, esperando que el otro creyera que aún estaba dormido.

El rubio se estiro perezosamente y bostezo sonoramente. Empezó a mover sus hombros y brazos, la posición en la que había dormido no fue nada cómoda. Miro al moreno, y al ver que estaba totalmente dándole la espalda, concluyo que todavía estaría dormido.

Se revolvió los cabellos, para despertar más y se dirigió al baño. Sasuke agradeció que no notara nada. Se quedó en esa posición, hasta que empezó a oír que caía agua de la ducha.

Se volvió a acomodar mirando al techo. Ya no se sentía tan pesado, como antes, estaba más relajado, y pensar en Itachi ya no le traía una sensación de pesar. Como era que Naruto lograba siempre eliminar todo lo que le causaba mal.

 

Después de un buen rato, se abrieron las puertas del baño. Saliendo un Naruto con el cuerpo chorreando todavía agua y los cabellos algo caídos. Se había colocado los pantalones, pero había dejado todo su torso desnudo.

-Ah, Sasuke al fin despertaste, perdón si fue por el ruido que hice. ¿Ya estás bien?,¿la fiebre de bajo?- se acercó a él.

Sasuke intento mantener su rostro como siempre, pero verlo acercársele así, en esa forma lo dejo desencajado.

-Ya estoy bien- dijo de una forma más tajante de lo que esperaba, el rubio se alejó de inmediato.

-Bueno, me alegro. Bajare a preparar el desayuno. Pero…-

El moreno lo miro sin entender el pero.

-Me podrías dar mi camiseta, cuanto te cambie anoche no note que te puse la mía por accidente- miro hacia el otro lado, tratando que al otro no se le ocurriera pensar, como era que ocurrió todo.

-No me había dado cuenta.- mintió. Se incorporó más, apartando las mantas. Pero el movimiento hizo que la camiseta de moviera a un lado y  por el cuello ancho se bajara por unos de sus hombros, dejando su piel blanca expuesta.

Para Naruto la imagen que veía no podía ser más que el regalo de los dioses, siempre imagino que cuando tuviera una novia, habría una ocasión para que ella se pusiera una de sus camisetas sin nada más, y le quedara deliciosamente grande y sexi.

Y pues la imagen que tenía ahora, era mucho mejor de lo que había imaginado. Sin duda alguna, Sasuke era lo que más deseaba. Logro controlarse hasta que el otro empezó a quitarse la camiseta. El rubio se giró casualmente,  su cuerpo reaccionario si seguía mirando la escena.

-Ten – le lanzo la camiseta a la cara- y será mejor que me devuelvas esos pantalones también- lo miro frio, al fin. Pero este le estaba dando casi totalmente la espalda mientras se colocaba la camiseta que le había lanzado.

Veía como cada musculo formado de su espalda se flexionaba con sus movimientos, sin importarle nada se quedó observando, hasta que reacciono al darse cuenta que seguía con el torso desnudo y estaba empezando a hacerle frio.

-Ya te los devuelvo- respondió.  Naruto se giró otra vez hacia él, pero Sasuke ya no estaba en su cama, ahora se estaba colocando otra camiseta de su ropero. El rubio se deleitó mirando solamente el perfil de su torso. Hasta que el otro se giró para verlo.

-Supongo que fuiste tú el que desordeno mi ropero- lo miro con su tic en la ceja, estaba perdiendo la paciencia.

-Si lo siento, es que no podía ver nada anoche-

- Usoratonkachi- dijo en burla- y por qué no prendiste las luces-

-Es que lo más urgente en ese momento era cambiarte la ropa para que no siguiera subiendo la fiebre-

-Igual podías haber prendido las luces- contesto de inmediato.

-Si hacia eso, te ibas a poner peor. Tenía que hacerlo rápido-

-Eso no te tomaba ni cinco segundos, eres un idiota-

-Entonces a la próxima dejare que te mueras, para prender primero las luces, arreglar la habitación, limpiar le desorden; y luego después de tomarme un buen café recién atenderte-

-Pues eso estaría genial- le respondió.

-Bien- dijo exasperado -Te daré ahora tus estúpidos pantalones- empezó a a agarrar la costura de la cintura para aflojarlos y deshacerse de ellos.

-Ahora no- le reclamo con voz autoritaria- no quiero que te pasees en boxers por mi casa, seguro que tu ropa seguirá mojada y tirada por ahí- 

Lo que empezó como una mañana tranquila continuo con su típica pelea.

-Para tu información, recogí toda la ropa y la tendí para que se secara- dijo triunfante.

 

Pero aunque estuvieran peleando, se sintieron tan llenos de vida, disfrutando el momento.

 

-Eso no es nada para…-

La pelea se vio interrumpida por el timbre de la casa.

Ambos se callaron, y luego el rubio se movió.

-Yo voy, tú todavía te puedes resfriar-

Sin poder contrariarle Naruto salió de la habitación.

 

 

Cuando abrió las puertas, se encontró con un grupo inusual; Naruko, Iruka y Kakashi.

-Buenos días primito- dijo muy animada- hemos venido a desayunar, traemos de todo-

-Buenos días Naruto, espero que hayas dormido bien- hablo Iruka.

Ambos entraron, pero el guardaespaldas se quedó mirándolo.

-Por qué lo dejaste solo- le interrumpió el paso el rubio.

-Íbamos a actuar cuando apareciste- contesto cansado.- Fue un descuido de mi parte.

-Pues más te vale no volver a cometerlo- dijo dejándolo pasar.

Kakashi asintió, pero antes de poner un pie en la casa, recibió un puñetazo en el estómago.

-Esta es solo una advertencia, no quiero que vuelva a pasar. Entiendo que aun sientas la pérdida de Itachi, pero no por ello debes de descuidar tu principal labor ahora; ¿crees que Itachi estaría contento?-

-Entiendo, entonces…- hablo con dolor, retirando la mano del rubio- te propongo algo- recupero el aliento- Sasuke no me considera ni de cerca alguien existente para él, en estos días no hizo más que ignorarme. En cambio tú eres el más cercano ahora. Así que, te parece si me mantengo lejos  resguardándolo y tú serás quien se mantenga a su lado-

-No tengo por qué negarme- contesto.

-No me malentiendas, pero no creo que llegue a ser tan cercano a él, como solía serlo con Itachi. Por eso estoy proponiendo te esto-

-Eres sincero- contesto- y lo entiendo, Sasuke no es alguien fácil de tratar. Llegar adonde estoy ahora me llevo doce años Al fin demuestras que la seriedad con que te tomas el trabajo, al menos para mí. Será genial trabajar contigo para cuidar a ese idiota- le sonrió.

Fue en ese instante que Kakashi entendió por qué para Itachi este chico era alguien importante.

-Que hacen en la puerta, el desayuno ya casi está listo- hablo su prima jalándolos a los dos hacia el comedor.

 

 

Cuando llegaron los dos, los platos ya estaban servidos.

-Bien, siéntense donde gusten- dijo Iruka.

-Solo falta Sasuke- hablo Naruko.

-Creo que yo debería ir a avisarle- se ofreció el rubio.

-No, no. Si vas de seguro demoraran más de la cuenta y se pondrán pelear, voy a ir yo- Sin esperar a que alguien le llevara la contraria se empezó a subir las gradas. En una rápida decisión dio con la habitación.

-Voy a entrar- aviso. El moreno no se inmuto cuando apareció la rubia entrando al cuarto.

Solo había un pequeño detalle, había decidido que se cambiaría los pantalones, ya que no iban con la camiseta que se puso; así que en ese preciso momento estaba en boxers.

-El desayuno está listo, los demás esperan al anfitrión- dijo con voz de presentador.

-Supongo que le debo una a ese idiota por evitar que me resfriara, esta será la única vez que les permita hacer algo así sin mi permiso-

-Si, si lo que diga su majestad- ignoro el comentario- pero dese prisa, se enfriara la comida.

-Y créeme que también esta será la única vez que permita algo así- susurro para si.

-Al menos deberías sentirte algo avergonzada no te parece- dijo mientras se ponía un pantalón que considero apropiado.

-¿Por qué?, por verte así- disminuyo el comentario- Naruto se pasea a veces solo en boxers por la casa; incluso hay ocasiones en las que duerme simplemente así por el calor. Así que verte a ti en comparación, es…- soltó un bufido.

No supo que fue lo que le hizo que se pusiera de muy mal humor rápido, si el tono con el que lo dijo o lo que dijo en sí.

-Sabes que muchas chicas matarían por estar ahora en tu posición- contesto intentando calmarse.

-Me da igual, no es que me emocionara ver lo flacucho que estas- volvió a minimizar todo.

-Eres peculiar, al menos sabes responder. No como el idiota rubio de abajo-

-Pues ese idiota tiene más para mostrar que dos veces tú.- ambos se miraron a matar.

-Rubia oxigenada-

-Escuálido idiota-

 

-Todo está bien- se oyó gritar al rubio desde abajo- están demorando…-

-Sí, ya bajamos- respondió Naruko.

Sasuke ya se había cambiado por completo, así que ambos empezaron a bajar por las escaleras.

 

-Uff, creí que tendría que subir- los recibió Naruto.

Antes de sentarse, ambos de dedicaron unas miradas de odio puro, que pasó desapercibido por todos.

-Bien, ya estamos todos. Disfruten.- dijo Iruka.- Y lamento el inconveniente Sasuke, todo fue idea de Naru—ser vio interrumpido por un pie que casualmente presionaba el suyo.

-Está bien, no me hago problemas- respondió preparándose para comer.

 

 

Nunca había visto su mesa llena de personas y comida variada, siempre fueron él e Itachi, nunca hubo más personas a la hora de comer. Era una sensación nueva.

-Oh, ese libro me parece conocido- le hablo Naruto a Kakashi.

-Interesante, no creí que leyeras estos libros- contesto el guardaespaldas, lo había sacado para leer casi inconscientemente, ese era uno de sus hábitos al comer.

-No, la verdad es que me aburrió el libro. Pero mi padrino dijo que era el famoso escritor de un famoso libro; no creí que fuera para tanto, pero veo que tal vez no mintió al exagerar-

-Esto sí que es increíble, no tenía información de que Jiraiya-sensei sea tu padrino. Sin duda alguna me gustaría contactar con él. Quisiera saber cuándo sacara su nuevo libro-

-Sí que te gusta; si quieres le puedo preguntar- respondió divertido.

-Gracias- le contesto, y pareció que sonreía debajo de la máscara.

 

Sasuke de dedico a observar el momento, nunca había habido tanto ruido a la hora de comer. Sentir las conversaciones tan animadas de unos y otros, las risas por tonterías, formaban un habiente acogedor; y entre todo eso como resaltaba la presencia de Naruto. Tal vez por ahora, escuchar todo ese ruido no era tan malo.

 

 

 

 

 

 

“-Nunca estarás solo Sasuke”- 

Notas finales:

Y... que les perecio, jajaja me encanto escribir la escena de la habitacion, cada uno disfrutaba del otro, sin darse cuenta jajajja. Bueno no se olviden de dejar sus comentarios, recomendaciones o sugerencias. todo es bienvenido. Nos leemos, bye.

 

PS: decidi que la fecha exacta para publicar seran los domingos, gracias por tenerme pasciencia.


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